Extracto de "Dave & Diane Ch. 7" traducido creativamente por
Gafa

"Hemos pensado que os podria gustar una peque�a lecci�n de
zoologia," dijo Bob, "as�, para esos que nunca lo han visto, nos gustar�a
mostraros lo que las se�oras est�n a punto de disfrutar. S�lo necesitamos a una
de las damas para que nos ayude."Sin vacilar ni un segundo la voz de Kari se oy�
por entre la muchedumbre. � "Oh, por favoooor!! �Yo! �Yo ayudar�!. Por favor,
�puedo?" Y en ese momento salio de la multitud.

"Porque no, se�orita, claro que puede. S�lo tendra que
agacharse y no moverse muy bruscamente entre los animales," Bob pronunci� con
lentitud, como si fuera el presentador de un concurso televisivo. "Ahora baje
aqu� e intente hacerlo como le he dicho."

Kari se dej� caer bajo el caballo y comenzo a seguir las
instrucciones de Bob y �l le indico como acariciar al animal mientras Harriet le
pasaba un trozo de tela al animal bajo la nariz.

"Vamos a ayudar con un poco de olor a yegua en celo. Se ha
entrenado bien a estos animales, para que sepan de que se trata. Si estos
sementales hablasen, nos dirian que prefieren hacerlo antes con las damas que
con las yeguas," pronunci� con lentitud.

Oleadas de carcajadas hicieron erupci�n entre la muchedumbre.
Diane comprendi� que era un chiste normal que Bob usaba en cada uno de las
reuniones. Ten�a la clara impresion de que estaba en un circo.

En un momento la rosacea polla maciza del caballo empez� a
emerger de su funda y Bob adiestr� a Kari a acariciarla suavemente y denspues
empezar a lamer. Como alumna aventajada, Kari no vacil� y dejo resbalar la
cabeza, en forma de hongo, de la polla del caballo en su boca. Diane observ� a
su alrededor y se dio cuenta que todos los hombres del grupo exibian sus rigidas
pollas mientras miraban como trabajaba Kari. Algunos de los hombres
fotografiaban la acci�n. Diane tambi�n not� que las pocas mujeres del grupo
ayudaban a algunos de los tipos y chupaban cualquier polla disponible. Emma se
aferraba a la polla de su marido Phil, mientras la cabeza de Rita subia y bajaba
sobre el miembro r�gido de un muchacho de la universidad.

Diane se dio la vuelta buscando a Dave pero vio como LeAnn se
arrodillaba delante de su hijo, Doug, su boca y mejillas atiborradas con el
miembro del muchacho. LeAnn ten�a ambos manos alrededor del trasero del muchacho
y atraia las caderas rapidamente hacia su cara, mientras su polla desaparecia en
sus labios llenos. Su marido, Roy, estaba cerca, no fotograf�aba a Kari y al
caballo como los otros, sino que tomaba instantaneas de LeAnn chupando a Doug.

Diane mir� otra vez a Kari y se asombr� ahora cuando vio la
polla gigantesca del caballo , totalmente erecta oscilando debajo del animal y
la joven muchacha forcejeando con el miembro macizo.

"Oh Dios, ese cosa es enorme," Diane murmur� para si,
asombrada no tanto por la longitud, sino m�s bien por el grosor. "es imposible,
imposible."

Kari pudo deslizar la cabeza y cuatro pulgadas en su garganta
c�modamente, pero m�s no era posible. Despu�s de varios minutos de fren�tico
chupar, Kari estaba a punto de dejarlo, cuando de repente la tranca hizo
erupci�n, y la boca de la muchacha se llen� de corrida lechosa de caballo. Diane
vi� como Kari aplasto su boca contra el miembro, intentando tragar toda la
enorme descarga y por un momento pareci� tener �xito. En un momento el semen se
desbordo a borbotones, cubriendo su cara y empapandola en una ducha de semen del
caballo. Kari tosi� y tuvo arcadas mientras trataba de recuperarse del torrente
de l�quido l�cteo que caia por su barbilla, hacia su pecho.

