Relato: Aventuras en Africa
En primer lugar quiero decir que este es un relato real, sin ning�n tipo de invenciones ni fantas�as.Soy uno de los tantos expatriados que han tenido que buscarse la vida fuera de Espa�a. Mi primer destino fue Senegal. Un pa�s hermoso y con una gente adorable.
Me pasaba los d�as trabajando y aprovechando el poco tiempo que ten�a para acercarme a unos de los tantos caf�s que hab�a al lado del mar. All� me relajaba para poder afrontar los turnos de noche interminables.
Por casualidad un d�a esa noche no hab�a trabajo y decidieron darme libre.
Despu�s de tantos meses era la primera vez que ten�a una noche libre.
Me fui a cenar y despu�s me dirig� a una de las tantas discotecas del distrito nocturno de Almadis. El ambiente era extraordinario. Mujeres con cuerpos esculturales bailando al son de la m�sica africana con una sensualidad incre�ble. Despu�s de tomarme unas copas en la barra me sent� en uno de los sillones que hab�an en el local para seguir disfrutando del ambiente.
Al poco tiempo se sent� al lado m�o una bella mujer de color de unos veinticinco a�os de edad. Era mas bien delgadita pero con un cuerpo muy bien proporcionado, con unos senos firmes y un culito redondeado.
Sin duda el alcohol ayud� a dar el siguiente paso. Sin pensarlo dos veces le puse la mano encima de su pierna y le empec� a cariciar la entrepierna hasta llegar casi a su vagina. Ella se estremec�a de placer as� que prosegu� con mi empe�o y comenc� a tocarle suavemente su cl�toris, sintiendo como se humedec�a su sexo. Seguidamente me susurr� en el o�do, que nos fu�ramos a un hotel.
Cogimos un taxi y me llevo a un hotel cercano en el cual alquilamos una habitaci�n. Nada m�s entrar nos fundimos en un beso tan profundo que mi pene iba a explotar. Nos desnudamos y nos lanzamos a la cama como si el mundo se fuera a acabar. Empec� a besarla apasionadamente, recorriendo con mi lengua su cuello hasta llegar a sus senos. Los pezones estaban duros como piedras y cada vez que se los lam�a se estremec�a de placer. Segu� saboreando con mi lengua su cuerpo hasta llegar a su vientre para lamer su cl�toris hasta bajar a su vagina, que ya estaba totalmente humedecida para saborear su jugo.
De repente me apart� de su vientre, ya que estaba a punto de tener un orgasmo, para cambiar de posici�n, pasando ella a introducirse mi pene en su boca y yo a seguir comi�ndome su sexo.
Ten�a unos labios gruesos pero muy bien proporcionados que me hac�an sentir en el para�so. Despu�s de un tiempo,d�ndonos placer mutuamente, me tumb� de espaldas y empez� a cabalgarme. Sus gemidos eran suaves pero cada vez mas intensos. Tomando ella otra vez la iniciativa, me sent� en la cama, sent�ndose ella a su vez sobre m�, introduciendo mi pene hasta lo m�s profundo de su vagina, lo cual desencaden� un orgasmo incre�ble, sintiendo yo en su interior unas fuertes palpitaciones y como su jugo caliente y abundante me mojaba todo el miembro. Al terminar se relaj� en la cama pero al ver mi verja todav�a erecta se lanz� a mamarmela con un frenes� no descriptible. Mientras lo hac�a le acariciaba su pelo rizado y cortito, lo cual me pon�a a�n m�s. Al poco tiempo descargu� toda mi leche en su boca, que a ra�z de sus gemidos, ten�a que ser caliente y abundante, escap�ndose por las fisuras de sus labios un poco de semen, ya que la mayor parte se lo trag� sin ning�n reparo.
Seguimos vi�ndonos en los pr�ximos meses, pero esos relatos los contar� en las pr�ximas ocasiones.