Relato: Calenturas con mi suegra (III) Hola, aqu� voy con el tercer relato, sigo con mi suegrita. Despu�s de la
culiada por el culo que le d�, las cosas cambiaron, para bien digo yo, pues mi
suegra se puso m�s provocadora y calentona, empez� a jugar a calentarme y
despu�s dejarme con las ganas, haci�ndome correr al ba�o a pajearme, me dec�a
pronto te voy a dar una sorpresa que no olvidar�s. Nuestros contactos fueron m�s
audaces, sobre todo estando las muchachas con nosotros, no quer�a darme la
pasada de nuevo, s�lo cuando a ella se le ocurriera, as� que le segu�a corriendo
mano como siempre, en la piscina cuando nos ba��bamos sacaba la pichula parada y
se la paseaba por el poto, las chicas tomando sol tranquilamente, ella
haciendose la loca me la agarraba y la manten�a en sus manos mientras le corr�a
el traje de ba�os y le met�a los dedos en sus hoyos. Cuando ten�a la
oportunidad, le ped�a que se desnudara y ella feliz se paseaba delante de m�
moviendo el culo y se cagaba de la risa, sabiendo que lo �nico que quer�a era
met�rsela toda, lo que agregaba otra paja en el ba�o, no s� porque nunca me
paji� delante de ella. Mi noviazgo con Fernanda andaba a las mil maravillas y
solamente en pocos momentos pod�a hacer cosas calientes con mi suegrita.
En la Empresa me dieron una semana de vacaciones, por lo que les propuse a
todas salir unos d�as a la playa, los primeros d�as estuve en la casa y sal�a de
noche con Fernanda, ella regresaba de su trabajo como a las 19.30 hrs y todos
los d�as me encontraba con la pichula a punto de reventar, causada por las
calenturas con el poto de mi suegra, oye Ricardo me dec�a, la tienes tan parada,
ten cuidado que mi mam� te puede ver, r�pidamente se encargaba de pajearme y
bajarla a su estado de descanso, nos ibamos el viernes a la playa y el jueves en
la ma�ana mi suegra me dijo, ya, tengo todo organizado para darte lo que te
tengo preparado, as� que nos vamos a un motel que tengo reservado para esta
ocasi�n especial, que te parece?, al instante le dije que bueno que mi verga era
toda suya y que pod�a hacer lo que quisiera conmigo, y partimos. Les dijo a las
muchachas que ir�amos a un jard�n bot�nico y que regresar�amos tarde. Llegamos
al motel como a las 11 de la ma�ana, ella baj� un bolso con cosas, vienes de
picnic le pregunt�, algo parecido me dijo.
De entrada me pidi� que ella quer�a hacer lo que ten�a planeado y que por
favor no me preocupe y solo haga lo que ella me diga. Yo acept� encantado, lo
�nico que quer�a era volverme puro pico para darle duro.
Primero me desvisti�, y me llev� al jacuzzi que estaba listo para ocuparlo,
le tir� al agua unos polvos que dijo eran sales, mi suegra se empelot� y ya mi
pichula comenz� a ponerse tiesa, ya quer�a chuparle la zorra y meterle mano por
los orificios, calma me dijo, tranquilo que yo mando. Nos metimos al jacuzzi y
con unos pa�os me lav� de pies a cabeza, obviamente pasando por las partes que
Uds calientes de mierda se imaginar�n. Terminado ese tr�mite, la lav� a ella de
igual forma. Nos secamos, no paraba de mirarle el poto y me dijo, s�came la
concha, con la toalla la sequ� detenidamente y luego me puse por atr�s y le
sequ� el poto que me quitaba el sue�o, que agradable era sentir ese tremendo
monte de carne, estuve un rato sec�ndole el agujero chico con toda dedicaci�n,
contemplando su rosado contorno, que calentura m�s grande. Trat� de acercarme a
chuparle el ojetillo me par�, espera eso es para m�s adelante.
