CUANDO UNA MADRE AMA INTENSAMENTE...
TERCERA PARTE.
La cena fue muy agradable, Ren� se encontraba a todas luces
mejor de su dolencia. Asistieron sus mejores amigos, familiares y amigos
nuestros que tras cenar deliciosamente partimos el pastel de rigor en medio de
aplausos y abrazos. La fiesta no se prolong� mucho, ya que el d�a siguiente
hab�a que ir a clases y ten�amos que acostarnos temprano.
Al terminar la reuni�n, le pregunt� a Rene c�mo se sent�a
--Bien. M�, me siento mejor, casi ya no me duele, �Nos
veremos en la noche? �pregunt� entusiasmado
--No seas glot�n, a�n no te encuentras bien, espera un par de
d�as m�s para que sanes y entonces veremos. --contest�
Una gesto de desilusi�n fingida apareci� en su cara, yo le
bese en la mejilla y le di las buenas noches.
Me duche y tras perfumarme como siempre, me dirig� a la
habitaci�n de Norma, David hab�a llegado para el cumplea�os de Ren� y ven�a muy
fogoso. Ella me hab�a dicho que me esperaban, as� que no pod�a rehusarme m�s, ya
que pod�an pensar que tendr�a una enfermedad de cuidado, y no quer�a
preocuparles.
La noche fue deliciosa como siempre, y regrese a mi
habitaci�n cerca de las dos de la ma�ana y sin encender luces, me recost� en mi
cama, cuando repentinamente sent� una mano que me tocaba el hombro,
inmediatamente ahogu� un grito de espanto cuando escuche a Ren� decirme
--Soy yo M�, no te inquietes. �dijo acarici�ndome e
intentando calmarme
--�Qu� haces aqu�?, quedamos que�
---S�, M�, pero solo quer�a estar contigo, pero no te
encontr� --dijo en un tono triste, y tras una pausa continu�.
--Te esper� un rato pero al ver que no ven�as fui a buscarte
y te escuche en la habitaci�n de mi T�a... �Lo estabas haciendo con �l, verdad?
Pregunt� con emoci�n en sus palabras, sab�a que hab�a
descubierto mi relaci�n con sus T�os, no pod�a negarlo, as� que lo afront�:
Encend� la luz de la l�mpara de noche y le dije:
--S�, Hijo, lo hice con �l, lo vengo haciendo desde hace
varios a�os, �l es una persona maravillosa y sabes muy bien cuanto nos quiere.
--��l es el padre de mi hermana?
--S�, lo es.
--� Y... lo amas?
--S�, lo amo, pero no como tu crees, lo amo por ser una
persona maravillosa que ha cuidado de nosotros durante estos a�os; porque ha
compartido su casa; su coraz�n; su trabajo y esfuerzo, porque nos ha dado el
cari�o y la comprensi�n que necesit�bamos despu�s de que muri� tu Padre y por
sobre todo; porque ha sido como un Padre amoroso y dedicado con todos ustedes, y
sin ninguna obligaci�n de hacerlo, solo por que nos ama y eso habla de una
calidad Humana y un coraz�n enorme, �O me equivoco?
--No. �contest� lac�nico
--No lo amo, como una mujer que ama a un hombre, sino con un
amor mucho m�s grande, con un amor agradecido, adem�s pertenece a tu t�a Norma.
Ren� Asinti�, y dijo:
--�Pero... por qu� lo haces con �l?
-- Toda mujer tiene necesidades sexuales, y m�s a�n si se
encuentra todav�a en capacidad de procrear. Me sent�a muy sola y triste, ca� en
una depresi�n muy fuerte y no sab�a como salir de ah�, y fue tu t�a Norma la que
siempre ha estado al pendiente de m�, como cuando �ramos peque�as, y al ver mi
tristeza me lo propuso.
En un principio sent� su propuesta descabellada y fuera de
toda proporci�n, pero conforme fue pasando el tiempo y mis necesidades de cari�o
y compa��a se hac�an m�s grandes, mi forma de pensar cambio y gracias a �l y a
tu T�a me siento de nuevo joven y con ganas de seguir luchando y disfrutando de
la vida.
Yo tuve una educaci�n sexual escasa, por no decir nula, y ca�
en muchos errores, adquir� miedos sin sentido, pero tu T�o David me ense�o que
estaba equivocada, y fue retirando todos los miedos que ten�a en m�, me hizo
descubrir la maravilla que es le sexo con amor, sin tab�es o cadenas que oprimen
tu mente y tu coraz�n, por ello no quise que crecieras con esas cadenas, quiero
que conocieras el sexo de una manera clara y sin prejuicios, para que con
informaci�n y responsabilidad, trasmitas esos conocimientos a tu pareja y vivan
plenamente su relaci�n, como la vivo hoy con tus t�os, y no como la viv� con tu
padre, que tambi�n estaba encadenado por los tab�es y la desinformaci�n sobre el
sexo que llena el mundo. Cuando de peque�o te ense�an que le sexo es algo sucio,
malo, de fuerzas obscuras o infernales; te lo crees, y te encadena por siempre a
esa prisi�n s�rdida y obscura de lo prohibido.