"Bueno, como podeis ver, todo en los caballos es a gran
escala," le dijo Bob al grupo, mientras ayudaba a Kari a levantarse. "Algunos la
tienen m�s grande que otros, unos producen m�s semen que otros. Es similar a lo
que pasa con los hombres," dijo. "Dos o tres tazas de semen estan dentro de lo
normal, pero tengo uno que , lo juro, da mas de dos cuartos de gal�n. As� que
dirijamonos al granero, por favor."

Dentro del granero luces potentes iluminaban el amplio
interior. S�lo una plataforma inclinada de madera llenaba el espacio vacio y
todas las luces parecian iluminar y enfocar a ese punto. La plataforma estaba
forrada y tenia asas cubiertas de cuero en un extremo. Diane al instante
reconoci� el artefacto de las fotograf�as de Internet. Record� que se habia
puesto caliente como nunca al ver el corto video de LeAnn siendo follada por un
caballo en aquella misma plataforma. Empezo a sentir debilidad en las rodillas
al imaginarse a si misma alli arriba, mientras el grupo le obserbaba y
fotografiaba.

Mientras, Harriet, la esposa de Bob, sacaba un gran semental
casta�o del establo y lo acercaba a la plataforma, se murmuraba entre el publico
que Emma, la peque�a esposa de Phil, al ver que Kari casi se ahoga con la tranca
maciza del caballo, habia abandonado y estaba ahora s�lo como espectadora. De
manera que solo quedaban Diane y Rita, la chica gordita. Fu� ella quien habl� y
pidi� ser la primera.

Las c�maras empezaron a hacer clic y a zumbar cuando Rita
desgarbadamente subi� a la plataforma, agarr� las asas de cuero y esper� con su
gran trasero, redondo y tieso hacia arriba en el aire. Dejando al caballo por un
momento, Harriet se fu� hacia Rita.

"Relajate Querida," dijo Harriet, mientras untaba un pu�ado
de una sustancia pastosa sobre la vagina expuesta de Rita y le coloc� las
piernas, extiendoselas un poco m�s separadas.

"Este producto hara que el caballo se excite y har�
ciertamente que tu estes mucho m�s c�moda," explico la mujer mayor, segun movia
sus dedos morenos por los labios vaginales de la mujer joven. Despues fu� otra
vez hacia el caballo, le tom� de las riendas y lo dirigi� a la plataforma. El
caballo se par� moment�neamente, olfate� al trasero que sobresalia delante de
�l, y despues sigui� hacia delante. Con ambas patas delantera subidas en la
plataforma, el animal coloc� su patas traseras en posici�n. Con una indiferencia
que viene de la costumbre, Harriet agarr� la enorme ereccion negra y rosa que
cogaba bajo el animal y la apret� contra los lubricados labios sexuales de la
mujer. "Bien, alla vamos," Harriet advirti� y dirigi� el gran miembro hacia la
abertura.

"AHHHHHHH!" la joven chill� y empez� a agitar su trasero de
lado a lado, intentando evitar el tronco que le invadia.

� "Aguanta un poco, querida! Te acostumbraras a el
enseguida," le confort� Harriet, mientras sostenia fuertemente el salvaje
trasero de la mujer. Poco a poco cuatro pulgadas del gigantesco tubo rosa
resbalaron hacia dentro y desaparecieron mientras Rita continuaba quejandose.

Diane mir� la escena que se desplegaba ante su s ojos y
estaba a punto de volverse y salir fuera del granero cuando sinti� un brazo
familiar alrededor de su cintura desnuda. Era Dave, que le obserbaba.

�"Que piensas ahora? �Todavia quieres hacerlo?" Le pregunt�
Dave, Se�alando con el menton en la direcci�n de la plataforma, Rita, y el
caballo.

Diane se qued� en silencio, pensando su contestaci�n, cuando
sinti� la mano de �l resbalando alrededor de su cintura, bajando alrededor de su
trasero, por entre sus piernas y empezando a dar caricias a su hinchada vagina.

"Has sido una putita en el camino hasta aqu�," Dave susurr�
en su oreja. "Y sabes cuanto te gusta ser una mujerzuela caliente, �No?" Diane
se qued� en silencio. "�Tengo raz�n? Quieres mostrarles a todos lo guarra que
eres, �verdad?" susurr� Dave.

"S�," dijo Diane suavemente.

