Relato: Una embarazada cachonda Esta experiencia me la envi� por email una amiga, la cual me dio autorizaci�n
para publicarla y recibir sus opiniones.
Hay situaciones que resultan agradablemente sorprendentes. Mi nombre es
Norma, 27 a�os, casada y vivo en un barrio de la ciudad de Puerto Lim�n, en la
costa del Mar Caribe, en Costa Rica. En estos d�as en que escribo esta
experiencia personal, me encuentro en estado de gravidez (embarazada) de treinta
y dos semanas.
Mi esposo, Jos�, al cual quiero mucho, trabaja como agente de aduanas en el
puerto, y en este momento se encuentra de gira de negocios por San Jos�, la
capital de mi pa�s. Pero el motivo de establecer esta comunicaci�n es debido a
una experiencia personal que deseo compartir con ustedes, mis amigos lectores de
relatos er�ticos.
Como ya he adelantado, la actividad laboral de mi marido, le hace pasar
varios d�as a la semana en viajes a la capital e incluso al exterior del pa�s.
Hace una semana, estando mi esposo en casa, le ped� si no me reparaba la entrada
de agua a la cocina, la cual perd�a bastante y se estaba formando un lodazal de
importancia en el patio. Jos� me dijo que lo har�a, pero a la vuelta del viaje,
ya que esa tarde part�a hacia la capital. No me gusto su respuesta, me puse un
poco caprichosa, y desde hace un tiempo noto a mi esposo distanciado, como que
no le atraigo sexualmente, es evidente que mi grueso vientre de embarazada no le
gusta para nada.
Ya casi no recuerdo cuando fue la �ltima vez que cogimos, creo que desde que
se me empez� a notar la panza, alla por los cuatro meses, no me ha tocado m�s.
As� que hace como cuatro meses que de sexo nada con mi marido. Debo confesar que
soy una mujer agradable, recatada, ama de casa, sin hijos (este es el primero
que encargo), pero en la cama soy como una leona en celo. Amo el sexo, bien
cachondo, pero dentro de los l�mites del matrimonio. Durante estos �ltimos meses
en que me sent� rechazada por Jos�, la masturbaci�n volvi� como en los tiempos
de adolescente, supliendo el trabajo sexual de mi esposo.
Me pajeaba seguido, pues el embarazo aument� en m� la libido hasta l�mites de
esc�ndalo. Lo coment� discretamente con una amiga en el mercado, y ella dice que
a veces sucede que el deseo sexual se incrementa durante el embarazo, pero en
otras mujeres disminuye, dependiendo de cada organismo. Ese d�a que le ped� el
favor de reparar lo del agua a Jos�, ante su negativa, le dije que llamar�a al
plomero para que lo reparara. Estuvo de acuerdo, as� que al otro d�a de su
partida, por la ma�ana, llam� a un vecino m�o, Rodney, el cual hacia
reparaciones de distintos tipos. Es un muchacho joven, de veinte a�os, moreno,
un metro ochenta de estatura, y bien musculoso. Un adonis negro dir�an las
mujeres. Yo, de mediana estatura, blanca, cabellos casta�os, y con una barriga
de ocho meses de embarazo.
Cuando lleg�, le dije que era lo que hab�a que reparar. Rodney se puso a
trabajar, y observaba como lo hac�a. Realmente el muchacho era bien formado.
Cuando hubo terminado, tuvo la mala suerte el pobre, de caerse en el lodazal que
hab�a en el patio. Me dio mucha l�stima porque se ensuci� toda la ropa que
llevaba puesta. Le ofrec� darse un ba�o en casa y cambiarse, no pod�a permitir
que se fuera sucio a la suya, si bien era vecino, su casa estaba a algunas
calles de la m�a. Acept�, paso al ba�o, al tiempo que fui a buscar una toalla y
algo de ropa de Jos� que le pudiera prestar. Cuando regres�, observ� que la
puerta del ba�o no estaba bien cerrada, una peque�a rendija permit�a ver a su
interior. Un morbo me invadi� de golpe, y las ganas de fisgonear me llenaron de
entusiasmo.
