Siempre que habl�bamos por tel�fono con mi madre ella lloraba, dici�ndome lo
mucho que me extra�aba, y lo que me necesitaba, a m� eso me part�a el alma. En
este tiempo mi madre se hab�a separado de mi padre, cosa que no me extra��
mucho, porque hacia mucho tiempo que las cosas no andaban bien con ellos.
Sabiendo que mi madre no estaba muy bien, no dud� en invitarla. Sin pensarlo, al
ofrecerle mi invitaci�n ella dijo que s�. Pero no quer�a viajar sola, as� que lo
hizo con una de mis t�as. Ella, mi madre, tiene 42 a�os, mi t�a ten�a en 35
a�os, eran y son, unas mujeres muy hermosas. Mi madre siempre fue muy linda.
Aunque nunca la hab�a mirado como una mujer sexy. Sab�a que lo era, por la forma
de ser ella, atrevida y provocativa. Mis amigos siempre me lo dec�an, cosa que
siempre me molestaba. Pero muy dentro de m� sab�a lo atractiva y apasionada que
ella era. Llego el d�a. Las fui esperar a aeropuerto. Fue reencuentro muy
emotivo. Las dos estaban hermosas, muy sexy, mi t�a con pantal�n de cuero,
ajustado, marcando todas sus curvas, y una remera muy ajustada, delineando muy
bien sus pechos, lo cual no paso nada desapercibida entre toda la muchedumbre.
Mi madre, siempre fue m�s cl�sica, pero aun as�, mucho m�s sexy. Una pollera muy
corta, hasta las rodillas, unos tacos muy altos, una camisa, transparente, que
dejaba ver sus hermosos pechos, debajo de su corpi�o de encaje.

Despu�s de un mes de estar en casa, la est�bamos pasando muy bien. Yo me
sent�a muy a gusto con ellas y al parecer ellas tambi�n. Cada uno ten�a su
habitaci�n. Yo siempre llegaba tarde de mi trabajo y ellas me esperaban, junto a
mi novia, para cenar.

Tendr�a que hacer un capitulo aparte, s�lo para hablar de ella. Mujer
f�sicamente perfecta. Es y ser� hermosa, medidas espl�ndidas. Y lo que m�s me
gust� de ella es su devoci�n al sexo.

Esa noche, salimos con mi novia, los dos solos. Una noche normal de una
pareja. Y al regreso, sexo y m�s sexo en mi habitaci�n. Ese d�a los dos
est�bamos muy excitados, lo pasamos realmente bien. Ella gem�a como nunca, que
seguramente esos gemidos los hab�a escuchado mi madre o mi t�a. Est�bamos los
dos agotados, mi novia se durmi� profundamente. Y fui a buscar desnudo algo de
tomar.

Voy hasta la cocina y al regreso, siento unos ruidos. Me paralizo. Y no sab�a
qu� era. O por lo menos no quer�a imaginar que era. Efectivamente eran susurros
de excitaci�n, proven�an de la habitaci�n de mi madre. No lo pod�a creer. Era mi
madre, masturb�ndose me pregunt�. Segu�a sin querer creerlo. Sigilosamente abr�
la puerta de la habitaci�n y vi, a trav�s del espejo, a mi madre masturb�ndose
delicadamente. Mi erecci�n fue instant�nea. Se masturbaba entre las sabanas, mi
morbo quer�a ver m�s. Casi como escuch�ndome se destapa del todo y veo su mano
entre sus piernas, recorriendo dulcemente cada rinc�n de su vagina, penetr�ndose
tiernamente. Con la otra mano entre su camis�n de seda, se acariciaba sus
pechos, se los pellizcaba, era grandioso. Era mi madre masturb�ndose. Mordi� el
camis�n, para no gritar, porque obviamente estaba por llegar a un majestuoso
orgasmo. Sent�a el perfume de mujer ardiente en la habitaci�n, me estaba
volviendo loco. Y vi c�mo llegaba a un orgasmo, sus gemidos entre cortados, su
repicaron agitada... y con un final que me dej� total paralizado. Entre su
cuerpo deseoso y el silencio de la noche, dijo... mi nombre. Paralizado por
aquella situaci�n, encendi� en mi conciencia los pensamientos m�s morbosos,
quer�a buscar junto a ella la suma nuestro placer, estaba listo para hacer amado
por mi madre.

