Relato: Dos hombres casados



Relato: Dos hombres casados

Huyendo del agobiante calor de Buenos Aires, est�bamos en
Villa Gesell, en la costa, donde pasar�amos las tan ansiadas vacaciones con mi
mujer y mis dos hijos. El mar nos devolvi� la tranquilidad perdida con el
trabajo de todo un a�o. Como de costumbre alquilamos una carpa en el balneario
cerca de nuestra casa. Eso inclu�a el servicio de los vestuarios, entre otras
cosas. Todos los d�as despu�s del d�a de playa us�bamos los ba�os y duchas de
nuestro balneario para no llegar a la casa con la arena de todo un d�a y
quitarnos la sal del mar. Esto era como un rito. Iba con mi hijo que tiene siete
a�os, y despu�s de ba�arlo, secarlo y vestirlo, yo me met�a en la esperada ducha
caliente, mientras �l volv�a contento a sus juegos. Los ba�os eran c�modos
aunque no muy espaciosos. Hab�a dos filas con tres duchas cada una, dispuestas
en ele, un ante ba�o con mingitorios y lavabos. Eran los primeros d�as de las
vacaciones.


Nunca pens� que en esos primeros d�as de mis vacaciones y en
ese lugar, vivir�a una sensual experiencia, muy dif�cil de olvidar. Todo ocurri�
m�s o menos as�:


Un d�a, luego de mi ba�o, despu�s de un caluroso d�a de
playa, estaba terminando de secarme, vi entrar a un hombre con sus dos hijos
(tendr�an 6 y 8 a�os), y pude comprobar que yo no era el �nico padre que segu�a
el ritual de los ba�os. Entre indicaciones, juegos y rega�adas, el hombre se
encarg� de meter al agua a sus hijos, traviesos y movedizos como el m�o.
Mientras, yo observaba la escena divertido. Al tipo le pasaban las mismas cosas
que a m�, como: ca�rsele el jab�n, perder el shampoo, evitar que las toallas
cayeran al piso mojado... en fin. Despu�s de un rato, cuando hubo terminado, los
sec�. Los ni�os se vistieron, y entonces �l, se prepar� para el ba�o. Recuerdo
que nos sonre�mos como c�mplices e hicimos alg�n comentario. A todo esto, yo
hab�a terminado de ponerme la ropa. Al salir alcanc� a ver como el hombre
mandaba a sus hijos con su madre mientras empezaba a quitarse el traje de ba�o.
Pero yo, que acababa de recoger mis cosas y no teniendo evidentemente ya nada
que hacer ah�, sal� del vestuario balbuceando un "hasta ma�ana", qued�ndome con
las ganas, claro, de ver a ese hombre desnudo bajo la ducha.


Pasaron algunos d�as. Y aunque me hab�a olvidado del tema,
pude ver que la carpa del hombre que hab�a visto en el vestuario estaba cerca de
la nuestra. Ten�a una hermosa mujer por esposa y parec�an una feliz familia. Ah�
qued� todo.


Una tarde, al entrar al ba�o como todos los d�as, me
preparaba a ba�ar a mi hijo cuando el hombre entr� con los suyos, casi al mismo
tiempo que nosotros. Cumplimos el ritual diario, los ni�os terminaron de ba�arse
y casi al mismo tiempo quedamos solos en las duchas �l y yo. Despu�s de poner un
poco de orden en las cosas que hab�an quedado tiradas por doquier, nos miramos
sonriendo y comentamos las desventuras de la hora del ba�o. Esa complicidad hizo
que tom�ramos un primer contacto y cre� que algo m�s suced�a entre nosotros.
Pero no estaba seguro que era.


Yo empec� a bajarme el traje de ba�o. Estaba quemado por el
sol y me sorprend� al ver el contraste de mis pelos negros sobre mi pubis
blanco. Me met� ya desnudo, en una ducha y dej� la cortina semiabierta. Vi
entonces como �l se bajaba la malla. Estaba de espaldas. No era muy alto. Ten�a
un cuerpo proporcionado y armonioso. Su trasero (blanqu�simo) era lampi�o,
contrastando con sus piernas llenas de pelos, unos pelos largos y lacios.
Calcul� que tendr�a mi edad (37). Cuando entr� a la ducha, cerr� la cortina tras
de s�. Hab�a pasado poco tiempo cuando sent� su voz:




-Disculpame. Mis hijos se llevaron el jab�n �Te
molestar�a prestarme el tuyo?


Abri� la cortina y sali� encamin�ndose hacia mi ducha.


