Relato: Acoso Me estaba sintiendo acosado. Era horrorosa la situaci�n, no
se como hay gente que puede aguantarla e, incluso, disfrutar de ella. Estaba
un d�a cualquiera, solo en mi habitaci�n, estudiando para un examen, totalmente
abstra�do. Sin llamar a la puerta, cosa que me molesta sobremanera, entr� mi
hermana peque�a, en bragas y sujetador. Me sent� muy inc�modo y no pude menos
que reprocharle su indumentaria y actitud.
-Podr�as llamar a la puerta �No? �Y vestirte un poquito m�s! - Le dije de mala
leche.
-Ven�a a buscar una cosa. �Te molesta verme as�? - Su tono no era ni amable ni
enfadado sino un poco incitante
-Pues s�, me molesta bastante. - Contest�
-�Ya sali� el mojigato! �Es que te parezco un adefesio? - Hab�a puesto los
brazos en jarras y me miraba desafiante...
-No me pareces nada. Me parece imp�dico que te exhibas as� delante de m�. - Mi
humor no era para echar cohetes, precisamente...
El conjunto que vest�a no ten�a nada de particular, blanco, liso, sin encajes,
m�s parecido a un bikini que a ropa interior. Sin embargo, mi hermana estaba muy
buena y lo luc�a espl�ndidamente. Me daba rabia verla as�, con esa desverg�enza.
He de recalcar que Marta y yo nos llevamos bastante mal. No s� si siempre ha
sido de este modo, pero, en la actualidad, todo lo que hace me sienta mal. No me
pregunten porqu� pero es as�. Siempre nos peleamos y chinchamos, d�ndonos malas
contestaciones a todo y provocando, continuamente, el enfado de nuestros padres.
El resto del tiempo nos ignoramos mutuamente.
Pero, desde hac�a unos d�as, las cosas iban peor. Parec�a que el �nico objetivo
en la vida de mi hermana era fastidiarme, me incordiaba continuamente y hac�a
todo lo posible por hacerme saltar. Lo estaba consiguiendo... �ltimamente todo
eran insinuaciones, comentarios de �ndole sexual que me pon�an fren�tico. Si
quer�a irse a follar con alguien, que lo hiciera, pero que me dejara en paz, que
a m� no me importaba nada. Creo que necesitaba un buen polvo para bajarse los
humos. Marta me contest�... -�Imp�dico? Yo creo que te pongo... - Me dijo, m�s
insinuante a�n.
Desde luego, esta t�a era gilipollas. �Que me pone! �C�mo se le pod�a ocurrir?
Aunque no fuera mi hermana y solo estuviera ella sobre la tierra me seguir�a
dando asco.
-Mira, imb�cil, d�jame en paz y l�rgate de aqu�. Eres la t�a m�s gilipollas que
me he echado a la cara.
Se fue de mi habitaci�n refunfu�ando y dici�ndome de todo por lo bajo. Si hab�a
venido a buscar algo, se fue sin ello, desde luego.
Ten�a que reflexionar. �Por qu� se estaba comportando as� la subnormal esta? Una
cosa era llevarnos mal, pero otra distinta lo que estaba haciendo ahora. �Qu�
intentaba insinu�ndose as�? A lo mejor le picaba el co�o. Pues que se lo rascara
ella solita...
Unos d�as despu�s hubo otra escena parecida... Estaba tranquilamente en el
cuarto de ba�o, a punto de pegarme una buena ducha. Sin venir a cuento, o sea,
sin llamar, entr� Marta, solo en bragas, con las tetas al aire y una toalla en
la mano. Me pill� totalmente en pelotas antes de cerrar la mampara. Al verla me
llev� una buena sorpresa y, al percatarme de los atributos que mostraba
generosamente, tuve una empalmada inmediata, se me puso el garrote mirando al
cielo. Cerr� r�pidamente el cristal, pero no lo suficiente como para evitar que
ella se diera cuenta de mi estado. Ni siquiera pidi� perd�n. -�Te quieres ir
de aqu�, imb�cil! �Cuantas veces te he dicho que no entres sin llamar!
-�Como se te ha puesto la polla! - Dijo en tono medio jocoso medio sorpresa
-�Ves como si te pones cachondo conmigo? -�Eres gilipollas! �Los t�os
reaccionamos as� ante unas tetas, da igual de quien sean!
Ni corta ni perezosa, en vez de irse, abri� la puerta de la ba�era...
-�Joder, que poll�n! - Hizo adem�n de coger mi miembro... Ante la sorpresa
estuve a punto de soltarle una leche en toda la cara.
-�Est�s mal de la cabeza, ni�a? - Le di un empuj�n y, cogiendo una toalla para
taparme, sal� de all�. Todav�a o�a sus risas cuando entr� en mi habitaci�n.
Estaba rojo de rabia y de verg�enza, esta t�a se iba a enterar, se me estaban
inflando los cojones. Pero... �Qu� se hab�a cre�do? �Qu� me pod�a vacilar? �Ya
ver�amos!
