Esta historia comenz� hace veinte a�os y seguir� hasta el fin
de nuestros d�as. Hasta entonces, que ten�a catorce a�os reci�n cumplidos, viv�a
sola con mi padre, ya que mi madre nos hab�a abandonado hac�a a�os. Pap� ten�a
entonces treinta y un a�os ya que me hab�an tenido siendo muy jovencitos.
En la casa de al lado, viv�an Peter, un afroamericano
californiano y Rosa, su hija. La esposa de Peter, una rubia casi albina, hab�a
muerto el a�o anterior de un c�ncer. Ten�amos las mismas edades y nos llev�bamos
estupendamente. Peter y pap� hab�an hablado de comprar un caser�n que hab�an
visto en otro pueblo, ya que en poco tiempo iban a tirar las casas donde
viv�amos. Una tarde, los cuatro fuimos a verla y nos encant�. Apenas hab�a que
hacer arreglos. El trabajo m�s duro que hab�a que hacer era pintarla. En un par
de meses, la dejamos como nueva.
Para cuando yo empec� a tener relaciones con pap�, Peter y
Rosa ya llevaban alg�n tiempo disfrutando mutuamente. Una noche, estaba en mi
habitaci�n cambi�ndome de ropa. Era viernes y ten�a dos d�as libres por delante.
No encend� la luz. La ventana estaba entreabierta y las cortinas medio corridas.
Al otro lado del peque�o patio, estaba la habitaci�n de Peter. Ten�a la luz
encendida y la ventana abierta de par en par. Justo cuando entr�, padre e hija
se desnudaban mutuamente. Me qued� mir�ndoles fascinada. Yo, apenas llevaba
ropa, tan s�lo, una blusita fina y las bragas. Cuando Peter y Rosa se quedaron
totalmente desnudos se abrazaron fuertemente y empezaron a morrearse. Cuando
separaron sus labios, Rosa le dijo a su padre:
--Pap�, me gustar�a que hubiese ni�os en la casa nueva.
Desear�a que tuvieses una mujer a la que dejar embarazada. O incluso no me
importar�a conseguirme un chico que me dejara pre�ada. Toda la vida he deseado
tener hermanos. Siempre los he echado de menos.
Peter se qued� mir�ndola en silencio unos instantes, aunque
sin dejar de acariciarla. Luego, le contest�:
--Yo tambi�n he querido siempre muchos ni�os alrededor. Te
tuvimos a ti, pero ya no hubo manera de que tu madre se quedara embarazada. �Qu�
te parece tener tus propios hijos y que a la vez sean tus hermanitos? Quiero que
seas mi mujer para siempre.
--Oh, pap�, �me est�s diciendo que quieres tener hijos
conmigo? �dijo Rosa acercando su sexo al de su padre, ya que los dos ten�an m�s
o menos la misma altura. Su padre asinti�. �Genial, maravilloso! �Quiero empezar
a practicar ahora mismo!
Entonces se tumbaron sobre la cama y se pusieron a hacer un
delicioso 69. Yo no dejaba de mirarles. Instintivamente, hab�a empezado a
masturbarme; al principio por encima de las braguitas, luego me las hab�a
quitado. Yo no me hab�a dado cuenta de que pap� estaba en la puerta. Hab�a o�do
la conversaci�n de los vecinos y me hab�a visto masturbarme. Todo eso lo hab�a
excitado much�simo. En ese momento, pap� entr� en la habitaci�n; encendi� la
luz, abri� por completo las cortinas y la ventana. Me abraz� por detr�s. Quit�
mi mano de mi conejito para poner la suya y seguir acarici�ndome.
--Hac�a mucho que te deseaba, mi ni�a, pero hasta ahora no me
he atrevido �me susurr� al o�do.
--Yo tambi�n te deseo, pap� �dije en el mismo tono apretando
m�s mi espalda contra su cuerpo y sin dejar de mirar a nuestros vecinos.
--A m� tambi�n me gustar�a que de ahora en adelante fueses mi
mujer, mi amante, mi hembra. Quiero ver esta linda barriguita hinch�ndose como
un enorme globo por tener dentro a mi hijo.
