Otra org�a en el apartamento.
Despert� descansado, con los m�sculos sin fuerza y con una
agradable sensaci�n recorri�ndome todo el cuerpo. Estaba desnudo y ten�a la boca
y otras partes cubiertas con restos viscosos y blanquecinos... Mir� a m�
alrededor. Junto a m� yac�an, tambi�n desnudos, todos mis amigos y amigas:
Pilar, Margarita, Mar�a, Juan y Enrique. Ellos tambi�n ten�an manchas blancuzcas
y cremosas por todo el cuerpo. Sent� como mi polla comenzaba a vibrar dulcemente
al contemplar a mis desnudas amigas. A mi lado descansaba Margarita y su
maravilloso culo estaba a mi alcance. Plant� un sonoro beso en una de sus nalgas
y la ninfa despert�, desperez�ndose lentamente.
-Buenos d�as- me dijo, sonri�ndome-�Qu� tal has dormido?
-De maravilla. Estoy como nunca y dispuesto a todo.
-Tranquilo-continu�, sin dejar de sonre�rme- Primero, tenemos
que ducharnos y comer algo. Luego, bueno, puede que�en fin�ya sabes�puede
que�ejem�nos pongamos a�follar�un rato. T� quieres follar, � no?-
-Pues claro que quiero follar�y sobre todo�follarte a
ti�huuummm�est�s buen�sima�ese culo tuyo es una maravilla�ahhh�me encantar�a
com�rmelo��yam,yam!-susurr� yo, mientras le daba suaves mordisquitos a las
nalgas desnudas de la muy desnuda Margarita.
-�Mentiroso!-ri� ella, mientras me mesaba los cabellos-�pero
me gustan tus mentiras!
Margarita se levant�. Y yo hice lo mismo. Los dem�s ya
estaban tambi�n desperez�ndose.
-�Qu� hora es?-pregunt� Enrique, bostezando.
-Hora de levantarse y darse una ducha-le contest� yo,
mientras admiraba los culos de Mar�a y de Pilar, que, boca abajo, no se decid�an
todav�a a levantarse. Pas� entre ellas y les di un palmetazo en las nalgas a
cada una.
-�Arriba, dormilonas!-les grit�.
Ellas rieron. Pronto todos est�bamos ya levantados y
dispuestos para iniciar una nueva jornada, que esperaba yo, fuese tan productiva
como la anterior. Por turno todos nos fuimos duchando. Cuando las abluciones
ma�aneras hubieron terminado, nos reunimos para comer. El desayuno fue frugal.
Todos est�bamos all�, sentados a la mesa, totalmente desnudos, mir�ndonos de
reojo y sonriendo m�s o menos aparatosamente. Not� que mi pene volv�a a las
andadas y ya estaba hinch�ndose, lentamente. Era evidente. Viendo a mis amigas
desnudas, no pod�a evitar ponerme cachondo. Espi� de reojo a mis amigos y vi que
tambi�n ten�an las pollas semitiesas. El d�a promet�a.
Pasaron varios minutos de inc�modo silencio. Yo me preguntaba
cuando ibamos a empezar la org�a.
-Bueno-dijo Juan, que ya ten�a la polla tiesa y dura como una
piedra, no sab�a yo si de mirar a las chicas o a nosotros.-�Qu� tal si llamamos
a Lydia�y a Marcos?
Lydia�su s�lo nombre evocaba en mi mente lujuriosas pasiones.
Era una hermosa-o eso me lo parec�a a m�-compa�era, m�s bien bajita, de rostro
altivo y andar r�pido y taconeante. Era una mujer orgullosa y que a mi me
parec�a muy valiente y dispuesta a todo. Sus piernas no eran perfectas, pero
estaban pasables�sin embargo, no era ese el aspecto m�s destacado de Lydia. No,
nada de eso. El aspecto m�s destacado de Lydia eran�sus tetas. �Ten�a unas tetas
enormes, o al menos eso parec�an bajo la ropa! Me hab�a dedicado largo tiempo a
admirarlas cuando ella ni nadie me ve�an y pude llegar a la conclusi�n de que
Lydia ten�a unas grandes tetas, ligeramente caidas, esponjosas, jugosas,
bamboleantes y desparramadas hacia los lados.Por contraste, las tetas de Mar�a,
otra tetuda, eran m�s duras, menos movibles, m�s redondeadas y menos caidas. Y,
en cuanto a las tetas de las otras dos chicas�bueno, digamos que Pilar ten�a
unas tetas vulgares, no muy peque�as, tama�o mediano,pero nada espectaculares y
Margarita�bien, Margarita ten�a unas tetas muy, muy peque�as.
As� que me alegr� de la propuesta de Juan. Lydia me pon�a
cachondo y muchas veces me hab�a masturbado pensando en ella. Ahora, si ven�a,
podr�a al fin contemplar a aquella hermosa tetuda al desnudo.
En cuanto a Marcos�bien , no le conoc�a mucho, pero era
evidente que Juan ten�a inter�s en que viniera as� que��por qu� no? No me
importaba, s�lo me interesaban las chicas y, ahora, sobre todo Lydia. Por mi
parte intentaba olvidar los incidentes con mis amigos del d�a anterior. Y si
volv�a a suceder algo parecido, en el fragor de la org�a, bueno, que se le iba a
hacer.
Juan cogi� el tel�fono y llam�.
Un par de horas m�s tarde�
Alguien tocaba a la puerta. Hab�amos despejado el peque�o
sal�n del apartamento, puesto que , como es natural, pens�bamos celebrar una
buena org�a y necesit�bamos espacio. Recuerdo que el sol, como siempre, entraba
a raudales por las amplias ventanas, ilumin�ndonos a todos, con las caras
sonrientes y expectantes, plet�ricos de excitaci�n, repletos de oscuros deseos
sexuales que parec�an cercanos a cumplirse.
-Hola, Lydia- la salud�, sonriente. Era consciente de que
tanto yo como mis amigos y amigas est�bamos desnudos. Y, por supuesto, Lydia
tambi�n lo era. Se hab�a quedado boquiabierta. Eso primero. Y luego, lenta pero
firmemente, comenz� a retroceder hacia la puerta de entrada , sin dejar de
mirarnos.
Pero todo estaba previsto. Margarita y Pilar cubrieron la
puerta r�pidamente y Lydia se vio atrapada.
-�Qu�qu� es esto�qu� hacen�?-balbuce�. Yo no hac�a m�s que
fijarme en ella, en su falda corta que dejaba al descubierto la mayor parte de
sus piernas, en sus zapatos de medio tac�n, con casi la totalidad de sus pies al
aire, mostrando los huesos en tensi�n mientras retroced�a , y, sobre todo, en su
camiseta ajustada, que permit�a adivinar los amplios y bien dotados melones que
constitu�an la fama de Lydia y que ahora se bamboleaban ligeramente de un lado a
otro, como si estuvieran un poco asustados.
Margarita y Pilar asieron firmemente por los brazos a la
reci�n llegada. Lydia, la sensual y altiva Lydia, la orgullosa Lydia, con su
ensortijado pelo negro cay�ndole sobre la frente un poco sudorosa, se limit� a
mover la cabeza a un lado y a otro, desesperada, como buscando una salida. Pero
no luch� verdaderamente. Pilar y Margarita no tuvieron que hacer mucho esfuerzo
para retenerla y, mientras, la voluptuosa Mar�a avanzaba hacia ella.
-Por favor�-dijo Lydia, titubeante, dirigi�ndose a la rubia
Mar�a que ya estaba junto a ella-por favor�dejenme ir�yo�yo�
A una se�al de la rubia, Pilar y Margarita soltaron los
brazos de Lydia. �sta, sorprendida, no supo o no quiso aprovechar el momento
para huir y se limit� a quedarse quieta, como fascinada, mientras la desnuda
Mar�a la miraba sonriendo. Luego, con un veloz movimiento que fue la admiraci�n
de todos, Mar�a sujet� la cara de Lydia con ambas manos , la atrajo hacia ella y
la bes� firme y apasionadamente en la boca.
-���MMMppppfff�mmmmhhh!!-gimi� la sorprendida Lydia, clavando
las u�as en la espalda de Mar�a. Vi como todo el cuerpo de Lydia, que ten�a los
ojos desorbitados por el asombro y la impotencia, estaba en tensi�n. Pude ver
como se le marcaban los m�sculos de las pantorrillas, de los muslos, de los
brazos�pude ver como se transparentaban los huesos de sus mu�ecas mientras
aferraba las golosas carnes de Mar�a�Y tambi�n pude ver, un par de segundos m�s
tarde, como Lydia se relajaba, como sus m�sculos abandonaban la tensi�n, como
sus manos ya no aferraban violentamente la espalda de Mar�a, sino que ahora,
suavemente, acariciaban las carnes de su amiga. Lydia ten�a ahora los ojos
cerrados y todos los signos apuntaban a que estaba respondiendo al beso de
Mar�a. La confirmaci�n me lleg� poco despu�s, cuando vi que Lydia estaba
acarici�ndole el culo a la desnuda Mar�a.
