El sue�o de poder derrocharle mis lamidas a la angelical venicinta, se dio y puede recuperar mis fuerzas en el tercer huevito gracias a una vision espectacular de una conejita paisa.
La historia de �Desnudos al Sol� vista por los ojos de su otra protragonista. La mirada de una chica de catorce a�os. Una historia que �a qui�n no le hubiera gustado vivir?.