Parte I: Comienzo
Les contare una historia humana. Por lo general no me interesa lo que les ocurra, pero esta vez me siento atraida por la chica.
Erase una vez una bella joven que vivia encerrada en una torre. Su nombre era Rapunzel, y su dorado cabello, jamas cortado desde que nacio, se extendia por metros enrredandose en rincones de la unica habitacion de su prision.
Pasaba los dias pintando e imaginando historias para no aburrirse en su limitado mundo. A pesar de su constante aburrimiento y soledad, cada vez mas notorio a medida que crecia, y de poder bajar de la torre usando su cabello, por alguna razon jamas habia salido. Tal vez era el miedo a lo desconocido o tal vez alguna fuerza se lo impedia...
Una ma�ana pintando escucho gritos a lo lejos. Nunca le habia sucedido algo asi, reconocia que eran humanos, pero no habia visto uno en su vida ademas de su reflejo en el espejo. Curiosa y algo nerviosa se asomo a la ventana sin saber que hacer ni pensar. De pronto, de entre unos arbustos cercanos aparecio un muchacho agitado y cuando vio la torre corrio directo hacia ella y sin encontrar otro entrada ademas de la ventana en la cima, comenzo a escalar desesperadamente.
El joven exhausto al fin entro por la ventana y se quedo unos momentos sentado en el suelo jadeando. Luego de unos instantes miro a su alrrededor y desccubrio frente a el una hermosa chica que lo miraba entre intrigada y asustada. Su pelo era rubio y extremadamente largo, su rostro era tierno e inocente con unos grandes ojos verdes. No llevaba prenda alguna dejando ver por completo su sensual y joven cuerpo, su piel no tan blanca sino algo bronceada, sus redonditos y perfectos senos (no muy grandes en verdad), su delgado abdomen, sus deliciosas piernas y su sellada vagina coronada apenas por unos bellos dorados.
Cuando recupero el habla se apresuro a decir intentando ponerse de pie:
-Lo siento... no pense que estuviera alguien viviendo aqui... no te hare da�o...-hablo nervioso evitando mirarle el cuerpo por respeto.
-Pues yo tampoco te hare da�o... �quien eres?- dijo ella ya sin miedo y con sumo interes.
-Me llamo Petter... tengo 15 a�os, y tu?- dijo haciendo una reverencia
-Rapunzel y no estoy muy segura de mi edad pero creo que 16.- respondio intentando copiar el gesto
Asi comenzo la relacion entre los dos chicos. El iba a verla todos los dias, subia por la cabellera de ella y la acompa�aba. Se dedicaban a pintar y Petter le contaba historias del mundo exterior, lo que a Rapunzel le fascinaba. Pero antes de oscurecer el siempre se iba de prisa y se internaba en el bosque desapareciendo a los ojos de la joven.

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