EMPEZANDO A DESHINIBIRNOS IV
Pasaron unos d�as. Fuimos de nuevo al sex�logo. Esta fue la
conversaci�n:
Sex�logo: Buenos d�as chicos. �Qu� tal este tiempo de nuevas
experiencias? �Seguisteis mis consejos?
Mireia: Si, la verdad que si le hicimos caso y hemos empezado
a probar cosas nuevas.
Sex�logo: �Ha sido de com�n acuerdo? �Lo hab�is hablado?
Jorge: Si, al llegar a casa, cuando salimos de la consulta,
estuvimos hablando sobre esto. Sopesando pros y contras y los deseos de cada
uno. Al final, decidimos empezar a quitarnos la verg�enza y experimentar nuevas
experiencias.
Sex�logo: �Y que tal os va? �Os gusta? �Pens�is seguir en
vuestras "aventurillas"? Aunque no se hasta que punto hab�is llegado, ni tampoco
creo que sea necesario saberlo...
Jorge: Pienso que ir, nos va bien. Yo por lo menos me
encuentro mejor, como m�s feliz. La relaci�n de pareja va viento en popa y cada
d�a la amo m�s y m�s.
Sex�logo: Me alegro mucho por vosotros. Yo dir�a que casi mi
misi�n ya ha acabado, aunque por precauci�n, os volver� a citar y, si no hay
problemas, esa ser� la �ltima vez que nos veremos.
Nos dio el d�a y la hora de la pr�xima cita y salimos de
all�. Parec�a mentira como, en cuesti�n de dos meses, nuestra relaci�n hab�a
cambiado tanto: de pensar que ese era el principio del fin, a pensar que las
cosas no pod�an ir mejor. Y todo gracias a mejorar nuestra vida sexual.
Como siempre, despu�s de llegar del trabajo, antes de hacer
la cena, me fui al ordenador a revisar mi correo. No fue muy sorprendente
recibir un correo de Juan Manuel en mi bandeja de entrada, pero si lo que me
dec�a.
Juan Manuel era un chico de mas o menos mi misma edad, que
viv�a cruzando el charco y por el que manten�a una amistad a trav�s de Internet
desde hacia ya alg�n tiempo. Es fant�stico lo que puede "acercar" este medio.
Por suerte, este chico hablaba mi mismo idioma y no hab�a muchos problemas de
entendimiento. Aunque nos llev�bamos muy bien, incluso muchas veces compart�amos
algunos de nuestros problemas m�s �ntimos, mi novio no tendr�a que tener muchos
celos de �l porque, aparte de que tanto �l como yo ten�amos pareja, como ya he
dicho viv�a a miles de kil�metros de distancia.
Pues bien, Jose Manuel aparte de todas las cosas que sol�amos
contarnos (el clima que estaba haciendo esos d�as, lo que hab�a estado haciendo,
que tal le iba con su novia,...) me comentaba que en muy pocos d�as iba a
visitar Espa�a junto a su novia, y que le encantar�a que pudi�ramos quedar y as�
conocernos los cuatro (a Jorge ya le hab�a comentado sobre la existencia de esta
amistad, as� que no le venia de muy nuevo). Antes de contestarle lo consulte con
Jorge, ya que mi intenci�n no era solo de decirle que me encantar�a que
qued�ramos, sino que si no quer�an hospedarse en ning�n hotel, pod�an quedarse
en nuestra casa. Jorge, al principio, no puso muy buena cara, pero despu�s de
mis suplicas accedi�. Fui al ordenador y le respond�, dici�ndole que me
encantar�a que por fin nos conoci�ramos, que mi novio estaba de acuerdo con ello
y que si quer�a se pod�a quedar en mi casa. �Que nerviosa estaba...!
As� que nada, nos fuimos juntos a hacer la cena y el tema de
Juan Manuel lo pospon�a para ma�ana. Tendr�a que preparar el cuarto de
invitados, hacer la compra,... La cena fue muy amena, comentando los lugares que
podr�amos ense�arle y la "ruta tur�stica" que �bamos a seguir. Jorge tonteo un
poco con el tema de si me gustaba y que por eso estaba tan nerviosa. �Que
estupido era! Sabia que no era as� y que simplemente estaba nerviosa porque...
porque quer�a dar buena impresi�n.
