por Hypnoman (adaptaci�n
libre del cuento The Abenna Institute, de Chester)
Aaron Adam Luxford hab�a
comenzado con sus negocios en electr�nica cinco a�os atr�s
y le hab�a ido bien, a�n en los tiempos de recesi�n.
Despu�s de cinco a�os su compa��a hab�a
crecido hasta llegar a tener 20 empleados. Aaron hab�a sido muy
particular en las contrataciones. Aunque ten�a un problema: no pod�a
permitirse el lujo de vivir un estilo de vida abiertamente gay debido a
que algunos de sus principales clientes seguramente lo abandonar�an.
Salvo los primeros cinco empleados que contrat� (absolutamente por
sus capacidades), se asegur� de incorporar al resto por la atracci�n
que sent�a hacia ellos (belleza, adem�s de talento). Hasta
donde �l sab�a, sin embargo, ninguno de ellos le ser�a
rec�proco si intentaba alg�n tipo de avance. Una de las cosas
que lo atra�a de un hombre era su heterosexualidad y "masculinidad".
Frutas prohibidas, quiz�s.
Su vida estaba a punto de cambiar....desde
que hab�a conocido al Dr. William Abenna y hab�an hablado
acerca del Instituto. El Instituto era una secreta "casa de retiro"
que convert�a a las personas en lo que los dem�s quer�an
que ellas fueran. Era muy exclusiva, muy costosa, pero era la respuesta
a todos los sue�os de Aaron.
Derek Miles pas� el primer
mes de su nuevo trabajo capacit�ndose. Estaba impresionado del tiempo
que hab�a dedicado al entrenamiento, pero el Sr. Luxford, su jefe,
parec�a preocuparse por sus empleados y quer�a que ellos
estuvieran felices y c�modos en su trabajo. El hab�a llegado
a British Columbia s�lo para tomar este empleo, al hab�rsele
ofrecido el doble del sueldo que ganaba en Ontario. Su novia de la infancia
hab�a roto su compromiso unos meses antes de que �l consiguiera
el trabajo y no ten�a ninguna raz�n para no empezar "una
nueva vida" en otra provincia. No dejaba nada atr�s.
Cuando fue entrevistado por el Sr.
Luxford, fue tratado como un rey. Agasajo y cena. El Sr. Luxford se pas�
muchas horas intentando conocerlo m�s profundamente. Derek se sinti�
muy c�modo con este hombre, ciertamente no hab�a sido como
cualquier otra entrevista a la que �l haya asistido. Le fue ofrecido
el empleo al fin del d�a, cuando fue llevado a cenar por el propio
Sr. Luxford.
Tiene una hermosa sonrisa. Ese fue
el primer pensamiento que Aaron Luxford tuvo de Derek Myles durante su
primer encuentro. El segundo pensamiento fue mucho m�s sexual e
involucraba el trozo muy bien perfilado en los pantalones de Derek. No
tiene ni la menor idea de la moda, en absoluto, pens� Aaron, pero
eso ser�a f�cil de solucionar. Por supuesto, �l tambi�n
estaba interesado en la inteligencia del hombre -hab�a sido seleccionado
entre muchos postulantes debido a su creatividad, habilidad con las computadoras
y �tica en el trabajo. Y por su protuberancia, pens�, mientras
sus ojos se dirig�an a la entrepierna del joven.
Hab�a pasado todo el d�a
con Derek, not�ndolo agradable y conversador, disfrutando de su
compa��a. Si este iba a ser un contrato a largo plazo, en
todos los sentidos, Aaron Luxford quiso tomarse todo el tiempo para asegurarse
que �l era el hombre correcto. Al finalizar la cena, Aaron se convenci�:
Derek era ordenado, ingenioso, con car�cter, independiente.....y
listo. Definitivamente le ofrecer�a el empleo.
