Relato: Tarde de vicio





Relato: Tarde de vicio

TARDE DE VICIO


por Angel Gil D�az



La casa de mi prima estaba frente a la m�a, por eso y porque
daba la casualidad de que nuestro pueblo estaba algo alejado de donde viv�an
nuestros amigos del colegio est�bamos casi todo el rato juntos y ten�amos mucha
confianza entre nosotros. Cuando me preguntaban qui�n era mi mejor amigo, yo
siempre respond�a "la prima Vero", que as� era como la llamaba. Nuestro
pasatiempo favorito era tan sencillo como divertido (al menos, para nosotros):
salir con nuestras bicicletas y pedalear como locos por los senderos menos
concurridos de nuestro pueblo. A pesar de que mi prima era tres a�os mayor que
yo, siempre le ganaba. Luego nos deten�amos en "nuestro sitio", que era una zona
del bosque por donde no sol�a pasar nadie y que nos gustaba porque all� hab�a
una roca enorme donde una vez escribimos nuestros nombres, aunque no tardaron en
borrarse. Era el lugar id�neo para jugar al escondite ya que hab�a muchos
�rboles y arbustos tras los cuales esconderse. Fue aqu� donde perd� mi
virginidad, y de qu� modo.


La historia que quiero contar ocurri� cuando yo ten�a doce
a�os y mi prima, quince. Por aquel entonces no est�bamos demasiado tiempo juntos
porque ella estaba en el instituto de la ciudad mientras que yo segu�a en el
colegio del municipio. De todas formas, esto no imped�a que muchas tardes de
ocio sigui�semos con nuestra costumbre de echar carreras con las bicis y
acab�ramos en "nuestro sitio". Fue aqu� donde mi prima me habl� por primera vez
de Sabela, una chica que conoci� en el instituto y que, al parecer, se hab�a
convertido en su mejor amiga, lo cual me pon�a un poco celoso. Lo que m�s me
fastidiaba era que cuando hablaba de ella, no paraba de elogiarla, que si Sabela
era muy divertida, que si era incre�ble, que si esto, que si lo otro... Y lo
gracioso era que s�lo me dec�a eso, sin explicar por qu� era tan incre�ble y
divertida. Tambi�n me dijo que era albina, y cuando me explic� que era eso, yo
no pod�a evitar imaginarme a la tal Sabela como una vieja, por eso del pelo
blanco, a pesar de que mi prima no parase de decir que era guap�sima y que ojal�
ella fuese igual de hermosa. No s� de qu� se quejaba, la verdad. Mi prima era (y
es) una belleza. Ten�a el pelo casta�o rojizo, liso y sedoso, que le llegaba por
los hombros, unos ojos marrones de expresi�n inocente que cautivaban a
cualquiera, y un cuerpazo incre�ble, lleno de curvas, con un culito precioso y
unos pechos que ya entonces eran grandes, pero bien proporcionados. De aquella
yo la ve�a s�lo como una buena amiga y nada m�s, pero era consciente de su
belleza que incluso a m� me impactaba, sobre todo cuando vest�a ropas de verano.
En las escasas ocasiones en que mis amigos la vieron me dec�an que menuda suerte
que yo ten�a por estar tan cerca de una chica as� de maciza, pero yo pasaba de
estos comentarios puesto que se trataba de mi prima, no de una cualquiera.
Aunque he de confesar que en un par de ocasiones me hab�a preguntado c�mo ser�a
poner mis manos en aquellos suculentos pechos, pero pronto abandonaba tal idea y
me dedicaba a fantasear con las modelos de las Penthouse que me prestaba alguno
de mis amigos.


Un d�a que mi prima volv�a a cubrir de elogios a su querida
amiga, yo le dije:


�Pues a ver si un d�a me presentas a esa chica tan especial.


�Ella tambi�n tiene ganas de conocerte �me dijo�. Ya le habl�
de ti y dijo que deb�as de ser muy mono.


Me sonroj� ante este comentario y ella se ri�.


�No te hagas ilusiones, que tiene diecisiete a�os. No le
gustan los ni�os.


