SECRETOS INCONFESABLES DE UNA MADRE: EL DERBY.
Despu�s de haber vendido a mi madre nuestras relaciones se
llenaron de temor y rencor por su parte y de un terrible morbo por la m�a. El
hecho de habermela follado con mis amiguetes hac�a que cada vez m�s fuera para
m� una t�a que estaba muy buena
a la que ya no miraba como a una madre. Ella lo notaba y ,
dada su delicada situaci�n por lo que yo pod�a decirle a mi padre, sab�a que
tarde o temprano se producir�an nuevos episodios escabrosos.
Para ser sincero creo que por mi parte ya no hab�a barreras
morales o afectivas que me hubieran llevado a tener el anterior respeto hac�a
ella; pero un detalle elimin� toda posibilidad: cada vez que mi madre acud�a al
colegio y pasaba cerca del kiosko de Champi, se miraban de una manera especial.
Mi madre lo miraba y �l apuntaba una ligera sonrisa. Ella lo miraba sin
verg�enza o rencor, sin sentirse humillada, lo miraba de arriba abajo, despacio,
como recordando la follada que le di� y luego giraba lenta y altivamente la
cabeza y casi esbozaba una sonrisa de satisfaci�n. Supe que le hab�a gustado y
pensaba para mis adentros que era una grand�sima zorra.
Tuve la sospecha de que ella hab�a echo lo posible para tener
un nuevo encuentro con �l, pero la verdad es que, aunque me picaba la
curiosidad, estaba cada vez m�s ocupado en mis cosas, mis estudios, el deporte y
haci�ndome un fan�tico del Real Madrid. A mis catorce a�os hubiera vendido mi
alma al diablo por una camiseta firmada por Michel o Butrague�o.
Est�bamos en el m�s de noviembre y se acercaba el partido con
el F.C. Barcelona en el Bernabeu ( El Sancta Sanctorum), ya era entonces dif�cil
conseguir una entrada, pero yo hab�a llegado a la situaci�n de hacer cualquier
cosa por entrar. Mi colegas Quique, Pancho, Moncho y compa��a, estaban en las
mismas. Las posibilidades de conseguir entradas : reventa, domir en la cola por
la noche etc. iban descart�ndose por diversas razones. Est�bamos jodidos.
Hab�a dos tipos mayores de nuestro colegio que eran una
especie de �dolos para nosotros, era de la pe�a Ultra Sur, toda su parafernalia
de cantos, banderas, chupas etc, nos ten�an fascinados. Ellos entraban en el
Bernabeu cuando quer�an, se dec�a que eran los ni�os protegidos de Ram�n
Mendoza, el presidente del Madrid.
Una tarde que sal�a con mi madre de ver al tutor los dos
tipos y otros Ultras estaban a la puerta del colegio; mientras mi madre saludaba
a otras se�oras me acerqu� al grupo, los t�o me saludaron:
�Qu� pasa enano?
�Qui�n es esa piva que sale contigo, tu vieja?
Pues est� buen�sima.
Eh, t�os no os pase�s.
Seguimos un rato hablando y luego mi madre me llam� y nos
fu�mos.
Al d�a siguiente en el recreo nos encontramos con los dos
Ultras y el que se llamaba Ernesto me sac� el tema de mi madre:
Joder t�o, la hab�a visto otras veces y me hab�a llamado la
atenci�n, no sab�a que fuera tu madre.
Pero aunque sea tu madre � dijo el otro - tiene un polvo.
Ya os est�is pasando.
No te enfades t�o pero es que est� de toma pan y moja.
La verdad es que las simpat�as no eran mutuas pues a mi madre
todo lo que fueran pandillas o bandas le molestaba. Dec�a que eran borregos con
las ideas tan cortas como los pelos de sus cabezas rapadas, violentos y
borrachos.
Quedaba una semana para el partido con el Barcelona y
nuestras posibilidades de entrar en el Bernabeu segu�an siendo nulas. Hablamos
con los dos tipos y ellos tan chulitos nos dijeron:
Je je, lo sentimos chavales pero en d�as como este tenemos
muchos compromisos.
Al salir a mediod�a me llam� Quique:
Mira t�o no te mosques pero se me ha ocurrido que a lo
mejor podr�amos hacer con esos t�os un trato como el que hicimos con Champi.