Al fin, el largo beso termin� y las dos hermosas damas
separaron sus bocas. Un hilillo de saliva las uni� a�n por varios segundos, y
Lydia sonre�a. Pilar y Margarita se acercaron y empezaron a acariciar a la
recien llegada. Lydia correspondi� a la bienvenida besando en la boca a sus
amigas, alternativamente.
-Me encanta que hayas venido-le dijo Mar�a- y, ahora, Lydia,
por favor�desn�date.
Ya estaba dicho. Ahora le tocaba decidir a Lydia. Y se
decidi�. Todos nos apartamos hacia atr�s y le dejamos espacio ; despu�s de todo,
nuestra amiga iba a deleitarnos con un strip-tease.
Primero, se agarr� la camiseta por la parte de abajo y se la
sac� por la cabeza, lanz�ndola luego al suelo con cierto desd�n. Todos nos
quedamos admirando sus enormes pechos, a duras penas cubiertos por el sujetador
negro y de encaje semitransparente que los cubr�a. Adem�s, me fij� yo, Lydia
ten�a los pezones en erecci�n, atravesando casi la fina tela del sujetador.
Despu�s de quitarse la camiseta, Lydia se hizo esperar varios
segundos, antes de continuar. Fue un tiempo que se tom� para mirarnos a todos
por completo, para sonreirnos a todos, algo as� como para decir��aqu� estoy yo,
la tetuda , as� que ya pueden ir prepar�ndose! Luego, simplemente, se inclin�
hacia delante, sin dejar de mirarnos ni un momento y se baj� la falda,
empuj�ndola inexorablemente hacia el suelo, hasta dejarla arremolinada en torno
a sus pies. Despu�s, r�pidamente, se quit� los zapatos, arroj�ndolos lejos. Pude
disfrutar vi�ndole los pies desnudos, peque�os y con los dedos dotados de u�as
poco recortadas. Ahora, Lydia estaba en ropa interior, en bragas y en sujetador,
all�, frente a m�, casi desnuda�pod�a verle los pezones, grandes y rojizos,
turgentes bajo la tela del sost�n.
Sonri�.
Se dio la vuelta y todos pudimos ver que las bragas que
llevaba eran de las de tipo tanga, dejando la mayor parte de sus nalgas al
descubierto. Cuando se asegur� de que todos hab�amos visto bien su hermoso
trasero semidesnudo, volvi� a situarse de cara a nosotros.
Con un elegante movimiento de sus manos, enrosc� los dedos
pulgares en la parte superior de sus deliciosas braguitas y se las baj� del
todo. Me qued� embelesado admirando la semirasurada entrepierna de Lydia, un
tri�ngulo de pelos negros cortitos que destacaban como un maravilloso c�sped
bien cuidado. Todos esper�bamos su siguiente movimiento. Y Lydia se volvi� de
espaldas y pudimos ver que ten�a un magn�fico culo , ancho y bastante carnoso,
aunque no llegaba a la categor�a de culo perfecto de que disfrutaba Margarita.
De espaldas como estaba, se desabroch� el sujetador y lo dej� caer al suelo,
mientras vimos como se tapaba con las manos los grandes melones que tanto
dese�bamos ver y tocar, sobre todo tocar.
Mir� a mis compa�eros. Tanto Enrique como Juan luc�an unas
perfectas erecciones, y la m�a no desmerec�a nada el conjunto. Las chicas se
entreten�an acarici�ndose unas a otras, mientras no se perd�an un �pice del
strip-tease de Lydia.�sta se dio la vuelta , a�n con las manos tap�ndose
p�dicamente las tetas. Avanz� hacia nosotros , los hombres, con la sonrisa en la
boca y cuando estuvo tan cerca que pudimos sentir su aliento caliente y excitado
y oir su respiraci�n entrecortada, Lydia baj� los brazos y pudimos verle, al
fin, las tetas.
Eran unas tetas hermosas, abundantes, con un par de grandes
pezones rojizos y erectos,unas tetas bamboleantes, un poco bajas y ensanchadas
hacia los lados. Eran, en definitiva, y seg�n mi gusto, las mejores tetas que
hab�a visto nunca.
Los hombres nos miramos unos a otros y nos reimos.
Lydia , la altiva Lydia, la orgullosa y valiente Lydia estaba
desnuda, total y completamente desnuda, desnuda y dispuesta a divertirse con
nosotros. Y eso la convert�a en una m�s en aquella org�a que estaba a punto de
comenzar . Es decir, que ahora pod�amos disfrutar de cuatro putas, en lugar de
tres.
Mar�a se acerc� a Lydia y empez� a manosearle las tetas. Los
pezones de Lydia, en erecci�n, aparec�an plet�ricos de excitaci�n y promesas de
sexo sin fin. Pilar tambi�n se acerc� y , directamente, le meti� mano a la
reci�n llegada , introduci�ndole un dedo en el conejo , mientras Margarita
besaba con pasi�n desenfrenada a la morena Lydia.
-�MMmmmhhh�!-gem�a Lydia, con los ojos entrecerrados,
intentando corresponder amorosamente a la cascada de besos con lengua que
Margarita hab�a desatado sobre su boca. Pilar , mientras tanto, hab�a penetrado
con su dedito �ndice en el santuario secreto de Lydia, despu�s de derribar las
primeras defensas con extremada facilidad. Lydia, para facilitar el trabajo de
Pilar, separ� todo lo que pudo los muslos y se inclin� hacia atr�s, dejando a la
vista de todos su co�o jugoso humedecido. Pilar, aprovechando tanta facilidad,
agarr� con sus dedos los labios vaginales de Lydia y los estir� al m�ximo hacia
los lados . Ahora todos pod�amos ver a placer los pliegues interiores del co�o
de Lydia y all� arriba, semiescondido, el botoncito m�gico, peque�o y en
erecci�n. Despu�s de mostrarnos al completo el co�o de Lydia, Pilar procedi� a
penetrar a su amiga , no con un dedo, sino con dos a la vez, de forma r�pida y
contundente.
-��AAhhh�ahhh�siiii�ahhh�me est�s volviendo
loca�..ahhhh�sigue�.!!-gem�a entrecortadamente Lydia, aprovechando los momentos
en que Margarita no la estaba besando. Pilar, con cara de concentraci�n, follaba
met�dicamente a Lydia con los dedos y tan r�pido y bien lo hac�a, y tan excitada
estaba Lydia, que �sta pronto tuvo un violento orgasmo.
-��AAAhhhh�ahhh�me�coorroo�mecorromecorromecorro�!!��Me
coorroooo!!-exclam� Lydia, corri�ndose espl�ndidamente, lanzando la cabeza hacia
atr�s y gimiendo a todo volumen, mientras Pilar nos mostraba los dedos reci�n
sacados del co�o de nuestra amiga, unos dedos mojados y brillantes, goteantes y
victoriosos.
Las chicas dejaron que Lydia se recuperase un poco. Luego,
Mar�a se acerc� a ella de nuevo y le dijo, de modo que todos pudi�ramos oirlo:
-Muy bien, Lydia�ya casi eres una m�s�ahora��por qu� no les
haces una mamada a los chicos?...Se lo merecen, �no crees?...Est�n ah�, tan
calladitos, con las pollas tiesas y duras, viendonos a todas nosotras desnudas,
viendo como Pilar te follaba con dos dedos�viendo como te corr�as�creo que les
debes una buena mamada�a todos.
Lydia parec�a pens�rselo. Yo temblaba de deseo con la sola
posibilidad de sentir la boca de Lydia enroscada en torno a mi verga�y entonces,
justo entonces, lleg� Marcos.
-�Hola a todos!�Parece que esta si que es una buena
reuni�n!�aceptan que uno m�s se una a la juerga?-exclam�, y sin dar tiempo para
que alguien le contestara, empez� a desnudarse. Juan no le quitaba ojo de
encima. Cuando termin� de quitarse toda la ropa, bajo la atenta mirada de las
chicas, se uni� a nosotros. Ten�a ya la polla casi tiesa �
-�nete si quieres , vamos- le dijo Enrique. Marcos no se hizo
de rogar y se puso junto a nosotros tres.
Lydia se acerc� m�s a�n a nosotros. Sonri� levemente. Cuatro
pollas esperaban su decisi�n.
-Humm�sii�creo que les har� una mamadita�ser�a una pena no
hacerlo�todas esas pollas tiesas�� y duras!...si�voy a hacerles una mamada�-dijo
Lydia, mientras se arrodillaba. Nosotros, tras mirarnos y sonreirnos los unos a
los otros, la rodeamos y pegamos nuestras vergas a su cara.
Lydia abri� la boca y engull� la polla de Juan.
-Mmhh�slurp..slurp�mmmmhhh�- era lo �nico que se o�a decir a
Lydia mientras le chupaba la polla a nuestro amigo.