Sin embargo, no hice nada. Durante los d�as siguientes Marta se comport� de
forma normal, ignor�ndome como yo a ella. La paz volvi� a reinar en casa y volv�
a centrarme en mis estudios que era lo que m�s me importaba.
La gente dice que soy un tipo algo raro, lo que se define como un empoll�n,
aunque yo no me veo as�. F�sicamente soy normal, delgado, tirando a alto, 1,82 o
algo as� y bastante fuerte. Reconozco que no voy con t�as casi nunca y que,
fundamentalmente, me dedico a estudiar. Ya tendr� tiempo luego, cuando termine
la carrera. Adem�s soy bastante cortado y se me da mal ligar, las chicas me
ponen nervioso. Cuando estoy muy apurado me hago un par de manolas y ya est�.
�Ah! Se me olvidaba, tengo 22 a�os.
Mi hermana Marta tiene 18, ya he dicho que est� buena aunque a m� no me guste,
es extrovertida y liga un mont�n, cosa que me trae sin cuidado, tampoco es muy
buena estudiante pero, curiosamente, no ha repetido nunca.
Un fin de semana, poco tiempo despu�s, estaba estudiando, como de costumbre,
cuando Marta volvi� a entrar en mi habitaci�n sin llamar. Iba, otra vez, en ropa
interior y deb�a venir con ganas de guerra... Esto se estaba convirtiendo en una
costumbre, seguro que lo hac�a para joderme... -�Oye Luis, me prestas tu
Discman? - Me dijo nada m�s entrar
-�Joder! �Me estoy cansando de que entres en mi cuarto! �Y, adem�s, vestida as�!
�Voy a tener que cerrarme con llave!
-�Te molesta porque te empalmas? �Uy hijo, yo no me voy a asustar! �Es m�s, a lo
mejor me excito yo tambi�n! - Y solt� una risita que me puso de m�s mala
leche...
-�Te la est�s ganado! �L�rgate de una puta vez! - Mi mal humor era m�s que
evidente...
-�Uy, que miedo! Luisito se pone gallito - Me horroriza que me llamen Luisito,
mi cara deb�a ser ya un poema, la rabia me empezaba a cegar...
Sigui� hablando con sorna...
-�Y qu� me vas a hacer? �Te vas a chivar a los pap�s? Pues lo siento, se han ido
de viaje... �O me vas a dar unos azotes? - Dijo meneando el culo delante de m�.
-Mira Marta - dije, con la poca serenidad que me quedaba, estaba a punto de
estrangularla - como no te largues hago una burrada. �Me tienes hasta los
cojones...!
Mi hermana, en vez de hacerme caso se pas� una mano por el co�o haciendo un
gesto de lo m�s obsceno, me hizo un corte de mangas y solt�:
-�Que te den!
Fue la gota que colm� el vaso. No s� que pretend�a pero se iba a llevar raci�n
doble. Me levant� de la silla, me fui hacia ella, la agarr� de un brazo y le
solt� un bofet�n �PLAFF!
-�Hijo de puta! �Cabr�n! �Como se te ocurre! �Eres gilipollas o qu�! - Dijo,
llev�ndose una mano a la cara.
Me qued� parado �Le hab�a pegado a una mujer! �A mi hermana!. �Joder a qu�
l�mite hab�a llegado! �No me lo pod�a creer! �Yo, que no hac�a da�o ni a una
mosca! La otra sigui�... -Eres un hijo de puta, ya ver�s cuando se lo diga a
pap�. Te va a dar una ostia que te vas a cagar...
-Vale, dile lo que te salga de las narices, pero ya te est�s pirando... - Solt�
con voz cansina
De pronto, mi hermana cambi� totalmente de actitud. Se abraz� a m�, aplastando
sus tetas en mi pecho... -Jo Luis, �porqu� te llevas tan mal conmigo? Si yo te
quiero un mont�n...
�Pero de qu� iba esta t�a? Estaba alucinando. �Ahora resulta que era yo el que
se llevaba mal!
-Mira, d�jame en paz. No haces m�s que incordiarme todo el puto d�a. �Acaso yo
te doy la co�a por algo? - Le dije intentando separarla de m� -No, pero no me
haces ni caso y me siento muy sola... - Su voz era muy melosa, como un
ronroneo...
�Qu� se siente muy sola? Ya no sab�a qu� pensar. Mi hermana se hab�a vuelto loca
de remate. �Si se pasaba el d�a con t�os fuera de casa!
-��Y a mi qu� me importa?! - Yo segu�a de muy mal caf�, con ella y conmigo mismo
por la ostia que le hab�a dado. Segu�a Intentando soltarme de su abrazo, me
estaba agobiando... -�Ves? Siempre me contestas mal - Dijo con voz mimosa.
Sin venir a cuento, pos� directamente su mano sobre mi paquete y empez� a
restregarlo. Tuve un empalme inmediato y me puse como una amapola; de un fuerte
empuj�n me separ� de ella. -�Qu� co�o haces! - Casi chill�. Me hab�a cogido
totalmente de improviso.