"S�, qu�?" le presion� Dave.

"S�, soy un put�n y quiero que todos lo sepan," contest�
Diane calladamente.

Dave la bes� profundamente y pudo sentir como los dedos de �l
extendian sus ardientes labios. Sinti� una presi�n por detr�s seg�n Dave le
abria en su intimidad. Una polla r�gida resbal� entre las mejillas de su trasero
por detr�s y se hundi� profundamente en su abertura expuesta. Dave apret� la
boca duramente contra la suya mientras la polla continuaba adentrandose en su
humedad y entonces empez� un cadencioso bombeo.

"Ohhhhh," gimi� Diane cuando Dave rompi� el beso. Podr�a
sentir su mano todav�a frotando y extiendo su vagina caliente, abriendola
completamente para que el otro le penetrase por detr�s. Se volvi� ligeramente y
vio la cara resplandeciente de Chad que bombeaba en su interior.

"Mira all�," De nuevo Dave le susurr� en la oreja. " Mira esa
tranca caliente de caballo. Lo quieres hacer, �verdad?" Dijo Dave, haciendo un
gesto con la barbilla en direcci�n a la plataforma. "Chad, tu quieres ver como
Diane folla con un caballo, �verdad?"

Chad se abalanzo hacia delante y mordisque� en su oreja
mientras continuaba golpeando con su polla desde atras.

� "S�, Dios s�! Eres la mujer m�s caliente que he visto.
Estoy impaciente por ver enterrado todo ese mastil enorme en tu dulce conchita"
Murmur� Chad en su oreja.

La cabeza de Diane giraba mientras las voces se vertian por
sus oidos. Mir� hacia la pltaforma y vi� como el semental casta�o se bajaba de
ella. Rita hab�a conseguido tomar 20 cm. de la bestia y pidi� que se lo sacasen
de dentro, incapaz meterse nada mas. Vio a la joven rechoncha bajar, su cara
llena de l�grimas y la muchedumbre aplaudiendo. Ahora el miedo inund� la mente
de Diane y estaba a punto de gritar, para acabar con aquel sue�o salvaje, cuando
otra polla erguida se apret� contra su barriga. Unos dedos �giles empezaron a
manipular y frotar su rigido cl�toris, y una voz nueva lleg� a su oido. Era
Doug, su hijo, ahora frotando su polla hinchada contra ella, mientras Dave y
Chad ahora se apretaban fuertemente contra su cuerpo tembloroso, y ella estaba
encerrada herm�ticamente entre los dos, incapaz moverse, incapaz pensar.

"Puedes hacerlo, Mam�. Los chicos me han dicho lo bien que
les trataste en el camino hacia aqu�," Doug susurr�. Empez� a rozar su duro
cl�toris, segun le est�mulaba con susurros en uno de sus oidos y Dave en el otro
con Chad susurrandole desde detr�s.

"quieres llegar , �no?. Lo has deseado todo el d�a. Todo el
tiempo nuestras pollas duras te han llenado de semen. Ahora es tu oportunidad.
�No lo dejes escapar.!" Dave dijo y en uno solo movimiento, la polla de Chad
salio ruidosamente de su vagina y Diane se vi� propulsada hacia delante.

"Bien. Aqui esta nuestra pr�xima peque�a dama," Harriet
grit�. "�Y ya esta caliente!." Todo el mundo en la muchedumbre grit� y aplaudi�,
pues habian sido testigos de los preliminares de Diane con Chad. "As� que
estimado publico, tengan las camaras listas porque la chica promete."

Diane camin� hacia la plataforma, como aturdida y estaba a
punto de subirse cuando vio un gran semental negro emerger del �rea del establo.
Conduciendo a la enorme bestia iba LeAnn, con una gran sonrisa en la cara, sus
pechos magn�ficos oscilando a con cada paso que daba. Los dos se acercaron a
Diane y cuando la rubia lleg� al lado de ella, LeAnn se detuvo.

