Hola mi nombre es Anabel y lo que les voy a relatar es la
historia de mi vida sexualmente hablando. Yo empece a conocer el sexo siendo muy
ni�a, apenas tenia 17 a�os cuando ya ve�a las revistas y pel�culas pornogr�ficas
que mi hermano tenia en su cuarto. Cuando ten�a 18 a�os uno de mis grandes
deseos era meter una verga en mi boquita, como las mujeres de las cintas, pero
la verdad es que jamas hab�a visto una. Pero un buen d�a en la escuela pas� algo
incre�ble que cambi� mi vida por completo.
La clase de educaci�n f�sica en mi escuela era como tener
otro recreo, cada quien hac�a lo que le ven�a en gana. Lo ni�os jugaban soccer y
nosotras aveces jug�bamos tambi�n. Ese d�a el maestro me mando a mi por los
balones al gimnasio y cuando baj� por ellos me encontr� a dos ni�os de
secundaria que en ese entonces para mi eran todos unos adultos. Estaban viendo
uno revista que inmediatamente vi era porno. Cuando me escucharon entrar la
escondieron y uno de ellos se subi� el cierre r�pido, eso me dio mucha
curiosidad, pues yo deseaba m�s que nada ver un pene.
�Qu� haces aqu�? � Me preguntaron muy nerviosos.
Vine por los balones de soccer.- Me acerqu� para poder
ver la revista que pusieron bajo una banca.- �Ustedes que hacen?
Nada.- Contesto uno de ellos. Yo lo conoc�a. Era alto y
muy guapo. A todas las ni�as de la escuela nos encantaba.- Me dejan ver su
revista.
No.
�Por qu�?
Esas cosas no son para ni�as.- Contesto el otro muchacho.
Que era del mismo grado que mi hermana, aunque iba en otro sal�n.
Yo ya he visto revistas antes. Por favor d�jenme verla.
�
Despu�s de mucho insistir accedieron a mostr�rmela. Les dije
que no se fueran, pues yo ten�a que ir a entregar los balones. En el camino
estaba muy emocionada, pues yo s�lo conoc�a las revistas de mi hermano y ya las
sab�a de memoria, adem�s me pon�a nerviosa el hecho de verla con dos j�venes de
la secundaria.
Ellos me esperaban y nos sentamos en una banca, yo estaba en
medio de ellos. La revista era de una marca que ten�a mi hermano y sal�an
parejas en varias poses sexuales. Yo not� como Fernando, el muchacho guapo, se
sobaba la verga sobre el pantal�n.
Me quiero masturbar.- Dijo.
Ya vete.- Me dijo el otro ni�o.
�Por qu�?
Porque nos vamos�. Bueno t� no puedes ver.
�Qu�?
Como se masturban lo hombres- Contesto Fernando.
�Es como cuando juegan con su pene?- Pregunt� aunque yo
ya sab�a que era masturbarse. Mi hermana me lo hab�a dicho.
Si. Y t� no nos puedes ver.- Dijo Fer.
Por favor d�jenme ver.
No.
�ndale. Y si quieres yo te puedo tocar tu pene.- Dije
pues cre� que no me iban a dejar y yo ten�a muchas ganas de hacerlo.
Bueno. Dijo de inmediato.
Se reclino en la silla, se desabrocho el pantal�n. No pude
contener un suspiro de emoci�n, por fin iba a ver un pene en mi vida. Debajo
de su boxer sali� un hermoso pene con circuncisi�n, era tan rosado en la
punta, y creo que por la impresi�n yo lo ve�a enorme. Parec�a apunto de
reventar como cuando las vergas de las pel�culas pornos chorreaban su leche.
�l me miro como creyendo que no me iba a atrever a tocarlo y sin hacerlo
esperar m�s me agach� frente a �l y tom� su pene con la mano derecha. Yo ya
sab�a que era lo que ten�a que hacer, lo hab�a visto cientos de veces en la
tele. Comenc� a jalar de arriba a abajo, primero lento y luego un poco m�s
r�pido, le verdad es que era dif�cil concentrarme, me sent�a tan excitada y, a
pesar de mis 18 a�os me sent�a h�meda de la rajita. Fernando no dejaba de
mirarme a los ojos, estaba en otro mundo, se ve�a que era la primera vez que
una mujer lo tocaba, o una ni�a. Suspiraba sonoramente y apretaba los pu�os
como si le doliera. Cuando por fin pudo recuperar aliento para hablar, s�lo
dijo.
�Le puedes dar un beso?
No se atreve.- dijo el otro muchacho.