Me dio la vuelta y con la mirada me pregunt� si yo tambi�n
quer�a y asent�. Entonces me bes� golosamente. Segu�a con su mano en mi chocho y
su otra mano fue a mis nalgas. Entonces, un dedo curioso empez� a introducirse
en mi ano. Otros dedos andaban ya entrando y saliendo de mi vagina. Entonces,
tuve mi primer gran orgasmo. Seguidamente, me quit� la blusa. �l se quit�
r�pidamente la ropa que llevaba excepto los calzoncillos. Me pregunt� si quer�a
quit�rselos yo. Como hab�a visto c�mo lo hac�a Rosa, puse mis manos en sus
nalgas y sobre su hinchado pene y le arrastr� el calz�n hacia abajo. Ten�a un
pene enorme. Me tumb� sobre �l en la cama e hice mi primer 69. Fue delicioso. La
primera vez que tomaba su rica y abundante leche. Tuve varios orgasmos. Luego,
una vez le hube limpiado el pene de semen, lo sac� de la boca. Estaba totalmente
excitado, me puso en posici�n y me penetr� de un golpe. Sent�a su enorme polla
gruesa, plena, dura y suave. Estuve unos segundos quieta, sintiendo mi estrecha
cueva acomodarse a la enorme polla. De reojo vi que njestros vecinos nos
miraban. Empec� a moverme despacio. Pap� me indic� c�mo moverme para sentir m�s
placer. Luego, fuimos aumentando la velocidad de nuestros movimientos. Yo no
hac�a m�s que gritar.
--S�iiiii... dame m�s, pap�... aaaggghhh... as�iiiii...
m�temelo hasta el fondo... hazme un hijo, s�iiii... in�ndame con tu leche, mi
hombre... sigue... m�s r�pido...
--As�, mi peque�a... lo haces de maravilla... dale a pap� tu
rico chochito... s�iii... as�iii...
Entonces explotamos en un tremendo orgasmo. Me derrumb� sobre
�l sin fuerzas para nada. Estuvimos un rato quietos fuertemente abrazados. Al
rato, pap� empez� a moverse de nuevo. Notaba c�mo iba creciendo su pija. Durante
el tiempo que estuvimos follando y luego recuperando el resuello, mi padre no
dej� de meter y sacar los dedos que hab�a metido desde el principio en mi ano.
--Quiero encularte, cari�o �me dijo.
Sali� de mi vagina, me puso en posici�n de perrito y me clav�
su estaca. Grit� de dolor. Entonces su otra mano empez� a acariciarme mi
cl�toris. Luego, de un golpe, me clav� hasta el fondo su estaca. No s� cu�ntos
orgasmos tuve.
Cuando por fin nos mudamos a la casona, nos sentimos en el
para�so. Los cuatro solos, sin ning�n vecino alrededor. Una ma�ana, creyendo que
pap� estaba s�lo en el porche, sal� desnuda a decirle algo. Peter estaba con �l.
Le coment� lo que hab�a ido a decirle y luego empezamos a besarnos. El tronco de
pap� se hab�a puesto totalmente tieso al verme desnuda. Tambi�n vi c�mo Peter se
excitaba. Mientras nos bes�bamos sent� la mano de Peter acariciar mis nalgas y
mi rajita, al tiempo que me dec�a:
--�Qu� rica est�s, chiquilla!
Pap� y yo entonces separamos las bocas, nos miramos sin decir
nada y entonces me sent� sobre las piernas de Peter. Despu�s de morrearnos unos
minutos, Peter se levant�, se quit� el calz�n que llevaba y nos tumbamos en el
suelo haciendo el 69. Peter ten�a una polla enorme, m�s grande incluso que el de
pap�. Tuvimos unos orgasmos impresionantes y Peter que no hab�a descargado del
todo, sali� de mi boca, y me empal� su tremendo garrote en la vagina. Al mismo
tiempo, pap� me clav� su estaca por el ano. Fue el no va m�s.
Al rato, lleg� Rosa. Al ver la escena, ella tambi�n quiso
probar con los dos hombres. Despu�s de gozar de lo lindo, nos dio a todos la
noticia de que estaba embarazada. Y ese mismo d�a me qued� embarazada de
trillizos. Dos de ellos se parecen a pap� y el tercero, es mulatito como Peter.
Rosa tambi�n tuvo mellizos, pero en este caso, ni�o y ni�a. Posteriormente hemos
tenido otros diez hijos entre las dos.
Y ahora les llega el turno a los chicos. Roberto, mi hijo
mulatito, que por cierto, folla divinamente, y tiene un pene que supera a los
padres, se ha enrollado con Alejandra, una de las hijas de Rosa, y tambi�n va
detr�s de Ana, la mayor de sus chicas. Y supongo que los dem�s andar�n por ah�,
folla que te folla y lame que te lame, con la inmensa familia que tenemos.