Relato: Mi segunda infidelidad. Ariel

Mi segunda infidelidad.
Hab�an transcurrido tan solo 6 meses de la primera, y la culpa y el susto de aquella hab�an desaparecido, lo que si recordaba era el placer vivido sobre mi propia cama, echo por dem�s destacable debido a que nunca hab�a hecho el amor con mi novio en mi casa durante los dos a�os que llevaba con el, mi cama estaba vedada a mi pareja estable y abierta a las ocasionales calenturas, tanto a la primera como a la segunda.
La explicaci�n a esto viene de parte de mis papas que ir�nicamente no ve�an bien que mi novio estuviera en casa sin ellos presentes y la tonta respetaba su decisi�n.
Esta segunda vez, sucedi� aun en horas m�s tempranas que la anterior. Dorm�a muy tranquila, en un d�a sin facultad.
Hab�a dado un parcial de mi primer a�o y tenia ese d�a libre de clases. Pero mi sue�o se interrumpi� a las 8.30 de la ma�ana con el timbre de la puerta, el cual son� m�s de 3 veces. Salt� de la cama y baje en pijama pensando que era el cartero o alg�n cobrador al que pod�a atender por la ventana sin necesidad de dejarlo pasar.
Baje las escaleras dormida, me cuesta un poco levantarme, soy de las que tardan varios minutos en terminar de abrir los ojos y darse cuenta de que esta despierta.
Y con las pantuflas en los pies me arrodille sobre el sill�n y pregunte quien era por la ventana. Y la respuesta no era la que esperaba. Ni el cartero ni un cobrador, era el chico que arregla la computadora. Una a una me vinieron a la mente las veces que le hab�a pedido a mi Mama que mande a arreglar la PC porque no estaba entrando bien a Internet.
Y contenta abr� la puerta sin vacilar.
La idea es contar mis aventuras con sinceridad, lo que me lleva a confesar que este chico me gustaba de antemano, lo conoc�a poco pero lo consideraba atractivo. Se llama Ariel y tiene 2 a�itos m�s que yo. El ten�a 21 y yo 19.
Como recordaran soy de tez blanca, en esa �poca tenia el pelo largo casi siempre atado en una cola de caballo, mis ojos son dos preciosos faroles marrones y tengo una sonrisa que todos me elogian. Mis medidas son bastante mas normales de lo que suenan, son 92-62-90, y mi estatura es mediana tirando a petisa. Y lo que mas me gusta de mi es mi cola redonda de la cual me enorgullezco, pero la cual lleva sus horas de gimnasio.
Esa ma�ana vest�a mi atuendo de dormir bastante infantil a pesar de mi edad, y con el cual abr� la puerta sin darme cuenta. La alegr�a de poder conectarme a Internet y el sue�o me jugaron una mala pasada, de la cual me di cuenta apenas cerr� la puerta tras dejarlo pasar.
Llevaba puesto, un pantaloncito muy corto y ajustado de color rosa, y un camis�n de manga corta del mismo color, que apenas me llegaba a tapar la cola y la pelvis, que me tape con las manos mientras hu�a hac�a arriba a cambiarme tras darle un beso de bienvenida.
Me cambie y le ped� que suba, ya que mi computadora esta en el hall de entradas de mi pieza.
Alrededor de una hora mas tarde, ya est�bamos ambos sentados uno al lado del otro frente a la PC que ya estaba arreglada, el caf� ya me hab�a despertado y la qu�mica que hab�a entre nosotros era insuperable. Poco nos conoc�amos uno al otro, tan solo lo b�sico, que nos gust�bamos mucho y que ambos est�bamos noviando y muy enamorados de nuestras parejas.
El reloj se acercaba a las 10 de la ma�ana, y fue all� cuando todo empez�.
Admito que ambos lo deseamos, y que no hice nada para evitarlo. Nunca fue mi idea ser infiel esa ma�ana, pero no lo detuve, lo deje actuar a medida que comenc� a excitarme.
La PC estaba arreglada y las tazas de caf� vac�as. Ambas hac�a m�s de media hora y nosotros prosegu�amos alargando la charla con temas intrascendentes, era muy obvio que el no quer�a irse y que yo no ten�a ning�n problema en escucharlo hablar todo lo que el quisiera y aunque nunca imagine que se fuera a tirar un lance conmigo, lo recib� con gusto cuando lo hizo.