La empec� a menear m�s lento y me agache para tocarla con mis
labios. El olor era encantador, y por raro que les suene yo me encontraba muy
contenta, nunca me dio miedo, ni dud�, me encantaba lo que hac�a. Primero
lentamente puse mis labios sobre el glande y le di un beso, sin dejar de mover
la mano. Despu�s de darle varios besos, me aventure a probarla con la lengua, y
una vez que hice eso, no pude evitar meterla en mi boquita, que casi por reflejo
se abri� toda. Solt� su verga, para poderla meter de lleno en mi boca y mamar
como hac�an las mujeres que yo ve�a, ya no las envidiaba, pues ahora yo ten�a un
pene en mi boca. Al empezar a chupar me falt� apoyo, as� que lo tom� con la
izquierda, y al voltear un poco, vi que el otro chico tambi�n ten�a su pene
fuera y se lo jalaba. Decid� que no pod�a desaprovechar y se lo tom� con la otra
mano y empece a jalar. Yo hab�a visto a una mujer que le daba sexo a un hombre
mientras otro la penetraba, pero ahora era yo la que ten�a dos penes en su
poder. Casi al minuto de empezar a jalar la otra verga, Fernando empez� a gemir
tan duro que cre� que le hac�a da�o, pero al momento sent� un choro de l�quido
hasta mi garganta. Yo sab�a que era lo que estaba pasando, se estaba viniendo.
Lo saque r�pido de mi boca, pues ten�a ganas de ver el l�quido, de tocarlo y
sentirlo, pues con el primer choro supe que su sabor era rico. Al sacarlo los
dos siguiente corros me dieron en la cara, estaba caliente. Lo segu� moviendo
suavemente hasta que dejo de salir, entonces voltee al otro pene y sin dudarlo
un momento lo lleve tambi�n a mi boca. Este era un poco m�s grande y me costaba
mas trabajo meterlo entero, en cuanto se la empec� a chupar el otro chico puso
su mano sobre mi cabeza como si me quisiera marcar el ritmo, cosa que me excito
mucho, pues hasta ese momento ninguno de los dos, me hab�a tocado, y ese
contacto aunque fuera en la cabeza, me encant�. �l tardo m�s tiempo en venirse,
as� que Fernando tuvo tiempo de recobrar la respiraci�n, y en cuando lo hizo, se
puso de pie, yo segu�a chupando as� que no vi lo que hac�a, pero se puso detr�s
de m� y me jalo las piernas un poco hac�a a tras para que quedara un poco m�s
como en posici�n de perrito, y empez� a sobarme las nalgas sobre mis bragas,
cosa por primera vez me puso nerviosa, pero casi al instante me gust�, me las
segu�a sobando de una forma incre�ble, mis nalgas mis piernas y de vez en cuando
pasaba sobre mi vagina, lo que me produc�a una sensaci�n incre�ble.
Segu�a mamando de lo lindo, la verdad es que desde el primer
momento me encant� el calor de un pene dentro de mi boca y la sensaci�n de
suavidad al recorrer el glande con mi lengua. Record� lo de las pel�culas y
saqu� su miembro de mi boca y comenc� a lenguetearlo desde la base hasta la
punta, chupando cada gota de l�quido preseminal, luego comenc� a chupar sus
test�culos blandos y calientes, para luego tragarme el pene de nuevo. EL
muchacho no dejaba de gemir y suspirar estaba en la gloria. Note que Fer se
estaba masturbando en mis nalgas, con una mano me sobaba y con la otra se hac�a
masaje en el pene, cada vez me frotaba m�s duro y la sensaci�n me agradaba,
estaba so�ada. Pronto sent� que un segundo pene iba a estallar en mi boca, pero
esta vez no lo sacar�a, quer�a comerlo todo. �l estall� tan fuerte y tan
caliente, que casi me ahoga, por m�s esfuerzos que hice, algo se semen escurri�
por la comisura de mi boca, pero al sentir que la explosi�n termin� lo recorr�
todo con mi lengua para dejarlo limpio. Muchas de estas cosas las vi en revistas
o pel�culas. No tardo Fer en correrse sobre mis bragas, sent�a la explosi�n
igual de grande que la primera, y de inmediato sent� mis bragas rosadas, y el
semen correr por mis piernas. Me encontraba tan excitada que jadeaba, al igual
que ellos, apenas nos recuper�bamos cuando son� la campana. Ellos se fueron
corriendo y olvidaron la revista. Yo me arregle la falda, tom� la revista y me
fui corriendo al ba�o de ni�as. Alli me limpie el semen de la cara, tambi�n me
quite con el dedo el de las piernas y lo chupe. Me guarde la revista bajo la
blusa, cerr� mi su�ter y me fui al sal�n. Todo el d�a estuve pensando en
aquello, no pod�a quitarlo de mi cabeza y deseaba que se repitiera.