Se solt� el broche del sujetador, quedando al aire unos pechos perfectamente
formados. Firmes, redonditos, quiz�s un poco peque�os para algunos gustos, deb�a
medir algo menos de 90 de talla, sobre los 87 u 88, pero me parecieron
sensacionales, con un pez�n rosita encantador...
Me qued� con la boca abierta, no pod�a creer que Marta me estuviera ense�ando
las tetas as�, con ese descaro... Mi rabia iba en aumento, no me gusta nada
exteriorizar mis emociones y, mucho menos, sucumbir a ellas. No pod�a hacerle
ver a mi hermana que sus tetas me parec�an maravillosas y me apetecer�a
com�rmelas enteras...
Ella prosigui� con su particular streptease, baj�ndose las bragas, mostr�ndome
un co�ito depilado y bien recortado. Adopt� una pose sumamente sensual
-�No tienes nada que decir de tu hermana? - Se sobaba las tetas, tirando de los
pezones con los dedos y pasando luego por el co�o... Era la imagen m�s er�tica
que hab�a visto en mi vida. Ten�a la polla a punto de reventar el pantal�n...
-�Est�s loca! �Se puede saber qu� pretendes? - Dije con voz jadeante por la
excitaci�n y el desconcierto...
-�Qu� pretendo? No pretendo nada, solo relajarte un poquito. �Siempre est�s tan
metido en los libros...! Creo que por eso te llevas tan mal con todos.
No sab�a ni donde meterme, si esto segu�a as� pod�a llegar a cometer una locura.
Luchando con todas mis fuerzas conmigo mismo consegu� serenarme un poco, al
menos dar esa imagen... Por dentro estaba hirviendo como un volc�n...
-Mira Marta, no s� que plan te traes entre manos pero ya est�. No quiero saber
nada. Ahora mismo te vistes y te vas de aqu�.
Ella no me hizo ni caso, puso una cara muy mimosa y se volvi� a acercar a m�.
Como yo estaba cerca de la cama, ca� sentado en ella al recular. Marta se me
sent� encima, desnuda como estaba, pasando sus piernas alrededor de m� y
apoyando su depilado co�o sobre mi polla a punto de reventar. Estaba totalmente
desconcertado, incapaz de reaccionar cuando ella inici� un movimiento de vaiv�n
sobre mi paquete. Yo no quer�a, intentaba apartarla, pero estaba consiguiendo
llevarme a un grado de excitaci�n inimaginable. Al empujar, mis manos se
posaron, accidentalmente, en sus senos...
�Qu� tetas...! �Qu� suaves! �Con el pez�n totalmente tieso! Un calambre me
recorri� toda la columna, desde la nuca a la rabadilla, produci�ndome una
sensaci�n maravillosa. A�n as�, intentaba resistirme a sus avances, lo que
estaba sucediendo no entraba en mis esquemas, me estaba desarbolando por
completo y no quer�a, no pod�a sucumbir a las tretas de mi hermana...
Vana ilusi�n. Me abraz� por el cuello y pasaba los dedos por mi nuca, rascando y
acariciando el pelo, sin dejar de moverse sobre mi cosa, apret�ndose m�s a m�,
sujetando con su cuerpo mis manos sobre las tetas.
Me miraba fijamente, la cara roja, la boca entreabierta, jadeaba... Me bes�.
Acerc� sus labios a los m�os y, ladeando la cara, me dio un beso apasionado,
intentando introducir su lengua en mi boca... Me resist�a, giraba la cabeza de
uno a otro lado intentando escapar de esa boca incestuosa. Con mi forcejeo y su
peso ca� tumbado sobre la cama, con las piernas colgando. Lo aprovech� para
inmovilizar mi cara con sus manos y comerme los labios, el cuello, las orejas.
Yo, ya no era yo. No sab�a ni donde estaba, me sent�a totalmente dominado,
indefenso ante los ataques de Marta, incapaz de reaccionar con coherencia. Mi
fuerza por quit�rmela de encima era cada vez menor, me sent�a d�bil.
En un momento en que no me di cuenta Marta me baj� el pantal�n y el calzoncillo,
dejando en libertad mi miembro que se mostraba erguido en todo su esplendor.
Lo sujet� con una mano y, mir�ndome a la cara, se fue dejando caer sobre �l,
introduci�ndoselo en su mojada vagina poco a poco. �Qu� estrecha estaba! A�n en
mi estado alucinado pens� que mi polla entrar�a mejor en su co�o.
Se qued� quieta un momento, con una respiraci�n profunda y jadeante que hac�a
subir y bajar sus tetas de forma enloquecedora. Apoy� sus manos en mi pecho y se
dej� caer de golpe, ensart�ndose hasta el cuello de la matriz. Cerr� los ojos
muy fuerte y solt� un gemido ahogado mientas una l�grima rodaba por su mejilla.
Volvi� a parar, parec�a estar a acostumbr�ndose a tener mi poll�n dentro del
co�o, yo sent�a algo caliente deslizarse por las ingles. Instintivamente acerqu�
la mano para notar aquello. �Sangre! �Era sangre! �No me lo pod�a creer! �Mi
hermana virgen! Ya no sab�a qu� pensar, mi cabeza era un torbellino de
sensaciones contradictorias que me ten�an agotado.