Y el lance comenz� hablando de nuestras respectivas parejas, dici�ndome que si no estuviera de novio me invitar�a a salir. Y mi respuesta fue una mirada calida seguida de una leve sonrisa que le dio pie a su siguiente movimiento.
Y el verso fue que estando tan bien de novio el no se arriesgar�a a hacer nada que pusiera en juego su relaci�n con su novia, y que lo mismo me deber�a pasar a mi, y era verdad, y sigui� con que yo le gustaba mucho y que si alguna vez estaba dispuesta a salir a escondidas se lo hiciera saber, que ser�a nuestro secreto, y que como los dos est�bamos en pareja tendr�amos le seguridad de no dejarlo trascender a terceros y termino dici�ndome que lo piense.
Y lo pens�, lo pens� todo el tiempo que me dejo que no fueron m�s de 5 segundos en los que giro su cuerpo y acerco sus labios a los m�os.
Sentados los dos de frente a la computadora, uno al lado del otro, separados por 20 cent�metros, comenzamos a besarnos, abr� mi boca apenas sent� sus labios entrar en contacto con los m�os, no me resist� ni un segundo, me porte muy mal, enseguida nuestras bocas y lenguas se tocaron, el resto del cuerpo segu�a separado. Pero poco a poco sigui� girando sobre la silla, acomod�ndose, buscando una pose m�s c�moda.
La primera vez que lo toque fue al sujetar su mano, la tome cuando la apoyo sobre mi pierna. Yo aun llevaba puesto el pantaloncito de dormir, pero bajo una pollera de jean azul, y encima tenia una camisa blanca manga corta. El ten�a un jogging gris y una remera de los Rolling Stones.
Su mano me tomo por la entrepierna y se deslizo bajo la pollera, por eso la sujete, todav�a no estaba segura de hasta donde �bamos a llegar esa ma�ana, pero lo decid� en breve ya que termine dejando que me explorara toda bajo la falda. Mis manos rodearon su cuello y empezamos a darnos unos sabrosos besos, ya no suaves ni excitantes, sino bien h�medos y zarpados, lentamente se me puso la trompita roja, algo muy com�n en m�, tras varios besos ardientes se me pone toda la zona de la boca colorada.
Sigui� con mi cuello y con los elogios, y as� llego a tocarme las tetas sobre la camisa. Me tanteo los pechos suavemente esperando mi reacci�n, y como mi respiraci�n aumento sigui� toc�ndomelas, uno a uno desabrocho los botones desde arriba hacia abajo, dejando mi camisa abierta y mi sost�n visible, este era blanco con florcitas violetas, de algod�n y me quedaba bien al cuerpo, cada tasa rodeaba perfectamente mis pechos, y uno a uno los recorri�, tom�ndolos con sus mano sin levantar el corpi�o, apretando mis pezones a trav�s de la blanca tela. Estos ya estaban duros y sobresal�an, se notaban a trav�s del algod�n.
Me encantaba sentir sus manos, y �l quiso sentir las m�as, me tomo una de ellas, y traslad�ndola de su cuello a sus piernas, puso mi mano directamente sobre su bulto, el cual estaba bajo el jogging y tremendamente crecido.
Segu� besando sus labios mientras empezaba a rozarle el pene con la mano, se lo sujete a trav�s del jogging pero era muy incomodo, as� que decid� meter mi mano bajo su pantal�n, la lleve a su cintura y la met� bajo el el�stico, inmediatamente me tope con lo que buscaba, muy erecto y caliente fue lo primero que advert�. Mi mano hab�a levantado tanto el jogging como el slip, y en segundos ya lo estaba pajeando, su tama�o lo hac�a desbordar su vestimenta y gran parte del pene estaba a la vista, pero yo no lo miraba, solo lo masturbaba mientras ambos continu�bamos bes�ndonos.
Recuerdo que la paja que le hice duro un buen rato, disfrutaba mucho de los besos en la boca que nos d�bamos el uno al otro, y de c�mo sus manos me frotaban los pechos, ya con el corpi�o desabrochado y mis senos al aire. Pero no amago a chup�rmelos ni una sola vez, solo me besaba la boca y el cuello, y dejaba mis pezones a sus dedos, los cuales ten�an mucha pr�ctica porque no tarde nada en mojarme de ganas.
