El d�a que firm� ser un cornudo sumiso
Llevo mas de 5 a�os casado con M�nica. Siempre nos han
gustado las fantas�as y hemos ido cambi�ndolas con el paso del tiempo. Poco a
poco las hemos hecho cada vez mas fuertes y cada vez nos tentaba mas llevarlas a
cabo y hacerlas realidad.
A finales del a�o 2002, nuestra preferida era que ella
era mi ama y yo su exclavo sumiso. Continuamente le ped�a que me humillara y me
pusiera los cuernos. Nos pon�amos a mil mientras foll�bamos y fantase�bamos con
eso. Yo le ped�a que fuera cada vez mas real, que cuanto mas real era y mas
fuerte nuestra fantas�a, mas me excitaba.
Tras mucho ruego, M�nica tom� cartas
en el asunto, asumiendo su papel de ama, y me propuso un trato. Ella redactar�a
un contrato de Ama � exclavo que yo tendr�a que leer, aceptar y firmar que ser�a
v�lido durante todo el a�o 2003. Si aceptaba, tendr�a que cumplirlo a rajatabla
y si no aceptaba o lo incumpl�a, se acabar�an todas las fantas�as. Su exposici�n
me pareci� bastante real y loco de contento, sin saber lo que me esperaba, por
supuesto, acept�. A los pocos d�as, apareci� con un sobre que conten�a el
contrato que ten�a que firmar.
Empec� a ponerme como una moto al saber que tra�a
el contrato. Ya quer�a empezar a follar cuando ella me par� y me dijo que
esperara, que primero tendr�amos que leer el contrato juntos y despu�s ver que
camino tomaban nuestras relaciones sexuales. Me dio el contrato y me dijo que lo
leyera en alto.
CONTRATO
"Contrato de vida dom�stica entre el cornudo Luis y su
querida esposa M�nica su relaci�n de ama y cornudo sumiso consentido durante
todo el a�o 2003. Esta ser� una relaci�n 24/7 (las 24 horas del d�a, los
siete d�as de la semana) lo que significa que t�, Luis, ser�s el cornudo
sumiso de tu ama M�nica, incluso durmiendo. Esto no es un juego de pareja de
fin de semana o una escenita de una noche; sino que ser� el estilo de
vida permanente (24/7) las veinticuatro horas del d�a, los siete d�as de
la semana y los trescientos sesenta y cinco d�as del a�o, porque mi placer y
felicidad pasa por tu humillaci�n, no lo olvides. No obstante, este contrato
se entender� siempre como una muestra de amor total entre los dos. En el
desarrollo de este contrato procuraremos no escandalizar, que no nos
perjudique socialmente todo esto en nuestra vida familiar, laboral o social.
Art. 1.- Yo, M�nica, ya que t� me amas tanto que te
ofreces voluntariamente a servirme como cornudo sumiso consentido durante
todo el a�o, te acepto tu gentil ofrecimiento, tu renuncia a tener alg�n
derecho sobre m�, as� como t� obligaci�n de asumir por contra todos los
deberes para conmigo, demostr�ndome constantemente con tus humillaciones que
s�lo me amas a m�, que s�lo me deseas a m�, que soy el centro de tu
existencia, que me necesitas para vivir, que me entregas tu libertad y que
est�s ansioso por seguirme para siempre a donde yo quiera llegar y llevarte.
Y que te sientas orgulloso de ser exclusivamente m�o y de que tu placer sea
ver el m�o, al hacerte cornudo y humillarte, porque lo que m�s me gusta y
excita es el poder que experimento con tu humillaci�n como cornudo.
Art. 2.- Yo por mi parte s�lo me comprometo a dominarte
cada d�a m�s, a poseerte completamente, a cuidarte como esclavo, a hacerte
cornudo y a amarte sinceramente, llev�ndote con mis humillaciones cada d�a
m�s lejos en tu sumisi�n a m�, en tu necesidad vital de sentirte cornudo y
humillado. Espero que no te arrepientas porque una vez que firmes m�s abajo,
ser�s m�o durante todo el a�o f�sica, y mentalmente, aceptando mi voluntad
que a partir de ahora ser� tambi�n la tuya. T� dejar�s de existir como
persona y s�lo ser�s un instrumento de mi voluntad, de mis deseos y de mis
caprichos, en los que t� estar�s humillado por m� mientras que yo disfruto
de tu humillaci�n.