Yo le saqu� la lengua y cambi� de tema, olvid�ndome del
asunto. Sin embargo, mi prima no se olvid� porque unos d�as despu�s me dijo que
nos encontrar�amos con Sabela en "nuestro sitio". Lo cierto es que recib� la
noticia con desinter�s; no me apetec�a gran cosa ver a una chica con aspecto de
vieja. Pero tambi�n sent�a cierta curiosidad, y adem�s, a mi prima se la ve�a
muy ilusionada y no me pude negar.


Era una calurosa tarde de primavera y mi prima iba vestida de
un modo muy sugerente. Un top naranja aprisionaba sus exuberantes pechos,
perfilando la forma de los pezones y dejando al aire su plano y bronceado
vientre; y unos pantalones cortos de deporte, negros, la cubr�an un poco m�s de
lo que lo har�a unas bragas y se ce��a deliciosamente a su culito. Cuando la vi
as�, me puse rojo como un tomate; le daba cien vueltas a cualquier t�a que yo
hubiese visto nunca, ya fuese en pel�culas, en revistas o por la calle. Me cost�
un gran esfuerzo apartar la mirada de aquellos maravillosos senos y tuve que
recordarme que era mi prima, la hija del hermano de mi padre, casi una hermana,
joder. Cuando salimos en las bicis, ella iba delante de m� y yo no pod�a dejar
de mirar su provocador culo, como el pantaloncito se le met�a entre las nalgas
al estar sentada en el sill�n. Sufr� una erecci�n de caballo y me apresur� a
adelantarla. Por el camino consegu� calmarme, pero no dur� mucho.


Mi prima hab�a acompa�ado a Sabela hasta "nuestro sitio" el
d�a anterior (yo me puse celoso cuando me enter�) para que supiese el lugar
exacto y no se perdiese cuando viniese sola. Sabela ten�a buena memoria; estaba
all�, junto a la roca, cuando mi prima y yo llegamos. Yo casi me hab�a olvidado
de ella, ocupado en no fijarme en los encantos de mi prima, sin mucho �xito,
pero cuando la vi, su imagen se me qued� grabada para siempre. Su pelo blanco,
ligeramente ondulado y abundante, le llegaba casi hasta la cintura; su p�lido
rostro de l�neas elegantes era extremadamente bello, el m�s hermoso que hab�a
visto nunca (con perd�n de mi prima), y sus ojos grises, ligeramente rasgados,
eran penetrantes y seductores. Llevaba un vestido de verano negro que
contrastaba con su blanca piel, le llegaba por encima de las rodillas y era
escotado, lo suficiente como para apreciar unos senos redondos, grandes y
esbeltos, de un tama�o similar a los de mi prima; el vestido se ajustaba
suavemente a su delgada cintura, y se pod�a admirar la curva de sus voluptuosas
caderas; sus piernas de modelo no se quedaban atr�s, eran magn�ficas. Aquella
chica exhalaba sensualidad por todos sus poros. Me qued� mir�ndola, sin
parpadear, embobado. Me la imaginaba como una vieja, y result� ser una diosa.


�Parece que le has impresionado �brome� mi prima.


Sabela mostr� una sonrisa radiante y se acerc� a m�.


�As� que �ste es el famoso primo de Ver�nica �dijo�. Mucho
m�s guapo de lo que pensaba.


Se inclin� hacia m� y yo no pude dejar de mirar su generoso
escote. No llevaba sujetador. Volv�a a estar empalmado. Sabela me dio un beso en
la mejilla con los labios entreabiertos y sent� la punta de su lengua. Solt� un
jadeo. Tuve que resistir el impulso de posar mis manos en sus caderas.


Sabela ri�, enderez�ndose.


�Tu primo parece un poco acalorado.


Mi prima tambi�n ri�. Afortunadamente yo llevaba una camiseta
algo larga y no se me ve�a el bulto entre las piernas. Sabela llevaba un peque�o
bolso y de �l sac� un caramelo de menta y me lo dio.


�Para que te refresques un poco, guapet�n.