Y as� como el placer me invad�a, tome el impulso necesario para cambiar la posici�n, el tiempo no estaba de nuestro lado, mi Pap� tenia la costumbre de realizar visitas sorpresa al mediod�a, y no quer�a tener que vivir ese mal trago; ya eran mas de las 10.30 y esto reci�n empezaba as� que despegue mi boca de la suya, y aprovechando que mi silla era giratoria, la hice girar hasta quedar frente a el, y tras mirar su pene por primera vez, levante mis ojos y cruce su mirada, y con una sonrisa c�mplice y una mirada provocativa, le transmit� mis intenciones, las que se podr�an traducir en me muero de ganas de met�rmela en la boca.
Ya cont� de mis preciosos ojos marrones, grandes y dulces, los cuales le dedicaron una ca�da de ojos al llevar mi cuerpo hac�a adelante, al agachar mi torso hasta sus piernas, ojos que se volvieron a abrir al sentir la proximidad de su miembro, el cual gracias a la luz natural que hab�a pude observar bien de cerca, muy de cerca.
Mis labios mojados se abrieron mientras sus manos sal�an de mis pechos y se ubicaban en mi espalda, manos que enseguida terminaron sobre mi cabeza, sujet�ndome suavemente de los pelos cuando mis labios se cerraron con su pene dentro de mi boca.
Y me entregue sin culpa a chuparlo, sabia que estaba obrando mal, que no deber�a serle infiel a mi pareja, pero era muy joven y las ganas pod�an m�s.
La decisi�n estaba tomada, apenas deje que me desabrochara el bot�n de la blusa, sabia como �bamos a terminar, sabia que iba a ser de �l, sabia que se la iba a chupar, y as� fue.
Mi cabeza sub�a y bajaba despacio, aumentando lentamente la velocidad, mis labios cerrados alrededor de su polla, sin apretarla pero sin dejar pasar el aire, rode�ndola completamente, con la fuerza adecuada para no lastimarlo, sino para darle sumo placer, la suficiente fuerza para arrastrar su piel de abajo hac�a arriba una y otra vez, para hacer que se le pare el pene cada vez mas, y as� lo sent�a dentro de mi boca, y le sub� y baje la piel de su polla hasta que esta ya no subi� mas, hasta que se estiro por completo y su cabeza roja quedo al descubierto completamente, reci�n ah� la deje respirar sac�ndomela de la boca, contempl�ndola de cerca, su pija era normal, bastante grande pero su cabeza era distinta a las dos que hab�a visto hasta ah�, esta era mas grande como un sombrerito, por eso cuando la chupaba mi lengua se concentraba en donde esta empezaba, se la llene una y otra vez de saliva, se la chupe con unas tremendas ganas, me gusta mucho hacerlo, pero esa ma�ana me sent�a muy motivada, alg�n sue�o que no recordaba me hab�a hecho levantar mas cachonda que lo normal.
Mis manos me ayudaban, una se apoyaba en su pierna para mantener mi torso en forma horizontal sobre sus piernas y la otra tenia el pu�o cerrado alrededor de su pija la que no paraba de pajear. Mi mano insist�a con los movimientos de arriba abajo mientras mi boca se la lubricaba para evitar al m�ximo cualquier tipo de fricci�n por la piel seca, ning�n cent�metro de su pene quedo sin cubrirse de mi saliva, su lubricaci�n era perfecta, el movimiento era aceitado a la perfecci�n, y el placer que el sent�a me lo transmit�a de varias maneras. Sus manos en mi cabeza, empujando fuerte hacia abajo mi boca cuando mi lengua recorr�a su vainilla en el punto adecuado, o sujet�ndome los pelos por la fuerza, pero sin violencia, tambi�n sent�a sus manos recorrer mi espalda, y de ves en cuando alguna se colaba bajo mi torso, entre sus piernas y mi cuerpo y me pellizcaba los pezones o jugaba con mis tetas las cual a veces colgaban, pero la mayor parte del tiempo mis pezones se frotaban contra sus piernas por los movimientos de mi boca.
Podr�a haber pasado horas con ese pene dentro de mi boca, pero quer�a ser penetrada y el tiempo no estaba a mi favor y por instantes ten�a la sensaci�n de que iba a acabarme dentro de la boca y seguramente ah� se terminar�a todo. Por ello, se la chupaba constantemente, pero no insist�a con los movimientos de la masturbaci�n, los hac�a de forma pausada, algo en lo que ten�a pr�ctica gracias a mi pareja.
