�Yo me pregunto cuantas veces he quitado el polvo de estos
estantes en todos estos a�os?" Lucia se preguntaba esto mientras rob�ticamente
realizaba la misma rutina semanal desde hace 32 a�os.

Y es que estos 32 a�os casada con Juan, no hab�an sido
f�ciles, casada desde los 22 a�os, pr�cticamente hab�a compartido toda su vida
con El, embarazada a la edad de 24, 26 y 27, tuvo tres hijos los cuales ya
hab�an crecido y hab�an hecho sus vidas, todos casados.

Ahora ella se preguntaba que hab�a hecho toda su vida, aun
permanec�an en la granja que su esposo hab�a adquirido cuando se casaron, pero
ahora que su esposo Juan, quien era ocho a�os mayor que ella, hab�a tenido un
descenso en su salud, ella se preguntaba que har�an. Dos infartos lo hab�an
amenazado en los �ltimos a�os, combinados con dolores de espalda y hombros, que
eran ahora mas frecuentes. Aunque con todo esto ten�an una vida tranquila, Lucia
pod�a a�n poner su cabeza en la almohada junto a la de su esposo y agradecer por
todas las bendiciones.

En otro Lugar muy lejano, una chica de 27 a�os, hablaba con
su esposo, dici�ndole que se encontraba preocupada por la salud de su padre, que
desde que su madre le hab�a escrito para contarle sobre la situaci�n en que
estaban, ella no tenia mucha tranquilidad, y es que como su madre le hab�a
escrito, su padre estaba un poco delicado por lo que no pod�a hacerse cargo de
la enorme granja que pose�an. Ella le dec�a a su esposo que sus otros hermanos
estaban demasiado comprometidos en sus trabajos para dedicar un tiempo a ayudar
a su padre en la granja, su esposo al ver la preocupaci�n le dijo que si ella
estaba de acuerdo, El sacar�a un permiso en su trabajo he ir�a ayudarlos, ella
estuvo muy contenta y le dijo que eso la har�a muy feliz. As� es que mientras
ella segu�a en su trabajo, El ir�a a ayudar a sus suegros, seria por unas
semanas mientras las cosas sal�an adelante.

As� fue como Roberto manejo durante muchas horas hasta el
pueblo donde Vivian sus suegros.

Lucia pensaba en la ayuda que les brindar�a su yerno en la
granja, aunque su marido era un hombre muy duro, El deb�a admitir que la ayuda
de su yerno seria muy buena, aunque no se hab�an tratado mucho por la lejan�a en
que Vivian, ellos sab�an que Roberto era un buen hombre y que hacia muy feliz a
su hija.

Cuando Roberto llego a la granja, estaba un poco nervioso,
sus suegros lo recibieron muy amablemente, conversaron durante varias horas,
hasta que cansado Roberto decidi� retirarse a la habitaci�n que hab�an
acondicionado para su nuevo hu�sped sus suegros. El d�a siguiente adem�s seria
duro, se levantar�an temprano, tomar�an un caf� y desayuno y luego saldr�an a
cuidar los animales y trabajar las grandes hect�reas de terreno.

As� fueron pasando los d�as, mientras Roberto se acostumbraba
a su nueva rutina en casa de sus suegros, le gustaba en realidad aprender a
manejar todas las labores de la granja y el trabajo resulto ser mas placentero
de lo que imagino, aunque muchas veces extra�aba a su esposa, tan lejos de El, y
cuando mas la extra�aba era en aquellos momentos en que el deseo sexual se
manifestaba aun a pesar de todo su cansancio.

"Pobrecito Roberto, me imagino que debe extra�ar mucho a
nuestra hija, hoy mientras compr�bamos las cosas en el pueblo, lo pille mientras
miraba a una de las chicas de la tienda", Dijo Lucia a su esposo, una noche
mientras permanec�an en la cama, antes de dormir.

"Si debe ser duro estar lejos de su esposa, mas que es un
hombre adulto, con muchas necesidades" Dijo Juan

"Quiz�s podamos lograr que nuestra hija venga unos d�as,"
agrego Lucia

"No creo, recuerda que por sus labores en la oficina, es casi
imposible" le respondi� Juan.

Mientras dec�a esto empezaba a quedarse dormido, y su mujer
guardaba silencio mientras tambi�n empezaba a descansar.