Lo acept� y me lo met� en la boca. Nos sentamos sobre la
hierba, junto a la roca, con las piernas cruzadas tipo indio. Ellas dos estaban
una al lado de la otra y yo enfrente. Mis ojos no paraban; me fij� en que a mi
prima se le hab�a subido un poco el ce�ido pantal�n y se le ve�a el borde de las
bragas blancas por la ingle; luego me fij� en que Sabela se hab�a subido un poco
el vestido, exhibiendo sus muslos carnosos, perfectamente moldeados, blancos
como el marfil. Mi polla estaba m�s tiesa que nunca. Sabela coment� que hac�a
bastante calor y se desabroch� un bot�n del vestido, ampliando m�s el escote. Me
puse a morderme las u�as. Al poco decidieron descalzarse, para refrescar los
pies. Mi prima se acuclill� para sacarse los deportivos, el culo se le marc� de
un modo incre�ble y el pantal�n se le baj� un poco, dejando ver otro poco de las
braguitas. Me sent�a culpable por ponerme tan cachondo mirando a mi propia prima
carnal, pero no pod�a evitarlo. Ya descalzas, volvieron a sentarse y me
preguntaron cosas como si ya ten�a novia o si me gustaba alguna chica del cole.
En un momento, Sabela se tumb� en la hierba, alz� las piernas y las separ� como
una gimnasta. El vestido se le subi� y pude ver claramente su tanga de color
rojo. Me qued� con la boca abierta. Mi polla iba a explotar si las cosas segu�an
as�.


��Sabela! �exclam� mi prima, entre sorprendida y divertida�.
�Quieres que a mi primo le d� un infarto?


Sabela volvi� a quedarse sentada, cubri�ndose las bragas y
poco m�s, sonriendo.


�Los ni�os tambi�n tienen derecho a mirar, �no? �dijo�.
Adem�s, t� tampoco eres muy considerada con �l. Mira como vas vestida, poco
menos que desnuda.


�Es distinto. Soy su prima �replic� Ver�nica, aunque no
parec�a enfadada.


��Pero mira qu� tetas tienes! �Qui�n aguanta algo as�? �Y de
pronto, Sabela puso las manos sobre los pechos de mi prima y se los apretuj�,
sorprendi�ndonos a los dos.


��Para! �grit� mi prima, riendo y apart�ndose, pero Sabela
a�n se las sob� un poco m�s antes de soltarla.


Aquello era demasiado para m�. Estaba jadeando, sudando, mi
cuerpo ard�a. Sabela me gui�� un ojo.


��Verdad que tengo raz�n, cari�o? �me pregunt�.


Me limit� a sonre�r, pero estaba claro que ten�a raz�n.
Deseaba sobarlas a las dos, manosearlas, lamerlas..., follarlas. Sab�a que era
imposible, claro. Mi prima, adem�s de ser de la familia, me llevaba tres a�os, y
Sabela cinco; yo s�lo era un ni�o para ellas, pero so�ar es gratis.


Sabela propuso jugar a los chinos y que el que perdiera
recibiese un castigo impuesto por los otros dos. Me alegr� de que fu�ramos a
hacer algo entretenido, as� me relajar�a un poco y mi polla se calmar�a. Adem�s,
yo sol�a tener suerte a ese juego en el colegio. Empezamos a jugar, usando
piedritas. Perd� el primero en perder. Sabela y mi prima me sonrieron.


�Vaya, vaya �dijo Sabela�. �Qu� castigo te podr�amos imponer?


Se me ocurri� que podr�an hacerme cosquillas; la idea de
aquellas dos macizonas toc�ndome y peg�ndose a m� me pon�a a cien.


�Ya s� �dijo Sabela, y se puso en pie�. Lev�ntate.


Yo lo hice, y ellas me miraron con sorpresa. Me di cuenta
demasiado tarde de que la camiseta se me hab�a subido un poco y como el pantal�n
que llevaba era de ch�ndal y me quedaba un poco suelto, mi polla erecta alzaba
la tela de un modo muy llamativo.


