Relato: Un enano me volvi� loca de placer Me llamo Elvira y voy a decirles que desde que era una muchachita adolescente me han gustado much�simo los hombres chaparros, muy chaparros. Yo soy de Caborca, Sonora, tengo 31 a�os, mido 1.83 m, soy nalgona, piernuda y mis senos son de tama�o normal, ni peque�os ni grandes que llegan a la exageraci�n y lo antiest�tico. Las mujeres del norte por lo general gustamos mucho de lucir las piernas adem�s de que ac� hace mucho calor en verano, as� es que diario me visto con minifalda a medio muslo, sandalias de tac�n alto de aguja de 10 cm y ando sin medias, as� luzco mis piernas y ando bien ventilada. Como les dije al principio me gustan los hombres chaparros y de hecho todos mis novios han sido m�s bajos que yo, el m�s alto med�a 1.65 m y el m�s bajo med�a 1.45 m. En una ocasi�n me escribi� a mi correo una amiga dici�ndome que hab�a un tipo muy chaparrito que quer�a conocerme, �l hab�a visto unas fotos m�as que mi amiga le hab�a mostrado y hab�a quedado encantado conmigo, ten�a muchos deseos de conocerme en persona. Yo le contest� que estaba de acuerdo en conocer a ese hombre chaparrito y acordamos un d�a, una hora y un lugar para conocernos. Nos encontramos en el departamento de mi amiga, ella estaba conmigo cuando son� el timbre, se par� a abrir y escuch� una voz masculina muy ronca, enseguida entr� mi amiga y detr�s suyo vi a un hombrecito muy peque�o que se par� justo atr�s de ella sujet�ndola por las piernas; mi amiga me dijo "�ste es Ramiro y est� ansioso por conocerte" y dicho esto abri� las piernas y Ramiro se le pas� por en medio y por debajo de la falda mirando hacia arriba y bes�ndole las piernas. Despu�s se par� frente a mi y me sonri�, me pregunt� �como te llamas, que edad tienes y cuanto mides? yo le contest�: Elvira, 31 a�os, 1.83 m, �l me dijo: yo me llamo Ramiro, tengo 66 a�os y mido 88 cm. Not� como me recorr�a de arriba a abajo con la mirada y luego me puso las manos en las piernas, sent� sus manecitas arrugadas y �speras desliz�ndose por mi piel y me gust� sentir su calor, entonces Ramiro me pidi� que abriera las piernas, yo obedec� y el se coloc� justo entre mis piernas y debajo de mi falda (en eso mi amiga se despidi� dej�ndonos solos), sent�a como las manos de Ramiro acariciaban mis piernas en toda su longitud primero por delante y luego por atr�s, cuando las sub�a hasta arriba las sent�a frotar mi concha y sobar mis nalgas, adem�s sent�a su boca bes�ndome los muslos y las piernas por atr�s, despu�s se sali� de debajo de mi falda y se subi� a la mesa sent�ndose en ella, me pidi� pusiera mis nalgas en su verga pues me dijo quer�a recargarla en mi culo, obedec� y me sent� en su �rgano, sent�a como se apretaba entre mis nalgas y como sus manos apretaban mis senos con fuerza amas�ndolos y apachurr�ndolos. Ramiro me pregunt� que me parec�a que un hombre que era un metro m�s bajo que yo sintiera ganas de meterme la verga en mi pepa. Yo le contest� que estaba asombrada porque aunque me gustaban mucho los hombres chaparros jam�s me hab�a cogido un enano, pues no era lo mismo estar chaparro que estar enano. En ese momento me pidi� me levantara de su verga y se baj� de la mesa, se volvi� a colocar entre mis piernas y debajo de mi falda, me baj� la pantaleta y me lami� mi concha jalando y chupando mi cl�toris haci�ndome gemir de placer, despu�s me tom� de la mano y me llev� a la rec�mara, me pidi� me tendiera boca arriba y abriera las piernas, pens� que iba a desnudarme y a desnudarse �l pero no, a mi como ya me hab�a quitado la pantaleta, s�lo me levant� mi minifalda hasta arriba, me dej� puestas mis sandalias de tac�n alto y �l se sac� los pantalones junto con los calzones dejando al descubierto su verga. Pude apreci�rsela bien, la ten�a muy grande y muy gruesa, pero me llam� la atenci�n que el tronco era muy obscuro y lo ten�a como cuarteado y la cabeza era muy roja, puntiaguda y estaba llena de granos como si tuviera viruela en la verga. Lo vi como se acomodaba entre mis piernas y sent� como la cabeza de su verga hac�a contacto con la entrada de mi concha, los granos que ten�a en la cabeza de su verga me hac�an unas cosquillitas deliciosas. Ramiro alz� la cabeza y me mir�, me pregunt� �est�s lista? yo asent� con la cabeza y �l de un solo golpe me enterr� media verga haci�ndome gritar, despu�s que mi grito se ahog� volvi� a embestirme y me enterr� el resto, sent� como su �rgano duro se hab�a metido totalmente en mi concha y lo sent�a moverse fren�ticamente hacia adelante y hacia atr�s, cada vez que se retra�a con gran fuerza e �mpetu me embest�a salvajemente con todas sus fuerzas haci�ndome gritar; al principio mis gritos eran de dolor pues esa verga era enorme y estaba dura como piedra, pero despu�s mis gritos sal�an por el inmenso placer que ese enano me estaba produciendo. Ramiro me dijo, "acost�mbrate a sentir toda mi verga parada enterrada hasta lo m�s profundo de tu pepa, porque de ahora en adelante te voy a estar cogiendo" y continu� dici�ndome "a partir de ahora cada vez que yo quiera te voy a abrir las piernas para enterrarte en tu pepa toda mi verga bien parada y arrojar dentro de tu agujero toda mi esencia de macho" y agreg� "te va a encantar sentir como salen de mi verga parada los chorros de mocos blancos, espesos y calientes y como te inundan tu pepa". Dicho todo esto se frot� otro rato m�s dentro de mi concha hasta que repente lo sent� ponerse r�gido y uno tras otro chorros de semen espeso, viscoso y caliente sal�an disparados de su �rgano inundando mi concha. Cuando termin� de venirse se incorpor� y me ayud� a levantar, me pidi� me parara con las piernas abiertas y vi el charco de semen que hab�a quedado en la colcha, pero adem�s vi y sent� como dos hilillos de ese l�quido viscoso escurr�an por mis piernas hasta llegar a la planta de mis pies ensuciando mis sandalias de tac�n alto, adem�s not� como mi falda por la parte de atr�s estaba toda batida e impregnada de semen. Ramiro me llev� al ba�o, nos metimos al cubo de la regadera y antes de que me desnudara para ba�arme �l se orin� en mis piernas, en mi bajo vientre y en mis nalgas, despu�s nos ba�amos.
Yo no se porqu� goc� tanto con esa experiencia, ser� que me cogi� un enano viejo, morboso, sucio y depravado, ser� que la novedad de algo desconocido me emocion� mucho, no lo se, lo cierto es que desde que me cogi� Ramiro y soy su amante mi gusto y afici�n por los hombres chaparros cambi�, ahora lo que me fascina son los hombres enanos y entre m�s enanos mejor, que se puedan pasar por entre mis piernas y por debajo de mi falda sin agacharse. Ramiro de hecho cuando se pasa por entre mis piernas y a pesar de que mis faldas siempre me dan a medio muslo, toca con su cabeza el dobladillo de mi falda y �l mide 88 cm, as� es que hombres que midan menos que eso ser�n bienvenidos a meterse entre mis piernas.
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Relato: Un enano me volvi� loca de placer
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