Pod�a sentir el ruido de la ducha, y sin pensarlo mucho, con mi coraz�n
latiendo a mil, mir� por la rendija a ver que ve�a. Pude observar como el agua
ca�a sobre su cuerpo de �bano, de espalda ancha, culito firme, piernas bien
torneadas. La concha se me llen� de jugos de excitaci�n, pero la culminaci�n fue
cuando se dio vuelta. Pude ver la pija m�s grande que jam�s haya so�ado. Negra,
gruesa y como de veinte cent�metros de largo, y estaba fl�cida, no quise pensar
como se ver�a erecta. Me recompuse como pude, golpee la puerta, y le dije que
ten�a las ropas. Un brazo negro y musculoso, sali� de detr�s de ella, tomando la
toalla y ropa, agradeci�ndome el gesto. Mi cabeza estallaba de m�ltiples
sensaciones y sentimientos. En mi honesta vida, era la primera vez que
atravesaba los l�mites de lo permitido.
Me sent�a una golfa, mirando otro hombre, admirada de una pija que no era la
de mi esposo. Cuando Rodney se fue, me puse como loca. Ansiaba tener algo con
�l. Pero era una ilusa, con mi panza, a d�as de ser una mam� primeriza, como
pod�a pensar que este moreno se iba a fijar en m�. Cuando entr� al ba�o, a
limpiarlo, despu�s que Rodney se hubiera marchado, descubr� que se hab�a
olvidado de su calzoncillos. Lo levant�, y en un impulso lo llev� hacia mi
rostro, sintiendo los olores a macho, a una buena pija negra. Me desnud� en el
ba�o, me sent� en el borde del bid�, y me pajeaba como una loca. Me par� y me
puse el calzoncillos de Rodney, en un acto de fetichismo insensato. Me pajeaba,
a trav�s del calzoncillos del moreno, moj�ndolo con mis jugos, ansiosa de sentir
la misma tela donde se hab�a apoyado la pija mas hermosa del mundo.
Una serie de orgasmos sucumbi� entre la prenda, litros de jugos vaginales
empaparon el calzoncillos de mis deseos. Me lo quit�, empapado, lo restregu� por
mi panza, por mis senos llenos de calostro, por mi lengua �vida de lamer algo.
Me fui al dormitorio, me tir� desnuda sobre la cama, con mi vientre de
embarazada hacia arriba, meti�ndome varios dedos en mi concha. Tom� la botella
de perfume de la mesa de luz, a la cual utilic� como un pija de mentiras, un
consolador que calmara mis deseos de coger, de sentirme una hembra deseada, a
pesar de estar pre�ada. Esa noche no pude dormir, y record� a mi esposo.
Por un lado me sent�a culpable, pero por el otro era una mujer, a la cual su
marido no la atend�a como debiera ser. El plato de la balanza se inclin� a esto
�ltimo, por lo que decid� que deb�a sacarme estas ganas de coger, y el escogido,
como recatada que soy, era Rodney. Lo pensaba crear como mi amante secreto, que
me llenara de placeres. As� que al otro d�a invent� una rotura el�ctrica, y
llam� a Rodney. El joven moreno vino temprano. Se puso a trabajar, y yo no sab�a
como iba a hacer para enganch�rmelo. Sobretodo estando pre�ada, tal vez no le
agradaba mi figura. Entonces se me ocurri� algo bien morboso, fui a mi
dormitorio, me saqu� las bombachas de encaje que ten�a puesta, y me puse el
calzoncillos de �l. De esa forma el mensaje iba a ser bien directo.
