�D�nde co�o voy? No tengo familia. Ni casa. Mis amigos me han
abandonado. La zorra de mi ex-mujer se ha largado con su abogado y yo... �Yo
quiero acabar de una vez por todas con esta mierda! Necesito un cuchillo, quiero
cortarme las venas, quiero morir ahora que estoy a tiempo de morir con honor.
"No digas estupideces... "�Honor? �Cu�ndo conociste lo que era el honor? �Lo
tuviste alguna vez? Eres un mierdas, un cero a la izquierda. Nadie te quiere, tu
mujer te ha dejado por mierdas. Venga, hazlo. Suic�date y deja que el mundo siga
tranquilo" C�llate, �C�llate! ���C�LLATEEEE!!!
S�, me voy a suicidar. Pero antes, antes voy a dejar huella.
No voy a dejar que esa zorra me olvide. Voy a visitarla, pero antes... Antes
tengo muchas cosas que hacer, muchas cosas que no hice por temor a perder algo
(la libertad, el respeto, la integridad...) Pero ahora ya no tengo miedo. Ten�a
raz�n aqu�l que dijo que lo m�s temible del mundo es un hombre que no tenga nada
que perder.
Vamos a ver... Ese instituto tiene buena pinta. Vaya, vaya.
Ya casi es la hora de salir. Me sentar�, a esperar. Hoy voy a cogerme a alguna.
Si tengo suerte y es virgen, mejor. Aunque pocas habr�n. Por lo menos de las que
me gustan, ya con los pechos desarrollados, con unas buenas tetas para morder y
chupar. Bravo, y encima llevan uniforme... Ya me estoy excitando s�lo de
imaginar lo que voy a hacer.
Miraba directamente a la puerta, mientras sal�an las
jovencitas. Ya no me acordaba, claro... Es un colegio del Opus Dei. Obra de
Dios. El cuerpo de estas peque�as putas s� que es la obra de Dios, la obra de un
dios salido que disfruta meti�ndose en los sue�os er�ticos de estas ni�as para
ver como se masturban. Hasta que lleguen al matrimonio, est�n obligadas a seguir
as�. As� son los est�pidos curas, nada de relaciones prematrimoniales. Sin
embargo esta generaci�n se pasa tan por el forro a la familia que seguro que ya
hay alguna que a sus quince a�os es una experta. Seguro. Todas son unas putas.
Todas putas, menos mam�. "�Acaso lo olvidas, Santiago? T� mam� tambi�n.
�Recuerdas cuando la pillaste con tu t�o Eusebio? S�, lo recuerdas. Lo recuerdas
por que yo no te he dejado olvidarlo. �Recuerdas lo que pas� cuando lleg� tu
padre? Claro que s�... Mat� a tu madre delante de ti, aunque claro, �l no sab�a
que no hab�as ido al colegio... Por que t� nunca fuiste un chico bueno...
�Recuerdas lo que dec�a tu abuela cuando el abuelo muri�? �T� me lo has matado a
disgustos� Eso dec�a eh... �Lo recuerdas?" ���MALDITA SEA C�LLATE!!!
Entonces la vi. Era preciosa, caminaba con aire distra�do,
leyendo un libro de texto. As� a botepronto dir�a que ten�a unos catorce a�os,
pero el uniforme del colegio siempre rejuvenece. S�, es eso. Tendr� unos
diecis�is a�os. Es morena, lleva gafas, es guapa de cara, aunque en sus ojos
brilla la inocencia, tiene unas bonitas piernas, no es demasiado alta... La ropa
ya no permite adivinar nada m�s... De momento. Una risa maliciosa escapa de mis
labios. Me levanto del banco en el que estaba sentado, y me voy acercando. Sobre
sus pechos, camuflados bajo el jersey, un colgante con la cruz bota arriba y
abajo. Mi entrepierna se est� endureciendo a medida que me acerco a ella... ya
la tengo a menos de dos metros, s�lo es cuesti�n de alargar la mano y cogerla,
la tengo tan cerca...
- �Virginia!- un grito desde la puerta del colegio me jode
todo el invento. Disimulando paso por al lado de la joven y doblo la esquina. Me
quedo all� mirando. Ella se para a hablar con la chica que le hab�a saludado.