Lentamente me fui a mi habitaci�n. Mi novia me pregunt� qu� me pasaba, al
verme tan excitado. Me mir�, sonri� y me dijo: Mi amor, c�mo estas hoy. Hice el
amor con mi novia, como nunca, pero pensando �nicamente en mi madre.

Pas� toda la noche recordando lo ocurrido. Aunque, trat� de olvidar todo pero
me fue imposible. Al otro d�a como todas las ma�anas anteriores mi madre se
levant� a prepararme el desayuno antes de irme a trabajar. Mi novia segu�a
durmiendo, hab�a tenido una noche muy apasionada.

Al verla a mi madre, aquella vez, no fue como todas las ma�anas. Ten�a puesto
un vestido largo, con un gran escote en sus pechos. Estaba preciosa. Observ� sus
pechos, no estaba utilizando nada m�s que un vestido, y seguramente y diminuta
tanga. Sus pezones se marcaban en el vestido. Ella se dio cuenta que algo me
pasaba. Y me lo pregunt�.

- Qu� te pasa mi amor. - Nada, tan s�lo te aprecio. Te dije alguna vez que
sos hermosa. Le contest�. - S� muchas veces, me contest� y me volvi� a preguntar
: �Qu� te pasa? - La mir� a los ojos y obviamente no le pude decir que quer�a
gozar con ella. Despu�s de unos segundos de silencio. Mientras hac�a que miraba
el diario. Ella se acerc� y me dice:

- Amor, no quiero entrometerme en tu vida, pero anoche, veo que la pasaron
muy bien con tu novia.

No dije nada tan s�lo la miraba.

- No es por m�, mi amor, pero record� que est� tambi�n tu t�a. - �Se escuch�?
Pregunt�. - S� y c�mo Me contest�. - Sonr�o, y le pido perdon, dici�ndole que no
fue nuestra intenci�n. Ella me acarici� muy tiernamente mi cara, diciendo:

- Me encant� escucharlos hacer el amor. - Mi sonrisa se borr� de mi cara. Y
ella se par� y se fue a su habitaci�n. No pod�a creer lo que estaba pasando. Me
dirig� hacia la habitaci�n donde estaba ella, golpeo y pregunto si pod�a entrar.
A lo que contest� que s�. Entr�, y sent� otra vez, ese aroma a mujer excitada,
de la noche anterior.

- Me estaba por cambiar me comenta - Por qu� dijiste que te gust�, pregunt�.
- �Qu� cosa ? me responde.

La mir� seriamente.

- Mi amor, no pens� que te hab�a molestado, tan s�lo dije que me gusta sentir
como los dem�s disfrutan del buen sexo, y especialmente mi hijo. - Para eso
momento yo llenos de deseos hacia ella. Le pregunt�:

- C�mo pod�s decir eso mam�, soy tu hijo. - Se sent� a mi lado. Y no pude
evitar mirarle el escote. Ella me dice:

- Soy tu madre, y t� me miras los pechos, �qu� diferencia hay?.

Cerr� los ojos, me tom� la cara con mis manos. Diciendo:

- �Qu� pasa mam�. ?

Ella me sorprende con otra pregunta:

- �Te parezco atractiva?.

Sin pensarlo le digo que es hermosa, siempre me pareci� hermosa. Y me
sorprende otra vez. - Anoche te vi amor, c�mo hac�an el amor con tu novia, y me
encant�.

Mientras tanto me segu�a acariciando pero ahora la pierna. Y le contesto:

- Anoche te vi c�mo te masturbabas.

Se detuvo. ���Me viste!!! Sorprendida aclam�. Y despu�s de unos segundos me
pregunt�:

- �Qu� te pareci�? - No lo pod�a creer mama, estaba muy excitado, me encant�.

