Cuando llegue a su departamento, me hizo pasar y me atendi�
muy amablemente. Le pregunte de que se trataba y me hizo pasar a al comedor. Me
sirvi� un refresco y converso solo de cosas sin importancias, aunque yo la
notaba nerviosa, paso el rato y no me dec�a nada, hasta que le ped� que me
digiera cual era el motivo de esta reuni�n.

Le costo mucho dec�rmelo, y era raro, ya que yo, con ella
ten�amos una relaci�n excelente y siempre fuimos confidentes del otro.

Mi hermana se hab�a casado hace dos a�os, con un abogado que
le iba excelente, su situaci�n econ�mica era envidiable, a si que tema plata no
pod�a ser. Mi cu�ado era un hombre extremadamente tranquilo, casero y para nada
mujeriego, a si que una tercera en la relaci�n era muy dif�cil.

Ella trataba de dec�rmelo, pero algo le imped�a, hasta que al
fin, me lanzo todo

Conversamos mucho sobre el tema, de c�mo Alberto no se dar�a
cuenta, ya que yo soy un poco parecido a el, los dos morenos, delgados y tendr�a
los rasgos de ella � en fin una serie de cosas, pero a las finales mi respuesta
fue siempre no.

Paso como una semana y la idea estuvo dando vueltas en mi
cabeza. Yo sent�a lo triste que estaba mi hermana, pero darle un hijo � era una
teleserie.

Pasaron dos semanas y estuvo de cumplea�os mi madre. Alberto
y mi hermana vinieron a cenar a la casa, y sali� a la conversaci�n, la t�pica
pregunta que le hace a todos los matrimonios sin hijos �.

Ambos disimularon muy bien, y se las sacaron ol�mpicamente,
pero yo vi muy bien en el rostro de mi hermana las tristeza y la amargura de no
poder concebir ��

Esa misma noche le dije al o�do, cuando se estaba yendo, que
lo har�a.

Nos pusimos de acuerdo al otro d�a por tel�fono, que me
llamar�a, cuando fuera el momento justo.

Pasaron dos semanas y ella me llama, me dice que ma�ana tenia
que ir a su depto. A concretar nuestro mayor secreto.

Llegue a su depto. Y la verdad el momento era bastante
chistoso. A mi me daba risa tener que entrar al ba�o a masturbarme y terminar
dentro de una jeringa. Le hice bromas por el tama�o de la jeringa, al ser muy
chica, ella tambi�n en broma me dijo que hab�a visto una para caballos, pero
pensaba que yo no iba hacer capaz de llenarla.

Hice lo que ten�a que hacer y cuando termine, la llam�. Ella
entro al ba�o inmediatamente y se encerr� con la jeringa. A los poco minutos
sale �. Ya estaba hecho.

Ambos sab�amos que era muy dif�cil, que se produjera la
fecundaci�n, pero nada perd�amos con intentar. Ella hab�a comprado un tes de
embarazo, donde sabia casi inmediatamente si hab�a quedado embarazada.

Al cabo de media hora, ella lo hizo, y como era de esperar,
salio negativo. Me hizo entrar nuevamente al ba�o, para probar de nuevo. Muerto
de la risa , entre e hice lo mismo �. Igual resultado.

Me pidi� que fuera al otro d�a. Yo ya no quer�a seguir, pero
logr� convencerme, prest�ndome su auto, un BMW 326 del a�o, todo el fin de
semana. Yo con 22 a�os y en ese auto � era un sue�o.

Al otro d�a me tuve que presentar en su depto. A cumplir con
mi trabajo y a si estuvimos por tres d�as mas, sin conseguir nada, dando por
finalizada nuestra operaci�n.

Al tiempo, tuve un problema econ�mico, y como siempre recurr�
a mi hermana para que me salvara.

Ella , me hizo ir a su depto. por ten�a un negocio que
proponerme. Me pregunt� si quer�a ganar mucho dinero y por su puesto le dije que
si, sin saber a que se refer�a. Me dijo que nuevamente estaban por venir sus
d�as f�rtiles, y que luego de pensarlo mucho, hab�a pensado en que si yo estaba
dispuesto a inseminarla de la forma natural, ella me pagar�a quinientos mil
pesos.

Mis o�dos no pod�a dar cr�dito a lo que mi hermana me estaba
ofreciendo. Para los que no son chilenos, 500.000 era lo suficiente para comprar
un auto viejo.

Mi hermana, 8 a�os mayor que yo, ten�a 30, era una mujer muy
bajita, mide 1.52. Es delgada, pero con todo bien puesto y en su justa medida,
cabellos rubio, tes blanca, ojos verdes ( al igual que yo ), una cinturita muy
estrecha, y ancha de caderas, pechos grandes, en relaci�n a su cuerpo, en fin,
estaba muy buen�sima. Viv�a en el gimnasio y dietas, aunque nunca tuvo
necesidad.

