Viernes 17:00 Horas

Sergio est� afeit�ndose el pecho mientras Marcos saca brillo
a las botas, yo estoy sacando del armario la ropa que me voy a poner esta noche.
Me llamo Nacho, los tres somos compa�eros de habitaci�n adem�s de buenos amigos
por que compartimos muchas aficiones.

Llevamos m�s de seis meses sin venir a la ciudad por
maniobras y misiones de paz en distintas partes del mundo. Hace mucho que no
tenemos vacaciones y ahora tenemos dos d�as libres antes de regresar al cuartel
que pensamos aprovechar a tope.

- Sergio: He estado conectado a la red para ver que han
abierto nuevo en la ciudad.

- Marcos: Habl� el inform�tico, que vicio con los ordenadores

- Nacho: Calla cabr�n y d�jale en paz, mas te vale que
aprendieses un poco, as� al menos ligar�as un poco mas

- Marcos: A mi no me hace falta esos aparatitos, ya tengo uno
y bien grande para follar cuando quiera y con quien quiera.

- Sergio: Pues ya veo para que te vale, por cierto a ver si
te curas esos callos de las manos que de tanto mene�rtela se te han puesto peor
que si estuvieses arrancando ajos.

Me r�o del comentario de Sergio, a Marcos no le hace tanta
gracia.

- Marcos: Pues bien que te gusta cuando te acaricio el culo,
maric�n

Agarra las nalgas de Sergio con fuerza, �ste en calzoncillos
del empuj�n se clava la cuchilla en el pecho mientras se afeita.

- Sergio: Joder, eres un animal, mira lo que has hecho.

Sergio empieza a sangrar, voy r�pidamente al botiqu�n que
llevo en el macuto pero Marcos se adelanta y empieza a lamerle la herida

- Sergio: Eres un puto vicioso, cada d�a te gustan cosas mas
raras

Ni le escucha pero a base de leng�etazos y de ensalivarle la
herida consigue que la hemorragia pare. Marcos le mira con los labios cubiertos
de sangre, parece un vampiro, no dice nada, con el brazo se limpia la boca y se
mete en la cama. Nos quedamos los tres en silencio.

- Sergio: He visto que hay un local nuevo, "El criminal",
�vamos?

- Nacho: Por mi vale, ya tengo ganas de pasar un buen rato.

Marcos no dice nada, sigue en la cama, se siente como
avergonzado. Sergio sinti�ndose culpable sin serlo se tira a su lado y le
susurra algo a la oreja. No consigo o�rlo pero la reacci�n de Marcos es
instant�nea, se da la vuelta coje a Sergio por los huevos�

- Marcos: Si se que estas deseando probar mi nabo, jajajaja

- Sergio: Eso es lo que tu quisieras, pero esta boquita es
mas exquisita como para meterse cualquier embutido barato.

- Marcos: Ya veremos que te metes en la boca esta noche.

En fin, parece que todo vuelve a la normalidad, vuelven a
picarse mutuamente, todo el d�a est�n as�, como dos ni�os pele�ndose aunque en
el fondo se adoran, y yo a ellos.

- Sergio: Por cierto, no os duch�is

- Nacho: �Por qu�?

- Marcos: Por mi vale, creo que ya se por que lo dice

- Sergio: El bar es de esos donde lo que se lleva es el olor
a macho y la ropa de c�digo.

- Marcos: Lo sab�a, me gusta. Ves, si en el fondo eres un
vicioso

Nunca he ido a un sitio as� pero como les veo tan contentos y
me da igual con tal de pasarlo bien, no pongo ninguna pega. Estoy tan
acostumbrado a tirarme d�as sin duchar en medio del campo que aquello no me va a
suponer ning�n trauma.

Sergio se viste con un pantal�n de faena del ej�rcito y una
camiseta blanca de tirantes. Marcos se pone un vaquero y una camiseta negra de
manga corta y yo a�n no me he decidido, me gustar�a ponerme una camisa Versace
que pega estupendamente con el caqui de los pantalones pero Sergio me lo
proh�be.

- Sergio: Si te ven aparecer con esto no te dejaran pasar.

- Nacho: Joder, pero si es car�sima.

R�pidamente mete la mano en mi caj�n y saca una camiseta de
tirantes negra, eso si, marca Ck. Me la acerc� a la nariz y not� que huele mal.

- Sergio: No te preocupes, hazme caso, p�ntela.