Cuando decid� que ya era tiempo suficiente de tenerla en la boca, levante mi torso y le di unos besos en la boca, volv� a sentarme con la espalda contra el respaldo de la silla, y fue el quien se estiro para continuar con nuestros besos.
Besos que no tardaron de bajar de mi boca a mis pechos, sus manos tomaron ambos lados de mi camisa y la abrieron dejando meter su cabeza dentro, despacio empec� a sentir como mis pechos se met�an dentro de su boca, como sus manos levantaban mi corpi�o blanco para dejar a sus labios y su lengua trabajar para darme el m�ximo placer.
Mis pezones me hac�an gemir, llenos de su saliva entraban una y otra vez dentro de su boca, algo que pod�a observar y me gustaba ver.
Y tras elogiarme los pechos elogio tambi�n mi conjunto de ropa interior, y llevo sus manos a mis piernas, el estaba ya arrodillado en el suelo, mientras yo permanec�a sentada, sus manos tomaron mis rodillas y abrieron bien mis piernas, levantando la falda de mi pollera de jean, la hora corr�a y yo me desesperaba, mis brazos rodeaban su cuello, su boca segu�a en mis tetas, y sus manos chocaban contra mi pantal�n rosa de dormir.
Intento tomarlo con sus manos, y baj�rmelo, pero no pudo, me quedaba bien ajustado, marcando mis nalgas y mis piernas y tras varios intentos, en los que no se animaba a tirar muy fuerte de este por miedo supongo a romperlo, no me quedo otra que mostrarle el camino. Y con mis manos desabroche el bot�n de mi minifalda de jean y le baje el cierre, lo que dio paso a que en pocos minutos, me tomara fuerte de ella y la hiciera bajar hasta mis rodillas, y en otros minutos mas hiciera lo mismo con el pantaloncito y me dejara en bombacha sentada junto a el, bombacha tambi�n blanca con florcitas violetas, de algod�n, la parte de abajo que complementaba a mi desabrochado sost�n.
Y as� comenc� a quedar desnuda en la hall de entrada a mi pieza, mi pollera toco el suelo y cayo libremente entre mis sandalias, ya no llevaba mis rosadas pantuflas, mi pantaloncito no salio solo, el tiro una y otra vez para sac�rmelo, y como ya estaba casi desnuda, su siguiente jugada fue mi camisa, la que ya desabrochada quedo tambi�n en el suelo tirada y a la cual sigui� mi sost�n.
Su siguiente paso fue separarme bien las piernas y colocar sus dedos bajo mi ropa interior, los mismos recorrieron mi vagina y se metieron en mi interior sin pedir permiso, no lo necesitaban, lo deseaba, y su lengua fue detr�s, corri� mis bragas, y comenz� a com�rmela a besos. No duro mucho pero lo disfrute intensamente, mi concha ya estaba bien abierta y con muchas ganas de recibir, mis piernas se levantaron sobre sus hombros y sus manos tomaban mis nalgas sosteni�ndolas en la posici�n adecuada.
Como ya saben, me encanta acariciarme los pechos mientras me la chupan, y a eso me dedique los siguientes minutos, a frotarme los pezones y humedecerlos con los dedos que me llevaba a la boca, mis senos son un poco m�s grandes que mis manos, por eso considero que tienen el tama�o perfecto para masturbarme bien, y complacerme solita.
Mi vagina ya estaba completamente mojada, sent�a su saliva caer, deslizarse por esa sensible piel que la separa de mi cola. Estaba a punto de explotar y lo hice. Acabe con su boca entre mis piernas, soy muy proclive a tener orgasmos por sexo oral, y esta no era la excepci�n, aunque fue mas por lo excitada que estaba por la situaci�n que por el accionar de su lengua, la que no fue para recibir medalla ol�mpica alguna.
Pero lo importante es que llegue, me corr� ah� sentada, toda contorsionada sobre la giratoria silla, con mis piernas sobre su espalda y sus dedos adentro, con su lengua saboreando mi pubis y mis manos manoseando mis pechos.