Poco a poco empez� a cabalgar, con suavidad, sin apenas dejar que mi polla
saliera de su vagina. Realizaba movimientos de adelante a atr�s o giraba sus
caderas, siempre con mi miembro clavado hasta las entra�as. Jadeaba cada vez
m�s, cogiendo mis manos las llev� a sus tetas y empez� a masajearlas. Yo no
reaccionaba, parec�a un zombi pero, poco a poco, con los dedos, iba pellizcando
los pezones, excit�ndolos al m�ximo.
No tuve m�s remedio que dejarme llevar. Marta ten�a un co�ito tan estrecho...
Era maravilloso sentirse dentro de ella. Iba levantando mis caderas para
conseguir una mayor penetraci�n, golpeando con la punta del nabo el cuello del
�tero, haciendo que sus m�sculos vaginales se dilataran al m�ximo.
Los movimientos iban en aumento, al igual que los gemidos y jadeos de ambos, se
apoy� sobre mi pecho, restregaba su cl�toris contra m�, met�a la cabeza en mi
cuello mordi�ndolo y chupando, me mord�a las orejas....
Abraz�ndome muy fuerte se corri�, clav�ndome las u�as en la espalda y d�ndome un
mordisco en el hombro. Se convulsion� entera y solt� un gran gemido Aaaaahhhhh.
Fue fabuloso, pero yo a�n no hab�a tenido mi orgasmo.
Tras descansar un momento, solo realizando movimientos muy suaves, intentando
recuperar la respiraci�n y d�ndome besitos tiernos en los labios, empez� a
acelerar, sin cambiar de posici�n.
El mete saca se hizo furioso, cada vez que mi polla entraba ella daba unos
grititos que me estaban volviendo loco de excitaci�n. Aceler� m�s y m�s, me
llevaba al l�mite, arque� la espalda hacia atr�s y hundi�ndose mi nabo todo lo
que pudo volvi� a correrse, esta vez de forma escandalosa, dando unos gemidos
tremendos mientras respiraba fuerte por la boca. Aaaahhh, Aaaahhh, Aaaaahhhh
Yo no pod�a m�s, sent� como se me arrugaban las pelotas y solt� toda mi carga en
su interior, inundando de espesa leche todo su conducto vaginal.
Nuestros movimientos fueron a menos. Me miraba sonriente, con cara de
satisfacci�n y de cari�o, pero yo permanec�a serio. Con suavidad la apart� hacia
un lado y me incorpor�, me sub� los calzoncillos y pantalones y le acerqu� a
ella su ropa interior que hab�a quedado en mitad de la habitaci�n.
Se levant� y me dio un besito en los labios. Lo fue haciendo m�s profundo,
jugando con la lengua en mis dientes, mordisque�ndome los labios... La dej�
hacer, sin colaborar pero sin apartarme.
-Te quiero Luis. Esto no ha sido una calentura... Te quiero - Me dijo con
palabras muy tiernas y sentidas.
Yo segu�a d�ndole vueltas a la cabeza y no ten�a el mismo humor que ella.
-Ya - Le dije. -Vale, pero v�stete, anda.
Puso una cara como de pena, pero me hizo caso, se visti� y se fue a su
habitaci�n.
Al quedarme solo me sent� muy culpable. �Qu� hab�amos hecho! �Dios m�o, hab�amos
follado! �Y �ramos hermanos! Me parec�a que me hab�an violado, me encontraba
sucio... Fui a darme una ducha para intentar calmarme y asimilar toda la
situaci�n.
Cuanto m�s lo pensaba, m�s convencido estaba de que mi hermana se hab�a
aprovechado de m�, de que no era culpa m�a. Claro que yo era mucho m�s fuerte
que ella, pero eso no quitaba hierro al asunto. No hab�a utilizado violencia
f�sica, evidente, pero se hab�a valido de sus armas de mujer para seducirme...
La rabia y la verg�enza volv�an, peor que antes.
Con el paso de los d�as me iba sintiendo peor con Marta. Ahora ella se portaba
como si fuera su novio, con una confianza inusitada entre nosotros, pero a mi no
me val�a, en cuanto faltaban nuestros padres se me insinuaba, intentaba besarme,
etc Yo no hac�a ni caso, es m�s, me apartaba de ella, le echaba la bronca, no
estaba dispuesto a dejarme pillar como la otra vez pero parec�a que mis
desprecios y mal humor no le hac�an mella, me estaba volviendo loco...
Cuando estaba en mi cuarto me ten�a que cerrar con llave para que no entrara,
ten�a que vigilar cuando iba al ba�o, no fuera a aprovechar para meterse dentro
conmigo, estaba siempre con cien ojos para poder evitarla, lo dicho, me sent�a
acosado y perseguido en mi propia casa.
Sigui� pasando el tiempo y la situaci�n parec�a ir relaj�ndose,
consiguientemente fui bajando la guardia. Es algo natural. Pero ella estaba al
acecho y en cuanto se dio cuenta volvi� a la carga, pill�ndome otra vez como
quer�a, de improviso.