El Sr. Luxford parec�a preocuparse
mucho de la salud f�sica y mental de sus empleados. Le dijo a Derek
que durante la jornada diaria de trabajo en Luxford Electr�nica
se tomar�a una hora para hacer ejercicios f�sicos en el gimnasio
y una hora para almorzar en el comedor de la empresa, atendido por un proveedor
que serv�a las m�s saludables comidas. Le esperar�an,
por el pr�ximo par de a�os, muchas horas de trabajo extra,
pero tambi�n habr�a oportunidades de viajar y gozar de un
descanso obligatorio por a�o para darle al trabajador el tiempo
necesario para descansar y proyectar el futuro. Todo parec�a demasiado
bueno para ser cierto. Si le ofrec�an el empleo, seguramente lo
aceptar�a.
Aaron estaba seguro que los intereses
sexuales del muchacho desafortunadamente estaban volcados hacia el otro
sexo, pero �l se encargar�a de eso despu�s. Quer�a
conocer realmente al chico, saber cu�les eran sus defectos, probarlo
en varios aspectos del negocio para ver donde estaban sus mayores virtudes.
Le dio tareas dif�ciles, tareas imposibles, Derek pudo con todas
ellas. Le asign� una buena secretar�a y luego una secretaria
muy limitada. �l pudo sacar el mejor provecho de ambas.
A Aaron le molestaba la estupidez
en cualquiera de sus formas y, para �l, todas las secretarias eran
esencialmente est�pidas. Eran mujeres m�s preocupadas por
su pelo que por su trabajo, pensaba, y tend�a a tratar a sus secretarias
con desprecio. Si no les pagara tan buen sueldo, seguro que rendir�an
mucho mejor.
En su primer mes en la compa��a,
Derek hab�a visto una sola cualidad "negativa" o "falla",
si podr�a as� decirse, en el Sr. Luxford. Y ten�a
que ver con su actitud hacia las mujeres del staff, ya sean secretarias
o capturadoras de datos. Daba la impresi�n que le parec�an
in�tiles, era corto con ellas, muy exigente y, de hecho, hab�a
permitido que dos de ellas se fueran ese mismo mes. Hac�a ya un
largo tiempo que Derek s�lo se mov�a entre hombres y por
ese motivo le daban l�stima esas mujeres. Pero esos sentimientos
se desvanec�an cuando notaba el cuidado genuino que Luxford hab�a
demostrado personalmente hacia �l.
Su �ltima secretaria era
tan mala que �l se pregunto si no se estar�a poniendo a prueba
su paciencia o sus habilidades. En vez de enojarse, �l tom�
a la mujer, Carol, y trabaj� con ella, insistiendo solamente en
la excelencia de la tarea. �l la elogi�, la mat� con
sus buenos modos y en el transcurso de un mes su productividad mejor�,
se sinti� m�s confiada y segura de s� misma y, voluntariamente,
trabajaba tiempo extra para asegurarse que su trabajo estuviese bien hecho.
Derek se sinti� bien, no
solamente porque cre�a que estaba haciendo muy bien su propio trabajo,
sino porque se sent�a habilitado para inspirar lo mismo en los otros.
"Derek, estoy muy satisfecho
con tu trabajo. Solamente quer�a expresarte un peque�o problema"
"Oh, lo siento, Sr. Luxford,
�De que se trata?"
"Trabajas demasiado. Yo se
que es extra�o que un jefe haga este tipo de comentario a su empleado,
pero est�s en camino de agotarte. Por ese motivo es que instal�
el gimnasio aqu� mismo, para asegurarme que mis empleados cuiden
su cuerpo. Tendr� que volver a insistirte que, si quieres seguir
trabajando aqu�, tienes que hacer tus ejercicios cada d�a.
Te sorprender�s de la energ�a que eso te dar� y estoy
seguro que tu productividad se incrementar�."
Derek frunci� el entrecejo.