Al llegar a mi casa me cambi� de ropa, decid� que guardar�a
esas bragas con semen, as� que las escond� en un caj�n, y las conservo hasta la
fecha. Me tend� en la cama y comenc� a sobarme las piernas como �l lo hizo, la
verdad no sent� mucho, pero creo que entender�n que esa noche no haya podido
dormir. Ese fue mi primer encuentro directo con el sexo� a los 18 a�os.
Les dir� que a esos dos muchachos les volv� a dar sexo oral
otras cuatro veces hasta que terminaron las clases. Nunca intentaron, no s� si
por tontos o prudentes, tener sexo con migo. S�lo puedo decirles que de haberlo
intentado, seguramente habr�a perdido mi virginidad a la tierna edad de diez,
pues era una de las cosas que m�s deseaba en el mundo.
En el verano me estaba muriendo de aburrimiento, ya me sab�a
de memoria las pel�culas y revistas de mi hermano mayor, mi hermana, aunque
mayor, parec�a que no sab�a ni que era el sexo, trat� varias veces de sacarlo a
colaci�n, pero pronto me di cuenta de que sab�a menos que yo. Para esas fechas
yo contaba con 18 a�os y siete meses, mi hermana ten�a catorce y mi hermano
diecisiete. Pero hubo dos grandes cosas que mejoraron el verano notablemente.
La primera fue que mi hermano se fracturo una pierna, lo que
lo obligo a estar casi todo el d�a en casa, durante todo el verano. La verdad no
hab�a nada que hacer, as� que me imagino que se aburr�a y s�lo le quedaba
masturbarse. Ahora que recuerdo me doy cuenta de que tarde muchisimo tiempo en
descubrir el hecho de que lo hac�a, pues los j�venes, lo empiezan a hacer por
los trece, tambi�n fui muy tonta al no pensar que lo hac�a y tratar de
descubrirlo. Todo fue accidental, un d�a que mi mam� me mando a preguntarle
algo, sub� a su habitaci�n y escuche los gemidos que ya hab�a escuchado antes
con mis compa�eros de escuela. Baj� corriendo y me sub� a la azotea para ver por
la ventana y me quede helada, o m�s bien caliente. Mi hermano estaba viendo una
revista porno y se estaba jalando la verga, una verga como yo no hab�a visto
antes. Las de mis compa�eros eran miniaturas al lado de esa. Medir�a unos
diecinueve cm de largo, pero era ancha como yo nunca hab�a visto en las
pel�culas, instintivamente me empece a tocar mi conchita sobre las bragas y
notaba como cada vez lubricaba m�s, y sent�a mejor. Era incre�ble ver ese pene,
me mor�a por lanzarme a �l y trag�rmelo. Cuando se vino, la explosi�n fue tan
fuerte que dejo un chorro sobre la s�bana. Luego mi hermano se levanto, tom� sus
muletas y se fue al ba�o. A mi sin importarme que pasara, me met� por la ventana
y me chupe todo ese semen de la cama� realmente me encant�. Da ese d�a en
adelante espi� a mi hermano, y tom� la grabadora VHS de mi pap� y lo grabe a
escondidas, a�n tengo algunos de esos videos.
La segunda y la mejor fue que nos cambiamos de casa. Mi pap�
lo dijo por a�os, as� que cre�mos que eran s�lo mentiras, pero una noche lleg�
de trabajar y dijo que hab�a encontrado una casa ideal, y que nos mud�bamos lo
antes posible. Yo estuve triste al principio, pues eso significaba que no
volver�a a chupar m�s verga de Fer y Carlos nunca.
Nos mudamos del DF al Estado de M�xico. A un fraccionamiento
muy bonito, que por obvias razones no voy a decir cual es, ya que a�n vivo alli.
La casa era mucho m�s grande que la antigua. Pronto conoc� a mi vecino que ten�a
unos trece a�os y nos llevamos muy bien. �l ten�a un hermano mayor, de unos
veinte a�os, y yo iba a su casa con la ilusi�n de que tuviera algunas revistas y
videos. Ya en su casa le saqu� el tema y result� que su hermano no ten�a nada de
eso, yo le comente de mi revista y fuimos a mi casa por ella. A �l le pareci�
incre�ble y hasta ofreci� compr�rmela.
�Que se sentir� hacer el amor? � M e pregunt�. Esa era la
pregunta del mill�n para m�.
No lo s�.- Nunca lo he hecho.
Ya lo s�. Apenas tienes once.- Yo le hab�a mentido sobre
mi edad. Ten�a once e iba cumplir doce para �l.- �Has besado alguna vez?
S�.- Carlos y Fer me besaban siempre y me ense�aron
mucho.- S�lo a dos chicos. �T�?
Claro.- Dijo, aunque despu�s comprob� que no era cierto.