Le tomo de sus manos y contin�o.
--Por ello, te estoy ense�ando todo lo que yo s�, con amor,
con responsabilidad, quiz� en una forma muy poco convencional para algunos, o
inadecuada para otros, pero dentro de mi coraz�n, s� que es la mejor manera de
protegerte de esas cadenas que a tu Padre y a m� nos oprimieron. Yo, gracias a
Tus T�os he salido adelante, y s� que con lo que aprendas, tendr�s una vida
feliz con tu pareja y ser�s un hombre pleno, seguro de ti mismo y de lo que
quieres en la vida, �Sabes por qu�?, porque estar�s lleno de amor.
Ren� bajo la mirada y no dijo nada, as� que yo continu�
--Sabes c�mo amo a los ni�os, quer�a tener cinco o seis o m�s
ni�os jugando por la casa, por eso te tuve muy pronto en mi matrimonio, incluso
no hab�a acabado mis estudios de contabilidad cuando ya estaba embarazada, y
cuando naciste me acompa�aste a la escuela durante un a�o. Recuerdo que
permanec�as en tu cunita sin hacer ruido durante toda la clase, y eras el beb�
de todas mis amigas que te cargaban con cari�o, despu�s vino tu hermana, y ten�a
planes del siguiente bebe cuando sucedi� lo de tu padre. Intent� resignarme, a
renunciar a mis sue�os, pero por el amor que nos brinda tu t�o, hizo que
renaciera mi ilusi�n y decid� tener a Silvia.
Rene no dec�a nada, pero yo sab�a por donde iba su pregunta
desde un principio pero quer�a decirle toda la verdad, como siempre me ha
gustado.
---Contigo, el hacerlo, es realmente hacer el amor, ya que
siento como mi coraz�n se desborda de alegr�a y de amor cada vez que entras en
m�, me siento una mujer dichosa; Protegida; amada y enamorada. Cuando lo hago
con tu T�o, no siento lo mismo, es diferente, con �l me siento tranquila;
agradecida; segura; integrante de una misma familia, pero nunca ser� igual
hacerlo con �l que contigo.
Lo estreche en mis brazos y le bese en su frente. �l se dej�
caer en la cama y yo con �l, nos besamos por largo rato, despu�s rodeo mi
cintura con sus brazos y ca�mos en un profundo y apacible sue�o de amor.
Al d�a siguiente, me despert� unos peque�os golpecillos en la
puerta, y r�pidamente estir� el brazo para avisar a Ren�, pero �l ya no se
encontraba en la cama, sin esperar respuesta la puerta se abri� y vi entrar a
Ren� con una charola con mi desayuno, la puso en la mesita de noche y me dijo
alegre:
--He tra�do el desayuno a la mujer que m�s amo en la vida. �
y diciendo esto me besa en la frente y me entrega un vaso con jugo de naranja.
Me incorporo y me siento en la cama, Ren� pone la charola
sobre mis piernas y le digo gratamente sorprendida.
--Mmmm, esta delicioso, me siento muy alagada por tus
palabras, --dije sincera.
--Es la verdad �dijo levantando los hombros� Haa��continu�
No te fijes en el pan que esta un poco quemado, y en el jugo que tiene semillas,
no tiene importancia. �dijo con en broma, y sali� de la habitaci�n.
Durante el d�a mientras se encontraba en casa, y coincid�amos
en alg�n pasillo, o en la cocina entre una silla y la mesa, me gustaba rozarle
�accidentalmente� su pene con mis nalgas, sab�a que eso lo excitaba y por
supuesto a m� tambi�n.
Esa noche se encontraba completamente repuesto de sus males,
en mi habitaci�n sobre la cama con su pene sano y erecto apuntando directamente
a mi boca, yo inclinada sobre �l lo tome con mis labios y lo bese amorosa.
--�Ya estas bien mi dulce alegr�a?
Exclam� dirigi�ndome a su pene como si tuviera vida propia y
llen�ndolo de besos. Rene sonre�a al escuchar mis palabras y mov�a su pene al
mismo tiempo que fing�a una voz de ni�o peque�o.
--�Claro! Listo para que me sigas ense�ando, por que yo soy
un pene que quiere hacer bien las cosas.
Yo sonre�a divertida mientras me imaginaba a su pene
respondiendo de esa manera.
Ren� tomo la revista y la hojeaba r�pidamente hasta que se
detiene en una de sus p�ginas y me la ense�a, la chica se encontraba subida en
la cama pero inclinada con las manos en la alfombra y su pareja detr�s de ella
abri�ndole las nalgas mientras la penetraba, voltee a ver a Ren� y le digo:
--�Quieres que me ponga as�?
--S�... por favor.
Sin decir palabra tome la posici�n que me ped�a, pero antes,
unt� un poco de Gel en su pene, despu�s apoye las manos en la alfombra y sent�
como abr�a mis nalgas situando la entrada a mi vagina, pero de s�bito bajo de la
cama y recost�ndose en la alfombra junto a mi cara dijo:
---M�, puedo tomar unas fotograf�as como si fueras la chica
de la revista.
