Como les contaba al final del relato anterior, regrese a mi
casa y la tormenta en la casa me esperaba. Ya los problemas eran mayores y
pr�cticamente sin soluci�n. Pero los problemas no terminaban all�, ya que en el
trabajo yo empleaba mucho tiempo en el Internet, visitando paginas travest�s,
con fotos y relatos. Esto obviamente afectaba mi desempe�o en la oficina, por lo
que en el trabajo las cosas no estaban en el mejor de sus momentos.
Sin embargo no todo eran malas noticias, aproximadamente dos
semanas de mi regreso me entere que un familiar muy lejano de esos que ni se
acuerda uno hab�a fallecido y hab�a dejado una gran fortuna de herencia. Para mi
sorpresa y debido a que muchos de los dem�s que estaban en el testamento hab�an
muerto, entonces la mayor�a de la fortuna me hab�a quedado a mi. Era dinero
suficiente como para no trabajar el resto de mi vida y d�ndome todos los lujos
por los que siempre hab�a trabajado. Esta era la parte agradable de mi regreso.
Como los problemas en la casa eran ya insoportables, decid�
rentarme un departamento agradable para vivir nuevamente solo. Al mismo tiempo
compre una computadora para poderme conectar a Internet desde mi casa. Y seguir
visitando todas las paginas de fotos, videos y chat de travest�s, por lo que
empec� a entablar amistad con muchas personas en estos c�rculos sociales.
Empec� tambi�n a tener encuentros amorosos con diferentes
chicas solas y tambi�n en parejas o en org�as. Esto se me estaba haciendo un
vicio. En algunos casos les regalaba ropa sexy a las chicas / chicos con los que
estaba, que iban desde ligueros, bikinis, vestidos, y medias. Me compre como 4
dildos para poder disfrutar con ellas y tambi�n en la soledad de mi casa. Varios
de los encuentros empezaron a realizarse en mi propio departamento ya que en el
contaba con un mont�n de pel�culas de travest�s. Me encanto que en uno de los
videos era estelarizado por Roberta aquella chica que hab�a tenido oportunidad
de conocer en mi viaje por Brasil. Me empec� a comprar ropa sexy para mi tambi�n
sin embargo nunca la utilizaba fuera de casa. Tan pronto llegaba del trabajo lo
primero que hacia diariamente era ba�arme y colocarme estas prendas con las que
siempre hab�a sonado.
Para la limpieza del departamento, contrate a una chica que
no se ve�a tan mal, y que cobraba lo justo. Ella poco a poco se fue dando cuenta
todo lo que yo escond�a en mi closet y en algunos de los armarios. Ella era
alta, morena, y robusta. Su pecho deber�a medir aproximadamente unos 110 cm,
tenia unos melones deliciosos, y en varias ocasiones me sorprendi� que no usaba
sost�n por debajo de la blusita que los cubr�a, ya que los pezones en ocasiones
resaltaban. Tenia una gran cadera rematada con unas nalgas grandes, quiz�s un
poquito exageradas, y unas piernas con una piel tremendamente brillosa. Casi
nunca usaba medias, por lo que pod�a verle su color real, y casi casi sent�a su
tersura superficial.
Un d�a de que solo tuve que trabajar medio d�a, por que en la
oficina no andaba bien la red de las computadoras y no pod�a hacer nada mas,
regrese temprano a casa. Yo sabia que para esa hora todav�a deber�a encontrar a
D�bora que as� se llamaba la chica. Cuando entre grite el acostumbrado
"...hola..." pero no escuche ninguna respuesta. Por lo que avente el portafolio
y el saco al primer sof� que me quedaba a la mano y me dirig� a mi habitaci�n.