Pero quer�a m�s, y mi reloj pulsera me apuraba, el miedo me invad�a, mi viejo me mataba y mi novio seguro se enteraba, no hab�a tiempo de disfrutar el orgasmo y retomar fuerzas, todo ten�a que seguir, as� que deje caer al suelo mis piernas y me levante mientras el hacia lo mismo, lo tome de la mano y dejando toda mi ropa atr�s lo lleve a mi cuarto caminando delante de el con tan solo mi blanca bombacha puesta.
Aqu� tuve que tomar una decisi�n, le ped� que se pusiera un forro, un preservativo y no tenia, y acepte hacerlo, era otra �poca, esto me sucedi� a los 18, y ahora no lo har�a por ning�n motivo, pero esa vez acepte hacerlo, era mas normal.
Se la lubrique un poco m�s con mi boca, sentadita en mi cama con �l de pie frente a mi, mientras lleg�bamos a un acuerdo y sell�bamos el pacto, no pod�a acabarme dentro por ning�n motivo, no hab�a excusas, deb�a acabarme fuera, adonde quisiera, pero no dentro.
Esto tambi�n fue anecd�tico, a mi novio nunca lo dejaba acabarme en la boca, se la chupaba siempre pero no lo dejaba acabarme en ella, tan solo una vez se le hab�a escapado un poquito, as� que casi no la hab�a probado.
Termine de chup�rcela unos pocos segundos mas, y lo invite a subirse a la cama, quer�a estar primero yo arriba, y as� fue, que arrodillada sobre sus piernas, le agarre el pene con mi mano y lo lleve hasta la apertura de mi vagina, y despacio me fui sentando encima de �l, lentamente me deje caer, bajando mis caderas me la fui enterrando solita hasta el fondo, la sent� penetrarme mientras gem�a del gusto, sus manos tocaban mis senos, y empec� a bambolearme, adelante y atr�s haciendo fuerza con mis piernas con mis manos apoyadas en sus b�ceps, me mov�a sintiendo como me penetraba, como se me mov�a adentro de la vagina, en los siguientes minutos, estaba movi�ndome alocadamente sobre su cuerpo con mis rodillas abiertas, subiendo y bajando mi torso para besarlo en la boca de a ratos, con mis pelos ya desordenados sobre mi rostro, mis ojos cerrados de placer, dejando caer mi cuerpo con fuerza sobre sus piernas con su polla bien firme estremeci�ndome por dentro.
Mis gemidos aumentaban de a poco, mis senos eran compartidos por sus manos y las m�as, sino me las frotaba �l me las frotaba yo. Me pelvis se mov�a en forma desesperada, los pocos pelos de mi depilada vagina rozaban con mi bombacha la cual todav�a llevaba puesta y a veces sent�a como me los acariciaba con sus dedos.
Sus manos me sujetaban como garras de la cola, levant�ndome y dej�ndome caer con fuerza, a lo que involuntariamente respond�a con un gemido, cada vez que mi cuerpo se dejaba caer, yo gem�a y gem�a.
Cogimos en esa posici�n un buen rato hasta que pasamos a la siguiente. El la saco de mi interior, y cambiamos los lugares, los invertimos, el fue arriba y yo abajo, pero mientras yo caminaba de rodillas la cama para acostarme boca arriba, el aprovecho para tomar mi bombacha y deslizarla hac�a abajo, enroll�ndola sobre mi cola, arrastr�ndola sobre mis nalgas, sobre mis piernas, y as� quede completamente desnuda junto a �l, recostada con la cabeza sobre mi almohada, boca arriba, con las piernas abiertas mirando como el se sub�a sobre mi, mirando como me montaba, separando aun mas las piernas, subi�ndolas sobre sus caderas, en segundos ya me estaba besando en la boca, y su verga se met�a en mi otra vez, despacio pero sin problemas, solita encontr� el camino hac�a adentro, se deslizo por los labios de mi vagina que se abrieron al primer contacto, y sin pedir permiso, ( ya lo tenia ), se clavo en mi interior abri�ndome otra vez, penetr�ndome, nuevamente me estaba cogiendo, volv�a a sentir el placer por dentro, me empezaba a prender fuego otra vez.
Su agitaci�n en esta posici�n era mas parecida a la m�a, y comenz� a hablarme mas al o�do, apoyando su cabeza junto a la m�a, ambos gimiendo a la vez, yo diciendo que quer�a mas, pidiendo que siquiera cogi�ndome que esa pose me encantaba, y el preguntando si me gustaba tener su polla dentro.
