Lo que voy a
relatarles me sucedi� cuando yo tenia 32 a�os. En ese entonces yo era la amante
de Ra�l, mi jefe donde trabajaba. Era un hombre de 51 a�os, casado con una mujer
de su edad, con dos hijos, uno de 25 y el otro, Javier, de 19.
Yo tenia una
hija de 8 a�os, su padre hab�a muerto y Ra�l me manten�a econ�micamente, mas el
sueldo.
Por si les
interesa, yo soy rubia, por ese entonces el pelo por los hombros, ojos celestes
y cuerpo de gimnasio; quisiera o no, deb�a estar lo mejor posible para mi amante
quien a fin de cuentas pagaba la comida de mi hija.
Ra�l era
Gerente en una empresa multinacional y yo su secretaria. All� conoc� a su esposa
e hijos, cuando alg�n que otro d�a pasaban a visitarlo.
Nuestro deseo
era pasar mas tiempo juntos. El fingi� con su mujer un viaje al exterior por
cinco d�as y yo deje a mi hija con mi hermana dici�ndole que deb�a acompa�ar a
mi jefe en ese supuesto viaje.
Ra�l tenia un
departamento para nuestros encuentros, de un ambiente, cocina y ba�o. A las
pocas horas de habernos despedido de nuestros familiares, creyendo ellos que
est�bamos en un avi�n, yo tenia el miembro de mi jefe en la boca, mientras el me
lam�a la vagina, en un 69. Ra�l tenia un pene enorme, aunque por su edad no
alcanzaba a ponerse excesivamente r�gido. Mi amante besaba toda mi entrepierna,
depilada por expreso pedido de �l.
Introduje el
pene de Ra�l en mi vagina y lo monte erguida, con las manos sobre su pecho, Al
rato sent� que la puerta se abr�a. Mire por sobre mi hombro y vi a Javier, con
la boca abierta. Le sonre� mientras segu�a en lo m�o.
Mire a mi jefe,
que me sonre�a
- �Vos arreglaste
esto? � le pregunte
- �Te gusta? � me
dijo
Le respond�
bes�ndolo en la boca, moviendo las caderas para aumentar la penetraci�n. El
chico se puso al lado nuestro, yo me ergui nuevamente para mirarlo.
- No cre� que
estabas tan buena � me dijo mientras se desnudaba. Entre risas mov� la cola en
c�rculos, volviendo loco a su padre.
Me puso el
miembro en la boca, despu�s de refreg�rmelo un poco por la cara. Enseguida logro
una erecci�n firme, mas que su padre, pero del mismo tama�o. El pendejo mov�a
sus caderas para penetrar mi boca, mientras yo no desatend�a a mi jefe,
mont�ndolo. Javier se tomo del tronco, levant�ndolo, para que pudiera lamerle
sus test�culos.
Me acost� en la
cama boca arriba, para que me penetrara el chico. Lo hizo suave, al principio,
mir�ndome a los ojos de cerca, d�ndome besitos suaves. Su padre nos miraba,
sentado en una silla cerca de la cama, bebiendo algo. La dulzura del pendejo me
excitaba terriblemente, alcanc� el orgasmo mirando a mi jefe, que se masturbaba.
Ahora Javier me fornicaba mas r�pido, alej�ndose un poco, permitiendo que su
padre se pusiera sobre mi para lamerle los genitales. Mi jefe me daba golpecitos
con su pene por toda mi cara, me la meti� en la boca y comenz� a moverse,
penetr�ndome, Cada tanto Ra�l me pon�a su ano en la boca oblig�ndome a
lam�rselo. Yo gem�a totalmente entregada a ellos.
Me pusieron en
cuatro patas, Javier me lami� el ano para prepararlo mientras su padre me acerco
su pene para lamerlo. Me sodomizaron alternativamente, por turnos. El chico me
fornicaba muy r�pido, haci�ndome gritar; me tomaba de las caderas atray�ndome
hacia el.
Padre e hijo me
eyacularon en el recto. Ambos acostados, me levante para tomar un poquito de
whisky y poner m�sica suave. Me puse a bailar despacito frente a la cama, pero
de espaldas, sin mirarlos, con los ojos cerrados. Mov�a la cadera, sintiendo el
esperma de ambos hombres dentro m�o. En menos de un minuto los sent� sobre mi.
