Relato: Primera vez Aclaraci�n: la historia como los personajes son ficticios
PRIMERA VEZ
Despu�s de diez a�os contar� mi primera vez con un hombre, supongo que como a la mayor�a nos debe pasar una sue�a con una primera vez perfecta, de esas que se recuerdan para toda la vida, pero lo cierto es que cuando pasa el tiempo y una mira en retrospectiva se cuenta lo poco que sab�a, cuanta inexperiencia, cuanta falta de conocimiento, igual, era la primera vez.
Yo viv�a en un barrio humilde, de gente trabajadora, hab�a muchos inmigrantes, soy la menor de cinco hermanos y cuando llegu� al mundo mis padres estaban en edad mas para ser abuelos que padres, en especial mi pap� que era varios a�os mayor a mi madre. Mi madre era una buena mujer, t�pica ama de casa que viv�a encerrada entre cuatro paredes, de escasos conocimientos y de poco hablar, nunca tuvimos esos contactos necesarios de mujer a mujer por lo cual solo sab�a de lo que me contaba mi hermana mayor � por lo que escuchaba por ah�, as� ten�a percepciones desfiguradas de la realidad en lo que a sexualidad se refiere.
Mi padre era un tano laburante, solo viv�a para trabajar y yo era la nena de la casa, la consentida, imaginen que el ten�a sesenta a�os y yo apenas trece, por eso tal vez el era demasiado permisivo conmigo y yo me abusaba de eso. Toda la vida hab�a trabajado en una tienda a una cuadra de casa, la tienda de los Kirschenbaum, nos contaron que sus antepasados eran jud�os de Polonia, que hab�an escapado a principio de la segunda guerra mundial y se hab�an asentado en estos lugares. La relaci�n de a�os y a�os de trabajo hizo que existiera una especie de fraternidad entre ambas familias.
Ellos ten�an dos hijos varones, a pesar de sus ra�ces y creencias hab�an optado por nombres comunes, Julio el menor de ellos, ser�a mi novio y quien me llevar�a a la cama por primera vez.
El era dos a�os mayor que yo, recuerdo que desde muy peque�ita mi pap� me llevaba a la tienda y nos qued�bamos jugando todo el d�a, muchas veces a la tarde, de regreso ven�a a casa con nosotros y merend�bamos juntos, con la inocencia de la infancia cuando varones y mujeres es mas � menos lo mismo. Yo solo sab�a que el ten�a algo distinto que yo entre las piernas, sab�a que orinaba parado, y la ausencia de �esa cosa� en mi cuerpo provocaba en mi ansiedad y depresi�n. Pasaron los a�os, a los trece casi jugando el me rob� el primer beso, y luego otro y otro mas, me sent� rara y confundida, sent� humedecerme y no entend�a bien porque. En los siguientes dos a�os pasamos a ser novios formales, besos toqueteos pero no mucho mas, mas de una vez sent�a su miembro duro pero no me animaba a mas, aunque el siempre lo ped�a, lo hab�a dejado llegar lejos para lo que pretend�a, recuerdo que me introdujo un par de dedos en la vagina, en la oscuridad de una plaza, de regreso a casa le cont� a mi hermana asustada, hab�a sangre, ella me cont� que me hab�a desvirgado.
Cuando llegu� a los quince a�os el ya ten�a diecisiete, y no ten�a mas excusas para evadirlo, adem�s me sent�a enamorada y quer�a llegar al final con el, le promet� que una vez que cumpliera los a�os, despu�s de la fiesta ser�a suya, sin peros, toda suya.
Y as� fue que despu�s de la fiesta, hab�a pasado no mas de un mes cuando lo hicimos.
Mis padres le ten�an mucha confianza, as� que no sospecharon nada cuando le dijimos que nos ir�amos toda una tarde a pasear, de hecho sol�amos hacerlo, solo que esa vez fue distinto, nos internamos toda la tarde en un hotelucho de mala muerte, por dos pesos. Recuerdo que nos atendi� un tipo de gruesos bigotes, con cara de malo, nos pidi� los documentos y nos miraba de reojo, especialmente a mi porque yo era una chica que aparentaba mas a�os de los que ten�a, estaba mas desarrollada que las chicas de mi edad, con una cola pulposa y grandes pechos, yo me sent�a muy inc�moda porque pensaba que el sab�a lo que ven�a a hacer. Julio me ten�a fuerte de mi mano transpirada, como d�ndome confianza, aunque el era tan principiante como yo.
