Acababa de terminar una relaci�n de cuatro a�os, mi pareja,
el que yo creyera el hombre de mi vida, se ve que no ten�a suficiente conmigo, y
hab�a decidido compartir sus "favores" con mi amiga Soraya, y no
solamente compart�a su riqu�sima polla, (que hasta este momento yo consideraba
en exclusiva) no��.ademas hab�a decidido, que nuestra cama era el sitio ideal
para sus revolcones, y como dice el refr�n� "tanto va el c�ntaro a la fuente,
que al final se rompe"�.. Y menos mal que solo se le rompi� el c�ntaro, porque
cuando les pill� en mi cama, jodiendo como descosidos, a punto estuve de
romperles la cabeza.
Yo no soy mujer de relaciones espor�dicas, por lo tanto
cuando empiezo algo, es para toda la vida�. O al menos eso creo� Pero una cosa
es lo que yo piense y otra lo que el destino decide que tenga que suceder. Por
ese motivo, y sintiendo un odio feroz hacia todos los hombres, decid� tomarme
unas vacaciones, y realizar todas aquellas actividades, que hasta este momento
no hab�an llamado mi atenci�n, por ejemplo�.. a mi me vuelve loca la playa, el
sol, el calor��. Pues nada, esta vez iba a ir de monta�a, a la nieve, a ver si
el fr�o de la monta�a lograba aplacar el fuego y la rabia que sent�a en el
coraz�n.
Llegu� a la Molina un viernes por la tarde. El servicio
meteorol�gico anunciaba nieves para todo el fin de semana, pero no me importaba,
a ver si se me congelaba el coraz�n y dejaba de sentirme tan mal. A dos
kil�metros de las pistas, estaba el hotel Adsera, donde hab�a hecho la
reserva de mi alojamiento, era un hotel de tres estrellas, no exageradamente
lujoso, pero muy confortable. Al llegar un amable empleado se hizo cargo de mi
equipaje y me acompa�� a la habitaci�n.
Coloqu� mi ropa, me puse el todav�a sin estrenar traje de
ski, me prob� mi gorrito para la nieve, y pens� que vestida de esa manera
parec�a un payasito��. Ufffff��bueno�.primero dar�a una vuelta para conocer el
ambiente, luego ya decidir�a. Me volv� a cambiar de ropa, y me puse un jersey
blanco de "angorina", y unos pantalones de lana "verde botella". El ambiente era
agradable, se notaba que la calefacci�n funcionaba a tope, porque en la calle se
ve�a un telaje de nieve, que pon�a los pelos de punta.
Baj� a recepci�n, y all� me indicaron donde podr�a alquilar
unos esqu�es. Nunca los hab�a usado, pero hab�a visto como lo hac�an por
televisi�n, y no parec�a tan dif�cil, y yo, desde luego tonta no era��..si otros
los usaban, no se porque no los pod�a utilizar yo�.. Fui hasta el lugar donde me
hab�an indicado, y el dependiente me mostr� una estanter�a, y en ella, hab�an
docenas de esqu�s en fila india, me acerque t�midamente y eleg� unos azul
cobalto con unos rayos dibujados en ellos, eran preciosos y me decid� a
probarlos��. No se como lo hice��.. Pero antes de darme cuenta, estaba de culo
en el suelo��..vaya��. pues no era tan f�cil, mir� avergonzada a mi alrededor
buscando las miradas divertidas de los observadores, pero� o no se hab�an dado
cuenta, o eran lo suficiente discretos para disimular. Al ponerme de pi� se
acerc� un simp�tico dependiente, que me aconsej� cambiar los que yo hab�a
elegido, por otros algo mas peque�os de un color fucsia preciosos. Abon� la
cantidad indicada, y contenta con mi adquisici�n volv� a mi habitaci�n.
Era la hora de la cena, y tal como iba me dispuse a bajar al
comedor. Mientras esperaba el ascensor se acerc� un hombre de unos 30 a�os,
alto, delgado, moreno, con un cortito cabello rizado, al acercarse me fij� en
sus preciosos ojos azules. Deb�a estar en alguna de las habitaciones de la
planta, pero nos limitamos a saludarnos, sin entablar conversaci�n, yo estaba
agotada, y lo �nico que quer�a era cenar y volver a la habitaci�n a dormir toda
la noche. Lo vi sentado en una mesa apartada, era guapo, pero tampoco parec�a
tener muchas ganas de conversaci�n, por lo tanto cen� y me fui a dormir.