Joder, claro, pero tenemos que hablar con ellos antes de
que sea demasiado tarde.
Quedamos en que lo propondr�a Quique que viv�a cerca de uno
de ellos.
A la ma�ana siguiente durante el recreo se acercaron los dos
Ultras para hablar conmigo:
- Nos ha dicho tu colega que si os metemos en el Bernabeu nos
podemos tirar a tu madre. �Os est�is quedando con nosotros?
- Para nada t�o, creo que os la puedo poner a vuestra
disposici�n.
- Entonces �Es verdad que se la tir� el Champi?
- El Champi y nosotros.
- No jodas, �Te follaste a tu madre?
-Ya te digo, no creo que haya problemas.
- Vamos a ver chaval, veo que apuntas maneras para ser uno de
los nuestros, pero no creo que tu madre acepte, por mucho que la acojones, pagar
el precio de vuestra entrada.
- Har� lo que sea.
- Vamos a ver t�o, como ya os dijimos tenemos muchos
compromisos, pues hay un mont�n de gente pidi�ndonos entrar; para que vosotros
entr�is nos tendremos que justificar con toda la pe�a. Eso significa que los
casi doscientos t�os pueden querer cobrar. � Entiendes?
Por un momento dud�, la verdad es que con aquella gente no
hab�a posibilidad de control. Posiblemente estar�an borrachos y sabe dios que
har�an con mi madre. Pero record� sus miradas con Champi y me excit�. Adem�s ver
el partido con los Ultra sur metiendo ca�a ten�a que ser la leche:
He entendido perfectamente.
Los t�os vieron que estaba dispuesto a todo:
Vale t�o, pues el domingo a las 4,30 est�is con tu madre en
la puerta 50. Creo que lo vamos a pasar bien todos.
Ah, que vaya sexy, en plan se�ora pija.
Cuando llegue a casa se lo espet� enseguida:
Mam� el domingo te vienes conmigo al partido.
Me mir� extra�ada, no le di tiempo a preguntar:
- T� eres nuestra entrada. Deber�s ir en plan pija y muy
sexy.
Ella supuso que tendr�a alg�n apa�o con un portero del
estadio y consciente de su situaci�n no fue necesario repetir las amenazas de la
vez anterior.
Lleg� el domingo por la tarde y mi madre sali� conmigo al
punto de encuentro con mis colegas. Cuando la vieron se quedaron con la boca
abierta, estaba guap�sima. Se hab�a puesto un ajustado vestido de lana negro muy
corto, a mitad de sus muslos, con unas med�as negras, tambi�n de lana fin�sima y
unas botas de tac�n alto por debajo de la rodilla. Completaba su atuendo una
chaqueta negra de napa. Los colegas no se cortaron un pelo y le dijeron lo que
les pareci�. La verdad es que durante el camino hasta el estadio estuvimos
bastante gamberros. En medio de la riada humana que bajaba hacia el Bernabeu una
mujer como ella en medio de ocho chavales llamaba la atenci�n; creo que mi madre
iba muerta de verg�enza.
A las 4,30 est�bamos en la puerta y los Ultra no se hicieron
esperar: los tipos hablaron con el portero y disimuladamente nos hizo pasar. Los
cabrones no se cortaron un pelo:
- �Vaya piba que os habe�s tra�do!
- Pres�ntanosla.
- Venga t�os que va a empezar el partido, dejaros de leches.
Los t�os le dieron un beso de saludo cada uno y comenzamos a
subir unas escaleras para luego seguir por un pasillo y llegar a uno de los
vomitorios del fondo sur. Cuando sub�a las escaleras nos recreamos en su hermoso
culo:
Vaya nalgas que tiene la cabrona.
Mi madre ni siquiera mir� para atr�s. Seguramente pensaba en
como terminar�a aquello.
Cuando accedimos a la grada enseguida vimos el sector detr�s
de la porter�a ocupado por los Ultra Sur, sus chupas de cuero, sus vaqueros sus
botas militares, bastantes con la cabeza rapada, sus bufandas, banderas y
pancartas; dos de las banderas eran enormes.
