Hola a todos, es la primera vez que escribo y tambi�n la
primera vez que estoy con otro hombre que no sea mi marido. Yo sospechaba de las
fantasias sexuales de mi esposo Carlos, pero la verdad que esto me ha
sobrepasado en todos los sentidos. Hace alg�n tiempo comenc� a chatear con el y
a dejarle fantasear con la idea de que yo estaba con otro hombre, incluso que
hac�a de sumisa, pero simplemente por contentarle, nunca hab�a pensado en
llevarlo a la practica. La verdad es que con los d�as me fui aficionando y las
sesiones de chat con mi marido e incluso algunas solitarias me fueron excitando
much�simo, tanto que �ltimamente me masturbaba casi exclusivamente haciendo de
sumisa, satisfaciendo los deseos de alg�n macho dominante que me trataba como a
una puta.

Conocimos a Manuel y desde el primer momento me sent� muy
atraida, era un hombre muy macho, muy rudo, muy bestia, nos trataba a los dos
con humillaci�n y a mi me hac�a sentir muy zorrita. Yo siempre hab�a sido una
chica t�mida para el sexo, tradicional y sentirme tratada as� era algo nuevo.
Aunque mi marido no lo sabe, aparte de las sesiones de cibersexo entre los tres,
tuvimos el y yo alguna sesi�n por telefono, me excitaba mucho oir su voz dura y
grave llamarme puta y me masturbaba gimiendo como el me ordenaba, hasta que al
final desee hacerlo en realidad, sent� la necesidad de complacerle como una
esclava. Manuel me dijo que preparar�a algo y que se lo propondr�a a mi marido.

Por supuesto cuando chateando, Manuel le hizo la propuesta a
Carlos, yo ya lo estaba deseando, aunque la verdad es que no me hizo ninguna
gracia lo de que hubiese m�s gente, pero cre� que ser�a mentira y adem�s la
excitaci�n no me dejaba perdermelo, por fin iba a conocer al hombre que me
dominaba.

Lleg� el d�a, me vest� como Manuel me pidi�, como una ni�a
mala, con una faldita corta, con vuelo, una blusa blanca escotada, y un precioso
conjunto de braguitas y sost�n blancos, con puntillas. Soy peque�ita, pero
aunque �ltimamente me he engordado un poco, los hombres me suelen mirar
bastante, sobre todo a mis tetas que son grandes y a mi culo.

Llegamos a la finca y tengo que reconocer que estaba
asustad�sima, cuando v� salir a Manuel con los otros chicos casi me voy
corriendo, pero pudo m�s mi deseo, Manuel era como me hab�a imaginado, muy
hombre, guapo y madurito, me impon�a mucho. Los chicos j�venes eran solo un poco
mayores que yo y la verdad que bastante guapos. Inmediatamente nos cogieron y
nos metieron para la finca, Manuel me llevaba a mi fuertemente del brazo y no
paraba de tocarme el culo y de decirme cosas.

A mi me excitaba mucho oirle decir esas cosas, estaba
asustada pero muy excitada, creo que mis braguitas ya estaban empapadas. El
miedo que me recorr�a se hizo mayor cuando nos metieron en una plaza de toros y
vi a mas hombres, uno de ellos bastante mayor y con pinta de viejo verde.
Desnudaron a mi marido y lo ataron a la valla, en la grada, a mi me bajaron al
ruedo y Manuel me present� a todos como su puta, yo estaba muy atemorizada y
avergonzada, no sab�a que me iba a pasar y me daba hasta verg�enza que aquellos
chicos me vieran desnuda, jam�s me hab�a visto ni tocado nadie, solo mi marido.
Me hizo decirles a todos que iba a ser su puta, que estaba all� para servirles y
satisfacerles en todo lo que quisieran, me puso a mil el decirles esas palabras.

Me pasaron un cubata y comenzamos todos a beber, se
presentaban, d�ndome besos, todos quer�an hablarme, estar conmigo, me tocaban el
culo, me rozaban las tetas y me iban calentando. Me pidieron que bailase para
ellos, en el centro de la plaza y aunque me daba mucha verg�enza, no pod�a
negarme, as� que me puse a contonearme al ritmo del bacalao cutre que ten�an
puesto, todos me siguieron menos Manuel, que desapareci�. Todos bailaban muy
cerca m�o, haci�ndome un peque�o corro, me tocaban ya descaradamente, unos
met�an sus manos debajo de la falda, toc�ndome el culo y el co�ito, por encima
de las bragas y otros me sobaban las tetas, tambi�n por encima de la blusa pero
apret�ndolas bien, me estaba poniendo muy cachonda, seguro que las bragas
estaban empapadas. Adem�s todos me dec�an cosas que me excitaban mucho.

