Relato: Relatos de Panchondo (36: Alexandra y Linda) Alexandra y Linda, una org�a hippie
Pues despu�s de lo que paso con Teresa, la primera vez, esa
semana nos vimos casi todos los d�as, era mitad de noviembre del a�o 94, despu�s
de esa primera semana mis encuentros con Teresa, eran mas espor�dicos, debido a
lo que les comente en el relato anterior, y solo la llamaba (porque me dio su
numero), cuando me era urgente desahogarme. As� que en cuanto a viejas yo estaba
bien.
A finales del mes, la profesora de ingles, Alexandra, a la
que siempre le habl�bamos de tu, ya que a ella as� le gustaba, nos propuso
ganarnos unos pesos pintando su casa, pero nadie levanto la mano, mi amigo Beni,
que necesitaba lana en ese momento fue el �nico que levanto la mano, y yo al ver
que nadie mas se ofrec�a, pues la levante tambi�n. As� Alexandra nos indico que
nos esperaba el s�bado temprano, ya que no estar�a nadie mas que ella, y as�
ella nos echaba una mano, para terminar en la tarde. Nosotros estuvimos de
acuerdo.
Alexandra, hab�a sido nuestra maestra de ingles en segundo y
ahora en tercero, era una maestra bien chida, a pesar de sus a�itos que por
aquel entonces eran como 37 o 38, y aunque no tenia un cuerpo espectacular,
muchos chicos la segu�amos por que era bien chida. Empezando por que nos trataba
igual a todos, la tute�bamos, siempre vest�a de manera hippie, y en lugar de una
bolsa convencional sus cosas todas eran hippies. Era chaparrita, aproximadamente
1.55 m. Y como les dije no tenia el gran cuerpo, pero era atractiva, su cabello
era cambiante, a veces pelirrojo, a veces negro, a veces con rastas, a veces
ondulado, y lo llevaba largo, poco mas de la cintura, y era de piel blanca.
Viv�a una calle por detr�s de mi casa, relativamente cerca, y por lo mismo,
sabia un poco de su vida: estaba casada con un gringo mucho mas grande que ella,
que era hippie, y que sab�amos que era marihuano, pero tranquilo, ya que solo lo
hacia en su casa y cuando sal�a de esta era como una persona casi normal, a no
ser por el aspecto de hippie. Tenia una hija, a la que despu�s supe que se
llamaba Linda, rubia como el padre, con el cabello rubio liso, hasta poco mas
debajo de la cintura, ella tenia como 16 o 17 a�os, flaquita, con unos labios
hermosos, y un cuerpo bastante normal, pero apetecible, vest�a de la misma
manera que los padres, es decir hippie, se parec�a mucho a Avril Lavigne. Y la
verdad viv�an muy abstra�dos de todos, ya que esa calle era conocida por su
uni�n para fiestas, tocadas, relajos y dem�s, pero los "hippies", como les
llamaban, jam�s participaban. Era de esas familias hippies, pero no eran de esos
hippies que son desagradables, mas bien solo llaman la atenci�n, y como dec�amos
en ese tiempo eran "hippies limpios".
Pues bien, llego el s�bado, y como a las 8:30 de la ma�ana
llegamos Beni y yo a la casa de Alexandra, tocamos el timbre y sali� a
recibirnos Linda, aunque aun no sabia su nombre, nos indico que pas�ramos, y
ella se fue ya que nos dijo que ella tendr�a que ir a clases, as� que se fue
dando nos una sonrisa y gui��ndonos el ojo, indic�ndonos que si para cuando
llegaba no hab�amos terminado nos ayudar�a. Pasamos, y encontramos a Alexandra
preparando la herramienta y las cubetas de pintura, llevaba puesta solo una
playera de esas largas, de color amarillo fosforescente, pero ya pintada, se
notaba que era la de trabajo, y unos jeans, que se le ve�an muy bien ya que eran
entallados y pod�amos darnos una idea de su cuerpo. Nos indico que en la semana,
hab�an pintado las habitaciones, y que el viernes pintaron la sala y el comedor,
casi todo el interior estaba ya pintado, solo faltaba la cocina, de la cual solo
quer�a que pint�ramos el techo, as� como todo el exterior. La verdad que hab�an
pintado bien loca su casa, ya nos invito a conocerla y ver como hab�an pintado,
el cuarto de la pareja estaba pintado de azul rosa y toques amarillos, coronado
en el techo con una hermosa pintura de un universo, estrellas, planetas y por
supuesto la tierra, les quedo hermoso, pero el que definitivamente estaba
viajad�simo y que le debi� costar trabajo fue el de la chica, Linda, estaba todo
pintado con paisajes, pero muy surrealistas, y el techo era como un cielo, en
donde hab�a una isla con unicornios y pegasos, estaba s�per viajada pero chida.