Lo que sus suegros hab�an hablado sobre la necesidades de
Roberto, no era nada comparado con lo que El sent�a, porque dos puertas m�s all�
en el pasillo, Roberto se encontraba desnudo sobre su cama, con el ventilador a
su lado.

Sus instintos sexuales estaban al m�ximo, El agarraba su
verga completamente erecta en su mano, mientras daba vuelta en la cama, tratando
de dormir, sabia que la �nica manera de desahogarse ah� seria masturb�ndose, no
estaba su mujer para satisfacerlo, por lo que cerrando sus ojos acaricio su
verga, record� entonces a la chica que hab�a visto esa ma�ana mientras fue a
hacer las compras con su suegra, su verga se puso mas dura al recordar a aquella
chica, pero tambi�n record� la mirada de su suegra cuando lo hab�a pillado
mirando a la chica, El hab�a sentido una tensi�n diferente mientras regresaban a
la granja por parte de su suegra, ella estaba nerviosa, acariciando su verga mas
r�pido puso esa imagen de nuevo en su cabeza, sinti� como un espeso y potente
chorro de semen sal�a disparado de su verga hacia sus muslos, la ingle y el
vientre.

"Ahhh que bueno, esto es lo que necesita para relajarme" se
dec�a mientras empezaba a relajarse para dormir.

As� fueron pasando los d�as. Una noche mientras Lucia luchaba
contra el insomnio escuchando a su esposo roncar, ella pens�

"Hay una carga de ropa sucia abajo, quiz�s pueda lavar un
poco mientras me da sue�o, as� adelantare algo para ma�ana"

As� que estirando su cuerpo fuera de la cama, salio en bata
silenciosamente de su dormitorio, bajo la escalera del s�tano, y as� se dispuso
a encender la lavadora y cargarla con la ropa, el zumbido de esta la
tranquilizaba un poco, no sabia porque no pod�a dormir.

Un peque�o ruido la saco de sus pensamientos, " Debe ser
Roberto, es probable que fuera al ba�o", pens�, mientras escuchaba la puerta del
ba�o cerrarse, subiendo la escalera se paro en la oscuridad en un rinc�n de la
cocina esperando comprobar si en realidad era su yerno el que estaba en el ba�o,
un instante despu�s la imagen que miro desde su rinc�n la hizo poner todos los
pelos de punta, del ba�o, surg�a su yerno Roberto, pero estaba completamente
desnudo, ella pudo mirarlo un instante mientras este cruzaba de nuevo el pasillo
rumbo a su habitaci�n.

La cara de Lucia ardi� como si ella hubiera sido bofeteada, y
quedo un momento inm�vil tratando de convencerse de que no hab�a visto lo que
ella pensaba.

"El estaba desnudo, no llevaba ninguna ropa encima, estaba
desnudo" pens� para si misma.

"El se ha quejado algunas veces de cuan caliente es este
lugar" record�. "Adem�s es tarde, El debi� pensar que Juan y yo est�bamos
dormidos" agrego.

Retrocedi� al s�tano donde ahora con la lavadora silenciosa,
sinti� como su cuerpo ard�a quiz�s de verg�enza, hab�a visto desnudo a su yerno.

Y es que en ese momento su cabeza estaba mezclada, record�
todos sus a�os con su marido, el amor que ella sent�a por el hab�a crecido con
el tiempo, pero tambi�n hab�a una cosa que hab�a ido disminuyendo y era la
pasi�n, con todo el trabajo, los hijos y ahora la enfermedad de su marido hab�an
ayudado a aquello.

"Pero que estoy pensando" Lucia trato de calmarse mientras
sent�a como si tuviera una llama en la cara, mientras todos los instintos
reprimidos por mucho tiempo se encend�an en su interior.

Lucia no pod�a negar que haber visto a su joven yerno desnudo
provoco un calor muy fuerte en su cuerpo.

Una sacudida el�ctrica atraves� su sistema cuando sus manos
tocaron los pezones que se encontraban erguidos contra su bata, as� que
quit�ndolas inmediatamente, subi� en silencio a su habitaci�n, una vez dentro
ella miro a su marido dormido, se sent�a como una vieja tigresa hambrienta por
un pedazo de carne.

"Oh que verg�enza, pero lo necesito tanto en este momento",
se dijo mientras se acercaba lentamente a la orilla de la cama.

Hab�a pasado mucho tiempo desde que ella, hab�a sentido
deseos sexuales, par�ndose al lado de la cama, ella sent�a como sus muslos
ard�an.

