Antes que nada le quiero aclarar a todos esos gueones
calientes que me han escrito que soy hombre, esta bien? y bastante hombresito
para mis cosas. Asi que dejense de propuestas gueonas y hagan criticas
constructivas hacerca del relato.
Paulina (II)
....Estaba a unos pocos metros de mi casa cuando divis� a mi
padre discutiendo fuertemente con nuestro vecino de al lado, un viejo con mas
menos 5 decadas encima, enemigo de �l desde que nos mudamos a esta casa ya que
asegura que mira de una manera descarada a cualquier mujer que se le cruce,
incluyendo a mi madre y a m�. Cosa que molesta sobre manera a un hombre recatado
como mi padre.
Cuando entre a la casa, ansiosa por ducharme y sacarme la
peste que me hab�a pegado aquel hombre, me cruce con mi madre y temiendo que me
preguntara por mi aspecto le indique por la ventana la pelea de mi padre con el
vecino con el objeto de distraer su atenci�n.
--�Paso algo?-Le pregunte, simulando inter�s.
--Estaba regando los �rboles del jard�n, cuando tu padre
sorprendi� a ese viejo gordo con un par de hombres que recogen la basura
mir�ndome y haciendo comentarios acerca de m�--Respondi� ella con un leve tono
de repugnancia.
--�Qu� pasa?, Parece que tambi�n empezaste a odiar al
vecino--Insinu� mientras entraba al ba�o.
--Si, ese degenerado me tiene arta--Replico alej�ndose a la
cocina.
Mientras me duchaba repase lo que me hab�a sucedido en el
bus. No entend�a que me hab�a pasado; como hab�a actuado, ni lo que hab�a
sentido. Al rato deje de quebrarme la cabeza haci�ndome esas preguntas y lo
volv� a vivir en mi cabeza, sin poder evitar masturbarme(por primera vez en mi
vida) con un dedo en la boca y el otro en mi trasero. Cuando me secaba me puse a
pensar en lo que hab�a provocado la pelea de mi padre con el vecino; pelea que
supon�a terminada ya que escuchaba a mi padre hablar con mi madre en la cocina.
Por lo que pude escuchar, la recriminaba por las prendas que usaba, muy peque�as
por cierto, que dejaban al descubierto sus hermosas piernas, su cintura y su
extraordinaria piel tostada. Antes de continuar debo decir que si hay una mujer
a la que envidie por su belleza esa es mi madre; su nombre es Susana y es
simplemente perfecta. Yo herede de ella todo lo que tengo; mis piernas largas y
bien formadas; mi cintura de Barby; mi hermosa y sensual carita y mis bien
formadas tetas, aunque debo decir que las de ella son de mucho mayor tama�o, lo
que provoca un desorden de hombres a su alrededor cuando sale de casa. Por esto
no me extra�o que el vecino y esos dos basureros, que yo supongo son los mismos
que me miran con cara de perros en celo cuando me los topo en la calle, hayan
estado mirando a mi mam�.
Esa noche tome mi diario, el cual llevo a todas partes, y
detalle mis experiencias de ese d�a sin poder evitar recrearlas en mi mente y
correrme otra vez.
Al d�a siguiente, en la escuela, no me pod�a concentrar en
nada y justo al principio del d�a me tocaba gimnasia. Clase dirigida por el
sue�o er�tico de mis compa�eros, la profesora Vivian. Esta no perdi� tiempo en
empezar la clase y yo, entre mi sue�o y mi desconcentraci�n, no pude seguirle el
ritmo, lo cual le extra�o ya que yo era su mejor alumna. Me pregunto que me
pasaba y le dije que me sent�a un poco mal. Ella me autorizo para ir a ducharme
y cambiarme. Yo contenta le hice caso y me fui a los camarines.
Luego de ducharme sal� de las regaderas envuelta en mi toalla
cuando me di cuenta que alguien estaba espi�ndome desde detr�s de unos
casilleros; lo note gracias a la figura que formaba su sombra en las rendijas de
su escondite. Me puse nerviosa y me sent� sin saber que hacer, al cabo de unos
minutos me calme y deduje que el voyerista deb�a ser el conserje de la escuela,
al cual me hab�a topado antes de entrar a los camarines. El conserje era un
hombre no muy viejo de unos 30 a�os; muy moreno de 1.60 de estatura conocido en
la escuela como el cojo Juan ya que al parecer tenia una pierna m�s corta, lo
que le provocaba una leve cojera al caminar.