La petici�n me desconcert�, no sab�a que contestar, la
posici�n en que me encontraba no me dejaba razonar con soltura y entablar un
dialogo, as� que le dije que s� y desapareci� de mi vista. Unos segundos despu�s
la habitaci�n se lleno con la luz del flash de la c�mara digital que era operada
a distancia, mientras abr�a mis nalgas y me penetraba. A ra�z de esta �sesi�n
fotogr�fica�, mi respeto por las chicas que salen en la revistas, se acrecent�.
Desde ese d�a la c�mara fotogr�fica fue inseparable en nuestros encuentros
diarios, Ren� quer�a formar su propia revista con nuestros encuentros, y yo
ciertamente colaboraba porque me pareci� divertido el hacerlo. Motivado, Ren�
tomo un curso de fotograf�a y cada vez sus impresiones se parec�an m�s a la de
una verdadera revista, las tomaba en la sala; en el auto; en el Centro
comercial; en la escuela; en el juego de fut bol; en fin, en todas partes.
Esa noche, pasamos m�s de dos horas en diferentes poses y
posiciones sin tener realmente un encuentro sexual, esto me defraudo y me canso
sobre manera, pero ve�a como lo disfrutaba Ren� y eso me bast� para proseguir
media hora m�s
--Ren� �dije mon�tonamente
--�S�?
--Estoy cansada.
--Ya terminamos, un segundo m�s.�dijo con prisa tomando
fotograf�as y adecuando la luz del flash.
--Esta bien �dije sentada sobre �l con las piernas abiertas y
con su pene en mi vagina, de frente a la c�mara. Despu�s de varias tomas le dije
seriamente.
--�Ya dame esa c�mara!.
Rene me la entreg� sin protestar y la deje sobre la mesa de
noche y gir�ndome sobre �l, quedamos frente a frente, yo montada como si fuera
una h�bil amazona, comenc� a moverme despacio sintiendo su pene moverse tambi�n
lentamente. Rene tomo mis pechos con sus manos y suavemente los comenz� a
acariciar, mientras yo tomaba su cabeza y atray�ndolo hacia m�, puse sus labios
en uno de ellos y le conmin� a mamar, �l lo hac�a con deleite, lo sent�a
saborear cada trago, mientras yo mov�a mi cadera con m�s rapidez. Me gustaba
como cambiaba de pecho constantemente mamando de los dos y extrayendo su albo
liquido que ca�a a gotas cuando �l se separaba del pez�n. El sentir su boca y su
pene en m�, acrecentaba mi excitaci�n y mis movimientos pasaron de r�tmicos, a
fren�ticos, frotando mi cl�toris contra su pene duro y caliente, mi cuerpo
sudaba por cada poro y un calor delicioso lo invadi� completamente.
--Haaaa... s�.. haaaaa... mmmm....
Yo gem�a quedamente, mientras sent�a como el orgasmo sub�a
por mi vientre, cuando las palabras de Ren� me desconcentraron.
--�Te gusta que te la meta hasta el fondo?. �dijo excitado.
Hasta ese momento la que hablaba con ese lenguaje era yo, y
al o�rlo sent�a que se romp�a una barrera natural de respeto entre Madre e hijo,
y me sent� algo incomoda, pero en ese instante no �ramos Madre e hijo sino
amantes que disfrutaban de sus cuerpos con frenes�, por ello deseche esa idea de
incomodidad y le dije:
--�S�..s�...s�.. me fascina sentir como me coges! �dije
excit�ndome a�n m�s.
--�Quieres que te la meta m�s?
--SSS�S�... S�... �dije sintiendo como sus palabras
aceleraban mi orgasmo.
--Me gusta abrirte las piernas y met�rtela.�dijo con la cara
congestionada por el placer, mientras con sus manos tomaba mis nalgas con
fuerza.
No pude contenerme m�s y solt� un grito ahogado cuando el
orgasmo hizo temblar todo mi vientre. Ren� me amasaba las nalgas y bombeaba
r�tmicamente golpeando mi pelvis, cada vez que hund�a su pene en mis entra�as
con tanta fuerza que hacia que mi cuerpo saltase bruscamente. Yo estaba en
trance, hundida en el placer del orgasmo que abotagaba mi cerebro, rapt�ndome
del mundo real.
No se cuanto tiempo paso mientras Ren� arremet�a con fuerza
en m�, pero si me di cuenta cuando dejo de hacerlo, se separo de m� y me tendi�
boca arriba sobre la cama, mientras pon�a sus rodillas a los lados de mi cabeza
y acercaba su pene ah�to y rojo a mi boca. Yo la abr� deseosa y lo hundi�
despacio hasta que sent� sus rizados cabellos de su pubis en mi nariz, para
luego sacarlo de nuevo brillante y caliente. Varias veces lo hizo, hasta que
sac�ndolo completamente, lo puso a cent�metros de mi boca abierta y descarg� su
furia en ella llen�ndola de tibio esperma. Yo recib�a los finos pero poderosos
chorros de simiente que ca�an en mi lengua y resbalaban por mi garganta,
impregnado mi boca con su sutil sabor, hasta que dejo de manar ese delicioso
licor, vaciando su ovoides envases, Rene mov�a la piel de su pene de adelante
hacia atr�s, extrayendo hasta la ultima gota, que lentamente deposito en mis
labios. Yo cerr� mis ojos y saboree extasiada ese esquisto semen que llenaba mi
boca, lo esparc�a por toda ella con mi lengua, para despu�s con peque�os tragos
hacerla desaparecer. Rene se encontraba recostado junto a m�, viendo las
expresiones de mi cara al saborear su esperma. Cuando abr� los ojos, dijo
emocionado:
--�Eres incre�ble M�!! Y por eso te amo m�s!