Acabo haci�ndole caso, me pongo un pantal�n militar de
camuflaje, nos impide echarnos ning�n tipo de perfume ni desodorante. Insiste
que a la mas m�nima no nos dejaran pasar. Nunca he ido a un local como este,
siempre me han parecido muy extremistas, adem�s, lo confieso, me dan cierto
miedo.

Viernes 22:00 Horas

Damos una vuelta por la zona, hace fresco ya es octubre
aunque para tres t�os como nosotros acostumbrados a pasar noches enteras de
inviernos durmiendo al aire libre, eso es como estar en pleno mes de agosto en
cualquier playa. Noto que la gente nos mira, debemos dar miedo, Marcos mide 1,90
es corpulento y tiene cara de mala bestia aunque luego es un pedazo de pan.

Sergio sin embargo es de mi estatura, alrededor de 1,75, se
cuida mucho, odia tener un pelo en su cuerpo, esta obsesionado con eso. Es muy
guapo de cara, muy andr�gino y a pesar de todo eso le va todo el rollo este de
la ropa de c�digo, el sado y dem�s historias raras. A todas la ciudades que
hemos ido ha acabado perdi�ndose en antros de este tipo, Marcos le ha acompa�ado
en ocasiones sin embargo yo nunca lo he hecho.

De m� que os dir�a, pues que gusta ir perfecto, la ropa cara,
los complementos a�n mas caros y los t�os con clase, no me considero guapo
aunque todos me dicen que soy terriblemente atractivo, me lo creer�.

Estamos cenando en un restaurante cerca del bar, es un sitio
acogedor, hay la gente justa para no resultar agobiante. En la mesa de al lado
est� cenando un chico solo, es mas o menos de nuestra edad, va bien vestido y es
guapo. Nos mira mucho. Marcos y yo lo tenemos enfrente, sin embargo Sergio le da
la espalda, de vez en cuando se gira para mirarle.

- Marcos: Mira Nacho, el tipo ese no nos quita ojo, para mi
que quiere comer carne de postre.

- Nacho: Siempre tan sutil, a ver si te crees que tu polla es
patrimonio de la humanidad para que todo el mundo quiera conocerla.

- Marcos: Que te digo yo que �ste, esta noche come poll�n de
Marcos con nata.

- Sergio: No tienes remedio, aunque quiz�s tengas raz�n.
Qui�n sabe, lo mismo no le gustan tan grandes.

- Marcos: No hay problema, me conformo con que se coma la
mitad, luego me lo follo y todos contentos.

- Nacho: Chicos, por favor, que estamos comiendo.

Hablando de todo esto y con el t�o que no nos quita ojo se
nos pasa el tiempo. Pedimos un caf� y mientras lo tomamos el camarero se
presenta con unos licores, el misterioso desconocido nos ha invitado por lo
visto. Con un gesto agradecemos su cortes�a. Se levanta y se va.

A la media hora hacemos lo mismo, es hora de entrar en el
local, confieso que voy con reparos, menos mal que el licor me ayudar� a pasar
por la puerta al menos.

En la calle, el amable gent�o se ha convertido en la fauna
mas loca y salvaje que se pueda ver a esas horas, es pleno barrio gay y en esa
calle en concreto se concentran barios bares, entre ellos el famoso "criminal".
Solo el nombre da respeto.

Al entrar hacen una se�al a Marcos, le piden que una vez
dentro se quite los vaqueros, no es ropa adecuada esa noche. Sergio me explica
que en la p�gina Web pon�a que entre semana suelen dejar pasar pero los findes
no.

- Nacho: �Y si ya lo sab�as por que no dijiste nada? � Sergio
se r�e.

- Sergio: Anda pasa y d�jate llevar.

A Marcos no parece importarle lo que le han dicho. Pasa a un
vestuario mientras Sergio y yo le esperamos en lo que parece una especie de
recepci�n. De los vestuarios salen t�os enfundados en pantalones de cuero, con
el torso al aire, con correas, vestidos con ropa militar, lo dicho, da miedo, y
lo digo yo que soy militar de profesi�n pero aquello me supera. Al rato sale
Marcos, aparece con una especie de pantaloncito muy corto de l�tex, solo lleva
puesto eso y las botas. El muy cabr�n ya ven�a preparado, por eso no ha montado
una bronca en la puerta. Ya me parec�a.

Nos tomamos para empezar un chupito de bourbon y despu�s un
cubata cada uno. El camarero lleva unas pintas parecidas a las de Marcos. El
lugar huele a hombre, la pista se va llenado a medida que pasa el tiempo y yo
parece que le voy perdiendo el respeto al sitio, tanto es as� que me quito la
camiseta y me desabrocho un par de botones del pantal�n. Sergio me sigue en la
idea, le cojo la camiseta y le pido la llave de la taquilla del vestuario a
Marcos para guardarlas all�.