En un receso lo invit� a tomar algo fresco, acept�, nos sentamos en el patio
trasero frente a frente. Yo llevaba puesto un vestido de futura mam�, bien
corto, no llegando a mis rodillas. Mis tetas comenzaban a hincharse de la
excitaci�n que ten�a, de las ganas de lanzarme de encima de este macho negro y
muy bien dotado. Mi vientre abultado, hacia adelante, bien gordo y con la piel
tirante. Comenc� a abrir mis piernas, para que me observara. Apoy� mis manos
sobre mi vientre, masajeandome la panza, dando suaves caricias a mi piel
estirada, abriendo mis piernas de a ratos, para que mirarara como llevaba sus
calzoncillos olvidados puestos. Cada vez abr�a mas las piernas, para que en
alg�n momento sus ojos se posaran en concha. Demor� unos minutos, pero mordi� el
anzuelo, porque de pronto se empez� a notar nervioso, y trat� de irse, con la
excusa que ten�a una cita. Evidentemente hab�a notado que llevaba puesta sus
calzoncillos, y el mensaje que enviaba era bien directo. No quiero ni pensar lo
que pas� por la mente de Rodney, pues se le estaba regalando una mujer, una
hembra con ocho meses de embarazo. Lo detuve, le ped� que no se fuera, que
terminara el trabajo.
Insist�a en irse, y en un arranque de locura pasional, lo tom� de su fornido
brazo derecho, lo di vuelta y un beso le estamp� en sus labios gruesos. Mi
lengua pugnaba por invadir su boca. Mi panza de pre�ada la presionaba contra su
vientre, y mis brazos se hallaban colgados a su cuello. Trat� de resistirse,
pero de hierro no era, as� que de pronto nuestras lenguas se saludaron,
rompiendo el hielo. Sus brazos se fueron a mi espalda y de all� a mi culo. Me
masajeaba las nalgas, pugnaba por entrar entre mis cachetes. Su boca baj� hacia
mi cuello, y su saliva era desparramada por su lengua sobre mi piel. Una de mis
manos se dirigi� hacia su misil de carne, lo palp�, y ten�a un tama�o que
asustaba: larga, gruesa, y bien cabezona. Parec�a la pija de un burro.
El negro se hab�a calentado de excitaci�n, y el hecho de que estuviera
pre�ada no era motivo para no desearme. No resist�, de la mano lo llev� a mi
cuarto. Cerr� la puerta con llave, porque una sesi�n de sexo esperada por meses
para m�, se iba a realizar. Lo desvest�, primero la camisa, disfrut� con el
tacto en su torso, su cuerpo de �bano lleno de m�sculos. Mi lengua recorr�a sus
tetillas, mamando, luego hurgu� su ombligo con pasi�n. Le baj� y quit� los
pantalones cortos que tra�a, sus zapatos, y por �ltimo, como si fuera una
inauguraci�n de una estatua, su calz�n, el cual se lo baje con los dientes,
aspirando el olor a pija que emanaba de su interior.
Como un resorte, una tremenda pija, de veinticinco cent�metros de largo y
gruesa como una botella de gaseosa mediana, asom� empalmada al cielo, llena de
turgentes venas, con un glande rojo oscuro brillante, y un tronco negro como el
carb�n. Mi boca no se resisti�, y mi atrevida lengua recorri� su glande, al
tiempo que mis manos se peleaban por pajear esa verga descomunal. Un gemido
ahogado se apoder� de Rodney al tiempo que su cabeza la volcaba hacia atr�s,
como gozando de tama�o placer. Le chup� la pija como sab�a hacerlo, por que a mi
marido Jos� acostumbraba a hacerlo (en la cama soy bien perra), saboreando sus
l�quidos preseminales, paje�ndolo con mis manitos, cubriendo y descubriendo la
cabeza con su prepucio.
Su pija era bien gustosa, manaba mucho jugo preseminal que se mezclaba con mi
saliva de puta hambrienta. Se la chupe, le acariciaba sus pesados test�culos,
bien negros y llenos de pendejos. Con mi nariz olfate� su vello p�bico. Sus
manos sobre mi nuca, acompa�aban el movimiento de atr�s hacia adelante que mi
boca realizaba en su verga, cogi�ndola como una yegua en celo. Cuando advert�
que iba a acabar, no saqu� mi boca de all�, y mamando como una ternera, pude
sentir como chorros de leche espesa y caliente llenaban mi boca, tragando ese
n�ctar de vida. Sus manos presionaban mi nuca, cogi�ndome la boca, descargando
su esperma, no dejando que abandonara la faena. Un grito de placer escap� de la
garganta de Rodney, porque alcanz� el orgasmo en su eyaculaci�n. Cuando afloj�,
la pija fl�cida sali� de entre mis labios, bien grande y gruesa. Se la limpi�
con mi lengua. De la comisura de mis labios sal�a semen, Rodney apoy� su dedo
�ndice, y sac�ndolo de all� me dio a lamer sus restos, al tiempo que sonreia de
perversidad.
