Me da mucha verg�enza contar esto, pero me he decidido a
compartirlo con vosotros. Tengo treinta a�os y estoy casada hace ocho. Mi marido
se llama Sergio. Es m�dico y yo enfermera. Tiene 35 a�os y es un profesional de
�xito, sin embargo, nuestra vida marital ya no va bien desde hace algunos.
Apenas hacemos el amor y estoy convencida de que ya no le atrae la actividad
sexual. Sin embargo, a mi, cada vez me excitaba m�s la idea de enga�arle. A
trav�s de internet, de los relatos, chats y p�ginas de distinta �ndole he ido
descubriendo un mundo de sexualidad que antes ni siquiera imaginaba: la
sumisi�n, el exhibicionismo, la infidelidad...., pero hasta entonces nunca lo
puse en pr�ctica a pesar de masturbarme dia si y dia tambi�n leyendo relatos o
chateando con algunos hombres imaginativos.
Un dia, mi marido me dijo que deb�amos asistir a la fiesta de
Verano que daba su jefe en su casa, una preciosa casa de campo a las afueras de
Madrid. El jefe de mi marido, Andr�s, es un cirujano muy prestigioso y un hombre
de unos 45 a�os, muy atractivo, moreno, fibroso, de ojos azules y con un punto
malicioso en su mirada que te hace sentir deseada. A mi me gustaba mucho, por
eso, aunque nunca me hab�a planteado nada sexual con �l, y quiz�s
inconscientemente, me puse muy sexy, con un pantal�n muy cortito, blanco, muy
ce�ido, un top de sat�n blanco de tirantitos que resaltaba enormemente mis
buenas tetas, dejando mi ombligo al descubierto y como no llevaba sujetador, se
me notaban los pezones bien marcados. He de deciros que estoy bastante bien. No
estoy delgada pero tampoco gorda, tengo las tetas grandes y el culo resping�n,
las piernas bonitas, el pelo negro y soy bastante guapa.
Al llegar a la fiesta, ya hab�a bastante gente. Nos recibi�
Andr�s y nos acompa�� a unos sillones en el fondo de la sala. Me sent� enfrente
de �l y comenzamos a hablar de banalidades con otras personas que estaban all�.
Yo notaba como Andr�s me miraba la entrepierna y cerraba las piernas con lo que
�l esbozaba una leve sonrisa y yo sent�a que me pon�a colorada. Pero pronto,
quiz�s por el efecto del alcohol, empez� a sentirme m�s desinhibida y en vez de
cerrarlas las abr�a m�s con lo que le dejaba ver mis ingles, el tanga y quiz�s
un poco de mi vello p�bico. �l cada vez disimulaba menos a pesar de que mi
marido estaba delante, pero hab�a bebido bastante y estaba empezando a no
enterarse de nada. Me agachaba a por mi copa y le mostraba mi escote y �l me lo
miraba sin recato. Poco a poco, la gente se fue marchando. Quedaban s�lo
peque�os grupitos de dos o tres personas dispersos por el sal�n (que era
bastante grande) en actitud cada vez m�s desinhibida. Mi marido estaba medio
dormido (luego me enter� que Andr�s le dio algo para dormir) y le ofreci� subir
a una habitaci�n, cosa que agradeci�, dej�ndome all� sola con Andr�s.
Nada m�s desaparecer de nuestra vista, me dijo que me sentara
a su lado. Lo iba a hacer pero al ir a sentarme me cogi� de las caderas y me
sent� en sus piernas.
MMMM, que buena est�s, me susurro al oido
Yo intent� levantarme pero me sujet� m�s fuerte de las
caderas
Vamos zorrita si llevas provoc�ndome toda la noche, no te
hagas ahora la estrecha.
Mientras me dec�a eso, met�a sus manos por dentro de mi top y
me acariciaba las tetas.
Sab�a que vendr�as sin sujetador. Tienes muchas ganas de
un buen rabo
Yo estaba roja como un tomate, pero a la vez �l ten�a raz�n.
Deseaba esa polla.
Me baj� los tirantes del top y me desabroch� el pantal�n
baj�ndomelo tambi�n un poco, hasta que se me vi� el pelo del pubis.
Tr�eme una copa, me dijo
Y me hizo ir as� a por ellas, ense�ando el inicio de mi monte
de Venus y con las tetas sal�ndoseme porque el top se me ca�a. Cuando volv� con
las copas ten�a las tetas completamente fuera. �l se re�a.