De pronto empec� a sentir esa sensaci�n entre mis piernas al
saberme espiada por un degenerado que seguramente ansiaba verme desnuda. Esta
sensaci�n me descontrolaba y hacia que olvidara todos mis temores; ya era
consciente que me gustaban los hombres asquerosos que quisieran aprovecharse de
m� y gracias a ellos hab�a experimentado las sensaciones m�s placenteras de mi
vida, por lo que decid� dejarme llevar por mis deseos y darle algo para que
disfrutara ese maldito fisg�n (disculpen el vocabulario, pero me excita
insultarlos, me hace sentir ultrajada). Con esta decisi�n me pare lenta y
sensualmente mientras me quitaba la toalla.
Luego me incline a buscar una crema en mi bolso parando mi
trasero para que el fisg�n lo observara a gusto mientras simulaba no encontrar
lo que buscaba; al cabo de un rato deje de menear mi trasero y empec� a echarme
crema en las tetas totalmente descubiertas; las apretaba y pe�iscaba a gusto, lo
que provoco que me excitara m�s todav�a. Segu� aplic�ndome crema en el cuerpo,
esta vez bajando por mi cintura, llegando a mis piernas y repasando de una
manera muy coqueta mi trasero. Luego, producto del placer, olvide al desgraciado
que me espiaba y me dedique exclusivamente a darme placer con mis caricias,
haci�ndome terminar con una mano en mi zorrita y la otra con un dedo metido en
mi trasero. Volv� a mirar los casilleros, pero la sombra ya no estaba.
Luego de vestirme me dirig� al patio, donde la se�orita
Vivian segu�a con la clase, y me sent� a observar. Al paso de un rato vi como
desde la ventana de la oficina del director, estaban �ste y el cojo Juan mirando
detenidamente a la profesora que destacaba todas sus partes por sus transpiradas
y apretadas prendas de gimnasia; en un principio no me extra�o ya que la profe
tiene un lindo f�sico esculpido por el ejercicio, creando unas fabulosas curvas
entre sus piernas, trasero, cintura y pechos. Pero despu�s me acorde de los
rumores, que corr�an por la escuela, de lo deseoso que estaba el director con
ponerle las manos encima a la profe Vivian. Esto no me extra�o cuando lo o� ya
que es conocida la fama de caliente del director, incluso se rumoreaba que, pese
a su mala apariencia de gordo asqueroso y los a�os que lleva encima, este viejo
se habr�a cogido a varias profesoras que han pasado por la escuela. La raz�n, se
contaba, su enorme y siempre duro miembro. Segu� observando la clase y la manera
como admiraban a la profe estos dos morbosos cuando me percate que el cojo Juan
me miraba m�s a m� que a la profe lo que reafirmo mis sospechas de que �l era el
fisg�n de hacia un rato.
Ese d�a por reuni�n de profesores nos dejaron salir m�s
temprano de la escuela, olvide que lo hab�an anunciado la semana pasada as� que
fue toda una sorpresa para m�. Al bajarme del autob�s me sent�a muy excitada por
haber estado pensando en mi experiencia del d�a anterior durante todo el viaje,
solo quer�a llegar a mi casa a ducharme y acariciar mi cuerpo.
Cuando abr� la puerta de mi casa me pareci� que no hab�a
nadie y supuse que mi madre estaba en el supermercado o de compras. Me dirig� a
mi pieza a dejar mi bolso cuando escuche que alguien estaba en la habitaci�n de
mis padres, m�s precisamente en la cama de mis padres, supondr�n el sonido que
me llamo la atenci�n. Pens� en irme a dar una vuelta al parque para dejar a mis
padres en paz, para que mi pap� no perdiera el permiso que seguramente hab�a
conseguido en el trabajo para poder estar a esa hora en casa. Cuando sal� al
jard�n me quede pasmada al darme cuenta que el auto de mi padre no estaba. Mire
para dentro mientras miles de ideas me daban vueltas en la cabeza; obviamente la
que mejor acog�a era la de pensar que mi pap� hab�a prestado el auto o que lo
tenia en el taller, pero no negare que ni yo cre�a en eso, raz�n por la cual
decid� asegurarme de que los que estuvieran en la pieza fueran mi padre y mi
madre o por lo menos ninguno de los dos.