Los pasillos sala y comedor estaban pintados casi igual que la recamara de la
pareja solo que con colores como el verde, azul, morado, rojo, con l�neas y
c�rculos, algo loco. No hab�a sala, solo un peque�o sill�n, un mueble para la
tele, y muchos cojines, y claro el comedor con su mesa y sus sillas, pero en si
todo muy sencillo.
Despu�s del tour por la casa, nos invito a desayunar, pero
rechazamos porque ya lo hab�amos hecho en nuestras casas, y como ella tambi�n ya
lo hab�a hecho, decidimos comenzar a trabajar para empezar temprano, yo pregunte
si su marido no iba a ayudar (creo que fue una pregunta tonta, pero se me hacia
extra�o que no estuviera), y Alexandra me contesto con toda naturalidad:
-- Le ordene que se marchara: "Go fucking away gringo!!!!"
y se fue, no creo que regrese hasta ma�ana.
Decid� no hacer mas preguntas, y nos pusimos a trabajar,
primero en la cocina, solo el techo, subimos Beni y yo, y ella estaba abajo
humedeci�ndonos las brochas, la verdad es que yo no iba con apetito de nada,
solo iba por los pesos, y mi ansiedad sexual la hab�a apagado un d�a antes con
Teresa, pero al estar ah�, me empec� a calentar sabiendo que est�bamos solos con
Alexandra, y me calent� porque al verla desde arriba cuando le pasaba las
brochas, y al ser su blusa un poco holgada, se le pod�a notar un poco de su
interior, donde me di cuenta que no tra�a nada abajo, como casi siempre. As� que
me empec� a calentar y a idear un plan para ech�rmela, y pens� que no iba a ser
dif�cil, por sus ideas liberales. Obviamente que ese d�a pensaba que no se dar�a
nada por que ah� se encontraba Beni, as� que mientras pint�bamos la cocina
estaba ideando el plan, pero no se me ocurr�a nada, ya que mientras pensaba, a
la hora que la ve�a se me iba el avi�n.
Despu�s de terminar con la cocina, nos sentamos un momento a
descansar y tomar un refresco, no pude evitar mirar su pecho y descubr� que se
transparentaba un poco su blusa, ya que ya estaba algo usada, pero solo era un
poco, en una de esas miradas, Alexandra me cacho y solo me sonri� y eso me dio
seguridad de que pod�a ocurrir algo con ella posteriormente, pero insisto, no
ese d�a.
Nos pusimos a pintar la fachada de la casa y en si todo su
exterior, era color rojo oscuro, eso si, parejo, no quer�an dar una mala
impresi�n hacia fuera. Ah� fue cuando pude ver mas, ya que cuando Alexandra se
agachaba, pod�a verle todo el interior de su blusa, y por lo tanto todas sus
tetas, que como dije no eran grandes pero si se ve�an sabrosas. Eso me calentaba
pero hasta ah�, y como no pod�a pensar en planes en ese momento decid� dejarlo y
solo deleitarme con el espect�culo que me daba.
