La historia que les voy a relatar nunca se la he contado a
nadie. No es una historia de las que se vayan contando normalmente a la gente.
Me llamo Sonia, soy una chica de Madrid, tengo 18 a�os aunque lo que les voy a
contar sucedi� cuando yo solo ten�a 16, soy rubia te�ida de pelo largo y liso,
mido 1,67 y peso 50 kilos, mis medidas son 100-60-90, por lo que estoy bastante
buena, delgadita y con unas buenas tetas. Tengo cuatro piercing: uno en la
lengua, otro en mi pezon derecho, otro en mi ombligo y el �ltimo es un arito en
mi clitoris. Tambi�n tengo dos tatuajes: uno es una especie de alambrada de
espino en mi brazo izquierdo (muy parecido al que lleva Pamela Anderson) y el
otro es un tribal en la parte baja de mi espalda. Llevo la rajita totalmente
depilada. En cuanto veo que me estan creciendo los primeros pelitos me paso la
maquinilla y lo dejo limpio.
Me encanta llevarlo asi y poder sentir lo suave que queda. Me
gusta ponerme minifaldas (con o sin medias de red), pantalones blancos y
ajustados de los que transparentan, tops cortitos ense�ando los tirantes del
sujetador...Me encanta comprarme ropa interior peque�a y transparente, de manera
que muchas veces se me transparentan los pezones (con mi piercing) a traves de
mis camisetas o bien se me puede ver el tanga asomando por encima del pantalon.
En fin, que soy un poco guarrilla a la hora de vestir, pero ya que puedo
presumir de cuerpo, �no?.
Me sucedi� un dia de verano, mientras volvia de noche a mi
casa. Habia salido a tomarme unas copas con mis amigas, se nos hizo un poco
tarde y regresaba a toda prisa por mi calle, cuando a escasas dos manzanas de mi
piso, alguien salio de detr�s de un coche y me empuj� hacia un callej�n. Sin
poder reaccionar me coloc� un esparadrapo ancho en la boca para que no gritara y
me ato las manos con una cuerda. Tirando de mi por la cuerda que ataba mis
mu�ecas, me introdujo en un portal del callej�n y me subi� a un piso en la
primera planta. Una vez que llegamos a una habitaci�n vacia me arrojo al suelo.
Yo trate de levantarme y salir de all� corriendo pero el hombre, que iba vestido
con gabardina y pasamonta�a negros me agarro y zarandeo para que lo escuchara:
-Escucha bien lo que voy a decirte peque�a zorra. Si quieres
salir viva de aqu�, tendras que hacer todo lo que yo te ordene. Obedeceme y
ma�ana por la ma�ana podr�s irte a tu casa, no me obedezcas y...�te a quedado
claro?
Yo estaba aterrorizada y movi la cabeza afirmativamente,
pensando en mi casa y en mi familia, que se encontraban a solo dos manzanas de
all�. El hombre era de constituci�n fuerte, por lo que m�s val�a hacerle caso.
-Esta noche unos amigos y yo vamos a disfrutar de tu cuerpo.
Intenta portarte bien y todo pasara r�pido. Si nos pones las cosas dif�ciles, te
haremos mucho da�o y puede que no salgas de aqu� �entendido?.
Volv� a responder afirmativamente, mientras iba tomando
consciencia de mi situaci�n y las lagrimas no dejaban de correrme por las
mejillas. �Qu� se propon�a este hombre?�De que amigos hablaba? El hombre se
incorporo y sali� de la habitaci�n, dejandome tirada en el frio suelo. Casi al
instante volvi� a aparecer con una camara de v�deo y un tr�pode, que coloco en
una esquina de la habitaci�n. Despues de ponerla a grabar se acerco a mi, me
arranc� el top y la minifalda blancos que llevaba y me dejo en ropa interior.
En ese momento aparecieron por la puerta tres hombres negros
totalmente desnudos y con sus pollas tiesas. �Madre m�a, vaya pollones que
ten�an! Todas deb�an de medir entre 30 y 40 cm de largo y eran muy gruesas. En
ese momento me quer�a morir, �esos cabrones me iban a destrozar!. El
secuestrador se dirigi� a mi: "Ahora, peque�a puta, vas a dejarte hacer lo que
ellos quieran".