Mis padres hab�an salido de viaje y Marta aprovech� para pedirles permiso para
ir a dormir a casa de una amiga. Sabedores de que no nos llevamos bien, no
pusieron ninguna pega. Se marcharon y poco despu�s mi hermana dijo que se iba
tambi�n y se despidi� con un grito desde la puerta.
Me qued� solo, solo y feliz. Un par de d�as con la casa para m�, sin tener que
soportar a esa pesada que me agobiaba continuamente. Estaba tumbado en mi cama,
viendo la tele, medio adormilado. Estaba cansado de soportar aquella tensi�n y,
por primera vez desde hac�a tiempo, me encontraba realmente relajado.
Mi susto fue may�sculo cuando not� que alguien se hab�a metido en la cama
conmigo. Deb�a de haberme dormido completamente, sino no me lo explico... Era
ella, desnuda, guap�sima, insinuante, pero era mi violadora...
-�Marta! �Qu� co�o haces aqu�! - Chill� mientras sal�a volando de la cama.
Estaba vestido solo con unos calzoncillos, de esos tipo boxer.
Miraba divertida mi cara de sorpresa, su senos me apuntaban desafiantes, no
pod�a apartar la vista de ellos...
�No se hab�a ido! �Me hab�a enga�ado!
�Mi polla reaccion� ante aquella sublime visi�n! Estaba sentada en la cama con
las piernas recogidas, como la Sirena de Copenhague. Era una imagen divina,
llena de erotismo, pero yo no estaba para erotismos... Me sent�a pillado,
indefenso ante sus encantos. Me qued� con la boca abierta sin reaccionar, de pie
en medio de la habitaci�n.
-Ven Luis, ven aqu� conmigo - Dijo, dando palmaditas en la cama.
-Ni hablar, Marta. No pienso volver a hacer nada contigo. Tu no est�s bien de la
cabeza �Se puede saber que quieres de m�?
No hice adem�n de acercarme sino al contrario, me parapet� con la silla de mi
escritorio. Ella puso cara de "qu� le vamos a hacer", se sent� bien en la cama y
se dispuso a echarme una charla, como el padre que da explicaciones a su hijo.
-Ay Luis, �Todav�a no te has dado cuenta? - No hab�a reproche en sus palabras.
-Si me he dado cuenta de qu� - Realmente tem�a lo que me podr�a decir a
continuaci�n.
-Es un poco dif�cil de explicar o ,mejor dicho, dif�cil de creer. La cuesti�n es
que me he enamorado de ti. No me preguntes por qu�, porque tampoco lo entiendo,
pero me ha pasado. No s�... de repente me di cuenta. Al principio me dio mucha
rabia, te odiaba por sentir eso y porque t� no me hac�as ni caso...
-Pero...Vamos a ver, Marta. T� no te puedes enamorar de m�, de tu hermano. No
hay qu�mica entre nosotros, no puede haberla... Esto... Esto no puede ser, no
puede pasar... - Me hab�a dejado anonadado �Era incre�ble!
-Ya te he dicho que no es algo que yo haya querido. Cuando estuve totalmente
segura decid� hac�rtelo ver, pero parece que vives en otro mundo �No te enteras
de nada! �Me tuve que lanzar como una cualquiera! �A ver si te crees que fue
f�cil! �Te crees que no me da verg�enza plantarme aqu� desnuda?
-�Pues no lo parece! �Y el otro d�a? �Pr�cticamente me violaste! - Intentaba por
todos los medios disuadir a mi hermana de su locura.
-�No seas exagerado! �Yo creo que lo disfrutaste! - Me espet�
-�Como si me hubiera follado a una mu�eca hinchable! - Esto s� le hizo da�o
Me mir� con una mezcla de amor y determinaci�n. No estaba dispuesta a rendirse
con facilidad.
-No s� lo que pensar�s t�, pero te juro que vas a ser m�o como sea. Cuando te vi
el otro d�a con una chica, casi me muero de celos, no pod�a soportarlo. Entonces
decid� que ten�as que saber que te quiero.
-�Con una chica? �Pero si yo no he salido con ninguna desde hace un mogoll�n de
tiempo...! - Ya si que no entend�a nada. Mi hermana deb�a estar viendo visiones.
Pero segu�a all� desnuda y en mi subconsciente no hac�a m�s que besarla,
follarla, com�rmela entera. �Joder, qu� buena estaba! Mi instrumento segu�a en
pie de guerra a pesar de mis esfuerzos por evitarlo.
-�S�, te vi con una chica en el portal de casa! �Cre� que me com�a a esa
mosquita muerta! �Te llega a poner una mano encima y la mato!
Me ten�a totalmente desconcertado. Deb�a referirse a alguna compa�era de clase,
pero ahora no ca�a en quien pod�a ser... Decididamente Marta estaba enferma.
Ante mi expresi�n de sorpresa se relaj� un poco, ve�a que no ten�a rivales.
Sigui� explic�ndose:
-Luis, lo tengo decidido, me ha costado mucho decidirme pero lo tengo claro.
�Quiero ser tu mujer!
-�??????????????????????