Por fin terminamos como a las 3:00 de la tarde, todos
cansados, ella nos invito a relajarnos un momento, nosotros aceptamos, y ella
nos invito a sentarnos en los cojines de la sala. Se fue un momento y llego con
unos cigarritos (obviamente, sab�amos que eran de marihuana), nos invito uno a
cada uno y nos dijo que esos eran gratis, que la paga era aparte. Yo la verdad
estaba un poco nervioso, jam�s hab�a probado marihuana, mi amigo si la hab�a
probado, as� que el no tuvo problemas. Alexandra nos encendi� el cigarrillo y
puso m�sica (Rock de los 70`s). Comenzamos a fumar, y yo casi de inmediato
comenc� a relajarme, me empez� a dar sue�o, pero despert� de ese sue�o cuando
llego Linda, yo pens� que ah� acabar�a todo, pero no, ella dijo que si la
invit�bamos, y su madre le alargo un cigarrillo que de inmediato encendi�, y se
coloco junto a su madre.
Pasados unos minutos, comenc� a relajarme de nuevo y a
sentirme somnoliento, la verdad que ya no sabia ni que onda, me quede como que
en otro mundo, y cuando abr� los ojos (o despert� de donde andaba), vi a Linda y
a Alexandra, acarici�ndose, Linda ya solo con el top y en bragas, y Alexandra
con la blusa un poco levantada y con los jeans a media pierna, pero solo se
acariciaban, no eran besos, ni abrazos, solo caricias. Se encontraban de frente
una a la otra, Linda le acariciaba la pancita a su mama, mientras esta, le
acariciaba los pechitos por encima del top a su hija; esa escena termino de
calentarme, pero pens� que era una alucinaci�n por la marihuana, pero al voltear
a ver a Beni, ya estaba desnudo de la cintura para arriba y estaba sac�ndose el
pantal�n, dejando de fuera su verga parada, se acerco hacia el duo de chicas,
las cuales lo miraron, y Alexandra de inmediato tomo el pene de Beni en sus
manos y lo empez� a pajear, mientras su hija se acomodaba para darle tremenda
mamada.
La chica comenz� a mamar el pene de mi amigo, el cual parec�a
disfrutarlo, yo ya me hab�a deshecho de mi camisa, y ahora me estaba deshaciendo
de mi pantal�n, mientras que Alexandra terminaba de desnudar a su hija, y
aprovechando para darle infinitas caricias, en sus zonas mas er�genas. La chica,
Linda, era mas bien flaquita, pero sus pechitos eran blanquitos, ricos,
peque�itos pero ideales, y con una peque�a cantidad de vello pubico que coronaba
una hermosa concha rosada, su trasero era peque�o, pero en ese momento me
pareci� hermoso. Yo me encontraba ya desnudo y pajeandome al ver la escena,
cuando Alexandra se dio cuenta y de inmediato se puso frente a mi, terminando de
sacar sus jeans, y mostr�ndome su cuerpo, saco sus pantaletas, y yo segu�a
pajeandome, se puso de rodillas en mis piernas, tomo mi pene y se coloco en
posici�n de monta, y se lo introdujo, ah� fue cuando me di cuenta que no era la
marihuana, sino que era real. Me cabalgo, hasta que ella llego a su orgasmo, fue
genial, cayo encima de mi, mientras mir�bamos como Beni, se estaba cogiendo a
Linda desde atr�s; Alexandra corri� a sentarse en el sill�n, y llamo a su hija
que fue aun con la verga de Beni dentro de ella, y comenz� a comerle el co�o, yo
no quise quedarme atr�s, y como solo quedaban dos agujeros que eran el ano de
Beni y la boca de Alexandra, pues me decid� por la ultima, ya que no me agradaba
el anterior. Alexandra me dio una mamada b�rbara, que iba al ritmo de la mamada
que le deba su hija, que me hizo terminar en su boca. Alexandra llamo a su hija
a besarla y comenzaron a compartir mi semen. Mientras hac�an esto, Alexandra se
acomodo en el sill�n en cuatro, y frente a ella su hija tambi�n en 4, en ese
momento me acomode detr�s de Linda, y empec� a acariciar su anito con mi pene,
ella solo gimi�, d�ndome un si; Beni hizo lo propio con Alexandra, solo que ella
dio un grito que dec�a: -- Por atr�s, por favor, por atr�s!!!! --. Grito con el
que se quedo durante toda la cogida que le dio Beni. Yo met� mi pene hasta el
fondo del orto de Linda, y ella comenz� a moverse, lo tenia bastante abierto,
pero era lindo como su nombre, se sent�a riqu�simo, comenzamos a bombearlas,
mientras ellas se besaban cuando el movimiento las dejaba, Linda llego a su
orgasmo apretando mi pene fuertemente, haci�ndome llegar a mi, y en ese momento
escuche el gemido de Alex, quien hizo llegar tambi�n a Beni, cayendo exhausto en
los cojines.