Bailamos desnudos
los tres, Javier por delante y su padre detr�s m�o. La boca del chico a
cent�metros de la m�a, la respiraci�n de Ra�l en mi nuca. Javier tomo un sorbito
de whisky y me lo paso a m� boca bes�ndome.
Baje a lamerles
los genitales, entre gemidos de ambos. El instrumento del chico casi no
necesitaba atenci�n, pero del pene de su padre a�n no asomaba el glande.
Aprovechando la situaci�n,, comenc� a jugar con su prepucio; lo mord�
suavemente, sin usar las manos; lo soplaba entre risas. Cuando subi� la erecci�n
me dedique a reforzarla lami�ndole la base del tronco, all� donde se junta con
los test�culos.
Ra�l se acost�
boca arriba en la cama, yo me acerque en cuatro patas a seguir lami�ndolo
mientras su hijo me penetro vaginalmente. Las embestidas del chico hac�an que mi
cara se apoyara contra los test�culos de su padre.
Monte a mi jefe
y sin movernos par� la cola para que el hijo me penetrase. Me paso los dedos con
saliva por el ano e introdujo su miembro mientras yo gem�a recostada sobre su
padre. Mi esf�nter estaba relajado por completo y a cada embestida de Javier mis
intestinos respond�an expulsando gases, Los tres re�amos, disfrutando el sonido,
Yo hab�a puesto
la cabeza de costado para tener las lenguas de ambos en mi cara. En cierto
momento dejaron de moverse para que con mis movimientos me penetrara solita. Y
luego me apretaban entre ambos como un s�ndwich. Padre e hijo me disfrutaron en
esa posici�n un buen rato, cuando se sintieron satisfechos me arrodillaron en el
piso y se colocaron al lado mio.
Ra�l se masturbo
mientras yo lam�a sus test�culos. Me eyacul� en la cara, mientras los miraba.
Javier prefiri� que yo lo masturbara. Lo tome del tronco mientras le lam�a el
escroto o me lo met�a en la bota. Cuando vi que el chico estaba a punto, lo
agarre fuerte de los test�culos, para tensarle la piel del pene; sin tocarlo
descargo el semen en mi cara, entre gritos. Cuando termino met� su miembro en la
boca, sin soltarlo de los test�culos. Se lo chupe hasta que le bajo la erecci�n.
Javier llamo a
su madre dici�ndole que pasar�a la noche en casa de un amigo. As� que los tres
disfrutamos del sexo hasta la ma�ana siguiente.
Y no fue todo.
En esos cinco d�as me quede en el departamento para recibir alternativamente a
todos los hombres de esa familia. Porque al otro d�a vino Eduardo, el hijo
mayor; aunque su esposa estaba embarazada, �l me fornic� sin culpas. Vino
acompa�ado con Javier, que le hab�a comentado todo. Esta vez el chico me trato
como una puta (evidentemente no se hab�a atrevido a hacerlo as� delante de su
padre); ambos hermanos me sometieron a distintas vejaciones.
Acostada boca
arriba, Eduardo me penetraba vaginalmente, mientras su hermano se
arrodill� sobre mi cara, puso sus piernas al lado de mi cabeza y se tomo de las
nalgas, apart�ndoselas. Vi su ano a pocos cent�metros de mi cara. El chico hizo
fuerza; yo ve�a el esf�nter dilat�ndose y contray�ndose hasta que evacuo un gas,
haciendo bastante ruido. Los dos hermanos re�an. Javier hizo mas fuerza y defeco
en mi boca un excremento grande y duro, con mucho olor. El pendejo se levanto
para que �l y su hermano pudieran verme. Tome el excremento y lo met� y saqu� de
mi boca, como un pene
- Com�telo � dijo
Javier
Mord� la punta y
mastique. Cada vez que tragaba abr�a la boca para mostrarles, con una sonrisa.
Eduardo no pudo mas y eyacul� en mi vagina.
Cuando ambos se
recuperaron, me sometieron a una doble penetraci�n; Eduardo debajo m�o y Javier
entrando por mi ano, porque tiene el instrumento mas grande. El tratamiento que
recibi� mi esf�nter por parte de los hombres de esa familia hab�a hecho efecto.
Mi recto estaba tan dilatado como mi vagina, ya no pod�a recibir los embistes
sin evacuar gases, haciendo delirar a los dos hermanos. Javier me sodomizaba con
tal violencia que en esa oportunidad me hice encima, mientras los machos me
segu�an empalando sin ning�n prejuicio.