Cogimos as� otro buen rato, en los que el placer no hac�a olvidarme de los nervios, intentaba estar atenta al sonido del auto de mi Pap� estacionar, pero era casi imposible, por m�s que estuviese a un lado de la ventana, solo escuchaba nuestros gemidos y el ruido de la cama.
Su cuerpo me embest�a una y otra vez, clav�ndomela hasta sentir que su pelvis chocaba con la m�a, con cada embestida mis senos se mov�an, flotaban mientras el me los besaba o yo me los acariciaba.
Lo estaba disfrutando mucho, pero la cordura deb�a imperar, y tras un rato decid� que deb�amos llegar al final y aprovechando una de las veces que la saco o se le salio de entre mis piernas, le di a entender que deb�amos cambiar la posici�n, solita cuando se movi� de encima m�o, me arrodille en la cama y me puse en cuatro, como una perrita con la cola bien levantada, mostr�ndole mi espalda, sin decir nada, solito comprendi� lo que le ped�a, se paro a un lado de la cama, mientras yo estaba en cuatro patitas a lo ancho no a lo largo, con la cabeza cayendo del otro lado, sobre el pasillo que separa con la cama de mi hermana que en el colegio estaba.
El me tomo de mis desnudas caderas y acomodo mi cuerpo, lo llevo bien contra el, y para encontrar la altura adecuada me obligo a ponerme sobre mi almohada, para estar mas alta sobre la cama y sin dejar pasar el tiempo me volvi� a penetrar desde atr�s, mi concha estaba bien abierta con mis piernas separadas a mas no poder, y as� la sent� entrar, su pelvis choco despacio con mis nalgas, la ten�a toda metida en mi interior, toda. Y as� salio y volvi� a entrar, una y otra vez, cada vez con mas intensidad, sus manos me tomaban de la cintura y me empujaban contra �l, yo ayudaba empujando bien hac�a atr�s, haciendo fuerza con mis piernas mientras ambos empezamos en instantes a gemir.
Recuerdo que lo que mas o�a era a �l decir que si y comentar cuanto le gustaba hacer lo que estaba haciendo, en s�ntesis, que le encantaba cogerme.
Mis pechos colgando por mi posici�n se bamboleaban, yo quer�a frot�rmelos pero mis manos estaban firmes contra el colch�n para no caerme de boca al piso por el otro lado de la cama, r�pidamente empec� a sentirme llegar, sus test�culos golpeaban contra mis piernas, contra mi cola, estaba nuevamente llegando al cl�max cuando sucedi� algo que no esperaba, mientras me estaba cogiendo y me tenia bien agarrada de las caderas y la cintura con su pene en el interior de mi vagina, empez� a recorrer mi ano con su mano, despacio, con su dedo mojado, poco a poco sin penetrarme me tanteo, roz�ndome la cola por fuera.
Desde su postura, parado me observaba la cola sin reparos, la claridad de la ma�ana entraba por mi ventana a pesar de las cortinas que daban cierta penumbra, el segu�a tante�ndome, y yo sin decir nada, me crispaba cada ves que sent�a su dedo cerca, el pod�a advertir por mi lenguaje corporal que no lo iba a dejar, pero no se rindi� y arrojo piropos sobre mi cola, que le gustaba, y termino preguntando si ya me la hab�an hecho, si ya me hab�an hecho la cola, a lo que respond� que no.
Y as� seguimos un rato, me penetraba fuerte, golpe�ndome, pero sin la frecuencia para hacerse acabar, quer�a disfrutarme un rato mas, retener el semen lo m�s posible.
Dicen que el que persevera alcanza, no fue el caso, pero tampoco se fue con las manos vac�as.
Yo estaba a punto caramelo, terriblemente mojada, excitad�sima, y a punto de acabar cuando por tercera vez comenz� a tocar mi ano con sus dedos lubricados por su saliva, y cuando me vio con la guardia baja, gimiendo a mas no poder, con una mano me sujetaba los cabellos mientras me o�a pedir m�s, y en pleno �xtasis, cuando su dedo estaba apoyado sobre mi cola, despacio lo empujo hacia delante, solo un dedo, que sent� enorme dentro, llegando hasta chocar sus nudillos con mi cuerpo, tom�ndome desprevenida, lo sent� desgarrarme la cola, abr�rmela por primera vez, y a pesar que no quer�a no estaba en posici�n de discutir, solo amague a llevar mi mano hac�a atr�s, a mi cola y con un gesto de que no asent�a intente golpearle la mano, pero el dedo ya estaba dentro de mi cola, y mi placer era descomunal, aunque no quer�a que me lo hiciera con el dedo, su pene estaba teniendo una actuaci�n suprema dentro de mi pobre conchita que realmente no pod�a m�s de placer.