El primero de los negros se aproxim�, yo intente levantarme
del suelo pero con las manos atadas me resultaba muy dif�cil. Me agarro por los
tobillos y me separo brutalmente las piernas, abriendomelas hasta no poder m�s.
Otro de los negros se aproxim� tambien y mientras el primero me mantan�a
abiertas las piernas, me arranco el tanga y el sujetador. Entonces, sin m�s
demora, el negro que ten�a entre mis piernas coloco su poll�n en la entrada de
mi vagina y sin usar ning�n tipo de lubricante me empezo a meter su gran
capullo. Yo notaba como me iba llenando poco a poco pero al gritar solo se me
escuchaba un gemido por culpa del esparadrapo que llevaba en la boca. Al poco,
yo me notaba ya con la vagina llena y al mirar hacia abajo para ver si ya me
hab�a metido toda su polla...�madre m�a, si solo me hab�a metido la mitad! En
ese momento, de un bestial golpe de cadera me la insert� hasta el fondo. Yo creo
que nunca he sentido tanto dolor como en ese momento, pens� que me hab�a
desplazado los ovarios hac�a arriba de la brutal embestida. Entonces la volvi� a
sacar por completo y la meti� con fuerza hasta el fondo. Estos movimientos los
estuvo repitiendo como unos cinco minutos mientras yo no paraba de pensar que en
uno de esos golpes me iba a partir por la mitad.
Entonces el negro que estaba a mi lado y que me hab�a quitado
la ropa interior me quit� el esparadrapo de la boca, pero justo cuando me
dispon�a a gritar me abri� la boca con una mano y con la otra gu�o su polla a mi
interior y me introdujo todo el capullo impidiendome gritar. Entonces empez� a
meter poco a poco parte de su tremendo poll�n y no me hab�a metido ni un cuarto
todav�a cuando su polla roz� mi campanilla. Entonces la retir� un poco, pudiendo
coger yo un poco de aire, pero enseguida volvi� a introducirmela un poco m�s,
hasta el principio de mi garganta. Me dio una arcada y el negro volvi� a
sacarmela ligeramente para repetir la operaci�n metiendome cada vez un poco m�s.
Con cada introducci�n me daba una tremenda arcada al notar su polla rozandome la
garganta hasta que, pasados unos minutos me acostumbre, y su polla empezo a
bajarme por la garganta cada vez m�s. El muy cabr�n la dejaba metida durante
unos segundos impidiendome respirar con normalidad, mientras el otro negro
segu�a violandome con dureza dilatando mi co�o hasta l�mites insospechados.
Cuando yo cre�a que nada pod�a empeorar el negro que me
estaba follando el co�o me levanto las piernas y el cuerpo hac�a el techo, de
modo que quede solo apoyada en el suelo con la cabeza y la nuca, mientras el
resto del cuerpo se me quedaba en posici�n vertical. En esta incomod�sima
postura el cabr�n sigu� follandome, mientras se acercaba el tercer negro. El
primer negro se movi� un poco hac�a delante para dejar al aire el agujero de mi
culo a completa disposici�n del tercer negro. Coloco su megapoll�n en la entrada
de mi esf�nter y se dispuso a metermela por mi ano.
Yo intentaba gritar pero el poll�n que ten�a introducido en
mi garganta no me dejaba. Lloraba como una ni�a peque�a pero no me serv�a de
nada. El tercer negro me empezo a introducir su polla por mi estrecho orificio
anal, abriendomelo poco a poco, pero al tener la vagina ya repleta de polla
resultaba mucho m�s dificil introducir nada por mi culo. A�n asi, el poll�n se
fue introduciendo suavemente hasta que los huevos hicieron tope y la dejo ah�
metida. El culo me ard�a, no sab�a como era posible que aquello me hubiera
entrado del todo. Nadie puede imaginar lo que yo sent�a en ese momento.
Ten�a un poll�n gigante follandome violentamente mi co�o,
otro enorme metido hasta el fondo en mi culo, y uno m�s violandome brutalmente
mi garganta, sin contar en la posturita que ten�a, casi haciendo el pino.