A la ma�ana siguiente, estaba todo negro, parec�a que iba a
descargar la nevada del siglo, me vest� con "mi uniforme de payasita"
cog� mis esqu�s, y baj� al comedor para tomar un desayuno r�pido antes de subir
a las pistas.
Hac�a much�simo fr�o. Cuando llegu� al telesilla, el joven de
la noche anterior estaba tambi�n esperando, muy amable �l, se puso a mi lado
para que yo subiese primero, y de verdad que lo intente, pero�� no sabia
como�..me sobraban los esqu�s, me sobraban los guantes, me encontraba agarrotada
dentro del traje, me sobraba hasta el gorro���. No sab�a como ponerme. Y el
joven me mir� interrogante.
---Perdona, es la primera vez que vengo, no tengo ni idea de
c�mo subir cargada con estos trastos---
--- �Si me permites?--- dijo cogiendo los esqu�s---deja
yo te ayudo---
Yo soy una patosa. Nunca como ese d�a, me hab�a dado tanta
cuenta, al final el joven con los esqu�es bajo el brazo, tuvo que ayudarme a
subir a la silla, al pasarme los brazos por detr�s para auparme, roz� mis
pechos��.vamos��que tampoco es que sintiese mucho��..el traje de esquiar es
doble y se siente poco a trav�s de �l, pero yo deb�a estar muy sensible, porque
sent� un escalofr�o por toda la espalda, y mis mejillas se ti�eron de rojo.
Consigui� sentarme, y �l se acomod� a mi lado, y se hizo
cargo de los esqu�es, por miedo a que yo los soltase durante el trayecto.
Hablamos durante toda la remontada, el me cont� que hac�a tiempo hab�a tenido un
desenga�o, y ahora no buscaba una relaci�n seria, solo liguetes que a lo mas le
duraban una semana, yo le explique el problema con mi pareja, y descubrimos, que
los dos llev�bamos mas de quince d�as a"dos velas" o sea que nuestros aparatos
sexuales, necesitaban r�pido un poco de actividad o terminar�an oxidados.
Entre nosotros se estaba formando un calido clima de
camarader�a, pero eso era lo �nico calido del ambiente, porque cada vez estaba
m�s oscuro, y de golpe comenz� una ventisca terrible, Fernando, que as� se
llamaba mi circunstancial compa�ero, record� que cerca de donde est�bamos hab�a
una caba�a.
---Podemos refugiarnos en ella---dijo�seguro que habr�
un buen fuego para entrar en calor---
---���Dios m�o, la que esta cayendo!!! Creo que no hicimos
bien en subir, si te fijas, muy poca gente a subido---
---Tienes raz�n, corre antes de que sea tarde, vamos a la
caba�a---
Llegamos a la caba�a, y descubrimos que no �ramos los �nicos
asustados por la ventisca, el refugio ya esta ocupado, entramos decididos,
Fernando sab�a que esta caba�a era propiedad de la"Generalitat de Catalu�a" y la
utilizaban como refugio los excursionistas de la zona, por lo tanto el rubio
inquilino, estaba tan perdido como nosotros. Lo saludamos, y nos mir� con una
mezcla de sorpresa e incomprensi�n, y balbuce� unas palabras totalmente
incomprensibles, por la forma de hablar pens� que deber�a ser alem�n. Ademas,
tan alto, tan rubio, y tan blanco��..seguro que era alem�n�.Bueno��no
entender�amos lo que nos dec�a, pero tampoco nos importaba mucho, hac�a
demasiado fr�o para estar fuera, y no era cuesti�n de empezar a buscar otro
refugio, ademas la nieve cada vez estaba cayendo con mas fuerza.
El fuego estaba encendido, y en un rinc�n hab�a suficiente
le�a para pasar mas de una semana, el alem�n, por se�as, nos indic� un banco
delante de la chimenea, y nos ofreci� una taza de caf�, nosotros se lo
agradecimos con una sonrisa, y ocupamos el asiento que nos indicaba, al poco
tiempo, empez� a sobrarnos la ropa. Ellos lo tienen f�cil, el alem�n ya estaba
en camiseta cuando llegamos, y Fernando, enseguida se qued� igual que �l, pero
yo solo llevaba debajo una camiseta y el sujetador, y me resist�a a quitarme la
ropa, empec� a sudar, y me separ� lo mas posible del fuego, pero segu�a teniendo
una calor terrible.