Me llamo la atenci�n que la puerta estaba cerrada, ya que yo nunca la dejaba
as�. Cuando abr� la puerta lo primero que pude ver fue el monitor de la
televisi�n encendido y mostrando una escena entre dos travest�s cogiendose a un
negrito brasile�o. Segu� caminando para adentrarme en la recamara y de pronto me
encuentro a D�bora reclinada hacia atr�s en la esquina de la cama, acarici�ndose
con una mano entre las piernas y con la otra mano sobandose una teta que ya
estaba al descubierto. Ella estaba tan concentrada en la televisi�n que no
escucho cuando yo llegue. En ese momento ella se asusto y salto de la cama para
acomodarse sus ropas, pero en la velocidad de este movimiento alcance a
percatarme algo extra�o en su pantaleta. Le dije que parara, y que no se
asustara. Le pregunte que si le gustaba ver este tipo de pel�culas, y sin
responder palabra alguna, yo encontr� respuesta en la cara de satisfacci�n que
me mostraba y lo reforz� mas aun, cuando separo su mano de su entrepierna y me
mostr� tremendo tolete babeando una leche blanca de su punta.
Yo ya tenia a esta chica contratada desde hacia como 1 mes y
no sabia esta tremenda sorpresa que ahora me mostraba. La situaci�n era
completamente sorprendente, ella sabia que me gustaban ese tipo de chicas por la
gran cantidad de videos que hab�a en la casa y yo tenia nuevamente la
oportunidad de ver en vivo a alguien de esas tan deliciosas caracter�sticas.
Por el desorden que hab�a con los videos y sus cajas tirados
en el piso justo enfrente de la video casetera, entend� que ya llevaba alg�n
rato viendo varias de las pel�culas. Por lo que le dije que no se asustara y que
no le iba a pasar nada. A lo cual ment� por que en ese momento si pensaba que le
iba a pasar algo, y era que iba a participar en una estupenda cogida conmigo en
ese momento. Yo empec� a quitarme la camisa, la corbata y el pantal�n. Cuando el
pantal�n llego al piso, ella pudo ver como debajo de la tanga rojo brillante que
tra�a se dibujaba mi pene en casi su total extensi�n. Ella sin pensarlo mucho,
se despojo de su top, para mostrarme ahora si en su totalidad los pechos que
varias veces a hurtadillas le hab�a visto.
Yo me acerque a la ventana para correr la cortina y evitar
que alg�n curioso del edificio de enfrente nos pudiera espiar. En ese momento y
cuando yo le estaba dando mi espalda ella se acerco por detr�s y me empezo a
acariciar mis nalgas que estaban al descubierto por la tanga. Justo en ese
momento y en la uni�n de mis dos cachetes sent� la punta de su verga
tremendamente caliente y bien lubricada por la leche que aun le escurr�a. Yo sin
volverme, lleve mis manos a mi trasero para sentir por primera vez esa verga con
mis propias manos, y alcance a sentir un gemidito ligerito, ya que por la venida
que hab�a experimentado unos minutos atr�s su glande estaba un poco sensible.
Ella levanto sus brazos a mis hombros y me obligo a girarme en el mismo lugar
donde estaba. Sin decir mas palabras nuestras bocas se fundieron en un beso, mis
manos se situaron en sus dos gigantescos encantos y nuestros penes se besaron ya
en total erecci�n y listos para el combate. Esto duro algunos minutos cuando yo
empec� a empujarla ligeramente hacia atr�s hasta llegar a la cama en donde la
deje que cayera sobre su espalda y vi como su pene bamboleo de un lado al otro.
En ese momento del bur� junto a la cama, yo saque una
botellita de aceite y se lo empec� a embadurnar por todo el cuerpo. Al llegar a
su pene, le di un besito tierno en su punta, y luego abr� mi boca para lamerlo
por la parte de abajo hasta llegar a donde comienzan los huevos. Ella vaya que
lo estaba disfrutando. Era incre�ble pero su miembro crec�a aun mas, ya me
imaginaba lo que iba a gozar en los siguientes minutos.