Comenzamos a descender hac�a ellos y mi madre me mir�, se
ve�a en su cara el desagrado que sent�a con solo pensar que tendr�a que estar 90
minutos en medio de aquellos tipos, aguantando sus gritos y quien sabe qu� m�s.
Por eso hab�a en su mirada preocupaci�n.
Pasando por entre medio de ellos los dos tipos nos llevaron
hasta donde estaban los que parec�an los l�deres del grupo. Uno de ellos no
parec�a para nada Ultra, ni en el pelo ni en el vestir, los otros tres s�, dos
de ellos eran unos t�os altos y tirando a gordos, inmensos como armarios. De eso
hab�a bastantes entre los Ultras. El que vest�a en plan pijo nos salud�:
Venga t�os a animar a tope y tu guapa ven aqu� a mi lado.
Luego con un gesto nos indicaron que nos distanci�ramos un
poco y nos mezclamos con los dem�s. Los t�os hac�an comentarios:
Joder que t�a m�s buena.
�La conoce�s alguno?
Los dos tipos del colegio les explicaron someramente el tema.
La cosa se calent� cuando les explic� no era de uso exclusivo de los jefes sino
para todos. La noticia corri� como la p�lvora y todos los tipos levantaban la
cabeza mirando hac�a donde se encontraba mi madre.
La pe�a estaba entusiasmada y explot� en aplausos y gritos
cuando saltaron al c�sped la Quinta del Buitre y compa��a. Era el cuarto a�o
consecutivo que iban a ganar la liga, empatando solo 3 partidos en casa y
perdiendo s�lo uno fuera.
Directamente proporcional fue la pitada cuando saltaron los
jugadores del Barcelona.
Empezado el partido la pe�a anima a tope pero ya un cabr�n se
coloc� detr�s de mi madre apoyando su "paquete" contra el culo de mi madre que
no pod�a ni moverse puesto que estaba apoyada sobre una de las barandillas de
hierro que hay en la grada. Como prueba de la tolerancia del club hac�a los
Ultras pronto circularon las botellas de cerveza y cubatas de ron o ginebra a
discreci�n. Uno de los tipos que estaba a su lado le ofreci� de beber mientras
le pasaba la mano por el culo y la cintura atray�ndola hac�a s�. Mi madre
termin� aceptando y el tipo ahora le pasaba la mano por encima del hombro para
posarla en sus tetas. Otro cabr�n que estaba al lado viendo su condescendencia
se anim� y comenz� a amasarle el culo. Cada vez eran m�s los t�os que se
percataban de ello y se empezaban a calentar.
Entonces lleg� el soberbio cabezazo de Hugo Sanchez y el
estadio estall�:
�!Gooooooooool!!
Uno de los grandullones mirando a mi madre exclamo:
-Esto hay que celebrarlo debidamente, �extended la bandera!
No se si la pe�a intuy� el porqu� o era lo propio por el gol;
pero en apenas dos minutos la bandera de 5 por 4 mts qued� extendida dejando a
un buen grupo de nosotros tapados:
Joder que no vemos nada.
C�llate gilipollas que ahora vas a ver algo que te va a
gustar.
El grandull�n se acerc� a mi madre con una litrona de cerveza
a la que le daba buenas chupadas:
Ahora bebe t� que te quiero bien mojadita.
Mi madre por no complicarse la vida o tal vez porque estaba
realmente asfixiada, por la temperatura que desprend�an los Ultras apretujados
bajo la bandera, acerc� su boca a la botella y le dio un buen trago, mientras
los hilos de cerveza ca�an por las comisuras de sus labios, no acostumbrados a
beber a morro.
Luego aquel cabr�n gigante se arrodill� delante de ella, le
levanto el corto vestido hasta la cintura y comenz� a recorrer con su morro la
parte interior de los delicados muslos de mi madre y a oler y mordisquear su
peque�a braguita. Mi madre hizo adem�n de retirase y separar su cabezota; no lo
pudo hacer pues estaba apoyada contra la barandilla de hierro y dos la sujetaban
por los brazos. De todas maneras aquel cabr�n deb�a hacerlo bien porque era
evidente en sus gestos que mi madre se debat�a entre una sensaci�n agradable y
la verg�enza que sent�a al ser el centro de tantas miradas.
