Mi nombre es, Elena, vivo en el estado de Coahuila, al norte
de la Rep�blica Mexicana, en mi familia somos cinco, tengo dos hermanos, el
mayor me lleva dos a�os y al chico le llevo tambi�n dos, o sea que soy la del
medio, mis padres y yo. La historia que a continuaci�n les relatar� es ver�dica,
tan ver�dica como las mismas letras que sus ojos est�n leyendo en este preciso
instante.�Porque la escribo?, porque creo que no tengo ya el porque ocultarla
mas, adem�s que es una necesidad interna, un lujo que muy pocas nos podemos dar,
al mismo tiempo que lo trato de hacer como un desahogo. Un desahogo emocional
muy grande, divertido, morboso y a la vez tan excitante que no quiero perder la
oportunidad de compartirla con todos ustedes y con ello ser parte de ese no tan
peque�o grupo, que aunque para los dem�s sea escandaloso, depravado, sucio o
completamente inimaginable y antinatural, para las que lo vivimos, en exclusiva,
sea parte fundamental de nuestras vidas.

Mi destino ya estaba escrito, el incesto, que para mi era
desconocido hasta hace algunos a�os, se convirti� en parte fundamental de mi.
Empezare confesando que yo, aunque siendo una ni�a peque�a, mi desarrollo fue
muy r�pido, a los 10 a�os ya usaba brasieres 32 A y ya ten�a algo de bello en mi
rajita, lo que en conjunto indudablemente y sin querer, encend�a la hormona
tanto m�a como la de los hombres con los que frecuentaba directamente, siendo
ellos, la mayor�a, parte de la familia, adem�s de mi car�cter abierto y
desinhibido y porque no, con ese toque de coqueter�a que todas llevamos dentro,
llamando mucho la atenci�n.

Mis inicios en cuestiones incestuosas, los tuve a mis 13
a�os, gracias a un primo-hermano con el cual empec� a disfrutar de tocamientos
bastantes avanzados. Desde muy peque�a, la relaci�n con el siempre fue muy
estrecha, por la confianza y cercan�a de mis t�os con mis papas, ya que ellos
ven�an a visitarnos o nosotros los visit�bamos muy regularmente. Desde que
recuerdo, las miradas que me propiciaba mi primo, eran mas que de familiaridad,
sus miradas ten�an esa chispa de lujuria y deseo que no pod�a aparentar, cada
vez que ten�a oportunidad se me acercaba y con sus ojos me quer�a desnudar.
Realmente, algo ten�a el tambi�n, ya que nada mas de tenerlo cerca, mi rajita se
me alborotaba de sobremanera, sintiendo ese deseo interno de sentir sus manos y
su boca sobre mi. El caso es que ese im�n interno, nos atrajo un d�a cuando, ya
artos de resistirnos y aprovechando que est�bamos solos en su casa, tuvimos una
sesi�n de tocamientos muy exquisitos, con una sesi�n masturbatoria mutua. No
llegamos a mas, pero nos gust� tanto, que los dos acordamos que cuando cumpliera
los 15 a�os, dejar�a que el fuera qui�n me lo hiciera la primera vez.

Y lo cumplimos, ya que perd� mi virginidad a mis 15 a�os
gracias a el. En su casa, para ser exactos en la cochera, dentro del propio
coche de mis t�os. No los abrumare con los detalles de esa relaci�n, lo que si
les dir�, es que mi primo, para satisfacci�n m�a, cuenta con una verga que si
bien no es muy larga, si es bastante gruesa y es de ah�, exactamente de ah�,
donde naci� mi gusto por vergas tan apetitosas y suculentas como esas.