Fernando se enfad�, diciendo que as� lo �nico que
conseguir�a, era pillar una pulmon�a, que la ropa que llev�bamos era para salir
a la calle, y que dentro nos la ten�amos que quitar, o despu�s al salir el
cambio de temperatura ser�a excesivo. El alem�n escuchaba nuestra conversaci�n,
y por los gestos parec�a comprender lo que Fernando quer�a, se sent� a mi lado y
por gestos me ped�a que me quitase la ropa.
Para darme �nimos, se desnud� �l primero, llevaba un jersey
de punto irland�s atado a la cintura, y unos pantalones como plastificados por
fuera, pero forrados de lana por dentro, y debajo solamente llevaba un tanga
negro, que le marcaba un paquet�n, y un culito alto y resping�n que era una
delicia, Fernando tambi�n se quit� los pantalones, y se qued� con un b�xer de
rayas grises muy, pero que muy sexy.
Animada al ver lo tranquilos que estaban ellos, intent�
quitarme el traje, pero me quedaba muy ajustado, y al estirar los brazos para
sacarlos, se quedaron enganchados y por m�s saltos que daba, no hab�a manera de
que se soltasen. Por la cremallera abierta se ve�a el sujetador por el escote de
la camiseta, y el alem�n no me quitaba los ojos de encima, se levant� y vino a
auxiliarme, me ayud�, pero no le quitaba los ojos de encima a Fernando,
(llegamos juntos, y no conoc�a la clase de relaci�n que ten�amos)
Fernando segu�a delante del fuego, a la expectativa, la
situaci�n era muy morbosa, y yo me daba cuenta que el alem�n se estaba
excitando. Como estaba de espaldas al fuego, Fernando no pod�a ver lo que �l
estaba haciendo, y al bajar el traje, aprovech� para acariciarme los pechos,
cosa que a mi no me disgust� nada� al contrario� me excit� much�simo, el chico
estaba riqu�simo, y yo llevaba demasiados d�as sin sexo.
Le deje que terminase de bajarme el traje, y me qued� con una
camisetita y un min�sculo tanga negro. Fernando se acerc�, y sin decir palabra,
cogi� mi cara, y me bes� apasionadamente en la boca�. como intentando marcar
territorio�. Como diciendo�.esta mujer vino conmigo y es m�a, me gust� su beso,
pero no consiento que nadie me considere de su propiedad, por eso despu�s de
responder con toda la pasi�n de que era capaz, me volv� al alem�n y lo bes� de
igual forma, para darles a entender que yo controlaba la situaci�n, y que no
pertenec�a a nadie.
Fernando volvi� a acercarse mientras besaba al alem�n, y su
mano se introdujo en mi tanga. A estas alturas, ya me imaginaba lo que iba a
suceder, y no solo no me importaba, �lo estaba deseando! Con las manos dentro
fue bajando el tanga lentamente, atento a mis reacciones, por miedo a que me
tirase atr�s, pero yo ya estaba lo suficiente caliente, y con unas ganas locas
de sentirlo dentro de mi, me gir� hacia �l para facilitarle la labor, mientras
el alem�n, se arrodillaba detr�s m�o, y comenz� a pasar la lengua por mis
nalgas, muy despacio, me gir� nuevamente y su lengua se apoder� de mi sexo,
lami�ndolo con deleite, mientras Fernando se frotaba en mi culito, y besaba mi
cuello, su polla caliente se apretaba en mi culo, y yo, ya empezaba a marearme
de tanto dar vueltas, no sab�a a cual de los dos atender primero, me encantaba
sentir la lengua del alem�n en mi sexo, pero estaba desesperada, por comprobar
con mis propios ojos la consistencia de ese aparato, que amenazaba con taladrar
mi culo.
Estir� mis brazos hacia atr�s, e hice bajar el b�xer de
Fernando� ahora� sin barreras, sent�a su calido miembro entre mis piernas,
mientras observaba el bulto del alem�n, que parec�a querer romper el tanga, lo
empuj� hasta que se coloc� al lado de Fernando, y con los dientes mord� la goma
de su tanga, y lo hice bajar hasta sus rodillas, su empinada verga qued� a la
altura de mi boca, puse las manos en sus fuertes y duras nalgas, y lo atraje
hacia mi, para lamer la rica y apetitosa verga.
Estaban los dos ante m�, con las pollas duras y tiesas.