�Te has masturbado?- Le pregunte de la forma m�s natural.
Pero no me contesto, se quedo callado viendo la revista.- Apuesto que te
quieres masturbar en este momento, por eso te quieres quedar la revista,
para masturbarte vi�ndola.
A ti que te importa.- Dijo algo enojado y apenado.
�Te han hecho esto?- Y puse una pagina de la revista
donde sal�a una mujer mamando la verga de un hombre.
No.- Me contest� al instante.
Yo lo he hecho.
Estas locas.
Claro que no, se lo hice a los chicos que me besaban.
No te creo.
Si quieres te lo hago.- Por incre�ble que les parezca
dudo, y se qued� mucho tiempo sin responder. Pero al final dijo que s�. �
Qu�tate la ropa.- Le dije. Yo me comenc� a quitar la falda y la blusa que
era lo que a Carlos y Fer les gustaba que hiciera.- Si�ntate en la cama.
Una vez que se sent� le quite los calzones que se hab�a
dejado y vi un pene un poco m�s peque�o que el de Fer y sin erecci�n, bueno pero
un pene al fin. Comenc� a darle masaje y vi esa expresi�n en su cara que ya
conoc�a. Poco a poco el pene se fue parando, y aunque no muy grande, si era muy
bonito. Me incline y comenc� a chuparlo apenas empezaba a tomar ritmo cuando
paso algo que yo no esperaba, se vino, pero se vino realmente fuerte, cosa que
me encant�. Su semen sal�a durisimo de su pene y en grandes cantidades, casi
tanto como a mi hermano. Y eso que lo le di tres chupadas. Me quite y le se
levant� muy apenado y tomo mi blusa para limpiarse el pene.
Tonto mi blusa. �C�mo voy a regresar a casa?
Perd�n.- estaba muy apenado.
Ahora que hago.
Ya se. Te presto una playera de mi hermana o un su�ter.
Bueno.
Su hermana ten�a 18 a�os y ten�a su cuarto lleno de cosas
maravillosas que le me ense�o. Ten�a una lencer�a linda, que no dude en
probarme, pero casi todo me quedaba enorme, a excepci�n de algunas bragas. Los
sostenes eran enormes, se ve�a que su hermana ten�a un busto envidiable.
Como me gustar�a tener una chichis tan grandes.- Le dije.
Los ojos le brillaron.
Esp�rame.- Sali� corriendo y regreso con un sost�n que
ten�a rellenos de silic�n. Eran de mi hermana, los usaba hace mucho, pero
como ya no los ech� a una caja y yo se los robe.
Me quite la blusa que me hab�a puesto y me lo prob�. Se me
ve�an como tetas reales. Me ve�a como una joven de catorce o hasta de quince. Me
solt� el cabello y me pinte un poco con el maquillaje de su hermana, le tom�
unos pendientes y me ve�a hermosa.
Si me la chupas otra vez te lo regalo.
Claro. Me agache, le baj� el cierre y empec� a
masturbarlo hasta que su verga se puso dura, luego me la met� en la boca y
chupe y chupe, le di la chupada m�s cachonda que pude, pues tener ese sost�n
me excitaba mucho, le pase la lengua por todo el pene, y cuando se vino
saqu� su verga de mi boca para que me chorreara la cara, pues hab�a
aprendido que eso le gusta a los hombres.
�
Si quieres las bragas de ese conjunto tambi�n las tengo.-
Acept� y fuimos a su cuarto. De debajo de la cama sac� una caja donde ten�a
varia ropa de mujer y unas pinturas. Yo sospech� lo que pasaba, �l me dijo
que las prendas eran de su mam�, de sus primas y la mayor�a de su hermana.
Me dijo que las usaba para masturbarse, pero no le cre� que s�lo fuera para
eso.
�T� te las pones?- se qued� sin responder.- Dime. No le
voy a decir a nadie.
Aveces me pongo las bragas y los bras, y una vez me puse
la falda. Pero no me gusta mucho hacerlo.
V�stete de mujer para que yo te vea, y te puedo ayudar,
con mi ropa o la de mi hermana, y hasta te puedo prestar unas pelucas en mi
casa hay dos.- Los ojos le brillaron, pero aun as� dijo.
No como crees.-
Si lo haces, te la chupo cuando quieras y te dejo que me
veas desnuda tambi�n.
Bueno, me imagino que esto ha sido muy largo para todos, pero
es que recordar me agrada mucho, fue una �poca de sexo incre�ble. Pronto pondr�
la siguiente parte de mi historia, donde les contare si mi amigo accedi� a
volverse travesti y la tambi�n la primera vez que tuve relaciones sexuales,
siendo muy chica a�n.
�
Besos�
Anabel
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