Entre otra vez a la casa, esta vez sigilosamente y con el
mayor de los cuidados, ya que si eran mis padres no los quer�a molestar. De esta
manera llegue a la puerta de su habitaci�n que, para mi suerte, solo estaba
junta. Record� que junto a la puerta hab�a un ropero que por la parte interior
de sus puertas tenia espejos, y por los a�os que tenia estas siempre se abr�an
solas, por lo que pens� que seria muy f�cil ver lo que pasaba en la cama sin que
me vieran. Abr� de la manera m�s cauta que pude la puerta, dejando solo el
espacio justo para poder ver la cama. Lo pens� unos segundos, enti�ndanme,
estaba asustada y no sabia con lo que me iba a encontrar. Me arme de valor y me
asome; no se como explicar lo que sent� en ese momento, cualquier cosa que les
diga quedara corta, simplemente quede paralizada y horrorizada.
Estaba mi madre tirada boca abajo sobre la cama con unas
pantys rojas hasta el muslo, que yo nunca le hab�a visto, las cuales eran
sujetadas por un porta ligas del mismo color, tenia un coj�n en el estomago lo
que hacia que su trasero se parara de una manera descomunal hacia el techo, ella
tenia agarradas las cobijas con las manos y pude notar como mord�a el otro coj�n
de la cama mientras, pese a sus ojos cerrados, sus lagrimas recorr�an sus
mejillas. Sobre ella, la figura de un hombre obeso, arremet�a con fuerza contra
el cuerpo de mi pobre madre, se notaba el tama�o exagerado de ese miembro, que,
yo supon�a por la posici�n, entraba y sal�a del trasero de mama; reconoc� que
aquel maldito que empalaba a mi madre ��era el vecino que el d�a anterior estaba
discutiendo con mi padre!!.
--�Eso maldita puta, quiero que te duela el culo!, �Quiero
abrirte como nadie lo a hecho!--El gordo le gritaba mientras ella empezaba a
gemir con una mezcla de placer y dolor.
De pronto mi madre empez� a gritar descontroladamente, lo que
agitaba y excitaba aun mas a ese maldito.
--�Aaaaaaaahhh!......aaaaaaaaaaayyy....deja mi culo, por
favor me duele--Rogaba mi madre--Te lo chupare pero dejame maldito, ya no
aguanto m�s.
--�A qui�n crees que enga�as?, S� muy bien que t� esta
gustando, si me pides que te suelte es para calentarme y que t� de m�s
duro--Respond�a el viejo mientras le pegaba fuertes palmadas en las nalgas,
dej�ndolas rojas por tantos golpes.
Me sent�a indecisa y asustada no sabia que hacer; por una
parte ella rogando que la dejaran, y por otra meneaba sus caderas respondiendo a
los fuertes embistes de ese maldito. No sabia si intervenir o no, no sabia si mi
madre era obligada o no.
--Ya sabes como me gusta terminar--dijo el gordo saliendo del
interior de mi madre y quedando de pie detras de ella.
Sorprendida por el tama�o de ese miembro y por la situaci�n
en la que estaba mi madre, siendo cogida por un hombre gordo, feo y m�s viejo
que ella; me excite observando como ella tomo sus perfectas y grandes tetas, se
arrodillo frente a su violador, y con ellas atrapo el enorme pico del maldito,
dejando fuera solo la h�meda cabeza de ese miembro la cual no tardo en capturar
con sus labios. Comenz� a hacerle una paja con sus tetas sin dejar de emitir
gemidos de excitaci�n, como esperando el merecido premio de la tarde. En un
momento la gran excitaci�n de mi madre fue evidente, estaba siendo victima de un
gran orgasmo; de lo que el maldito se percato dici�ndole--com�telo todo
perra--mientras agarraba fuertemente la cabeza de mama, oblig�ndola a tragar
todo lo que sal�a de su miembro. Cuando todo acabo mi madre quedo tirada sobre
la cama dejando que el viejo del vecino masajeara a gusto sus tetas.