El negro estaba entregado, y realmente una pre�ada lo hab�a hecho calentar.
�Es la primera vez que me chupan la pija de esta forma! - dijo Rodney. �Porque
es la primera vez que te la chupa una embarazada mi amor! - le repliqu� en
caliente. Se tir� sobre la cama, con su m�stil negro empezando a empalmarse
nuevamente. Empec� a desvestirme, paso a paso, como en un "strip-tease", primero
mi vestido corto de futura mam�, al cual lo dej� caer, despacito y eroticamente,
entre mis pies. Rodney esboz� una sonrisa, y era claro porque esta embarazada
llevaba puesto sus calzoncillos. De espalda a �l, con mi culito parado, me los
quit�, los revole� por el aire y cayendo sobre la cara del moreno le dije: �Creo
que esto es tuyo!. Me d� vuelta, desnuda en mi parte de abajo, con mi concha
bien peluda, de largos pendejos caf� oscuro. Acarici� mi panza, presion� mis
senos con las manos, cubiertos por un soutien de encaje blanco. Se pod�an ver a
mis oscuros pezones a trav�s de las transparencias del brasier. La pija del
negro cada vez se pon�a mas dura y grande.
Me los quit�, sugestiva y er�ticamente. Estaba totalmente desnuda, con mis
cabellos sueltos, mis tetas gordas llenas de leche, mi panzota bien grande, la
cual me la acariciaba con mis manos. �Te gusta como me veo negrito lindo?, �te
gusto as� bien pre�adita para vos solito mi bomb�n de chocolate? - le preguntaba
cachonda a Rodney. �Hoy nos vamos a divertir, quiero sentir esa barra dentro
m�o! - agregu� de inmediato. El negro se puso bien cachondo, pues se pajeaba
paulatinamente, disfrutando del desnudo de una mujer embarazada. Su verga hab�a
adquirido un tama�o impresionante, parec�a que iba a estallar en cualquier
momento. Presion� mis pezones, y chorritos de leche amarillenta sal�an de ah�.
Hace unas semanas empez� a salirme el calostro, y su sabor era bien dulce.
�Necesitas lubricante! - le dije a mi amante de �bano. Me acerqu�, coloqu� mis
senos cerca de su pija, y presionando mi teta derecha, con mi pez�n apuntando a
su glande, un chorro de mi calostro, fue mojando su pija y su mano, pajeandos�
de placer. El negro gimi� de placer, sintiendo la humedad entre sus dedos y la
verga. Sac� su mano y lami� la mezcla de calostro con liquidos preseminales.
�Quiero probar tu leche! - dijo Rodney. �Dame teta mami, dame esa leche rica,
soy tu beb� cari�o! - agreg� desesperado.
Me corr� y dej� que el moreno saborear� mis leches. Tom� entre sus manos mis
colmados senos, ansioso por mamar mis tetas, buscando avidamente con sus labios
un pez�n, como cualquier cachorro. Mam� como un ternero, su lengua presionando
mi pez�n, sac�ndole leche. Le acariciaba sus motas, gozando de placer, hinchada
de deseo sexual desenfrenado. Era el primero que daba a amamantar en mi vida. Un
orgasmo me sobrevino, porque mientras me mamaban, una de sus manos hurgaba mi
concha peluda y empapada, palpando mi cl�toris, llev�ndome a una espectacular
cl�max. �Basta de leche, ahora quiero la m�a! - le dije imperativamente. Saqu�
de su boca mis tetas, estas a�n segu�an manando leche solas. El moreno se
resist�a, pero igual lo destet�, quedando con sus labios mojados de mi propia
leche materna. Rodney, de espaldas, con su pija negra, enorme, gruesa, mojada de
sus l�quidos y mi calostro, estaba a punto, pronta para trabajar, lista para
entrar en la concha de una mujer embarazada. En cuclillas, a pesar de mi
torpeza, producto de mi pre�ez, me acomod�, lista a dejarme penetrar por esa
verga de ensue�o. Abr� mis labios vaginales, hice a un lado mis pendejos, roc�
mi cl�toris con su glande, asomando en su punta jugos preseminales. Poco a poco
fui dirigiendo la pija hacia mi agujero de placer, la vagina que solo mi esposo
hab�a cogido y embarazado, resbalando esta verga negra dentro m�o. Pude sentir
como su grosor barrenaba mi vulva, el roce de sus venas frotaban las paredes
internas de mi concha. Toc� fondo y sorprendentemente me sent� llena de una masa
de carne de veinticinco cent�metro de largo por cinco de di�metro. Comenc� a
subir y bajar, cogi�ndome esa pija. El negro con sus manos me tocaba la panza,
disfrutando de cogerse a una embarazada.