��Vaya con el ni�o! �exclam� Sabela, y mir� a mi prima�. �Ves
como ten�a yo raz�n? Eres una tentaci�n para cualquiera.


Mi prima me miraba asombrada, pero no dijo nada. Dese� que me
tragara la tierra, y el bulto de mi erecci�n fue menguando.


�Oooh �se quej� Sabela�. Est� bajando. Bueno, eso no impedir�
que te castiguemos. No te hagas ilusiones.


Me cogi� de la mu�eca con una mano y con la otra agarr� su
bolso, me llev� hasta un �rbol y puso mi espalda contra el tronco; a
continuaci�n, se puso detr�s, sin soltar mi mu�eca, abri� el bolso y sent� que
algo met�lico se cerraba en torno a mi mu�eca, me cogi� la otra mano e hizo lo
mismo. Me hab�a esposado al tronco del �rbol. �Qu� clase de chica lleva esposas
en el bolso? Empec� a protestar. Aquello no me parec�a gracioso. Mir� a mi
prima, en busca de apoyo, pero ella s�lo sonre�a, divertida.


��se es tu castigo �sentenci� Sabela�. Te dejaremos ah� hasta
que creamos conveniente. �Y fue a junto de mi prima, contoneando sus caderas�.
V�monos �dijo.


�Hasta luego, primo �se despidi� mi prima, y ambas se
alejaron, desapareciendo tras la enorme roca.


Empec� a llamarlas, alarmado. Razon� que no pod�an estar
lejos dado que hab�an dejado all� su calzado. Pero el tiempo pas� y yo no o�a
nada. Despu�s de todo, yo s�lo era un ni�o y empec� a asustarme y a imaginar
cosas, como que alg�n psic�pata aparecer�a y me matar�a. Las llam� a gritos,
desesperado. �C�mo pod�an hacerme esto? A veces me parec�a o�r pisadas, miraba a
los lados pero no ve�a nada. No tard� mucho en ponerme a llorar. Volv� a
escuchar pasos, esta vez a mi espalda, y apareci� Sabela, seguida de mi prima.


�No llores, guapo �dijo Sabela, con dulzura�. �C�mo �bamos a
dejar a un chico guapet�n como t� aqu� solo.


Yo estaba a punto de sufrir un berrinche, pero entonces
Sabela peg� su cuerpo al m�o, presionando su pubis contra mi entrepierna, los
pechos quedaron a la altura de mi cara. Me qued� sin respiraci�n, olvid�ndome
por completo de mi enfado.


�Perd�nanos por haberte hecho pasar miedo �dijo Sabela�. Creo
que te debemos una compensaci�n.


Y movi� las caderas hacia delante, haciendo m�s presi�n
contra mi empalmada polla. No me pod�a creer que me estuviese pasando aquello.
Los ojos grises de Sabela estaban fijos en los m�os, y se pas� la lengua por los
labios.


�Vamos a hacer algo por ti, para que no nos guardes rencor,
�vale? �dijo, y seguidamente me dio un beso en los labios, su lengua se abri�
paso hasta mi boca y recorri� todo su interior. Al poco reaccion� y tambi�n mov�
mi lengua, torpe y excitadamente. Me sent� frustrado por no poder usar las manos
para sobarla mientras tanto.


Sabela se separ� de m� y dijo:


�Y ahora... prep�rate para el espect�culo.