-AAhhhh�siii�chupona�..ahhh�qu� bien chupas�ahhh-gem�a Juan,
con la cabeza lanzada hacia atr�s y las manos hundidas en la revuelta cabellera
negra de Lydia.
Por su parte, el resto de las putas, digo, el resto de las
chicas no perd�a el tiempo. Mar�a se hab�a tumbado en el suelo , abierta de
piernas, mostr�ndonos a todos su sonrosado y brillante co�ito entreabierto, y
hab�a dicho, con voz gimiente:
-�Por favor, que alguien me lo chupe!-
Pilar , presta siempre a ayudar a los amigos, se lanz� sin
pensarlo dos veces y meti� la cabeza entre los muslos de la rubia pechugona. Un
instante despu�s, estaba comi�ndole el co�o tranquilamente a su amiga Mar�a ,
sorbiendo ruidosamente los jugos que �sta derramaba entre sus labios. Margarita,
que estaba cachonda y sin nada en el chocho, se sent� a horcajadas sobre la
cabeza de Mar�a y , poni�ndole el co�o en bandeja, la incit� a que se lo
chupara.
-�Vamos, Mar�a, por favor�ch�pamelo!-le dijo, y su amiga,
haciendo gala de un altruismo digno de encomio, le meti� la lengua hasta el
fondo del conejo.
-��AAhhh�siii�cometelooo..toodoo..ahhh�!!-gem�a Margarita,
con los ojos saltones, fij�ndose lascivamente en el culo de Pilar, que
sobresal�a meneante entre los muslos de Mar�a. En efecto, Pilar era la �nica de
las tres putas que no ten�a ahora nada en el co�o. Era necesario paliar tama�a
ofensa. Y Margarita se inclin� todo lo que pudo hacia delante, alcanz� el culo
de su amiga, sac� la lengua y se puso a lamerle el aterciopelado co�o, que
reluc�a como una presa insospechada entre los muslos blancos y suaves.
Ahora, las tres amigas formaban el tri�ngulo perfecto : Pilar
le com�a el co�o a Mar�a, Mar�a le com�a el conejo a Margarita y �sta, a su vez,
le lam�a la almeja a Pilar.
Ligeramente envidiosilla de la suerte de sus tres
puta-amigas, Lydia miraba de cuando en cuando hacia atr�s, ley�ndose en sus ojos
el deseo de estar all�, comiendo co�os y con el co�o comido por otra mujer. Sin
embargo, nada apart� a Lydia de su magno deber como mamona , y sigui� chup�ndole
la polla a Juan, cada vez m�s intensamente.
-��AAhhh..siii..siii..siguee..ahhh..me coorroo..am�me
..corrooo�!!- exclam� �ste , corri�ndose estruendosamente dentro de la boca de
Lydia la chupona. Lydia aguant� el primer embate sin abrir la boca. Pudimos ver
como se le hinchaban los carrillos, conteniendo a duras penas la avalancha de
semen que Juan estaba derramando dentro de su boca. Luego, la mamona separ� los
labios y dej� libre su presa. Una catarata de semen se desliz� del interior de
su boca hacia abajo�la polla de Juan, libre, empez� a lanzar chorros de semen
sin orden ni concierto sobre la cara y el pelo de Lydia, dej�ndola , en cuesti�n
de segundos, cubierta de restos de esperma.
Juan cay� a un lado, con la polla tiesa y palpitante, pero
con los primeros signos del desinflado. Lydia nos ense�� a todos su boca
abierta, llena a�n de semen viscoso�y acto seguido la cerr� y se lo trag� todo,
hasta la �ltima gota. Yo estaba m�s que cachondo. La cara de Lydia era un poema
lascivo, con colgajos de semen que pend�an de su barbilla y de su ment�n , con
manchas de semen en toda sus mejillas, con un grueso mont�n de esperma que casi
le tapaba un ojo�Y antes de que pudiera darme cuenta, Lydia abri� la boca y
engull� mi verga. Un segundo m�s tarde, yo estaba en pleno �xtasis, con Lydia
chup�ndome la polla. Era maravilloso. Sent�a sus labios cerrados sobre el tronco
de mi polla, sent�a su lengua lamiendo mi glande, dedicando especial atenci�n a
la rajita central�sent�a su abundante saliva lubricando mi pene enhiesto y
endurecido�y a la vez, disfrutaba de las excitantes vistas de Pilar, Margarita y
Mar�a comi�ndose los co�os unas a otras, gimiendo y revolc�ndose como
tortilleras en celo. Hund� mis manos en el pelo negro de Lydia, lo mes� con
pasi�n y la despein� por completo. Luego, llev� mis manos, con varios pelos de
Lydia pegados a ellas, hasta mi nariz y aspir� a fondo el aroma perfumado de su
cabello.
-Siii�chupamela�puuutaa�-gem�, fuera de control.
-Slurp�slurp�slurp�slap�-se o�a chupar a Lydia.
En mi campo de visi�n, una sonriente Margarita extendi� la
lengua al m�ximo y lami� en profundidad el co�o abierto de Pilar. Pude verle a
Pilar la raja en toda su extensi�n, pude verle incluso el cl�toris enhiesto, un
botoncito al fondo de todo.
Y entonces me corr�. No pude evitarlo y eyacul� profusamente
dentro de la boca de Lydia.
-Ahhh�ahhh..ahhh�-gem�a yo, con los ojos totalmente abiertos
para no perderme el espect�culo de Lydia con mi polla en la boca. Me corr�
lentamente, hasta que la hermosa mujer que tanto deseaba abri� la boca y pude
ver como mi leche cubr�a su lengua . Entonces, me lleg� el orgasmo total, un
instante de supremo placer que provoc� que un �ltimo y potente chorro de esperma
fuera a estrellarse contra la nariz de Lydia. Ca� hacia atr�s. Mi colgajo de
semen a�n pend�a de la nariz de Lydia, es m�s, creo que algo de mi esperma le
entr� dentro del conducto nasal�
Lydia, sonriente, cerr� la boca y , como hab�a hecho con
Juan, se trag� todo mi semen.
Luego, tranquilamente, se meti� la polla de Enrique en la
boca y empez� a chupar.
Pero ahora dirig�a mi atenci�n a las chicas, que se lo
estaban pasando en grande. Pilar se meneaba sospechosamente, mientras Margarita
le chupaba el co�ito. Pronto pude ver como los jugos de Pilar manchaban la boca
y la lengua de Margarita. Instantes despu�s, la voz gimiente de Pilar me
confirmaba que se estaba corriendo.
-��AAAhhh�ahhh�ammmpff..me ..me�co..corrooo�ahhh!!-exclam�
Pilar, vertiendo a�n m�s leche en la lengua de Margarita.
Margarita se levant�. Pilar estaba quieta, ni siquiera pod�a
continuar chup�ndole el co�o a Mar�a. Despatarrada, parec�a una v�ctima de
aquella org�a desenfrenada. Mar�a, estupefacta, abierta de piernas, �un esperaba
que Pilar la llevase al orgasmo. Pero no fue as�. Margarita agarr� a Pilar por
el pelo, la sac� de entre los muslos de Mar�a y la arrastr� hasta dejarla
totalmente fuera de juego. Luego, sin dejar de sonreir, introdujo su cuerpo
entre los muslos de la rubia pechugona y empez� a restregar su co�o contra el
co�o de su amiga , mientras le manoseaba desesperadamente las tetas.
Yo estaba asombrado. Y muy cachondo. Aquel espect�culo hab�a
conseguido que mi polla volviese por sus fueros. Pilar a un lado, desnuda y
enrollada sobre s� misma como un fardo in�til y abandonado ; Mar�a, abierta de
piernas, totalmente est�tica, sin moverse, como una simple mu�eca hinchable,�y
Margarita, victoriosa, entre sus muslos.
Margarita se estaba follando a Mar�a. No follaban las dos,
no. Era Margarita la que se follaba a Mar�a. �sta se limitaba a estarse quieta y
a gemir, plet�rica de placer. Margarita cabalgaba sobre ella como una amazona
desbocada , gritando y gimiendo, sin dejar de manosear las grandes tetas de
Mar�a.
Mir� cerca de m�. Enrique se acababa de correr sobre la cara
de Lydia, llen�ndosela por completo con sus potentes y abundantes chorros de
semen, mientras la hermosa mamona intentaba reba�ar lo m�s posible entre sus
labios para trag�rselo. Un minuto despu�s, era Marcos el que ocupaba con su
enhiesta verga la chorreante boca de Lydia.
Volv� a la bacanal l�sbica. Margarita empez� a espaciar sus
embates. Mar�a gem�a , ostensiblemente a punto de correrse. Pilar, que se hab�a
recuperado al fin, decidi� vengarse. Se situ� detr�s de Margarita, y, sin
decirle nada, le meti� un dedo en el culo y empez� a joderla a fondo y sin
compasi�n por el m�s oscuro agujero.