El sube y baja fue aumentando, cerrando mis ojos de placer. Mis jugos y los
suyos mezclados en un charco, hac�an que la penetraci�n fuera bien lubricada,
mojada, resbaladiza. El moreno, gozaba y gem�amos como animales en celo. Aumente
mis penetraciones, y observ� que Rodney estaba por acabar. �Estas por eyacular?
- le pregunt�. Un gesto afirmativo, con sus ojos cerrados de �xtasis, me dieron
el aviso que deb�amos acabar al un�sono. A un ritmo violento, entrando y
saliendo su pija de mi dilatada concha, con mi panza de ocho meses sobre su
vientre, pude sentir que comenz� a acabar. Me lleg� el orgasmo tambi�n a m�, y
nuestros sexos se fusionaron, sintiendo como leche caliente y espesa llenaba mi
concha, saliendo por mis labios vaginales, bes�ndonos de placer y llenando de
gritos org�smicos la habitaci�n. �Ahhhh, as� papi, ll�name de leche la concha,
ahhhhh, la puta que bien se siente tu verga, mi negrito lindo! - grit� en un
orgasmo apote�sico. �Tom�, putita pre�ada, toma mi leche, ahhhh, que rico,
cogiendom� a una blanca bien pre�ada, ahhhh, que rico mi amooooor!!!!- grit�
Rodney en su explosi�n org�smica. Peque�os movimientos se sucedieron mientras el
negro terminaba de eyacular dentro de la concha de la embarazada.
Nos quedamos unidos, quietos, enamorados de placer, sintiendo palpitar su
pija en mi interior, llen�ndome de semen, en forma in�til, porque ya estoy
embarazada. Nos besamos, mamaba mis senos, quer�a mi calostro. Su verga se
deshinch�, y cuando estuvo fl�cida, sal� de encima de �l, despegando nuestros
mojados genitales. Nos acostamos uno al lado del otro, abrazados, bes�ndonos.
Rodney me acariciaba la panza, me chupaba los pezones, me pasaba la lengua por
mi cuello. Bes� mi vientre, llen�ndome de un morbo muy especial. �Qu� dir�a mi
marido si entrar� de golpe y se encontrara con esta escena, digna de una
pel�cula pornogr�fica?. Me puse de espalda, con mi vientre hacia arriba y Rodney
en un gesto perverso, me pasaba su verga negra, por mis pezones, por mi panza y
por mis labios.
Arroll� mis piernas, las abr� y ofrec� la concha, mojada y bien cubierta de
vellos, a mi moreno. Se dedic� a chuparme la concha, se tomaba mis jugos y su
propio semen, que me sal�a de dentro. Me empec� a calentar de nuevo porque me
lam�a el cl�toris. Su lengua hurgaba mi interior, lam�a como un endemoniado.
Pero el cielo lo toque con las manos, cuando, me beso y chup� el ano. Mi culito
lo apret� de placer. Su lengua hab�a tocado una de mis partes mas sensibles y la
pregunta se hizo impostergable: �me coger�as el culo Rodney? - le pregunt� de
buenas a primeras. Una sonrisa perversa del negro fue la respuesta contundente.
Me par� y de la c�moda saqu� un pote de crema para las manos, el mismo que
utilizo peri�dicamente para aliviar el estiramiento de mi pre�ado vientre.
