PAULINA RUBIO, EL VOLC�N MEXICANO
Su concierto hab�a terminado hac�a media hora entre gritos y
aplausos de todo el recinto enfervorizado(m�s de 50.000 personas), y fui a su
camerino para darle unas rosas que le hab�an enviado a su nombre. Como miembro
del equipo que era, sab�an que d�ndomelas a m� llegar�an a ella. Llegu� a la
puerta y en una imprudencia, abr� sin llamar.
-Hola, yo quisiera�
Me qued� mudo de la impresi�n. All�, echada en el sof�,
desnuda y bien abiertas de piernas, la gran Paulina Rubio se estaba masturbando.
Intent� vocalizar algo, pero lo cierto es que me qued� como un pasmarote en el
umbral, mir�ndola. Ella tambi�n qued� muda, inm�vil, como si fu�semos estatuas
de sal. Inmediatamente se levant� al ver que iba a irme y cerrando la puerta me
empuj� contra ella. Se salv� por los pelos: a los pocos segundos de cerrar la
puerta alguien llam�.
-�Qui�n es-pregunt� ella-?.
-Pau, cari�o-dijo la voz del otro lado, que era su manager-,
tenemos que ir a la firma de aut�grafos, y luego un par de compromisos m�s.
-Ya voy-respondi�-. Dame unos minutos para que me arregle,
�ok?.
-Ok linda, pero no tardes.
Los dos escuchamos con mucha atenci�n, y suspiramos cuando
quedamos solos. Quise irme pero no me dej�. Volv� a intentarlo, pero me
bloqueaba la salida.
-�Se puede saber porqu� no dejas que me vaya?.
-�T� no te vas sin acabar lo que has interrumpido!.
Me lanz� contra el sof� y se me ech� encima como una tigresa,
aplastando sus tetas contra mi cara. Casi no pod�a respirar.
-As�iiii�c�mete mis tetas�vamos dev�rame�quiero que me
devores�
Luchaba por sacar la cabeza para coger aire, mientras ella se
re�a, como si aquello le gustase. Cuando pude coger algo de aire, ella me mir�
casi furiosa.
-T� y yo vamos a acabar lo que dejaste a medias�ahora c�meme
las tetas�quiero que me las comas-dijo furiosa rechinando entre
dientes-���AHORA!!�
-�Pero que dices?.
-�Qu� pasa?, �eres tonto?...no te hagas el pendejo y c�meme
las tetas�
Si ella quer�a guerra, iba a tener guerra. Comenc� a comerle
las tetas empezando por su canalillo. El sabor de su piel era muy dulce, su olor
muy excitante y el contacto con su cuerpo motivo para incitar al pecado, as� que
me lanc� a pecar como un condenado. Cog� sus pezones en mis manos y me fascin�
su tacto: rugoso, peque�o y endurecido. Lo prob� con mi boca y mi lengua,
sabore�ndolo largo rato, dejando que su cuerpo recibiera todas mis caricias. No
hubo rinc�n de su cuerpo que no acariciase y besase. Todas sus curvas me
excitaban y sorprend�an gratamente, mis sentidos se enardec�an a cada segundo
que pasaba, mi cuerpo ansiaba tomarla. Sus manos iban locas por mi cuerpo. Sub�
mis labios y le di buenos chupetones en el cuello para luego probar su boca. Sus
labios eran tiernos y c�lidos, su boca fresca, juguetona. Nos besamos largo
rato, con un profundo y salvaje beso de tornillo que nos eriz� hasta los
pelillos de la nuca. La puse debajo de m� y dej� que me desnudara. Cuando por
fin estuvimos piel contra piel, me ech� sobre ella y la devor� a besos,
meti�ndole mano entre sus piernas, notando como empezaba a humedecerse con sus
propios jugos.
-Aaaaaaahh aaaaaaahh aaahh aaaaaaaaahh aaaaaahh aaaahh aahh
aaahh�t�came, t�came m�s�no pares�aaaaaayy que rico�rico papi rico�
-Menuda guarrilla est�s hecha�mi madre que cuerpazo�menudo
polvo te voy a echar�
No resist� m�s, as� que separ� sus piernas, baj� y empec� a
comerle el co�o. A la primera lametada nos estremecimos de gusto. Su co�o sab�a
a algod�n de az�car. Pas� mi lengua por toda su entrepierna, mordisqueaba su
cl�toris, hund�a mi cara en ella y poco a poco met� mi lengua y abr� su vulva.
Su olor inund� mis fosas nasales. Paulina era un volc�n sexual en plena
erupci�n. Puso sus manos en mi cabeza y con ellas me indicaba donde presionar y
lamer. Mi erecci�n era tan fuerte que me empezaba a doler, lo mismo que mis
huevos. Me ard�an de la calentura que llevaba encima. Sus manos buscaron con
desesperaci�n las m�as y al encontrarlas las llev� a sus tetas. Que obsesi�n
ten�a con sus tetas. Las amas� lujurioso mientras hac�a incursiones en su sexo
con mi lengua y mis labios. Jadeaba descontrolada, su cuerpo se retorc�a y el
m�o ya estaba a tono. Par� de comerme ese cielo de co�o para ponerme de rodillas
junto a su cara.
-Vamos�ch�pamelo todo�hazme una buena mamada con esos labios
de chupapollas que tienes�
Me lo acarici� con sus c�lidas manos y se lo meti� todo, de
una sola vez. Enrosc� su lengua a mi miembro y mam� como una loca. Me paje� con
su mano, me chup� con fuerza, su cabeza iba en todas direcciones. Me estaba
quitando la vida a base de mamada.