�Virginia eh? Ya s� tu nombre. Quiz�s eso me puede ayudar. Las j�venes se
separan. Virginia vuelve a caminar hacia aqu�. Virginia� hasta tu nombre es
virgen. Me escondo en un portal. Ella pasa por delante de m�. Es tan joven�
La dejo adelantarse unos metros. Cuando ya se ha distanciado
lo suficiente, comienzo a correr hacia ella, gritando su nombre.
- �Virginia! �Virginia!- ella se para y yo la alcanzo sin
problemas. Me doblo sobre m� mismo, haciendo como si llevara corriendo varios
minutos.- �T� eres Virginia, no?- ella asiente.- Soy un compa�ero de trabajo de
tu padre...
No me aguanto m�s, mi vista baja hacia sus pechos y mi polla
comienza a tener vida propia. Ella ve el bulto y sale corriendo. Todav�a no s�
qu� ha salido mal, pero salgo detr�s de ella. La alcanzo en una esquina. Bendito
centro de la ciudad, con sus fincas antiguas, sus callejuelas sinuosas y sus
callejones oscuros. La meto en el callej�n, de un fuerte empuj�n, y cae al
suelo.
- �Por qu� hu�as Virginia?- mi cara en ese momento est�
desencajada por la locura. Ella lo ve y se asusta.
- �Qui�n eres t�?- pregunta, con una vocecilla asustada.
- Ya te lo he dicho, un compa�ero de trabajo de tu padre.
- �Mentira!- est� al borde de las l�grimas- Mi padre est�
muerto.
�Joder! Ya comprendo por qu� hu�a. Me pill� mi coartada, pero
ese no me va a detener. Me acerco a ella, que est� intentando levantarse.
- �Qu� quieres?- lo oscuro y largo del callej�n me brinda u
refugio seguro.
- Si chillas te mato.- la cojo del cuello, y aprieto para
demostrarle que no voy en broma.- Te quiero a ti.
Con la mano que me queda libre empiezo a escarbar bajo su
falda, mientras ella intenta liberar su cuello de mi garra. La suelto, y
comienzo a desvestirla. Le quito el jersey, la camiseta interior, y le bajo la
falda a los tobillos. Me quedo contempl�ndola en ropa interior. Ella s�lo
solloza y dice "No me hagas nada, por favor". Es un tono tan suplicante que me
excita a�n m�s. Le cojo el sujetador y se lo arranco sin m�s. Al aire quedan
unos senos bien formados. Los cojo con las manos, y les pego un bocado a cada
uno. Bien fuerte, para que se acuerde de m�. Ella grita, pero r�pidamente mi
mano le cruza la cara.
- Te he dicho que si chillas te mato.- Hago adem�n de sacar
algo de mi bolsilllo, pero ella rompe a llorar y dice "No, no lo hagas, har� lo
que quieras".- eso es lo que quer�a o�r.- Le bajo las bragas a los tobillos y me
desabrocho la bragueta. Ella llora, no quiere mirar. Est� desnuda ante un
violador y su miedo me est� excitando a�n m�s. Saco mi polla, est� completamente
erecta. La empujo a la pared y se la meto toda de una.
Su vagina est� muy seca. Ella grita otra vez, pero ahora le
descargo un pu�etazo en la boca. En su preciosa boca. Ella lo entiende y se tapa
la boca con una mano, mientras sigue llorando. Es religiosa, y es una buena
chica, adem�s... era virgen. Sent� su himen romperse sin dificultad al meterle
la polla en su sexo.
Empiezo a meter y a sacar, oigo c�mo su culo se golpea una y
otra vez contra la pared de ladrillos.
- �No, por favor! �Para! No, no, no, no�- ella sigue
sollozando. Mi verga cada vez la penetra con m�s fiereza. Ella solamente dice
"Por favor, no, por favor" Yo siento su co�o virgen respondiendo a mi
penetraci�n. Algo de humedad se cuela entre las paredes de su vagina. Yo bombeo
y bombeo. Le pellizco los pezones fuertemente, y ella ahoga un grito en su mano.
Ha aprendido bien. Mi polla sigue entrando y saliendo de su co�o, cada vez m�s
fuerte, y al mirar hacia abajo veo como un reguero de sangre se resbala por mi
sexo y baja por sus piernas desnudas. Eso me excita. De un �ltimo empuj�n, que
hace que se golpee la cabeza contra la pared, me corro dentro de ella.