�Toma, ponte esto! - le dije al tiempo que le entregaba el pote. �No quiero que
me rompas el culo con esa verga de burro! - le agregu� con una sonrisa en mi
cachondo rostro. �Y yo no quiero que me partas la pija con ese culito bien
apretadito! - replic� el negro en una risa.
La verga del moreno estaba bien erecta nuevamente, lista para la batalla
final: la del prieto culo de una pre�ada. Me puse en cuatro patas, con un
almohad�n sobre mi abultado vientre, apoyada en mis antebrazos, con la cabeza a
un lado y mis ojos cerrados, esperando la invasi�n de la pija mi amante. Pude
sentir la lengua del moreno, hurgando mi ano, tratando de violar mi esf�nter
anal. Me olfate� el culo, como disfrutando de sus olores. Sus dedos comenzaron a
trabajar, me palp� la concha, refregando mis pendejos, metiendo su pulgar untado
en crema en mi culo. Un suave pedo silencioso sali� de ah�, y el negro �vido lo
aspir� como si fuera incienso. Embadurn� mi culo con crema humectante, y hizo lo
propio con su pija descomunal. Se coloc� detr�s m�o, y peque�as intentonas con
su glande, forzaron suavemente mi ano, como si estuvieran reconociendos� antes
de la pelea. Otro pedo, m�s sonoro, fue como la se�al para la entrada. Poco a
poco, veinticinco cent�metros de carne rompi� mi esf�nter, invadi� mi recto y
lleg� a mis intestinos. Rodney se qued� quietito, acostumbr�ndome a ese
cilindro, lo hac�a con delicadeza, sabiendo que su tremenda tranca era capaz de
romper el orto a una futura mam�. Las sensaciones que ten�a eran
indescriptibles, ya que si bien no era virgen del culo, con Jos�, mi marido, lo
hicimos un par de veces, nunca con tan tremenda pija.
Adem�s hacia a�os que no ten�a relaciones anales, porque a Jos� no le gustaba
mucho, dec�a que ten�a el culo muy apretado y le dol�a. Yo adoro el sexo anal,
me hace alcanzar orgasmos de putisima madre. Con su pija bien metida dentro,
hacia peque�as contracciones, como queriendo cagar a ese intruso. Pero Rodney me
estaba volviendo a la vida, porque empez� a bombearme suavemente, entrando y
saliendo de mi ojete, lubricado por la crema. El taladreo del negro, al tiempo
que con mi culo lo golpeaba, queriendo que toda la verga invadiera mi ano, me
estaba entregando a una sexualidad jam�s so�ada, y menos para una embarazada. A
los pocos minutos mi culo estaba bien dilatado y disfrutando de la pija del
negro. �Dame pija negrito pijudo! - le grit� a Rodney. �Ll�name el orto, as�
papi, t�pame la cola! - gritaba disfrutando del sexo anal. �C�gete el culo de
esta pre�ada, dale pija negrito del alma! - volv� a gritar en �xtasis. El negro
ya se hab�a desbocado, y el culo de la embarazada comenz� a cog�rselo con
violencia, no respetando nada, metiendo su pija bien profundo, echado sobre
ella, tomado con sus manos la panza de la pre�ada, sintiendo el prieto ano de la
hembra. �Ahhhh, que rico, el culo m�s lindo del mundo, ahhhhh, que lindo culito
tiene la pre�ada, toma pija mi hermosa embarazada! - gritaba el negro en su
locura sexual. Sus huevos negros, peludos, tocaban mi concha, balanceandos�
entre mis piernas. Nuestros pendejos se mezclaban, y pod�a sentir sus embates
llenandom� el culo. Los orgasmos se desencadenaron uno tras otro, dandom� el
placer, acabando con meses de abstinencia sexual, por culpa de Jos� que no le
gusto pre�ada. �Dame pija negro, ll�name el culo, ahhhh!, �te gusta el culito?,
�te gusta como estoy embarazada Rodney? - dec�a inconscientemente en mi cadena
de orgasmos. �Si mamita, me encanta tu culito, tus tetas, tu panza, todo me
gustas mi amor!. �Me encanta cogerte, que puta sos mi embarazada! - grit� el
negro, al tiempo que sudaba como un caballo, y pronto a eyacular. Y as� sucedi�,
pues dos bombazos y el negro me la meti� en lo profundo de mi ano, m�s all� de
mi recto, expulsando chorros de semen caliente y espeso. Yo tambi�n orgasm�, y
un grit� un�sono de placer se escuch� en la pieza. �Ahhhhhh, ll�name de leche,
qu�date quietito y descarga toda la leche en el culo de mam�!- grit� cuando
llegue al cl�max, el m�s fuerte de la serie. El negro se qued� quieto, con su
negra y gorda pija en lo profundo de mi ano, pulsando y vertiendo semen en mis
intestinos. Pod�a sentir que el culo me ard�a de la cantidad de esperma caliente
que Rodney vert�a en mi interior.