No aguante m�s, la excitaci�n y rabia que sent�a me
impulsaron a salir huyendo de mi casa.
Sentada en el parque no me pod�a explicar como una mujer tan
hermosa como mi madre se dejara sodomisar por el asqueroso enemigo de su marido,
seria un poco m�s entendible si ese hombre fuera atractivo pero era un monstruo.
Quiz�s esa extra�a preferencia por los hombres asquerosos que sue�an con
poseerte a toda costa, sea algo heredado de mi madre, idea que pronto olvide al
recordar a mi padre que era lo que se podr�a llamarse un hombre atractivo.
Confundida aun por lo que hab�a sucedido, decid� decirle a
mam� lo que hab�a visto, y dejar que ella me explicara. Ya era la hora en que yo
llego normalmente del colegio as� que me fui a casa.
Cuando llegu�, mi madre estaba haciendo aseo en su dormitorio
seguramente para limpiar cualquier residuo de lo que podr�a haber dejado lo
acontecido en aquella habitaci�n. Me dirig� directamente a ella y antes que me
faltara el valor le confes� lo que hab�a visto y le exig� respuestas y
explicaciones. Ella inmediatamente exploto en llanto dici�ndome que la
perdonara, que ella nunca habr�a buscado lo que paso y que no era su culpa. Le
pregunte por que entonces se dejaba poseer por ese animal y me pidi� que la
escuchase.
Ella me cont� que un d�a, a media tarde decidi� darse un ba�o
ya que hacia mucho calor, ya en la ducha olvido cerrar la ventana del ba�o, a lo
que no le dio importancia ya que no se divisaba ninguna ventana en la casa
vecina y adem�s a esas horas el vecino deb�a estar trabajando. No hubo ning�n
problema hasta que dos d�as despu�s encontr� un sobre bajo la puerta que
conten�a una foto suya desnuda en la ducha. Se notaba que la foto hab�a sido
tomada a trav�s de un orificio, por lo que dedujo que el fot�grafo era el
vecino. Asustada por la reacci�n de mi padre no le cont� nada ni hizo nada al
respecto. Al d�a siguiente recibi� otro sobre con una foto similar en su
interior y al tiempo que ocultaba el sobre junto al anterior, son� el tel�fono.
Al responder oy� la voz del vecino que se disculpaba por haberle tomado las
fotos y que quer�a devolv�rselas, y as� empezar una nueva relaci�n con nuestra
familia, para esto le pidi� que fuera a su casa a buscar las fotos y los
negativos y de paso a tomarse un refresco con �l. Mi madre acepto ya que
resolv�a todos sus problemas y destru�a todos sus miedos de que esas fotos las
viera mi padre.
Al llegar a la casa del vecino este le ofreci� de inmediato
un baso de vino, el que mi madre acepto y al poco rato termino. Los dos se
enfrascaron en una amena conversaci�n; discutieron varios temas durante
aproximadamente una media hora, en la cual mam� ya se hab�a tomado varios vasos
de vino, hasta que el vecino le pregunto si alguna vez le hab�a sido infiel a su
esposo; mi madre sorprendida por la pregunta le contesto que nunca se le hab�a
siquiera pasado por la cabeza; el hombre al verla inquieta por la direcci�n que
tomaba la conversaci�n le pidi� que se calmara y que tuviera confianza en la
discreci�n con que �l tomar�a todo lo hablado con su nueva amiga y vecina. Mi
madre, un poco bebida ya, se calmo y volvieron a esos temas sin mucha
importancia ya que era temprano y tanto yo como mi pap� �bamos a tardar un par
de horas m�s en llegar.