�l nunca hab�a entrenado. Su cuerpo estaba en forma porque
a �l le gustaba mucho caminar, pero la disciplina del gimnasio nunca
le hab�a importado. No obstante, amaba su trabajo y el viejo hombre
estaba d�ndole la alternativa. "Ciertamente, se�or,
si esto es lo que necesito, puede contar conmigo."
Los primeros seis meses, Derek trabaj�
muy duro. Propuso varias nuevas ideas que fueron integr�ndose en
la manera de Luxford de hacer las cosas. El Sr. Luxford habl� muy
bien de �l en las reuniones de producci�n y en las reuniones
de directorio. En ese corto per�odo de tiempo ya hab�a recibido
dos aumentos. Se hab�a mantenido muy ocupado, pero nunca se hab�a
sentido tan bien f�sicamente como ahora. El gimnasio y la dieta
saludable realmente hab�an hecho un buen trabajo en su apariencia
f�sica. Hab�a perdido 15 libras y se notaban los m�sculos,
bien marcados en su cuerpo. Y �l se sent�a realmente bien.
Su trabajo con su secretaria estaba
rindiendo sus frutos y, para ese entonces, estaba comenzando a gustarle
la muchacha. Estuvo tentado una vez de invitarla a salir, pero tuvo miedo
de deteriorar la relaci�n "jefe-empleada" y temi�
lo que los dem�s podr�an pensar. Ten�an una muy buena
relaci�n y trabajaban como un buen equipo. Apreciaba su creciente
inter�s en el trabajo.
Aaron observaba lo que ocurr�a
en la oficina de Derek con inter�s. Le hab�a asignado la
peor empleada de la compa��a y �l la hab�a
transformado en una empleada brillante en un corto tiempo. Era bueno. Pero
le parec�a que estaba tomando un inter�s muy grande en ella.
Era muy celoso de sus empleados, especialmente de aquellos a los que les
hab�a echado el ojo, y desde ese momento decidi� hacerle
la vida un poco m�s dif�cil a la muchacha.
Aaron estaba complacido de que ellos
no estuviesen saliendo -Derek parec�a conocer los l�mites-
pero uno nunca sabe cuando la lujuria puede trasponer la puerta. Quiz�s
era hora de poner realmente a prueba a Derek.
Y entonces sucedi�. En una
reuni�n de producci�n, Derek se atrevi� a cuestionar
al Sr. Luxford. Se refer�a a lo que �l sent�a como
un manera anti�tica de sacar ventaja sobre una compa��a
competidora m�s peque�a. Era algo que Derek pensaba realmente
y, ahora que era bien visto y respetado, sinti� que era el momento
de poner su grano de arena para tratar de remediar esa injusticia.
Derek dijo al Directorio que la
manera en que hab�a sido tratado el due�o de FabCorps, George
Templeton, hab�a sido cruel y descuidada. La pol�tica tomada
contra el empresario iba a significar que �ste en el corto plazo
iba a perder mucho dinero y, en un futuro pr�ximo, tendr�a
que resignar a la mitad de su personal. Ellos no necesitaban recurrir a
tales artilugios y, despu�s de todo, un poco de competencia pod�a
resultar m�s beneficioso.
Fue como tocarle una herida en carne
viva al Sr. Luxford. Le record�, en no muy buenos t�rminos,
qui�n era el jefe, qui�n pagaba su salario y que nadie iba
a decirle a �l como manejar su negocio. No grit� ni mont�
en c�lera, pero r�pidamente sus palabras se convirtieron
en un cuchillo que se clav� en el pecho de Derek.
Al principio Derek intent�
defenderse, pero cuando sinti� la ira de Luxford, cedi�.
Cuando Luxford dio por terminada la reuni�n, las miradas de los
otros y su propia condena al ostracismo le hicieron saber, r�pidamente,
que estaba en problemas.