Con mi culo bien dilatado, apret� bien fuerte mi esf�nter anal, no
permitiendo que esa barra de carne abandonara mi culo hasta que est� bien
fl�cida. Fueron minutos de goce sexual impresionante, con la pija en mi culo, su
torso sobre mi espalda, sin apretarme, respetando mi embarazo, su labios besando
mi nuca, diciendom� cosas lascivas como: �Bien hecho puta pre�ada, siente mi
leche en el culo, ahhhh, que rico cogerme a mi vecina pre�ada, una blanca bien
embarazada!. Mi culo se contra�a de placer, no queriendo que la pija mas hermosa
de mi vida abandonara mi orto, orde�andola como si fuera una ubre descomunal.
Pero todo lo bueno siempre termina, porque una sensaci�n de vac�o sent� en el
culo cuando se desacopl� de m�, resbalando su enorme polla entre las paredes de
mi destrozado ojete. Me qued� el culo bien abierto, y le tom� unos minutos
quedar normalmente cerrado. Agotada de tanto sexo salvaje, me dej� caer sobre
las s�banas. Me puse boca arriba, acariciando mi panza, cerrando los ojos,
disfrutando de tama�a sesi�n de sexo. Rodney a mi lado, rendido, con su verga
sucia de semen, algo de sangre (tal vez me hab�a lastimado un poco el culo) y
mierda, pues estaba un poco seca de vientre y hac�a mas de dos d�as que no
cagaba. La pija de Rodney fue la cura para este problema com�n en las
embarazadas.
De mi culo sal�a leche y de mi concha tambi�n: estaba bien cogida, como lo
anhelaba. Nos miramos, nos besamos y le agradec� por la atenci�n especial que me
hab�a brindado. Rodney, sonri� y me dijo que lo llamara para lo que precisara,
arreglar un ca�o, reparar la luz o hacerme coger el culo cuando quisiera. Desde
ese d�a, mis masturbaciones se acabaron, porque este moreno se encarga de
atenderme en forma especial, llen�ndome de sexo y pija mis agujeros. Ahora en
este momento me acuerdo de mi marido, es un cornudo, y no por mi culpa, ya que
no me atendi� como deb�a. Me pre�� y despu�s no le atraigo. No me merezco esto,
el que lo tenga que enga�ar para colmar mis apetitos sexuales. Estoy pensando en
hablar con �l cuando venga, porque si Rodney me pudo atender, �l, que es mi
marido lo tiene que hacer sin importar nada. Adem�s ya fui al ginec�logo y me
dijo que llevo un buen embarazo y nada me impide tener relaciones sexuales con
precauci�n (si supiera el doctor lo que hacemos con Rodney). Si Jos� no se pone
en campa�a, le corto los v�veres cuando tenga a mi beb�, y tal vez en el futuro
huya con Rodney, mi amante de �bano, o sino, me voy a dejar pre�ar por el negro
para que aprenda a cumplir sus obligaciones maritales. �Se imaginan lo que dir�a
si tuviera un cr�o morenito?. Pues, �nada!, porque Jos� mi marido tambi�n es
negro. Saludos a todos los lectores, y doy gracias a mi amigo Danilo por armar
mi relato y publicarlo.
Espero comentarios de ustedes especialmente de aquellos que disfrutan de las
mujeres embarazadas en:
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Relato: Una embarazada cachonda
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