Art. 3.- Yo, como t� due�a y se�ora, tengo libertad
absoluta para todo y t� no tendr�s libertad absolutamente para nada. Sin
excepciones. Tendr�s que pedirme permiso hasta para ir a mear. Yo podr�
hacer lo que me d� la gana, aunque siempre te lo comentar� para que goces
con el poder que tengo sobre ti al hacer lo que se me antoje, lo que me
salga de mi hermoso co�o.
Art. 4.- Y por supuesto yo podr� follar con quien quiera,
donde quiera y cuando quiera, mientras que t� no podr�s ni mirar a una mujer
por la calle sin mi permiso. Tu ser�s un marido cornudo consentido. Te
morir�s siendo cornudo consentido y eso para ti ha de ser un motivo de
orgullo. Esto no significa que tenga que hacerlo, sino que puedo hacerlo
cuando me plazca, que mi libertad es total y que mi poder sobre ti no tiene
l�mites.
Art. 5.- T� �nica misi�n en la vida durante el a�o de
contrato, es ser cada d�a m�s cornudo, humillarte m�s y darme a m� placer,
estar a mi servicio para darme gusto, para procurar que goce y que me corra.
T�, por el contrario no podr�s correrte sin mi permiso. Podr�s acariciarte
pero sin llegar, porque si te corres sin mi permiso te castigar� con la
mayor pena que un ama le puede dar a un hombre como t�: Que no te haga
cornudo, ni que te humille. Si incumples este art�culo podr� ser motivo de
la rescisi�n de este contrato.
Art. 6.- Por casa ir�s siempre desnudo y vestido s�lo con
mis braguitas, saldr�s a la calle con ellas bajo el pantal�n y al d�a
siguiente te las quitar�s para ponerte las que yo me quite ese d�a, para que
as� sientas junto a tu polla la tela que ha tocado el co�o de tu ama, el que
todos se pueden follar menos t�, y te sientas as� constantemente cornudo
consentido. Las bragas ser�n tipo tanga transparente para que mis amantes
puedan ver el dominio que ejerzo sobre. Y al ser transparentes estar� a la
vista, exhibida, para que todos vean como se te pone dura cuando te humillo
y te hago cornudo
Art. 7.- Mis tetas ser�n el s�mbolo de mi domino hacia ti
y de tu sumisi�n, por lo que para besarlas o simplemente rozarlas, habr�s de
pedirme siempre permiso que s�lo te conceder� cuando te hayas portado como
un buen cornudo consentido, cuando hayas sido m�s cornudo que el d�a
anterior o cuando quiera premiarte por alguna raz�n, d�ndote cari�o. Por
supuesto, mis amantes podr�n besarlas, tocarlas, amasarlas, sobarlas,
morderlas, pellizcarlas e incluso correrse sobre ella cuando quieran, como
quieran y donde quieran. Y una vez que mis machos se hayan corrido sobre
ellas, yo restregar� su leche sobre mis pezones y podr�s chuparlos, lamerlos
y beber de mis tetas, de mis pezones, la leche del macho que te ha hecho
cornudo, porque para ti son, y ser�n siempre, un s�mbolo de majestad,
respeto, adoraci�n, sumisi�n, pleites�a y reverencia. Gr�bate esto en la
cabeza, porque mis tetas son el s�mbolo de mi dominio sobre ti y de tu
sumisa condici�n de cornudo consentido.
Art. 8.- Cuando est� follando con mis amantes, mostrar�s
respeto y obediencia, no podr�s ni hablar sin que se te ordene y cumplir�s
rigurosamente todo lo que se te ordene.