Derek cay� en la trampa,
pens� Luxford. Un hombre con mucha moral. Esa podr�a ser
su perdici�n, era demasiado �tico para los negocios. Si sientes
compasi�n con cada pobret�n que conoces, deber�as
retirarte del negocio. No. Los negocios son salvajes y el hombre que maneje
la espada m�s grande, ser� el ganador. Y Luxford pensaba
que ese era �l.
Le result� interesante observar
c�mo Derek perdi� terreno. Una ganada por los chicos malos,
pens�. Resultaba penoso ver como Derek estaba tirando por la borda
un brillante futuro por una simple cuesti�n moral. Qu� interesante
resultar�a poder cambiar la moral de Derek, amoldarlo al tipo de
persona cruel que admiraba -en �l as� como en otros. Amaba
la dureza masculina....y �l har�a de Derek una persona dura.
Al d�a siguiente, cuando
Derek fue llamado a la oficina de Luxford, �ste estaba convencido
que iba a ser despedido. Esa ma�ana todos lo hab�an evitado
o, cuando lo miraban, lo hac�an con el movimiento de cabeza que
se hace por compasi�n ante una persona fallecida. Su secretar�a,
Carol, que ahora ten�a el mejor de los conceptos, como una gran
trabajadora, apenas pod�a mirarlo a la cara. Ella mantuvo la mirada
baja cuando le comunic� que era requerido en la oficina de Luxford.
El arte de la intimidaci�n,
pens� Luxford. �C�mo deber�a mostrarme ante
�l? Veamos. �l probablemente espera lo peor -ya me ha visto
destrozar a otros. Quiz�s hacer todo lo contrario lo haga bajar
la guardia.
Luxford se sent� en su inmenso
escritorio pero gir� su silla, de manera tal que cuando Derek entrara
viera el respaldo de su imponente sill�n, en vez de su cara.
"Si�ntate, Derek"
"Si, se�or"
Lentamente la silla fue girando
y los enfrent�: "Derek, parece que ayer tuvimos un peque�o
malentendido". Sonri�, pero era una sonrisa forzada.
Derek esperaba que el hacha cayese
sobre �l.
"Pero, quiero que sepas que
valoro tu trabajo... y tus opiniones. Te llam� para decirte que
pienso que es hora de que tomes tus primeras vacaciones. Estoy haciendo
los arreglos para que puedas ir a la casa de retiro, por el t�rmino
de una semana y realmente deseo que no guardes ning�n rencor por
lo de ayer. Que tengas una buena semana.", concluy� mientras
hac�a girar la silla nuevamente.
"Ehhh....gracias...ehhh...si
se�or.....gracias". Se levant� de su silla lentamente,
como asustado y se retir� de la oficina. Lo primero que hizo fue
encontrarse con Carol.
"�Es todo?, �te
despidieron?", pregunt� Carol.
"No...ehhh...no. Me est�
enviando a la casa de retiro. Me dijo que valora mi trabajo y mis opiniones."
"Me alegro", dijo Carol
y le sonri�.
"El Dr. William Abenna, por
favor." Una pausa. "William, encantado de escucharte. S�,
tengo otro candidato para ti, un hombre joven, bastante bueno. Pero t�
ver�s todo lo que puedas cambiarlo, �no es cierto?"
La voz del otro lado del tel�fono
ri�.
"Es brillante, William. La
compa��a lo necesita. Pero yo, por supuesto, lo necesito
tambi�n. Sabes perfectamente lo que quiero decir....Bien, �este
fin de semana, entonces?. S�, est� todo arreglado. Oh y...Gracias
William".
La siguiente tarde, Derek vol�
hacia el Instituto Abenna. Le parec�a que iba a ser una semana excelente.
Le hab�an programado una serie de conferencias que le resultaban
intrigantes e interesantes. Ten�a su propio lugar para hacer ejercicios,
su propio sauna, refrigerador, videocasetera, TV, y una completa biblioteca
de negocios y cintas de entretenimiento. Todo lo que �l podr�a
desear para una estad�a agradable. Su �nica tarea era completar
un "inventario personal", un formulario que �l decidi�
sacarse de encima inmediatamente.