La idea de ganarme ese dinero y aparte follarme a mi hermana,
me dejo marcando ocupado. Nunca hubiese siquiera imaginar hacerlo con mi
hermana, y ah� estaba ella, con sus ojos verdes y su figura espectacular,
ofreci�ndome dinero, por acostarme con ella.

Me daba una risa nerviosa, y no me atrev�a a contestarle
nada, hasta que al final acced�, entreg�ndome ella inmediatamente 100.000 pesos,
para cerrar el trato.

Pasaron dos semanas y mi hermana me llama, cit�ndome para el
otro d�a, en la tarde a su depto. Reconozco que estaba nervioso, no era
cualquiera mujer, era mi hermana mayor, pero la idea de estar con ella me tuvo
muy caliente esas dos semanas.

Entre al depto. Ella me ofreci� una cerveza y se tomo otra
conmigo. Ella dijo que necesitar�a m�s alcohol en su cuerpo, para lo que estaba
apunto de hacer y entre los dos nos tomamos una pack de cervezas y nos fumamos,
como 4 cigarros cada uno antes de hacer cualquier cosa. Ella tambi�n estaba muy
nerviosa.

Nos fuimos a su dormitorio, ella andaba con unos pantalones
jeans cortitos de esos que le quedaba todo el comienzo de sus nalgitas al aire.
Se ve�a exquisita ��

Se acost� en la cama y se sac� esos pantaloncitos. Qued� con
una bragas muy chicas, con encajes, de color blanco .. realmente estaba
exquisita. Hac�a mucho tiempo que no la ve�a en ropa interior y sabiendo lo que
me esperaba, mi verga se despert� al 100%. Me pido que me sacara los pantalones
y que me subiera sobre ella.

Supuestamente ni ella ni yo, nos sacar�amos la ropa interior,
solo la correr�amos hacia un lado, la penetrar�a, acabar�a dentro de ella y
punto. Ella corre su calzoncito y me muestra una conchita, completamente
depilada, rosadita. Ella sent�a un poco de verg�enza que la viera, a si que me
hizo montarme sobre ella lo antes posible. Corr� mi calzoncillos y saque mi
verga., la coloqu� a la entrada de su conchita, y lentamente la fui penetrando.

Ella me dijo que mi verga era mucho mas grande que la de
Alberto a si que se la metiera muy despacio. Lentamente la fui penetrando, hasta
que se la met� hasta el fono. Sus ojos cerrados, me hicieron comprender que ella
lo estaba disfrutando.

Comenc� lentamente a follarla, no dec�amos nada. Ella con sus
manos apoyadas a su lado, sin tocarme y yo sobre ella penetr�ndola lentamente,
disfrutando al m�ximo cada momento.

Yo estaba tan caliente que con solo dos minutos podr�a haber
acabado, mas la sensaci�n era tan rica, que me contuve y estuve penetr�ndola por
largo rato. Ella no se pudo contener mas y suavemente comenz� a quejarse.

Pasaron como 15 minutos � yo tratando de controlarme de no
acabar y tambi�n control�ndome por no agarrarla y tocarla entera, como me
hubiese gustado hacerlo. Ella gem�a suavemente, casi en silenci�, sin
apresurarme.

Todo era suave, con amor, con delicadeza. Nunca hab�a tenido
sexo de esa manera, siempre brusco, con poses y fuertes gemidos, pero esto era
completamente distinto.

Podr�a haber estado as� mucho tiempo, pero, aunque no lo
crean, sent� algo de verg�enza, pensar que mi hermana se diera cuenta lo mucho
que me excitaba su cuerpo, y con gemidos igual de suaves que los de mi hermana,
comenc� a botar mi semen en su interior. Fue solo en este momento, que mi
hermana, me abraz� muy fuerte y se movi� ayud�ndome a que disfrutara al m�ximo
esa acabada.

Me quede a su lado por unos minutos, ninguno de los dos se
atrev�a a decir nada. Fue ella la que se levanto, diciendo que estaba muerta de
sed y que ir�a a la cocina a buscar otras cervezas. Se coloco sus pantalones y
sali� de la pieza. Me levante, me vest� y me fui a la sala de estar. Lleg� mi
hermana y brindamos por que todo haya salido bien.

Me fui a mi casa aun sin poder asimilar lo que hab�a pasado,
y en la noche la llam� para saber si hab�a novedades, me dijo que no.

Me pregunto si estaba dispuesto a repetirlo al otro mes y le
dije que si, que ese era el trato.