En la pieza hab�a un gran jarr�n con hielo y 2 botellas de champagne, sac�
del bolso varios potes y puso todo en su velador. Sirvi� dos copas con el
champagne e hicimos salud por lo que ven�a. Nos acostamos y yo como perro me
tir� al poto, se corri� y me orden� que me tendiera boca arriba, abri� varios
potes y comenz� a echarlos en mi barriga, pichula, bolas, que es esto dije, es
crema con futas un postre muy rico, y comenz� a degustar r�pidamente, en un rato
langueteo todo y dej� mi pichula y mis bolitas muy limpias, repite lo mismo me
dijo, le llene la concha con esa crema y levant� sus piernas y le embadurn�
entre los cachetes y el oyito que tanto quer�a chupar, no le tom� ni el gusto a
la crema en un santiam�n le dej� los agujeros como recien salidos del jacuzzi,
que rico era chuparla. Mi pichula se llegaba a retorcer de parada y la cabeza
pelada miraba para todos lados, la mir� y la puso entre sus manos, metemela, a
lo que la apunt� directamente a su concha y se la mand� a guardar de una sola
vez, y comenc� a culiarmela con todas mis fuerzas mientras le chupaba las tetas
y le met�a el dedo en el chico, estaba que ard�a de caliente, ella gritaba de
placer, metemela toda Ricardo, amo tu pichula en mi concha, que rico se siente,
yo cada vez se lo met�a con m�s fuerza, estaba encima de ella, la pongo patitas
al cuello y ah� s� que la sinti� hasta los pendejos, me la com� toda dijo y en
ese instante acab� dentro de ella, sigue me dijo que todav�a no acabo, le d� un
par de metidas y acab� retorci�ndose completamente. Era la primera. Nos lavamos
y descansamos un rato fumando y tomando champagne hasta agotar la primera
botella, llam� a la recepci�n y pidi� otra, para que le dije si todav�a queda
una entera, no contest� una es para mi y la otra tuya. Trajeron la otra botella
y la meti� al tiesto con hielo, ya me dijo estas listo para seguir?, tomando con
la mano mi pichula, si suegrita ahora por el chico quiere?, no me dijo ahora
viene la cascada parte t�, fuimos a la mesita, se subi� y qued� en cuclillas con
las piernas abiertas mostr�ndome toda su concha peluda, ponte debajo m�o me
pidi�, me instale justo quedando mirando la concha y el chico, puse mi lengua y
ella comenz� a echarse la champagne de las tetas hacia abajo, no se cuanta
champagne tom� pero le chupe hasta el ultimo pendejo y el chico cada vez lo
sent�a m�s rico y m�s me calentaba, se acab� al l�quido y sub� a tomarme lo que
quedaba en las tetas, ella estaba que ard�a de caliente, que haremos con la
segunda pregunt�, s�cale el corcho , ag�tala un poco y m�temela en la concha me
pidi�, lo hice y ella al sentir dentro el fuerte chorro helado de la champagne
se estremeci� y v� que abr�a unos tremendos ojos, le llen� la concha y la saqu�,
el l�quido sali� como cascada y tom� esa mezcla de licor con jugos de zorra,
hice lo mismo tres veces hasta que se termin�, mi suegra estaba loca, sentir
esos chorros helados y burbujeantes en su interior llegaba a tiritar de la
gozada que hab�a sentido, esta vieja se las sab�a por libros la degenerada de
mierda. Segu�a tiritando de placer por lo que la acost� en la mesa la met� la
punta de la botella en la concha y le puse la pichula en la boca, me la chup�
hasta las bolas mientras me la culiaba con la botella, acabe y le llen� la boca
de mocos que se los comi� todos mientras acababa con la botella metida casi
hasta la mitad. Pasado un buen rato todav�a tiritaba de placer la muy puta.
Dormimos como dos horas para recuperar fuerzas, despertamos m�s relajados, nos
comimos unos s�ndwichs que tra�a y me cont� que su ex marido le hac�a con la
champagne en la concha y que siempre lo hab�a disfrutado. Era la segunda.
Nos dimos un jacuzzi y nos echamos otro polvo con toda calma, de nuevo nos
chupamos todo, lo que m�s me gustaba era chuparle el poto, me enloquec�a, met�a
mi cabeza entre los cachetes y le langueteaba su rosado hoyito, era lo m�ximo
para m�. Acab� en sus tetas ya no me pod�a el cuerpo, no daba m�s. Era la
tercera.
Descansamos nuevamente, yo pensaba que no se me iba a parar nunca m�s mi
pichula era una miseria, no reaccionar�a ni con la miss universo.
Puso una pel�cula porno y me dorm� profundamente, cuando despert� ya estaba
oscuro, y ella con la pichula en su boca, no reaccionaba, ahora te toca por el
culo me dijo, al parecer mi pichula la escuch� y no s� de donde sac� fuerzas y
se par�, seguramente pensando en encularla de nuevo, no me queda moco ni para
pegar una estampilla pens�, pero segu�a en la lucha, vamos Ricardo me dije, hay
que partirle el hoyo, ya me pon�a m�s caliente y tom� la crema y la esparc� en
el hoyo y en mi delicada pichula, ella se subi� sobre m� y poniendo el poto
hacia mi cara se la empez� a meter lentamente, al ratito estaba toda adentro,
vamos Ricardo pensaba, tu puedes, se la meti� hasta las bolas mientras se
pajeaba, yo miraba su poto movi�ndose de arriba abajo y la pichula aparec�a y
desaparec�a entre los cachetes, que rico era sentirla en su culo, era ella la
que me culiaba, cuando estabamos en lo mejor, agarra el tiesto con agua y hielo
y me lo tira todo en las bolas, en ese minuto cre� que me iba a morir, sentir el
hielo en mis bolas me provoc� una reacci�n tremenda, la sensaci�n fue
absolutamente inimaginable, mi pichula se agrand� a su m�xima potencia y despu�s
de dos metidas hasta el fondo acab� como la primera vez, estaba loco, esos
segundos de fr�o fueron interminables de puro placer, la muy puta se ri� despu�s
de acabar y me record� cuando me la culi� en la cocina que no me iba a olvidar
de este momento.
Era la cuarta. Estuvimos abrazados largo rato, cuando miramos el reloj eran
las 12.30 de la noche, as� que nos vestimos miramos que la habitaci�n estaba
echa un asco, pedimos la cuenta y dejamos una buena propina para la mucama.
En el auto ella ven�a de lo m�s contenta y risue�a, esto era lo que me hac�a
falta, lo pas� de maravillas, gracias Ricardo, ya programaremos otra sesi�n dijo
la muy puta, yo no me pod�a el alma, pero lo hab�a pasado espectacularmente
bi�n. El hoyo de su culo es una imagen que nunca se me ha podido borrar. En la
playa me recuper� comiendo mucho marisco y buen vino, en el refrigerador hab�a dos botellas de champagne, para que ser�an?.
Continuar�,
Si quieren escribirme, h�ganlo al email
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sentir el champagne en la concha?
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Relato: Calenturas con mi suegra (III)
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