-��AAhhh�.puutaa�.cabronaa�.ahhh..mi cuulooo�!!-gimi�
Margarita , mirando de reojo a la zorra de Pilar, que no cesaba de meter y sacar
el dedo del culo de su amiga.
Mi atenci�n se volvi� por un instante hacia Lydia , que
chupaba ardorosamente la polla de Marcos. Mi rotunda y deseada amiga succionaba
con incre�ble fuerza la verga de nuestro amigo Marcos. En los manchados
carrillos de Lydia se formaban profundos valles, signo inequ�voco de su poderosa
succi�n.
-��Slurp�chuups�chups�chups�ahhh..mmmhhh!!-gem�a Lydia,
mamando aquella verga , la cuarta ya, como si fuera la primera.
Mi polla se pon�a dura por momentos. No sab�a ad�nde mirar.
Me decid�, por lo pronto, por ver como acababan su polvo particular las tres
putas de Margarita, Mar�a y Pilar. �sta �ltima no parec�a contenta con el
resultado de su penetraci�n anal a Margarita a base de dedo. As� pues, sac� el
dedo del ano de Margarita y se fue veloz como el rayo hacia la cocina�Margarita
no se inmut� y sigui� foll�ndose a Mar�a, que cada vez gem�a con m�s �nfasis.
Pilar regres�. Sosten�a un enorme y grueso pepino en una
mano.
-�No!�No lo hagas, Pilar�por favor�noo!-suplic� Margarita al
ver el gigantesco pepino en las manos de su amiga.
Pilar, sin hacerle caso, avanz� hacia ella, pepino en ristre,
y se lo meti� directamente por el culo.
-���AAAAGGGGGHHHHH!!!-aull� Margarita, alzando la cabeza
hacia lo alto, con los ojos muy abiertos, y la boca babeante.
Vi como el pepino se aplastaba contra el agujero anal de
Margarita. Vi como Pilar empujaba con todas sus fuerzas, vi como el anillo
el�stico que rodeaba el ano de Margarita se extend�a m�s all� de todo lo
imaginable, vi como Pilar continuaba empujando bestialmente, con la cara
sudorosa y sonriente�y, finalmente, vi como Pilar, triunfante esta vez,
introduc�a el enorme pepino en el culo de su amiga.
Margarita resisti� unos segundos. Luego, con la lengua fuera
, aull� como una perra y se corri�, empapando con sus jugos el co�o de Mar�a.
Pilar estall� en carcajadas�
-�Ja, ja, ja�toma eso, puta!-exclam� y sin m�s, agarr� a
Margarita por el pelo, la arrastr� fuera de los muslos de Mar�a y la dej� tirada
en el suelo, sin ni siquiera sacarle el pepino del culo.
Lydia continuaba mam�ndole la verga a Marcos. Junto a mi,
Juan, que la ten�a ya totalmente dura, ten�a una mirada extra�a. Un segundo
despu�s, se levant� y, situ�ndose detr�s de Marcos, empez� a darle por el culo.
-�Auugghh�!-exclam� Marcos, mirando con cara de asombro hacia
atr�s. Juan se aferr� con fuerza a su amigo y lo encul� a�n con m�s violencia,
penetr�ndolo hasta el fondo. Lydia, al ver lo que pasaba, esboz� una sonrisa y
chup� con todas sus fuerzas.
Margarita, tirada en el suelo, con el pepino incrustado en el
culo, miraba extasiada la escena , mientras se acariciaba el sexo suavemente.
Pilar, sin dejar ni por un momento de follarse a la despatarrada y cachonda
Mar�a, tambi�n miraba de cuando en cuando.
Y Enrique y yo, con las pollas tiesas y endurecidas,
palpitantes y a punto, no pod�amos tampoco dejar de mirar.
-�Ahh..!...�ahh..!...ahhh�-gem�a Marcos, con la polla
temblorosa y cubierta de rugosas e hinchadas venas. Estaba a punto de explotar y
lo sab�a. Lydia dej� de chupar y procedi� a lamer suavemente la verga de nuestro
amigo. Juan , sin embargo, no cedi� y continu� embistiendo con fuerza, poseyendo
a Marcos por el trasero sin la m�s m�nima piedad.
-�AAAhhhhhh�..!!-exclam� Marcos, corri�ndose brutal y
abundantemente, lanzando chorros y m�s chorros de semen a un lado y a otro, sin
control, empapando por completo la ya m�s que chorreante cara de Lydia.
Juan sac� la verga, enhiesta, del ano de Marcos. �ste cay� al
suelo, lanzando todav�a chorros de semen al aire. Lydia ten�a la cara totalmente
cubierta de semen ; innumerables colgajos de esperma pend�an de su mand�bula, de
su nariz, de su pelo, de sus orejas�sus labios ya no eran rojos, sino blancos,
tanta era la leche derramada sobre aquel hermoso rostro.
Pilar se concentr� entonces en la follada Mar�a. Empez� a
menearse con m�s rapidez y pronto los gemidos de la pechugona rubia subieron de
tono. Las dos mujeres ten�an los cuerpos brillantes por el sudor. Pilar
restregaba h�bilmente el chocho contra el conejo de Mar�a y yo pod�a ver como
los dos co�os estaban mojados y jugosos, prestos para el orgasmo final.
-�AAh�Pilar�siii�f�oollamee�foollame�.follame toda�.Pilar�no
pares�ahhh!-gem�a Mar�a, alzando sus ligeramente gruesas piernas hacia arriba y
abri�ndose m�s a�n de muslos para facilitar la acci�n a Pilar.
-Claro que te voy a seguir follando�ahhh�.me encanta
follarte�zorra�.ahhh�puta�.ahh�siii�tu co�o me vuelve locaa�ahhh-contestaba
Pilar, aplastando su co�o contra el co�o de Mar�a una y otra vez.
Aquellas dos putas estaban a punto de correrse y yo no quer�a
perdermelo�pero entonces, un gemido a mi espalda llam� mi atenci�n. Me volv�, y
lo que v� me dej� de piedra. Marcos se hab�a incorporado a medias y, de
rodillas, le estaba haciendo una mamada a Juan , supongo que como venganza por
haberle enculado antes.
-Ahhh�ahhh�siii�ahhh-gem�a Juan, movi�ndose a un lado y a
otro, mientras sosten�a la cabeza de Marcos con ambas manos.
Marcos chupaba con fuerza, con fiereza dir�a yo, mamando
aquella polla tiesa y dura como si fuese lo m�s importante de su vida. Y unos
instantes m�s tarde, Juan eyaculaba dentro de la boca de su amigo.
-�AAhhh�!�Me coorrooo�me corrooo�ahhh!!-exclam�. Y Marcos
abri� la boca, mostr�ndola llena de semen. Juan, con la verga libre, continu�
corri�ndose, lanzando poderosos chorros de esperma que iban a estrellarse contra
la cara de Marcos.
Juan cay� hacia atr�s y se qued� sentado en el suelo,
intentando recuperarse. Marcos, con la cara llena de semen, se volvi�, como hice
yo, y tambi�n Enrique y Lydia, hacia el l�sbico espect�culo que protagonizaban
Pilar y Mar�a.
Mar�a se estaba corriendo. La rubia pataleaba pat�ticamente,
gimiendo y jadeando, aferr�ndose con sus manos a la espalda de Pilar, hundiendo
las u�as en su carne.
-��Me cooorroo�ahhh�cerda�puta�me coorroo�!!-exclamaba,
mientras se corr�a, mojando con sus efluvios el co�o de Pilar. �sta, a su vez,
no tard� nada en correrse tambi�n, y pronto las dos estuvieron eyaculando al
un�sono, moj�ndose los co�os mutuamente.
-�AAhhh�puuutaaa�me
coorroo�puta..puta�puta�.ahhhh�!�PUUTAA!!-exclamaba Pilar mientras se corr�a.
-��PUUUTAA�PUTA�PUTA�PUUUUTAA�.AHHHH!!-gem�a Mar�a, para no
quedarse atr�s.
Pronto, las dos putas terminaron de correrse. Se quedaron
como estaban, Pilar tumbada sobre Mar�a, pero ahora no se mov�an, sino que
respiraban entrecortadamente , recuper�ndose despu�s del orgasmo. Volv�a la
vista hacia mis otros compa�eros. Enrique la ten�a tan tiesa como yo , y Marcos
parec�a bastante recuperado. En cuanto a Lydia, avanzaba lentamente, a cuatro
patas, hacia sus amigas, con una sonrisa en la manchada y chorreante boca. Juan
todav�a no ten�a la verga en condiciones de combate y en cuanto a Margarita, a�n
estaba en el suelo, con los ojos entrecerrados y aquel enorme pepino incrustado
a fondo en el culo.