-Ya me has o�do, voy a ser tu mujer, te guste o no.
Dios m�o, Dios m�o, Dios m�o. �Me cago en mi puta vida! Pero... �Qu� he hecho yo
para merecer esto? �Decididamente mi hermana estaba loca del todo! �Ser mi
mujer? �Alucinante!
-Pero... Pero... �T� te has dado cuenta de lo que est�s diciendo? �Mi mujer? �T�
no puedes ser mi mujer! �Somos hermanos! �Se te hab�a olvidado ese peque�o
detalle? �Joder, Marta! �Est�s peor de lo que pensaba!
Se levant� de la cama y vino hacia m�, apart� la silla tras la que me escond�a,
me abraz� pegando su cuerpo al m�o, clav�ndome los pezones en el pecho,
restregando su pubis contra mi enhiesto miembro....
�Joder, qu� sensaci�n! �Si es que estaba buen�sima! �A ver quien es el santo
var�n que aguanta esto!
Me bes� suavemente los labios mientras yo estaba como paralizado, me mir�
fijamente a los ojos. Hab�a serenidad y determinaci�n en esa mirada...
-M�s vale que te hagas a la idea. Me importa un huevo que seamos hermanos. Te
guste o no, t� me desvirgaste y eso te compromete. T� ver�s como te lo montas
para que nadie se entere, pero que voy a ser tu mujer, eso seguro. No tienes
escapatoria...
Su mano se hab�a adue�ado de mi polla y la masajeaba mientras hablaba, me estaba
llevando al s�ptimo cielo. No lo pod�a resistir, me estaba llevado al huerto y
yo no hac�a nada por evitarlo. �Me estaba comiendo el coco! �Joder, si era m�s
peque�a que yo!
�Dios, qu� placer! No pude aguantar m�s, ya no pensaba nada, nada que no fuera
ella, su cuerpo, sus tetas, su co�o... La llev� hacia la cama, casi a
trompicones y ca�mos sobre ella abrazados, comi�ndonos los labios,
intercambiando saliva en una sin igual batalla de lenguas. Recorr�a todo el
interior de su boca, sus dientes, mord�a sus labios hasta hacerle da�o y ella
hac�a lo propio conmigo.
Empec� a sobar sus pechos, amas�ndolos de abajo a arriba, pasando los pulgares
por las areolas, sin llegar a tocar los pezones. Suspiraba de gusto, met�a una
pierna entre las m�as intentando rozar su cl�toris con mi muslo, restreg�ndose
contra �l. Yo hac�a fuerza hacia arriba para proporcionarle m�s excitaci�n.
Mov�a sus caderas como una fiera, era evidente su grado de calentura, se hab�a
convertido en una aut�ntica loba.
Cog� los rosados pezones entre el �ndice y el pulgar y tiraba de ellos, daba
mordisquitos en su cuello y met�a la lengua en la oreja... Ella se pegaba cada
vez m�s a m�.
Baj� hasta sus tetas con la boca y empec� a chuparlas enteras, ensaliv�ndolas,
rozando apenas con los dientes, mamando con aut�ntica delectaci�n, alternando
manos y labios de una a otra sin parar. Segu� descendiendo a lo largo de su
vientre, liso como una tabla jugando un ratito con su ombligo.
Me iba acercando a su divino tesoro, solo guardado para m�. Me entretuve un rato
con las ingles y el interior de los muslos, excit�ndola, haciendo que anhelara
un ataque directo. Me agarraba del pelo intentando guiar mi cabeza hacia su zona
y levantaba las caderas en claro ofrecimiento. La hice sufrir un ratito m�s,
pero no mucho.
Met� la lengua a lo largo de su raja, empezando por abajo y subiendo lentamente,
separando los labios, haciendo c�rculos en la entrada sin penetrar, acerc�ndome
a su tierno bot�n sin tocarlo... Me apretaba la cabeza contra su vulva, sus
movimientos p�lvicos eran incontrolados y fren�ticos, deseaba sentirme dentro...
Y m�s que lo iba a desear...
-Vamos Luis, c�metelo. Por favor �C�metelo ya, cabr�n!
Ya que me lo ped�a por favor... Introduje la lengua en la vagina todo lo que
pude, realizaba movimientos de mete saca con ella, pero mi hermana quer�a m�s.
Me fui directamente al cl�toris... All� estaba, tieso, rojo, recubierto por su
capuch�n... Lo frot� un poco con la nariz, presion�ndolo, mientras me deleitaba
con un poco m�s de flujo que manaba a raudales... �Sab�a a gloria!
Gritaba de placer... Se corr�a, se corr�a patas abajo sin remedio, cerrando sus
piernas alrededor de m�. Fue entonces cuando cog� su protuberancia er�ctil entre
los labios y chup�, mam� con ansia, presion� entre la lengua y los dientes... El
resultado fue espectacular... Arque� la espalda apret�ndome fuerte con manos y
muslos, mov�a las caderas como una loca arrastr�ndome con ella, sus orgasmos se
multiplicaban sin descanso, se encadenaban uno tras otro, sus jugos se
deslizaban hacia su culo sin descanso... Sujet�ndola de las nalgas le met� un
dedo en el culo, como hac�a ella, sin permiso. Estaba la zona totalmente
lubricada, por lo que no tuve problema y apret� sin compasi�n, hasta el fondo,
haciendo c�rculos dentro, excitando sus paredes internas.