Pas� un mes y luego de su llamada, fui a su depto. Al igual
que el d�a anterior, nos tomamos unas cervezas y nos fuimos a su dormitorio.
Esta vez, ella se sac� todo, quedando solo en ropa interior, yo hice lo mismo.
Nos acostamos uno al lado del otro. Sus manos comenzaron a tocarme el paquete
suavemente, haciendo alusi�n al tama�o de mi miembro, en relaci�n al de su
marido. Este fue creciendo hasta salirse de mis slips y mostrar la cabeza, por
la parte superior. Sus cari�os continuaron y me sugiri� queme los sacara. Ya
completamente desnudo a su lado, sus caricias aumentaron, acarici�ndome la
bolas, jugando con mis pelos, tom�ndolo completamente con su peque�a mano. Ella
se sac� tambi�n sus bragas, y se mont� sobre mi. Lo tomo con su manito y la
coloco en la entrada de su depilada conchita. Poco a poco fue entrando hasta que
la tuvo completamente adentro. Comenzamos a movernos. Parec�a que quer�a decirme
algo, pero no se atrev�a. Sus movimientos se hicieron cada vez mas intensos y
comenz� a gemir nuevamente en silencio. Sus ojos cerrados, me permit�an verla
sin ning�n tapujo. Su cuerpo era sensacional, delgadita con todas su curvas �
como estaba disfrutando ese momento, �. T�midamente le puse mis manos sobre sus
piernas y lentamente fui avanzando hasta colocarla sobre sus nalgas. Como ella
no dec�a nada, las acaricie suavemente, eran perfectas, muy suaves, redonditas,
exquisitas. La visi�n de su conchita depilada, su estrecha cintura y sus tetas,
lamentablemente aun tapadas, por su brasier, eran un deleite.

Sus gemidos aumentaron y not� que estaba muy excitada y que
mas aun, estaba llegando a tener un orgasmo. Con fuerza comenc� a moverme,
llegando a levantarla, apretando cada vez mas sus nalgas. Con sus manos apoyadas
sobre mi vientre, comenz� a moverse muy r�pido en una clara se�al que estaba
acabando, al mismo tiempo en que yo, llenaba su sexo con mi leche caliente. Aun
despu�s de haber acabado, nos mov�amos lentamente disfrutando de la sensaci�n de
estar unidos por nuestros sexos. Esta fue nuestra segunda sesi�n. Antes de irme,
me entrego un cheque por los cuatrocientos mil que faltaban. Le dije que no era
necesario, que con los 100 que ya me hab�a dado, era mas que suficiente, pero
ella no me dejo devolv�rselos, aduciendo que si supiera cuanto sal�a una
fertilizaci�n artificial, �.. eso, no era nada.

Dem�s esta decir , que al llegar a mi casa y en los d�as
posteriores, mas de una vez me masturb� recordando los momentos vividos con mi
hermana.

Sin novedades aun, tuve que ir al tercer mes nuevamente a su
depto.

Nos denudamos en su pieza, como la vez anterior. Ella,
acostada a mi lado, me acarici� y me alab� el tama�o de mi pene. Nuevamente se
mont� sobre mi y comenzamos a follar, lentamente. Esta vez sus ojos no se
cerraron y me miraba, movi�ndose r�tmicamente sobre mi verga.

Le ped� que se sacara su brasier, y ella lo hizo. Sus tetas
eran tal cual como yo me las hab�a imaginado, perfectas, blancas y con unos
exquisitos pezones rosados �..

Suavemente mis manos comenzaron a acariciar esos hermosos
pechos, jugando con mis dedos por sus pezones.

Ella se dobla un poco, y me ofrece sus pechos sobre mi boca.
Comienzo a chuparlos suavemente, pero ella me pide que lo haga mas fuerte. Tomo
esas tetas entre mis manos y se las comienzo a chupar fuertemente, haciendo que
ella gimiera ya sin tratar de esconderlo.

Ya comenzamos a follar sin disimular nada, ella lo quer�a y
yo tambi�n, �ramos solo dos amantes follando con ganas, ganas de sexo, ganas de
sentir y tocar completamente al otro. La tome de sus piernas y le hice que se
montara sobre mi cara. Comenc� a chup�rsela fuertemente, mientras ella gritaba
de placer.

Ella se da vuelta, e hicimos un 69 espectacular. Su boca se
llenaba con mi verga, chap�ndome las bolas, sac�ndola y roz�ndola con sus
mejillas �.

Luego se coloco en cuatro patas, arrodillado detr�s de ella,
su peque�a estatura era ideal para penetrarla. La tome de su estrecha cintura y
me parecio que me la estaba poniendo encima de mi verga. Le di duro bastante
rato �. Luego se coloco de boca y yo sobre ella �� luego de lado, yo detr�s de
su espalda y ella levantando una pierna por sobre las mias, dejando su depilada
vagina completamente expuesta.

Sus movimientos eran salvajes, se doblaba completamente a un
ritmo ideal. No me cansaba de chuparle las tetas una y otra vez, hasta que
termin� sent�ndose sobre mi, pero mirando hacia mis pies. Su perfecta cola queda
ante mis ojos y casi en cuclillas comenz� a moverse de una manera salvaje,
logrando su orgasmo al mismo tiempo que yo.

Se acost� a mi lado y nos abrazamos desnudos. Nunca hubo un
beso .. ni siquiera un roce de labios, solo sexo.

Los tres d�as siguientes pase todas las tardes en su casa,
follando como animales.

Al cabo de cuatro meses, mi hermana termin� por confesarme
que llevaba ya unos dos meses de embarazo, pero que no quiso dec�rmelo por temor
a que lo nuestro se acabara.

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