"Acu�state y duerme, El tiene que levantarse temprano"
Trataba de decirse a si misma siendo racional. "NO no yo lo necesito ahora en
mi" recapacito.

As� que estirando su mano, los dedos de Lucia avanzaron
lentamente hacia abajo hasta que acariaran el frente de la ropa interior de su
marido.

"Ah� esta, esto es lo que necesito", dec�a mientras bajaba el
calzoncillo y tocaba los genitales de su marido.

Girando un poco en la cama, Juan sigui� dormido, mientras su
esposa segu�a acariando su verga. De pronto despert� sintiendo la caricia de su
mujer sobre su pene.

"Que es lo que usted hace?" Pregunto Juan.

"Usted sabe lo que el doctor dijo, acerca del sexo�, acerca
de ahhh..", El trato de razonar aunque era dif�cil sintiendo las caricias de su
mujer. Cuando la verga de Juan estuvo completamente erecta, Lucia se coloco
sobre El mientras le dec�a

"No se preocupe amor, yo har� todo el trabajo"

"Ahhhh " gimieron los dos cuando la verga de Juan entro hasta
el fondo de la vagina de su mujer.

"Ohhh Si Si", ella gem�a mientras su esposo se estremec�a
abajo. La cama empez� a crujir con sus movimientos.

"Guarde silencio amor, porque talvez nuestro yerno podr�a
o�rnos" agrego Juan.

"Ahhh es muy tarde para eso," y mientras dec�a esto a su
mente venia de nuevo la imagen de lo que hab�a visto en la cocina.

Sujetando una almohada, Lucia la mordi� mientras reprim�a sus
gemidos de placer, estaba disfrutando aquella sesi�n de sexo.

"Ohh Sii, no aguanto mas", gimi� Juan. "Lucia por favor"
replico pero era demasiado tarde, sent�a como su cuerpo expulsaba todo su semen.

"NOoooo nooo, aun no" Lucia suplico, aun no estaba
completamente satisfecha, pero era tarde, la erecci�n de su marido empez� a
descender, entonces retir�ndose se acost� a un lado de la cama.

Ah� estaba ella, su vagina aun ard�a, se sent�a insatisfecha
y culpable, ella hab�a tomado desprevenido a su marido, y El no hab�a resistido
mucho, cerrando los ojos trato de dormir, pensando que en la ma�ana no
recordar�a lo que acababa de pasar.

Mientras tanto en la puerta de su dormitorio, Roberto miraba
fijamente hacia la habitaci�n de sus suegros, su verga estaba completamente
dura, hab�a sido despertado por los gemidos provenientes de la habitaci�n de
ellos, lo ultimo que hab�a escuchado era un gemido por parte de su suegro, una
triste y ahogada negaci�n por parte de su suegra y luego un largo silencio.

Dos semanas despu�s�

Una tarde mientras Lucia lavaba los platos miro hacia fuera
por la ventana de la cocina, ella se sobresalto cuando vio a Roberto correr
hacia el granero, inmediatamente ella presinti� lo peor, as� que corriendo lo
mas que pod�a para su edad, fue al granero, su presentimiento se confirmo cuando
vio a su esposo sobre el piso y su yerno arrodillado a su lado. Los ojos de su
esposo estaban abiertos, pero expresaban un gran dolor.

"Juan que paso, estas bien?" Lucia pregunto, acerc�ndose a su
marido.

"Lo escuche gritar, as� que vine corriendo, creo que es su
espalda" dijo Roberto su yerno

"Si es mi espalda, otra vez!" agrego Juan mientras su esposa
y su yerno trataban de levantarlo.

"Puedo levantarme" � "usted no puede hacerlo, est�se quieto
Juan" Dijo Lucia.

"No se preocupe Roberto, El esta bien, lo que necesita es
descanso," Ri� Lucia tranquila de que su esposo no estaba tan grave como pens�.

Levant�ndolo entre los dos, lo llevaron a la casa, Juan
estaba un poco apenado de que su yerno y su esposa lo vieran en aquel momento de
debilidad.

"Vamos a llevarte al medico" agrego Lucia.

"No, no nada de eso, estoy bien, lo que necesito es una
pastilla y un poco de descanso." Dijo Juan

Una vez dentro de la casa, Roberto dejo a su suegro en su
habitaci�n, mientras su suegra iba por las p�ldoras, hielo y una almohadilla
caliente para atender a su esposo.