El inventario era casi como un perfil
psicol�gico, as� como tambi�n una lista sobre qu�
cosas le gustaban y cu�les no. Se sent�a un poco inc�modo
teniendo que confesar sus gustos personales, pero pens� que el objetivo
de la misma era adaptar la estad�a a las necesidades de cada persona.
�Esto ten�a que estar cost�ndole a Luxford mucho dinero!.
Nombre: Derek C. Miles - Ocupaci�n:
Analista y programador de computadoras - Edad: 29 - Estatura: 1.90 - Peso:
85 - Salud: Buena - Preferencia sexual: Heterosexual - Estado Civil: Soltero
- Actividades favoritas: Caminar, operar computadoras, entrenar - Actividades
que menos le gustan: Bowling, opera, ���ballet???
- Comidas favoritas: Pastel de queso,
lasagna, bistec - Comidas que no le gustan: Nabos, espinacas, coliflor
- �Fuma?: No, lo odio - �Bebe alcohol?: S� - �Con
qu� frecuencia?: Usualmente, una cerveza por d�a. Algunas
veces, vino - �Alguna vez en su vida ha estado utilizando drogas
(no medicinales)?: No (etc......).
El Dr. Abenna orden� sobre
un perfil de 6 p�ginas el cuestionario respondido por Derek, d�ndole
prioridad a aquellas preguntas que permitiesen ahondar su perfil psicol�gico.
Derek, de hecho, era una persona polifac�tica, feliz, con un fuerte
inter�s en su trabajo, demasiado quiz�s, probablemente para
mitigar la falta de compa��a femenina y de sexo. Sobre el
perfil, el Dr. Abenna deline� las �reas que mas le interesar�an
a Aaron Luxford y agreg� algunas cosas m�s que pod�an
resultarle de utilidad. Aaron estaba en lo cierto. Derek parec�a
ser un esp�cimen muy fino.
La cena era extravagante y durante
la misma, Derek se encontr� con otras personas que seguramente estar�an
all� por el mismo motivo. Todos eran amables, confiables y trabajaban
duro. Derek se junt� inmediatamente con Eric, un t�cnico
de computadoras de Edmonton. Ellos bromearon durante la cena con el humor
de dos que se conocen desde hace mucho tiempo, burl�ndose amablemente
sobre la profesi�n de cada uno. Derek dese� tener m�s
tiempo en la semana para conocer mejor a Kevin. Hac�a mucho tiempo
que �l no entablaba una amistad. Mientras Derek sal�a con
Peg, ella ocupaba todas sus horas libres y muchos de sus amistades fueron
quedando de lado. Ser�a bueno cultivar una nueva amistad, aunque
en el futuro tuviesen que comunicarse por e-mail, debido a las distancias
que los separaban.
Despu�s de la larga cena
y de un paseo a�n m�s largo al aire libre, Derek y Kevin
se dieron las buenas noches y cada uno se fue a su cuarto. La droga que
le suministraron a Derek hizo efecto durante la noche, mientras dorm�a,
y �l nunca se enterar�a de lo iba a pasar.
"Derek, est�s sumergi�ndote
m�s profundo y m�s profundo.....sinti�ndote m�s
y m�s relajado y confortable. Tu puedes abrir los ojos y mirar el
cuadro que est� frente tuyo. Cuando t� mires el cuadro, te
sentir�s c�lido y bien, protegido y seguro."
Un shock el�ctrico inund�
su cerebro y le provoc� una erecci�n instant�nea.
"No hay nada que t�
no har�as por este hombre. �l es la vida misma...(shock...shock)
y t� le rendir�s culto. La vida sin �l es imposible
(shock...shock...)...t� lo necesitas...lo necesitas desesperadamente"
Cada noche, durante toda la semana,
los shocks continuaron.
