Esto comenz� como dije a mis 13 a�os, en ese tiempo era
delgado y alto para tener 13 a�os, no soy feo, tenia y tengo bastante �xito con
las mujeres, soy rubio y de ojos azules lo que era llamativo en ese tiempo al
estar rodeado de puros hombre morenos, pero a esa edad no suceden demasiadas
cosas en lo que a sexo se refiere. Mis compa�eras de colegio ya hab�an empezado
a desarrollarse, muchas ten�an unos senos esquistos ya y un cuerpo tremendo, eso
fue lo que comenz� a despertar en mi un fuerte deseo de tener sexo, fue mi
despertar sexual, empece a ver a las ni�as como mujeres. Cuando estaba en clases
siempre tenia unas erecciones tremendas, con las que llegaba a la casa, a la que
llegaba como a las 2 de la tarde.

Hab�a escuchado en el colegio a un amigo un d�a, que dijo que
uno pod�a tener sexo con la mano de uno, cuando contaba yo pon�a mucho o�do pero
a la vez hacia como que no me importaba la conversaci�n y miraba hacia otro
lado. Despu�s de esa vez lo intente hacer muchas veces, pero me dol�a, no lo
hacia moviendo el forro hacia delante y hacia atr�s ya que casi no tengo, sino
que lo hacia moviendo la mano arriba y abajo, eso con la mano seca dol�a.

En mi casa ten�amos un perro, Renglo se llamaba, era un perro
de estatura mediana, de raza Quiltro (Como le decimos ac� a los perros
callejeros que no tienen raza especifica), blanco y con el pelo largo y ondulado
al que siempre le gustaba arrancarse a la calle, era muy callejero y tenia miles
de hijos repartidos por la ciudad, era muy bueno para las peleas, al tener el
pelo largo y ondulado los perros no los pod�an morder por lo que siempre se
quedaba con las perras callejeras.

Yo al Renglo lo quer�a mucho, siempre lo acariciaba y el me
correspond�a con unos lametones en la mano. Un d�a en que llegue muy excitado me
intente masturbar, pero no consegu� nada y me quede empalmado, sal� al patio y
all� estaba el Renglo, me sent� en el suelo y el perro se me acerco poniendo su
cabeza en mi pierna esperando que le acariciara la cabeza, cosa que hice sin
titubear.

Hab�a mucho calor, era verano , yo andaba con una polera y un
traje de ba�o por lo que el pene se me notaba muy bien en el pantal�n, mientras
acariciaba su cabeza trataba de calmar mi calentura, en eso el perro me empez� a
lamer la mano lo que no me tomo por sorpresa, la lengua del perro se sent�a
resbalosa y h�meda pasando por mi mano lo que provoco que mi pene creciera a su
m�xima expresi�n dentro de mi pantal�n, una sensaci�n muy extra�a para mi en ese
entonces porque junto a eso sent� un escalofr�o en mi cuerpo y mi coraz�n que ya
estaba acelerado casi se escapaba de mi pecho. Mi pene se llenaba de cosquillas
con el solo roce de el pantal�n.

No se cuanto rato estuve as�, con mi pene al m�ximo y el
renglo lami�ndome la mano sin cesar, en ese momento no aguante y me baje un poco
el pantal�n liberando a mi pene de su cautiverio, estaba muy grande, con el
glande rojo y duro, en ese entonces aun no me sal�a pelo en mis genitales as�
que sent� todo el sol pegar en mi pene junto con la peque�a brisa que hab�a,
intente masturbarme con la mano que aun tenia libre, pero no era muy agradable,
en eso el perro dejo de lamerme la mano y empez� a olorosar el aire y a acercar
su hocico a mi pene cosa que me asusto. Escond� mi pene bajo el pantal�n y con
una mano le alejaba la cabeza de mi entrepierna.