Me qued� quieto. Enrique me imit� y tambi�n Marcos. Sin
decirnos nada, los tres quer�amos esperar a ver que hac�a Lydia. Porque la
pechugona de pelo negro y rizado ya hab�a llegado junto a sus amigas Pilar y
Mar�a y se hab�a introducido como una cu�a entre ellas, acariciando suavemente
las tetas de las dos mujeres.
Ahora, Lydia estaba tumbada entre Pilar y Mar�a y ,
alternativamente, las besaba a las dos amorosamente en la boca, una y otra vez.
Al principio, las agotadas mujeres no reaccionaron, pero pocos minutos despu�s,
empezaron a gemir y a menear sus cuerpos. Los pezones de Mar�a se endurecieron
de nuevo y pronto fue ella quien tom� la iniciativa, besando ampliamente en la
boca a Lydia. Pilar se sum� pronto a la fiesta y le dio un profundo y er�tico
beso en la boca a Lydia , a la vez que abrazaba con sus piernas el cuerpo menudo
pero jugoso de su amiga.
Despu�s de la sesi�n de besos, lleg� la sesi�n de lengua.
Pilar y Mar�a se dedicaron a lamer afanosamente la chorreante cara de Lydia, que
estaba cubierta por completo de semen�Mar�a fue la primera. Extendi� la lengua
al m�ximo, la desliz� lentamente por las mejillas de Lydia y, cuando tuvo
reba�ada una buena cantidad de semen viscoso y casi reci�n exprimido, volvi� a
introduc�rsela en la boca y se trag� todo su contenido.
Luego, Pilar hizo lo mismo, concentr�ndose en los labios y la
barbilla de Lydia, que presentaban un abundante contenido de esperma. Al igual
que su amiga rubia, tambi�n Pilar se trag� con deleite todo el semen reba�ado,
gimiendo de placer mientras lo hac�a.
Aquella escena despert� del todo a la entumecida Margarita.
Se quit� el pepino del culo y avanz� a cuatro patas, hasta situarse entre Pilar
y Mar�a y directamente sobre Lydia. La nueva comensal fue r�pidamente aceptada a
base de amplias sonrisas y Margarita se dedic� a lamer en profundidad toda la
cara de Lydia, concentr�ndose sobre todo en la frente y los p�rpados de la
peque�a belleza.
Ahora, los culos de Pilar, Margarita y Mar�a estaban a
nuestro alcance, y no desaprovechamos la oportunidad. Todos a una, nos lanzamos
sobre nuestras amigas putas y empezamos a darles por el culo. Yo eleg� el culo
de Pilar. Enrique penetr� el culo de Mar�a y Marcos opt� por el culo de
Margarita.
Las tres putas miraron hacia atr�s, divertidas, al sentir
como nuestras enhiestas pollas las penetraban por el ano. Concentr� mi atenci�n
en el culo de Pilar. Se la met� lentamente, viendo como se le extend�a el anillo
el�stico que rodeaba su agujerito anal y, luego, viendo � y sintiendo � como mi
verga penetraba sin problemas en su conducto rectal , hasta tenerla toda
adentro. La sostuve dentro de su lindo culito durante unos segundos y, luego,
empec� a sacarla , ligeramente r�pido, para, una vez que estuvo casi toda fuera
, volverla a meter r�pidamente adentro.
-��AAhhh�mi culo�que malo eres�ahhh�mmmhhh�!!-gem�a Pilar,
lanz�ndome una lasciva mirada que ped�a m�s y m�s, con aquella lengua fuera,
babeante del semen que acababa de lamer de la cara de Lydia.
Mis compa�eros tambi�n se divert�an lo suyo con los culos de
Margarita y de Mar�a. Adem�s del placer directo que me proporcionaba darle por
el culo a Pilar, ten�a a mi disposici�n la excitaci�n a�adida de ver como
Enrique y Marcos enculaban a las otras dos zorras. Y, por si fuera poco, ninguna
de nuestras tres ninf�manas amigas hab�an dejado de lado ni por un momento a la
cachonda Lydia y continuaban lami�ndola, aunque ahora ya no se restring�an a su
cara: ahora, Pilar , Margarita y Mar�a lam�an a placer el cuerpo de Lydia, con
especial dedicaci�n, eso s�, a las magn�ficas tetas de la reci�n llegada, que
recib�a aquellas atenciones con una orquesta de gemidos y jadeos de placer cuya
sola audici�n bastaba para poner cachondas a las piedras.
Mi polla estaba llegando al l�mite del placer. Pronto me
correr�a, as� que decid� que deb�a probar algo m�s. Con un gesto, le dije a
Enrique que cambiaramos de tia, as� yo ahora podr�a darle por el culo a Mar�a y
�l a Pilar.R�pidamente, sacamos las pollas de sus respectivos agujeros anales y
las volvimos a meter, esta vez, cada uno en un nuevo culo. Ahora, yo le estaba
dando por el culo a la hermosa Mar�a y disfrutaba con el cambio, la verdad, ya
que la tonta rubia ten�a un culo grueso y jugoso, realmente apetitoso.
Le met� la polla un par de veces hasta el fondo, la jod�,
bien jodida, apretando su cintura con mis manos mientras la penetraba y, luego,
saqu� la verga, a punto de estallar, para calmarme y recuperarme todo lo posible
antes de lanzarme a por el culo de Margarita.
Pero las cosas no salieron como yo las hab�a planeado.
Estaba ya un poco recuperado, con la polla tiesa y
palpitante, cuando sent� como me agarraban por detr�s y me empujaban hacia
delante, hasta ponerme a cuatro patas. Mir� hacia atr�s y vi a Juan, sonriendo.
Se hab�a recuperado, el muy cabr�n y mostraba una polla tiesa y dura, lista para
la batalla. Antes de que yo pudiera hacer nada, me la meti� por el culo hasta el
fondo y empez� a joderme.
-�AAhhh�!-gem�, impotente para resistir. Mi verga se hinch�
a�n m�s, empez� a temblar y a dar bandazos a un lado y a otro, golpeando mis
muslos�Juan me la met�a y me la sacaba del culo a gran velocidad y pronto no
pude aguantar la presi�n. Mi polla se puso enhiesta, tembl� un instante, como
dudando y, por fin, descarg� un continuado y fluido chorro de semen . Me estaba
corriendo sin remedio, mientras Juan me daba por el culo.No era un orgasmo
potente y explosivo, pero era un orgasmo. Gem� de placer mientras eyaculaba,
manchando el suelo de parquet con mi esperma caliente. Luego, Juan sac� la polla
de mi culo y me hizo a un lado. Yo no opuse resistencia y ca� de bruces al suelo
, mientras veia impotente como Juan ocupaba mi lugar en el culo de Mar�a y
empezaba a encularla a toda pastilla.
Lydia, que estaba un poco abandonada debido al enculamiento
feroz a que estaban siendo sometidas sus tres amigas, sali� de debajo de ellas y
se dirigi� hacia donde yo estaba, con mi pobre polla toda mustia y sin fuerza.
-�Quieres que te la chupe?- me dijo, acarici�ndome la verga
con suavidad.
-Siii�ohhh..si�Lydia, mi amor�ch�pamela�por favor�- le dije.
-Pues si quieres que te la chupe�tendr�s que chuparme t� a mi
tambi�n�estoy totalmente cachonda�y necesito correrme�-me contest�,
acarici�ndome la verga.
-Si�claro�te comer� ese hermoso y caliente co�o tuyo�
Y por m�tuo acuerdo, decidimos disfrutar de un sesenta y
nueve, yo debajo y ella encima. Pronto tuve la polla dentro de la ansiosa boca
de Lydia y, lo que es m�s, pronto tuve el co�o de Lydia al alcance de mi boca.
-Chups�slurp�chuip�chuip�ahhh�mmmhhh-gem�a Lydia, mam�ndome
la verga.
Yo, por mi parte, decid� ir despacio. Primero, aspir� en
profundidad el salado y marino olor del conejo de aquella hermosa mujer; luego,
le lam� lentamente los labios exteriores, para pasar acto seguido a chuparle,
mordi�ndoselos ligeramente, los labios interiores�y al fin, le met� un dedo en
el co�o mientras con mi lengua alcanzaba el cl�toris tan deseado. Lydia ten�a el
conejo completamente mojado y unos instantes despu�s de empezar yo a com�rselo,
ya estaba lubricando mi cara con sus jugos�
-��AAhhh�ahhh�!!-gem�a Lydia, corri�ndose lentamente,
mientras hac�a todo lo posible por seguir mam�ndome la polla. Y lo consigui�. Me
puso la polla a punto, tiesa y dura. La bella dama segu�a corri�ndose,
derramando jugos en abundancia, manch�ndome la cara con sus emanaciones.Todo su
hermoso cuerpo temblaba de placer; sent�a el ardiente calor de su vientre
aplastado contra mi pecho, sent�a el horno de su entrepierna abras�ndome la
cara.