-No hay ning�n problema, tom� - respond�, y le alcanc� lo
que ped�a.




Cuando se meti� nuevamente en el agua, esta vez no cerr� su
cortina del todo. Nuestras duchas estaban en diagonal y yo pod�a observar todos
sus movimientos disimuladamente. Fue un ba�o largo y placentero. Algo
comentamos, no s� que cosa intrascendente. Lo mir� bien ahora. Supuse que �l no
se daba cuenta. Ten�a el pecho cubierto de pelos, algunos blancos, en medio de
su vello oscuro. Hombros firmes y muy quemados por el sol, y por eso su piel se
ve�a muy enrojecida.


�l se enjabonaba placenteramente, muy despacio. Su miembro,
rodeado de una incre�ble mata de pelos negros colgaba fl�cidamente y se
balanceaba con cada movimiento. Por un momento cre� ver que se agrandaba. � No �
pens� � son ideas m�as. Con esta vista, mi pija comenz� a levantarse. Yo segu�a
mir�ndolo de reojo. Ahora se estaba enjabonando el abdomen. Segu�a bajando,
hasta llegar a su pubis. Enjabon� toda su entrepierna hasta que vi perderse su
pene en la espesa espuma blanca. Masaje� con movimientos circulares toda la zona
y lav� su pija. La frot� como si fuera una masturbaci�n, de arriba abajo,
procurando que el jab�n la cubriera totalmente. Su pija se mov�a, la tomaba
entre las manos, volv�a a colgar. Despu�s pas� a sus test�culos. Los frot�
cuidadosamente. Creo que pude adivinar como sent�a un inmenso placer al
enjabonarse cada vez m�s. Pens�: "Ese es mi jab�n". Locamente divagu� sobre c�mo
pod�a atreverse a usar mi jab�n en sus partes m�s �ntimas. Enseguida todo su
cuerpo estaba enjabonado. Fue cuando sali� de la ducha y vino hasta m�. �
Gracias � me dijo devolvi�ndome el jab�n. Yo estaba con mi pija a medio parar,
pero no hice mucho por ocultarlo. Cuando �l me dio el jab�n, sent� como sus ojos
se posaban brevemente entre mis piernas. - �No hay de qu�! � le respond� -
�Necesit�s shampoo? � Le pregunt�. Regresando a su ducha como si nada, me
contest� que no. Vi como se enjuagaba, apareciendo nuevamente su pija, y s�,
efectivamente not� que estaba un poco m�s gruesa. NO eran ideas m�as. Yo me
enjabon� todo el cuerpo. A duras penas pod�a controlar que mi pija no subiera
m�s. Ten�a pudor y no sab�a muy bien que hacer.


Entre tanto, hab�an entrado a orinar unos tipos, pero en el
sector de las duchas permanec�amos solo �l y yo. Salimos casi al mismo tiempo y
tomamos nuestras toallas. Al secarnos, y sin dejar de observarlo atin� a decir:


-Est�s muy colorado por el sol. �no te arde la piel?


Me mir� un poco asombrado y me contest�:


-Si, me molesta un poco... a veces no me doy cuenta y me
olvido del sol...


-Mir�, tengo una crema post-solar muy buena, dej� que te
ponga un poco en los hombros y te vas a sentir muy bien.


Sacando la crema de mi bolso le dije que se diera vuelta.


-Esper� � me dijo, y fue a cerrar la cortina que separaba los
mingitorios con las duchas � Es que si no cuando entra alguien, se ve todo desde
afuera.


Este comentario me excit� mucho. No pod�a creer lo que estaba
pasando. El se puso de espaldas. Cuando lo toqu� en los hombros con la crema
entre mis dedos, �l se arque� involuntariamente. Le di un poco de crema y le
dije que se la pasara por los brazos.


-Est�s muy rojo � dije � S�, estuve mucho tiempo caminando
bajo el sol.


