Relato: Nuestra casi primera vez (2) NUESTRA CASI PRIMERA VEZ (Continuaci�n1)
Al d�a siguiente de haber pasado la primer noche juntos Mabel
y yo, al despertar, lo primero que pude ver fue a Mabel completamente destapada
ense�ando todas sus blancas piernitas y aunque yo creo que por aquellos a�os no
exist�an los bikinis y las tangas, Mabel vest�a una pantaleta muy peque�a, as�
que le pude apreciar sus piernitas y sus nalgas bien paraditas, y al mismo
tiempo me pude dar cuenta que debajo de la blusa no ten�a sost�n, pues ten�a
desabrochados los botones de arriba y se le alcanzaban a ver sus peque�as
tetitas.
Por cierto debo describirles a Mabel en esos a�os, ella es
bajita, 1.60 M, cabello casta�o claro, grandes ojos color miel, blanca, piernas
peluditas, tetitas chicas, las cuales por cierto nunca fueron su fuerte y unas
nalgas bien paradas que eran el presagio del se�or culo que cuando madur� se le
desarroll�, y su carita llena de espinillas.
Cuando ella despert� y vio que yo estaba sentado en la cama
viendo su cuerpo casi desnudo, solo se ri�, me dio un beso cachondo y se fue al
ba�o, cuando sali� de ba�arse sali� nuevamente en pantaletas, ahora de color
rosa y una blusa bajo la cual se ve�a claramente que ahora ya tra�a sost�n,
claro que para mi, que nunca hab�a visto las piernas de una mujer la visi�n de
las piernas de mi novia me hac�a que la verga se me parara, motivo por el cual
me levante de la cama y r�pidamente entre al ba�o tratando de que Mabel no me
viera como estaba, claro que con la luz que hab�a en el cuarto y con la buena
vista que se tiene a los 15 a�os, ella se percat� que iba bien tieso al ba�o y
solamente se sonr�o.
Durante el ba�o y de solo recordar las piernas de Mabel, me
puse nuevamente tieso y me hice una rica pu�eta a salud de ella, claro que
cuando sal� del ba�o ella con mucha malicia y una sonrisa, me pregunt� �qu�
hiciste en el ba�o? y yo muy asustado le contest� nada.
Bajamos al comedor y al estar desayunando, mi padre nos
coment� que �l prefer�a que durante el d�a Mabel se fuera con sus t�os, pero que
en la noche se quedara nuevamente a dormir en el hotel con nosotros, cosa que a
nosotros dos nos dio un gusto tremendo, aunque de acuerdo con lo que mi padre
nos hab�a dicho el d�a anterior, ese d�a ya nos concentrar�amos a un cuarto
doble y eso ya no era tan bueno como lo que hab�amos saboreado la noche
anterior, pero a�n as� y pensando que esa noche volver�a a acostarme con Mabel
todo el d�a anduve muy caliente.
Mi madre y yo, pasamos todo el d�a en USA y esperamos a que
mi padre terminara unos negocios que ten�a ah� en esa ciudad y por la tarde
regresamos y pasamos por Mabel a casa de sus t�os, pasamos a cenar y cuando
est�bamos cenando mi padre nos dio la buena noticia de que segu�amos en las
mismas habitaciones, pues no se hab�an desocupado cuartos dobles, as� que al
termino de la cena nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones y como en
aquel entonces no se acostumbraban las televisiones en los cuartos de hotel,
pues Mabel y yo apenas entramos al cuarto nos empezamos a dar tremendos besotes,
hasta que ella dijo, tengo mucho calor, me voy a ba�ar y se meti� al ba�o,
cuando sali�, solo vest�a las pantaletas y una blusa, debajo de la cual
claramente se ve�a que ya no exist�a ning�n sujetador, as� que yo me puse
nuevamente bien caliente y me met� a ba�ar y hacerme una rica pu�eta a salud de
Mabel, regres�, me acost� y empez� la sesi�n de cachondeo y al igual que el d�a
anterior, la s�bana dej� de cubrirnos y sin recato nos abraz�bamos y bes�bamos
sin importar que yo le vira las piernas, hasta que en un momento de respiro,
ella me dijo que iba al ba�o y se levant�, cuando regres� se sent� en la cama y
se meti� dentro de las s�banas, lo cual me extra�� pues todo el rato anterior
hab�amos estado destapados y ella dec�a que ten�a mucho calor, pero como lo que
a mi me gustaba era sentir el roce de su piel con la m�a, entonces yo me met�
entre las s�banas y empezamos de nuevo el cachondeo, durante el cual hubo un
momento en el que ella me empuj� para que yo quedara viendo hacia el techo del
cuarto y ella se mont� sobre m�, situaci�n que no me extra��, pues la noche
anterior eso lo hab�amos hecho muchas veces, pero esta vez sent� diferente, pues
a medida que ella se recargaba sobre mi not� que ella pujaba y sent� claramente
que mi verga estaba entrando a un lugar h�medo y c�lido, por lo cual le pregunt�
�qu� est�s haciendo? y ella solo pujaba y mi verga cada instante se sent�a m�s
aprisionada.