"Te he guardado el mejor para ti, encanto. Este es el m�s
grande de los que tienen aqu�. Maldita sea, incluso yo, nunca he podido
introducirme toda su tranca. Y encanto, soy la mejor del grupo," Dij� LeAnn, su
sonrisa retorcida en una mueca de desprecio. "As� que coloca tu viejo trasero
ahi arriba, porque yo disfruto verdaderamente de esto."Diane le mir� fijamente,
primero confusa, despues con enojo. Entonces desvi� su mirada hacia el caballo,
una gigante y amenazante bestia negra. Diane mir� otra vez a LeAnn, entonces de
nuevo al caballo y camin� hacia el semental. Se acerc� y en un cuchicheo en la
oreja de la animal, en una voz lo suficientemente fuerte para que fuese o�do por
todo el mundo, dijo, "Vas a penetrarme, caballito. !Lo he deseado todo el dia!"

Y as� Diane subi� a la plataforma, agarr� las asas de cuero y
empez� a menear su trasero en el aire. El establo irrumpi� en aplausos al ver
como Diane aparentemente provocaba al caballo, extendiendo las piernas y girando
las caderas. Pero no era al caballo al que provocaba, sino a LeAnn. Y la rubia
lo comprendi� inmediatamente. LeAnn zambull� su mano en un recipiente del
lubrificante con aroma de yegua en celo y camin� hacia Diane mientras esta
meneaba su explendido trasero. "Como te he dicho, Voy a disfrutar de verdad
viendo como lo haces," sise� LeAnn untando la mezcla grasienta sobre los
hinchados labios vaginales de Diane. LeAnn agarr� las riendas del caballo y en
un momento coloc� el amenazante animal encima de Diane, su polla enorme ahora
totalmente fuera de su vaina. Diane mir� atr�s para ver casi dos pies de gruesa
tranca caballo oscilando ferozmente detr�s ella. La gigantesca cabeza negra en
forma de hongo era como un iman para los ojos de Diane que al instante se
arrepinti� de su decisi�n de seguir adelante. Entonces LeAnn subi� a la
plataforma, con ambas manos agarro el �rgano gigantesco y lo posicion� contra la
resbaladiza abertura de Diane. A pesar de estar tan bien lubricada, su cuerpo se
neg� al principio a admitir el enorme grosor de la punta. Diane solt� las asas
de cuero, y con la cara y los hombros apoyados en la plataforma, meti� las manos
entre las piernas y separ� sus pliegues vaginales. Sentia como lentamente la
tension aumentaba mas y mas, aunque todavia podia soportarla. Despues de
presionar durante unos interminables minutos, LeAnn no pudo reprimir su
admiraci�n al ver como la abertura se distendia y lentamente dejaba pasar al
intruso. Diane ya no podia soportar mucho mas la tension, Con una mano haciendo
de calzador, Leann dirigia el gran mastil, presionando con la otra, y asi, de
repente, la negra cabeza bulbosa separ� de golpe la ultima resistencia de los
tensos pliegues de los labios y desapareci� dentro del cuerpo de la mujer. Diane
not� un cierto alivio en su entrada, para inmediatamente sentir que era inflada
como un globo.