Un d�a de descanso, se convirti� en tres para Juan, aunque
rehus� ver al doctor, si sabia que tenia que descansar, desde el punto de vista
del trabajo en la granja, Roberto se hab�a hecho cargo de todo, el principal
problema de Lucia era tratar de mantener la cordura, tratando de atender a su
esposo y atender las labores de la casa.

Ella sabia muy en el fondo cuanto da�aba la virilidad y moral
de su esposo, saber que no pod�a ocuparse de las labores de la granja, El deb�a
saber que su salud estaba en un descenso constante.

Mas que nunca Lucia agradec�a a su yerno que estuviera
ayud�ndolos.

El tercer d�a al anochecer Juan pens� que estaba un poco
mejor y que seria bueno tomar un ba�o, Lucia decidi� que ella lo ayudar�a,
esperar�a a que Roberto se acostara y luego lo meter�a en la tina con agua tibia
y sales relajantes.

"�Se acostar�a ya Roberto?" Pregunto Juan

"Si, pienso que si" Lucia respondi�

Juan se paro y camino hasta la tina sin dificultad, y se
meti� en esta por cerca de 20 minutos, relaj�ndose, desgraciadamente cuando se
iba a levantar de la tina su espalda se puso tiesa, caus�ndole un dolor
insoportable, que lo hizo desplomarse de nuevo dentro del agua.

"Ahhhhhhhhhuuuu" reson� su quejido por todo el cuarto.

"Oh Dios que voy a hacer ahora, Juan puede usted levantarse?"
pregunto Lucia

"No.. yo pienso que no.." admiti� Juan despu�s de una larga
pausa, sus palabras sonaban tristes y a derrota.

Durante los siguientes 10 minutos Lucia hizo varios intentos
de levantar a su marido, pero era demasiado pesado, sabia que ella no podr�a
sola.

As� que medit�ndolo unos minutos, ella se dispuso a salir del
cuarto.

"A donde va?" pregunto Juan

"Voy por Roberto, para que nos ayude" dijo Lucia

"NO.. no haga eso" Juan quiso implorarle a su esposa, pero
muy en el fondo El sabia que la �nica alternativa.

Tras escuchar como tocaban a su puerta, Roberto salto de la
cama, coloc�ndose un b�xer un poco ajustado y abri� la puerta

"Esta todo bien?" pregunto inmediatamente a su suegra. Era la
primera vez que su suegra llamaba a su puerta en la noche desde que se hab�a
venido a vivir con ellos.

"Es Juan otra vez, esto sonara estupido, pero trataba de
darse un ba�o y debe de haberse lastimado la espalda en la tina, por lo que
ahora no puede salir solo de ella", La voz de Lucia temblaba de desconcierto.

"Yo le dar� una mano" Agrego Roberto mientras se dirig�a al
cuarto de ba�o.

Vestido �nicamente con un b�xer, sinti� desconcierto cuando
vio desde la puerta del ba�o, la cara de pena de su suegro en la tina, quien
estaba desnudo dentro de esta aceptando su propia impotencia f�sica, no le hab�a
quedado otra opci�n que sentarse y esperar por ayuda.

"Quiz�s si usted lo levanta de un brazo y yo del otro,
podamos sacarlo mejor", dijo Lucia

"D�me un minuto tratare de hacerlo solo" Dijo Roberto
mientras avanzaba y trataba de levantar a su suegro, no haciendo contacto visual
con EL, pues sabia la pena que deb�a sentir. Intentando levantarlo vio que la
situaci�n era incomoda, el cuerpo mojado de su suegro, lo hacia muy resbaladizo,
lo incomodo de la tina ayudaba.

Volte�ndose hacia su suegra para sugerirle como sacar a su
marido, noto la mirada de ella en su cuerpo, una corriente el�ctrica corri� por
su cuerpo, miro como Lucia bajo la mirada, de pronto empez� a sentir un deseo
extra�o, el ardor de aquella mirada era el mismo que lo hab�a excitado una vez,
cuando lo pillo mirando a la chica de la tienda, y ahora estaba ah� ella, parada
frente a El, impotente, mirando a su esposo aun mas d�bil dentro de la tina.