Yo aun con el pene duro, y ellas aun calientes, comenzaron a
besarse y manosearse, metiendose manos y dedos en respectivos orificios y no
percat�ndose de que yo aun estaba en pie de guerra, las deje un momento a solas
y solo observando. Pero en el momento que ya no pude, es cuando Alexandra se
coloco encima de su hija, restreg�ndose sus chichis en las de su hija, en ese
momento coloque mi pene en su trasero y ella entre gimiendo, gritando y
suplicando me dijo: -- Por atr�s!!! --. As� que coloque mi pene en la entrada
trasera, y comenc� a darle por ah�, fue bastante f�cil y de inmediato comenc� a
bombear, su culo estaba acostumbrado a eso, y no pude dejar de pensar en las
cogidas que seguramente el gringo les acomodaba a las dos. As� que con ese
pensamiento y los apretones que me daba y el ritmo, llegue en el culo de
Alexandra y me derrumbe tambi�n en los cojines, olvid�ndome de todo.
Me despert� Linda, que se encontraba ya vestida, me di cuenta
que ya hab�a anochecido y de inmediato pregunte la hora, me indico que eran las
7:00 de la noche, me levante de inmediato y vi que Alexandra estaba despertando
a Beni, me vest� de inmediato y Beni hizo lo mismo, no comentamos nada, y solo
nos despedimos solo con un hasta luego y nos retiramos. Al salir a la calle, nos
alcanza Alexandra, y nos da a cada quien el dinero prometido por la ayuda, y nos
sonr�e dici�ndonos: -- Hey chicos!!!, no olviden su paga, lo dem�s fue gratis
--. As� que nos fuimos satisfechos, ya que obtuvimos una buena paga y unas
nalgas gratis.
Ese mismo d�a, mientras camin�bamos, Beni me confeso que
hab�a sido su primera vez y que le hab�a dolido, yo no sabia que decirle, porque
a mi se me hizo chistoso, y la verdad aun tenia un poco el efecto de la
marihuana. Y pues ah� quedo todo, posteriormente, ya nadie hizo ning�n
comentario al respecto.
De la maestra y su hija, siguen viviendo en el mismo lugar,
solo que no se llego a presentar otra oportunidad con ellas, ya que no la
busque, de haberlo hecho, puedo asegurarles que se hubiera dado algo, pero la
verdad sent�a que con Teresa tenia mas que suficiente. Mi prima Dulce tambi�n la
tuvo de profesora de ingles en la secundaria, pero no se entero de mi horchata
con ella, de haberse enterado, se la hubiera querido refinar y me hubiera
incluido a mi.
De nuevo les sugiero que no se pierdan mi pr�ximo relato, ya
que en el podr�n enterarse, de c�mo comienzo una relaci�n con una profesora que
tuve en mis primeros a�os de la primaria, de hecho ya he hablado de ella en mis
primeros relatos, me rega�o por hacer cositas con una ni�a, recuerdan?. Bueno
pues es con ella con la que ahora y hasta la fecha, mantengo relaciones,
ent�rense de c�mo comenz� todo en el pr�ximo relato.
Si tienen alg�n comentario o alguna experiencia parecida,
algo que contar o simplemente platicar conmigo, escr�banme a:
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Relato: Relatos de Panchondo (36: Alexandra y Linda)
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