Relato: mi hijo, mi jefe ,mi polla |
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Relato: mi hijo, mi jefe ,mi polla Ya desde el d�a de la entrevista de trabajo supe que mi vida iba a dar un vuelco por culpa de mi hijo. Por aquel entonces llevaba ya m�s de seis meses parada y estaba un poco harta de sufrir entrevistas inservibles . Necesitaba un trabajo ya que mi exmarido no ,me pasaba dinero y mi ex amante me habia dejado hacia un par de semanas . El trabajo de secretaria estaba hecho a mi medida. Ten�a un amplio curr�culum en labores administrativas, cursos de inform�tica aplicada a la gesti�n y todo lo necesario para atender los requisitos de un alto ejecutivo. El d�a de la entrevista hab�a varias candidatas en la sala de espera, todas parec�an superimponentes, con taconazos de aguja, trajes de negocios, todo muy sofisticado. Yo tampoco iba nada mal. Me puse una minifalda de tubo muy por encima de las rodillas, blusa blanca ajustada, tacones de peep toe con algo de plataforma, punta abierta y taconazo de 10 cent�metros. Lo remat� con unas pantimedias negras �Elegancia piel de melocot�n� sin costuras y un maquillaje arrollador, adem�s ol�a al perfume que me hab�a regalado , mi exmarido, la semana anterior para mi 39 cumplea�os, por lo que no pod�a pasar desapercibida bajo ning�n concepto. Fui la �ltima en ser atendida. Las dem�s candidatas salieron con unas caras muy raras. Una incluso sali� como encendida de verg�enza. No le di mucha importancia. Cuando , entr� y entonces lo vi� Era mi hijo de veintitres a�os, guap�simo. Con su barbita sin afeitar, ojos verdes y cuerpo musculoso que luchaba por rasgar una camisa blanca ajustada. Se le marcaban los pectorales y los b�ceps, tan robustos.
-Hola, mama o te llamo PAQUI
--Muy bien, si�ntate PAQUI. �Has trabajado alguna vez de secretaria?
-S�, ya lo sabes. SERGIO
-Est�s nerviosa?
Bueno, un poco
-Claro, pero para ser mi secretaria hay que tener otros dones tambi�n.
Sigui� un silencio algo tenso. En el pensamiento de los dos era que PAQUI era una mujer que habia dejado ,al chico y su padre por semetal negro hacia 10 a�os ,y apenas habia tenido contacto de su hijo ,el cual siempre de peque�o habia tenido un amor especial a su madre .Casi como EDIPO , que el complejo de Edipo como el deseo inconsciente de mantener una relaci�n sexual (incestuosa) con el progenitor del sexo opuesto . Mientras SERGIO habia subido como la espuma a las grandes ense�asas de su padre y su contactos y era director de ventas de una empresa --me atrev� a preguntar. �Est�s casada? o con algun amiguete que no paras de follar.......
-, no. no. -dije algo inc�moda, ya que no sab�a bien si eso iba a ser algo bueno o malo . Me cruc� de piernas, inquieta.
-Bien, pero� Dime una cosa, MAMA . �Desde que est�s excasada no has deseado alguna vez estar con otro hombre?
-�A qu� se refiere? -me not� las mejillas encendidas.
-A ver PAQUI. Necesito una secretaria que est� dispuesta a satisfacerme plenamente. Y no s� si el hecho de que que sea tu hijo supone un problema para ti.
Mi coraz�n empez� a martillearme el pecho, sobre todo al sentir los ojos verdes de aquel hijo clavados en los m�os. Nunca cre� que podr�a permanecer sentada , mi hijo , muy resentido que me hiciera semejante proposici�n, pero algo me reten�a all�.
-�Eso quiere decir que�?
-Que quiero que seas mi putita, MAMA. �Te gustar�a? -me respondi� sonriendo.
�C�mo? �Qu� hab�a dicho? �PUTITA?
-Me parece�
-�Un esc�ndalo?
-Es que tu � -intent� parecer ofendida, pero en el fondo, en alg�n lugar de mi interior, el aleteo incontrolado de un mont�n de deseos ,estaba consumiendo de deseo por convertirme en lo que �l quisiera que fuera.
-�Un qu�? No me importa, PAQUI. Puedes decirlo� �Un cabronazo, quiz�s? No lo sabes a�n bien, lo cabr�n que puedo llegar a ser�
Me mord� el labio solo de pensarlo y me descruc� las piernas.