Yo un� mis labios a los de �l en un beso lleno de vida que
uni� nuestros cuerpos y esp�ritus por toda la noche.
Cada nuevo encuentro, me llenaba de emoci�n, quiz� tanto a m�
como a �l, y su atrevimiento me gustaba, su iniciativa y su lujuria, hac�an
excitarme y estremecerme como nunca.
Al d�a siguiente, me arregl� r�pidamente porque ten�a una
cita muy importante en la oficina. Baje a toda prisa y me encontr� a Norma
preparando el desayuno. Su mirada c�mplice y burlona indicaba que algo tra�a
entre manos e inocentemente le pregunt�:
--Hola, buenos d�as,�Por qu� esa mirada?.
--�C�mo estuvo la fiesta de anoche? �dijo modulando la voz y
levantando ambas cejas.
Repentinamente ca� en la cuenta que me hab�a descubierto. De
la manera m�s natural posible le dije:
-�Cu�l fiesta?
--Ho, vamos, no creas que me enga�as, �Lo hiciste con Ren�?
Me sent� completamente desarmada, tome un vaso de jugo y lo
apur�, despu�s lentamente baje el vaso vac�o y limpi�ndome los labios con una
toallita, le respond�:
--S�, estuve con �l.
Su cara satisfecha por confirmar lo que pensaba, fue
evidente.
--Despu�s te contar� todo, tengo prisa. �dije tomando mi
bolso y sal� r�pidamente hacia mi auto.
Durante el tiempo que estuve en la oficina, me olvid� de
todo, pero al regresar a casa, pensaba en la manera en c�mo le dir�a a Norma,
que me acostaba con mi hijo. Ella ya sab�a mi forma de pensar sobre la educaci�n
sexual que pretend�a ense�ar a mis hijos, y de mi fantas�a sexual que tra�a
desde joven, e inclusive en una ocasi�n deje entrever que yo misma pod�a
ense�arles c�mo hacerlo. Ella no se escandaliz� al escucharme, pero se mantuvo
en silencio sin hacer comentario alguno.
Cuando regres� a casa, �sta se encontraba sola, Norma hab�a
salido con los ni�os al centro comercial, pase la tarde revisando mi
correspondencia electr�nica, y terminado unos documentos de la oficina. Despu�s
me fui a mi habitaci�n y encend� la radio a varios vol�menes diferentes y me fui
a la habitaci�n de Norma para saber qu� tanto se escuchaba. Ciertamente no era
mucho, pero lo suficiente para levantar sospechas. M�s tarde me di una ducha y
me puse a ver televisi�n mientras extra�a leche de mis pechos con la bomba de
succi�n. Una hora despu�s lleg� Norma con los ni�os, y me dedique a perseguirlos
por toda la casa para que se ba�ar�n y de igual manera a los beb�s, y ya limpios
me puse a alimentarlos frente al televisor de mi habitaci�n. Norma lleg� m�s
tarde y se sent� junto a m� y dijo:
--�Y bien?
--Ya llevo varios d�as haci�ndolo de una manera did�ctica y
todo va muy bien
Dije yendo directamente al grano.
--�Did�ctica? --enfatiz� arqueando las cejas
--S� --conteste
--� Y c�mo lo ha tomado �l?.
--En un principio como es natural, lo desconcert�, pero
inmediatamente su deseo fue m�s fuerte que al alg�n prejuicio que pudiera tener
y lo tomo incluso con entusiasmo, ahora me busca a cualquier hora con el deseo
en sus ojos, que al mirarme me hacen vibrar. �dije estremeci�ndome.
--�Lo gozas?
--S� mucho, no puedo substraerme al placer por el hecho de
ense�arle y de ser su Madre, gozo con �l y le ense�o a sentir que est� haciendo
gozar a su pareja, es como si volviera a mi juventud y lo hiciera con mi novio,
en donde los dos aprendi�ramos juntos a descubrir nuestros cuerpos y a encontrar
el placer mutuamente �dije emocionada por la comparaci�n-- es como si la vida me
diera una nueva oportunidad de descubrir el amor adolescente, el amor juvenil, y
que me dejara arrastrar por su energ�a y pasi�n descubriendo un cielo de
diferente color.
Norma me miraba comprensivamente, ella sab�a que nunca tuve
oportunidad de aprender sexo con alg�n chico, hasta que me cas�, comprend� lo
que era esa palabra, y no fue gratificante. Con el tiempo aprend� m�s y sobre
todo a aceptar lo que no comprend�a, y poco a poco extraje algo de placer de
todo ello.