Fue hasta donde estaba mi prima, que me miraba con un extra�o
brillo en los ojos. Se situaron a un metro de m� y empezaron a besarse en la
boca mientras se abrazaban. Ve�a c�mo se lam�an las lenguas mutuamente, como se
mordisqueaban los labios, escuchaba sus respiraciones agitadas, el sonido de sus
besos. Mi excitaci�n super� la sorpresa de ver a mi dulce prima, la que parec�a
tan modosita, haciendo aquello. Sabela sobaba a conciencia el culo de mi prima,
y �sta desliz� las manos bajo el vestido de su amiga y tambi�n se puso a
manosear su culo. Separaron los labios y Sabela lami� el cuello de mi prima, al
tiempo que apretujaba sus pechos, y acab� por quitarle el top, descubriendo sus
grandes y perfectos senos. Era la primera vez que le ve�a las tetas a mi prima y
eran mejores de lo que yo hab�a imaginado. Sabela empez� a chup�rselos y
sob�rselos con �nfasis mientras mi prima acariciaba su cabello sin dejar de
gemir. Aquello era insoportable, necesitaba desahogar mi gigantesca excitaci�n,
y lo �nico que pod�a hacer era mover las piernas como si tuviese ganas de mear.
Sabela pas� a acariciar con la lengua todo el vientre de mi prima y luego le
baj� los pantaloncitos hasta quit�rselos. Las braguitas de mi prima, blancas,
con un lacito rosa por delante, me parecieron preciosas y le quedaban genial. Yo
estaba jadeando, mis ojos se sal�an de las �rbitas mirando el cuerpazo de mi
prima; la deseaba, s�lo pensaba en foll�rmela, foll�rmela, foll�rmela... Sabela
le baj� las bragas y tambi�n se las quit�; empez� a acariciarle las piernas, a
manosearle los esculturales muslos, a lam�rselos, luego se puso a chuparle el
co�ito a mi prima y fue cuando �sta comenz� a gemir en serio; sus gemidos de
puro gusto penetraban en mi cerebro y estimulaban todav�a m�s mi lascivia. Al
cabo de un rato, Sabela dej� de saborear el co�o de mi prima y se puso en pie
para darle otro morreo. Entonces mi prima desabroch� el vestido de Sabela y se
lo quit�. �Madre m�a, qu� buen�sima estaba! Aquello era un castigo mayor que
dejarme all� esposado, mucho peor. Iba a morirme de deseo. Ver a mi prima
lamiendo los irresistibles pechos de Sabela al tiempo que manoseaba sus nalgas
me hizo perder la cabeza. Les grit�, desesperado:


��Os quiero, os quiero, oh, s�, os quiero follaaar! �Jam�s
cre� que ser�a capaz de decir algo as� a mi propia prima, pero era la pura
verdad.


Ellas me miraron sorprendidas, y luego sonrieron. Aquellas
dos bellezas avanzaron hacia m�, contone�ndose, cadera con cadera. Mi prima,
cuyos ojos estaban h�medos de excitaci�n, me murmur� "cari�o" antes de besarme
en la boca, chupeteando mis labios; yo busqu� su lengua con la m�a y la
encontr�, y la sabore�. Mientras, Sabela me descalz� y me quit� el pantal�n y
los calzoncillos, y acarici� mi empalmado pene.


�Qu� hermoso �dijo, y comenz� a lamerlo desde los test�culos
hasta el glande. Sentir su lengua h�meda y caliente en mi polla me hizo gemir de
gozo.


Mi prima se arrodill� ante m�, al lado de su amiga, y se
meti� mi polla en la boca, trag�ndosela toda, apret�ndola suavemente con los
dientes; Sabela se puso a lamer mis test�culos, a chuparlos. El placer que
sent�a era infinito, innombrable, y no tard� en correrme en la boca de mi prima,
y ella se trag� toda mi leche, que no era poca, hasta la �ltima gota. Sin
embargo, mi polla s�lo se hab�a calmado a medias, a�n segu�a medio erecta; mi
deseo era demasiado grande.


Sabela cogi� del bolso las llaves de las esposas y me liber�
por fin. Mi prima me sac� la camiseta sin p�rdida de tiempo y me lami� el
vientre y el pecho. Yo volv�a a estar empalmado con todas las de la ley. Mi
prima se tumb� sobre la hierba, abierta de piernas.


�F�llame, primito �gimi�.