En el vestuario me encuentro una peque�a sorpresa, el t�o que
nos miraba tanto en el restaurante se est� quitando la ropa. Me ve y sonr�e.

- Nacho: Parece que nos volvemos a encontrar, me llamo Nacho

- �? : S�, el destino es as�, �has venido solo o te acompa�an
tus amigos?

- Nacho: Estoy con ellos, se han quedado en la barra, solo he
venido a guardar esto

- �? : Es la primera vez que entras en este sitio, se nota.
�No te desnudas? Perdona, no me he presentado, me llamo Rub�n.

- Nacho: �Hay que hacerlo?

- Rub�n: No es imprescindible, aunque depende lo que busques
si es mas c�modo.

Rub�n se queda en calzoncillos y salimos juntos dirigi�ndonos
a la barra donde deje a mis colegas. Sergio no est�, le veo bailando con un tipo
con pinta de duro.

- Nacho: Marcos, este es Rub�n. � se miran los dos, Rub�n con
cara de com�rselo entero.

- Marcos: �t� eres el del restaurante? �

Mientras dice esto se mete el dedo gordo por el short de
l�tex y se lo baja disimuladamente, Rub�n mira de forma descarada. Estoy
estorbando, o eso parece hasta ahora, el t�o nos toca a la vez el paquete a
Marcos y a m�.

- Rub�n: Parece que vuestras armas a�n no est�n a punto.

- Marcos: Si sigues tocando un rato te puedes encontrar una
sorpresa.

- Rub�n: �No me digas? �Me vas a disparar?

- Marcos: A lo mejor si, un buen chorro de leche caliente

- Rub�n: Me gusta aunque no me importar�a si a parte de leche
me lanzaseis otra cosa

Necesito otro chupito para que me haga efecto r�pido o sino
no ser� capaz de disfrutar de esto. Aparece Sergio, le noto el paquete abultado.
Le presento a nuestro "amiguito" y �ste le coje por el cuello y le planta un
morreo en toda regla mientras restriega su paquete junto al de mi amigo, Marcos
se planta por detr�s y le restriega el suyo por la espalda mientras le coje con
las manos por las caderas

- Marcos: Eres una putita y nos estas poniendo muy calientes.
Veo que conoces el sitio, por que no nos llevas a una zona que te guste.

- Sergio: El hijo de puta de la pista me ha puesto caliente
pero tu me has calentado la m�ximo.

Parece que yo no encajo en todo esto sin embargo cuando Rub�n
se pone en marcha agarrado por detr�s por Marcos, Sergio me coje de la mano y me
obliga a acompa�arles. Veo como los dos primeros se meten en una sala y ante de
entrar Sergio me para, me empuja hacia una pared y me besa.

- Sergio: Mira Nacho, se que no estas acostumbrado a esto,
quiero saber si te lo estas pasando bien

- Nacho: Pues claro que si, reconozco que esto me coh�be un
poco pero me he tomado un par de chupitos y un ron y ahora estoy flotando y
dispuesto a probar de todo.

- Sergio: Bien, as� me gusta por que ah� dentro van a ocurrir
cosas que a lo mejor no has hecho ni visto nunca.

- Nacho: No soy un ni�o eh.

Y le echo una sonrisa burlona, ahora soy yo quien le besa,
siempre me han puesto como un burro los besos de Sergio. Y tocar su miembro ya
medio empalmado a�n m�s. El lo sabe aunque no abusa.

Entramos, la sala es una especie de ducha comunitaria, no es
que est� muy limpia aunque prefiero dejar mis habituales man�as fuera. A un lado
de la puerta veo unas perchas. Rub�n est� en una pared y est� siendo
literalmente devorado por Marcos. Le ha quitado el slip y las botas y lo ha
dejado desnudo. El short de mi amigo tambi�n se encuentra a medio bajar. Sergio
se quita los pantalones, lleva unos slips negros, me toca antes de bajarme los
m�os. Los dejamos colgados y nos dirigimos para unirnos a la pareja.

A su lado ya pero sin mezclarnos a�n, me dedico a Sergio, le
estoy besando, le meto la lengua en la boca, me corresponde, sus manos bajan por
mis costados hasta llegar a la cintura, me coje el slip y me lo arranca. Ahora
me lame por el cuello, llega a los pezones, me los muerde con dulzura. Me hace
una mamada, es �nico haci�ndolas.