"Yo pienso que ya es hora de
hacer cambios menores en su personalidad", le dijo el Dr. Abenna a
su personal durante el tercer d�a de estad�a, "Pongan
en marcha la segunda parte del plan, creo que �l esta listo".
"Dios, hoy tenemos la tarde
libre", pens� Derek. "Ser�n mis primeras horas
sin pensar en el trabajo. Ser�a bueno que Kevin quiera venir algunas
horas a la ciudad". Derek camin� por el patio, hacia la habitaci�n
de Kevin, a la hora del desayuno. Lo hab�a visto en la cena de ayer
pero no tuvo oportunidad de hablarle, porque el grupo al que lo hab�an
asignado ten�a una cena de negocios, es decir un ejercicio de capacitaci�n.
Golpe� la puerta de la habitaci�n
y escuch� la voz de Kevin invit�ndolo a que pasara. Abri�
la puerta y entr�. Al principio no vio a Kevin, pero luego desde
el ba�o que se encontraba al final de la suite, escuch� su
voz y s�lo pudo ver una porci�n de su cuerpo a trav�s
de la puerta.
"Lo siento, estaba terminando
de arreglarme. Dorm� un poco m�s de lo esperado. �Eres
t�, Derek, no es cierto?"
"S�"
"Bien, no sea cosa que estuviese
invitando a entrar a un loco con una navaja de afeitar"
Kevin sali� del ba�o
completamente desnudo. Un cigarro mediano colgaba de su boca. Derek no
sab�a que fumara, �l no se lo dijo la otra noche. Parec�a
muy c�modo estando desnudo, pens�, y Derek no pod�a
dejar de mirarlo. Estaba tan.... bien... hermoso. Era la �nica palabra
que acud�a al cerebro de Derek. Y tan puramente masculino. El cigarro
parec�a irradiar poder y fuerza. Derek sinti� crecer su miembro
y se avergonz�, pero no pod�a parar de mirarlo. Y no pod�a
articular palabra.
"Hey, �qu� te
pasa, hombre?. Te ha comido la lengua el gato"
"Ehh...no....s�lo que....me
gustar�a que vinieras conmigo a la ciudad esta tarde, eso es todo"
Kevin sonri� y se acerc�.
Masticaba su puro y resoplaba. Se par� directamente frente a Derek
y lo mir� fijamente. El humo del cigarro iba directo a la cara de
Derek y su miembro se agigantaba cada vez m�s. Le dol�a tenerlo
apretado en sus pantalones.
Kevin alcanz� con una mano
la nuca de Derek y con la otra se quit� el cigarro. "�Est�s
seguro que quieres irte de aqu�?" Y acerc� la cara de
Derek a la suya y sus labios se encontraron, sus lenguas se sondearon y
se buscaron.
Derek pudo saborear el tabaco en
su boca y lo not� muy agradable. Nunca le hab�a gustado antes,
pens�. �Y menos de la boca de un hombre!, y entonces todos
los pensamientos lo abandonaron cuando la pasi�n comenz�
a consumirlo. Se tir� sobre la cama y las manos de Kevin fueron
sobre �l, masajeando suavemente los pelos sobre su pecho y frotando
la poderosa presencia que exist�a bajo sus pantalones.
El monitor de televisi�n
estaba en la posici�n correcta para que el Doctor pudiese registrar
bien el resultado de su trabajo. Despu�s de haberse cogido a Derek,
el Doctor apag� su cigarro y mir� el cuerpo dormido sobre
la cama. Escuch� un ruido que proven�a desde fuera de la
habitaci�n. El Kevin real estaba llegando antes de lo previsto del
mandado que �l le hab�a encomendado hacer en el pueblo. Supon�a
que iba a demorar por lo menos una hora m�s.