Art. 9.- Cuando te vaya a humillar me pondr� las ropas
interiores que a ti te gusten, que t� elijas, para que as� me desees a�n
m�s, me anheles m�s y te humilles m�s al saber que ese cuerpo de diosa que
tanto adoras, s�lo est� a tu alcance para servirlo, para darle placer y para
recibir de �l, a cambio, los maravillosos cuernos que luces como sumiso
cornudo consentido.
Art. 10.- Cuando decida que te puedes correr, lo har�s
mientras yo te follo como una vulgar puta, y solo cuando yo te lo ordene.
Art. 11.- Cuando reciba a mis machos, a los hombres que
te han de hacer cornudo, te vestir� s�lo con el delantalito de doncella
francesa, para que as� nos sirvas las copas y el caf�, o para que nos
atiendas de esta facha mientras follamos y te ponemos los cuernos. Mientras
follamos, mientras te hacemos cornudo, has de permanecer siempre desnudo y
de rodillas con el delantal de doncella francesa (por si se te requiere), y
en silencio, como muestra de respeto al acto m�s importante y sagrado que
existe en tu vida. O de rodillas y besando mi mano, como s�mbolo de respeto,
de consentimiento cornudo.
Yo por mi parte, me comprometo a que en ese
momento te lanzar� besitos, te sonreir� y podr� cogerte de la mano, para
demostrarte que te quiero, aunque estemos en plena escena de humillaci�n.
Tambi�n podr� acostarte a ti boca arriba en la cama, yo me pondr� a cuatro
patas sobre ti y le ofrecer� el co�o a mi macho para que me folle a cuatro
patas, mientras te digo a ti, cara a cara, que te quiero y te explico con
detalle c�mo me folla el co�o, como me clava y como gozo con su polla. As�
t� podr�s ver encima de ti, sobre mi cuello, como la llavecita de tu
cintur�n de castidad se bambolea junto a mis tetas, conforme �l me embiste
con su polla, me folla y me hace gozar como un verdadero macho. Y te besar�
y lamer� los labios para que recibas la saliva de mi gozo en tu boca, el
gozo que otro hombre me provoca, mientras te digo al o�do que te quiero, que
eres un cornudo consentido, que te estoy haciendo cornudo y que cada d�a vas
a ser m�s cornudo.
Art. 12.- Cunado est� con mi amante, podr� obligarte a
que le chupes la polla para darle placer y que as� me pueda volver a follar
a�n mejor. Tambi�n podr� obligarte a que, cuando yo me haya puesto encima de
�l al borde de la cama y me haya clavado en su polla, le lamas los huevos
para que se le ponga a�n m�s dura y pueda as� foll�rmelo mejor. Y as� ver�s
en butaca de primera c�mo mi co�o sube y baja sobre su hermosa polla, c�mo
follo con un hombre de verdad que no gasta bragas como t�. Tendr�s que
limpiarme el co�o cuando termine de follar de la leche que hayan dejado mis
amantes. Tragar�s la leche de los hombres que te hagan cornudo.
Art. 13.- Podr� entregarte a otras amas, o pareja de
ama/o, siempre en mi compa��a y presencia, y los obedecer�s a ellos como a
m� misma y sin importarte cu�l es el motivo o la causa por la que te
entrego. Yo tendr� amistad y relaci�n con otras amas con esclavos, para
intercambiar opiniones, o consejos. Podr� reunirme con ellas y llevarte a la
reuni�n como mi esclavo para presumir as� de ti y si hubiera una competici�n
de esclavos habr�s de procurar ganarla para honra de tu ama.
Art. 14.- Antes de follar con mi amante te pondr� desnudo
a su lado, comparar� tu pito con su polla y aunque la de �l sea m�s peque�a,
dir� que la suya es m�s grande, m�s bonita o que me hace gozar mejor. En la
comparaci�n siempre saldr�s perdiendo. Despu�s de follar te pondr� de
rodillas ante la polla que te ha hecho cornudo y te obligar� a darle las
gracias. "Gracias por hacerme cornudo", le dir�s varias veces, mientras la
besas, mimas, adoras y reverencias.
