MI HIJA MALENA

He le�do varias historias de amor filial en esta p�gina y por eso me anime a contar lo que me esta sucediendo desde hace 2 a�os con mi hija, lo cual es cierto. �Porque habr�a de mentiros?.

Mi esposa de 29 a�os espera nuestro 2� bebe, yo tengo 30 a�os y nuestra hija Malena 9 a�os.
Vivimos c�modamente en un peque�o chalet situado en una buena zona residencial de una peque�a ciudad de 300.000 habitantes.

Bien, paso a contaros los hechos de c�mo comenz� todo hace 2 a�os.
El verano del 2012 fue especialmente muy caluroso, yo tengo por costumbre dormir con una bermuda de tela delgada, una noche de principios de junio mi esposa dorm�a profundamente y yo le�a un libro, eran como las 2 de la ma�ana y empec� a sentir ruidos y como peque�os gemidos en la alcoba de mi hija contigua a la nuestra.
Me levant� sigilosamente, gire el pomo de la cerradura el cual chirr�o, abr� la puerta y mire para su cama, la habitaci�n estaba iluminada con la luz tenue de su lamparilla de noche, entre buscando la causa de los ruidos.
Malena estaba acostada boca arriba, cual larga era, sus ojitos cerrados, una mano sobre su pecho medio descubierto, aun no ten�a teticas, la otra estirada al lado de su cuerpo con solo las braguitas puestas, me acerqu� con intenci�n de cubrirla pero al verla con sus piernitas separadas not�ndose su vagina abultada, me dio como un vac�o en el estomago y un deseo incontrolable de mir�rsela, mi conciencia me frenaba, pero mi pene sin obedecer a mi cerebro comenz� con una erecci�n, pasaban mil preguntas por mi mente hasta que una de ellas me hizo decidir: �por que no, acaso le vas a hacer da�o? Solo se la vas a mirar.
Alargue mi mano controlando el temblor que me produc�a lo prohibido, muy suavemente por temor a despertarla enganche con un dedo su braguita y empec� a tirar hacia abajo, su vagina se fue destapando, gordita, sin muestras de un solo pelo, lisa como sus mejillas y rosadita, el coraz�n se me quer�a salir del pecho cuando vi el comienzo de su rajita, pero la braguita no ced�a mas, al bajar el dedo con que estaba halando para hacer fuerza y destapar otro poquito, toque involuntariamente el botoncito de su cl�toris, sent� que mi hija se tenso y respiro profundo, me quede quieto, ella hizo un movimiento como de levantar la cadera y yo aproveche para halar m�s descubriendo toda su rajita.
�Que hermosura! Primer ves que se la ve�a a sus 7 a�os.
Fui m�s atrevido y con los dedos abr� sus labios vaginales h�medos que desprend�an el inconfundible olor a sexo y le di un beso en el cl�toris y prob� con la punta de mi lengua.
- Abuelito no me haga eso, susurro.
Me asuste y acomode r�pidamente sus bragas las sent� h�medas.
Al notar por su respiraci�n que se iba a despertar la cubr� con una manta y me fui para mi alcoba a hacerme una paja.
Despu�s de eyacular abundantemente, sent� remordimientos, pero varias preguntas rondaban por mi mente:
�Porque los ruidos y gemidos?
�Acaso mi hija estaba despierta?
�Porque levanto las caderitas para que las bragas bajaran?
�Por qu� menciono a su abuelo entre dormida?
�Porque tenia las braguitas mojadas?

Al otro d�a a la hora del desayuno ya la vi con otros ojos, no se porque me pareci� m�s grande, su mirada con una chispa de picard�a ya no era tan inocente, sus labios carnosos bien delineados daban un toque morboso a su bello rostro, calcule su estatura en mas o menos 130 cent�metros.
As� pas� todo el d�a cavilando y como el pecado es cobarde no me atrev�a a mirarla directamente a los ojos.
Ya en las horas de la tarde mi esposa me dijo:
- Mi amor, esta noche voy de fiesta a la despedida de soltera de mi amiga Maru.
- No hay problema, yo me encargo que Malena se duerma temprano, inmediatamente vi la oportunidad de encontrar respuesta a las preguntas que rondaban por mi mente, idee la forma de dejar solos a mi hija con el abuelo, pero yo los espiar�a.

A las 9 de la tarde mi esposa ya vestida y maquillada, tomo el coche peque�o y se marcho.

Llame a mi suegro para que viniera a mi casa, cuando llego le dije:
- Pepe te puedes quedar con Malena que tengo que hacer una vuelta no me tardare mas de una hora, incluso no voy a llevar coche.
- No te preocupes, ve tranquilo que yo la cuido.
Me desped�, se quedaron sentados en la sala viendo televisi�n, sal� e hice que me marchaba pero de la esquina me devolv�, entre al chalet por la puerta de la cocina muy silenciosamente, desde ah� mire hacia la sala por una ventanita peque�a sin peligro que me vieran pues mi suegro estaba de espaldas a mi y ten�a a mi hija sentada en sus piernas de medio lado recostada en su brazo izquierdo y le dec�a:
- Malenita si se deja le regalo el juego de mu�ecas de la Barbie que tanto quiere.
- �De las que se les cambian los vestidos?
- Si de esas.
- Bueno, le contest� mi hija con su vocecita de ni�a, pero no me hace tan duro como la otra vez cuando me salio sangre.
- Te lo prometo, hoy te va a gustar, pero recuerda no puedes contar nada a nadie.