Me salgo de su cuerpo, mir�ndola fijamente a esa cara ba�ada
en l�grimas. Es guapa, de verdad, me hab�a extra�ado que fuera virgen. Sin
embargo, no la dejo moverse. Todav�a no he acabado con ella. Me quedo pegado a
su cuerpo, con sus pechos aplastados bajo mis casi ochenta y cinco quilos de m�s
m�sculo que grasa. Le digo guarradas al o�do, y ella aumenta sus lloros.
"�Cu�ntos a�os tienes, jodida puerca?" "Di-di-diecise-seis" me dice entre
lloros.
- Di-di-di-di-dieciseis- digo con sorna- �Me pones enfermo!-
ella se tapa la cara, como si la quisiera pegar. Mi pene vuelve a erguirse, y
ella baja la vista y lo ve. Ya sabe lo que eso significa, y vuelve a sus
s�plicas.
- No, por favor, no sigas.- Sin hacerla caso la volteo y la
pongo de espaldas a m�. Busco su agujero del culo y con un buen empuj�n la meto
hasta el fondo en su ano. Est� muy apretado. Creo que le desgarr� algo.
- �AAAAAAAAAAYAYAYYYYYYYYYYYYY!- el grito de dolor llena el
eco del callej�n. La cojo del pelo y doy varios golpes con su cabeza contra la
pared, hasta que veo sangre cayendo de su frente.
- Te dije que no gritaras, puta.- A mis o�dos s�lo llegan sus
lloros como �nica respuesta, le beso en la oreja, y mi lengua le lame la cara.
La recojo manchada de sangre, sudor y l�grimas. Mi polla vuelve a moverse con
m�s rapidez, avisando de la inminente eyaculaci�n. Con otro buen empuj�n, me
corro en su culo y le saco la polla. Me la meto en el pantal�n, a�n manchada de
heces y semen. No me importa, pienso morir hoy. La dejo en el callej�n, desnuda
y violada. Saco la navaja del pantal�n y la abro. En mi mente ahora s�lo existe
una cara, la de la puta de mi ex-mujer. "Ves, Santiago. M�tala. Mata a tu
mujer al igual que tu padre mat� a tu madre. M�tala pero no te suicides,
cobarde. Qu�date a esperar a la polic�a como hizo tu padre. Y luego, te
enfrentas a ellos, y mueres tiroteado al igual que tu padre. M�tala, pero no te
suicides, cobarde. Pero bueno, siempre has sido un cobarde y ahora no vas a ser
menos, as� que s� la matar�s y luego te suicidar�s. �Ya has pensado c�mo? Puedes
cortarte las venas, pero es muy lento y escandaloso. Tambi�n puedes tomarte una
sobredosis de pastillas para dormir. As� no te enteras, pero es muy femenino.
Todas las mujeres se suicidan as�" ��C�llate!! Empec� a llorar. Caminaba
por la acera, y vi que una ancianita entraba en un patio. La apart� de un
empuj�n y sub� corriendo las escaleras de esa finca. Llegu� al �ltimo piso, un
octavo, casi sin respiraci�n. Ten�a que librarme de esa voz. Ten�a que callarla,
no me dejaba vivir. Me insultaba, me ninguneaba, me despreciaba... Y lo peor era
saber que aquella voz era la m�a. Que yo me dec�a todo eso, que yo pensaba eso
de m� mismo. Que yo era un mierdas y un cobarde. Pero nhunca m�s. Vi la puerta
que buscaba, la de la azotea. Estaba cerrada y vieja. De una patada la abr�
enseguida, y el sol me abofete� en la cara con un calor sofocante. Me sub� a la
peuqe�a pared que me separaba del vac�o.
Es s�lo un paso. Es s�lo un paso. Un paso m�s y esa voz se
callar� para siempre. "No lo har�s, Santiago. Y no lo har�s por que eres un
cobarde. Has tenido huevos de violar a una chiquilla, pero no tienes huevos de
saltar al vac�o" �Qu� no? Puse los brazos en cruz y me dej� caer hacia
delante. Mientras ca�a, la voz a�n segu�a reparti�ndome estopa. "Lo ves. Eres
un cobarde. No has tenido valor para asesinar a tu ex-mujer, esa zorra que ha
arruinado tu vida. COBARDE, cobarde� cobarde�" ���C�LLATE!!!......�Plof!