Actualmente, por mi parte f�sica, soy una mujer com�n, nada
fuera de lo normal, l�stima que ciertos atributos no pueda presumirlos
completamente. Mido 1.68 mts. y peso 58 kgs., morena, con ojos grandes color
caf�, mi cabello es negro, nariz un poco ancha y labios carnosos y gruesos. Mis
pechos son ahora talla 38 E, antes eran D, generosos, muy apetitosos por cierto.
Mis aureolas son un poco mas grandes de la media en color caf� marr�n, dej�ndome
ver unos pezones paraditos. Tengo un trasero bastante atractivo, igualmente
paradito y duro, seg�n me dicen los que lo han disfrutado y el espejo, que no me
deja mentir. Tengo una panochita de lo mas peluda; imag�nense que los bellos me
empiezan a nacer abajito del ombligo y bajan hasta convertirse en una verdadera
jungla, tapando mis muy carnosos labios vaginales, sobresalidos un poco fuera de
mi vag�na, delicia tambi�n para los que los han disfrutado. En ocasiones, me la
rasuro completita, para darle ese toque ex�tico y excitante, pudi�ndoles ver en
los ojos, algo que por cierto me excita de sobremanera, esa chispa de deseo y
excitaci�n antes de verla dentro de la boca de las personas que me la disfrutan
y tragan completita. Mi cintura es ahora un poco mas ancha de lo normal, ya que
normalmente, la luzco peque�a y la cual pienso recuperar ahora que ya naci� mi
beb�.

Si... mi beb�.

Mi vida gira alrededor de tres personas en este instante, mi
amante, mi hija y mi hermano... padre de mi hija.

A ellos les cumplo todo lo que me piden, sin rencores, sin
prisas y con toda la confianza que puedo tener en este mundo.

�Como sucedi�?. Bueno, estos son los hechos:

Despu�s de perder, por cierto, deliciosamente la virginidad
con mi primo, a los 16 a�os conoc� a un hombre maravilloso, del cual me enamor�
perdidamente. Se llama Rafael y es Ingeniero Bioqu�mico, una persona muy
atractiva y apuesta, tiene un cuerpazo escultural, ya que es aficionado a los
deportes extremos. Tiene 37 a�os, muy bien puestos dir�a yo. De el todo me
encanta, es amable, cari�oso, seguro de si mismo y de entre las muchas cosas y
cualidades que me encantan de su persona y que se las ir� diciendo poco a poco,
es que es de mente muy abierta. Solo que tiene un peque�o defecto... es casado.

El porque mi madre y mi familia toleran que salga con un
casado, es una historia muy larga de contar, pero la resumo diciendo que ellos
han dejado que haga mi vida como yo quiera. Si su mujer realmente supiera lo que
tiene en casa, no lo dejar�a salir, por lo menos yo no lo dejar�a; pero ya se
imaginaran, como ella es una se�ora de sociedad, como va andar haciendo esas
cosas.

El caso es que desde que lo conoc�, nuestra relaci�n siempre
a sido muy abierta. He de decirles que en el plan sexual, desde que me convert�
en su amante, todo cambio para mi. Y me alegro de que as� haya sido, ya que
encontr� en el, una particularidad encantadora para mi. Tiene una verga tan
gruesa o mas que la de mi primo, pero definitivamente mas larga, junto con el
aguante tan espectacular que tiene, hace que cada sesi�n de sexo, sea
efectivamente reconfortante y completamente satisfactoria.

El es en gran parte el culpable de todos mis gustos,
aficiones y necesidades. Con el paso del tiempo nuestra relaci�n ha madurado
tanto, que entre el y yo disfrutamos de todo sin ning�n tapujo o
arrepentimiento. Dejando todas las tontas moralidades y disfrutando de la vida a
todo su esplendor. En ocasiones, hemos jugado a que yo soy su hermana, ya que el
tiene fantas�as con ella, y es as�, donde se me fue afirmando e incrementando mi
curiosidad por el incesto. El fue el que me propuso hacer el amor con mi hermano
mayor que en aquel entonces ten�a 18 a�os, el caso que nunca me anim� a hacerlo.
Por ahora.

Una ocasi�n, lo recuerdo muy bien, ten�a 18 a�os y era 16 de
septiembre, tuve un pleito con el, donde me dijo que me dejar�a. Me sent�
destrozada y mi mundo se vino abajo. As� que triste y con la moral destrozada
llegue a mi departamento (ahora vivo de nuevo con mis padres) y para mi sorpresa
ah� estaba mi hermano menor, al cual le llamamos Pepo, ten�an una fiestecita;
estaban tomando, con el otro de mis primos y sus novias, las cuales son mis
amigas m�as.