Roberto mantuvo la vista fija en el cuerpo de aquella mujer,
su suegra, como recorri�ndola con un rayo l�ser, tratando de descubrir sus
pensamientos mas profundos. De pronto Juan se percato de la fascinaci�n con que
su joven yerno miraba a su esposa, en un momento record� todos aquellos intentos
fallidos de tener sexo con ella, todas las veces que ella lo hab�a buscado y El
por su salud no hab�a podido satisfacerla, y ahora estaba ah� sin poder hacer
nada, mientras miraba la protuberancia inconfundible en el frente del b�xer de
su yerno.

Pero tratando de calmar su excitaci�n, Roberto miro de nuevo
hacia su suegro sentado en la tina, sus ojos parec�an decirle "Prueba a sacarme
una vez m�s por favor"

Pero sus pelotas hormigueaban mientras sent�a como su verga
segu�a endureciendo.

Entonces girando hacia su suegra de nuevo, El estaba frente a
ella, su erecci�n se�alaba directamente hacia ella, camino un paso mas hacia
ella, estirando su mano hasta ponerla en su espalda, la bajo hasta tocar su
nalga, el aire que estaba en los pulmones de Lucia fue expulsado al sentir la
mano de su yerno tocando sus nalgas, ella era impotente mientras sent�a como
Roberto la atra�a hacia El, hasta sentir el duro pene de su yerno apretado
contra su vientre.

El empez� a acariciar con ambas manos las gordas nalgas de su
suegra, desliz�ndolas hasta su cintura, marcando el camino hacia el frente de su
camis�n, poniendo su mano sobre el seno derecho de su suegra, Roberto sent�a las
oleadas de deseo invadir su cuerpo mientras segu�a acariciando a su suegra.

Apretando los ricos senos de su suegra, Roberto miro
r�pidamente por el espejo como su suegro estaba aun sentado en la tina, mirando
impotente por no poder nada con lo que miraba.

Tomando una de las manos de Lucia, El mismo la dirigi� hacia
el frente de su b�xer, poni�ndola directamente contra la dura erecci�n que
ten�a.

"Ah� Dios" Lucia jadeo d�bilmente, mientras El mismo hacia
que con su mano tocara su dura verga a trav�s del b�xer.

"Ahora t�quela usted sola se�ora" dijo mientras soltaba la
mano de su suegra, para su satisfacci�n la mano de ella segu�a sobre su
erecci�n, acarici�ndola suavemente.

R�pidamente Roberto quito los botones del camis�n de su
suegra, liberando sus grandes y redondos senos, aun muy ricos para una mujer de
su edad.

"OH si, estas son las tetas mas grandes que he visto" dijo
Roberto a su suegra ignorando completamente la presencia de su suegro en la
habitaci�n.

"Quiero ver su raja tambi�n" agrego

Inclinando su cabeza , su boca empez� a chupar y besar
aquellas enormes tetas de su suegra, mientras sus manos desabotonaron la parte
baja de la bata, Roberto meti� una mano en la regi�n pubica de su suegra, una
mata gruesa de bello pubico estaba en su mano, mientras empez� a acariciarla.

"Esto es lo que realmente necesita, verdad se�ora?"

Tomando un pez�n en cada mano, Roberto empezo a acariciar de
nuevo las tetas de su suegra.

"Ahora pongase de Rodillas suegra.. en este momento!" Roberto
dijo suavemente a Lucia.

El la tomo por los hombros y lentamente la empez� a bajar,
hasta que ella estuvo de rodillas, su cara frente a la protuberancia en su
b�xer.

"Esta es su oportunidad suegra, de satisfacerse con un hombre
joven y viril, saque mi verga del b�xer y haga lo que quiera con ella"

Los dedos de Lucia temblaban mientras bajaban la banda
el�stica de los b�xer de su yerno, Roberto miro como su suegra bajo
completamente su b�xer dejando en libertad su enorme y gruesa verga frente a
ella.

"Ahora chupela suegra," Roberto dijo mientras ve�a como su
suegra acerca su cara mas a su verga.

Roberto lanzo una mirada mal�vola mientras ve�a la cara de
admiraci�n de su suegro, mirando como El incitaba a su suegra a que se inclinara
y le mamara la verga.

Recost�ndose al lavado, al lado de la tina, Roberto miro a su
suegra y luego a su suegro mientras El apuntaba su verga hacia los labios de su
suegra.

"OHHH si, que delicia" gimi� Roberto, sonriendo malvadamente
mientras miraba a su suegro, quien para su asombro, hab�a bajado una mano dentro
de la tina, bajo el agua, como acariciando su verga. Seria que su suegro se
excitaba que se cogiera su esposa frente a El.