A mi lado est� Rub�n con el pecho pegado a la pared, Marcos
le est� comiendo el culo, oigo leves gemidos del chaval, le est� gustando, abre
los ojos y ve como Sergio me la est� comiendo, como puede se agacha y le
acompa�a, Marcos se pone a mi lado para que nos la mamen juntos. La mano del
grandull�n se escurre por mi espalda hasta llegar a mi culito, me excita.

- Nacho: �Quieres follarme?

- Marcos: Quien sabe, la noche es larga. �Te la est�n mamando
bien estos cabrones?

- Nacho: Mmmm si, pero nadie como tu.

- Marcos: Jajajaja, ya lo sab�a

Rub�n est� a cuatro patas, Marcos se lo va a follar, antes le
ha obligado a comerle la polla, y en contra de lo que pens�bamos ha conseguido
que se la trague entera. El chico sabe bien lo que va a pasar, se abre bien y
recibe con gusto la embestida con la que Marcos le mete su enorme verga.

Sergio coloca su polla a la altura de la boca de Rub�n y se
la mete hasta el fondo, no hace ni una sola arcada, me coloco detr�s de Sergio
le separo las piernas y le obligo a echarse hacia delante, ya sabe que me lo voy
a tirar. Me recibe dentro con cari�o, como siempre, pero lejos de tratarle como
otras veces se la meto de golpe, la saco y se la vuelvo a meter, con violencia,
jadea, le gusta. A cada embestida m�a su polla se mete en la boca de Rub�n. Al
cabo de poco tiempo, me voy dentro de �l, mi leche caliente se escurre entre sus
piernas y Rub�n la recibe en su boca. Agarro los pezones de mi amigo para
despu�s cogerle la verga y paje�rsela, de esta manera consigo que se corra en la
cara de chaval.

Marcos que ya debe tener reventado el culo de Rub�n, jadea
como el animal que es, o�mos como su pelvis golpea contra las nalgas, cada vez
mas deprisa hasta que en una de ellas se va dentro, el chaval nota como su
estomago se llena de semen, recibe al menos 7 disparos de la verga de Marcos,
los espasmos de �ste son para verlos, Sergio y yo que hemos visto como se corre
en otras ocasiones imaginamos como le estar� poniendo el culo al desconocido, en
el fondo nos morimos de envidia.

Los tres nos vestimos pero vemos que Rub�n no lo hace. Se va
hacia las duchas, se sienta, se tira, nos mira

- Rub�n: �Ya os vais? Pens� que me disparar�ais con algo m�s,
o al menos eso me prometiste t�, grandull�n.

- Marcos: Eres una puta guarra, esta visto, chicos, la puta
quiere ducharse.

No entiendo muy bien que pasa, ya nos hemos vestido, veo a
Marcos que se dirige hacia las duchas, se saca la picha y empieza a mear a Rub�n
encima. Le sigue Sergio y yo que esta noche estoy por probarlo todo, pues
tambi�n. Nuestras tres morcillonas pollonas descargan el l�quido amarillo en
aquel t�o que disfruta como un loco con la ducha de meadas.

Ha entrado alguien, se queda mirando de lejos, se acerca, que
raro se queda de repente como cortado. Rub�n le invita a mearle, le sonr�e, el
desconocido se la saca y empieza a regarle

El joven se retuerce en la ducha, se dir�a que va a tener un
orgasmo, se toca por todas partes, se mete un dedo por el culo y cuando estamos
terminando de mearle, cuando el chorro flojea uno a uno va absorbi�ndonos la
polla, recogiendo la �ltima gota con su boca.

El desconocido tiene buena polla, me apetece com�rsela, me
agacho y se la engancho, entre Rub�n y yo hacemos que se le ponga tiesa. Marcos
y Sergio le quitan la ropa.

De repente, y sin saber muy bien como, me veo tirado junto a
Rub�n en la zona de las duchas donde antes le hemos meado, me estoy revolcando
con �l y moj�ndome con meadas y parte de las corridas. Esto me pone, Rub�n se
restriega encima de m�, me come el cuello, las axilas, me da la vuelta y me come
el culo, lo levanto para que le sea mas f�cil.

Sergio le est� haciendo una mamada al desconocido y a juzgar
por la cara que pone le debe estar gustando mucho, eso o que Marcos le est�
comiendo el culo como solo �l sabe hacerlo. La �ltima vez que me lo comi�
introdujo tanto su lengua que me corr� en dos segundos. Justo en este momento es
Rub�n el que me est� haciendo exactamente lo mismo aunque no con la misma
destreza, a la vez me agarra de los huevos y los aprieta, mi cara apoyada en el
mugriento suelo, puedo oler a pis por todos lados, sentir como se me pega en el
pelo el semen de alguno de nosotros.

