Nuestra vida sexual era realmente buena, cog�amos casi todo
el tiempo, y era realmente buena en la cama, a mi la verdad siempre me exit� ver
que otros hombres la desearan o que se exitaran al verla, claro que jam�s se lo
dije, ni siquiera en nuestros momentos de calentura en la cama, por eso siempre
me gustaba llevarla a la playa, yo le compraba bikinis, siempre chiquitos para
que se viera bien su hermoso cuerpo, siempre cuidando de que su culo se cubriera
con una sola tirita.

As� una vez en la playa disfrutaba viendo como los tipos se
le quedaban viendo la cola, y en mas de una oportunidad not� unas cuantas
erecciones en ellos, claro sin decir la que ten�a yo al ver como los calentaba
mi mujer, hasta que un d�a mientras est�bamos en la playa, mi mujer estaba
tendida con su culo casi al aire, cuando apareci� un tipo bastante atractivo,
deb�a tener unos 25 a�os, y coloc� su toalla muy cerca de donde est�bamos mi
mujer y yo, debo reconocer que ten�a el tipo muy lindo cuerpo, y usaba un
ba�ador ajustado a su cuerpo que permit�a adivinar el tama�o de su verga, cuando
se dispuso a recostarse sobre su toalla se qued� mirando el culo de mi mujer,
aunque trat� de disimular ante mi presencia, yo al verlo note como su
entrepierna hab�a despertado ante el espect�culo de mi mujer, y tuve que
tumbarme de espaldas ya que me calent� mucho al ver lo que mi mujer hab�a
provocado en un hombre tan atractivo, parece que me quede viendo mucho tiempo
por que mi mujer a pesar de no decir nada creo que se dio cuenta, pues se sonri�
al mirarme el bulto, no pasaron diez segundos y me dice, ...puedes traerme una
soda?... as� que me levante y fui por ella, cuando volv�a pude ver que el le
entregaba un papelito y luego se march�, cuando volv� le pregunte que le hab�a
entregado y ella me dijo ..nada...., no insist�, pero note que mi mujer estaba
agitada, al cabo de un rato para mi sorpresa me dice, bastante lindo el chico
que estuvo a nuestro lado te fijaste?, en que? Dije yo, en su paquete me
respondi�.

Qued� helado mi mujer jam�s me hab�a dicho algo as�, tuve una
nueva erecci�n y muy notoria, trate de ocultarla pero mi mujer volvi� a sonre�r,
se levanto y me dijo vamonos, tom� sus cosas y se fue, ni siquiera me espero,
algo estaba cambiando.

Llegamos a la casa entramos a nuestra habitaci�n y ella se
desnudo para irse a la ducha, ah� note como brillaban entre sus piernas algunas
gotas que delataban su excitaci�n, de pronto me dice:......desn�date, me quit�
el short y obviamente se me paro en seguida, estaba muy caliente a�n, entonces
me dice, ....estas caliente eh..., yo tambi�n lo estoy, y sabes por que?......,
se larg� a re�r y me dice, por ti no.

No sab�a que decir, mi mujer estaba caliente, se le notaba en
sus pezones duros, en su cara, yo lo s�, pero me confesaba que no era por mi,
estaba furioso, pero mi verga estaba dura como estaca, yo sab�a que el que la
hab�a calentado era el tipo de la playa, y me dice, mi amor estoy enamorada de
ti, no te cambiaria por nada, pero tu cuerpo me aburre, deseo sentirme mujer con
un hombre nuevo, sentir como me posee, adem�s estoy segura que lo deseas, m�rate
tu verga est� que estalla, de pronto acerca su mano y me empieza a masturbar, y
me dice: .....te gustar�a que estuviera masturbando otra verga?, entonces le
dije, si........, no te oigo....SI, quiero que te posean y me hagas cornudo, lo
deseo.

De pronto me suelta y me dice, lo sab�a, no eres un hombre
eres un cornudo obediente, te gusta que se monten a tu mujer, cuando le iba a
protestar, me grita ....c�llate! me qued� mudo,.....t� hablas cuando yo lo diga,
termina de masturbarte, tome mi verga siempre tiesa y me pajie con una furia,
mientras ella tomo el tel�fono, y marco un n�mero desconocido y dice: ....Hola
Luis, ....si Maribel la chica de la playa... entre risas, le pidi� que se
juntaran y le dio su direcci�n, no aguante m�s y acabe llenando de leche todo el
suelo, ella me mir� y me dijo bien hecho pobre diablo, Luis viene en camino,
quiero que me la meta, tu s�lo sabes pajearte.

Entonces, la tome, me le acerque, y le dije al o�do no
juegues con fuego, te puedes quemar, ella me mir� ahora con temor, sus ojos lo
dec�an, estaba desconcertada, mi actitud hab�a cambiado, ojala no sea verdad lo
que me dices del chico.

La verdad es que en la pr�xima historia les cuento si el tipo
lleg� o no, y que pas�, a�n hoy lo recuerdo como si fuera ayer...