--- Ummmmmmmm ���que maravilla!!! �Grit�---en m� vida
hab�a visto dos pollas tan grandes juntas---
---guauuuuuu, no se por cual empezar, se me antojan las
dos---
---por la que m�s te guste �dice Fernando---
---ummmmm empezare por la tuya, al fin y al cabo llegamos
juntos---
Comenc� a hacerle una rica mamada, despacito, pasando la
lengua por el capullo, y continuando por toda la verga, hasta llegar a los
test�culos, me puse el derecho totalmente dentro de la boca, y lo palade�
mientras el gem�a de satisfacci�n, luego el izquierdo y mir� su cara para
observar como pon�a los ojos en blanco, cogi� mi cabeza entre sus manos, y me
apret� fuertemente contra �l mientras acariciaba mi pelo.
Mientras tanto el alem�n no se estaba quieto, se puso detr�s
de m�, y comenz� a restregarse en mis nalgas, intentando abrirse camino, yo abr�
mis piernas para facilitarle la entrada. Fernando se tumb� en el banco boca
arriba. Le encantaba la mamada que le estaba haciendo y pretend�a que yo me
sintiese m�s c�moda. Ummmmmmmm estaba riqu�simo, mi boca se entreten�a en su
glande, acariciando con la lengua el agujerito, que ya se humedec�a con las
primeras gotas pre-org�smicas, mientras mis manos masajeaban la polla.
El alem�n no estaba perdiendo el tiempo, al estar yo a cuatro
patas, aprovech� para introducir su pene en mi rajita, ummmmmmmmm al sentirme
penetrada, aceler� los movimientos de mi boca� adentro� afuera� adentro� afuera,
estaba riqu�simo. Fernando agarraba mi cabeza y la mov�a fren�ticamente mientras
gem�a pr�ximo ya a la eyaculaci�n. Entonces me dijo que le cabalgase, el alem�n
me ayud� a colocarme sobre �l, abr� las piernas y las coloqu� una a cada lado
del banco, empal�ndome en su empinada polla, sus manos acariciaban mis pezones,
que estaban tiesos, y duros como piedras, me tumb� sobre �l, y el alem�n desde
atr�s intent� introducir su pene en mi culito, era muy grande, y aunque el
insist�a, y volv�a a insistir, al sentir mis quejas, se levant� y se acerc� a la
sart�n donde hab�a preparado la comida, unt� sus dedos con aceite, y volvi�
donde est�bamos para introducir un dedo en mi culete, lo mov�a en c�rculos
dilatando la abertura, repiti� la operaci�n varias veces, primero dos dedos
luego tres, hasta que consider� que la abertura era suficiente.
Yo segu�a movi�ndome sobre la polla, cuando not� que se
introduc�a de un solo golpe el enorme poll�n en mi orificio, me sent�a
completamente atravesada por dos fant�sticos palos, Fernando en mi co�ito,
mientras sus manos pellizcaban mis pezones, y el alem�n por el ano, agarrandome
las nalgas y haci�ndome saltar como si fuese de goma.
Los tres empezamos a movernos acompasadamente, el alem�n
lam�a mi espalda y besaba mis orejas y cuello, mientras Fernando, mord�a y
sorb�a mis pezones. Yo gritaba como una posesa, hac�a tiempo que no ten�a un
orgasmo tan esplendido, mis m�sculos vaginales se contrajeron oprimiendo el pene
de Fernando, eso hizo que el roce fuese tan fuerte, que ya no pudo aguantar m�s
y se corri� dentro de m�, su calida leche llen� mi vagina, pero el alem�n segu�a
moviendo mis caderas, y en los botes, la leche sal�a a borbotones mojando
nuestros cuerpos.
De pronto, sent� lo mismo dentro del ano, el alem�n gritando
palabras ininteligibles y movi�ndose como un loco, estaba soltando litros de
leche, que yo sent�a correr por los muslos, ummmmmmmmm quedamos satisfechos, y
yo rebozada en leche.
Fernando se levant� y me bes� en la boca, nos acercamos los
tres al fuego, abrazados, muy�..pero que muy� satisfechos, desde luego�fr�o� no
ten�amos, y yo dudaba mucho que lo fu�semos a tener mientras estuvi�semos en la
caba�a. El alem�n nos miraba agradecido, no se pod�a creer la suerte que hab�a
tenido. Empezaba a creer que esa noche era "Noche Buena" y "Papa Noel"
le hab�a tra�do su regalo.
Este relato, lo fantaseamos juntos un domingo por la ma�ana,
mi amigo y autor de relatos "picante100", (POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO)
y decidimos, escribir dos relatos diferentes, dando cada uno, la versi�n mas
adecuada seg�n su punto de vista. Espero que os haya gustado, me encanta este
chico, y no descarto que volvamos a escribir algo juntos.
Sherezade