--�Y que piensas hacer?
--Le ense�ar� todo lo que s� y m�s a�n, porque me documento
en libros y revistas cient�ficas, no quiero que conozca a una chica como la que
fui yo: ignorante y c�ndida en el sexo, y viva mis mismas experiencias a su
lado, por ello lo seguir� haciendo convencida de que lo que hago esta bien
hecho, por su felicidad y la de nuestra familia.
Dije firmemente convencida de lo que hab�a expresado
Norma me miro con esos intensos ojos azules por un momento y
me dijo:
--Te admiro; realmente te admiro, siempre fuiste una chica de
ideas firmes, pero obediente y sumisa, sin claudicar en tus ideales y gustos,
eso siempre te lo reconoc�, desagraciadamente yo no tuve esa fuerza que tienes.
--dijo bajando la mirada
--No, esa no, pero tienes otras tan valiosas que..
--D�jame terminar. �me interrumpi� levantando una mano en
se�al de que parara de hablar, call� y ella continuo:
--Me gustar�a poder hacer lo que t� has hecho con mis hijos
pero no puedo, me falta el valor, siento que si lo hiciera, mis hijos me
mirar�an como una Madre pecadora y degenerada, porque nunca tuve el valor de que
vieran el cuerpo Humano desnudo con naturalidad y admiraci�n, como tu lo hiciste
con tus hijos. � dijo bajando la cabeza de nuevo y tras unos momentos de
silencio, continuo:
--T� sabes que la educaci�n de mis hijos en ese sentido ha
sido r�gida muy diferente a la que t� ahora les inculcas, incluso te ba�as
desnuda con los ni�os y le besas su pene a Rodrigo cuando le terminas de ba�ar
como signo de Amor y cari�o que le profesas. Yo s� que son mis prejuicios, pero
los traigo muy arraigados y s� tambi�n que ser� imposible cambiarlos.
--No lo creo Norma, a�n se pude hacer mucho, incluso con
Ang�lica, que ya ha cumplido 18 a�os. �dije comprensiva
--�Tu lo crees? �pregunto esperanzada.
--�Claro! --contest�
--Coincido contigo en todo lo que dices y haces por tus hijos
y quisiera hacerlo tambi�n por los m�os. �dijo Norma esperanzada.
--Por nuestros hijos, lo haremos, te lo prometo. �dije feliz
abraz�ndole fuertemente.
Despu�s de unos momentos en que las lagrimas fueron las
protagonistas y en donde demostr�bamos nuestro amor filial, le dije:
--Quiero que esta noche est�s con nosotros haciendo el amor.
--�Con Ren�?
--S�, tienes que dejar aun lado tus prejuicios para poder
liberarte de ellos, como yo lo he hecho, y esta es una muy buena oportunidad,
�De acuerdo?.
--�Pero.. Qu� pensar� �l de m�...?
--�Qu� puede pensar de su T�a, si ya se cogi� a su Madre?
--le contest� divertida
Las dos comenzamos a re�r por un momento y decidida me
contest�:
--S�, ah� estar�.. �dijo iluminado su cara con una hermosa
sonrisa y limpiando sus lagrimas de alegr�a y emoci�n. Sab�a que todo ser�a m�s
f�cil ese d�a, ya que David sal�a en uno de sus continuos viajes de negocios y
que estar�a de vuelta el d�a siguiente.
Hab�a encontrado el fundamento de mis fantas�as sexuales con
mis hijos y el del haber estado con diferentes amantes menores que yo: el poder
transmitir una sexualidad libre de prejuicios y tab�es, alegre, y feliz.
Esa noche, Rene se encontraba bes�ndome la nuca con dulzura,
me ten�a abrazada por la cintura y su lengua recorr�a mi cuello diestramente,
mientras algo de luz entraba por la ventana abierta, el viento hac�a que las
cortinas se movieran levemente anunciando su entrada, cuando la cama se bambole�
un poco y un segundo despu�s, Ren� se agitaba violentamente asustado diciendo:
--�Qui�n es? �Qui�n es? �repiti� con sorpresa.
Mi coraz�n palpit� con fuerza mientras buscaba el apagador de
la l�mpara para encender la luz, pero no fue necesario que lo hiciera, porque
escuche la voz de Norma diciendo:
--Soy yo, Norma, no te asustes Ren�.
--Pe..pe..pe..ro.. yo.. no.. �tartamudeaba sin poder decir
una palabra completa.
Me alegr� saber que Norma acept� compartir mi emoci�n y mi
amor por Ren�, as� que trate de calmarlo dici�ndole:
--C�lmate Ren�, todo est� bien, tu t�a quiere compartir con
nosotros estos momentos de amor, �Te parece bien?
--�He.. S�.. S� claro! --dijo vacilante.
Norma se puso tras �l apretando su cuerpo desnudo y comenz� a
besar su cuello, Ren� ya no lo hac�a conmigo, yo imaginaba el desconcierto tan
grande que ten�a en ese momento al tener a su Madre y a su T�a de amantes en la
misma cama.