El ambiente estaba muy bueno, al verme llegar notaron
r�pidamente mi tristeza y me invitaron a tomar, diciendo que por lo menos con
eso se me olvidar�an las penas. Y as� lo hice. Durante todo ese tiempo, note
algo extra�o en la mirada de mi hermano. Yo estaba vestida con unos jeans y una
camisa blanca, nada fuera de lo normal, pero notaba con insistencia su mirada y
cuando volteaba para tomarlo in fraganti el se hacia el desentendido. Al cabo de
un rato me empec� a sentir bastante tomada, optando mejor por irme a acostar.
Estaba a�n vestida cuando escuche a mi hermano despedirse y nuevamente entrar al
departamento.

Lleg� directamente a mi habitaci�n.

Como te sientes �me pregunto-

Medio mareada � le contest�- �ya se fueron?

Ya...

Oyes, �sabes que? � me coment�- , yo tambi�n me siento muy
mareado. Me voy a quedar, no quiero manejar en este estado.

Como quieras � le contest�- nada mas no cierres la alambrera,
mi compa�era de depa, llegar� mas tarde.

No la cerr� �me dijo-

El se acost� a mi lado y empezamos a platicar.

Oye Elena � me coment�- siempre he querido decirte algo pero
no me animo...

Dime � le dije-

Se qued� callado un largo rato viendo hacia el techo de la
rec�mara. No se porque, pero en ese momento me entro una curiosidad incre�ble y
me empezaron a pasar un sinf�n de cosas por la cabeza...

Mira... �continuo diciendo- lo que pasa es que ahorita que
llegaste y al verte as�, tan triste me hiciste pensar y reflexionar en muchas
cosas. Realmente no me gusta verte as�, eres tan, tan...

�se qued� serio un momento, al parecer no encontraba las
palabras-

Tan fuerte, tan due�a de ti misma, que me duele por lo que
estas pasando... � termino diciendo-

Lo notaba nervioso. Empec� a hacer memoria y no pod�a
recordar ninguna ocasi�n en la cual nos hubi�ramos puesto a platicar de un
sinf�n de cosas, tan tranquilos, tan amenos... lo desconoc�a, es mas, me
desconoc�a; pero por alguna raz�n esta situaci�n me agradaba. Lo que me dec�a y
de la forma como me lo dec�a, aunado a los tragos que tra�a en la cabeza, empec�
a sentir, sin querer, mariposas en el est�mago...

Pero cu�ntame � le pregunte nuevamente- que es lo que me
quieres decir...

Pens� que ya se te hab�a olvidado �me dijo � adem�s, con lo
que te quiero decir, probablemente hasta te me enojes y realmente hermana, eso
es lo que menos me gustar�a.

Porque me he de enojar �le respond�-, que no nos tenemos
confianza, o que...

Pues si... lo que pasa es que... bueno... no se que puedas
pensar de mi...

No te preocupes �le dije-, soy tu hermana mayor y te quiero.
Ten por seguro, que cualquier cosa que este de mi parte para poderte ayudar,
simplemente p�demelo y lo har�... y tambi�n...

�Hice un peque�o silencio-

Ten por seguro... que de aqu� no va a salir...

Nunca comprender� el porque le dije eso. Supongo que los
tragos hicieron que me desinhibiera por completo, no me importo nada,
absolutamente nada. Me deje llevar �nicamente por mi instinto y por mis
hormonas, que para esas alturas estaban cargadas completamente por ese
pensamiento morboso y excitante de tener a un hombre tan cerca, en mi casa, a la
mitad de la noche, en mi propia cama, solitos, con algunos tragos en la cabeza y
sin importar realmente y en absoluto que fuera mi propio hermano.

La habitaci�n se empez� a llenar de sexo y no nos dimos
cuenta ni a que horas. Lo �nico que si se, es que empec� a tener una necesidad
interna por sentir sus manos encima de todo mi cuerpo, de sentirlo mas cerca de
lo que ya lo ten�a. Mi raja, desde hacia un buen rato, ya se me hab�a empezado a
mojar, signo inequ�voco de la calentura que sent�a.