Coment� no s� que asunto sobre la capa de ozono, y esas
cosas. Hab�amos dejado nuestras toallas en el banco. Yo le puse la crema en la
espalda, recorriendo muy suavemente toda su extensi�n. Mir� su cola. Era
magn�fica: Blanca, sin un vello, suave como la de un beb�. No pod�a resistir m�s
sin tocarla. Pero me contuve. �l se qued� muy quieto. Yo me conten�a para no
parar mi pija. Ah� est�bamos los dos: solos y desnudos en medio de un silencio
c�mplice. Segu� frot�ndolo lenta y suavemente como cosa natural. Hicimos esto un
largo rato. Baj� hasta la cintura pero evit� su trasero. Le segu� poniendo crema
en los muslos. Al estar un poco agachado, ten�a ante mis ojos su redonda cola.
La observ� bien. Sal�an algunos pelos de entre los gl�teos, era todo el atisbo
de vello all�. Toqu� sus piernas, sintiendo su firmeza. Fue entonces cuando me
anim� a frotar los lados interiores del muslo, un poco m�s arriba de la rodilla.
Segu� subiendo lentamente y pas� la mano muy cerca de las bolas que colgaban a
pocos cent�metros. �El abri� sus piernas! Sus bolas quedaron frente a m�,
balance�ndose y colgando pesadamente. Me anim� m�s y pude rozar con el dorso de
mi mano sus pelotas cubiertas de vello oscuro. Mi mano avanz� m�s a�n y sali�
por delante tocando su entrepierna. Este movimiento me atemoriz�, y avergonzado
me detuve. Al incorporarme le dije que se diera vuelta. � No, est� bien as� �
balbuce�. � Vamos � dije � vas a ver que te calma el ardor. Me di cuenta de su
turbaci�n. Al darse vuelta, lo not� tal vez algo molesto, y pude ver casi de
reojo (yo tampoco me animaba a mirarlo directamente) como su miembro estaba
poni�ndose duro.


Al instante, mi pija comenz� a temblar y levantarse
r�pidamente. Ya uno frente al otro, yo segu� untando su pecho con la crema.


-Ac� es m�s dif�cil - le dije - Ten�s muchos pelos.


La crema no se absorb�a a la piel y le dije:


-Si ten�s paciencia, con un poco de masajes circulares la
crema va a disolverse.


Sac� una cantidad del pote y me dijo:


-Creo que necesit�s ayuda - y se aplic� �l mismo la crema en
su vientre. Baj� la vista. Su pija lat�a, y con cada latido sub�a y se
ensanchaba, dej�ndose ver ahora la punta de su rojo glande. �l mir� mi
entrepierna y vio tambi�n como mi pija se hab�a endurecido. Los dos de frente,
casi al palo, solo guardamos silencio. Por un momento nuestros duros miembros se
acercaron tanto que se rozaron levemente. Eso produjo en m� una oleada de placer
que cre� eyacular de inmediato, pero por fortuna no fue as�.


Fue cuando alguien entr� al ba�o. R�pida y disimuladamente
nos cubrimos con las toallas. Un tipo mayor entr� y se preparaba para tomar una
ducha. �Se hab�a roto el encanto!, cuando volv� a mirar a mi amigo, �ste ya
estaba sentado en uno de los bancos y se hab�a puesto su calzoncillo. Yo tragu�
saliva y cont� hasta diez. Terminamos de vestirnos y despidi�ndonos algo
turbados, sali� cada uno por su lado.


Internamente lanc� miles de maldiciones al intruso que hab�a
hecho trizas un momento casi sublime. �Quedar�a todo ah�?


Esa noche, recuerdo que hice el amor con mi esposa. Ella not�
que estaba m�s fogoso y excitado que otras veces. Lo que ella no sospechaba es
que yo ten�a en mi cabeza la imagen del cuerpo desnudo del hombre de los
vestuarios y de su pija dura junto a la m�a.


Al d�a siguiente en la playa, estuve alerta todo el tiempo de
buscar con la vista a mi amigo. Lo vi jugar con sus hijos, charlar con su
esposa. Estaba nublado y no hab�a mucha gente en el balneario. De repente lo vi
metido en el mar. Me di cuenta que �l fij� su vista en m� disimuladamente. Nos
saludamos desde lejos con la mano. Fue cuando decid� yo tambi�n meterme en el
mar. Nadamos hasta despu�s de la rompiente. Est�bamos a unos metros uno del
otro. Me acerqu� a �l sonriendo y le pregunt� casi gritando:


-�Mejor? � le dije observando su cara de asombro - �...de la
quemadura de sol! �


Se qued� un poco perplejo. Finalmente sonri� y me dijo que le
hab�a calmado mucho. Seguimos hablando de pavadas, mientras nos encamin�bamos a
la orilla. Despu�s cada uno sigui� por su lado. A esa altura yo ya estaba
terriblemente atra�do por toda su persona. Y sent�a m�s irresistible la
atracci�n por el hecho de que los dos estuvi�ramos casados. Yo sab�a
perfectamente, lo intu�a, que �l sent�a por mi una atracci�n similar. Su
erecci�n junto a la m�a lo aseveraba. Pero, al pasar por mi carpa y ver a mi
familia, sacud� la cabeza y me dije "Bueno, basta. Me voy a dejar de tonter�as.
Esto no tiene sentido..."