En ese momento baj� mis manos y me encontr� con las nalgas de
Mabel sin pantaletas y ella solo pujaba y dec�a, no te muevas, d�jame gozar lo
que estoy sintiendo, poco a poco ella se fue moviendo y el entra y sale empez� a
ir m�s r�pido y m�s profundo y as� estuvo cabalgado un rato hasta que me dijo ya
me vine, ya me vine, que rico me hiciste y en ese momento ella aceleraba el
ritmo y con ese movimiento hizo que yo tambi�n terminara, me dio un beso s�per
cachondo y se baj�, despu�s de terminar, yo todav�a no entend�a lo que hab�a
pasado, pues yo no sab�a nada de sexo y me daba pena preguntarle a Mabel que
hab�amos hecho y lo �nico que le pude preguntar fue �en que momento te quitaste
las pantaletas? y ella me dijo, cuando regres� del ba�� me las quit� y yo pens�
que tu hab�as visto, pero yo le dije que no, as� que seguimos cachondeando y
l�gicamente yo quer�a volver a sentir lo mismo, as� que quise empezar
nuevamente, pero Mabel me dijo voy al ba�o, ella entr� y despu�s de un rato
escuch� claramente la regadera y al poco rato sali� del ba�o cubierta en la
parte inferior con una toalla y en la superior con la blusa que antes ten�a.
El movimiento del ba�o a la cama lo hizo r�pidamente y cuando
lleg�, se tap� con la s�bana y yo le pregunt�: �porqu� te volviste a ba�ar?,
�tienes mucho calor? y ella me dijo, f�jate si tu calz�n no est� manchado,
entonces yo encend� la luz de la l�mpara que estaba a mi lado y claramente vi mi
calz�n con manchas de sangre alrededor de la bragueta y ella me dijo qu�tatelo
para lavarlo, pues tu mam� no debe verlo as�, yo con mucho miedo me lo quit�, se
lo d� y me estuve observando la verga, pues aunque no me dol�a, yo no entend�a
de donde era la sangre, ella de inmediato se levant� y claramente le vi sus
nalgas, pues la toalla se la hab�a quitado al acostarse, pero antes de irse al
ba�o a lavar mi calz�n se coloc� nuevamente la toalla en la parte inferior de su
cuerpo, priv�ndome de la magnifica visi�n que me dio por unos instantes, cuando
ella termin� de lavarlo, me dijo, colgu� tu calz�n en el ba�o para que se seque,
pero ser�a bueno que te ba�aras para que te quites la sangre que tengas en tu
pajarito, claro que con el recuerdo de sus nalgas , del cachondeo que hab�amos
tenido y de lo que me dijo, a mi se me par� la verga y as� sin calzones y bien
tieso tuve que irme al ba�o, mientras ella me ve�a y se sonre�a, al llegar al
ba�o me estuve revisando mi verga, pues a�n no entend�a de donde era esa sangre
y porque a mi no me dol�a nada.