Art. 15.- Antes de ir a follar con mis machos ser�s
siempre el responsable de ba�arme y de recortarme luego con una tijera el
pelo de mi sexo, para que los labios de mi co�o aparezcan siempre ense�ando
n�tidamente mi raja, para que se vean protuberante, claros, sin que nada los
tape, y que as� pueda excitar m�s a mis machos cuando los vean y pueda
llev�rmelos antes a follar. Mientras me los recortas yo te humillar�, como
es natural, dici�ndote lo que ya sabes, lo obvio: que eres un conudo sumiso
consentido que disfruta arreglando el co�o de tu mujer para que se lo follen
otros t�os, que eso s�lo lo hacen los cornudos redomados, los consentidores,
las putas sumisas y los requetecornudos. Todo lo que t� eres.
Art. 16.- Cuando estemos sentados en el sof� descansando
o sin nada mejor que hacer, habr�s de sentar tu cara sobre mis muslos para
estar muy cerca de mi co�o y poder olerlo, que se te haga familiar, para
aprender a conocerlo tan intimidante que habr�s de saber de inmediato por la
cercan�a de su olor y sabor, si estoy excitada, y correr entonces r�pido a
traerme el tel�fono por si quiero llamar a mi macho para que me satisfaga o
si quiero que me lo chupes hasta que me corra
Art. 17.- T�, como cornudo consentido, tendr�s la
obligaci�n de lamer la polla al amante al recibirle y permanecer todo el
rato desnudo expectante mientras yo converso con �l y nos tomamos una copa.
Pero la posibilidad de obligarte a chupar pollas queda a mi propio y
exclusivo arbitrio, por lo que cuando hayas de hacerlo ser� siempre yo la
que te lleve la cabeza a la polla que has de besar, lamer o agradecer que te
haya hecho cornudo, mientras te digo "besa y lame esta polla y supl�cale que
te haga cornudo", o "besa, lame y limpia esta polla, y agrad�cele que te
haya hecho cornudo".
Art. 18.- Todas las noches me contar�s lo que has sentido
a lo largo del d�a mientras te he dominado y te he hecho cornudo, porque a mi
lo que verdaderamente me pone es ver como un cornudo sufre por la hembra que
ama y antepone su propio placer al placer ajeno de ella y de esa manera me
volver� m�s puta y corneadora, refinando mis maneras e inventando nuevas
formas de sufrimiento para mi gran cornudo, el �nico, el m�s grande, el
cornudo de cornudos.
S�, quiero, consiente y me entrego a ti como tu cornudo
sumiso.
Luis Cornudo
S�, te acepto como cornudo consentido y sumiso.
Ama M�nica"
La verdad es que me qued� estupefacto, pero no hab�a estado
tan caliente en mi vida. Ten�a unas ganas de follar locas, pero cuando quise
desnudar a M�nica, me par� y me dijo" ahora tienes la oportunidad de realizar
tus fantas�as, firma y cumple o no habr� mas fantas�as.
Demuestra que eres capaz de aguantar un a�o y que es verdad
lo que siempre me dices que te gustar�a ser mi cornudo sumiso. Yo dudaba si era
capaz de ejecutar aquel contrato o segu�a siendo una fantas�a. En cualquier
caso, estaba tan cachondo que acept� y firm� el contrato.
Est�bamos a d�a 30 de diciembre del 2002. Al d�a siguiente
por la noche, empezar�a a ser efectivo. Follamos como locos y nos fuimos a
dormir. El d�a siguiente fue normal, no hablamos de ello y pas� la noche vieja.
El d�a 1, yo estaba nervioso, pues no sab�a hasta donde llevar�a el tema M�nica,
si fue un simple juego o cumplir�a con las cl�usulas del contrato. Yo no coment�
nada y me mantuve a la expectativa. Por la noche, me acerqu� a ella como
cualquier otro d�a para follar y me par� de golpe dici�ndome "quieto exclavo, no
te he ordenado que me toques.
Hoy tengo ganas de follar pero no va a ser contigo. P�nte
estas bragas tanga y nada mas, que he quedado con un t�o de verdad que me va a
follar en nuestra cama. Tu estar�s con el tanguita viendo por primera vez como
una buena polla se folla a tu mujer." Lo dijo tan seria y con tanta fuerza que
casi no dud� que era verdad, pero esa certeza fue lo que mas caliente me puso.
