Relato: Mi despertar SW

Hola a todos, me llamo Laura, es primera vez que les escribo, animada por todo lo que he le�do, me describir� de la forma mas honesta de que soy capaz incluyendo datos que me comparte mi pareja actual, soy una mujer bonita de 35 a�os, nac� en provincia y siempre fui recatada, sencilla, alegre y amiguera, bonito cuerpo, linda figura, llenito sin ser grotesco, mi mayor atractivo son mis hermosas, redonditas y duras nalgas, pechos regulares, bonitos y firmes, piernas bien formaditas, muy atractivas, tal vez por esto es que siempre cont� con tantas atenciones de los hombres que me rodeaban� todo en mi vida marchaba con cierta normalidad, nada extraordinario hab�a ocurrido, llegu� de mi pueblo a esta ciudad a probar fortuna, pronto me cas� y viv� lo que se puede decir un matrimonio NORMAL, llevaba casada un a�o cuando conoc� a Mart�n, el que hoy es mi amante de cabecera, con el que tuve fant�sticas relaciones sexuales que llenaban los huecos de mi matrimonio despert�ndome a una sexualidad perversa que yo misma no me conoc�a.
Fuimos amantes por a�os y apenas hace unos 15 meses me separ� de mi marido y ahora vivo con mi Mart�n, tenemos exquisitos encuentros sexuales todos lo d�as, bueno excepto algunos, por razones ajenas a nosotros� Por asares del destino, por calenturientos, por no se qu�, empezamos a incluir en nuestras fantas�as, ver pel�culas porno que nos excitaban y termin�bamos teniendo sexo, con mayor placer al momento del Orgasmo, incluimos juguetes sexuales que prend�an mas la relaci�n, despu�s Mart�n sugiri� que vi�ramos las pel�culas porno en alg�n cine, me advirti� los riesgos a que se est� expuesta, como �l ya hab�a ido a esos lugares me platic� las cosas que se presentan, pero no estaba en sus experiencias ingresar acompa�ado de una mujer en un lugar as�. La idea nos excitaba mucho, empezamos a fantasear con la probabilidad de que otros hombres me tocaran, e incluso tambi�n la posibilidad de que me cogieran, estaba despertando en m� una lujuria que no imagin� siquiera que exist�a� Mart�n me provoc� con algunos relatos er�ticos bajados de Internet, pude leer lo que pasa en los cines porno, me asombraba y a la vez me excitaba mucho, le� de los toqueteos en el metro de nuestra ciudad de M�xico, cosa que me llevaba a fantasear y sorprender porque nunca me hab�a pasado a m� a pesar de haber usado el Metro por mucho tiempo, me present� relatos swinger que mojaban mi panochita pidiendo ser cogida a la brevedad, lleg�bamos a casa y nos d�bamos unas cogidas fenomenales, imaginando que nuestros juguetes sexuales eran otros hombres que me penetraban por todos mis agujeritos, yo le hacia sexo oral mientras me estaba introduciendo en mi panochita y mi culito un par de clones de su verga que �l mismo trajo para nuestros juegos sexuales. Ten�a unos orgasmos deliciosos, pronto me di cuenta de que ya no pod�a esperar mucho para volverlos a sentir� sin darme cuenta me estaba volviendo adicta al sexo a tener una verga que me coja ricamente, aprend� a mamarle la verga a Mart�n de un modo que �l gozaba cada instante y yo tambi�n aprend� a disfrutarlo tanto que sent�a h�meda mi panocha cada vez que le mamaba su rica verga, se dio en los momentos de sexo las palabra obscenas, me convert� en su puta y yo estaba feliz.
Lleg� el d�a esperado, fuimos a un cine porno SW en esta ciudad de M�xico, despu�s de leer algunos relatos respecto de este cine, Mart�n hab�a despertado en m�, una curiosidad y deseo de estar cogi�ndomelo y mam�ndolo a la vista de todos� preparamos todo para hacer la visita algo muy grato.
A pesar de haber le�do tanto respecto de lo que sucede dentro de este lugar, no paraba de asombrarme como se daba el cogedero y mamadero dentro de la sala, nadie ten�a el menor pudor, eso me prendi� mucho, parec�amos Buhos dando vuelta a la cabeza 180 grados observando con asombro todo lo que al interior ocurre, despu�s de salir del shock en el que estaba sumergida, ya estaba yo mamando la rica verga de Mart�n, semidesnuda, con mis nalgas expuestas al p�blico puesto que est�bamos justamente en el pasillo, no falt� alg�n vivillo que a la pasadita me agarrara las nalgas, las piernas y hasta las tetas, uno de ellos le pidi� permiso a Martin para participar con nosotros y de pronto ya estaba yo con dos vergas en mis manos, las mam� ricamente y de inmediato se calent� el tipo, pasaron unos 5 minutos cuando expres� que quer�a meterme su verga, cosa que Mart�n dej� a mi decisi�n� como ya lo hab�amos platicado, acced� gustosa, Mart�n sentado con su verga dispuesta para m� yo parada y empinadita, le di la espalda al intruso quien luego de ponerse un cond�n y aprovechando mi posici�n mam�ndole la verga a Mart�n, me puso su verga en mi rajita y sin mas ya ten�a la verga de ese hombre foll�ndome con singular alegr�a, mi panochita que se encontraba jugosa de tanta calentura goz� lo que nunca imagin�, ten�a a dos hombres trat�ndome como una puta, fue una experiencia excitante, definitivamente no es lo mismo que usar juguetes, es formidable sentir una verga caliente, dura y excitada en mi boca mientras otra igual es movida por un extra�o que se agasaja con mi panochita y mis hermosas nalgas y jala mis piernas para meter hasta lo mas profundo su enorme palo� fue un extra�o placer que agregu� a mi experiencia. Termin� el tipo con unos gemidos que denotaban que lo disfrutaba tanto como nosotros y antes de retirarse me acarici� y agradeci� la oportunidad, Mart�n me volte� sin decir una palabra, como si fuera una perra me acomod� empinada como me hab�a cogido el extra�o, meti�ndome as� su verga que estaba dura de excitaci�n, me ha cogido con una desesperaci�n que no le conoc�a, verme cogida por un intruso adem�s del gozo que no disimul�, lo que hab�a puesto tan caliente que lleg� al Orgasmo gimiendo de una manera que toda la sala escucho sus gemidos de placer� eso me gust� tanto que ya deseaba que volviera a suceder.
Eso fue solo el inicio de una vida swinger que hemos disfrutado Mart�n y yo, visitamos el cine en nuevas ocasiones y a mi pareja le ha tocado participar con otras parejas que lo llaman para agasajar a la chica, hemos hecho citas con chicos en hoteles para que me follen mas de uno y la historia que quiero contarles despu�s, es la de mi vecinito, un chiquit�n de 12 a�os que mi pareja not� que le gusto y me incit� a cog�rmelo tambi�n.
Pero eso, es otra historia�

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