Despu�s de eso segu� sentado all� tratando de asimilar lo que
hab�a pasado, mi pene hab�a bajado su nivel de calentura con el susto, pero
comenz� de nuevo a pararse producto de lo que estaba pensando en ese momento, �Y
si dejaba al perro que me lamiera el pene? �Y si me muerde?, despu�s de mucho
pensar me di cuenta que el perro jamas me morder�a, seria como dejar que me
lamiera la mano, me baje el pantal�n y tome el pene con una mano, el perro hizo
lo mismo que hab�a hecho reci�n y acerco su hocico a mi pene, con la mano que
tenia libre afirmaba su cabeza nervioso y la alejaba de mi pene pero de apoco lo
iba acercando, asta que logro lamerme la punta, cosa que se sinti� deliciosa,
luego afloje un poco la presi�n sobre su cabeza impulsado por la calentura por
lo que pudo acercarse mas a mi pene, de apoco me fue lamiendo mas, y yo fui
liberando mi pene de mi mano asta que perd� el miedo y lo deje a su entera
disposici�n

Me lo lam�a entero, yo con los dedos lo mov�a y lo acomodaba
para que el pudiera lamerlo mejor, estaba en la gloria, mi pene estaba
completamente sensible y la lengua se sent�a deliciosa, yo miraba como me pasaba
la lengua por el pene, lo hacia lento y como con ternura, pero luego al parecer
se aburri� o a mi pene se le acabo "El gustillo" porque dejo de lamerme y se
quedo all� sentado mir�ndome, yo con una mano tome su cabeza y intente acercarla
a mi pene con un poco de violencia, pero el perro no hacia nada, le empece a
acariciar la cabeza ya mas calmado y el me la lam�a retribuy�ndome el cari�o,
acerque me pene hacia el y lo acerque a su hocico, el me lo lami� mientras yo le
acariciaba la cabeza.

Pero luego el perro se canso y ya no pude hacer que me
siguiera lamiendo, as� que me fui enojado con el perro hacia dentro de la casa.
Pasaron los d�as, todas las tardes hacia lo mismo y no lograba llegar al
orgasmo, no conoc�a ni que era eso, asta que un d�a cuando venia caminando del
colegio hacia mi casa vi a unos perros callejeros, uno de los perros estaba
montando a una perra, mientras pasaba caminando por all� los mire, el perro
hacia un mete y saca fren�tico sobre la perra, la que era peque�a y lloraba, esa
visi�n me �xito, los perros estaban cerca de mi casa, cuando llegue a la reja de
mi casa encontr� al Renglo mir�ndome, cuando habri la puerta el perro sali� a la
calle sin que pudiera imped�rselo.

Entre a la casa y almorc�, ya era muy tarde cuando el Renglo
llego a la casa, ya hab�an llegado mis padres y mi hermano chico del colegio. Al
otro d�a era fin de semana, d�a s�bado, as� que mi familia estar�a todo el d�a
en casa, yo anduve excitado todo el d�a, pero para suerte m�a mis papas y mi
hermano chico fueron al supermercado en la noche, sal� al patio y all� estaba el
Renglo, hice con el lo mismo de siempre, me sent� en el suelo mientras el me
lam�a el pene, pero se aburri� luego, as� que ni modo, me quede all� con el
acarici�ndolo de rodillas en el suelo.

El pelo del perro estaba muy suave, le acaricie todo el lomo,
la imagen de la perra siendo montada por el perro que hab�a visto el d�a
anterior aun no se me borraba de la cabeza, tome al perro de la cabeza y lo
acerque a mi pene, pero este ya no lam�a, de la desesperaci�n empece a rozar mi
pene por la cabeza del perro, se sent�a suave, pero el perro estaba incomodo en
esa posici�n y se mov�a mucho, as� que segu� rozando mi pene por el lomo del
perro, el seguramente sent�a que yo le estaba haciendo cari�o, as� segu�, de
apoco me fui moviendo asta llegar con mis movimientos a la parte trasera del
perro, lo tome por la cintura y rozaba mi pene por su trasero y su cola donde
hab�a abundante pelo el que era muy suave.

Al Renglo algo le paso, ya que mientras lo tenia de la
cintura y rozaba mi pene por su trasero empez� como a agitarse, de repente se
movi�, camino hacia delante zaf�ndose de mis brazos y luego giro hacia mi, yo
estaba de rodillas todav�a en el suelo cuando el salto hacia mi y puso sus patas
delanteras por mi pecho tratando de agarrarme con ellas mientras su cadera hacia
el movimiento de mete y saca, me desequilibre y ca� con las manos al suelo
quedando en una posici�n como de semi 4 patas, lo que el Renglo aprovecho para
tratar de montarme, pero yo me levante del suelo impresionado, nunca me hab�a
hecho algo as� el perro, era extra�o, yo me agache de nuevo y lo tome por la
cintura y segu� rozando mi pene.