La situaci�n se estaba haciendo insostenible, cada vez me
sobaban con m�s fuerza, metiendo incluso las manos por mi entrepierna, hasta me
empujaban sin querer, locos por la excitaci�n y el alcohol, en un momento me
tropec� y sin enterarme me encontr� en el suelo, revolcada por la arena. Intent�
levantarme, pero todos se hab�an abalanzado sobre mi para tocarme y no me
dejaban ponerme en pie. Estaban como locos, me arrancaron la camisa y el
sujetador, me quitaron las bragas a estirones y me remangaron la falda hasta la
cintura, sent�a muchas manos sob�ndome fuerte, meti�ndose por todos mis
rincones. Me hac�an da�o, pues hab�a alguno que me tiraba de los pezones y otros
en sus intentos de meterme los dedos en la vagina o frotarme el cl�toris
mientras yo pataleaba no hac�an m�s que lastimarme as� que pens� que lo mejor
era disfrutar, abr� mis piernas tirada en el suelo, dej�ndome expuesta a estas
bestias que ahora ya se quitaban los pantalones dejando al aire unas bonitas
pollas, que yo totalmente entregada cog� con mis manos para masturbarlas.

De pronto escuch� la voz dominante de Manuel, pidiendo a
todos que me dejasen. Pens� que me hab�a salvado, pero al ponerme de rodillas y
verlo comprend� que aquello no hab�a empezado.

Estaba en el ruedo, alejado de mi, vestido de torero, muy
sexy con su capote y aspecto provocador. No pude evitar el mirar su hermoso
paquete que se marcaba a un lado de su pierna. Me sent�a sucia y avergonzada,
estaba hecha un asco llena de arena, pero me hab�an dejado muy caliente los
chicos y ya me daba igual todo.

Un escalofr�o me recorri� cuando Manuel dijo que quer�a
torearme y me llam� becerra, uno de los chicos me acerc� unos cuernos de esos
con ruedas que utilizan para entrenar a los toreros y me quit� la faldita,
dej�ndome completamente desnuda, Manuel me miraba fijamente y me provocaba con
el capote para que le embistiera, los chicos se hab�an retirado todos a los
burladeros, como si de verdad fuese una vaquilla y me daba mucha verg�enza, all�
en medio de la plaza desnuda comport�ndome como una becerrilla, mir� a mi marido
que segu�a atado y con la pollita bien dura, que la verdad comparada con las
pollas de estos sementales parec�a la de un crio.

Respir� profundamente, pill� el carro de los cuernos y corr�
hacia mi torero que me esquiv� pas�ndome el capote y para mi sorpresa me peg� un
fuerte manotazo en el culo. Me volv� mir�ndole enfurecida mientras todos los
dem�s se re�an y aclamaban a Manuel.

Pill� otra vez los cuernos y volv� a la carga, ahora
intentando de verdad darle un escarmiento, pero este, bastante �gil de reflejos
me volvi� a torear y a palmear el culo. As� estuvimos un buen rato, yo cada vez
m�s cabreada de los manotazos que me pegaba, de la humillaci�n que me estaba
haciendo pasar, hasta que ya no pude m�s, no pod�a ni con mi alma, parec�a que
llevaba el culo en carne viva de lo que me dol�a y me dej� caer de rodillas en
la arena, agotada y derrotada.

Manuel vino hasta mi, se bajo los pantalones dejando al aire
una polla fl�cida, pero bastante gordita, me agarr� brutalmente de los pelos y
me oblig� a metermela en la boca, me la restregaba por toda la cara y la volv�a
a introducir de golpe dentro de mi boca, pronto not� como crec�a y tuve que
hacer verdaderos esfuerzos por no ahogarme. La verdad es que me excitaba mucho
que me tratase as� de mal, al fin y al cabo era su puta esclava, me hab�a
dominado totalmente en el ruedo y ahora estaba demostrando a todos sus amigos mi
sumisi�n. La polla era enorme y ten�a verdaderos problemas para tragarla, pero
me afanaba en darle placer a mi torero y recorr�a con mi lengua toda su verga,
le chupaba los huevos y se la chupaba mientras le masturbaba con mis manos,
intentando que fuese la mejor mamada de mi vida.

De fondo o�a a todos los amigos de Manuel que le aclamaban e
incluso se re�an y dec�an cosas a mi marido, que imagino que a estas alturas
tendr�a la pollita a mil con el espect�culo, pero a mi me daba lo mismo todo, ya
solo quer�a servir y satisfacer a mi due�o. Estaba excitad�sima chupando aquella
polla enorme, deseaba que se corriese en mi boca, nunca me lo hab�an hecho, ni
mi marido porque me daba asco, pero estaba tan cachonda que me daba lo mismo lo
que hiciesen conmigo. Manuel me volvi� a agarrar de la cabeza y empez� a
follarme la boca, cada vez m�s fuerte, yo entend� lo que eso significaba y
efectivamente en unos instantes me estaba lanzando chorros de lechecita. Me
tragu� parte pero sent�a como me escurr�a por mis labios, mezclada con mi saliva
y me ca�a por el cuello. Como una buena putita no par� de chupar, limpiando bien
la polla que tanto me gustaba.