Y me deje, su dedo en el interior de mi cola, comenz� a moverse suavemente, y aunque no sal�a del todo de mi ano, sal�a lo suficiente para volver a entrar y empujar una y otra vez.
Y as� fue mi primera penetraci�n anal, con un dedo durante unos pocos minutos, los que su pene tardo en hacerme nuevamente acabar. Cuando me corr�, acabe por segunda ves mis pelos ya tocaban el suelo, mi cabeza estaba totalmente apoyada sobre el colch�n y mi cola lo m�s paradita posible. Cuando llegue me moje y gem� sin reparos, emitiendo continuos jadeos y suspiros de placer, su dedo ya no se mov�a tanto, pero si su polla, sigui� cogi�ndome un buen rato mas mientras yo le recordaba el trato y le suplicaba que no me acabara dentro, y lo cumpli�. Minutos mas tarde, la quito de entre mis piernas y me pidi� que fuera con �l, lo que significaba que me quer�a sentada en la cama con el parado enfrente. Y fue as� como sucedi�, me di vuelta, abandone la hermosa pose de las cuatro patitas, y poniendo mi dolorida pero feliz cola sobre las sabanas, me sent� con las piernas separadas por las suyas, lo tenia parado entre mis piernas con su pija en la mano masturb�ndose a m�s no poder, a una velocidad que me asustaba.
Solo atine a poner mis manos sobre sus piernas sacar la lengua afuera de mi boca y esperar que dejara quieto su pene para chup�rsela hasta el final. Pronto me dejo la iniciativa, pude yo tomarle el pene con mi mano y as� poder met�rmelo en la boca sin miedo a que me golpeara. Los siguientes minutos los pase con su pene entre los labios, lami�ndolo a m�s no poder y paje�ndolo con mi mano hasta que me dol�a el brazo del movimiento, pero as� empez� el final.
El se sinti� llegar y tomo la posta, se la agarro con la mano y se froto intensamente, su mano derecha lo masturbaba y su mano izquierda me sujetaba la cabeza para que no me corriera, y con mis ojos casi cerrados del miedo a que me diera justo en uno, vi como empez� a acabar, como un enorme chorro de leche salio del pene directo a mi rostro, sobre mi nariz, y lo siguiente fue abrir bien la boca para recibir el resto.
Su semen termino de salir hasta su ultima gota dentro de mi boca, estaba sabore�ndolo por primera vez, y lo que consideraba desagradable no lo era, mi boca se lleno enseguida de su leche blanca y mi lengua se encargaba de sacar el liquido hac�a afuera, estaba decidida a no tragarlo y no lo hice, se la chupe hasta que se canso, mientras me chorreaba semen por la comisura de los labios.
Mi boca estaba muy llena y pastosa, y cuando el se recost� contra la pared, dando por terminado el show, yo cerr� mis piernas y busque con que limpiarme. Mi linda bombacha blanca con flores violetas tuvo otro uso, all� deposite el semen y termine de limpiarme la cara.
Lo siguiente fue vestirnos lo m�s r�pido posible y despedirlo 15 minutos antes de que llegue mi Pap�, hab�a zafado.
De esta experiencia el m�s favorecido fue mi ex, ya que comenc� a dejarlo acabar en mi boca sin protestar, y en menos de un mes tuve con el mi primera experiencia anal, con un pene, no con un dedo, y gracias a eso, como era mi pareja estable, llegue a dejarlo acabarme dentro cuando me hac�a la cola sin preservativos.
Con Ariel solo estuve una vez mas, pero en su casa, una ma�ana un par de semanas mas tarde, pero fue una mas, nada especial que recordar, nada memorable como esta vez que acabo de relatar.
Besos, espero que les haya servido de algo mi experiencia personal y pronto escribir� mi tercera infidelidad, que no fue en mi casa como las dos primeras, y fue bien distinta.

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