Mi nombre es Lucas, vivo en Nueva York tengo 25 a�os, trabajo
con computadora, hace tres a�os me case con mi esposa Libeth, ella tenia 17 a�os
cuando la conoc�, un d�a la lleve a mi departamento y le hice el amor, no fue
tan bueno, pues era su primera vez, bueno lo cierto es que desde entonces ella
vive con migo, las relaciones intimas con ella han sido buenas y placenteras,
ella tiene una hermana mayor que tiene una hija de 11 a�os su nombre es paulina,
cuando la conoc� me cayo muy bien, al principio yo no pens� nada malo, solo era
mi sobrina pol�tica y la quer�a mucho como tal; un d�a ella nos visit� y mi
esposa tubo que salir un momento yo me quede en casa porque estaba un tanto
agripado y me recost� en el sof� con una frazada y prend� el televisor para ver
algo, estando yo all� como era la confianza entre mi sobrina ella se acomodo
junto a mi, ella me abraz� y coloco una pierna sobre mi muslo estuvo por dos
minutos as�. Yo estaba tranquilo con esta situaci�n pues ella ya hab�a estado
as� antes, pero algo paso que cambio mi vida por completo y les juro que no lo
busque. Esa ni�a estaba experimentando un cosquilleo en su peque�a pollita lo
digo porque comenz� a rozar su cosita en mi muslo, yo me quede asombrado un
tanto pero luego comprend� que era algo normal en las ni�as, esa situaci�n me
incomodaba un poco, porque mis latidos se hac�an mas fuertes frente a esta
situaci�n, ese d�a no paso nada mas, solo le di un abrazo para que se sintiera
mal.
En los d�as siguientes mi pensamiento no dejaba de recordar
aquella situaci�n de cierta forma me hab�a excitado.
Des pues de ello ella llegaba todos lo fines de semana a mi
casa y como no ten�amos una cama extra, dorm�a con nosotros y ella siempre se
pon�a a mi lado eso me alentaba aun mas esta perversi�n, pues no me pude
contener y cuando mi esposa ya estaba dormida suavemente ice mi incursi�n por
los muslos de mi sobrina como quien la abrazaba, ella se vir� despacio hacia mi
comprend� la invitaci�n, al ver aquella peque�a excitada, me pon�a a cien, ella
tenia puesto solo una camiseta que por lo grande le quedaba usaba como pijama y
su peque�a ropa interior me excitaba aun mas, comenc� a acariciar el encaj� de
los bordes de su bombachita.
Yo estaba chorreando l�quido por la punta de mi pene, jam�s
me hab�a pasado algo tan sublime, mi excitaci�n fue en aumento mi pene estaba
tan duro que me dol�a, no pude contenerme mas y despacio la coloque boca arriba
y ella colaboro enseguida. Ella se pon�a las manos en la cara como si le diera
pena, pero no se rehusaba, porque mis caricias le agradaban cada vez m�s lo pude
comprobar por aquella peque�a se humedeci� en su peque�a rayita, cundo yo
deslice mi mano por su vientre y luego despacio llegue hasta su co�ito, al
empezar a mover y frota mi dedo medio, ella se estremeci� y comenz� a mojar mi
dedo mi cabeza iba a explotar pasaron como diez minutos de aquello y mi esposa
empez� a moverse como queri�ndose despertar y aquel momento tan delicioso para
los dos se interrumpi� bruscamente ; para disimular fue a cuarto de ba�o, mi
esposa se volvi� a dormir y me quede en el ba�o un instante, aun estaba muy
excitado por lo sucedido, pues tenia que desahogarme; esa fue la masturbaci�n
mas deliciosa de mi vida, esa ni�a hab�a logrado lo que ninguna mujer adulta,
por buena que estuviera.
Para regresar a la habitaci�n al abrir la puerta del ba�o veo
a mi sobria parada all� con mirada de querer seguir con aquello, prohibido y
delicioso que no se puede describir, ella paso al ba�o y me quede con ella, me
acerque y le levante aquella pijama y baje sus peque�os interiores y pude ver su
pollita sin bello alguno, sin perder tiempo coloque mis labios en esa boquita
vertical, ella se arqueo cundo met� mi lengua entre sus pliegues y unos
deliciosos jugos bajaron calientes asta mi boca, estuve foll�ndola con mi lengua
por cinco minuto hasta que empez� a temblar sus pierna y se corri� en mi boca no
pod�a quedarme as� si que baj� la tapa del escusado para sentarme y cojerla
desesperadamente estado as�, ella sobre mi, coloque mi pene en su rajita, al
principio solo deslizaba y frotaba por encima y ella empez� a moverse
fren�ticamente, su respiraci�n se hizo mas fuerte y su vulva estaba toda
lubricada as� que ya no pod�a parar y empec� a penetrarla e ese instante ella
gimi� de dolor y dijo detente t�o! me haces da�o, era tarde para detenerme solo
deseaba hacerla m�a, as� que la bec� apasionadamente y ella me abraso y se
relajo yo aprovech� el momento y la penetre con prontitud y le susurre al o�do
mi ni�a te yo te amo y soy tuyo pos�eme todo para sentirte m�a y ella empez�
hablar, si t�o toma soy tuya hazme tu mujer te amo t�o! No te detengas!
Y empez� e moverse suave y delicadamente yo respond�
tom�ndola de la cintura y la penetre de una vez movi�ndola con mis brazos contra
mi robusto erecto pene, ella empez� a gemir de dolor pero sus contracciones yo
la bec� con pasi�n para acallarla y continu� foll�ndola asta que sent� su
contusiones y temblores en sus peque�itas piernas, estaba corri�ndose eso
produjo que mi semen saliera a borbotones inundando su apretada vajina, eso la
hizo abrasarme con fuerza y luego desvaneci� dormida sobre mi cuerpo luego de un
momento la tome en brazos y la lleve dormida hasta la cama y extasiado que
dormido junto a mi amada sobrina.