Fue una apoteosis, un homenaje al orgasmo. Con los �ltimos estertores se dej�
caer sobre la cama, relajando las piernas, liber�ndome de aquel abrazo amoroso
que casi me ahoga... Estaba roja, roja, como una amapola, derrengada, ah�ta de
placer, pero no se olvid� de m�. Con movimientos pausados por el
desfallecimiento llev� una mano a mi miembro viril, introduci�ndola por el
el�stico de mi ropa interior. Inici� un lento magreo mientras yo volv�a a
sobarle las tetas y a besar sus jugosos labios.
Me despoj� del calzoncillo, sin prisa pero sin pausa. Quiso llevar su boca a mi
instrumento para hacerme una mamada, pero no la dej�. Sab�a que me correr�a
enseguida y no me apetec�a, aquello ten�a que durar m�s. Quer�a que me sintiera
en su interior, no humillarla, sino que viera que yo segu�a siendo el macho,
aunque pens�ndolo bien, se hab�a salido con la suya y est�bamos follando, como
ella quer�a.
Me situ� entre sus piernas, acariciando sus muslos hasta llevar una de mis manos
a su suav�simo culo e iz�ndolo, me ayud� de la otra para colocar mi polla entre
los labios de su entrada vaginal. Empuj� despacio pero con fuerza, sin descanso,
avanzando cent�metro a cent�metro hasta llegar al fondo. A�n as� me faltaba
parte por meter y segu� presionando. Le estaba subiendo el �tero hasta el
paladar, pero no desfallec�. Ella tampoco se quejaba, apretaba los dientes y
aguantaba estoicamente, mir�ndome fijo a los ojos, anim�ndome a continuar.
Tras unos cortos movimientos de entrada salida para dilatar su estrecho t�nel,
consegu� que mis pelotas se estamparan contra sus nalgas. �AH! Qu� sensaci�n de
gusto, de triunfo, estaba enterito dentro de ella...
Empec� a moverme muy despacio, recre�ndome, sacando el nabo casi entero para
volverlo a meter, muy despacio tambi�n. Su expresi�n iba cambiando,
transformando la cara de tensi�n por cara de placer, empezaba a moverse
acompa�ando mis acometidas, levantando lujuriosamente las caderas cada vez que
me volv�a a introducir.
Jadeaba cada vez m�s fuerte, cambi� de postura sin sacarle la polla situ�ndome
yo debajo. Su cabalgada era cada vez m�s violenta, mov�a su cintura en todos los
sentidos, en c�rculo, en vaiv�n, acelerando continuamente hasta que arque� la
espalda, dio un gemido m�s prolongado y tuvo un orgasmo fabuloso. Me encantaba
que Marta se corriera con tanta facilidad...
La puse a cuatro patas, me situ� detr�s de ella y se la volv� a meter, frotando
el cl�toris con los dedos para que no bajara su excitaci�n. Volvi� a correrse,
una y otra vez, destilando jugos patas abajo, presionando mi vientre con sus
nalgas. En un momento, levant�ndome un poco, le saqu� mi miembro del co�o y
apoy�ndolo en la entrada del culo se lo met� sin contemplaciones, nada de poco a
poco, de golpe...
-�AAAAHHHHHH, CABRON! �QUE ME HAS RAJADO, CABR�N!
Se dej� caer sobre la cama pero yo segu� dentro de ella. Aplast�ndola con mi
peso, solo medianamente apoyado en las rodillas, pas� las manos bajo su cuerpo,
acarici�ndole las tetas y metiendo un par de dedos en la vagina. La situaci�n me
estaba desbordando, era acojonante sentir sus nalgas en mi tripa. Aunque no
pod�a moverme por falta de apoyo, ten�a la polla totalmente encajada en su
prieto culo, frotaba su cl�toris, frotaba sus pezones, sus orgasmos se suced�an
uno tras otro, se estaba meando por el descontrol y no pude m�s...
Empec� a llenarle el recto de leche, mi esperma sal�a a borbotones, no sab�a
como hab�a durado tanto... Era maravilloso, su esf�nter me apretaba la base del
pene haci�ndome sentir sus contracciones y el fuerte latido de su coraz�n. La
mord� fuerte entre el cuello y el hombro mientras sub�a y bajaba mi orgasmo...
-AAAAAHHHH DIOOOOSSSS LUIIIIISS.....
Me qued� medio muerto encima de ella, recuperando el aliento, empapado de
sudor... Me dej� caer a un lado, la pobre Marta estaba asfixiada...
�Joder, qu� polvazo! No es que hubiera echado muchos, pero este, desde luego,
era el mejor. Si estas iban a ser las relaciones con mi hermana, val�a la
pena... Lo dicho �QU� POLVO! Con may�sculas.
-Ay, Luis, ay... �Eres maravilloso! - Acerc� la cara para darme un beso...
