Inicio mi serie de relatos comenzando con el que m�s me ha
excitado por ser el inicio de una serie de cosas que ya luego les contar�... mi
vida ha sido plena de situaciones extra�as que a veces ni yo mismo me las creo,
�sta que les escribo no fue la primera pero si la m�s deliciosa.
Pertenezco a una familia acomodada de cinco miembros, mi
padre de 52 a�os mi madre de 36, yo de 20 a�os, ,mis dos hermanitas de 16 y 7
a�itos.
Mis dos padres tienen diferencias abismales de edad, eso al
principio de su relaci�n parec�a no importar mucho, luego pareci� que las
diferencias de edad fueron dejando su carga en lo f�sico, tanto que a mi padre
se le diagnostico c�ncer en la pr�stata y como ustedes se imaginar�n no pod�a
hacer nada de nada, mi madre se ve�a claramente afectada por ese impedimento,
acostumbrada como estaba a recibir piropos por doquier, a que aparentaba mucha
menor edad de la que ten�a y a que por encima se le notaba una fogosidad de
quincea�era, ten�a un culito envidiable por cualquier modelo, grande,
redondeado, duro, una tetas como melones, con uno pezones que le saltaban a�n
del brassiere, exquisitos.
Para ese entonces yo contaba con doce a�os, no era inexperto
en las arte amatorias por ciertas experiencias que luego les cuento, pero me
encontraba en una edad en la que la presi�n de evacuar mi necesidad sexual se
siente en el abdomen, como un cosquilleo y desesperaci�n tremenda.
Mi deseo por mi madre inicio en forma accidental, fue en
cierta ocasi�n que por accidente abr� el ba�o y ella se encontraba sec�ndose los
pies con su toalla, fueron unos pocos segundos, pero la imagen que observ� me
dejo con suficiente material para masturbarme en su honor durante tres semanas,
hab�a colocado su tobillo derecho sobre su pierna izquierda, de la forma en que
estaba sentada permit�a verle en todo su esplendor su rajita, bien cuidada,
completamente depilada y con unos labios vaginales perfectamente formados, su
piel era como de melocot�n, y su color permit�a sentir el deseo de besarlo y
lamerlo.
Un par de veces me sorprendi� vol�ndome la paja, siempre solo
se limitaba a cerrar la puerta y disculparse pero despu�s de ese episodio
ocurri� algo que me dejo pensando mucho, en cierta de esas ocasiones abri� la
puerta y en lugar de cerrarla, se qued� viendo a mi verga durante un par de
segundos, modestia aparte no tengo nada que envidiar con mis siete pulgadas,
�toda una hermosura!, en su mirada se vislumbr� una mirada antes desconocida, no
como te mira una madre sino como... otra cosa.
Mi padre sol�a irse a trabajar temprano y desde peque�o yo
acostumbraba ir a acostarme a la cama de mis padres con mi madre, ambos
dorm�amos desnudos por costumbre, dorm�amos un par de horas, e inici�bamos la
jornada, ese d�a despu�s de despedir a mi padre en la puerta me pas� a la cama
de ellos y esper� despierto pero con los ojos cerrados a que mi madre regresara,
cuando lo hizo entreabr� los ojos y la observ� quit�ndose la bata a espaldas de
ella, pude ver esas hermosas nalgas, lo que me provoc� de inmediato el
cosquilleo abdominal y una erecci�n que sent�a el miembro explotar, se acost� y
esper� un tiempo que para m� fue una eternidad, cuando calcul� que estaba
completamente dormida, levant� lentamente su sabana para no despertarla y por la
forma curvada en que se hab�a dormido, dejaba se le pod�a observar muy bien la
entradita de su ano, yo comenc� a volarme la paja despacio para gozar ese
momento de ensue�o, de pronto se me ocurri� arrimar un poco mi miembro a su
cuerpo, lo hice y acerqu� el glande a la entrada de sus nalgas y comenc� a
masturbarme deslizando mi verga por entre sus nalgas, yo me sent�a estallar,
luego ocurri� algo...
mi madre de pronto movi� su pierna hacia delante lo que
dejaba descubierto su sexo, esper� por un par de minutos m�s y la coloqu� la
punta de mi pene en la entrada de su vagina, el calorcito que desped�a me volvi�
loco, como mis recursos son muchos me tom� el tronco del miembro y comenc� a
golpetear suavemente su sexo, permitiendo que entrar� solamente la mitad del
glande , hac�a que entrara y saliera observando que mam� no hiciera ning�n gesto
de despertarse, muy por el contrario movi� mas adelante su pierna y continu�
durmiendo ( al menos eso pensaba yo), como sent�a su conchita s�per h�meda me
arriesgu� y le deje ir a plenitud mi siete pulgadas, solo o� un gemido ahogado y
v� que ten�a su rostro sumido en la almohada, comenc� a bombear primero despacio
y luego mucho m�s r�pido hasta que sent� que un torrente de leche se dispon�a a
salir, saqu� r�pidamente mi pene y acerqu� una toalla que hab�a llevado para esa
ocasi�n y descargu� todo lo que ten�a en ella...
luego me di vuelta en la cama quedando a espaldas de ella,
pregunt�ndome si quiz� se hubiera despertado... una hora despu�s se levant� y me
prepar� el desayuno, no mediamos mucha conversaci�n y aparentaba estar normal
as� que deduje que quiz� no hice que despertar�... cuan equivocado estaba y a
decir verdad no imaginaba lo que vendr�a despu�s, pero ese es material para mi
siguiente historia.