Ya en la habitaci�n le cost� cerrar la pesada y vieja puerta de madera, el lugar era feo y fr�o, con olor a humedad, pisos de madera crujiente y un colch�n fino y gastado, las delgadas paredes dejaban escuchar los ruidos de las habitaciones vecinas. Sin decir mucho mas comenzamos a desnudarnos, cada uno por su lado, le ped� a Julio que estuvi�ramos a oscuras porque me daba mucha verg�enza, sin embargo la claridad del d�a entraba por un ventil�z cercano al techo y permit�a notar formas y proporciones.
Nos metimos en la cama y comenzamos a besarnos y acariciarnos, tuve que frenarlo un par de veces, r�pidamente comprob� que el tambi�n era un novato y conoc�a poco y nada de mujeres
Ese d�a perder�a siete a cero, el eyacular�a siete veces mientras que yo no lograr�a ni un solo orgasmo, por mi inexperiencia, por mi inseguridad, todo era tan raro, no podr�a entregarme como hubiera querido hacerlo, hasta le fing� gemidos y posturas y le hice creer que lo hab�a conseguido varias veces.
Nuestros cuerpos estaban desnudos, por primera vez en mi vida estaba con un hombre, era todo raro para mi, era como haber vivido toda la vida en las monta�as y un d�a conocer el mar, me hab�an contado, hab�a visto fotos, pero nunca hab�a pisado arena caliente, nunca me hab�a zambullido en una ola, esta era la oportunidad.
Recuerdo cosas puntuales de ese momento algunas que me causan risa, algunas me hacen suspirar, les cuento.
Eyaculaci�n
Tom� su miembro entre mis manos por primera vez, me pareci� terriblemente grande y grueso, que no entrar�a en mi cuerpecito, con el tiempo y nuevas experiencias comprobar�a que para mi desgracia realmente me hab�a tocado debutar con una pija enorme, recuerdo que su cabezota circuncisa era mas grandota y regordeta aun, como sobresaliendo del cuerpo, miraba el agujerito de la puntita como si fuera un ojito, y yo la agarraba con suma delicadeza, pensaba que era algo fr�gil y pod�a romperla, quer�a que se la chupe pero no me animaba, solo lo masturbaba torpemente mir�ndolo fijamente, era tan torpe que el tom� mi mano y me ense�� como hacerlo, yo no ten�a ritmo ni constancia suficiente, recuerdo que mis ojos estaban a cent�metros de su cabezota cuando empez� a escupir ese l�quido blando, mas y mas, y mas aun, me provoc� una sonrisa, complaciente y tranquilizadora, como quien llegaba a la meta, el esperma corri� hasta mi mano, la sent� pegota y disimuladamente sent� su aroma.
Cunilingus
El me dedic� un tiempo luego, en mis pechos primero, era hermoso sentir su boca h�meda en mis pezones, solo que me mord�a demasiado y tuve que ense�arle como hacerlo, tampoco fue f�cil para el ir abajo, yo deseaba su lengua en mi argolla pero not� una resistencia inicial que venci� r�pidamente, fue muy lindo sentir su lengua paleando en mi cl�toris y meterla en mi hueco h�medo, me daba mucho placer y me causaba sensaciones org�smicas, yo sent�a que me mojaba mas y mas y mis deseos de ser penetrada aumentaban, yo jugaba con mis pechos duros y turgentes, suspiraba y transpiraba, el era el hombre que yo hab�a elegido, lo amaba y eso era suficiente, aunque me faltaban mimos, abrazos, ternura, porque el no sab�a lo que yo necesitaba, como iba a saberlo si yo no le contaba, pero era nuestra primera vez, habr�a otras, mejores seguramente, pero la primera ser�a �nica�.
Vaginal
As� estaba encerrada en mis pensamientos cuento el se dispuso a penetrarme, tuve miedo, le ped� que lo hiciera despacito, con cuidado, el me escuchaba y lentamente fue introduciendo su miembro, lo sent� hermoso aunque me doli� un poco, se desliz� como una serpiente en el interior, ambos notabamos que casi la mitad estaba afuera cuando hizo tope en mi interior, golpe� constantemente, sistem�ticamente, por suerte lo hac�a con paciencia porque me dol�a en lo profundo, pero era hermoso, yo gem�a y gritaba, seguro en las habitaciones linderas me escuchaban pero no me importaba, no pod�a evitarlo, nos dimos vuelta y me dej� tomar la iniciativa, en cuclillas sobre el me introduje el miembro nuevamente, lo manej� a mi antojo, que hermosa sensaci�n! sentirme penetrada de esa manera!.