-Bien, pasemos a otra cosa, MAMA. Algo muy importante para mi: la ropa. Veo que tienes buen gusto. Lev�ntate por favor, quiero verte mejor.
Lo hice un poco a disgusto.
-Llevas minifalda, muy bien. Algo corta, pero es sexy. A veces son m�s sexy as� que demasiado corta, �sabes? Aunque las prefiero mini. Taconazos, mmm, son caros, eh. Muy bien. , mi modelo preferido. Blusa estrecha con escote sutil, excelente. A ver tus medias, s�bete la minifalda un poco.
Lo hice.
-Un poco m�s, por favor.
Lo hice, ya no pod�a subir m�s, de lo contrario le ense�aba directamente las bragas.
-No est� mal. Me gustan tus piernas, largas, delgadas. Escucha bien. Siempre quiero que vengas a trabajar con unas pantimedias puestas, ya sean negras, blancas, de color carne, marrones, me da igual, sopr�ndeme. Te favorecen mucho.
-Comprendo, noy hay problema con eso. A m� me encantan llevarlas.
-Ya te veo m�s comprensiva y eso me gusta. Aunque a�n no te he dicho lo m�s importante, no admito que ninguna mujer lleve braguitas puestas si quiere trabajar para m�. En tu casa puede llevarlas, pero aqu� conmigo no.
-�que?
-Que vengas sin bragas a trabajar� �Qu� es lo que no entiendes, MAMA?
Se acerc� y me di� un cachete en el trasero fuerte, rudo. Aquello me pareci� de inmediato una acci�n intolerable, pero al verle la cara de guapo, con su barba incipiente, la mand�bula ancha de malote, me sent� suya y sumisa.
-Sin bragas� -dije pensativa. Hab�a entrado en un estado de rechazo/atracci�n que me ten�a totalmente desconcertada. Era tan prepotente, tan engre�do y tan golfo que estaba consiguiendo encender en mi interior unas sensaciones contrarias a las que hubieran sido normales.
-Eso es PAQUI, vendr�s sin braguitas.
-Pero con pantimedias, �verdad HIJO? -subray� interrogante.
-Y con minifalda.
-�Algo m�s corta que �sta quiz�s, se�or?
-S�, no estar�a mal.
-Y taconazos de v�rtigo. Con los deditos a la vista, para los vea as�, cubiertos por la suave costura de las medias, �no? -le susurr� mientras me llevaba un dedo a los labios.
-As� es mami o mejor dicho PAQUI , as� Aprendes r�pido.
-�Algo m�s JEFE? -me ten�a a su disposici�n, entregada.
-Pues me gustar�a que te quites , los pantis y las bragas ,ver el co�o que me pario entre esta maravillosas piernas ademas , si sabes practicar un buen sexo oral. No me gustar�a llevarme un desenga�o una vez que te contrate.
No dije nada. Me qued� bloqueada y con los ojos muy abiertos. Lo dijo con tanta naturalidad que no supe c�mo reaccionar. Pens� en mi exmarido, en mi vida matrimonial despu�s de hacer una cosa as�, la vi. Me quite , los pantis ,despues me baje las bragas de encaje y la deje sobre la mesa dejando a la vista mi co�o bien rasurado Mi HIJO se hab�a bajado los pantalones y unos calzoncillos boxers de color rojo deCalvin Klein ajustados. Ante mi ca�a un gigantesco pene hinchado de venas, , mi secreta e inconfesable fantas�a hecha realidad. Desde jovencita siempre hab�a tenido fantas�as con miembros mi familia. Y veces me he masturbado viendo c�mo gigantescas pollas de chicos jovenes , devastaban a indefensas maduras como yo. Y ahora la fantas�a pod�a convertirse en realidad: ten�a una de esas piezas delante de mi. No estaba erecta y a�n as� era el doble que la de mi exmarido en plena acci�n. Con esa piel de blanca ocultando un glande gordo que asomaba tan lleno de tentaci�n, no pod�a estar mucho tiempo conteni�ndome.
-Ponte de rodillas, ahora mismo.
Me acerqu� a �l. A�n llevaba la minifalda arremangada con mis pantimedias negras al descubierto. No pod�a apartar los ojos de su miembro. Era tan majestuoso, tan grande, tan colosal, me mor�a de ganas por chuparla. Notaba una abundante secreci�n salival en mi boca. Cuando me quise dar cuenta estaba de rodillas frente a �l mir�ndolo fijamente a los ojos.