No fue necesario decirle mas, nos quedamos viendo por unos
segundos y de repente, como algo ensayado muchas veces, nuestras bocas se
juntaron y nos empezamos a besar, disfrutando los dos de esa calentura tan
intensa y prohibida que tra�amos por dentro y de la cual no encontr�bamos la
forma de saciarla, mas que as�, �nicamente as�, de esa forma, de esa forma
incestuosa.

Yo le acariciaba la verga sobre el pantal�n y el, con una
maestr�a incre�ble, me semidesnudo, quedando mis pechos y pezones a su vista.
Realmente nunca pens� que mi hermanito se las gastara de esa forma. Al hacerlo,
se deleito vi�ndolos, me miro a los ojos y sabiendo mi respuesta se abalanz�
sobre ellos, empez�ndomelos a comer y a besar de una manera r�pida y
gustosamente dolorosa al principio, pero suave y reconfortante conforme se
saciaba de ellos.

Mientras me disfrutaba, no me dejaba de repetir que siempre
hab�a querido hacerlo, pero que nunca se hab�a atrevido a propon�rmelo. As�,
despu�s de un buen rato y siguiendo con nuestro manoseo y nuestra calentura al
limite, se animo a seguir adelante. Sabiendo de antemano mi consentimiento y
desabroch�ndome el pantal�n, meti� su mano y me masturbo de una forma tan
riqu�sima e incre�ble, que me vine varias veces. Al igual que yo, �l disfrut�
con mis masturbadas, terminando con una corrida sensacional. Al final, cada uno
con las manos llenas de los jugos y las corridas mutuas, as�, de esa forma, nos
quedamos dormidos.

No hubo sexo, simplemente tocamientos mutuos. He de decirles,
que aunque me mor�a de ganas, por el momento, hasta ah� llegamos. Y aunque me
encanta todo el sexo, que por cierto el anal es uno de mis preferidos y el oral,
aunque tambi�n me encanta, no es necesario que lo haga, ni que me lo hagan antes
de penetrarme. Pero para ver sido la primera vez que estuviera con mi hermano
Pepo, con eso fue excelente.

El caso es que con el tiempo, las cosas se arreglaron entre
Rafael y yo , pero para mi, la vida me hab�a cambiado considerablemente, ya no
era la misma, hab�a conocido y disfrutado otros placeres y no estaba dispuesta a
abandonarlos.

Un tiempo despu�s, la naturaleza nuevamente me llamo y no
pude resistirla. Se me meti� en la cabeza la necesidad de tener un hijo; el
porque, no lo sabr� explicar, pero como muchas otras cosas en mi vida, empec� a
buscar la forma de lograrlo. Solo que exist�a un peque�o problema, de Rafael no
podr�a ser, ya que el esta operado.

Un d�a cuando est�bamos juntos, le compart� mi inquietud, me
miro y se quedo callado. Le segu� platicando algunas otras inquietudes,
anim�ndome a contarle la aventura que hab�a tenido con mi hermano, pens� que se
enojar�a; como el ya me lo hab�a propuesto en alguna ocasi�n y no me hab�a
animado, pens� que ya hab�a desistido. Le cont� que hab�a sido obra de la
casualidad el haberlo hecho con mi hermano menor, pero cual fue mi sorpresa, que
al contrario de lo esperado, en vez de reprimenda o enojo se alegr� y me rog�
que le contara con lujo de detalles cada cosa que hab�a pasado.

Para mis gustos muy particulares por cierto, no dejo de dar
gracias por haberme encontrado a la persona que entiende completamente todos
esos sentimientos y gustos, morbosos y livinidosos, algunos buenos y otros no
tanto y disfrutarlos igual o mucho mas que yo.