Poco a poco Rene se fue relajando mientras Norma besaba su
espalda con dulzura, as� que decid� actuar: me levant� y encend� una peque�a
l�mpara de mesa que se encontraba en una repisa, que ba�aba de una c�lida luz la
habitaci�n y cerr� con llave la puerta. Regres� a la cama y encontr� a Norma muy
concentrada besando la entrepierna de Ren�, me un� a ella y entre las dos nos
disput�bamos su caliente pene.
La cara de asombro de Ren� no ten�a comparaci�n; parec�a que
los ojos se le saldr�an de sus cuencas al vernos besar su pene con ah�nco. S�
que la fantas�a sexual m�s grande de los hombres es verse en una cama con dos
mujeres. Existen muchos hombres que nunca logran cumplirla, pero otros empezando
su vida sexual ya lo lograron, como Ren�, que es un gran afortunado.
Norma lo besaba con lujuria, lo ve�a en su cara, el Glande
desaparec�a en su boca, para reaparecer unos segundos despu�s brillante y rojo,
despu�s como buena hermana, lo tomaba de su base y me lo pon�a en mis labios, yo
lo besaba y con mi lengua lo recorr�a r�pidamente para despu�s hundirlo
profundamente en mi garganta. Yo lo chupaba con deleite, con la punta de mi
lengua abr�a el peque�o orificio, intentando hurgar en su interior y de nuevo
succionaba con fuerza rodeando su glande con mis labios. Lo pas�bamos de una
boca a otra como si de un delicioso cono de nieve se tratara hasta sentir como
la tensi�n sub�a en �l. Las dos diestras en el arte del amor, dejamos de lamerlo
y pasamos a su vientre lami�ndolo con efusi�n, sub�amos hasta sus pezones y al
mismo tiempo succion�bamos ocasionando que se retorciera de placer. Recorrimos
sus brazos y piernas con nuestras lenguas, arranc�ndole estremecimientos y
haciendo que su piel fresca y suave se erizara con miles de min�sculas monta�as.
Sus ojos recorr�an nuestros cuerpos con insistencia, en espacial el de Norma ya
que le era desconocido, sus grandes senos se mov�an cadenciosamente invitando a
Ren� a acariciarlos y succionarlos con deleite. Sus test�culos eran besados
constantemente por ella, ya que siempre han sido la fascinaci�n de Norma en
todos sus amantes. Ren� la miraba absorto viendo como con sus labios los tomaba
delicadamente y los introduc�a en su boca, jugando con ellos con su lengua.
Mientras tanto yo ten�a firmemente apresado con mis labios su Glande, mientras
lo mordisqueaba delicadamente. Mis manos recorr�an su cuerpo como mariposas
pos�ndose aqu� y all� en su firme y aterciopelada piel. Me excitaba el acariciar
su vientre y sentir sus n�biles y sedosos bellos que brotaba a�n temerosos.
Norma me mira mientras tiene dentro de su boca los dos ovoides recipientes de
esperma de Ren� y con sus ojos me dice que quiere montarse en �l. Yo dejo de
besar su pene y me separo de �l, Norma se incorpora y se monta sobre Ren� y con
mis manos tomo firmemente su pene y comienzo a pasarlo por los labios h�medos y
dilatados de su vulva, Norma mueve su cadera excitada mientras besa
apasionadamente a Ren� en la boca. Veo salir los abundantes jugos de la vulva de
Norma, que en finos hilillos caen sobre los test�culos tensos y contra�dos por
la excitaci�n, inmediatamente introduzco el Glande en su vagina viendo con
placer como desaparec�a en ella, Norma se encontraba recostada sobre el pecho de
Ren� pero al sentir que la penetraba se incorpora sent�ndose firmemente en su
cadera, haciendo desaparecer por completo el abotagado pene. Los test�culos se
unieron a su vulva tan estrechamente que parec�an que formaban parte de ella.
Norma pasando una de sus manos hacia atr�s los acariciaba delicadamente,
mientras Ren� gem�a quedo. Norma comenz� a mover su cadera en peque�os c�rculos,
acrecentando las sensaciones de Ren� que la asi� fuertemente por sus carnosas
nalgas. Norma acariciaba sus pechos mientras manten�a sus ojos cerrados
concentr�ndose en el placer, de imprevisto comienza a acelerar el ritmo y a
gemir fuertemente mientras se le dibujaba la inconfundible expresi�n del placer
supremo en su cara. Ren� sorprendido, permanece inm�vil mientras Norma se toma
sus pezones con la punta de los dedos y los hala fuertemente. Yo veo excitada
esa conjunci�n de cuerpos y de sensaciones que buscan fren�ticamente el dar y
recibir placer. Cuando mi excitaci�n es grande, mis sentidos se agudizan y los
sabores y olores de los cuerpos me vuelven loca, as� que decido no permanecer
m�s como espectadora y me posiciono entre las nalgas de Norma teniendo frente a
m� el pene de Ren� que sale y entra de la vagina de Norma ba�ando en sus jugos.