El tipo comenz� a arrancarle con los dientes la braguita
hasta romp�rsela y dejar a la vista la mata de pelo que ocultaba su rajita. El
t�o sab�a lo que hac�a, comenz� a comerle los labios de su vagina mientras
amasaba suavemente sus nalgas y muslos; la estaba poniendo a cien y ella
comenzaba a mover su cadera. Entonces el grandull�n se levant� y le dijo a que
vest�a de pijo :
Toda tuya Jefe, est� deseando que se la claven.
El tipo se desabroch� el pantal�n y se sac� la polla, que
estaba bastante tiesa despu�s del espect�culo visto:
Abr�rle bien las piernas.
Dos tipos la cogieron cada uno de una pierna y, junto con los
dos que la sujetaban de los brazos, la levantaron en el aire con las piernas
abiertas. El pijo se acerc� y sin ninguna dilaci�n le meti� su polla hasta el
fondo y comenz� a bombearla.
As� me gusta zorra que est�s bien mojada, as� sabe m�s
rico.
Mirarla que carita tiene de felicidad.
Ciertamente la expresi�n de su rostro denotaba que estaba
disfrutando. Toda aquella chusma cada vez m�s excitada le gritaba todo tipo de
obscenidades:
Dale a esa zorra hasta que la partas.
El tipo despu�s de darle ca�a unos quince minutos se corri�
mientras mi madre le gritaba in�tilmente que no se fuera dentro de ella. Sus
ojos se abrieron como platos cuando vi� que el Jefe le ced�a el puesto al
grandull�n que se la hab�a calentado, ten�a una polla muy gruesa y un poco m�s
larga de lo normal; de no haber estado ya lubricada y dilatada por la anterior
penetraci�n lo hubiera pasado mal.
Con la mirada clavada entre las piernas de mi madre, dio un
bufido y dijo:
Ahora vas a saber lo que es bueno.
La penetr� lentamente mir�ndola a la cara. Luego la abraz�
por la cintura sosteni�ndola en vilo:
Quitarle la chaqueta y el vestido para que disfruten los
muchachos de un buen espect�culo.
Los que antes la sosten�an se apresuraron a desvestirla.
La chusma rugi�:
Que buenaza est�.
Ahora puta qu�tate tu sola el sujetador.
Mi madre obedeci� y sus hermosas tetas quedaron a la vista de
todos.
Ahora vas a montar un potro salvaje mu�eca.
Entonces la hizo echar la cabeza hacia atr�s y comenz� a
girar sobre s� mismo como ofreci�ndosela a todos. Cuando par� la volvieron a
sujetar en el aire unos cuantos mientras el grandull�n comenzaba a darle unas
embestidas brutales. El temblor de sus carnes blancas los excitaba como a una
jaur�a de lobos. Todo el que pod�a buscaba su pedazo de carne. Sus tetas, sus
muslos, sus nalgas, sus brazos eran estrujados, amasados, pellizcados y
mordidos.
En ese momento el estadio volv�a a vibrar con un nuevo gol de
Butrague�o. Los cabrones deb�an pensar que empujar en el co�o de mi madre era
como irse hac�a arriba en el campo.
Despu�s de unos veinte minutos el tipo se vino dentro de
ella. Mientras otro se colocaba entre sus piernas alguien le ofreci� un baso con
un cubata de ginebra y lim�n; como estaba fresquito mi madre lo bebi� con
avidez. Empezaba a estar fuera de s�. El tipo se agitaba moviendo fren�ticamente
la pelvis mientras los chavales, ya bastante borrachos, anhelaban su turno.
Hab�a llegado el descanso y la gente se preguntaba porqu� segu�a desplegada la
bandera de los Ultra Sur. Cuando termin� la metida el tipo hubo un conato de
enfrentamiento puesto que todos quer�an meter y el tiempo era limitado. Apareci�
otro grandull�n e impuso su ley, salvando a mi madre de que la destrozaran. Les
mostr� la manera de disfrutar varios a la vez del cuerpo de mi madre. Se tumb�
en la grada e hizo que mi madre lo cabalgara; mientras otro tipo de pie se la
met�a en la boca y a la vez, sus delicadas manos, pajeaban a otros dos tios.
Un quinto tipo se acoplaba a su espalda y disfrutaba a placer
de sus hermosas tetas
Venga t�os iros pajeando para que todos aprovechemos algo
de esta puta.