Mientras se lo hacia el me miraba hacia atr�s con la lengua
afuera y jadeando, y de pronto hizo lo mismo que hab�a hecho antes y intento
montarme, yo me levante de nuevo y lo tome por la cintura� Estuvimos los 2 en
ese juego cuando de pronto mientras le rozaba el pene por el trasero, sent� como
que me orinaba, pero no pude hacer nada para aguantar, y me corr�, salto un
chorro de semen y un estremecimiento sacudi� todo mi cuerpo.

Paso ese fin de semana, y el d�a lunes lo hice de nuevo de la
misma forma, roz�ndole el pene al Renglo, aun yo estaba con el uniforme, no
hab�a almorzado, hab�a ido derechito al patio a hacerlo con el Renglo, lo tenia
afirmado de la cintura, con mi pantal�n por mis rodillas cuando el se giro y
intento montarme, esta vez lo deje hacer impulsado por la curiosidad, el estuvo
un rato tratando de montarme, se sub�a por mis costados, por mi cabeza, y no
atinaba a montarme por detr�s.

El morbo que sent�a me erizaba los pelos, estaba en 4 patas y
con el trasero al aire, mi pene estaba tenso entre mis piernas, yo gateaba y
trataba de ponerle el trasero al Renglo, asta que este se subi� por detr�s y me
agarro con las patas de la cintura, empez� con su mete y saca, y fue all� cuando
lo sent�, su pene bailaba entre mis piernas, se rozaba con mis test�culos y
bailaba con ellos, yo sent� una sensaci�n extra�a pero placentera, era como
mucho morbo tener un perro agarrado de tu cintura mont�ndote, el pene del perro
se met�a en el espacio entre mis test�culos y mi muslo, me empez� a dejar todo
mojado, con una mano me toque los test�culos, los tenia h�medos, el pene del
perro aveces chocaba con mi mano, se lo toque y estaba enorme, era muy grueso
pero no muy largo, tenia como una bola en la base la que yo pense eran los
test�culos del perro.

Estuve as� un rato, luego el perro se empez� a desesperar, se
bajaba de mi y luego trataba de montarme de nuevo, quer�a meterme el pene en
alg�n lado, yo me canse de eso lo tome por la cintura y hice lo de siempre asta
eyacular. Pasaron los meses, lo hacia con el Renglo seguido en las semanas,
habeces dejaba que me montara un poco para devolverle el favor, pero siempre
parec�a quedar mas excitado que antes el perro conmigo, aveces yo sal�a al patio
y el se lanzaba sobre mi de inmediato a tratar de montarme, lo tenia loco al
perro.

Paso el tiempo y cumpl� los 14 a�os, ese a�o supe muchas
cosas del sexo con comentarios de compa�eros de escuela, entre ellas que lo
homosexuales hacen el amor por el ano cosa que me intrigaba pero a la vez me
asqueaba pensarlo, pero lo que mas me intrigaba era �Sentir�n placer por el
ano?. Con el Renglo ya hab�a hecho nuevas cosas como echarme algo que le gustara
al Renglo en mi pene y dejar que el me lo lamiera, asta aceite me echaba aveces,
o huevos crudos, eso era cuando no hab�a nada mejor que echarme, me echaba por
todo el pene y los test�culos, un d�a me estaba echando mayonesa en el patio, me
pon�a de espaldas en el suelo, habr�a las piernas y me echaba apretando el
envase de mayonesa, esta ca�a en mis test�culos y luego yo la esparc�a, pero
este d�a al echarme se me escurri� un poco hacia el ano, cuando llego el renglo
a limpiarme, yo me quede as�, con las piernas habiertas, el me limpio todo y
luego empez� a meterme la lengua entre los test�culos y el ano, se sent�a bien
as� que levante las piernas y doble la columna levantando as� el ano, el perro
me limpio entre los test�culos y el ano y luego meti� la lengua en mi ano.

Se sinti� delicioso, lo sent� incluso mas rico que cuando me
lam�a los test�culos, tome la mayonesa y me hecha mas en el ano, ese d�a estuve
mucho rato as�, dejando que el perro me lamiera el ano� Al pasar los d�as,
mientras lo dejaba lamerme el ano, pensaba en dejarlo penetrarme por all�, se
sent�a tan bien cuando me lam�a, que la idea me empez� a gustar, quien podr�a
enterarse de que yo iba a hacer algo as�, lo iba a hacer con un perro no con un
hombre, no perd�a nada con intentarlo, al menos para salir de la duda.