"OHHHHHH," gimi� , seg�n el aire de sus pulmones era
despedido de su cuerpo. Diane quer�a gritar pero en cambio se mordio el labio.
Sentia como si le estubiese abriendo en dos por dentro debido a la presi�n que
ejercia en su interior. No se imaginaba como algo tan grueso podia estar
entrando en su interior. Estaba a punto de gritar y pedir que se suspendiese el
acto, cuando miro hacia arriba y vio como LeAnn le sonreia con perverso placer,
una mirada de satisfacci�n en su cara. En ese momento Diane Stone supo que no se
iba a hechar a atras. Asi� de nuevo las empu�aduras y trat� de quedarse inmovil
por un momento para asi dar a su atiborrada vagina la oportunidad de acomodar el
glande gigante que tenia dentro, pero el caballo ten�a otras ideas. Segun
empezaba a aliviarse, sinti� el gran bulto intentar resbalar fuera de ella.
Diane pens� que el caballo hab�a cambiado de idea y que se habia acabado todo.
Entonces sinti� realmente terror cuando, sin advertencia, la bestia invirti� el
movimiento y enbisti� m�s hondo. "Ahhhh," gimi� y trat� de moverse hacia delante
tanto como pudo. De nuevo el animal empez� a retirarse. Y otra vez el grueso
embolo, tras una fugaz pausa, arremeti� ciegamente. Lo que en un principio
parecian movimientos descuidados del caballo, comenzaron a repetirse
ritmicamente sin compasion y Diane comprendi� que estaba a su merced y que
aquello solo era el principio. La tranca gigantesca del semental continu�
machacando sin pausa en su interior. Avanzaba sin misericordia, abriendose
camino, haciendo que Diane se tambalearse con cada arremetida. El golpeteo
constante en su intimidad le estaba dejando sin aliento. Una y otra vez el poste
de carne se deslizaba cadenciosamente hacia fuera y otra vez penetraba mas
adentro. Solo se acordaba del nacimiento de sus hijos como la unica vez que
tanta carne habia pasado por su entrepierna, como si un enorme tap�n se
introdujese y luego se retirara de su interior. Y cada vez que retrocedia, el
caballo, segudamente, arremetia implacablemente hacia delante y se hundia m�s y
mas hondo en ella, ensanchando salvajemente a su paso toda su entrada y el tenso
conducto. Despu�s de unos interminables minutos de incesante avance, Diane
sinti� que pod�a respirar y que iba a sobrevivir a aquello. Se estaba
maravillando por un instante de la elasticidad de su antes estrecha vagina pues
empezaba a sentir placer, en lugar de s�lo molestias.

Vio a la muchedumbre alrededor de ella, las luces, las
c�maras moviendose, pollas r�gidas ondeando a diestro y siniestro y todas las
caras vueltas hacia ella y el semental. Caras sudorosas, caras llenas de lujuria
, todas pendientes de ella.

Agarrando las asas de cuero fuertemente, empez� a empujar
hacia atras, reaccionando a los movimientos del animal, impulsando el enorme y
grueso cilindro m�s hondo en su �tero. Entonces tir� con sus brazos y sinti�
como se retiraba el monstruo de su interior. Despues se empuj� hacia atras, cada
vez permitiendo que el tubo gigante de carne se hundiese m�s y m�s hondo. Y
sentia que aun quedaba profundidad en su interior antes que tocase el fondo de
su antes estrecho tunel. Otras pollas humanas hab�an ido m�s hondo de lo que el
caballo estaba, pero la maldita cosa de la bestia seguramente media mas de 10
cm. de ancho en la base y sentia que le iba a rasgar en dos en cualquier
momento.

Pero gradualmente, cada vez que Diane empujaba su trasero en
pompa contra el animal, pod�a sentir la panza en su espalda, gotas de sudor
cayendo de su cuerpo y como la gigantesca polla avanzaba implacable en sus
profundidades, dilatando aun mas sus labios y su interior. Embestida tras
embestida, Diane pod�a sentir como el gran miembro se le hundia m�s y m�s hondo,
con largas pasadas. Cuando se paraba en lo mas profundo de su cuerpo sentia una
tensi�n casi insoportable en sus extendidos labios y en toda su vagina, que
abrazaban aquella mole de carne. Deseaba ser destrozada por aquel mastil casi
tan grueso en la base como una de sus piernas. En pocos minutos ya se deslizaba
placenteramente con su propio cuerpo, una y otra vez por toda la longitud del
grueso embolo, y todas las molestias se habian diluido en una agradable tension.
Solo quedaban el �xtasis, las endorfinas, la adrenalina y la lujuria. Ella
cabalgaba como una mujer salvaje, aullando y chillando de placer. Podr�a sentir
el calor y el roce en todo su extendido interior seg�n se desbocaba locamente, a
delante y atras, ahora totalmente despreocupada de si alguien le miraba,
fotograf�aba, o si estaba a kilometros de de ella y su caballo.

� "SI! �SI! FOLLAMEEEEEEE!" Diane gritaba. � "SIIIIIIIIIIIII!
�SIIIIIIIIIIIII! �VOY A LLEGAAAAAAAAAAR!!!!" chill�. Toda la pasi�n y la
calentura, guardadas durante un d�a entero de excitacion sexual y tormento,
explotaron hacia fuera. Llego con una furia que no habia alcanzado nunca. La
gigantesca polla era incansable y estaba toda a su disposici�n. Su cabeza se
sacudia de lado a lado seg�n el orgasmo la consumia y su cuerpo se agitaba y
contraia bruscamente pu�s el enorme tronco carnoso la rellenaba deslizandose en
suave vaiven por sus intimidades mas escondidas.

