Buscamos todo tipo de soluciones pero cuando lleg� el d�a
solo hab�amos conseguido 3500 euros. Por la tarde me llamaron del hospital, a
Carlos le hab�an dado una paliza. La versi�n oficial era que un grupo de
adolescentes tipo skins le hab�an pegado por defender Carlos a unos pobres
vagabundos.

Yo no sab�a que hacer hasta que una conocida m�a me ofreci�
la soluci�n. Me dijo que cuando ella necesitaba dinero acud�a a una sala de
citas donde ofrec�a su cuerpo por una muy buena cantidad de dinero. Carlos y yo
lo estuvimos hablando y al final decidimos que esa era la �nica salida.

Por las tardes que era cuando yo pod�a trabajar, para
mantener las apariencias en mi casa (mi familia se morir�a si se enterase en qu�
ocupaba las tardes su querida Marieta) y cabe decir que desde el primer d�a tuve
mucho �xito, y siempre tenia 6 � 7 clientes . No era de extra�ar porque
realmente tengo muy buen cuerpo a mis 21 a�os, y soy bastante guapa. Mido
1�68cm, mi melena es larga y rubia con el pelo muy sedoso. Mis ojos son verdes,
rasgados y mi boca sensual, de las que con solo verlas te entran ganas de darle
un bocado. Tengo la piel muy clara, abundantes pechos, uso una 100 de sujetador
pero a la vez muy firmes y redondos y un culito prieto y resping�n, vamos que
los hombres se vuelven locos por m�.

El primer d�a lo pas� fatal, aquellos tipos sudorosos y
gordos que se me pon�an encima e iban siempre a lo suyo, aunque con el tiempo me
fui acostumbrando y hab�a veces que hasta disfrutaba, pero no se lo dig�is a
nadie.

Me pagaban bien y en mes y medio trabajando hab�amos podido
reunir casi 40 mil euros entre lo m�o y trabajos que le iban surgiendo a Carlos.
Hasta que lleg� ese d�a.

La tarde hab�a empezado como siempre y ya hab�a tenido a mi
primer cliente, un muchacho joven que venia a verme todas las semanas porque era
muy t�mido y que ten�a problemas para establecer relaciones con el sexo opuesto.
El problema lo iba a tener con mi 2� cliente pero eso yo a�n no lo sab�a. Sal�
al sal�n donde nos pon�amos las chicas para que los clientes nos pudiesen ver y
as� elegirnos, cuando de repente me qued� helada al verlo. Era un hombre de casi
60 a�os, delgado, muy fuerte, con el pelo cano, bigote y muy bien vestido, era
inconfundible: mi t�o Eduardo. No me lo pod�a creer. Intent� pasar desapercibida
entre las dem�s chicas pero al ver la reacci�n de su cara me di cuenta de que ya
era tarde. Entonces la madame me llam�. Mi t�o me hab�a elegido. Se pasaron mil
cosas por mi cabeza,� que le iba a decir?, �c�mo le iba a explicar mi estancia
all�?. Cuando me acerqu� empec� a hablar: T�o. �l puso un dedo sobre mis labios
y me hizo callar. Me pas� la mano por el hombro y entonces me sent� segura, de
alg�n modo pensaba que mi t�o seguramente sab�a porque estaba yo all�, me
comprend�a y ven�a a ayudarme, ingenua de m�. Mientras atraves�bamos el largo
pasillo que conduc�a a mi habitaci�n su mano se fue deslizando lenta y
suavemente por mi espalda hasta llegar a mi culo, el cual empez� a acariciarme y
apretarme, baj� m�s su mano hasta llegar a mi raja y all� empez� a roz�rmela, lo
hac�a delicadamente, hasta que de pronto empez� a meter uno de sus dedos en mi
vagina. Llegamos a la habitaci�n y entonces sac� su mano de donde la tenia.

Al cerrar la puerta comenc� a hablar.

"T�o no es lo que parece, bueno s� pero tiene su explicaci�n.
Carlos se ha metido en un lio y necesita mucho dinero. No sab�amos que hacer y
solo quedaba esto. Por favor no se lo digas a mis padres ni a nadie, va a ser
solo un tiempo, hasta que Carlos pueda pagar"

Mi t�o puso una cara muy seria:"!Ay Marietita, no te conviene
andar con ese muchacho, no es bueno para ti y tu te has puesto tan linda y has
crecido tanto!"-me dijo mientras se acercaba y me pellizcaba uno de los pezones
y me estrujaba el otro pecho.

"�T�o! �pero que haces?"- le pregunt� enojada.

El me respondi� tranquilamente: todo en esta vida tiene un
precio Marieta y si no quieres que tus padres se enteren de lo puta que es su
hija t�, tendr�s que pagar.

�C�mo?-pregunt� airada

"Pues lo que has o�do, as� que ya sabes, tu eliges"-dijo
mientras se quitaba la chaqueta y se acomodaba en uno de los sillones baj�ndose
la bragueta del pantal�n.

Me puse enfrente suyo arrodill�ndome, cog� su pene, el cual
para su edad era bastante grande y fui introduci�ndomelo en la boca mientras las
l�grimas empezaron a bajar por mis mejillas.

�No llores co�o, que me mojas los huevos!-grit� mientras
dejaba escapar los primeros suspiros. Su pene se iba haciendo cada vez m�s
grande y a duras penas pod�a engullirlo entero. Eduardo me cogi� la cabeza y
empez� a mov�rmela de arriba abajo,! me estaba follando la boca! as� pasaron
varios minutos. De pronto se sac� la polla de mi boca e hizo que me levantase.
�T�mbate boca arriba en la cama!- me orden�-, ahora ver�s lo que es disfrutar.