-Es inmensa, hijo. -le dije admirada. Not� que estaba babeando un poco� Qu� pava, Dios m�o.
-Venga putita, m�estrame de lo que eres capaz.
Sin pensarlo, empec� a lamerle t�midamente, solo con la punta de la lengua, con los ojos cerrados, concentr�ndome en el contacto con aquel miembro. Justo al notar una de las venas dilatadas con la punta de mi lengua, sent� mi cuerpo estremecerse de lujuria. Su polla empez� a tensarse y a enderezarse poco a poco. El glande se abr�a paso para salir. Le acarici� los test�culos, ara��ndolos con mis u�as pintadas de rosa. Baj� la cabeza y le lam� el meato. Al retirarme se me qued� pegado un hilito de presemen salado en la punta de la lengua que fue dibujando un arco hasta que se desprendi� y moj� mis pechos. Entonces not� su mano en mi cabeza, anim�ndome a seguir.
-Vamos, puta, veo que est�s deseando trabajar para m�. G�natelo.
Cerr� los ojos de nuevo y me met� una buena porci�n de su polla en la boca. Estaba tan calentita, mmmm. Not� algunos pelos sueltos acariciar mis labios, cosa que me puso a mil. Empec� a gemir.
-Oh, puta , put�n , te cabe bastante. S�, as�, gime mientras me la chupas, as�. Me gusta sentir esa vibraci�n, ohhh.
Sent�a c�mo su poll�n crec�a dentro de mi boca. Abr� los ojos y clav� de nuevo mi mirada en �l.
-E tam gwande� -balbuc�e con la boca tan llena, sin dejar de gemir. Intentaba met�rmela entera, pero era imposible, y eso me calentaba m�s y m�s. Apenas abarcaba la punta, era inmensa.
-Oh, s�iii. Un poll�n as� es lo que a t� te gusta, �verdad?
Asent� como una puta , ramera sin dejar de intentar tragarme aquel rabo tan grande lo mejor que sab�a. Entonces me acord� de algunas de esas escenas de mamadas en las que las chicas escup�an sobre los penes, cosa que parec�a poner a mil a los hombres. As� que me la saqu� un momento y le escup� sobre el glande.
-Ohhh, vaya, eres una profesional, cari�o. Mmmmm. �Le haces esto a tu exnovio?
-No, nunca. -dije e inclin� la cabeza para lamerle los test�culos. Los ten�a hinchados y tensos. Estaban depilados, suavecitos, y repletos de leche de macho negro. Mi lengua dibujaba c�rculos sobre su escroto, sub�a y bajaba, hasta dejarle los cojones bien mojaditos con mi saliva. Para entonces su polla estaba totalmente tiesa, unos impresionantes 25 cent�metros de poder masculino frente a mis ojos. Era preciosa as� tan brillante y h�meda. De pronto me volv� como loca y ca� en una humillante sumisi�n que a su vez me provocaba m�s lujurioso deseo.
-Oh, Dios m�o, el se�or tiene una polla incre�ble. Gracias por dejar que se la chupe, gracias. Soy una puta y no merezco tanto premio. Mmmm, es tan macho que estar�a toda una vida con su polla metida en la boca.
El me dio una bofetada en la mejilla, no muy fuerte, lo suficiente para calentarme como a una perra en celo. Jam�s pens� que me pusiera tanto que un hombre me pegara en plan dominante. No fue una bofetada real, fue una bofetada er�tica, no s� c�mo explicarlo. El caso es que me puso toda h�meda. Luego se sujet� el m�stil oscuro y ramificado de venas abultadas y empez� a golpearme las mejillas con �l. La sent�a tan gorda y enorme en mi cara�
-As� es, gran zorra , chupapollas , dame las gracias por dejar que puedas disfrutar de mi polla. Creo que nos vamos a entender muy bien.
De pronto, lo mir� suplicante.
-Por favor, se�or, d�jeme lamerle el culo.
-�C�mo dices, perra?