"SIIIIIIIIIIIIIII. SIIIIIIIIIIIIIII. SIIIIIIIIIIIII," gimi�,
seg�n los espasmos surcaban atraves de ella, fluyendo desde el epicentro de su
cuerpo, su vagina, por las sensibles paredes de su dilatado tunel.

Dese� desplomarse y descansar cuando los temblores empezaron
a menguar pero entonces se dio cuenta de que su cuerpo todav�a estaba empalado
en casi 60 cm. de rigida y gruesa carne de caballo. Y mientras hab�a
experimentado ese orgasmo enloquecedor, el semental continuaba sacudiendose y
deslizandose, duro y gigantesco, todav�a all� en sus profundidades.

D�bil hasta el agotamiento y sin respiraci�n, Diane intent�
reunir bastantes fuerzas como para elevarse en la plataforma inclinada e
intentar desengancharse del animal. Pero no importaba cuanto se elevase a si
misma tirando de las asas de cuero, la polla maciza continuaba entrando y
retrocediendo pero no sal�a. No pod�a creer cuanto del miembro del animal se
hab�a enterrado en su cuerpo.

"AHHH!" Diane exhal�, y dio un empuj�n grande hacia atr�s
esperando que el rebote le dar�a el impulso necesario para retirarse. Pero
sinti� la cosa m�s extra�a. El caballo se introdujo aun m�s profundamente en el
interior de su cuerpo, que se abrio para recibirlo sin ningun dolor, y por
primera vez pudo sentir las pelotas macizas golp�ar contra su entrepierna.
Entonces sinti� algo mas. Gradualmente, sin casi advertirlo y contra su
voluntad, pudo sentir como su cuerpo se contraia bruscamente y empezaba a
agitarse de nuevo.

"Oh, Dios, no. Otra vez no," pens� para si cuando sinti� su
abdomen contraerse y sus caderas sacudiendose de nuevo. Diane se senti� como si
se fuese a desmayar cuando su cuerpo empez� a retorcerse y a temblar, moviendose
a delante y atras seg�n el �rgano masivo se embutia dentro de ella. Su visi�n se
volvi� borrosa pues su cabeza se movia violentamente a uno y otro lado. Los
sonidos en sus oidos se volvieron un rugido enorme- su pulso latiendo, los ecos
de sus gemidos resonando dentro del establo, c�maras pulsando el bot�n, y el
sonido humedo del golpe de las pelotas de las animal contra su grasiento
trasero.

Estaba totalmente desprevenida cuando sinti� la explosi�n.
"OHHHHHH, DIIIIIOOOOSSSS!" Diane grit�, cuando sinti� una erupci�n tremenda
dentro de ella, pues un torrente de jugo viscoso man� dentro de ella hasta que
no hubo mas espacio y empez� a verterse fuera chorro a chorro. Podr�a sentir el
l�quido humeante vertiendose en sus maltratadas profundidades, escurriendose
entre el abrazo que su tenso tunel daba al grotesco cilindro para despues gotear
fuera, por sus temblorosas piernas encharcando la plataforma. Su propio cuerpo
parecia transformar la corriente en placer y no dejaba de estremecerse. Diane
estaba segura de que por lo menos cinco litros de corrida de caballo habian sido
bombeados dentro de su sudoroso y cansado cuerpo. Entonces, sinti� la gigantesca
ereccion del caballo aflojarse y r�pidamente se retir� de dentro de ella, y como
si fuera un t�tere al que hubiesen cortado las cuerdas, se derrumb� de golpe en
la plataforma.

Diane se qued� inm�vil por lo que le pareci� una eternidad, y
entonces se movi� cuando el establo hizo erupci�n en un gran aplauso. Alegr�as y
gritos llenaron el edificio y Diane trat� de alzar la cabeza, moverse, o hacer
cualquier cosa que le indicase que hab�a sobrevivido. Pod�a sentir gotear el
sudor por su cara, y m�s torrentes vertiendose de dentro de su cuerpo.