Lydia dej� de chuparme. El orgasmo la hab�a dejado agotada
por el momento y gir� hacia un lado, poni�ndose a mi lado. Sent� su aliento
c�lido en mi mejilla.
-Lo siento�puedo seguir chup�ndotela si quieres�puedes
correrte dentro de mi boca�vamos�terminaremos enseguida.-me dijo, como
pidi�ndome perd�n por haberse corrido tan pronto.
-No te preocupes, Lydia. Eres maravillosa y ya has conseguido
lo que yo quer�a.Tengo la polla dura. Y gracias a ti.
Y antes de que ella pudiese responder, la bes� en la boca,
apasionadamente, lamiendo su sorprendida lengua una y otra vez, hasta que
separamos nuestros labios enrojecidos y calientes. Lydia sonri�. Lentamente, me
incorpor� y bland� mi verga cual espada vengadora.
-Hummm-susurr� Lydia-Parece que tenemos venganza a la vista�
Yo me re� a mi vez y dirig� la vista hacia el resto de los
amigos.
Enrique estaba corri�ndose sobre el culo de Pilar. �sta,
despatarrada y aplastada contra el suelo como una perra salida, gem�a de placer,
corri�ndose a su vez.
-��Ahhh�puuutaa�.me coorrroo�!!-gritaba Enrique, lanzando
chorros y m�s chorros de esperma que iban a estrellarse contra el culo y la
espalda de Pilar.
-��AAhhh�siii�yo tambi�n me coorro�ahhhh!!-le contestaba
Pilar, derramando sin parar brillantes jugos que mojaban sus muslos.
Marcos hab�a terminado ya con Margarita. La poseedora del
culo m�s redondeado y perfecto de la reuni�n yac�a boca abajo, con las nalgas
manchadas de semen y una sonrisa tonta en los labios.Marcos, junto a ella, le
acariciaba el culo.
Pero Juan a�n no hab�a terminado con Mar�a. El jugoso y
grueso culo de la rubia era un hueso duro de roer y la voluptuosa puta todav�a
no daba se�ales de correrse. Juan embest�a lo suyo, sacando y metiendo la verga
del ano de la rubia.
Y entonces llegu� yo. Sin pensarlo dos veces , me abalanc�
sobre Juan, lo agarr� por la cintura y le met� la polla por el culo, sin
compasi�n.
-��Ahhh�.ahhhh�!!-gimi� �l, mirando hacia atr�s, mientras
empezaba a temblar notoriamente. Mis embestidas eran certeras, brutales y
calculadas. Ten�a la polla en plenas facultades y Juan estaba en las �ltimas,
debido a su continuada penetraci�n del culo de Mar�a. El resultado no pod�a ser
m�s que uno. Y sucedi�.
-��AAhhh�ahhh�me coorrrooo�ahhhh!!-exclam� Juan, mientras se
corr�a. Vi como la verga de Juan, expulsada del ano de Mar�a a consecuencia de
sus propios chorros de semen, se meneaba a un lado y a otro, lanzando chorros a
diestro y siniestro.A pesar de comprobar la derrota de mi amigo, continu�
encul�ndolo, hasta que , agotado, sin fuerzas, con la polla en retirada, Juan
cay� hacia un lado, dejando libre el agujero anal de Mar�a.
Apart� a Juan a un lado, agarr�ndolo por el pelo y ocup� su
lugar en el agujero del culo de la puta rubia. Mir� a mi alrededor. Las otras
tres putas y mis otros amigos nos miraban, divertidos. Lydia, adem�s, me gui��
el ojo mientras empezaba a masturbarse con un par de dedos.
-��NNNNggghhhh�.aahhh�mmmmhhh�mi���
cuuulooo�.ahhh�siii�metemela toda�hasta el fondo�..ahhh�sii�siii..siii!!-exclam�
Mar�a, volviendo hacia m� su rostro , ligeramente sudoroso, despeinada y con la
boca entreabierta, mostr�ndome su lengua lasciva y sinuosa.
Mi polla se desliz� sin problemas a trav�s del agujero del
culo de la ramera de pelo rubio. Me instal� comodamente en su trasero y entonces
empec� a sodomizarla. No me anduve con chiquitas. Imprim� toda la potencia
posible a mis embestidas y comenc� un poderoso mete y saca , cada vez m�s
r�pido, cada vez m�s r�pido�
�BUMP!�BUMP!�BUMPBUMPBUMPBUMP!-se o�a en la habitaci�n
mientras mi cuerpo golpeaba una y otra vez contra el trasero de Mar�a y mi polla
entraba y sal�a como un cohete de su agujero anal.
-��SIII�SIIII�..M�S�M�S�AHHHH�AHHH�AHHHH�!!-gritaba la
furcia, plena de deseo y pasi�n.
Aument� la velocidad de mi penetraci�n hasta l�mites que
nunca hab�a sospechado.Empec� a joderla cada vez m�s r�pido, cada vez m�s y m�s
r�pido, m�s y m�s�MAS�M�S�M�S����M�AAASS..!!
-��Aahhhhh�ahhhh�siii..siii..ahhh!!��M�S, M�S, M�S�M�S
R�PIDO�M�S�SIII�ASIII�OHHHH�.SIIII�.AHHHH�!!-gritaba ella, temblando de placer,
buscando el ansiado orgasmo.
Fuera de mi, la agarr� por la larga cabellera rubia y tir� de
ella hacia m�. La bes� en la boca, le mord� la lengua�le lam� la cara�dej� mi
saliva por todo su rostro�quer�a follarla�quer�a joderla�quer�a destrozarle el
culo�quer�a violarla�
-��AAhhh�PUUUTAAA�ME
COORROO�AHHHH�.PUUUTAAA�PUUTAA�PUUUUUTAAA�.!!-grit�, mientras me corr�a,
impotente para contener el aluvi�n de semen que sal�a de mi polla .
-��AAHHH�SIIII�AHHH�ME COORROO�AHHH�CEEERDOOO�.AHHH�ME
CORROOO�SIII!!-exclam� ella, corri�ndose sin poder evitarlo, manch�ndome los
muslos con sus jugos calientes. Mi polla sali� del culo de Mar�a por su propia
voluntad y pronto empez� a lanzar chorros de semen sobre las amplias nalgas de
la ramera rubia. Ca� sobre ella, que tambi�n hab�a ca�do de bruces al suelo, y
empec� a estrujarle las enormes tetas con mis manos, de una forma tan brutal que
le arranqu� gritos de dolor. Alarmado, solt� sus grandes melones enseguida y
rod� hacia un lado. Mi polla ya no lanzaba chorros de semen. Empec� a
recuperarme, respirando todav�a entrecortadamente.
Ahora, todos nosotros est�bamos cansados, y con los sexos
ah�tos. Necesit�bamos recuperar fuerzas para acometer la segunda parte de la
org�a.
Pas� alg�n tiempo, no sabr�a decir cuanto. Todos, hombres y
mujeres, est�bamos desnudos, tumbados unos junto a otros, sobre el caliente
parquet de aquel apartamento castigado por el sol. Sud�bamos y nuestros
corazones estaban palpitantes, ansiosos por descubrir qu� nuevas obscenidades
est�bamos dispuestos a realizar para calmar nuestras ansias de sexo y placer.
Yo me encontraba pegado a Pilar por una parte y pegado a
Marcos por la otra. Sent�a el calor de sus cuerpos desnudos junto al mio y ese
calor, y la visi�n de mis amigas desnudas, hizo que mi polla comenzase pronto a
reaccionar�Mir� m�s all�. Lydia estaba acarici�ndole la verga a Juan y la polla
de �ste reaccionaba en consecuencia. Margarita y Mar�a estaban juntas y se
acariciaban mutuamente, bes�ndose en la boca y lami�ndose las tetas la una a la
otra, mientras Enrique aplastaba su verga contra el culo de la rubia Mar�a.
Pilar me bes�. Sent� su lengua invadiendo mi boca y mi lengua
se enrosc� en la suya. Nos besamos durante una eternidad y cuando nuestras bocas
se separaron, not� un extra�o gustito en la polla. �Marcos me estaba manoseando
la verga, paje�ndome a conciencia, subiendo y bajando la mano enroscada en torno
a mi miembro!
-�Ahh�!-gem�. La mano de Marcos, h�bilmente, me estrujaba la
polla, friccion�ndomela hacia arriba y hacia abajo, una y otra vez�Tem� no poder
resistirme mucho tiempo si segu�a as�. Pilar, por su parte, continuaba
bes�ndome, pero ahora, sacaba la lengua y me lam�a la m�a. Al ver los manejos de
Marcos con mi polla, se inclin� hacia abajo y empez� a acarciarmela con la
lengua.
-��AAAhhh�!!-gritaba yo, con la polla tiesa y en posici�n.
Pilar no desaprovech� el momento y, apartando suavemente a Marcos, se abri� de
piernas y se incrust� en mi verga, meti�ndosela hasta el fondo de su co�o
ardiente y abierto.