-El ano, se�or, su ano. Necesito lam�rselo�
Ni yo misma daba cr�dito a mis palabras. Le estaba pidiendo a aquel hombre que me dajara lamerle el culo. Jam�s se lo hab�a hecho a ning�n t�o, y menos a mi novio, por supuesto, pero siempre me hab�a puesto aquello y una fuerza irrefrenable de mi interior me empuj� a ped�rselo. �l sonri� y se volvi�. Se inclin� sobre su mesa de trabajo y me mostr� su atractivo trasero de naglas musculosas. Se las abr� y vi su agujero depilado y muy sexy. M�s abajo colgaban sus dos pelotas de toro bravo, tan exhuberantes. Me acerqu� y enterr� mi lengua en el agujero, lo rod�e con cari�o y le lam� todo con lenta y dedicada pasi�n. Le chupaba los huevos un rato, luego sub�a de nuevo hasta el ano y se lo mojaba con mi lengua hasta que notaba que se le dilataba y temblaba de gusto. Incluso me atrev� a introducirle un dedito dentro de su ano. Ohhh, aquello me puso como loca. No dej� de lamerle los cojones mientras profundizaba con mi dedo lo m�s adentro que pod�a, removi�ndolo, tan justito dentro de �l. �l gem�a y gem�a.
-Joder, mama. El puesto es tuyo, joder. Mmmm. As�ii, joder, no pares, sigue lami�ndome los huevos mientras�. , el dedo, ufff, ohhh, zorra, ohhh, espera, espera, s�calo, s�calo por Diosss.
Aquel hombre de negocios fr�o e implacable se dio la vuelta y meti� su gran polla de nuevo en mi boca y comenz� a masturbarse sin sacarla. Yo comenc� a mamarle la punta, succionando como una aspiradora y eso me puso tan cachonda que tuve un orgasmo. S�, as� La primera vez que me corr� chup�ndole la polla a un t�o. Gem�a y me retorc�a de gusto mientras la notaba palpitar con mis labios.
-Me voy a correr en tu boca, guarra.
Yo lo miraba agradecida, asintiendo, entregada. De pronto todo su cuerpo se tens� y not� c�mo mi garganta se anegaba de su explosi�n de semen templado. No tuve m�s remedio que tragarme la mayor�a de su chorro, aunque era tal cantidad que mucho semen restante termin� chorreando por mi barbilla. Mi co�o estaba todo agitado y ten�a extra�as sacudidas nerviosas, vaya pasada.
-Eres buena, mama-�Entonces he superado la entrevista, jefe? -le pregunt� de rodillas, mientras me retiraba con los dedos los hilos de semen antes de que cayeran sobre mi ropa.
-Por supuesto, nena. Empiezas ma�ana.
Me levant�, me recompuse la minifalda y me dirig� a la puerta de aquel despacho tambale�ndome. Estaba caliente perdida, muy ardiente, demasiado. Notaba mis bragas mojadas. Me di la vuelta.
-Chuparle la polla me ha provocado uno de los mejores orgasmos que recuerdo� Nunca me hab�a pasado. Ser follada por usted debe ser algo� No s� Quiero decir� F�lleme, hijo, por favor. No me deje as�. Se lo ruego, estoy, estoy empapada. M�reme. No puede� hacer que me vaya� as�-le suplicaba mientras me sub� la minifalda para mostrarle una aureola h�meda en mi co�o, rodeando toda la entrepierna.
-Hoy no, . No me apetece. �Te das cuenta? A�n no has empezado a trabajar y ya quieres que te folle. Vete a casa . Ma�ana ser� un d�a largo.
Me baj� la mnifalda, frustada.Cruc� las piernas y me presion� los muslos, pellizc�ndome con una mano mi pobre chochito rechazado. Un d�a largo, mmmm. Siiiii.
-Lo que usted diga, jefe. -dije con la respiraci�n entrecortada, meti�ndome inconscientemente el dedo en mi boca, el dedo con el que le penetr� su delicioso ano masculino. Ya fuera del despacho apoy� mi espalda contra la puerta y me chup� el dedo totalmente extasiada, moj�ndolo con mi lengua, apurando su sabor todo lo que pudiera. Acab� con otro orgasmo, con todos los pelos sobre mi cara, hecha una perra encelada, rendida a aquel hombre.
Mi hijo iba a cambiar mi vida para siempre, ya os lo dije al comienzo de esta historia. jefe ni siquiera me hab�a dicho nada del sueldo� Y yo boba ni se lo hab�a preguntado.
Si quer�is saber c�mo me fue con mi trabajo, si os interesa saber las indecibles humillaciones que me oblig� hacer mi Jefe y c�mo poco a poco me instruy� para que me convirtiera en su puta sumisa y a mi marido en un cornudo consentidor de nuestros juegos, dec�dmelo por fi, estar� encantada de cont�roslo todo, todo, todo� �Hasta pronto! Besitos
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Relato: mi hijo, mi jefe ,mi polla
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