El caso que ya entrados en la platica, me propuso el de
porque no me animaba a tener un hijo de mi propio hermano. Al o�r su propuesta,
la piel se me erizo, sent� en ese momento un escalofr�o por todo mi cuerpo, esas
mariposas en el estomago que �nicamente sientes por la emoci�n y que te suben y
te bajan del est�mago a la garganta, de como cuando estas a punto de hacer una
travesura y no quieres que nadie se entere. La idea l�gicamente me encanto, al
parecer, as� de f�cil ten�a resuelto el problema, como ver�n, para nosotros y
espero que para mas de uno de los o las que me hacen el favor de leerme,
comparta ese sentimiento, la moralidad en esas cuestiones no vale, adem�s...
quien se enterar�a.

La �nica desventaja ser�a de como hacerle para acercarme a el
y propon�rselo. Pero no fue necesario, como en este tipo de casos, siempre
existen muchos momentos de debilidad que todos tenemos y que podemos aprovechar
efectivamente.

Los d�as pasaron y lo recuerdo perfectamente, era 27 de
septiembre, unos amigos me invitaron a una fiesta, por suerte, cerca de la casa
de mis padres. Fuimos una muy buena amiga que se llama Rosa, Rafael y yo.
Estuvimos muy contentos, bailando y tomando hasta muy tarde. Debieron haber sido
como las doce de la noche cuando decidimos, mejor, salirnos he irnos y continuar
tomando y charlando en la casa de mis padres, hasta ese momento y sin ning�n
af�n de nada, mas que de seguir disfrutando de la velada y sin pensar hasta en
esos momentos solo en diversi�n y hasta eso, sana diversi�n.

Pero el destino me tendr�a deparado algo, que hasta para mi,
era impensado y completamente diferente.

Mis padres, seg�n pens�, para esas horas ya estar�an
completamente dormidos y mis hermanos, tambi�n por esas horas, deber�an de andar
de juerga con sus amigos por otros lados.

Para mi sorpresa, al llegar, encontr� que en el patio de la
casa, mis hermanos y mis primos estaban en una gran velada, platicando, tomando
y haciendo una carne asada. Los saludamos y como vi que ya ten�an su relajo
armado, decid� que mejor los tres nos fu�ramos a un cuarto que utilizamos para
las visitas y que esta detr�s de la casa.

Seguimos tomando y platicando. Entre tantas trivialidades que
uno platica cuando esta con los amigos tomando, empezamos a platicar sobre
pel�culas y no se porque raz�n la desviamos y comenzamos a hablar sobre
pel�culas pornogr�ficas, en especial centramos nuestra pl�tica en la pel�cula
Tab� 2, ( no de la de Tab� American Style, la otra ), los que nos encantan este
tipo de cosas, sabemos de que hablamos.

El caso es que sin pensarlo y de repente, ser�a por el
alcohol o que se yo, pero las cosas empezaron a subir de tono y se empezaron a
poner calientes, note, mientras platic�bamos de la pel�cula, que la mirada de mi
amiga ten�a un cierto brillo que yo desconoc�a hasta esos momentos y por lo que
lograba ver un cierto deseo y excitaci�n al estarme oyendo, note tambi�n que se
me iba acercando de una forma poco convencional, de repente y sin pensarlo, se
me acerco y me dio un beso en la boca. Se hizo un silencio total, he de haber
abierto los ojos como platos de la impresi�n, trate de reaccionar, pero fue algo
tan suave, delicado y repentino, que cuando menos pens�, nuestras lenguas
estaban entrelazadas completamente. La mire directo a los ojos y me deje llevar.
Mi novio que para esos momentos hab�a ido por unos tragos, al llegar y ver ese
panorama, se detuvo de improviso y se excito inmediatamente, se nos qued�
mirando. Para ese entonces, las manos de mi amiga estaban tratando de quitarme
todo lo que tuviera encima, en un instante el se acerco y junto con ella, me
empezaron a desnudar y a besar, encontr�ndome ya, en esos momentos en medio de
una guerra de besos y caricias por todos lados. Si hay algo que siempre hab�a
so�ado era el sentir muchas manos sobre mi cuerpo y ah�, sin planearlo y a�n
mejor, sin pensarlo estaba gozando de ese sue�o tan anhelado siempre por mi.