Hundo mi cara entre ellas recogi�ndolos con mi lengua, tocando los labios
distendidos de su vulva y el glande carnoso, que en cada movimiento de salida,
extrae los deliciosos jugos de Norma. Mi lengua recorre lujuriosa los test�culos
ba�ados de deliciosos jugos, subiendo por su pene hasta los carnosos labios de
la vulva, el prerin� y el ano de Norma, para de nuevo bajar hacia los ba�ados
test�culos. De mi vulva salen mis jugos escurriendo por mis muslos, ahog�ndose
entre las s�banas, mis dedos frotan fren�ticamente mi cl�toris buscando el
orgasmo que se anuncia inminente, mientras mi cara se encuentra entre las nalgas
de Norma lamiendo con lujuria. De repente Norma se detiene y comprime su nalgas
aprisionando mi cara cuando el orgasmo se posiciona de ella incontenible, siento
como su vagina se contrae r�tmicamente y mientras que su cuerpo r�gido se
convulsiona. Ren� acelera sus movimientos y segundos despu�s expulsa su pr�stino
n�ctar impactando el cerviz de Norma. Los dos cuerpos se detienen r�gidos y
agitados, mientras sus jugos se mezclan en el culm�n del placer. Yo limpio a
leng�etazos el producto de sus orgasmos, como perrita sumisa provocando con ello
que el m�o me atrape como bestia salvaje, arrebat�ndome de este mundo para
llevarme al para�so.
llevarme al para�so.
Ren� al darse cuenta de que estoy obteniendo el m�o, extiende
su mano derecha y atrapa uno de mis pechos y tomado el pez�n lo hala
delicadamente haci�ndome gemir de placer. Mientras experimento mi orgasmo las
manos de Norma y Ren� acarician mi cuerpo dulcemente, acrecentando mi placer.
Mientras mi coraz�n desbocado recupera su ritmo, Norma se encuentra recostada
sobre el pecho de Ren� que respira con dificultad por el esfuerzo realizado, los
tres no giramos jadeantes y nos abrazamos fundi�ndonos en un solo cuerpo con
tres cabezas y un solo placer.
Sin darnos cuenta ca�mos en un sue�o delicioso y reparador
mientras las horas pasan r�pidamente.
Cerca del alba, me despierta el pene de Ren� abri�ndose paso
por entre mis nalgas insistentemente, me encuentro sobre mi costado izquierdo y
le respondo levantando mi cadera y abriendo una de mis nalgas para que entre en
m� sin problemas, mi vulva a�n se encuentra ba�ada por mis jugos, as� que la
penetraci�n se da f�cilmente. Ren� comienza a bombear r�pidamente metiendo su
duro pene profundamente en m�, yo me inclino hacia delante facilitando el �ngulo
de penetraci�n mientras mantengo abiertas mis nalgas con mi mano, sintiendo como
sus frescos test�culos se introducen entre ellas. Sus manos se apoyan en mis
hombros atray�ndome hacia �l, para apalancarse con su cadera hundi�ndose m�s
profundamente. Comienzo a respirar un poco m�s agitadamente, cuando siento como
su pene se agita r�tmicamente descargando su esperma en mi vagina sedienta de
ella. Ren� agitado y gimiendo quedamente comienza a besar mi cuello y a
acariciar mis pechos mientras sigue metiendo y sacando su pene cada vez m�s
lentamente hasta que se detiene. Hasta ese momento Norma hab�a permanecido ajena
al placer, pero deshaci�ndose de las s�banas que nos cubr�an, se pone frente a
m� y levantando mi pierna derecha sobre la de Ren� deja al descubierto mi vulva
llena de la carne tr�mula y dura de Ren�, y tomado su pene, lo saca de mi vagina
e inclinadose, lo devora. A�n logra extraer gotas grandes y cremosas de esperma
del tungente pene las cuales saborea con evidente placer. Juntos, los tres vemos
salir los primeros rayos del sol que entran sin nuestro permiso por la ventana,
anunciando el fin de nuestra primera noche de placer, en un deliciosos m�naje
de tois.
A esa primera noche donde los tres nos unimos, le siguieron
otras m�s, lo hac�amos con cuidado, tratando de hacer el menos ruido posible,
pero no era f�cil ya que la pasi�n y el placer, hac�an que nos olvid�ramos de
eso y de muchas cosas m�s. Sab�amos que tendr�amos que cambiar la hora de
nuestros encuentros, en especial cuando mi Cu�ado estuviera en casa y cuando
lloviera.
�Por qu� cuando lloviera? se preguntar�n con extra�eza, bien
les dir� porque: Una noche en que ca�a una torrencial tormenta, nos
encontr�bamos los tres haciendo el amor deliciosamente, mientras escuch�bamos
caer las gotas sobre nuestras cabezas y los subsecuentes peque�os arroyos, que
se un�an a potros m�s grandes hasta que ca�an por los bajantes del techo.
Inesperadamente la tormenta se aderez� con decenas de rayos que ca�an haciendo
retumbar las puertas y los ventanales con fuerza. Pero nosotros no le d�bamos
importancia, quiz� en mi caso ni los escuchaba, me manten�a tan dentro de mi
placer que el mundo exterior, fuera de esa habitaci�n, no exist�a en ese
momento.
Me encontraba besando a Daniel en la boca y acariciando su
pecho, mientras �l ten�a a Norma montada sobre su pene cabalgando r�tmicamente.