Nuestras lenguas volvieron a cruzarse, intercambiando saliva, sus jugos...
-�Ves como ten�a yo raz�n? Iba a ser tu mujer y lo he sido.
-Oye, oye. No tan deprisa. �Que me hayas seducido no quiere decir que te
conviertas en mi mujer! - Le contest�
-�Ya estamos! �Voy a tener que venir a tu cuarto en pelotas cada vez que te lo
quiera demostrar? Sabes que puedo hacerlo y lo har�, si es lo que quieres. -
Estaba de lo m�s sonriente, segura de su triunfo.
Lo dicho, �Para que iba a luchar contra ella si me iba a ganar siempre?. En fin,
si no puedes vencer a tu enemigo, �nete a �l. Adem�s, estaba un poco harto de
discutir siempre con ella, ser�a una verdadera experiencia el llevarnos bien,
para variar.
-Bueno, vale, vale. T� ganas, eres mi mujer. �Y ahora qu�? - Le dije, d�ndome
por vencido.
-Pues ahora, eso, que somos pareja. - Me contest� con una sonrisa de oreja a
oreja
-Marta, me parece que sigues olvidando que somos hermanos. Eso de "somos pareja
y ya est�" no es tan f�cil...
-Para m�, s�. Hombre, no te digo que vaya a hacer manitas o darte un morreo
delante de los pap�s, pero cuando se acuesten...
-�Oye! �Que esto no lo podemos hacer con ellos en casa!. Y adem�s est�n tus
amigas. �Qu� les vas a decir? Porque si cuentas que tienes novio, lo van a
querer conocer, as� que ya me dir�s... Y si no dices que tienes pareja, se van a
mosquear por no salir con ellas... �T� misma!
-�Joder Luis! �No haces m�s que poner pegas! - �Je, qu� cachonda! Ahora resulta
que yo pongo pegas. Si ya te digo... - Bueno, �Piensa algo! -Si ya pienso, ya
pienso. Lo malo es que no se me ocurre nada. En fin, el tiempo dir�...
Y as� pas� el tiempo... Cada dos por tres, cuando mis padres sal�an de viaje,
ten�amos unas sesiones de sexo incre�bles. Mi hermana era insaciable y reconozco
que yo no le iba a la zaga. Me encantaba follar con ella, era la amante
perfecta, la so�ada por cualquiera. Un poco celosa, cosa que me molestaba, pero
aparte ese peque�o detalle, no pod�a pedir m�s. El resto del tiempo ten�amos una
relaci�n normal, aunque mis padres estaban un poco extra�ados a la par que
encantados de c�mo nos llev�bamos ahora.
Lo curioso fue que el destino se encarg� de solucionar todo, en forma de mazazo
moral y sentimental.
Desgraciadamente, todav�a siento congoja cuando lo recuerdo, mis padres
fallecieron en un accidente de tr�fico, no mucho tiempo despu�s. El golpe fue
muy duro para Marta y para m�, tardamos en superarlo.
Nos hab�amos quedado en una situaci�n econ�mica desahogada gracias al dinero que
ten�an y a los seguros de vida, eso ayud� bastante... Al cabo de unos meses,
cuando ya est�bamos m�s tranquilos, me encontr� con la sorpresa de que toda la
ropa de mi habitaci�n hab�a desaparecido del armario. Me fui a buscar a Marta
aun no repuesto de la sorpresa, pero esta no hab�a hecho m�s que empezar. Lo
hab�a colocado todo en la habitaci�n de mis padres...
-Bueno Luis - Me dijo en cuanto la vi - ahora si que tenemos que rehacer
nuestras vidas, as� que he pensado que nos vamos a instalar aqu� los dos. Ahora
s� que vanos a ser una pareja en toda regla. Vete haci�ndote a la idea.
Mi hermana me sorprend�a cada vez m�s. No nos hab�amos tocado un pelo desde el
accidente y ahora esto. Yo alucinaba.
Esa noche descargamos toda nuestra tensi�n, nuestra pena y nuestra congoja con
un polvo de los que hacen �poca. Estuvimos follando hasta el amanecer de todas
las formas posibles, los orgasmos de Marta se suced�an sin tregua y era una
artista para lograr mi recuperaci�n cada vez que yo me corr�a, con la boca, las
manos, las tetas... Acab� con la polla destrozada, y ella con el co�o y el culo
que parec�an un bebedero de patos. �Tremendo!
No seguimos mucho tiempo as�. La habitaci�n de nuestros padres nos daba un poco
de respeto, parec�a que les enga��bamos, as� que vendimos la casa y nos
compramos otra m�s peque�a en una ciudad diferente en cuanto acab� la carrera.
Y as� seguimos. Aqu� todo el mundo que hemos ido conociendo cree que somos
matrimonio. Siempre nos dicen que como nos hemos casado tan jovencitos, pero no
creo que piensen nada raro. Queda siempre una duda, y es que Marta y yo nos
parecemos mucho f�sicamente, pero ya se sabe, los matrimonios , con el tiempo,
dicen que se acaban pareciendo...
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Relato: Acoso
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