Cuando me di cuenta, todos est�bamos completamente desnudos y
de repente, sin avisar; Rafael me clavo, de un solo golpe, su majestuosa verga
dentro de mi panocha, soltando desde lo mas profundo de mi garganta un peque�o
grito de dolor y satisfacci�n por partes iguales. Yo soy muy gritona cuando lo
estoy haciendo y en ocasiones, cuando no estoy en un lugar apartado, tengo que
morderme los labios para hacer el menor ruido posible. Mientras esto suced�a y
Rafael no paraba de atacar y bombear con fuerza su verga dentro de mi raja, Rosa
puso su deliciosa panocha sobre mi boca, comenz�ndomela a comer instintivamente
y saboreando esos jugos l�sbicos, hasta ese momento desconocidos para mi y
eliminando con ello ese jadeo y griter�a sofocada e incontrolable que no pod�a
callar ni resistir. Al cabo de unos segundos y sinti�ndolo al mismo tiempo, en
ese preciso instante, nuestro primer orgasmo juntas, ba�ando, ya que cuando me
vengo, de mi raja sale mucho l�quido, a veces transparente y a veces, si mi
orgasmo es muy fuerte, blancuzco, bueno, llenando toda la verga de mi incansable
y fogoso amante y sintiendo la venida de mi amiga sobre toda mi cara, dej�ndome
casi sin respiraci�n por tenerla adherida completamente sobre toda mi cara.
Nadie dec�a nada, cada uno estaba disfrutando de ese tr�o fant�stico, nada mas
nuestras miradas se cruzaban y nuestros jadeos y respiraciones agitadas junto
con los chapoteos de nuestros sexos nos delataban, nos ve�amos y disfrut�bamos
de todas las caricias dadas y recibidas a nuestros cuerpos completamente
excitados. Rafael y mi amiga, mientras el me penetraba y ella segu�a sentada en
mi boca, se besaban, luego, aunque sin mucho agrado de mi parte, Rosa cambio de
posici�n conmigo y se puso a disfrutar de la vergota de Rafael, rompiendo el
silencio que hasta ese momento hab�a reinado y confes�ndonos que siempre se le
hab�a antojado. Callando sus palabras por medio de mi panocha, que ahora de
forma similar pon�a yo sobre su boca, era yo la que disfrutaba de esos besos y
chupetes propiciados por ella. As� estuvimos por bastante tiempo, entreg�ndonos
a las caricias, besos y manoseos que cada uno nos proporcion�bamos, en donde mi
amiga y yo termin�bamos una y otra vez, de mil formas diferentes. Al final,
Rafael culmino todas sus ganas e inund� mi panocha de su delicioso y abundante
semen. Rosa, todav�a con una calentura sorprendente, se hinco frente a mi y me
lami� la panocha, completa, de arriba a abajo, meti�ndome su lengua hasta donde
le alcanzaba y mordiendo y estirando mis grandiosos labios vaginales,
deteni�ndose en ese puntito glorioso hasta provocarme otro orgasmo y dej�ndome
completamente limpia del semen de Rafael.

Al cabo de unos minutos, el se tuvo que retirar y nos dej�
solas, as� que una vez mas lo volvimos a hacer. No perdimos el tiempo, nunca
pens� realmente, que una relaci�n as�, entre dos mujeres, fuera tan
reconfortante y excitante, como mujer, cada una se conoce perfectamente, por
ello, sabes exactamente cuales son los lugares que puedes disfrutar y hacer
disfrutar. Nos bes�bamos, nos toc�bamos, nuestros pechos los junt�bamos, nos los
com�amos, nos disfrut�bamos explorando cada rinc�n de nuestros cuerpos; nos
enredamos en un fant�stico 69, devor�ndonos cada una y a sus anchas nuestros
sexos, cada rinc�n, todo lo que pod�amos, terminando una y otra vez. Al final y
como broche de oro, juntamos nuestras panochas, nuestros labios vaginales por
fin se conoc�an, por fin se disfrutaban, nos abraz�bamos y nos bes�bamos
queri�ndonos comer y trat�ndonos de hacer un solo cuerpo, terminando as� una y
otra vez.