El desconocido ha puesto a Sergio a cuatro patas y le est�
follando, yo hago lo mismo con Rub�n, su culo es precioso y despu�s de met�rsela
Marcos con su enorme miembro, el m�o entra f�cilmente. Marcos le mete dedos al
desconocido por el culo, veo como babea de placer, tanto que no aguanta nada y
se corre con los ojos cerrados, su cara es un poema. As� se tira un buen rato,
con la polla metida dentro de Sergio, semen chorreando por su entrepierna y
Marcos recogi�ndolo con su lengua.

Rub�n se mueve como un verdadero profesional, se pajea
mientras me lo estoy follando, se corre en silencio y llena el suelo de semen y
hace algo que no me espero, sale corriendo de la sala, me deja all� sin terminar
mi faena.

Me largo a la ducha, necesito quitarme toda esa mugre de
encima antes de salir a la calle. Se meten conmigo mis compa�eros, les cuento
que el muy cabrito del chaval me ha dejado a medias. Me consuelan y mientras cae
el agua Marcos se pone por detr�s de m� y empieza a besarme en el cuello. Sergio
por delante hace lo mismo en mi pecho.

El desconocido se viste, le invitamos a unirse pero se va.
Los dedos grandes de Marcos hurgan en mi rajita, buscan el ansiado agujero y se
meten poco a poco, la boca de Sergio me succiona la polla, cierro los ojos, a
partir de ahora me dejo llevar pero no quiero ver nada. El agua sigue cayendo
sobre los tres.

Noto la respiraci�n de Marcos por detr�s, me besa las nalgas,
con sus fuertes manos me las separa, acerca su lengua y lame el esf�nter, Sergio
hace lo mismo con los huevos. Mmm, la lengua de Marcos ya ha entrado, empiezo a
ver las estrellas. El gigante es �nico para esto, su boca y su lengua son
prodigiosas, pueden hacer que te corras sin necesidad de mas ayuda. Pero esta
noche quiero mas, le pido algo que nunca antes ha hecho.

- Nacho: Marcos.

- Marcos: Dime.

- Nacho: F�llame.

- Marcos: Ya es hora que me lo pidieras maric�n, con las
ganas que te tengo.

- Nacho: Pues hazme tu puta por una noche.

- Sergio: Yo tambi�n quiero.

- Nacho: A ti ya te ha follado muchas veces.

Me coje con sus fuertes brazos, me agarro a su cuello y cruzo
mis piernas a su espalda. Sergio ayuda coloc�ndole la polla en mi escroto. Me
dejo caer, siento como se mete, �ah!, duele, gimo de dolor pero me dice que est�
tranquilo, yo no soy como el otro, yo soy su amigo, no me har� da�o. Pienso que
aunque no quiera, esa verga hace da�o a cualquiera y mi culo no est� muy
acostumbrado a semejante tama�o. Sergio roc�a con lubricante el tronco de la
polla para que resbale bien, sigue haci�ndome da�o pero poco a poco se va
introduciendo. Las manos de Marcos me cojen de las nalgas y me sube un poco
volvi�ndome a bajar. Esto hace que mi agujero se dilate lo suficiente para no
sentir ese dolor. Y as� ocurre, est� disminuyendo y a la vez empiezo a sentir
gusto por aquello, ahora soy yo quien, como puedo, subo y bajo. Cada vez entra
mas adentro, tanto que cuando la tengo entera la siento en mi estomago.

Al cabo de un rato, Marcos se va dentro, siento como me
inunda, como mis entra�as se llenan de su jugo, como al sacarme su verga la
acompa�a un chorro caliente que se escapa. Sergio ha esperado paciente a que
todo termine, aunque la escena le ha puesto caliente estaba tan preocupado por
mi que no se ha preocupado ni de correrse.

- Sergio: �Qu� tal?

- Nacho: Uf, que te voy a contar que tu no sepas

- Marcos: Ahora si que sois los dos mis putitas, jajajaja.

- Sergio: Lo llevas claro, anda ya so fantasma, jajajaja.

- Nacho: Eso digo yo, el hecho de que te haya probado no
quiere decir que me haya gustado.

-Marcos: Jajajajaja, por eso pon�as esa cara.

Nos vestimos entre risas, vamos al vestuario para que all� lo
pueda hacer Marcos. Abre la taquilla y cae un papel al suelo. Es una tarjeta, es
de Rub�n. Dice:

"Gracias por todo, perdonad mi escapada