Como principiantes inexpertos quisimos probar todas las poses en unos momentos, descubr� algunas placenteras, generalmente las que yo manejaba el ritmo con lo cual yo decid�a hasta donde era penetrada, otras que me hicieron doler, otras tan incomodadas que desistimos en el intento, el me puso en cuatro patas y as� si que me vi complicada, me penetraba tan profundo que mord�a la almohada y apretaba las s�banas con los pu�os, no lo soportaba y termin� tir�ndome hacia delante para que ya no me cogiera, el muy tonto se re�a�
Y despu�s se sent� en la cama, yo encima de el, frente a frente con las piernas envolvi�ndolo, lo tom� del cuello, el de las nalgas y me fue dejando caer sobre su verga dura, otra vez se enterr� en lo profundo de mi ser, no pude evitar gritar, el me levantaba de las nalgas y me dejaba caer, yo pon�a las manos contra el colch�n para amortiguar y no llegar tan bajo, pero el dale y dale, cada vez mas fuerte, cada vez mas ritmo, sent� hermoso cuando ese monstruo se puso mas y mas duro dentro m�o, intent� salir a tiempo pero el no me dejo, me sostuvo con fuerza, bien adentro, bien profundo, me llen� la concha de leche, sent� su n�ctar inundarme y me sent� la mujer mas dichosa del planeta, guau! pens�, que rico se siente�.
Recuerdo que despu�s recapacit� y me puse a llorar desconsoladamente, mi concha largaba su semen, yo ten�a terror a quedar embarazada, solo ten�a quince a�os, el me contuvo, siempre fue muy bueno conmigo.
Semen
Nuevamente su verga estaba dura, ahora si me pidi� que se la chupara y ya a esta altura quer�a hacerlo, se imaginan que no fui muy buena la primera vez, de hecho mas de una vez me dijo que lo estaba mordiendo y mas de una vez estaba haciendo mal mi trabajo, su cabezota era enorme, pelada, luc�a brillosa, me gustaba leng�etearla, le acariciaba los test�culos, me parec�an tan fr�giles. Julio estaba recostado y yo entre sus piernas, el me empujaba suavemente desde mi cabeza haciendo que la comiera, sin hacerme da�o, pero bastante profundo, su tronco era tan largo que el se masturbaba con la otra mano, encarecidamente le hab�a pedido me avisara cuando estuviera por acabar, pero llegado el momento el desgraciado apret� fuerte mi cabeza y casi sin darme cuenta recib� su leche en mi boca, el ten�a fuerza y no me dej� salir, ese l�quido viscoso ba�o hasta mis muelas, agrio, amargo, no me gust� y lo dej� caer todo sobre su vientre, con arcadas le pegu� en el pecho, el solo se re�a a carcajadas.
Anal
Hab�a una sorpresa mas, si hab�a algo que ignoraba completamente era que pod�a usarse el otro agujerito�
Yo estaba en cuatro patas, Julio me com�a la vagina con la boca pero de pronto subi� un poquito y su lengua busc� mi culito, epa! que pasa ac�? pens�, pero lo dej� hacer, se sent�a agradable, pero cuando meti� un dedo salt� como un resorte, lo increp� enojada, pero el me habl�, me habl� y me habl� me habl� tanto que cuando quise darme cuenta estaba boca abajo, culito para arriba y el dilatando mi esf�nter. Me doli� much�simo, de hecho no pod�a relajarme y no pod�a disfrutarlo, esto no iba conmigo, adem�s me tocaba debutar con semejante verga!
El apenas puso su cabeza, lo soport� por el, pero si de algo estar�a segura es que ya no practicar�a sexo anal en mi vida�.
Y bueno, mas � menos as� fue mi primera vez, no fue el cl�sico encuentro de novelas. Qu� pas� despu�s? Muchas, muchas piedras en el camino, yo siempre fui gordita y al cabo de unos a�os era obesa, ya no le result� atractiva, adem�s el hab�a hecho plata f�cil y ten�a mujeres a elecci�n, yo no soportaba su pedanter�a, adem�s las diferencias religiosas se hicieron notorias, hasta que Julio y yo seguimos diferentes caminos�.
Hoy disfruto el sexo de otra manera, como una mujer, con experiencia, que sabe que le gusta y que no, que se anima a tomar sus propias decisiones, pero la primera vez� buena, mediocre � mala siempre se recuerda.
Pam
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Relato: Primera vez
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