"Abra la boca y chupe toda mi verga suegra" Roberto insto a
Lucia, d�ndose cuenta de que El tenia todo el control de la situaci�n.

El miraba como su suegra quer�a devorar su verga, la met�a y
sacaba de su boca, mientras su lengua y labios la recorr�an entera.

Despu�s de disfrutar varios minutos de la rica mamada que le
daba su suegra Roberto le hablo " lev�ntese!"

Inclinandose hacia delante Roberto chupo sus tetas, luego
bajo y beso lujuriosamente su cintura y vientre.

El bajo y su boca quedo frente a la rica y gruesa raja de su
suegra, acercando su boca, El empez� a chupar su raja, pasando su lengua sobre
ella, abri�ndose camino en su interior, ahh que delicia era aquella vieja mujer
que tenia frente a El, ella empez� a gemir sintiendo como sus rodillas empezaban
a ceder, as� que acost�ndose sobre el suelo, sinti� como su yerno se colocaba
sobre ella.

"Esta usted preparada para lo que le espera suegra" pregunto
en forma lujuriosa Roberto

"Pues aqu� viene" Gimi� Roberto mientras deslizaba toda su
gruesa y larga verga dentro de su ardiente y lubricada raja, Lucia se estremeci�
en el piso al sentir como la enorme verga de su yerno penetraba por completo en
su interior.

Si una mamada era fabulosa, sentir su verga dentro de la
apretada y h�meda vagina de su suegra, era lo m�ximo, adem�s era muy excitante
aquella raja pertenec�a a una mujer mucho mayor, su suegra, y su marido
impotente estaba presenciando como se la cogia, con todos estos pensamientos
Roberto se cogia a�n mas fuerte a su suegra.

"Ahhhhh AHHHH" ella gem�a con cada empuje que Roberto daba en
lo mas profundo de su ser.

Roberto empez� a sentir como su suegra empez� a tener un
fuerte orgasmo, empez� a retorcerse bajo El, " OHhh as�, cojame ahhh" gem�a su
suegra.

"Ohhh si si ahhh" me estoy viniendo gimio ella mientras
lloraba de placer, el sinti� como su raja se lubricaba con todos los l�quidos
que ella estaba segregando.

El estaba tambi�n muy excitado a punto de terminar,
levantando su mirada hacia la tina, el comprob� que su pensamiento inicial era
real, varios hilos blancos lechosos flotaban sobre el agua de la tina encima del
vientre de su suegro.

"Hijo de puta, se excita viendo como su yerno se coge a su
mujer" pens� Roberto.

"Lev�ntese y meta mi verga en su boca" Dijo Roberto a su
suegra

Levant�ndose ambos Roberto puso su verga frente a la cara de
su suegra, sus pelotas llenas de semen se columpiaban directamente frente a su
boca.

"Abra su boca completamente" mientras El dec�a esto, su
suegra pon�a sus labios de nuevo alrededor de la verga s�per excitada de su
yerno.

El empez� a cogerse literalmente la boca de su suegra, frente
a su impotente esposo, Roberto gozaba en la forma en que su suegra mamaba su
verga mientras sus pelotas golpeaban la barbilla de ella.

Sintiendo como todo el semen contenido en sus bolas sal�a
disparado por su verga Roberto meti� aun mas profundo dentro de la boca de su
suegra su pene

"Ahhhh Si ohhhh si AHHH " gimi� mientras una onda el�ctrica
recorr�a su cuerpo y su semen sal�a disparado contra la garganta de su suegra.

"Rica rica ahhh si ahhhh!" gem�a mientras sus peludas bolas
chocaban contra el ment�n de su suegra, y el semen empez� a salir por los
costados de los labios de su suegra.

Sacando su verga de la boca de su suegra, miro como esta
chupaba su verga hasta ir dej�ndola completamente limpia, girando hacia su
suegro, miro como este con cara de resignaci�n y culpa ve�a como su fiel y
devota mujer mamaba aun con muchas ansias la joven verga que le hab�a dado tanto
placer, mir�ndolo a los ojos directamente empez� a hablar.

"Tranquilo suegro, recuerde que estoy aqu� para hacerme cargo
de todas las labores que usted no pueda cumplir, as� que solamente lo realizo
una mas�"

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