Ahora estaba follando con Pilar. Me excitaba hacerlo y ella
follaba realmente bien, movi�ndose arriba y abajo una y otra vez, sin parar, con
sus tetitas bambole�ndose al comp�s de sus meneos.
-��AAhhh�siii�siii�!!��F�llamee�f�llamee�ahhh�me encanta
sentirme follada!!-exclamaba Pilar, sin dejar de follar conmigo ni un momento.
Un poco m�s all�, contempl� extasiado como Lydia se pon�a a
follar con Juan, Lydia debajo y el encima. Las piernas de nuestra nueva socia se
abrieron de par en par para permitir un acceso impecable a sus m�s �ntimas
partes y Juan se la estaba follando sin problemas, met�dicamente. A su lado,
Margarita, abierta de piernas, recib�a en su co�o las caricias bucales de Mar�a,
que no cesaba de comerle el conejo a su amiga. Enrique, tras ellas, decidi�
degustar un buen culo y empez� a sodomizar violentamente el trasero de la rubia
voluptuosa.
Marcos estaba libre. Pero pronto se le ocurri� algo que
hacer. Primero, se puso de pie y le ofreci� su polla a Pilar. Ella, sin dejar de
follar conmigo, se la meti� en la boca y la chup� durante unos minutos�
-�Hummm..slurp�ahhhmmm�groinff�be bien
sabee�ahhh�bolla�bolla�bresca!-gem�a la puta de Pilar, sin sacarse la polla de
Marcos de la boca. Yo estaba en la gloria, sintiendo como mi verga se deslizaba
una y otra vez en el interior de la mojada vagina de mi amiga, notando la
presi�n de sus carnosos muros contra mi dura polla, gozando del placer que me
proporcionaba la presi�n incansable contra mi glande enrojecido e hinchado.
Marcos, entonces, sac� la verga de la boca de Pilar y se
situ� junto a Juan, que segu�a foll�ndose a Lydia. De inmediato, todos miramos
la prometedora nueva situaci�n, por lo obsceno de lo que iba a pasar. Juan se
ri� y, abriendo la boca, tom� la polla de Marcos entre sus labios y empez� a
hacerle una mamada.
-Siii..siii�mamasela�hazle una buena
mamada�ahhh�siii�ch�pasela�toda�.-gem�a Pilar, moj�ndose cada vez m�s. Se mojaba
tanto que tem� que se corriera de inmediato. Sin embargo, logr� controlarse. Se
qued� quieta, con mi polla hincada hasta el fondo de su co�o de puta caliente ,
mirando la escena que a todos atra�a.
Juan chupaba con serenidad la polla de su amigo Marcos ,
meti�ndosela hasta el fondo de la boca, para dejarla salir luego de unos
segundos de intensa mamada y vuelta a empezar de nuevo.
-�Aahhh�ahhh�sii�ahhh�cometela �es toda tuya�ahhh!!-gem�a
Marcos, agarrando la cabeza de su amigo para aumentar la presi�n contra su
enhiesto pene.
Tan concentrado estaba Juan en su actividad mamadora, que
sac� la verga del conejo de Lydia y se qued� de rodillas, con la polla tiesa,
chup�ndole el nabo a Marcos. Lydia, al verse abandonada, bascul� hacia Pilar y
hacia m�, buscando consuelo. Vibr� con la posibilidad de follarme a aquella
belleza tetuda, pero Pilar se adelant� a mis planes. En efecto, nada m�s Lydia
rodar hacia nosotros, Pilar se desempal� de mi verga y abraz� tortilleramente a
nuestra amiga. Vi como ambas se besaban apasionadamente , vi �con envidia- como
Pilar jugueteaba con las grandes tetas de Lydia y, a la vez, vi tambi�n como
Lydia le acariciaba el culo. Pronto, las dos estuvieron rodando abrazadas por el
suelo , y, un instante despu�s, Lydia, abierta de piernas, recib�a en su co�o
las caricias del co�o de Pilar. Las dos mujeres estaban follando alegremente,
entre gemidos de placer, y parec�an haberse olvidado de mi por completo.
"�Qu� bien!-me dije-Ahora, estoy con la polla tiesa y sin
ning�n agujero donde meterla"
Pero todo tiene soluci�n. Al otro lado, Margarita continuaba
gimiendo bajo los embates de Mar�a, que, a�n con la polla de Enrique incrustada
en su enorme culo, no cesaba de comerle el co�o a su amiga.
As� pues, Margarita ten�a la boca libre�y aprovech� uno de
sus frecuentes gemidos para meterle la polla hasta el fondo de su garganta.
-��AAhhh..gghh..fr�groingfff�ahhh..mmmmhhh!!-gimi� Margarita,
recibiendo con una sonrisa mi verga en su boca. No dud� ni un segundo en ponerse
a chuparmela. Sent� su lengua chasquear en torno a mi nabo, not� la humedad de
su saliva rodeando el tronco de mi polla�
-��AAhhh�siii!!��Puutaa�sigue�.mamatela toda!!-le dije,
gimiendo de placer. Mientras disfrutaba de la mamada de Margarita, mi atenci�n
se dirig�a a mis otros compa�eros de org�a. Enrique, en ese preciso momento,
sacaba su tiesa verga del agujero del culo de Mar�a y , mir�ndome a los ojos, se
corr�a bestialmente sobre las nalgas de la puta rubia, lanzando chorro tras
chorro de esperma viscosa y caliente. Por su parte, la puta rubia hab�a llegado
al l�mite de su resistencia y empez� a correrse, sin abandonara del todo el co�o
de Margarita.
-��AAhhh�!!��Me coorrooo�ahhh�Margarita�eres una
puuutaaa...zorra�..ahhhh!!-gem�a, eyaculando espasm�dicamente y penetrando
profundamente , con su lengua mojada, en el co�o de Margarita.
Un poco m�s all�, y al mismo tiempo, Marcos eyaculaba sin
remedio dentro de la boca y en toda la cara de Juan, llen�ndolo por completo con
chorros de esperma que parec�an no tener fin.
-��AAhhh�ceerdooo�me corro�me corro�bebetelo todo, trag�n de
mierda!!-gimi� Marcos, corri�ndose abundantemente. Los chorros que dispar�
dieron en el blanco y pronto la cara de Juan se convirti� en una m�scara
chorreante de semen�
Yo no sab�a ni a donde mirar. Pilar, brutalmente, se estaba
follando a Lydia. La despatarrada Lydia gritaba y gem�a de placer, mientras el
co�o de Pilar se restregaba contra su propio co�o. Pilar, por su parte,
estrujaba con ambas manos las enormes tetas de su amiga Lydia y, de cuando en
cuando, agarraba la cara de �sta con una mano y le met�a la lengua dentro de la
boca.
-��Mmmhhh�ahhh�mmm�!!-se escuchaban los gemidos de Lydia, que
apenas pod�a contrarrestar los violentos ataques sexuales de Pilar. A pesar de
que era evidente que a Lydia le gustaba follar con Pilar y de que yo hab�a visto
que no opon�a resistencia , me era dif�cil sustraerme a la morbosa impresi�n de
que Pilar estaba realmente violando a Lydia. No era as� en un modo absoluto,
pero si en un modo extra�o y, digamos, subliminal, o eso era lo que yo quer�a
ver, ya que me excitaba.
De todas formas, el polvo de Pilar y Lydia estaba llegando a
su fin. La tetuda de Lydia aferr� violentamente las nalgas de Pilar y empez� a
aumentar el ritmo y la intensidad de sus gemidos de placer, mientras agitaba
fuertemente las piernas en el aire.
-�AAhhh�Pilar�siii�.me coorrooo�ahhhh!!-grit� Lydia, alzando
sus piernas hasta lo m�s alto, para dejarlas caer acto seguido. Era evidente que
se hab�a corrido.
Pilar sali� de entre los muslos de Lydia, avanz� hacia
delante y situ� su co�o directamente sobre la gimiente cara de la tetuda.
-Ch�pamelo , zorra �le dijo. Y Lydia lo hizo, sin decir nada.
Empez� a comerle el conejo a su amiga, aunque yo no pod�a verlo bien desde mi
posici�n.
Pronto otros menesteres atrajeron mi total atenci�n. La
resistencia de mi tiesa polla llegaba a su fin y , sin poder evitarlo, me corr�
dentro de la boca de Margarita, que me estaba haciendo una magn�fica mamada.
-��AAhhh�siii�bebetelo todo, puta�.ahhh!!-exclam�, llenando
con mi semen la boca de mi amiga. Mi verga, impulsada por la violencia del
orgasmo, sali� despedida de la boca de Margarita y empez� a lanzar chorros de
semen directamente sobre su cara.
Me debat�a espasm�dicamente bajo el influjo del orgasmo,
corri�ndome todav�a, aunque con poca intensidad, cuando Juan llam� mi atenci�n.
