Me llam� mi compadre Jos� (38 a�os) para inv�tame a su casa, dijo quer�a hablar conmigo de algo muy serio, pero que fuera solo. Eran las nueve de la noche cuando llegue a su casa, me condujo a la cocina donde estaba su esposa de nombre Ana (36 a�os), con un vestido corto y ajustado, ella es de mediana estatura, delgada y muy blanca, tienen unos senos medianos y trasero peque�o pero bien definido.
Despu�s de los saludos, nos sentamos y con una taza de caf�, mi compadre comenz� a decir.
- Mira compadre, ir� al grano sin darle tantas vueltas al asunto ya que mi esposa y yo ya lo hemos platicado lo suficiente. Quiero pedirte que le hagas el amor a mi esposa, tu sabes que padezco diabetes desde hace seis a�os entre otras enfermedades y durante ese tiempo la relaci�n sexual ha venido disminuyendo, mi mujer necesita sexo y aunque lo hemos intentado de manera oral o con juguetes, no es lo mismo y yo deseo que ella pueda tener sexo con una verga real, por lo que ambos coincidimos que seas t� quien me ayude a satisfacerla, la �nica condici�n es que no sea en la casa por los hijos, as� que si tu nos quieres ayudar, podr�s llevarla a un hotel o a otra parte y hacer con ella sexualmente lo que quieras.
Obviamente es algo que no me esperaba, si bien mi comadre es muy guapa, nunca cre� llegar a encontrarme en una situaci�n semejante, pero era una petici�n nada despreciable, por lo que les dije.
- �Se trata de una broma verdad?, �Est�n seguros de lo que me est�n diciendo?
Entonces intervino mi comadre.
- No compadre, para nada es una broma, es algo muy serio que solamente contigo tenemos la confianza de poder platicar y llevar a cabo, ya que a pesar de que tu compadre se esfuerza por satisfacerme, al principio de su enfermedad no cre�mos afectara y no lo ha hecho del todo, pero tu compadre me ha estado proponiendo desde hace mucho que lo haga con otro hombre con el que yo quiera y he aceptado a probar, pues lo hemos platicado tanto que confiamos no da�ar� nuestro matrimonio y por eso yo le ped� que para algo as� solo lo har�a contigo.
- �Est�s de acuerdo compadre?, me pregunto de nuevo, �nos puedes ayudar?
Aun con las ideas un poco revueltas acepte y al despedirme de ellos, la comadre me beso en la boca, sin ning�n gesto o comentario de mi compadre, acordando que dos d�as despu�s pasar�a por ella a la salida de su trabajo.
Cuando la recog�, vest�a una falda azul arriba de la rodilla, blusa blanca, un abrigo azul y zapatos de tac�n alto, subi� al auto y me beso en la mejilla, se quito el abrigo y dijo.
- Ahora si compadre a donde quieras, la idea de este encuentro me ha tenido caliente desde que lo platicamos y quiero ser toda tuya.
- Vienes muy guapa y elegante, te vez muy sexi, yo tambi�n tengo muchas ganas de ti.
Sobre el camino le pregunte sobre sus experiencia o preferencias al hacer el amor, a lo que ella me comento.
- Pues creo que me gusta de todo, hemos hecho sexo oral, vaginal en diferentes posiciones, pero anal s�lo algunas caricias pero nunca me lo ha penetrado, aunque por pl�ticas con amigas algunas dicen que duele mucho y otras que lo gozan, y me imagino que tu no me lo vas a perdonar, as� que si tu quieres hacerlo por ah�, ser�s el primero, espero seas considerado conmigo, ha te comento que traje una botella de tequila para armarme de valor.
Llegamos al motel, entramos en la habitaci�n, dejo sus cosas y saco de inmediato la botella de tequila, serv� dos vasos, brindamos, nos besamos, terminamos el tequila y nos abrazamos y besamos con todo el deseo que ambos ten�amos de hacer el amor. Mi comadre se dejaba tocar por todas partes, as� que nos fuimos quitando la ropa hasta estar totalmente desnudos, aunque ella para estar a mi altura prefiri� quedarse con las zapatillas puestas.
- �Estas preciosa comadre!, nunca me imagine verte desnuda, la gire y la abrace por detr�s, besaba su cuello, acariciaba con una mano sus senos, la otra en su vagina y poni�ndole mi verga en medio de las nalgas ella comenz� a gemir de placer.
- Como me hac�a falta sentir algo as� compadre, tienes la verga muy dura y caliente, me vas a coger muy rico, traigo muchas ganas de coger, agu�ntate bien para que me la metas por todos lados y me regreses a casa bien satisfecha.
Ella acerco su mano a mi verga y r�pidamente se bajo para darme una rica mamada, era incre�ble mi comadre haciendo eso, lo hac�a de una manera muy golosa, se notaba las ganas que tenia de tener una verga dura para ella.
Solo la deje hacer un poco y la lleve a la cama donde la acost�, le abr� las piernas y me puse sobre ella, la bese en la boca y fui bajando por todo sus cuerpo deteni�ndome en sus pezones, su ombligo y su vagina, la cual estaba super mojada, emanaba jugos muy ricos que me com�a, obviamente sus gemidos fueron cada vez m�s intensos, le alzaba y abr�a las piernas para alcanzar con mi lengua su culito, as� le hice hasta que se vino.
- Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy compadre que rico me la chupas, me la estas comiendo todaaaaaaaaaaaaaaa, ay que rico me lames el culo, nunca me lo hab�an chupado as�, ay que me vengo, ayyyyyyyyyyyyy que rico siento papitooooooooooo, pero ya quiero que me metas tu verga, necesito sentirla adentro de mi, anda no seas malito, ya me vine con tu lengua ahora quiero venirme en tu verga.
Abri� sus piernas lo m�s que pudo y se la deje ir de un empuj�n hasta adentro, se la met� varias veces y Ana gem�a y gritaba de placer.
- Ayyyyyyyyyyyyy que rico, que verga tan rica tienes, la tiene bien dura, as� m�temela duro, siento tus huevos como chocan con mi vagina ay, ay, ay, si, as�, as� me gusta, ll�name toda, has conmigo lo que quieras compadre.
Se la saque y le dije ahora s�bete para que te des unos ricos sentones, se subi� y se la fue metiendo despacio, hasta que la tubo toda adentro y comenz� a moverse.
- Ay que bien se siente compadre, me gusta sentir como me va entrando tu verga, la siento hasta el fondo, me encanta lo que me haces sentir, mhhhhhhhhhhhh, aghhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiii, como me hac�a falta volver a sentir una cogida as�, con una verga bien dura y que llene mi panocha.
Despu�s de varios minutos y que Ana tubo un orgasmo mas, la puse de a perrito, por supuesto que ella se dejaba manejar muy f�cilmente y yo aprovechaba su calentura y su delgadez para manejarla a mi antojo, por lo que al tenerla en cuatro patas en la orilla de la cama, la volv� a penetrar, era un hermoso espect�culo verla en esa posici�n con la vagina y las nalgas abiertas mostrando el ano color rosa, el cual comenc� a acariciar con un dedo mientras mi verga entraba y sal�a de su vagina.
- Qu� bien te ves as� comadre, desnuda, en cuatro patas y con mi verga entrando en tu panochita, la tienes caliente, mojadita y apretadita.
- Ay, ay, ay, compadrito, me calientas con tus palabras, mi marido nunca me hab�a hablado as�, yo tambi�n siento muy rico lo que me haces, me siento distinta, nunca me imagine gozar tanto, pero sab�a que s�lo tu sabr�as atender mis necesidades.
Le saque la verga, la enderece, la abrace, la bese y la lleve enfrente de un tocador donde la hice apoyar sus manos y poni�ndole la verga de nuevo entre las nalgas segu� penetrando su vagina.
- Ay que rico se siente as� compadre, me entra toda, me haces sentir tan llena, me haces disfrutar como nunca lo hab�an hecho, ayyyy que riiiiiiico la siento.
La tome de la barbilla e hice que levantara su cara para que se viera en el espejo.
- �Te gusta lo que ves?
- S�, si me gusta mucho compadre, me gusta verte meti�ndome la verga, es una imagen hermosa, te veo disfrutando conmigo, haces que me sienta diferente y m�s porque tengo permiso de mi marido para estar cogiendo contigo, quiero que seas mi amante de planta compadre, me gusta c�mo me cojes.
Tocaba su espalda, acariciaba sus nalgas, le acariciaba las tetas, le daba peque�os jalones del cabello para que levantara la cabeza y ver su cara de placer y todo sin dejar de meter y sacar mi verga, haciendo cada vez m�s intensa la penetraci�n, con los jugos que sal�an de su vagina moje mis dedos y le acaricie el culo hasta que se lo met�.
- As�, as�, as�, sigue no pares por favor, no me la vayas a sacar, aunque grite, no me lo vayas a sacar compadrito que me voy a venir bien rico, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy me estoy viniendo, me estoy viniendo, ayyyyyyyyyyyyyy, ahhhhhhh, que rico, sigue, sigue, as�, si, si, por favor no pares, por lo que m�s quieras no pares, que me voy a venir otra vez, compadre dame m�s, que ricooooooooo, ayyyyyyyy, ahhhhhhhhhh, que rico, compadrito chulo, que rico compadrito, te amo compadre, te amo, eres mi hombre, mi macho, ay que rico me vine.
Sin sacar mi vega de su vagina, mi dedo continuaba en su culo, entrando y saliendo suavemente, mi intenci�n era que se relajara pues se lo pensaba estrenar.
- Ay compadre, se ve que no me vas a perdonar el culo, desde hace rato siento que me lo tocas muy rico.
- �Me lo vas a dar?, �me quieres entregar el culo?
- Si compadre, estr�namelo, t�malo, hazlo tuyo, pero hazlo despacio, te juro que es la primera vez y no quiero que me duela mucho, adem�s te lo mereces por tantos orgasmos que me has dado.
- Pero antes de estrenar tu culito, quiero que pruebes el sabor de tus orgasmos directamente de mi verga.
Estaba tan exhausta con el doble orgasmo seguido que tuvo que sumisamente se arrodillo frente a m� y comenz� a lamerme la verga y a chuparla.
- Mhhhhhhhhhhhhhh, mhhhhhhhhhhhhhhhh.
- �Te gusta?, ch�pamela toda para que pruebes el sabor de tu vagina.
- Si, sabe muy rico, hab�a probado el sabor de mi vagina cuando me masturbo pero nunca el sabor de mis orgasmos mezclados con el sabor de la verga y es muy rico, me gusta este sabor.

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