Yo observ� aquel co�ito h�medo, el vello p�bico del mismo
casta�o rojizo que su pelo; era precioso, y era m�o, todo m�o (bueno, y quiz�
tambi�n de Sabela). Me puse sobre ella, Sabela se encarg� de dirigir mi pene al
interior del co�o de mi prima y entonces la penetr� con fuerza, y ella solt� un
gemido agudo y clav� las u�as en mis brazos; yo segu� penetr�ndola,
embisti�ndola casi con furia, al tiempo que lam�a los espl�ndidos pechos.
Mientras, Sabela se hab�a quitado el tanga y se masturbaba, meti�ndose tres
dedos en la vagina y chup�ndoselos de cuando en cuando sin dejar de observarnos.
Por fin me corr� dentro de mi prima, y me qued� extenuado, con la cabeza
reposando sobre sus pechos, bes�ndolos de vez en cuando.


Cuando me apart� de encima de ella, rodando hacia un lado, mi
prima se levant� y Sabela se puso a su lado.


�Esto a�n no se ha acabado �dijo Sabela�. Vas a demostrarle a
tu primita lo mucho que la quieres.


Y volvieron a chup�rmela entre las dos, consiguiendo que me
excitase de nuevo. Mi prima se puso sobre m� a horcajadas, introduciendo mi
polla en su co�o, y la hice gemir de nuevo mientras yo sobaba sus muslos. Esta
vez Sabela no se limit� a mirar y pos� su co�ito albino sobre mi boca, y yo
empec� a degustarlo con apetito mientras ella hac�a lo mismo con los pechos de
mi prima. Volv� a eyacular. Ellas lamieron los restos de semen que quedaban en
mi polla. Ya no pod�a m�s, estaba agotado; sin embargo, a ellas dos todav�a les
quedaba energ�a y se pusieron a hacer el sesenta y nueve, Sabela debajo de mi
prima. Me puse a mirar c�mo se devoraban el co�o mutuamente y no tard� demasiado
en volver a excitarme. Era incre�ble. Cuando mi prima lo advirti�, se incorpor�
sin apartar su co�o de la boca de Sabela, separ� los labios vaginales de su
amiga y me dijo:


�Ahora f�llatela a ella. Se lo merece por habernos animado a
disfrutar de este maravilloso placer.


Yo estaba de acuerdo, de modo que penetr� a Sabela mientras
ella segu�a comi�ndole el co�o a mi prima. Para cuando me corr�, ya est�bamos
los tres muy cansados. Nos abrazamos, tumbados en la hierba; para m� estar entre
aquel par de cuerpazos era el para�so. Nos besamos y nos acariciamos durante
largo tiempo. Sabela me cont� que yo le gustaba a mi prima desde hac�a m�s de un
a�o y que se sent�a culpable por ello, porque yo s�lo era un ni�o y era su
primo, y pensaba que yo la despreciar�a si me enteraba (qu� equivocada estaba).
Fue Sabela qui�n la convenci� de que lo que ella sent�a no era nada malo y de
que yo estar�a encantado de foll�rmela. Mi prima no las ten�a todas consigo
hasta que me vio excitado, antes de que Sabela me esposase; fue entonces cuando
acab� por decidirse. Despu�s de saber esto no pude evitar excitarme de nuevo.
Ella se rieron y procedieron a chup�rmela hasta que me corr� en la boca de
Sabela, que comparti� mi semen con mi prima en un impresionante morreo. As� fue
c�mo perd� la virginidad, a la maravillosa edad de doce a�os.


Por supuesto, no fue la �nica vez que me foll� a mi prima. De
hecho, esa misma noche me qued� a dormir en su casa y me hizo una mamada
excelente. Foll�bamos a la m�nima oportunidad. El deseo que sent�amos el uno por
el otro era algo fuera de lo com�n. Lo mejor fue el verano del a�o siguiente,
cuando nuestros padres se fueron a un viaje y estuvimos solos una semana:
b�sicamente no par�bamos de follar excepto para comer y dormir. Fue esa vez
cuando me la foll� por el culo por primera vez; yo no paraba de decirle que su
culo me volv�a loco y quer�a penetrarlo al menos una vez; ella no estaba segura
de querer porque cre�a que le iba a doler, pero al final nos gust� tanto que lo
hac�amos casi todos los d�as. Por aquel entonces Sabela ya se hab�a trasladado
con sus padres a Madrid, lo cual nos entristeci�. Como despedida, hicimos un
tr�o en "nuestro sitio", que no fue tan incre�ble como la primera vez, pero
tampoco estuvo nada mal.


En la actualidad tengo diecis�is a�os, y mi prima diecinueve.
Como ella est� en la universidad, no podemos vernos muy a menudo, pero nuestra
pasi�n sigue intacta. Seguimos dese�ndonos con locura y estamos decididos a
decirles a nuestros padres que queremos vivir juntos como pareja en cuanto yo
cumpla la mayor�a de edad. Hasta entonces, s�lo podemos esperar y seguir
escondiendo nuestra desenfrenada pasi�n a ojos de los dem�s, todo por culpa de
unos est�pidos prejuicios.


En fin, aqu� se termina mi relato. Ahora tengo que ir a
complacer a mi insaciable primita, que esta noche se ha quedado en mi casa a
dormir, y m�s concretamente, en mi cuarto, puesto que tengo camas gemelas. Un
abrazo a todos, amigos.


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 2
Media de votos: 9.00


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: Tarde de vicio
Leida: 1550veces
Tiempo de lectura: 13minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























mi amiga con mi suegro relatosNecesito urgente unos relatos eróticos y caliente para masturbarmeRelatos transexual triosprimos regandosen adentro por error historias de pornorelatos eroticos el novio de mi hijarelatos eroticos mi hijo y yocaveza grandes de penes fotos porno/relato37567_Vecinita-Aprendiendo-a-nadar..htmlcojeme relatosrelatos eroticos mi vecina casadarelatos me cojo a mi hija dormida cuando duerme su madrerelatos porno gey padreRelatos de incesto me entregue a m� hijorelatos eroticos mi cola estava expuesta al viejo borrachosexo lesvico gratisRelatos xxx mi vecino me dio guevotodorelatos pornos asme la pajafollo a mi cuñadarelato erotico mi nietahistorias eroticas de nenas de 9 gratisRelatos gays ahh asi dalemi hijita de 9 añitos relato/mp4hentai/relato33377_MI-PADRE-Y-SUS-AMIGOS.htmlRelatos Hot entre Abuelas y Nietos/relato28200_Con-la-Familia.htmlLa fald de mi suegra relato erotioRelatos eroticos violadas por mis primosmadura folla fontaneroRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezincesto pornoRelato eroticos de pordioserocuento eroticos con gallinasvagina penetradarelatos eróticos de gordos camionerosrelatos eroticos embarazada de mi suegrorelato porno de chica con un caballo xxxxxx relatos si papi cogemeabuela follando con abuelorelatoseroticos-gratis las hijastrasrelato las mamas de mis amigosRelatos porno de transexual con lesvianaRElato porno engañadahistorias eroticas de nenas de 9 gratispprno gordasrelatos porno gay cuando tenia 6relatos eroticos de incestorelatos de chicasRelato erotico dando nalgadas a pequeñaRelato erotico dando nalgadas a pequeñaRelatos porno amor filial el despertar del placer con mi pequeña hija 2 bdlol.ruAbuelito aprovechadorelatos pornos mi mamá en la playaRelatos eroticos mi nieta xxx relatos hijitrelato porno follada en,la escuela de primariarelatos gay analmi tio me rompio relatorelatoseroticos de desvirgadasme asome con cuidado y bi ami mujer como chupaba akeya bergota relatos pornosmi pequeña hija relato eroticosrelatos eroticos de incesto mi padre y mi hermanaRelatos porno amor filial alquilando a mi hija parte 9 bdlol.ruRelatos aCuliar catirasRelatos porno amor filial papa soltero bdlol.ruRelato porno mi hermanita mi primita y yorelatos pornos cojiendo con mi hermanita de 9 añitos y le gusto muchorelato gay. el hetero de mi cuadraxxx relatos madre e hijaRelatos eróticos de sexo anal mi mujer quiere que se lo haga ah su hermanasice un trio con mi madre y mi hermana cuando fuimos de vacaciones relato porno