Yo estaba de rodillas, con la verga a escasos cent�metros de la cara de
Margarita. Juan, de pie a mi lado, me present� su dura y tiesa polla y ,
simplemente, me pidi� que se la chupara.
No pens�. Estaba cachondo y excitado y, simplemente, me met�
aquella verga en la boca y la chup�. La chup� a fondo durante un par de minutos.
La sent� golpear el interior de mi boca y mi dentadura, sent� su sabor�y sent�
como algunas gotas de jugos se derramaban dentro de mi garganta. Luego, Juan
gimi� y, sin m�s, se corri�.
Lo hizo dentro de mi boca al principio. Tuve que tragar parte
de su semen , cosa que hice sin pensar. Luego, la polla sali� de mi boca y
empez� a eyacular por completo, lanzando chorros de semen que se estrellaban
contra mi cara una y otra vez, dej�ndome chorreante.
Al fin, termin� de correrse y se tumb�, aparentemente
agotado. Yo bascul� tambi�n hacia el suelo y all� me qued�, viendo como
terminaban los dem�s. S�lo quedaban Margarita y Pilar por correrse.
La primera fue Margarita. No se si excitada por nuestra
actuaci�n, la mejor amiga que ten�a all� se corri� poco despu�s de ver como Juan
se corr�a dentro de mi boca. La vi gemir y retorcerse, llenando con sus jugos la
boca de Mar�a, la puta rubia, que a�n despu�s de correrse, manten�a sus labios
en contacto con el co�o de Margarita.
Luego, Pilar. Ten�a atrapada la cabeza de Lydia entre sus
muslos y, literalmente, la obligaba a chuparle el conejo, cosa que nuestra
tetuda amiga hac�a de muy buena gana, por los gemidos que arrancaba de Pilar.
-��AAhhhh�.puuuutaaa�.puutaa�me corroo�puta!!..�lo oyes,
puta?..�Me corro!-gritaba Pilar, eyaculando sobre la boca y la cara de Lydia.
Ahora, si pude ver como la cara de mi bella y tetuda deseada se manchaba con los
jugos de Pilar. Y la cosa me puso cachondo, a pesar de que acababa de correrme.
Todos nos hab�amos corrido. Minutos despu�s, descans�bamos
los unos junto a los otros, pegados, brazo contra brazo, pierna contra pierna,
apelotonados y sudorosos, todos desnudos, todos calientes, todos con el sexo a
punto para el acto final.
No s� muy bien quien empez� de nuevo.
S�lo s� que , de pronto, ten�a a Lydia encima. Ella sonre�a,
mientras mi polla, endurecida, se abr�a paso a trav�s de los pliegues de su co�o
mojado.
-F�llame- me dijo. Y yo lo hice. Me la foll�. La hab�a
deseado durante largo tiempo y ahora estaba all� , desnuda, con las enormes
tetas bailando a un lado y a otro de su cuerpo, con su cara cubierta por los
jugos derramados de otra mujer, sonri�ndome abiertamente con su hermosa boca de
gruesos labios.
Mi polla toc� fondo. Lydia se qued� quieta, lanzando la
cabeza hacia atr�s, mientras gem�a suavemente. Yo no hac�a m�s que fijarme en
sus gruesos y erectos pezones, digno colof�n de unas tetas de ensue�o. Sin
pensarlo, met� mi cara entre sus grandes tetas y comenc� a lamerlas.
-Slurp�ahhh�ahh�slap�mmmhh�-gem�a yo mientras chupaba
aquellas maravillosas tetas.
-AAhhh�siii�mis tetas�te gustan�siii�cometelas�son s�lo
tuyas�.c�mete mis tetas�-susurraba ella, con los ojos brillantes de deseo.
Mis manos, ansiosas, se deslizaron por la espalda de Lydia,
hasta alcanzar su delicioso culo.
-Ohhh�-gimi� Lydia, al sentir mis manos posarse sobre sus
nalgas.
Me dediqu� a acariciar a fondo aquel culo maravilloso, y
luego, a pellizcarlo, capturando entre mis dedos jugosos y peque�os michelines
de carne caliente.
Lydia empez� a moverse. Primero hacia arriba, luego hacia
abajo. Primero, lentamente, luego, muy, muy r�pido. Estaba follando y lo hac�a
realmente bien. Su co�o se ensartaba y se desensartaba de mi polla una y otra
vez, en un movimiento ondulante que me estaba volviendo loco.
-Sii�folla, puta�-dije yo, mientras Lydia me follaba sin
complejos.
-�AAAhhh�ahhhh�ahhh�siii�ahhh�!!-jadeaba Lydia, con el cuerpo
perlado de sudor.
Con un movimiento seco y certero, agarr� la cintura de Lydia
y detuve sus meneos. Luego, sin decirle nada, le met� un dedo en el culo ,
penetr�ndola por el agujero anal r�pidamente, hasta met�rselo todo bien adentro.
Solt� mi otra mano y Lydia volvi� a follar.
-��AAhhh�siii�hasta el fondo�ahhh�!!-gem�a, con los ojos
semicerrados y sacando la lengua de cuando en cuando.- ��AAhhh�mi cuuloo�ahhh�no
voy a poder resistir�m�s�.ahhh�!!-
Y en efecto. No lo hizo. Instantes despu�s, Lydia se corr�a
violentamente. Sent� como una cascada de jugos me inundaba la polla y luego, la
bella pechugona aplast� su cuerpo contra el mio. Sus tetas se estrellaron contra
mi pecho , clav�ndome los pezones, duros como piedras, en la piel. Lydia no
paraba de gemir mientras se corr�a.
-��AAhhh�me corroo�annnmmmmhhh�siii�ohhh�es
maravilloso�.ahhh!!-jade� una y otra vez, temblando de placer. Cuando sus
movimientos terminaron, la apart� suavemente a un lado, no sin antes depositar
un apasionado beso en su boca entreabierta.
Saqu� mi dedo de su agujero anal, y, poco despu�s, tambi�n
saqu� mi polla de su chocho. Ella se hab�a corrido, pero yo no ; y estaba
cachondo a m�s no poder. Mir� a mi alrededor. El resto de mis amigos no hab�a
perdido el tiempo mientras yo follaba con Lydia. Marcos se la estaba metiendo
por el culo a Pilar. La muy puta gem�a y jadeaba con la lengua fuera, gritando
de placer , a cuatro patas, mientras Marcos se la met�a por el agujero del culo.
-��AAhhhhh�mi�mi cuuuloo�ahhh�me est�s
matandooo�.ahhh!!-gritaba Pilar , con los ojos desorbitados. Marcos manejaba a
la perfecci�n su enhiesta polla, meti�ndosela y sac�ndosela del culo a la puta
de Pilar una vez tras otra, incansablemente.
La escena era maravillosa y mi verga lo agradeci�. Pero hab�a
m�s. Mucho m�s. Junto a m�, tan pegados que pod�a sentir sus desacompasadas
respiraciones, estaban Juan y Mar�a , la puta rubia. Mar�a estaba debajo,
abierta de piernas por completo y Juan, encima de ella, la follaba con tes�n,
meti�ndole y sac�ndole la verga del co�o sin parar.
-��AAhhh�siii�fooollamee�ahhh�fooollamee�.soy tu
puutaa�!!-gritaba Mar�a, con la boca babeante y la lengua casi fuera del todo.
-Sii�sii�puutaa�puutaa�ahhh�como me gustas,
puutaa�.ahhh��PUUTAAA!-gem�a Juan, foll�ndose a Mar�a fren�ticamente. Mis ojos,
desorbitados, se volvieron hacia la �ltima pareja. Enrique estaba boca arriba, y
Margarita, la de las peque�as tetas y el culo perfecto, estaba haci�ndole una
mamada. Por los gemidos de Enrique, aquella era la mejor mamada que nunca le
hab�an hecho.
-��AAhhh�siii�puutaa�cometela toda�mi polla es toda
tuya�ahhh..pronto te dar� de beber�siii!!-gem�a Enrique , en extasis. Pero
Margarita ten�a otros planes. Con una mirada brillante en los ojos, dej� de
chuparle la polla a Enrique y le dijo algo al oido. Acto seguido, se puso encima
de nuestro amigo, con la cabeza entre las piernas del hombre�y el co�o justo
encima de la cabeza del caliente macho. Extasiado, contempl� el sesenta y nueve
que mis amigos formaban. Margarita chupaba con pasi�n la polla de Enrique,
mientras �ste no paraba de comerle el conejo. ..Y entonces, los gemidos de la
sala subieron de tono. Era Margarita, que se corr�a sobre la cara y la boca de
Enrique�pero tambi�n era Mar�a, que eyaculaba brutalmente, mojandole la polla a
Juan. Y, poco despu�s, la puta de Pilar se ven�a por completo, manchando sus
propios muslos con aut�nticas cataratas de cremosos jugos.
Las agotadas mujeres se juntaron , pegadas las unas a las
otras, como para darse calor. Todas se hab�an corrido y todas sonre�an,