Un d�a que llegue del colegio, llegue decidido a hacerlo,
esta vez solo hab�a para echarme el jugo de unas carnes al jugo que hab�an
quedado en la olla, met� la mano en la olla y la moje en jugo, era aceitoso, me
moje todo el ano con el y me fui al patio, me puse como siempre, de espaldas en
el suelo y levante el ano, el Renglo se puso a lamer, cuando ya se canso o se
acabo el juguito, yo me puse en 4 patas, mientras el perro me lam�a me hab�an
entrado unos locos deseos de ser penetrado por el ano, hacia tiempo que no
dejaba que el perro me montara, as� que el como que no reacciono, me acerque a
el gateando y le toque el pene, lo masturbe un poco, y ya estaba listo, me monto
firmemente con las patas, y yo pude sentir su pene bailando por mis piernas, me
agache un poco mas doblando las rodillas, y quedo perfecto, el pene del perro se
rozaba con mis nalgas, aveces rozaba mi ano, estuve un rato as� y el perro no
lograba met�rmelo, con una mano tome su pene y lo dirig� a mi ano, en ese
momento el perro me embisti� haciendo chocar su pene con las paredes de mi ano
lo que me provoco un dolor mas o menos fuerte lo que me descoloco, tuve que
volver a ponerme en posici�n, tome el pene y esta vez lo apunte mejor, me meti�
la punta y de un empuj�n ya me tenia ensartado, me pego dos embestidas y se
quedo quieto.

Yo sent�a como ganas de cagar, pero era algo distinto a las
t�picas ganas de ir al ba�o, luego el perro comenz� el mete y saca, lo hacia muy
fuerte, se pod�a escuchar el sonido que hacia cuando golpeaba mis nalgas con sus
caderas, el perro apoyo su cabeza en mi espalda, lo pod�a escuchar jadeando, yo
sent�a el ano tenso, pod�a sentir como entraba y sal�a, no era lo placentero que
yo esperaba que fuera, sent�a ganas de ir al ba�o y a mi ano y recto tensos.

El pene del perro comenz� a crecer mas, lo pude sentir
presionando las paredes de mi recto, asta el punto de ya no poder resbalar por
mi ano, fue all� cuando empece a sentir dolor, el perro me embest�a pero el pene
no resbalaba, estaba atascado empece a gritar un poco, pero el miedo a que los
vecinos me escucharan me imped�a gritar demasiado, mis gritos eran ahogados, no
me pod�a zafar del pene, si lo intentaba me dol�a mas, asta que por fin el perro
paro sus embestidas, pude sentir como me inundaba de semen por dentro, sent�a
mis entra�as calientes, todo mi recto estaba bajo una tremenda presi�n, como
apunto de reventar, el perro se giro y quedamos trasero con trasero.

Mi ano me ard�a, me lo toque y estaba hinchado, como salido
hacia fuera, con una mano intente sacarme el pene pero no pude, me tuve que
quedar as�, estaba desesperado, ya ve�a llegar a alguien de mi familia a la casa
o algo as�, para peor el Renglo comenz� a tironear un poco lo que dol�a mucho,
pegue un grito fuerte cuando el pene se zafo de mi ano, fue un dolor intenso,
ca� al suelo casi sin energ�as, tenia todos mis muslos y trasero mojados, el
culo me ard�a, mi ano estaba muy grande y palpitaba.

No recuerdo como llegue al ba�o de mi casa, pero cuando ya
estaba all�, gire la llave de la ducha y me met� debajo del agua fr�a, en ese
momento vi sangre, la que corr�a por el piso de la ducha, era de mi ano, eso me
asusto mucho. Cuando termine de ba�arme limpie el piso de el casa que hab�a
quedado manchado con sangre cuando me dirig�a a la ducha. Pasaron 2 d�as en que
no me pod�a ni sentar bien, me dol�a, y ayudado de en espejo de mano un d�a me
mire el trasero preocupado, estaba rajado arriba y abajo, el Renglo casi me
hab�a partido en 2. Despu�s de esa vez me sent�a mal por haber hecho algo as�,
no era algo placentero para nada a menos que te gustara el dolor, nunca hice
algo de nuevo con el Renglo, intentar algo solo me tra�a recuerdos de la salvaje
penetrada que me dio. Con el tiempo el Renglo muri� atropellado y tuvimos otro
perro, un Coker Caf� y peque�o con el que hice algunas cosas, pero ya no tan
seguido como antes, solo cuando no aguantaba la calentura me ayudaba del perro
para descargarme. Pero eso es otra historia que contare en otra oportunidad.