Nuestros cuerpos desnudos se un�an trasmitiendo nuestro calor y deseo a trabes
de la piel sudorosa, mientras gem�amos de placer
La habitaci�n se encontraba en la oscuridad y solo cuando la
luz azulosa e intensa de un rayo que ca�a, la iluminaba a trav�s de las
cortinas, cuando siento en mi espalda una ligera presi�n, al principio no le doy
importancia pero segundos despu�s es m�s intensa hasta que desconcertada me giro
y veo la cara de Silvia aterrorizada por los estruendos de los rayos al caer. Mi
sorpresa fue may�scula, el verla ah� parada llorosa junto a la cama me hel� el
coraz�n.
Decenas de preguntas giraron por mi cabeza en un instante:
�c�mo entro? �Cu�nto tiempo lleva ah�? �Ha visto a Norma y a Ren�? �Se ha dado
cuenta de lo que hacemos? Etc.
Inmediatamente la tome entre mis brazos y la sub� a la cama
arrop�ndola, mirando hacia el lado opuesto de donde se encontraba Ren� y Norma,
ellos a�n no la hab�an visto y segu�an con su movimientos y gemidos que
aumentaban de intensidad. Quise avisarle a Norma pero no me escuchaba y rene se
encontraba muy cerca ya de su orgasmo, as� que con mi cuerpo cubr� a Silvia
tratando de taparle las orejas y que no escuchara los gemidos de Norma.
--M�s.. M�s... Coraz�n, dame m�s... --gritaba Norma
quedamente
Silvia parec�a muy ajena a lo que suced�a en la cama, a sus
tres a�os, el temor a los rayos era grande y en ese momento solo quer�a que la
abrazara. La cama se mov�a en todas direcciones y los gemidos de Ren� al obtener
su orgasmo me hicieron temer que asustar�an tambi�n a Silvia, pero ella se
encontraba con sus ojos cerrados y respirando pausadamente. Cuando todo termin�,
la habitaci�n quedo en silencio, solo perturbado por la lluvia que decrec�a en
intensidad, Silvia dorm�a y yo ca�a tambi�n en un sue�o tibio y reparador cuando
siento a Rene que se acurrucaba a mi espalda intentando meter su pene entre mis
nalgas. Yo me sobresalto e intento decirle que se detenga y explicarle lo que
sucede cuando escucho a Silvia que dice:
--�M�.. M�?�Qu� pasa...?
--Nada mi amor, nada du�rmete ya.. --digo alarmada y
frustrada por no poder decirle lo que pasaba a Ren�, que hab�a ya dado con la
entrada de mi vagina y estaba penetrando en ese momento.
No me quedaba otra que dejarle que continuara, mientras
abrazaba fuertemente a Silvia que dorm�a de nuevo entre mis brazos. Ren� abr�a
mis nalgas constantemente con fuerza tratando de meter m�s profundamente su
pene, ese movimiento me empujaba hacia delante ocasionado que Silvia y yo nos
movi�ramos en un continuo vaiv�n por las arremetidas de Ren�, y tuve que
contrarrestar ese movimiento poni�ndome r�gida y soportando sus arremetidas
hasta que minutos despu�s comienza a gemir sobre mi oreja derecha quedamente,
anunci�ndome su orgasmo. De nuevo la cama se detiene y el silencio inunda la
habitaci�n, pero ahora la lluvia a cesado y solo nuestras respiraciones hienden
el silencio de la noche. Cuando amanec�a despert� a Ren� y le dije a se�as que
se retirara a su habitaci�n, �l desconcertado iba a pronunciar palabra cuando
pongo uno de mis dedos sobre mi boca pidi�ndole que callara, en ese momento vio
a Silvia y su expresi�n cambio, se puso libido y poni�ndose su bata sali�
apresuradamente de la habitaci�n. Dos horas despu�s me levant� para llevar a los
chicos a la escuela pero antes me duch� dejando a Silvia y a Norma dormidas.
Estaba por terminar cuando entra Norma al ba�o y asustada me dice:
--�Por qu� est� ah� Silvia? �A que hora lleg�?
--No se enter� de nada, c�lmate, --dije tranquiliz�ndola-- se
asust� con los rayos de la tormenta y de seguro la puerta se encontraba sin
pasador y entr�, cuando me di cuenta estaba llorando junto a m�, as� que la
abrace y la acost� conmigo.
--�Pero porqu� no me dijiste que se encontraba ah�?
--pregunt� desconcertada
--Lo intent�, pero estaban muy concentrados y no me
escucharon adem�s Silvia se despert� cuando los llamaba, as� que desist� --dije
levantando los hombros.
--�T� crees que se dio cuenta de...?
--No lo creo, estaba aterrorizada, solo quer�a estar conmigo.
M�s tarde Silvia se levant� como si nada hubiera sucedido y
bajo a desayunar.
As� que desde esa vez, la puerta siempre est� con pasador, e
intentamos hacerlo cuando sea seguro en casa, o de plano en otro lugar, y
�claro, cuando no llueva!
FIN DE LA TERCERA PARTE, DE CUATRO
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