Me tend� sin rechistar, hab�a dejado de llorar, las l�grimas
no iban a servirme de nada. Eduardo se desnud� por completo y se tumb� de lado,
empez� a besarme. Iba bajando sus labios por mi cuello hasta llegar a mis tetas.
Las acarici�, de pronto se meti� una en la boca y comenz� a chuparla, �ay Dios!,
no quer�a, pero mi cuerpo empezaba a reaccionar y los pezones a pon�rseme duros.
Los lam�a y los mordisqueaba, sigui� pasando su lengua por todo mi cuerpo, hasta
que lleg� al co�o. All� par� un momento y me pregunt�: �est�s preparada?. Yo no
respond�, quer�a mantener mi dignidad. Mi t�o sonri� y empez� a besar y lamer
mis partes. Abri� los labios mayores con los dedos de su mano y pas� a los
menores. Los mord�a suavemente y tiraba de ellos, los chupaba. Sin parar pas� a
mi cl�toris que por aquel entonces estaba hinchad�simo, yo no pude reprimir un
suspiro.� Estaba disfrutando!, era la mejor comida de co�o que me estaban
haciendo en mi vida. Se lo meti� entero en la boca y empez� a hacer c�rculos con
la lengua, despu�s me lam�a toda la raja hasta llegar al agujero del culo, de
arriba abajo. Una y otra vez, yo trataba de reprimirme pero no pod�a, apretaba
la almohada intentando contenerme. De pronto me meti� la lengua en la vagina,
era como una peque�a polla que me follaba, mete saca, mete saca y sin poder
aguantar mas me corr�. Eduardo no paraba y se beb�a todos mis jugos. Mi cuerpo
se convulsionaba una y otra vez. Cuando ya pude tranquilizarme par�. "Ahora
prep�rate para el mejor polvo de tu vida"-dijo. Se puso de pie y pude ver la
polla en todo su esplendor. Era enorme, medir�a cerca de los 25 cms, y bastante
gruesa. "No me va a caber"-protest�. "Ver�s que s�"-replic�. Cogi� su polla y
empez� a rozarme el cl�toris con ella. Mmmmn!-sal�a de mis labios y sin avisar
me la meti� hasta la mitad. Cuando mis paredes se hubieron acostumbrado me
embisti� de nuevo hasta met�rmela hasta el fondo. Al principio comenz� con un
lento mete y saca, sent�a como su polla me llegaba hasta el fondo y sus huevos
chocaban con mi culo. Al rato cambiamos de posici�n. �l se sent� en un sill�n y
yo me coloqu� encima. Me mov�a cada vez m�s deprisa, nuestras respiraciones se
aceleraban. Disminu� el ritmo movi�ndome en c�rculos. Su polla me llenaba toda
la vagina y casi sin darme cuenta me vine de nuevo. Que aguante ten�a mi t�o. Se
levant� cogi�ndome y se puso de pie, apoyando mi espalda en la pared. Que
m�sculos, no me hab�a dado cuenta de lo fuerte que era. Volvi� a acelerar el
ritmo y cuando casi nos ven�amos los dos a la vez par�.

�Te han dado alguna vez por el culo Marieta?- pregunt�

No t�o- respond� yo.

Pues hoy te voy a desvirgar ese culito mene�n que
tienes.-ri�.

Me tumb� de nuevo en la cama pero esta vez boca abajo,
poni�ndome de rodillas y con el culo levantado. Me apretaba las nalgas mientras
me lam�a mi agujero. Me acariciaba el cl�toris con la otra mano y yo iba
excit�ndome de nuevo. Meti� un dedo en el culo mientras iba haciendo c�rculos
dentro de �l y yo empec� a moverme. Quer�a que me follase el culo, quer�a sentir
ese enorme pene dentro de m� hasta que me partiera en dos.

Acercaba el culo a su cara, y el aprovechaba para mord�rmelo,
lo que me excitaba a�n m�s. Meti� otro dedo. Yo no pod�a esperar. "M�temela"-le
grit�-"f�llame, no me hagas esperar m�s" y sin pensarlo sac� los dedos y me la
meti� sin compasi�n hasta el fondo. Las l�grimas ca�an por mi cara. Eduardo no
se movi� durante un rato, hasta que mi culo se adapt� a su polla. Cuando sent�
que ya no me dol�a empec� a moverme yo, d�ndole a entender que ya estaba lista.
Sent�a su polla en lo m�s hondo, como si fu�semos solo uno. Me agarr� por los
pechos, los amasaba, los estrujaba, el ritmo se fue acelerando. Nuestros gritos
deb�an escucharse en toda la casa pero no nos importaba. �si, si!-gritaba yo,
estaba como pose�da, pose�da por esa polla que entraba y sal�a de mi culo y que
no quer�a que parase. Oleadas de placer me recorr�an el cuerpo, hasta que llegu�
a mi tercer orgasmo. Eduardo sac� la polla de mi culo y empec� a mam�rsela ,
ahora era su turno. Volvi� a cogerme de la cabeza y a follarme por la boca hasta
que no pudo m�s y �"�Ahhhh1-descarg� toda su leche en mi boca, la cual me tragu�
toda, sin dejar escapar una gota.

Despu�s de descansar un poco se visti�. Yo continuaba en
silencio. Abri� la puerta para marcharse y entonces le pregunt� "�Se lo dir�s a
alguien t�o?"

El solo me respondi�: "hasta la pr�xima Marieta" .