Al no encontrar cortada alguna me lav� y me sequ� y me dirig�
casi corriendo a la cama para que no viera Mabel mi verga, ella se encontraba
tapada con la s�bana y solo sonre�a al verme tan t�mido, al llegar a la cama de
inmediato levant� la s�bana y me tap� para que no me viera Mabel desnudo, claro
que al hacer los movimientos tan r�pido, alcanc� a destapar a Mabel y logr� ver
solo un mont�n de pelos g�eritos en forma triangular en medio de sus piernitas,
pues aunque el movimiento fue muy r�pido, la luz de la l�mpara a�n segu�a
brillando y la oscuridad de la noche era vencida por ese haz de luz.
Al ver aquello me sorprend�, pues nunca en mi vida hab�a
visto a una mujer desnuda y un bizcocho menos, pero la visi�n hab�a sido
fascinante y por tal motivo ya no apague la luz, claro que poco a poco empezamos
a cachondear y a levantar vapor, hasta que nuevamente estuvimos bien calientes y
ella me dijo, s�bete tu, claro que cuando estuve arriba ella tomo mi verga la
apunt� a su bizcocho y me dijo empuja despacio, que a�n me duele un poco, y as�
lo hice, hasta que penetr� mi verga en su rajita y poco a poco ella me fue
diciendo que la metiera y la sacara y as� lo hicimos hasta que lleg� un momento
en que yo sent� que mis huevos le topaban en sus nalgas, pues ya se hab�a comido
mis escasos 10 cent�metros de verga que por aquel entonces ten�a, en ese momento
el mete y saca arreciaba y los pujidos de Mabel cada momento eran m�s sonoros y
el jadeo de ambos era bastante agitado, en ese momento yo me sent�a en la
gloria, pues aunque como les he dicho yo era muy pu�etero, el meter la verga en
un culito es completamente diferente y supongo que para ella tambi�n era
diferente sentir su dedo a sentir mi verga dentro de ella, as� que el pujido,
las sonrisas y las palabras entrecortadas en ese momento se suced�an en forma
muy r�pida, hasta el momento en que ella me dec�a m�tela m�s papacito, m�tela
m�s, m�s, m�s, dame m�s r�pido, no pares, no pares y de repente suspir�
profundamente y solo alcanz� a decir, ya me vine, ya me vine y yo sin saber que
quer�a decir con eso de ya me vine, yo estaba tambi�n sintiendo lo que despu�s
supe era un orgasmo.
Despu�s de ese segundo palo, nos dormimos y al d�a siguiente
y el cual ser�a el �ltimo que pasar�amos en esa ciudad nos despertamos, muy
contentos, y casi desnudos, pues Mabel se qued� sin pantaletas y solo con la
blusa puesta y yo sin calzones y solo con la camiseta puesta.
Al despertar y ya con la claridad que producen los rayos del
sol, pude apreciar en toda su magnitud el precioso bizcocho de Mabel, motivo por
el cual le pregunt� �porqu� tienes tantos pelos ah�? y ella me coment� a ti
tambi�n te van a salir cuando est�s m�s grande y tambi�n te va a salir leche por
tu pajarito, �pues todav�a no te sale, verdad? y yo le contest�, no, no me sale
nada y ella solo dijo que bueno.
Claro que a pesar de que me hab�a gustado en exceso lo que
hab�amos hecho, a�n no entend�a yo claramente lo que hab�a pasado y le pregunt�
a Mabel, �porqu� hab�a sangre en mi calz�n? y ella solo me dijo, cuando seas m�s
grande vas a entender lo que pas�, por ahora solo te pido que a nadie le digas
nada de lo que pas�, mucho menos a tus pap�s, as� que todo el d�a anduve
pensando lo que hab�a sentido y lo mucho que me hab�a gustado.
Claro que lo que sucedi� posteriormente ser� motivo de otro
relato.
Si les han parecido bien mis dos relatos, h�ganlo saber, para
continuar con lo que pas� despu�s.
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Relato: Nuestra casi primera vez (2)
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