Que zorr�n eres, me dijo. No te da verg�enza que te vean
as� los compa�eros de tu marido, guarra?
Si, le contest�
Ven, me dijo, que me vas a hacer una paja
Me hizo arrodillarme delante de �l y me baj� el top hasta la
cintura, sac�ndome definitivamente las tetas.
Coje mi polla
Yo, obediente, le desacroch� el pantal�n y le saque la polla,
acarici�ndosela lentamente. Era grande y muy gorda, me encantaba. Estaba dura.
Se la meneaba muy cerquita de mi cara y pod�a olerla.
Te gusta como huele eh puta?
Si, le dije
L�mela, restriegatela por tu cara.
No, le dije, me da verg�enza.
Se puso de pie se desnud� entero, me cogi� me tumb� en sus
rodillas y me dio unos azotes en el culo, mientras se reia. Me volvi� a poner de
rodillas, me cogi� del pelo y me arrim� la polla a la boca. Yo la cerraba y �l
le restregaba por mis labios. Con sus muslos peludos me agarraba la cabeza.
Saca la lengua, me dijo
La saqu� y me pas� su polla por ella. Me hizo lamerle los
huevos. Me sent� en el sill�n y se puso encima de mi, con la polla a la altura
de mi cara. Me la restreg� por ella y finalmente me la meti� en la boca hasta
dentro, sujet�ndome las manos, como si me la follara. Al rato me la sac� y baj�
hasta mi co�o. Me lo sob� con los dedos, que luego me meti� en la boca. Me
levant� las piernas y empez� a acariciar mi cl�toris con su verga, haciendo que
me corriese.
Luego se levant�, se fue y al poco volvi� con un collar de
cuero y una cadenita que me coloc�.
Ven perrita, me dijo, vamos a dar un paseo.
Me desnud� del todo haci�ndome llevar el tanga en la boca y a
cuatro patas me pase� por el sal�n. Vimos a otro amigo suyo que se masturbaba
mientras nos miraba nos acercamos a �l.
Ponle el tanga en su polla, me dijo.
Y as� lo hice. Sin usar las manos, acerqu� mi boca a su polla
y le dej� le tanga. Cuando lo hac�a note la mano de Andr�s en mi nuca que me
empujaba hacia la polla de su amigo haciendo que me la metiera en la boca,
mientras Andr�s se sub� encima de mi como si fuera su yegua, restregaba sus
huevos en mi espalda y me empujaba la cabeza conla mano. El tio se corri�
enseguida llen�ndome la boca de semen que me chorreaba, pero Andr�s no dej� que
me limpiara. Me llev� de nuevo a otro sitio donde hab�a una pareja follando. La
tia estaba encima del tio, sentados en el sof�. Me acerc� a ellos y me dijo:
Ch�pala el culo mientras se la follan.
Y as� lo hice, meti�ndola la lengua hasta el fondo de su
culo. Andr�s entre tanto se puso detr�s de mi y me abri� las nalgas con sus
manos y me puso la polla entre ellas. Sent�a la punta de su capullo en mi ano.
Me empez� a hacer una paja.
Metete un dedo en el culo, me dijo. Y le obedec�.
La pareja se corri� y me hizo limpiarle el co�o a la tia con
mi lengua. Ella me cogi� la cabeza con las manos y restregaba su co�o en mi
boca, corri�ndose otra vez.
Me separ� de ellos y sin dejar que me sacara el dedo del culo
me puso la cara contra el suelo. Me dijo que me separara las nalgas con las
manos y fue metiendo poco a poco su polla en mi culo. Notaba como me ard�a al
principio, pero empez� a tocarme el cl�toris con sus dos manos mientras me
enculaba. Me la met�a hasta dentro muy lentamente y eso hizo que me corriese
otra vez y not� enseguida como derramaba su leche en mi culo y como me chorreaba
por las piernas mientras me daba unos azotes.
Toma puta, me dec�a
Como sab�a yo que esto te gustaba.
La sac� y me hizo limpi�rsela con la boca.
Cuando acab� me dijo:
Te ha gustado?
Si, le dije
Quieres ser mi guarrita?
Por supuesto, cari�o, le contest�
Dedicado a Ibis Tello, aunque la de verg�enza.