Desafortunadamente, Kevin abri�
la puerta antes que el Dr. Abenna pudiese reaccionar y entonces lo encontr�
en la habitaci�n.
"�Qu� carajo
est� pasando? �Qu� est� haciendo usted aqu�?
�Qui�n est� en mi cama?....�Derek?"
"Oh, Kevin, Kevin, Kevin, mi
muchacho. Necesitas dormir"
Inmediatamente Kevin cay�
al suelo en un profundo sue�o. "Qu� desgracia que hayas
visto todo esto, Kevin. Hoy, tendremos que trabajar un poco m�s
de lo planeado"
Camin� hacia Derek que se
encontraba desnudo sobre la cama: "Derek...t� olvidar�s
todo acerca de tu encuentro con Kevin... de hecho, estar�s muy enojado
con Kevin porque �l ha dicho cosas terribles de tu jefe, el Sr.
Luxford. Es el bastardo m�s arrogante que has conocido en tu vida.
Insult� a Luxford y denigr� tu trabajo. T� le dijiste
que estaba equivocado y que no lo perdonar�as nunca, a menos que
se arrastrara y te pidiera disculpas. �l se r�o de t�
y t� lo golpeaste, dej�ndolo desmayado en el suelo. Quiero
que te sientas muy orgulloso de haberle dado su merecido y quiero que vayas
a desayunar pensando solamente en como �l tendr� que arrastrarse
para pedirte una disculpa y la forma como puedes rebajarlo".
Derek sali� de la cama y,
cuando se estaba vistiendo, mir� el cuerpo inm�vil de Kevin
y sonri�. Luego dej� la habitaci�n, ignorando totalmente
la presencia del Dr. Abenna.
"Ahhh, ahora me ir�
a desayunar y mirar� este peque�o y amado video", pens�
Abenna.
Derek se dirigi� a la cafeter�a
y tom� un rico omelette de vegetales (espinaca y br�coli,
sus favoritos) y �casi vomit� cuando vio que estaban ofreciendo
mini-bistecs para el desayuno! "Me pregunto que voy a hacer en mi
tarde libre", pens�.
La noche anterior sometieron a Derek
a varias pruebas y �l las pas� satisfactoriamente. Estaba
autorizado a ir a la ciudad, donde compr� entradas para ver un ballet,
finalmente cen� en un buen restaurant vegetariano, despu�s
de haber pasado por al menos diez lugares italianos, donde ni siquiera
pod�a observar la comida. Amaba el ballet y estuvo a punto de esperar
en la puerta del teatro al bailar�n principal para demostrarle su
admiraci�n por lo bien que hab�a bailado, pero cambi�
de idea y decidi� que era mejor volver a la casa de retiro.
A su regreso, pas� por un
bar que luc�a interesante. Entr� y pidi� un Bloody
Mary, pero la camarera le trajo un Gin Tonic. Derek le dijo que se hab�a
equivocado y la se�orita lo trat� descort�smente.
Termin� grit�ndole en la cara. Despu�s de decirle
todo tipo de obscenidades, fue echado del lugar y estaba tan disgustado
que entr� en otro bar y se tom� seis medidas de whisky escoc�s
en no m�s de veinte minutos. Sinti�ndose mucho mejor, decidi�
regresar a su suite.
A su arribo, esperando en la puerta
de su habitaci�n, estaba Kevin. Viendo llegar a Derek, junt�
sus manos, se arrodill� y le pidi� que lo perdonara. Le dijo
que ser�a capaz de hacer cualquier cosa para lograr su perd�n.
Derek se puso duro cuando vio al hombre suplic�ndole. Llev�
a Kevin dentro del cuarto y se propuso a encontrar la manera de rebajarlo.
Lo observ� mientras hizo que Kevin se afeitara completamente el
cuerpo, hizo que Kevin comenzara a lamer sus pies y ocasionalmente le permiti�
que chupara la verga. Fue la peor de las humillaciones.