Ella sin pensarlo dirigi� su mano a mi bulto. El cual era bastante visible .
Al tocarme ella, mi madre, me recorri� tu terrible escalofr�o. Pero yo no dud�,
en dirigir mi manos a sus pechos. Ella me masturbaba sobre el pantal�n. Yo
acariciaba sus pechos, sobre su vestido. Lentamente corr� los breteles de sus
vestido. Y vi sus hermosos pechos, sus pezones erectos... era todo un sue�o. Sin
pensarlo dirig� mi boca a ellos. Antes de rozarlos con mi boca, ella ya estaba
gimiendo. Al tocarlos con mis labios, me abraz�, y se dej� caer sobre la cama.
Ah� comenzar�a todo. Me acomod� sobre ella. No dejaba de besar sus pechos,
morderlos, pellizcarlos... ella ya hab�a buscado mi pene por debajo de mi
pantal�n. Sus palabras eran: no pares mi amor, segu�, soy toda tuya... como tu
novia. Me volv�a loco. Me par�. Y me desnud� quedando a la vista con mi pene
erecto. De un solo empuj�n le saqu� el vestido. Y sent� una oleada de perfume de
mujer excitada. Fui directamente a su boca. Nos besamos como nunca lo hab�a
hecho con alguien. Mientras frotaba mi pene, sobre su vagina h�meda, ella mov�a
sus caderas. La mir� a los ojos, y dirig� mis manos a su centro de placer.
Lentamente le saqu� su tanguita. Y llegu� a sentir su calor con mis dedos, la
penetr� con mi dedo.

- �As� lo hac�as anoche? O mejor- - Ella no dejaba de gemir. La masturb� por
unos minutos. Hasta que le saqu� mis dedos y los coloqu� en su boca. Me los
limpi� con una buena perra. Y lentamente fui con mi boca, a su centro de pasi�n.
El aroma era penetrante. Pero sin pensarlo, comenc� a lamer su vagina. Mi lengua
la estaba violando. Y no dejaba de gemir, hasta que lleg� a un orgasmo, sent�
todos sus jugos en mi boca. Casi rog�ndome me dice que la penetre. Sin pensarlo,
me pongo sobre ella, y tomo mi pene, y le rozo intencionalmente sobre su vagina,
hasta que ella misma me lo agarra, y se lo mete brutalmente. Sent� que estaba en
las nubes. Ese calor era incre�ble. Comenz� un movimiento majestuoso, era una
princesa mi madre en la cama. Yo la acompa�aba. Me rode� con sus piernas, y
brazos. Yo segu�a con mis movimientos, hechizado por la pasi�n de mi madre,
abraza muy fuerte y llego a un hermoso orgasmo, el cual me provoca que acelere
mis movimientos de penetraci�n, ya son con locura... se siente el golpe de
nuestra piel, y nuestros jugos. Me abraza otra vez con mucha fuerza, y yo siento
que estoy a punto de estallar... y con fuertes movimientos derramo todo mi
n�ctar dentro de ella, gozo... Dios m�o... �Qu� hermoso!. Caigo rendido sobre su
cuerpo desnudo, me suelta y se relaja. Me mira a los ojos. Y me dice: - Sos
hermoso mi amor. Antes que yo diga algo, me tapa la boca con sus dedos
tiernamente. Me pide que no salga, que me quede, que me quiere sentir. Yo pod�a
creer lo que hab�a pasado. Pero realmente fue estupendo. Nos hab�amos olvidado
de todo, y de todos, en esos minutos. Hasta que yo comienzo levantarme y me
siento al costado de la cama. Y ella se tapa con la sabana. Nos dijimos nada,
tan s�lo nos sore�mos con complicidad, y mis �nicas palabras fueron,- No me
arrepiento, sos hermosa. Y me dirijo buscar un beso que nos lleve al infinito.
Pero en ese momento sentimos un ruido. Obviamente nos hab�an visto. Era mi t�a,
o mi novia, o las dos.

Pero esa es una historia que otro d�a les contar�.

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