Estaba desnuda
las 24 horas del d�a; una mucama de unos 45 a�os venia a las 9 de la ma�ana para
asear la cama mientras yo aprovechaba a ba�arme; aunque luego los hermanos
arreglaron con ella para que viniera por la tarde, as� pod�a limpiar los
excrementos y que su padre no supiera de esas excentricidades. Con ella no
dirig� palabra; pero note que me miraba de pies a cabeza mientras yo me peinaba
y perfumaba. Siempre recuerdo la cara con que me miro la primera vez que me vio
sucia de materia fecal. Incluso el segundo d�a escuche desde el ba�o como
discut�a con Eduardo por el tema; tuvieron que subirle el sueldo.
Por la noche
dorm�a con mi jefe, y en el d�a �l se iba a trabajar a la empresa mientras yo
recib�a a sus hijos. Javier era particularmente s�dico conmigo, y mas aun cuando
nos encontr�bamos solos. Cierto d�a est�bamos almorzando, el me hab�a comprado
una pizza y apenas abri� la caja, se bajo los pantalones y defeco encima. Luego
se sent� a ver como la com�a, habiendo orinado en un vaso para que bebiera. Me
fornic� durante toda la tarde, y antes de irse, me hizo acostar boca arriba en
la cama, me ayudo a levantar la cadera en una posici�n vertical y me obligo a
defecarme yo misma. Tuve que ingerir mis propias heces, que ca�an sobre mi
cuerpo, y esto ante la mirada incr�dula de la mucama que ya hab�a entrado para
realizar sus labores. Javier se fue dej�ndole una abultada propina (creo que
sino hubiera salido corriendo) mientras yo me quede un ratito en la cama, toda
sucia. Ella no se atrev�a ni a acercarse, hizo tiempo acomodando la cocina.
Cuando estuvo cerca, me levante, desperez�ndome, y camine hacia el ba�o pasando
muy cerca suyo, para que sintiera mi olor. Ella tosi� un poquito, y no pude
contener una risita ronca.
A Javier lo
excitaba cada vez mas eso de los excrementos. Al cuarto d�a apenas entro al
departamento me defeco encima y tuvimos sexo toda la tarde sin dejar que me
limpiara. Yo deb�a limpiarle el ano con mi lengua y hacer mis necesidades en la
cama. El colch�n quedo perdido en orina; el pendejo tenia todo planeado. Un
ratito antes de irse tocaron el timbre de la puerta. Javier grito que esperara
un momento. Se puso encima m�o, abri� el cierre de su pantal�n, se masturbo
r�pidamente y descargo su esperma en mi cara. Abri� la puerta y entro un chico
de unos 20 a�os con un colch�n nuevo. Yo me pare al lado de la cama, sucia y
limpi�ndome un poco la cara de semen. El chico cambio el colch�n sin sacarme la
vista de encima, con la boca abierta. El hijo de puta de Javier se fue al ba�o,
y el repartidor tuvo que esperarlo. Yo lo miraba, son�ndome la nariz con los
dedos para expulsar un poco de esperma que me hab�a entrado. Javier no sal�a.
- �Trabajas
bastante con esto de los colchones? Le pregunte al chico
- �Eh?
ah... ssi bastante se�ora.
Me acerque a el,
rodeando la cama
- Disculpa que me
acerque, pero tengo un pa�uelo en la mesita de luz...
- si, por favor
....
Casi lo roc� (el espacio era chico). Mi olor era fuerte
- No.. no esta ac�. � digo.
- Use el m�o, se�ora.
- Pero te lo voy a ensuciar todo.... es una lastima...
Est�bamos a cent�metros de distancia. El
chico me dio un pa�uelo blanco; me limpie la cara y los pezones. Quedo sucio de
semen y excremento; lo dobl� y se lo devolv�.
- Gracias, sos un caballero � de dije sonriendo. Me miro los dientes.
Javier sali� por fin del ba�o, le pago y se fue junto con el repartidor, que no
pod�a sacarme la vista de encima.
Finalmente
pasaron los cinco dias, me puse la ropa que me hab�a sacado el primer d�a, y
busque a mi hija en lo de mi hermana para volver a casa.
Pueden escribirme a
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