-Ooooooohhh ooooooooooohh oooooooooohh ooooooooooooohh
ooooooohh ooooooooooohhh oooooooohhh�me vas a matar�no sigas�.por dios que me
matas�paraaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaah aaaaah aaaahh aaaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrgh�
Gem� apretando los dientes de lo fuerte que me chupaba, y
cuando por fin me solt� jade� varias veces para recuperar el aliento. Al estar
bien la cog� de las nalgas con fuerza, me puse en posici�n y sin dar tiempo la
penetr�. Ella se dej� hacer mientras la bombeaba. Me estaba abrasando en sus
entra�as.
-Aaaaaahh aaaaaaaaaahh aaaaaaaaaaahh aaaaaaaaaaahh
aaaaaahh�vamos, f�llame, f�llameeeeeeeeeee�dale dale���s�iiiiiiii!!...dame papi
dame m�aaaaaass�
Respond� con un vigor renovado, haciendo como peque�as pauses
entre metida y metida, y golpeando tan fuerte como pudiera. Aquella maniobra la
cogi� de improviso y le encant�, a tenor de sus sonoros jadeos y sus u�as en mi
espalda. Sus piernas pasaron por mis caderas, se cruzaron para que la penetrara
m�s profundamente y bien acomodados segu� d�ndole guerra hasta que gozamos
juntos y nos cogimos las manos, apretando lo m�s fuerte posible. Empa�ados en
sudor quedamos all�, echados en el sof�.
-Bufff buffff-resoplaba ella-�aay papi que ardor�uuufff dame
aire que me falta�jajajaajaja que cogida�esto es gloria�
Viendo que ya estaba libre de sus garras, me levant� para
irme y al coger el pomo escuch� el sonido de un cachete. Al girarme, Paulina
estaba a cuatro patas, d�ndose cachetes en el culo y relami�ndose mientras me
miraba. Se abri� las nalgas y luego se dio un par de cachetes m�s. Nunca hab�a
o�do unos cachetes que sonasen tan bien, ni unas nalgas como las suyas. Vi su
intenci�n y no me qued� con las ganas. Ni siquiera hubo preliminares: volv�,
mont� sobre ella, forcejeamos un poco y se lo enterr� todo en aquel culito
precioso. Emiti� un largo gemido mientras sent�a mi pene en su ano. Asi�ndome de
sus tetas la culeaba sin prisa pero sin pausa, disfrutando cada movimiento, cada
sonido de sus nalgas en mis caderas. ��Aquello era mejor que su co�o, que
perfecci�n de culo!!. Paulina era la reina del culo, su mundo era aquel culo, su
contoneo me volv�a loco.
-Aaaaaaaaaagghhh aaaaaaaaaagggh aaaaaaaaggh aaaaaaaagggh�me
duele, me duele�que ardor�me lo est�s destrozando�me encanta�dame por culo�dame
m�aaaaaaaaaaaaaaasss�siento tu verga rozando las paredes de mi ano�aaaaaaaaaggh
aaaaaaagghh que fuerzaaaaaaaaaaa�mmmmmmmmmm�
Empec� a hacer juegos de contoneos: ora bombeaba a toda
velocidad, ora iba con lentitud, disfrutando de cada movimiento. Desplac� una
mano para masturbarla un poco y acelerar su excitaci�n. Estaba chorreante, sus
jugos brillantes resbalaban por sus piernas. Me curv� sobre ella para volver a
darle chupetones en el cuello y met� un dedo en su boca. La ten�a bajo mi
control. Mir� hacia abajo y la visi�n de mi miembro dentro de aquel culito fue
incre�ble. No parec�a posible que pudiera entrarle todo, pero la realidad era
muy diferente. Mi verga entraba del todo, su culo recib�a mis empujes con
grandes jadeos y gemidos varios. Percib� que estaba pr�ximo a correrme y comenc�
a tocarla por todas partes.
-Mmmmmmm mmmmmmm mmmmmmm�que culito�es el para�so�eres la
reina del culo�venga, menea esas caderas, que entre todo�aaaaaaaahh aaaaaaahh
aaaaaaahh aaaaaaaahh�
-S� papi�m�telo�m�teloooooooooooooooooo aaaah aaaaah aaaahh�
La cog� muy fuerte de las tetas, casi
ara��ndolas, con sus pezones entre los dedos �ndice y
coraz�n, y as� se las apretaba a ratos. Paulina se
agit� como una serpiente furiosa as� que la aferr�
bien, apret� mi ritmo y se lo met� todo hasta que
acabamos gritando de placer cuando goc� y llen� su
culito de leche. Quedamos ba�ados en sudor m�s que
antes, derrumbados sobre el sof�.
-Ay que cogida m�s buena�eres un encanto-dijo bes�ndome
luego-�
-T� s� que eres un encanto�.mejor dicho, una diosa. Ya puedes
darle placer a ese cuerpo cada d�a. Eres insaciable.
Cogi� mi pene entre sus gr�ciles dedos y lo masaje� un buen
rato. Cuando estuvo algo duro, me lo estuvo mamando un buen rato como recompensa
hasta dejarlo como los chorros del oro. Despu�s hice lo mismo bebi�ndome todos
los jugos que hab�a entre sus muslos. Poco despu�s se visti�, nos dimos un beso
de despedida y me dijo que saliera unos minutos despu�s de ella para no levantar
sospechas.
-Por cierto-a�adi� divertida-, la pr�xima vez haz lo que
hacen todos.
-�El qu�?.
-Llama antes de entrar