Cumpl� sus ordenes y cuando ya estaba como ella me dijo, son� el timbre. Se me
puso el coraz�n a mil y r�pidamente me escond� en el ba�o. Ella me orden� que
fuera a abrir la puerta inmediatamente, que no hiciera esperar al hombre que me
har�a cornudo. Fui a abrir y entr� un hombre con una sonrisa de oreja a oreja
cuyo primer comentario fue " este es el futuro cornudo" M�nica le contest� que
si d�ndole un morreo que me dej� alucinado. Le dijo que pasara al sal�n y a mi
que les sirviera algo de beber.
Se sentaron y empezaron a hablar de que ten�a muchas ganas de
hacerme cornudo y de que ser�a su exclavo durante un a�o. La humillaci�n empez�
muy fuerte, yo sirvi�ndoles las bebidas con el tanga de mi mujer y ellos
hablando de c�mo follar�an para humillarme lo mas posible. Al rato, nos dijo que
subi�ramos a nuestro cuarto, que quer�a follar en nuestra cama. Me orden� que
desnudara a su amante, me pusiera de rodillas delante de el y le chupara la
polla para prepararla. Despu�s de metermela en la boca y chuparla entera, me
orden� que le diera las gracias porque me iba a hacer cornudo y se iba a follar
a mi mujer. Yo cumpl� sus ordenes. Despu�s me apart� y me orden� que mirara todo
con detenimiento para que viera como follaba con un t�o de verdad. Yo estaba
como una autentica moto, viendo como por fin otro hombre se follaba a mi mujer
en mis narices, en mi cama y humill�ndome, oblig�ndome a chuparle la polla.
M�nica realmente estaba disfrutando mas que nunca y se ve�a que le gustaba lo
que hab�a firmado. Cuanto mas me humillaba mas disfrutaba. Su amante se corri� y
tuvieron un orgasmo impresionante.
No contenta con la humillaci�n que ya me hab�a hecho, me
orden� que limpiara su co�o de la leche de su amante, que quer�a que me comiera
la leche que me hab�a hecho cornudo. Cuanto mas me humillaba mas disfrutaba y
mas sub�a el list�n de sus humillaciones. Una vez limpio su co�o, me orden� que
limpiara bien con la boca la polla que me hab�a hecho un cornudo para toda mi
vida, que la limpiara bien. Tuve que chuparle la polla a su amante hasta dejarla
reluciente.
Las humillaciones fueron repiti�ndose a lo largo del a�o
hasta que lleg� la mas fuerte de todas. M�nica estaba disfrutando como nunca en
su nueva faceta de ama, pero cada vez le gustaba subir un poco el list�n. A
mediados de a�o, me dijo que quer�a tener un hijo y que hab�a dejado de tomar la
p�ldora. Yo me puse muy contento porque tambi�n me apetec�a, pero, inocente de
mi, le dije que tendr�amos que rescindir el contrato, pues de seguir as�, alguno
de sus amantes, podr�a dejarla embarazada. Ella sonri� de oreja a oreja y me
contest� que durante ese mes, no solo no iba a rescindir el contrato, sino que
follar�a mas que nunca con sus amantes y a mi no me dejar�a follarla ni una vez
para que tuviera la certeza de que no ser�a yo el que la dejara embarazada. A
mediados de su per�odo, me coment� que estaba ovulando y que esa noche estaba
segura que se quedar�a embarazada. Yo no me imagin� que era capaz de llegar tan
lejos, pero desde que empez� el a�o, no ha parado de ejercer de ama y de
disfrutar. Cuando la vi follar con el amante de esa noche, enseguida sent� que
la iba a dejar embarazada. Hab�a llevado su posici�n de ama al m�ximo extremo de
mi humillaci�n, efectivamente se qued� embarazada ese mes de alguno de sus
amantes.
Ahora, ya ha terminado el contrato, pero sigue humill�ndome y
haciendome cornudo y yo sigo siendo su exclavo sumiso.