Ella me cont� que los dos estaban sentados en el mismo sill�n
de tres piezas, uno en cada esquina del mismo, ella cruzada de piernas, con la
falda de verano que llevaba, expon�a su tersa y suave piel hasta medio muslo; �l
hombre supo llevar la conversaci�n describiendo sus anteriores matrimonios y
cont�ndole a mam� los gustos sexuales de sus ex-esposas, le pregunto de una
manera muy natural que como era la vida sexual de una mujer tan hermosa como
ella; mi madre le respondi� que no sabia si deb�a hablar de ello con un extra�o,
a lo que el vecino le repuso que no tenia que preocuparse ya que �l no era un
extra�o y, mientras volv�a a llenar el vaso de ella, le rog� que le contara. Mi
madre, que aun no tenia las fotos en su poder, cedi� y le cont� que con su
esposo la vida sexual era muy com�n, que ella nunca se hab�a metido nada en la
boca ni en su trasero y tampoco ninguna posici�n rara. Mientras ella hablaba de
esto sinti� como su entrepierna se estaba mojando y muy extra�amente se hab�a
empezado a excitar. El hombre dijo estar muy asombrado que el due�o de una mujer
tan espectacular como ella no la disfrutara del todo; mi madre sonrojada le
agradeci� por el piropo. El vecino le dijo que no tenia que agradecer ya que �l
solo dec�a la verdad y aprovechando la oportunidad le empez� a decir que siempre
le hab�a fascinado su cuerpo; Mi madre guardo silencio; el hombre aprovech�ndolo
empez� a alabar sus piernas, que eran largas y hermosas, siguiendo por su
trasero parado y voluminoso; tambi�n dici�ndole que no pod�a dejar atr�s esa
hermosa cintura y su carita de modelo. Mi madre trataba de parar las piropos de
alto grado que le estaba diciendo aquel sujeto, pero su estado de
semi-embriaguez y excitaci�n no la dejaba, a cada palabra que elogiaba su cuerpo
este respond�a con la tierna humedad de su entre pierna y la dureza de sus
pezones. Por fin con gran esfuerzo le dijo que por favor parara, y que ya tenia
que irse por lo que necesitaba las fotos; el vecino se levanto y se ausento por
dos minutos volviendo con un sobre en la mano; se las entrego a mi madre y esta
al comprobar la existencia de los negativos en el sobre se dispon�a a irse
cuando el due�o de casa le dijo que si pod�a pedirle un favor muy grande; ella
le dijo que mientras pudiera no habr�a problema; el viejo temeroso le pidi� si
pod�a mostrarle sus pechos ya que a �l le maravillaban y so�aba con verlos de
cerca; a mi madre la petici�n le provoco una excitaci�n que casi la lleva al
orgasmo, pero disimul�ndola muy bien se neg� rotundamente; el viejo le rojo que
se apiadara de �l ya que nunca, por su aspecto, ninguna mujer tan espectacular
como ella lo har�a. Mi madre lo pens� y al final fue seducida por los tragos que
hab�a bebido, los ruegos y la excitaci�n que estos le provocaban; le dijo que se
los mostrar�a con la condici�n que no tratara de tocarlos a lo que el viejo
obviamente accedi�.
Mi mam� tra�a puesta una polerita de estas con tirantes los
cuales bajo lentamente, seg�n me confeso, para seguir regocij�ndose con la
excitaci�n de aquel viejo. Ese gordo realmente estaba inquieto mientras ella se
quitaba el sujetador, sentada ahora en medio del sillon.
Al estar ella con su polerita enrollada en la cintura y su
sujetador en el suelo, el viejo quedo pasmado de pie frente a ella, por las
esplendorosas tetas liberadas frente a �l, lo cual le extra�o un poco a mi madre
ya que �l las hab�a visto en las fotos y cuando tomo las fotos. Ella se dio
cuenta que la evidente excitaci�n de aquel hombre se deb�a a que ella se las
hab�a mostrado voluntariamente, lo que a ella le provoco una excitaci�n nunca
antes experimentada. Hay estaban, �l excit�ndose mirando desde todos los �ngulos
las tetas de mi mam�, y ella excit�ndose mirando la morbosidad de aquel hombre
crecer.