Aquello era m�s de lo que nadie pod�a soportar. As� estuvieron durante m�s de
media hora y adem�s los muy cerdos iban cambiandose de agujeros, con lo que la
polla que hab�a estado en mi boca pasaba a follarme el co�o, la que me jod�a la
raja pasaba a mi culo, y la que violaba mi ano pasaba a follarme la boca, con
mis consiguientes arcadas y asco que me produc�a que una polla que hab�a estado
metida en mi culo pasara a mi boca. Cuando me iba a desmayar, los negros
empezaron a terminar, cada uno en su agujero.
El primero que eyacul� fue el que me follaba la boca. Como la
ten�a tan adentro de mi garganta, creo que su primer chorro me lleg�
directamente al est�mago. Mientras la sacaba lanz� un segundo chorro en mi
garganta que fue bajando nuevamente hacia mi est�mago, un tercer chorro inundo
mi boca dandome de lleno en mi campanilla y produciendome una nueva arcada, el
cuarto chorro me cruzo toda la cara desde la barbilla hasta el pelo, el quinto y
el sexto fueron a parar a mi ojo derecho y a mi mejilla inquierda. Los
siguientes chorros ya fueron muy d�biles pero sirvieron para acabar de mancharme
toda la cara.
El semen me resbalaba por el pelo, las orejas, la
barbilla...El segundo en acabar fue el que me violaba por el co�o. Con su poll�n
bien adentro empezo a disparar chorros de semen caliente que empezaron a
llenarme todas mis entra�as, el �tero, las trompas, la vagina, no qued� ni un
solo cent�metro de mi interior que no fuera ba�ado por el abundante esperma. Por
�ltimo eyacul� dentro de mi culo el tercer negro. Era como si hubieran metido
una manguera dentro de mi ano y la hubieran abierto, aquello no parec�a tener
f�n. Chorros y chorros de semen corr�an por mis intestinos, parec�a que iba a
reventar por alg�n sitio. Los tres negros salieron de la habitaci�n y me dejaron
all� tirada en el suelo, sin fuerzas para moverme ni para gritar, chorreando
semen por todos mis agujeros. Rios de esperma sal�an de mi co�o, mi culo y mi
boca. Yo cre�a que por f�n todo hab�a acabado, cuando el hombre que me secuestro
y que hab�a estado grabando toda la escena, sali� de la habitaci�n y al poco
regreso con dos perros gigantescos, dos pastores alemanes que enseguida solt� y
ambos se acercaron a olerme.
Con las pocas fuerzas que me quedaban consegu� arrastrarme
hasta un rinc�n pero no pod�a hacer nada m�s. Horrorizada contemple como el
hombre se me acercaba y me volv�a a poner el esparadrapo en mi boca cubierta de
semen para que no gritara y se aseguro de que las ataduras siguieran en orden.
Basto con unos minutos oliendome para que los perros comenzaran a desenfundar
sus pollas rojas.
Eran dos pollas enormes de unos 20-25 cm, gruesas y con una
gran bola monstruosa en su base. Siempre me hab�a dado mucho asco todo lo
relacionado con la zoof�lia...�y ahora estas dos bestias me iban a violar! Yo
estaba arrinconada en una esquina y no ten�a escapatoria. El primer perro se me
subi� encima y con su gran peso me aplastaba contra el suelo y me inmovilizaba
totalmente. Intento montarme en la posici�n del misionero sin mucho �xito, su
polla golpeaba en los alrededores de mi co�o sin precisi�n, pero el semen que
ten�a por todas partes sirvi� para que en una de sus embestidas su polla
resbalara dentro de mi vagina. Entonces empez� a follarme como un loco. �Vaya
pedazo de bestia! �Qu� se hab�a creido, que yo era una de sus putas perras? El
perro me la met�a y me la sacaba a toda velocidad y con mucha violencia,
metiendo en cada embestida un poquito m�s de su verga. Ayudado por el semen que
a�n quedaba dentro de mi co�o su polla roja entraba cada vez m�s hasta que en
una gran embestida logr� meterme su enorme bola. �Joder que dolor, me parte, me
parte!-llore para mis adentros, con mi vagina dada de si al m�ximo. �Vaya pedazo
de polla canina que ten�a incrustada hasta mis ovarios! Entonces sin previo
aviso el perro se quedo quieto y yo pude notar como empez� a correrse dentro de
mi. Litros de lefa canina inundaron mi interior, pero como la bola de la base de
su polla se me hab�a introducido, hacia perfecto tap�n, de manera que ten�a mi
co�o sellado.
