Relato: El Inocente se aviva Como vieron en mi relato anterior, "El Inocente", tuve mi primer contacto con el sexo, obviamente me repuse, pero la experiencia me dej� marcado para siempre, �sto me llev� a un futuro bastante bizarro en cuanto la forma de complacerme.
Una obsesi�n por todo lo que ten�a que ver con el sexo surgi� y fue creciendo con el tiempo, averiguaba con mis amigos mayores todo lo que pod�a acerca de las relaciones sexuales.
En aquel momento y en entorno del barrio descubr� que era muy com�n que mis amigos tuvieran relaciones,(cogieran como dec�an ellos), entre ellos, con amigos mayores, con ni�as e incluso con animales, gallinas, perras, burras y yeguas eran lo habitaual.
De pronto est�bamos todos en el campito jugando al f�tbol y alguno de los mayores,(14-15 a�os), se iba con alguno de los chicos hacia un monte cercano, nadie preguntaba ni dec�a nada, al rato volv�an y segu�an jugando como si nada, ese comportamiento al principio me llamaba la atenci�n y le preguntaba a los mayores que pasaba, se re�an y me contestaban que si quer�a saber que fuera con ellos.
Un d�a en el que estaba algo excitado pues hab�a visto al perro de un amigo cogerse a la perra de otro, yo sent�a algo diferente, como cuando vi al toro cogerse a la vaca en mi anterior relato se me par� la pija.
Est�bamos sentados en grupo en el pasto comentando justamente lo que hab�an hecho el perro y la perra, y como usaba uno de mis pantalones cortos de pierna ancha y no llevaba ropa interior al estar sentado con las piernas abiertas sin darme cuenta se me ve�a todo. El due�o de la perra, Luis, de catorce a�os, estaba sentado justo en frente, se da cuenta y me pregunta si quiero ver de cerca a los perros hacerlo, intrigado y algo caliente le digo que s�, entonces el llama a su perra y me invita para ir hacia el monte pues por all� andaban unos perros y el los pondr�a a cogerse a su perra.
All� nos fuimos los tres, �l, la perra y yo, los dem�s nos miraron y siguieron con lo suyo, aunque vi algunas sonrisas entre los mayores.
Yo segu�a con la pija dura y mientras camin�bamos hacia el monte me di cuenta que Luis ten�a la suya bien parada ya que su pantal�n ten�a un inmenso bulto que �l se tocaba mientras me hac�a notar como la perra ten�a la concha bien hinchada, eso quer�a decir que estaba pronta para ser cogida.
Cuando llegamos al monte y lejos de la mirada de todo el mundo llam� a la perra y me pidi� que la sostuviera mientras el se desnudaba, se imaginan mi sorpresa, yo esperaba que hubieran algunos perros y no entend�a por que mi amigo se iba a desnudar. Cuando qued� desnudo me sorprendi� el tama�o de su pija, larga y gruesa pero con muy poco pelo, apenas una rubia matita alrededor del tronco, (Luis es muy rubio y lampi�o), se arrodill� y me dijo que le arrimara la perra, yo se la entregu� y fue evidente que el animal estaba acostumbrado pues inmediatamente se puso en posici�n y levant� bien el rabo. Mi amigo empez� a pasarle la cabezota de su pija por la concha y la perra se echaba hacia atr�s, como si quisiera enterrarse sola en la pija de mi amigo, el animal tipo Boxer ten�a una concha bien inflamada como ya dije y en cuanto mi amigo empez� a empujar la cabeza se col� sin esfuerzo.
La escena era super caliente y mi pijita parec�a que iba a reventar y aunque todav�a no eyaculaba, cuando me tocaba un rato, sent�a un placer inmenso y como que llegaba a alg�n tipo de orgasmo sin acabar, eso quer�a hacer ahora y empec� a pajearme suave mirando a mi amigo cogerse a su perra, que en ese momento ya ten�a toda la pija de �l bien metida hasta los pelos.
Luis le met�a y sacaba la pija a toda velocidad y pronto comenz� a gemir fuerte y le dec�a a la perra que le iba hacer cachorritos, estoy acabando me dijo, mientras quedaba como desmayado sobre el lomo del animal.
Retir� la pija de la concha de la perra, estaba aun bien dura y chorreando su acabada, me pregunt� si yo quer�a cogerla y con la calentura que ten�a me saque el pantal�n y sin contestarle me arrodill� atr�s de la perra y la ensart� de una, la sensaci�n era fabulosa y yo serruchaba como poseido, incansable, mete y mete, entusiasmado en mi papel de macho canino.
No me percat� de lo que pasaba detr�s m�o hasta que sent� como mi amigo me recostaba la pija toda h�meda y super dura entre las nalgas, ah� par� de serruchar por la sorpresa, pero no se la saqu� de la concha, mi amigo vi� que no hab�a demasiada resistencia y me comenz� a frotar la pija bien por la raja mientras yo continuaba metiendo la m� en la concha de la perra, vas a ser mi perrita me dijo, y comenz� a empujar cada vez m�s fuerte en la entrad de mi culito.
Gracias a los jugos de la perra y a su acabada anterior su pija estaba bien lubricada y si bien tuvo que hacer algo de fuerza ya que mi culito no estab muy dilatado, pronto se col� la cabeza y me hizo gemir por el dolor, se qued� quieto un momento y yo mismo al recomenzar mi mete y saca me fui ensartando en su gran pija.
Pronto y gracias a mi calentura, la pija de Luis entraba y sal�a con mucha facilidadde de mi cuerpo y evidentemente a pesar de haber acabado solo un rato antes, estaba por hacerlo otra vez pues en el oido me dec�a, ahora los cachorritos te los voy a hacer a vos, sent� como su pija crec�a aun m�s y �l me tomaba fuerte de las caderas para entrar m�s si era posible y sent� los chorros calientes bien adentro de mis tripas. Esta vez no me desmay�, sent� yo tambi�n una sensaci�n tan placentera como si me hubiera acabado, aunque para eso a�n me faltaban como cuatroa a�os.
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Relato: El Inocente se aviva
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