Al d�a siguiente, como siempre, cuando revise el correo de
nuevo encontr� otro correo de Juan Manuel especific�ndome el d�a y la hora a la
que llegaban. Le escrib� dici�ndole que los ir�amos a buscar al aeropuerto, que
por eso no se preocuparan. En escasamente una semana estar�an aqu�. A Jorge le
comente lo que me pon�a en el e-mail para que esa noche (llegaban a las 9 de la
noche) no hiciera planes y fu�ramos a recogerlos.
Y por fin, despu�s de mucho ajetreo para ordenar y arreglar
todo llego el gran d�a. No me arregle excesivamente, unos vaqueros y una
sudadera, aunque como las dos prendas no eran muy holgadas marcaban
perfectamente mi figura. Y sentados en una sala, vimos llegar por los grandes
ventanales el vuelo de ellos y bajamos hasta el pasillo por donde ten�an que
entrar a esperarlos. Cuando los vi entrar, aunque solo reconoc� a Juan Manuel,
los abrace haci�ndoles mil preguntas sobre el viaje. Jorge me sigui�, algo
distanciado, e hice las oportunas presentaciones. Como era casi algo l�gico,
aunque no en aquellos momentos para mi, se pusieron a hablar los hombres por
delante nuestro y la novia de Juan Manuel y yo fuimos por detr�s comentando el
vuelo y me explico el motivo de su visita a Espa�a, que no era otra cosa que un
viaje sorpresa, incluso para ellos, para conocer el pa�s y claro, a nosotros.
Esto hizo que me sonrojara un poquito y enseguida llegamos al coche. Les
pregunte si ten�an hambre y me dijeron que si, que aun no se hab�an adaptado al
cambio horario. As� que en un rato est�bamos en casa.
Les mostr� cual seria su cuarto, despu�s de mil
agradecimientos por parte de los dos por dejarlos hospedarlos all�. Les invite a
que se tomaran una ducha mientras nosotros prepar�bamos la cena; antes, por
supuesto, les interrogue sobre sus gustos a la hora de comer. Como no hab�an
muchos problemas, les acerque un par de toallas y Jorge y yo fuimos a preparar
la cena mientras intercambi�bamos opiniones. Gracias a Dios, me dijo que �l le
hab�a ca�do de maravilla, que era un tipo muy simp�tico y que ten�an cosas en
com�n, y que incluso hab�an hablado un poco en ingles para que �l pudiera
perfeccionarlo (Juan Manuel vive en la costa sudeste de Estados Unidos, por lo
cual, aunque habla espa�ol, el idioma oficial all� es el ingles). Hice alg�n
comentario gracioso sobre la chica, que seguro que mientras todos dorm�amos �l
se despertar�a a violar a Rubi (la novia de mi amigo), porque la verdad es que
era preciosa. Despu�s de decir que era tontita y de besarnos, fui poniendo la
mesa, ya que la cena estaba a punto y deje de o�r el agua de la ducha.
El tiempo volaba mientras cen�bamos, comentando esto y lo
otro, yo casi hablando mas con Rubi que con Juan Manuel, ya que con el hablaba
mucho por Internet y muchas cosas ya las sab�amos uno del otro, as� que deje que
fuera mi novio quien conversara mas activamente con �l, para que fuera cogiendo
confianza. Yo lo hice con ella, ya que no sab�a nada, excepto su nombre. Ten�a
la misma edad de Juan Manuel y viv�an en el mismo barrio. Sin quererlo, poco a
poco la conversaci�n se fue desviando de tema y acabamos comentando cosas
intimas de pareja: la vida sexual, y despu�s de que ellos comentaran todas sus
aventurillas (que no eran pocas: tr�os, intercambios de pareja, exhibicionismo,
org�as,...) les contamos la nuestra, y sobre nuestro problema y las visitas al
sex�logo, pero que ahora estaba mejorando todo poco a poco. Estallaron en
carcajadas y nos ofrecieron su ayuda para lo que quisi�ramos. Con un gui�o
c�mplice dijeron que ellos quiz�s podr�an ayudarnos, siempre y cuando nosotros
quisi�ramos. Seguimos riendo Jorge y yo como queriendo salir del trago. Miramos
el reloj y les dijimos que era tarde (lo era, ya que entre unas cosas y otras se
hab�an hecho mas 3 de la madrugada); les acompa�amos al cuarto, les despedimos y
nos acostamos todos.