No lo pod�a creer, mi ni�a y su abuelo ya hab�an hecho sexo.
Ya en este momento yo ten�a tremenda erecci�n esperando lo siguiente, me saque el pene y empec� a hacerme la paja.
Malena levant� la carita inocente ofreci�ndole los labiecitos estirados, el empez� a darle piquitos, puso su mano en la barriguita de la ni�a y empez� a meterla por entre su pantal�n de ch�ndal, me imagino que tambi�n por entre su braguita para manosear la vagina peladita.
Por la posici�n que estaba la ni�a frente a mi, vi cuando la mano de Pepe bajo por entre el pantal�n a su panochita y ella abri� las piernitas, sus mejillas se enrojecieron, cerr� los ojos y su manito agarro la de �l por la mu�eca como tratando de impedir que le hiciera duro, se notaba su mano grande d�ndole apretones y cuando con un dedo le rascaba el botoncito del cl�toris.
Mi hija se estremeci� y en un gemido largo:
- No m�s abuelitooooooooooooooooooo.
Me la imagine moj�ndose con sus fluidos y me corr� con un orgasmo tan espectacular que por estar de pie se me doblaron las rodillas, mi semen espeso chorreaba por la puerta de la cocina.
Cuando me pude levantar a seguir mirando Pepe le estaba quitando el pantal�n y la braguita, le abri� un poco m�s las piernas, y le pregunt�:
- Malenita, �usted si se ha metido el tubito redondo que le regale?
- Si abuelito una vez pero a la segunda mi pap� casi me descubre.

Ah� se despejaron todas mis dudas, y segu� mirando.
Se moj� el dedo del coraz�n con saliva, lo puso en su entradita y muy suavemente se lo clav� todo, la dedi� un rato con un solo dedo y despu�s con dos, mi ni�a gem�a hasta que con otro espasmo vi cuando le salieron chorritos de fluido por su rajita.
El abuelo acomodo a mi hija en el reposa brazos del sof� y empez� a mamarle la vagina luego se saco el pene, yo pens� que la iba a penetrar con eso tan grande y me dio pesar, r�pidamente sal� a la calle para hacer que llegaba e impedir el acto.
Hice ruido como si no encontrara la llave, escuche los pasos presurosos de mi hija corriendo a su cuarto, al entrar vi a mi suegro sentado en el sof� viendo televisi�n y disimulando su agite.
Tambi�n vi el pantal�n y las braguitas de mi hija al pie del sof�, pero me hice el desentendido.
- Hola suegro, y Malena?
- Hace rato se fue a dormir, dijo mintiendo.
- Suegro, �se quiere quedar a dormir aqu�?
- No, ma�ana tengo que madrugar, usted sabe cosas del medico.
- De todas maneras gracias por quedarte con la ni�a.
Se marcho en su coche y yo inmediatamente me fui para el cuarto de mi hija.

La encontr� acostadita, yo sab�a que se estaba haciendo la dormida, me sent� a su lado y le quite la cobija, no hab�a tenido tiempo de colocarse otras braguitas, la puse boca arriba y le acaricie la vagina, ya sin miedo pues si se negaba tenia como chantajearla.
Luego se la mame y le pegue un mordisco en el cl�toris, ah� se �despert�
- No pap�, no me muerda tan duro, dijo.
Su panochita estaba h�meda y roja de tantas caricias que le hizo el abuelo.
En mi excitaci�n perd� la poca conciencia que me quedaba y decid� follarla, primero la penetre con el dedo mientras le mamaba los pezoncitos de su pecho, luego la bese con pasi�n metiendo mi lengua en su boca, levantando la pelvis se volvi� a mojar
Me olvide que era mi hija, que era una ni�a de 7 a�os, me olvide de todo, ten�a mis bajos instintos desbocados, me lubrique el pene y le abr� las piernas,
- Papito, tengo sed.
Regrese a la realidad y le traje un baso con agua.
Cuando se lo tomo miro mi pene.
- Papi, �me lo vas a meter?
- Si mi amor, hasta donde t� quieras, le dije ya controlado.
Ella misma abri� sus labios vaginales con sus manitas, se notaba que el abuelo ya la hab�a punteado.
- �El abuelo ya te lo a metido?
- Solo la parte peladita.
Me acomode entre sus piernas, la cog� con mis manos de la cintura y muy suave comenc� el mete y saca cada vez mas profundo, se abr�an sus tiernas carnes dando paso a mi miembro, ya iba por la mitad y me acomode encima de ella estir�ndome y apoy�ndome en los codos.
El que diga que a una ni�a no le cabe es que no sabe follar, con deciros que mi hija solo mancho con unas pocas gotas de sangre.

Me sent�a en la gloria al profundizar con mi pene mas hondo que el largo de los dedos, su respiraci�n entrecortada y sus peque�os quejidos me induc�an a seguir, hasta que llegue al tope de mis test�culos, �Que imagen! Hab�a metido todo mi miembro en la vagina de mi hija.
Aplique el mete y saca con cari�o, sin brusquedades, sin prisas, deleit�ndome en esa cuevita tan apretadita, sintiendo las pulsaciones de sus peque�os m�sculos hasta que casi sin darnos cuenta llegamos a un esplendoroso orgasmo que nos dejo agotados.
Mi pene se fue adormilando, se lo saque y de su rajita broto como manantial mi semen que al descarg�rselo en lo m�s profundo le hizo lanzar un gemido largo y entrecortado que aun retumba en el recuerdo de mis o�dos.

Fui a la cocina a limpiar el semen de mi primera corrida, luego busque una toalla para limpiar a mi hija y recog� su ropa de la sala, cuando entre a su alcoba ya estaba dormida agotada por los orgasmos que hab�a sentido ese d�a, al verla as� sent� ternura, la limpie bien y le coloque unas braguitas limpias, la arrope, le di un beso y me fui a dormir pensando en todo lo que pas�.

De esto han pasado dos a�os y lo recuerdo como si fuese ayer.

Despu�s os cuento m�s sobre mi hija.

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