Segu� pensativo un rato largo y enseguida pens� en darme una
ducha fr�a. Era lo que necesitaba. Entr� al ba�o del balneario, donde el d�a
anterior hab�a ocurrido esa escena incre�ble, y me met� en una de las duchas.


De pronto sent� que alguien entraba. �Era �l!. Empec� a tener
palpitaciones y me temblaban las manos. Me puse muy nervioso. Escuch�
atentamente todos sus movimientos. Estaba en uno de los mingitorios. Rogu�
fervorosamente porque entrara a las duchas. En eso estaba cuando sent� su voz.




-�Que buena estaba el agua! �No?


Yo solo atin� a sonre�rle, terriblemente nervioso. Estaba
bajo la ducha con mi ba�ador puesto.


-Estoy lleno de arena. Mi traje de ba�o se llen� de
piedritas.




Y al decir esto se quit� el short. Se meti� enseguida en la
ducha que estaba en diagonal a la m�a pero contigua. Con ese comentario me hab�a
dado la excusa perfecta para desnudarme. Creo que le dije que yo tambi�n ten�a
piedritas en la malla. Puse la malla bajo el agua y comenc� a lavarla, �l hizo
lo mismo. De vez en cuando me miraba de costado, ocultando su pene.


Bajo el agua, lo ten�a de espaldas. Mi pija comenz� a
endurecerse. Devor� con mis ojos todo su cuerpo. De pronto �l se dio la vuelta
y... �vi su erecci�n tremenda!. La pija, ya dura y gruesa, se alzaba enorme
arque�ndosele hacia su ombligo. Emerg�a de una selva de pelos negros que se
ensortijaban a los costados de su entrepierna. Yo sent�a que explotaba. Entonces
nos miramos abiertamente, cada uno acariciando su cuerpo bajo el agua que corr�a
sin poder enfriar nuestra subida temperatura. Nuestros ojos se encontraron
varias veces y sostenidamente. En silencio salimos del agua, con los ba�adores
en la mano. Yo no hab�a llevado mi toalla. �l, envuelto en la suya, me dijo:


-Ven�, te presto mi toalla.


Me acerqu� a �l, casi temblando y me recibi� pas�ndome la
toalla por mis hombros. Empezamos a secarnos. Nuestras pijas, dur�simas se
rozaban cada vez con m�s frecuencia e intensidad. Lo m�s excitante es que
segu�amos el juego como si todo fuera muy normal; �y era una experiencia
incre�ble!. Nuestras respiraciones empezaron a entrecortarse, entonces �l alarg�
su mano y comenz� a secarme por el pecho. "Que peludo sos" dijo con voz muy
baja. Separ� mis pelos con la toalla una y otra vez. Sec� cuidadosamente mis
pezones. Yo le pas� mi brazo por la cintura y con mi mano sequ� su espalda. Con
la otra sequ� su cabeza y me deslic� por su mejilla. Nuestros cuerpos, muy
juntos, sintieron el calor que la ducha hab�a dejado. Nos miramos las pijas, las
acercamos y los pelos se mezclaron en un mismo envi�n.


Abraz�ndonos, por primera vez, nuestros ojos se miraron. Me
tom� la cara con sus manos calientes. La toalla cay� al piso. Cada vez m�s
cerca, pod�a sentir su aliento, su olor a hombre, su vello roz�ndose con el m�o.
Al fin nos besamos. Sent� su lengua primero t�mida, luego avasallante. Empezamos
a movernos cada vez m�s, frot�ndonos intensamente. Perdimos la noci�n del
tiempo. Tambi�n del lugar. Cada movimiento, cada roce, nos hac�a gemir de
placer. Aceleramos la marcha. Nuestras pijas, una contra la otra se masturbaban
mutuamente; y cuando ya no pudimos m�s, bajo un orgasmo largo y espasm�dico,
terminamos derram�ndonos el uno sobre el otro, con chorros de semen contenido
durante tanto tiempo. Cuando nos separamos, est�bamos agitad�simos, at�nitos y
sorprendidos de lo que acab�bamos de hacer. Nos quedamos mir�ndonos un buen
rato, con una expresi�n profunda y bella en los ojos que no creo pueda olvidar.
Hab�a sido una atracci�n irresistible, y ambos ten�amos la misma sensaci�n de
haber obrado casi inconscientemente.