Seguramente al percatarse de los excitados pezones de mam�,
el vecino le suplico que le permitiera tocarlos, mi madre inmediatamente se tapo
los pechos y le dijo que eso si que no, solo su marido pod�a tocarla. El viejo
insisti� dici�ndole que su esposo nunca lo sabr�a, y que �l de verdad necesitaba
tocar tan enormes y perfectos melones. Al escuchar que ese gordo se refer�a a
sus pechos como melones, mi madre se estremeci� de la excitaci�n que recorri� su
cuerpo y liberando sus esplendorosas tetas le dio autorizaci�n a tocarlas
siempre y cuando dejara de hacerlo cuando ella se lo dijera. El viejo sobre
excitado se sent� a su lado y empez� a acariciar las tetas de mi madre
lentamente disfrutando cada cent�metro de estas. El viejo tomo una en cada mano
y las apretaba cada vez con m�s fuerza, formando una hermosa rajita entre las
dos. Mi madre miraba la desesperaci�n en los ojos del viejo y se sent�a como la
puta m�s caliente del mundo al calentar a un hombre de esa manera. El viejo le
pregunto: �su marido le toca las tetas de esta manera?... a lo que mi madre,
excitada por el vocabulario del vecino, sinceramente respondi� que no--�y te a
estrujado los pezones?--sigui� preguntando a lo que mi madre tambi�n respondi�
negativamente, lo que le basto al viejo para apretujar uno de sus pezones,
provocando que mam� gimiera pausadamente mientras miraba lo que le hac�an a sus
pechos--�alguna vez te han besado las tetas?--no, respondi� ella en medio de
delicados gemidos al tiempo que el regordete viejo pasaba la lengua lentamente
desde la base de su seno derecho hasta un poco m�s arriba del pez�n; lo que
basto para que mi madre dejara de mirarlo y cediendo a su excitaci�n cerro los
ojos dejando caer su cabeza contra el respaldo del sill�n.
El viejo consiente de la vulnerabilidad de mi madre, puso una
de sus manos sobre la rodilla de mama y empez� a subir por su muslo mientras
chupaba con descaro las tetas desprotegidas ante �l--no, pare por
favor--susurraba mi madre, mientras desgarraban su ropa interior. Su voz ped�a
que la soltaran pero su cuerpo, ya de espaldas sobre el sill�n, solo tironeaba
d�bilmente al agresor; est�, excitado por la placentera negativa de mi madre,
manoseaba con desesperaci�n su culo y entre pierna.
El regordete viejo paro su alocada carrera de excitaci�n y se
paro frente a ella. Bajo lentamente sus pantalones liberando, seg�n dijo mi
madre, una verga dos veces m�s grande que la de pap�. Mi mam� asustada se volvi�
a sentar en el sill�n, y cuando intento tomar su sujetador, el viejo de un
fuerte empuj�n la volvi� a sentar.
--Espera un momento Susana, �vez eso?--dijo se�alando lo que
parec�a ser el lente de una grabadora escondida sobre un mueble--es una
c�mara...bueno y tu sabes, a buen entendedor pocas palabras.
En ese momento broto una lagrima que, acariciando lentamente
la mejilla de mam�, fue a dar a sus grandes pechos. Ella comprendi� que estaba
perdida.
El viejo, despojado completamente de sus pantalones, se puso
de rodillas sobre el sill�n con una pierna a cada lado de mi madre, posando su
miembro entre sus tetas.
--Toma tus melones--ordeno el viejo--sep�ralos para que mi
verga se acomode entre ellos--segu�a dando instrucciones mientras mi madre
obedec�a, notablemente de mala gana.
Mam� estaba siendo pose�da por sensaciones nunca antes
experimentadas, sent�a odio y repulsi�n por aquel viejo pero no pod�a dejar de
admirar con disimulo aquel enorme aparato de carne, que nac�a de ese cuerpo
arrugado y grasiento. Simplemente estaba caliente porque la iban a violar.
--Bien, ahora vuelve a apretarlos--ordeno el viejo, mientras
ella, con sus tetas, rodeaba por completo el ancho miembro que, gracias a su
largo, florec�a unos 10 cm por entre las tetas de mam�.
Mi madre hab�a sido sincera con aquel maldito cuando le digo
que nunca hab�a hecho ese tipo de cosas, por lo que su inexperiencia era un
manjar para su enfermo chantajista. Est� ayudo a mam� a agitar sus tetas para
que, seg�n �l, aprendiera a hacer "rusas". El gordo meneaba sus caderas,
penetrando bruscamente entre las tetas de mam�, que sent�a el roce del capullo
del viejo en su barbilla; roce que dejaba vestigios de humedad cerca de su boca.