�Litros de esperma perruno inundandome y sin poder darle una
salida! La tripa se me empez� a hinchar debido a la cantidad de l�quido que me
estaba introduciendo el puto perro y yo sin poder hacer nada. Cuando el perro
hubo terminado de descargar, paso la pata por encima de mi y se quedo enganchado
por su polla dandome la espalda. �Que situaci�n tan degradante, yo abotonada con
un enorme perro y el cabr�n del secuestrador grab�ndolo todo! Cuando el perro se
pudo soltar, sono un plof al salir su enorme verga y un chorro de lefa sal�o
disparado de mi co�o.
Poco a poco mi vagina fue volviendo a su posici�n habitual
mientras segu�a expulsando parte de la corrida del perro. Sin poder reponerme de
la gran follada del primer pastor alem�n, el segundo ocupo su lugar y con mucha
mejor punter�a que su compa�ero y grac�as a lo mojado de mi zona, de una sola
embestida me la endi�o...�pero por mi ano!�joder, puto perro cabr�n, pues no me
estaba dando por el culo! Yo me sent�a como una puta cerda, me hab�an violado
tres pollones negros por todos mis agujeros dejandome ba�ada en semen, y luego
me hab�a fornicado un gran chucho corriendose dentro de mi. Ahora me estaba
reventando el culo una polla grande y roja de un puto perro asqueroso, as� que
me sent�a realmente como una perra, una puta barata, una zorra de 17 a�os que
hab�a sido violada, humillada, degradada...Estaba yo en estos pensamientos,
cuando un gran dolor en mi ano me hizo volver a la cruda realidad. Parec�a como
si me desgarraran mi conducto anal y es que el bulbo del perro hab�a
desaparecido dentro de mi culo, dejandome lo m�s abierto que pod�a llegar a
estar sin romperse por alg�n lado.
En ese momento el pastor alem�n comenz� a soltar su lefa en
el interior de mi culo. Yo notaba como se iban deslizando sus chorros dentro de
mi, llenando mis intestinos como si me hubieran aplicado un enema, pero en vez
de con agua con leche de perro. Cuando termin�, pas� la pata por encima y se
qued� abotonado, como su compa�ero, pero este no se limit� a esperar para poder
sacar su rabo de mi culo, sino que empezo a tirar para soltarse.
El muy cabr�n me estaba destrozando mi ano, quer�a sacar una
cosa que no pod�a salir y me estaba causando un dolor y un ardor inimaginable.
Yo lloraba y lloraba, pero no pod�a hacer nada. Al cabo de unos minutos, que a
mi me parecieron horas, el perro pudo sacar su polla de mi agujero y abandon� la
habitaci�n siguiendo los pasos de su compa�ero. El semen del perro me hab�a
entrado tan adentro que casi no expulse nada, ya que lo manten�a retenido en mis
entra�as.
El hombre del pasamonta�as se acerc� a mi, me desat� y me
quit� el esparadrapo (que me dol�o debido al semen que ya se me hab�a secado), y
me dijo que me hab�a portado muy bien, que no dijera nada de lo sucedido o el
video llegar�a a mi familia y a mi instituto. Yo cas� no me pod�a mover, pero
como pude me puse el top y la minifalda (el sujetador y el tanga estaban
destrozados) y sal� de all� cas� arrastrandome. Ya hab�a amanecido cuando pis�
la calle, as� que intent� recorrer las dos manzanas que me separaban de mi casa
tapandome lo m�s posible para que la gente no reparara demasiado en mi
lamentable estado, ya que estaba toda despeinada, con el cuerpo cubierto de
semen reseco y chorreando la lefa del perro por mi culo, que ahora ya empezaba a
expulsarlo y me bajaba por mis muslos sin parar.
Creo que eso fue todo lo que me sucedi� aquella noche de
verano que nunca podr� olvidar. Me despido de vosotros con un gran saludo y
esperando que nunca llegueis a pasar por un rato tan desagradable como el que
pase yo.