Mas tarde, tambi�n ella se fue, me levante y as� desnuda como
estaba, me acerque al espejo que tenemos en el ba�o, d�ndome cuenta que,
nuevamente, me hab�an dejado marcada del cuello y de mis pechos, ten�a
chupetones por todos lados. Mis padres ya no me dicen nada, creo que se cansaron
de decirme que se ve mal. Mi pap�, cuando tomaba, no me bajaba de puta, eso ya
cambio ahora que tengo a mi beba, se ha puesto de lo mas cari�oso conmigo y mi
hija.

En fin, me cambie y me fui a mi cuarto tras pasar por donde
estaban los chicos. Apenas hab�a entrado y cerrado la puerta, cuando sin aviso
la abrieron de nuevo. Ya me encontraba al centro de la habitaci�n, volteo para
ver quien es y veo que es Pepo, al parecer me ven�a siguiendo y yo no me di
cuenta. Nos quedamos viendo sin decir ninguna palabra, solo con mirarnos sab�a
lo que iba a pasar. El volte� hacia la puerta y la cerro con seguro. Al hacer
eso, mi raja se humedeci� inmediatamente y mis pezones se me endurecieron, me
excite de inmediato, las sesiones de sexo de hac�a unos momentos no hicieron
mella en ellas, ni en mi, quer�an mas. Desde mi habitaci�n se pod�a o�r la
platica de mi otro hermano con mis primos y unos amigos que hab�an llegado. Me
excite a�n mas, me dio mucho morbo saber que a unos pasos de la habitaci�n de mi
padres y a escasos metros de mi hermano mayor, mis primos y algunos amigos,
fu�ramos a coger Pepo y yo.

Me tumbe en mi cama y me baje los pantalones junto con los
calzones hasta los tobillos. Deje mi panocha desnuda ante los ojos de mi
querid�simo hermano. Me la vio, se acerco hacia mi y sin quitarle la vista de
encima, se bajo tambi�n los pantalones, su verga, nada despreciable por cierto,
salto enhiesta frente a mis ojos y sin decir palabra, se tumbo sobre mi y de un
solo golpe me la meti�. Pero ya se imaginaran que con los pantalones en los
tobillos es algo incomodo, as� que con el dolor de mi coraz�n le dije que se
pusiera de pie, l�gicamente, me la tuvo que sacar, me pare y en vez de quitarme
la ropa, la calentura hizo que se me atrofiara el cerebro, a brinquitos me
acerque a mi peinador, donde apoye mis manos y le dije que me cogiera as� de
empinada, lo hizo.

Al sentir que me penetro nuevamente con su verga, cerr� mis
ojos y me tuve que morder los labios nuevamente para no gritar. He de decirles,
que me costo mucho trabajo contenerme y no poder gritar ni gemir como
normalmente lo hago, por temor a ser escuchados. Se la apretaba con fuerza para
sentir por dentro como me rozaba, le ped� que lo hiciera mas r�pido y mas
fuerte, creo que con mis gemidos y de la forma en que me mov�a, aunado con las
palabras que utilice para dec�rselo, fue mucho para el pobre, porque como a las
tres metidas, se vaci� dentro de mi y vaya que se vaci�, sent�a parte de su
leche y mis jugos, escurrir por mis piernas. Me la iba a sacar, pero no lo deje,
quise seguir sinti�ndolo por unos segundos mas dentro de mi, hasta que su verga
perdi� su dureza y se escurri� por si sola, aprovechando en esos segundos, el
meterme mano a mis tetas y est�rmelas sobando deliciosamente. Sin decir palabra,
nos besamos y nos volvimos a subir los pantalones. Antes de irse, me saco las
tetas y las estuvo chupando considerablemente, dej�ndome el tambi�n, varios
chupetones en el cuello y las tetas.

As� me dorm�, con el semen de mi hermano dentro de mi,
realmente jam�s pens� quedar embarazada tan r�pido ni tan deliciosamente, adem�s
que con la calentura, hasta el cond�n se nos olvido. Que pens�ndolo bien, aunque
me hubiera acordado, posiblemente de todos modos nunca lo hubiera utilizado.