Pronto nos dimos cuenta de donde est�bamos, los sonidos de
gente gritando en la playa nos volvieron r�pidamente a la realidad y nos
sonre�mos nuevamente.


D�as m�s tarde nos volvimos a ver varias veces. Hasta tuvimos
un raro, exquisito y secreto enamoramiento mutuo. El verano pas� y nos guardamos
esa vivencia muy dentro nuestro cuando nos despedimos sin se�as, sin palabras,
entre miradas lejanas, ambos rodeados de nuestras familias.




Franco



POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO




Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .



Número de votos: 1
Media de votos: 10.00


Relato: Dos hombres casados
Leida: 22251veces
Tiempo de lectura: 10minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados





























relatos er�ticos de gay en asilo de abuelos webcam porno baratasporno de primos geys primita se deja tocar su vagina x su primo relato realporno viejas viciosasrelatos mi suegra se sentia solaRelatos eroticos gays Mi primera penetracion vestido de mujer unos hilos y beibidorme cage en mis pantaletas xxx cuentoshombres cojiendo con perras zoofiliaRelatos porno descubri a mi hija bdlol.ruRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos eroticos bdlol.ru incesto en familiahistoria erotica de ninas de 9 gratis/relato5832_Confianza-con-mi-abuela.htmlzona pono gayRelatos porno abuela y mamá lesbiana Relato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatomi vecinita de 10 relatosintitle:cura OR inocencia OR ingenua OR tontita OR retrasada OR padre site:sex.pcompas.ruRelatos eroticos mi hermanitoMi amiga y su hija culiadola relatoel macho de mi madre relatohistorias erotica entre madre eh hijaLos mejores relatos eroticosPorno relato como pedi mi virginidad con un hombre maduro q me follo duro y ricoinsesto en relato brutalmenterelatos "tratame como a una puta" filialXXX Relatos de menor de edad chiquitas de primaria de 5 añitosrelatos sexuales anal a suegra por chantajeporno con incestorelatos hijo relatos xxxrelatos mi suegro abusa de mirelatos viejo profesor folla el culo de sus alumnasrelatos eroticos consentidos otro hombre me cogio mejor qe mi niviorelatos xxx por vestir como puta me violo un negroHistorias de amor filialrelatos eroticos con mi madrastraRelatos eroticos tirando con las alumnasRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gaysfollar con vecinarelato incesto despacio papi me duelerelatos eroticos hijastrarelatos eróticos anal por primera vezrelatos eroticos de gays afeminadosnina de8 ya folla con papito pornorelatos eroticos amor filial mi nena nalgonarelatos eroticas de primariaRelato erotico mi vigilanteRelatos porno amor filial alquilando a mi hija 11 bdlol.rurelato erotico mi hija y su profesorRelatos de insesto gayslos caballeros del zodiaco xxxhistorias eroticas sobre sobrinasrelato erotico mi perro medes virgo a mis 11 arelatos culeo con una yeguaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos insesto calienteRelatos eroticos de incestomi tia dormida relatosRelatos porno abuela abuelasrelatos gay un dia llego mi papa y mi tio borrachos a la casa y me penetraronrelatos porno gay lecheRelato de porno de vírgenes folladas por sus familiaresme deje cojer por el compadrerelatosRelatos er�ticos por nena short licrarelatos porno de amor filial anal nenas vecinasxxx Cu 0Š9adami hijita de 9 añitos relatorelatos eroticos bdlol.ru todo en familiarelatos porno fontanero liguerosrelatos eroticos bdlol.ru padresmujeres maduras muy guarrasrelatos eroticos madresrelatos eroticos cuidando a mi herrelatos erotico incestorelatos incesto en familia con hermanita de 8todo relato espiando ami tíarelatos eroticos mi madre me espia/relato47299_EL-DESPERTAR-DEL-PLACER-CON-MI-PEQUE%C3%91A-HIJA-4.htmlrelato porno mi hija anita para dos parte 11relatos de anal doloroso xxxrelatos suegrasrelato sexo gay/relato7719_Una-amiguita.htmlIncesto con la abuela relatadosrelato erotico las nenas pobresrelato de mi hermanas y yo cojiendo en el bano de mi casaculito rico virgen relato gayRelatos xxx gay camioneros jugando con mi hija relatos pornoRelatos erótico violado por mi mujer y su amigorelatos me asusto lo grande que lo tiene mi yernoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoesposa relatos arrimonrelatos eroticos descuidada por su maridoRelatos porno amor filial mi amigo mis sobrinas y yo bdlol.ruhistorias porno gratisrerato erotico nenitarelatos pornos en la fiesta con mi mama