Por fin los dos acabamos completamente desnudos, as� que ella
me empujo sobre la cama para que yo quedara acostado dando la espalda a las
sabanas. Ella se levanto y se giro para que qued�ramos preparados para comenzar
un suculento 69. Sin perder el tiempo ella dirigi� sus dedos hasta mi culo,
acarici�ndolo y ensaliv�ndolo con una de sus manos, ya que con la otra junto con
su boca me masturbaba y me la mamaba de forma deliciosa. Al mismo tiempo yo le
repet�a las caricias. Su culo completamente rasurado y sin la sombra de ning�n
pelo, me pareci� exquisito. Todo se hab�a venido desarrollando sin palabras,
apenas algunos gemidos, pero eran sonidos desarticulados. Entonces la primera
palabra sali� de los labios de D�bora y fue para preguntarme que yo que quer�a
primero. En ese momento quer�a cogermela furiosamente. As� que nos levantamos y
la puse de perrito. Me coloque un cond�n verde y apunte mi cabeza hacia su culo
negro y abierto. Sin duda ella tenia mucha experiencia en estas actividades ya
que no costo ning�n trabajo introducir mi s�per erecto miembro en su cosita. Una
vez ya ensartada, ella cerro ligeramente sus piernas para apretar al ano
alrededor de mi tranca, lo cual me encanto. Las entradas al principio fueron
lentas y suaves, pero con el pasar de los minutos se fueron acelerando y
convirti�ndose en clavadas bestiales, hasta el momento que estuve a punto
correrme, por mis sonidos ella advirti� de esta situaci�n y me pidi� que se los
echara en la cara y as� lo hice, sin embargo no imagine que se los quer�a tragar
completamente, aquellos chorritos que resbalaban de su boca, los recog�a con sus
dedos y los regresaba a su boca para no desperdiciarlos.
Antes de que la excitaci�n amenguara ella se levanto y me
dijo "...ahora me toca a mi...", a lo cual no me arrepent� y le pregunte como
quer�a que me acomodara, a lo que me pidi� con gestos que me acostara boca
arriba con una almohada en mis nalgas para levantarlas y con las patitas al
aire. As� lo hice, ella escupi� un poquito de saliva en mi culo, froto varias
veces la cabeza de su pene a la entrada excit�ndome al m�ximo, y de pronto en un
solo movimiento continuo lo meti� hasta el fondo, hasta que sus tremendos huevos
se frenaron con mis gl�teos. Esa barra caliente me atravesaba, era incre�ble la
sensaci�n, y ella notaba claramente como lo estaba gozando.
Era impresionante su resistencia, ya que despu�s de 20
minutos me segu�a taladrando el culo, de forma persistente y con fuerza. Los
golpes de mis nalgas con sus piernas seguramente ya habr�an provocado un tono
rozado en mi piel, pero eso no importaba. Finalmente llego al orgasmo y para
compartir su gusto le ped� que me los echara en la boca y yo tambi�n me los
trague.
Estuvimos acostados y abrazados no se cuanto tiempo
descansando y recordando la acci�n ya terminada. Platicamos y me comento como
empezo en este duro mundo, y que tenia mucho miedo antes de ese d�a de lo que yo
pudiera pensar de ella, cuando me enterara de su secretito. Me pregunto que que
era lo que yo quer�a hacer de mi vida, y ella fue la primera persona a la que le
confes� mi deseo oculto de convertirme en una transexual completa. Pero que
llegado el momento quer�a lograr mi transformaci�n de forma exitosa, no
simplemente vestirme y ya, quer�a ser una diosa desde los pies hasta mi cabeza,
que fuera realmente femenina y bell�sima. Le pregunte que si ella conoc�a alg�n
doctor y lugares que me pudiera recomendar para empezar a investigar costos y
alternativas. Ella de forma amplia me comento de unos doctores muy buenos que
pod�a recomendarme aunque eran un poquito caros. Eso no me importo, y tampoco lo
que tendr�a que sacrificar de mi vida anterior para llevarlo a cabo. Sabia que
tendr�a que formalizar mi divorcio, y tendr�a que renunciar a mi trabajo. Sabia
que este momento de mi vida era crucial y que significar�a un mont�n de
sacrificios, pero tambi�n tenia la esperanza que me traer�a una cantidad igual o
mayor de satisfacciones.
Espero que les haya gustado este relato, por favor escr�banme
sus comentarios y sugerencias. Tambi�n env�enme fotos de ustedes. Se los
agradezco.