Y Eso hac�an, se pajeaban y llegaban a punto para disfrutar
dos o tres minutos de las delicadas carnes de mi madre; Si tocaba follada,
mamada o paja era cuesti�n de jerarqu�a y antig�edad dentro del grupo. Los tipos
iban pasando por el cuerpo de mi madre mientras el Barcelona se acerc� 2-1, pero
el Madrid respond�o y al final el resultado fue de 3-2. Un partidazo.
El partido lleg� a su fin y la pe�a empez� a retirarse la
bandera se enrebuj� parcialmente y se pod�a ver desde cualquier parte del
estadio lo que estaba ocurriendo.
Desde la grada alta lateral un grupo de seguidores del
Barcelona, que llevaban algunos prism�ticos, pudieron ver en detalle la follada
y el rostro de los protagonistas.
- Joder t�, esos cabrones se est�n follando a una t�a que
est� buen�sima.
Aunque alguno quedaba sin mojar los dirigentes ordenaron
suspender la funci�n puesto que ya solo quedaban ellos en la grada. Mi madre se
vist�o como pudo y con los 6 u 8 cabecillas se dirigieron a la salida. Mis
colegas y yo les segu�amos. Pero la cosa no hab�a terminado, puesto que en vez
de salir a la calle los tipos se encaminaron al la habitaci�n que ten�an en los
s�tanos donde guardaban toda su parafernalia de banderas, pancartas y otras
cosas m�s peligrosas. Al ver que les segu�amos el Jefe nos dijo que di�ramos la
vuelta, pero uno de ellos le dijo que �ramos los que hab�amos tra�do a la t�a y
que �ramos candidatos a ingresar en los Ultra Sur.
Cuando llegamos al cuarto nos encontramos con dos se�ores
mayores; eran dos porteros de confianza del grupo que les facilitaba la entrada
y otras cosas. Se hab�an enterado del tema y quer�an aprovechar. Entramos todos
y r�pidamente echaron en el suelo una colchoneta mientras le dec�an a mi madre
que se "despelotara". Ten�an la idea clara uno se tumbaba y mi madre puesta a
cuatro patas le hac�a una mamada, mientras otro se la met�a por el culo. Con el
grandull�n de la polla gruesa y otro lo pas� mal. Le dieron duro. Los viejos
porteros resultaron ser un poco cabrones y le dieron buenos mordiscos y
pellizcos mientras se la calzaban. Como estaba medio ida por la borrachera mis
colegas y yo la dimos por el culo mientras se la chupaba los viejos.
Cuando terminaron, los tipos le regalaron una camiseta del
Madrid y se la pusieron encima del vestido de lana. Salimos del estadio y los
tipos se fueron por su lado, mientras nosotros enfil�bamos calle arriba camino
de nuestras casas. Algui�n reconoci� a mi madre y le dijo algo; la dejamos que
fuera unos metros delante sola pues me resultaba molesto. En un lado de la calle
estaban montando en un autob�s un grupo de hinchas del Barcelona, bastante
borrachos y jodidos por la derrota de su equipo. Hab�an estado retenidos por la
polic�a para evitar incidentes con los Ultra Sur. Cuando los vimos nos paramos
para evitar problemas, pero mi madre sigui� para adelante sin percatarse. Entre
ellos estaban los que la hab�an visto con los prism�ticos y comenzaron a decirle
barbaridades:
Ven ac� zorra madridista.
Uno de ellos se acerc� a ella y cuando se percat� de su
estado la cogi� por un brazo y la empuj� hacia el autob�s; entonces el cabr�n de
Moncho comenz� a gritar:
Bar�a, Bar�a.
Y se col� en el autob�s sin problemas porque la gente estaba
pendiente de mi madre. Luego nos cont� que buscaron un siti� despejado de gente
a las afueras de Madrid y que le dieron una follada de campeonato. Por supuesto
Moncho tambi�n se la tir�. Luego acompa�� a mi madre hasta cerca de mi casa,
qued�ndose con la camiseta que le hab�an dado a ella.
El Lunes en el descanso de las clases se la puso y tan
contento nos dijo:
Hay pocas camisetas que tengan una historia tan gloriosa
como esta.
Y el jodido cabr�n ten�a raz�n.