Manuel se agach� cogi�ndome como un saco de patatas y
llev�ndome a hombros a donde estaban los dem�s y la verdad es que estaba
deseando que me follasen. Me dej� sin ninguna delicadeza sentada en los grandes
escalones que hac�an de gradas, encima de unos sucios cojines y todos se
abalanzaron a tocarme, ya estaban desnudos con sus pollas erectas y se pusieron
en circulo alrededor m�o, con las pollas a la altura de mi cara, eran todas
bastantes grandes, aunque claro, es que yo estoy acostumbrada a menos. La que me
daba bastante asco era la del viejo, que era peque�a, gorda y ol�a bastante mal,
solo de tenerla alado de mi cara pod�a notar que apestaba a or�n y sudor, por lo
que me limitaba a masturbarla con la mano, mientras que las otras las iba
chupando alternativamente, me gustaba mucho tocar y chupar las pollas de
aquellos muchachos, estaban buen�simos, me gustaba la cara que pon�an cuando le
chupaba como una vulgar putilla.

Al fin el viejete se mosque� y como ve�a que no le hac�a ni
caso, apart� a los j�venes, se subi� delante de m� en el escal�n, poniendo su
polla justo delante de mi cara y pill�ndome de los pelos me oblig� a com�rsela.
Me dio mucho asco, pero no ten�a elecci�n, as� que me apliqu� en aquella polla
mal oliente para que intentar que se corriese pronto y me dejase en paz.

Yo no ve�a nada, m�s que la barriga y la polla del viejo,
pero not� como dos hombres me cog�an las piernas y el culo, cada uno de un lado,
oblig�ndome a tumbarme un poco m�s, sacando mi culo fuera del escal�n y abriendo
mis piernas al m�ximo, imagin� que tendr�an un bonito plano de toda mi
entrepierna. Enseguida not� como una polla se apoyaba en la entrada de mi co�o y
de un empuj�n me la met�a toda, me corr� inmediatamente, creo que fue el orgasmo
m�s r�pido de mi vida, el chico empez� a follarme con fuerza, daba much�simo
gusto notar esa gran polla dentro de mi, entrando y saliendo mientras los chicos
que me sosten�an las piernas me trabajaban con sus manos el culo, meti�ndome los
deditos. Por fin el viejo se corri� y pude cerrar mi boca para que su leche
cayese sobre mis tetas, se quit� de encima y enseguida ocup� su puesto uno de
los chicos, el cambio fue bueno, pues el chico era muy guapo y me encant�
sobarle el culo mientras le hac�a una buena mamada, estaba como loca, fuera de
mi, llevaba muchos orgasmos y parec�a que no ten�a fin, pues estuvimos un buen
rato, los chicos se iban turnando en follarme por delante, por la boca o
sujetarme las piernas y el culo, cre� que en cualquier momento me iba a
desmayar.

Al final se acerc� Manuel con la polla empalmada, volvi� a
cogerme, esta vez no me resist� pues estaba agotada, como ausente, me dio la
vuelta coloc�ndome de rodillas, boca abajo, apoy� mi pecho en el escal�n de
delante dej�ndome hacer, el me hizo separar mis piernas y elevar el culo, sent�
como me escup�a para lubricarme y met�a un dedo en mi culo, no me hizo da�o
porque los chicos que me sujetaban se hab�an turnado tambi�n en trabaj�rmelo,
hab�a gozado muchos orgasmos con un dedo hurgando dentro de mi culo. Ahora, la
enorme polla de Manuel era otra cosa, cuando empez� a meterla sent� como que me
empalaban, empec� a gritar, pero el estaba decidido a terminar su particular
corrida con fortuna en el estoque, as� que sigui� foll�ndome el culo, cada vez
mas fuerte. Tuve que apoyar mis manos en el escal�n de delante para no golpear
mi cabeza contra el, por los tremendos empujones que me estaba dando Manuel,
sent�a que me iba a destrozar el culo, pero pronto empec� a gemir como una
guarra y a gritar de placer, tuve un orgasmo super intenso cuando sent� que se
vaciaba dentro de mi. Despu�s me dijo al oido que hab�a sido muy buena putita y
se fueron.

Yo no pude ni moverme de all�, me qued� en la posici�n que me
hab�a follado, llena de semen y tierra, cansada, dolorida pero habiendo gozado
como nunca. Enseguida lleg� mi marido, con mi ropa, me visti� como pudo pues
parte de mi ropa estaba rota, me meti� al coche y nos fuimos.

Mi marido me ha pedido perd�n, me ha dicho que se nos escap�
de las manos, pero yo bien se que el cabr�n se hizo varias pajas mientras a mi
humillaban y me vejaban. Sinceramente, al principio lo pas� muy mal, pas� miedo,
mucha humillaci�n, pero despu�s disfrut� como nunca, fue un marat�n de orgasmos
alucinante, aunque creo que pudo ser hasta peligroso.

No se, tengo un lio grande en mi cabeza, mi raz�n lucha con
los placeres que he descubierto� Ya veremos si conseguir� animarme para otra
aventura.

Adios amigos, saludos.

Raquel (Esposa de Sum12cm)

Puedes escribirme a mi marido a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO