Nunca he escrito un relato, pero si he leido muchos, esto de cierta manera me animo hacer un trio con mi esposa y un �amigo� entre comillas porque eso de amigo realmente no lo se.
La situaci�n se calienta tanto, que acabamos todos desnudos en la piscina para refrescarnos. Luego, la cena, pero nadie hace la m�s m�nima intenci�n de volver a vestirse.
Los anfitriones me presentan a los invitados a la fiesta. Falta una pareja, pero la espera se hace corta. Helena tiene calor, y decide darse un ba�o en la piscina.
Los oigo gemir, jadear. El colch�n, la cama, la habitaci�n, todo se queja del sobreesfuerzo que generan las embestidas de Ernesto sobre Isabel. No se reprimen en absoluto. Deber�an acordarse de que todas las ventanas est�n abiertas y que los vecinos pueden o�rlos...
Somos afortunados en que tanto a m� como a mi mujer, nos atraen los mismos deseos. A pesar que nunca lo hab�amos hecho, fue como si lo hubi�semos hecho toda la vida; puesto que cuando hacemos el amor, muchas veces, incorporamos estas fantas�as a nuestra rutina.
Hace apenas un a�o, mi marido me llev� a Salta, ya que tendr�a que visitar un amigo que una estancia en esa provincia cerca de la capital. Llegamos a la estancia salte�a cerca de las 18 hs. ya nos esperaba el due�o, Juan un hombre de unos 55 a�os.