--Nunca te hab�an cogido las tetas, no es cierto puta--gemia
aquel viejo, mientras mi madre se excitaba por la agresi�n verbal de que era
victima--Eres una hermosa virgen para m�....tienes sin explorar tus agujeros m�s
ricos...y ahora est�n a mi merced para que yo los perfore como quiera.....me voy
a culear a la virgen m�s rica de la tierra....porque te aseguro que eso sentir�s
cuando te clave este aparato--vociferaba, convencido de la superioridad de su
miembro sobre el de mi padre, al momento que mi madre era victima de un
estruendoso orgasmo.
--Aaaahh....nnoooo....aaaaahh....--gem�a mi madre mientras
que, victima del orgasmo que sufr�a, lam�a el capullo del viejo cada vez que
estaba a su alcance.
El gordo agarro la cabeza de mam� y le meti� violentamente su
garrote en la boca. A lo que mi madre respondi� chupando descontroladamente ese
enorme dulce que le obligaban a comer.
El viejo, pese a la desesperada resistencia de mam�, aparto
el miembro de la boca de su victima. Se paro y de un brusco movimiento la puso
en cuatro patas sobre el sill�n.
--Tienes un perfecto culo, quiero que lo pares para m�--gimi�
con indescriptible excitaci�n.
Mi madre, mientras cacheteaban su trasero, obedeci�. El
viejo, sin previo aviso, penetro violentamante la concha de mi madre.
--��AAAAAAhhhhhhh!!-grito del dolor que le produc�a ese
enorme pedazo de carne enterrado hasta los testiculos en su interior.
--��Su�ltame, viejo asqueroso!!......��Me
lastimas!!....���Por favor d�jeme, me duele mucho!!!...���S�quemelo por
favor!!!--rogaba mi madre, resisti�ndose in�tilmente al brutal ataque de su
violador.
El viejo tenia raz�n al decir que desvirgar�a a mam�, pues
por lo menos ella lo sent�a as�. Al cabo de un rato los embistes del viejo
fueron m�s violentos, convirtiendo el intenso dolor de mi madre en una
excitaci�n inaguantable.
--�Sabes por que estas tan excitada puta?--pregunto el
viejo--porque puse un polvito m�gico en tu vino....se que no te puedes aguantar,
ni siquiera ahora que lo sabes--termino de decir, arremetiendo con m�s fuerza
contra el cuerpo de mi madre, que respond�a a sus envistes clavando su parado
culo bajo la panza del gordo.
Mi madre, al darse cuenta de la trampa en la que hab�a ca�do,
no pod�a evitar sentirse como una tonta putita a la cual se la estaba follando
un viejo que siempre quiso ultrajarla. Se sent�a enga�ada y utilizada, pero no
pod�a evitar sentir una excitaci�n desconocida para ella, mientras su cuerpo era
pose�do por ese viejo asqueroso, lo que por fin la llevo al orgasmo m�s fuerte
de su vida.
--Ven, date vuelta y bebe de mi verga--gimi� el viejo
mientras volv�a a poner su miembro entre las tetas, y dentro de la boca de mi
madre.
Mi madre emiti� todo tipo de sonidos mientras se beb�a hasta
la ultima gota del semen de aquel viejo que la hab�a ultrajado por medio del
chantaje. Mam�, exhausta, por fin libero el miembro h�medo y lacio del gordo
que, de inmediato saco la cinta de la c�mara, y dici�ndole--esto me hace due�o
de tu cuerpo--se retiro.
Mi madre llorando se fue a casa y desde entonces (hacia ya
una semana) se la hab�a estado follando; cuando, como y por donde hab�a querido
a m� adorada madre. Incluso su virginal orificio posterior hab�a sido profanado,
acto que yo misma hab�a presenciado unas horas atr�s.
Triste y disimuladamente excitada le dije que no se
preocupara, que yo guardar�a el secreto. Acto seguido ella seco sus lagrimas y
se consol� dici�ndome que ese hombre se aburrir�a de ella en un mes o dos y que
nos podr�amos olvidar de todo eso. Ella se excuso y fue al ba�o en donde mi o�do
crey� escucharla gemir. Por un momento pens� que rememorar su primer ultraje la
hab�a conducido a la inevitable masturbaci�n, pero pronto lo olvide y me fui
enfadada (con el maldito viejo de al lado) y excitada (por la historia de mi
madre) a masturbarme a mi habitaci�n.