En esos d�as les ense�amos los lugares m�s notorios de
Barcelona, as� como los lugares mas concurridos para ir de fiesta.
Todas las tardes los llev�bamos por ah� para que vieran la
ciudad, pero una de ellas para cambiar, alquilamos un video y nos quedamos en
casa comiendo palomitas. Cuando acab� la pel�cula, nos dimos cuenta, Jorge y yo,
de que Juan Manuel y la novia se estaban toqueteando y manoseando. �l ya llevaba
una erecci�n tremenda y Rubi ya estaba sin camiseta, solamente con el sujetador.
As� que, cuando se dieron cuenta que la pel�cula hab�a acabado y que les
est�bamos mirando asombrados, con un gui�o de ojo nos invitaron a que hici�ramos
lo mismo. As� pues, Jorge, que se ve que le estaba empezando a gustarle eso de
tocarme y ponerse caliente mientras los dem�s ten�an el "privilegio" de mirar,
se puso manos a la obra. Yo, ciertamente no estaba mucho por la labor, pero
cuando Jorge empez� a quitarme la ropa mientras me besaba el cuello, las orejas,
los hombros, mis pechos, el ombligo... Yo ya casi no me daba cuenta de que en la
sala hab�an dos personas mas con nosotros, solo me dispuse a disfrutar de las
caricias que me proporcionaba mi chico. Me subi� un poco la falda negra de tubo
para poder abrirme las piernas y quitarme las medias con la boca.
�Que sensual me pareci� ese gesto! Me tumbo en el suelo, puso
un cojin en mis ri�ones para que alzara la cadera y despu�s de arrancarme el
diminuto tanga de golpe se adentro entre mis piernas para comerme el co�o con
una pasi�n tremenda, como si en ello le fuera la vida. A los diez minutos, mas o
menos, de lamer su preciada cosita de arriba abajo, mordisqueando mis labios
mayores y menores con sumo cuidado y saborear mi cl�toris, consigui� hacer que
me corriera. Hacia un rato que hab�a o�do los profundos gemidos de Rubi y Juan
Manuel, y es que ellos aprovecharon que Jorge me bajo al suelo para poder
follarse en el sof� sin molestarnos.
Ahora, ellos estaban practicando un 69. Jorge se levanto con
rapidez para coger la c�mara digital. En un principio pens� que era para
hac�rmelas a mi, pero cuando se acerco y vi que se arrodillaba frente al sof�
apuntando con el objetivo a nuestra pareja de amigos... Les hizo fotos de todas
las posturas: �l encima de ella, ella domin�ndole a �l, sentados, tumbados, a
cuatro patas, de lado, haciendo un 69, haci�ndole sexo oral � a ella y
viceversa, etc. A mi esto me puso muy cachonda, por lo que me tumbe, hice que
Jorge abriera las piernas y yo me puse debajo para poder comerme su gran y dura
polla. Juan Manuel y Rubi quedaron exhaustos; cogieron la c�mara que mi novio
llevaba y cuando se corri� en mi boca, Rubi nos dijo que nos pusi�ramos a hacer
el amor que iban a tomarnos fotos. Despu�s de haber llegado al cl�max, los dos,
tres veces y hacer varias fotos no solo de las posturas, sino tambi�n de las
corridas de Jorge y el semen por mis pechos, cara, espalda,... la sesi�n de
fotos acabo.
Al d�a siguiente, nos acercamos los cuatro a un fot�grafo de
confianza para que nos revelara las fotograf�as e hicimos una copia de cada una:
una para Juan Manuel y otra para nosotros.
En dos d�as nuestros nuevos amigos se tuvieron que marchar
hacia su casa, pero no sin antes prometernos que esa experiencia la tendr�amos
que volver a repetir y que la pr�xima vez que nos vi�ramos esper�bamos que fuera
all�, esta vez nos tocaba a nosotros ir. Con unas cuantas lagrimas en los ojos
(las mujeres), ellos se subieron al avi�n y nosotros volvimos a nuestro piso,
mientras coment�bamos aquellos d�as que hab�amos pasado.