Derek realmente estaba ansioso de
retornar al trabajo. Hab�a sido una estad�a maravillosa (deb�a
recordar agradecerle al Sr. Luxford y al Directorio), pero hab�a
mucho trabajo y mucho dinero para hacerle ganar a la empresa. Llego a su
trabajo media hora m�s temprano que de costumbre y encontr�
a Carol maquill�ndose en el escritorio.
�Qu� flor de hija de
puta! No hab�a excusa para eso, pens�. A ella se le pagaba
por trabajar �Qu� clase de mujer! Le arrebat� el l�piz
de labios de las manos, le grit� que volviera a sus tareas, quiso
saber porqu� su correo no hab�a sido ordenado mejor en su
ausencia y se encarg� de hacerle notar la pobre calidad del trabajo
que ella realiz� mientras �l no estaba. Estaba hecho una
furia. C�mo pod�a ser que hab�a que controlar a todas
esas mujeres a cada momento, de lo contrario enseguida sacaban provecho
de la situaci�n.
Aaron observ� la ri�a
con su secretaria a la distancia. Al menos el muchacho estaba comprendiendo
lo que �l sab�a de las mujeres desde hace muchos a�os.
Se merecen eso y mucho m�s. Sonri� y regres� a su
oficina.
Derek se puso a trabajar inmediatamente,
pero al final de la ma�ana ya ten�a decidido que no pod�a
continuar trabajando con Carol -una reverenda puta- as� que la despidi�
al mediod�a. Fue hasta la computadora y mand� un e-mail al
departamento de personal comunicando que ella hab�a sido despedida
y orden� que se publicara un aviso pidiendo, preferentemente, un
secretario de sexo masculino para comenzar a trabajar inmediatamente. Luego
llam� a Edmonton y le dijo a Kevin que necesitaba un secretario
y que �l deb�a aceptar el empleo, algo m�s acorde
a su talento.
El Sr. Luxford lo llam� despu�s
del almuerzo. Esta vez, cuando Derek entr� a la oficina de Luxford,
el jefe estaba sentado en la gran silla observando su ingreso.
"�Has disfrutado el
retiro, Derek?"
"Oh, s�, se�or.
Fue estimulante. Aprecio mucho que me haya dado la oportunidad y yo intentar�
retribuirle la fe y la confianza que usted puso en m�".
"Muy bien, Derek. Duerme, por
favor"
"S�, se�or",
los ojos de Derek se vidriaron inmediatamente, pero no se cerraron, porque
as� le hab�a sido ordenado.
"Derek, me gustar�a
ver el resultado de todo el entrenamiento que has recibido. �Te
molestar�a quitarte la ropa para m�?"
"No, se�or. Como usted
diga se�or". Se puso de pie y comenz� a sacarse la ropa,
apil�ndola cuidadosamente sobre la mesa m�s pr�xima
a �l. Los efectos del trabajo de gimnasio y del adecuado r�gimen
de comidas de la �ltima semana, hab�an esculpido bellamente
su cuerpo.
"Muy lindo, Derek. Excepto
por tu pelo, demasiado yuppie. Pienso que me gustar�a verle con
menos pelo atr�s, pero mantenga el largo en la parte superior, pienso
que le quedar�a bien con su cara larga y sus p�mulos prominentes.
Un aro, quiz�s. Y vu�lvase rubio. S�, definitivamente.
�Lo har�a por m�, Derek?"
"Me har�a feliz hacerlo,
se�or"
"S�, le encantar�
su look, Derek, estoy seguro. Realmente me gustan los hombres con el cuerpo
suavemente trabajado. T� quieres estar suave y fuerte, �no
es cierto?. Eso realmente me excitar�, Derek. Y t� te excitar�s
mucho, tambi�n, �no es verdad?"
"Oh, s�, se�or"
"Ahora, ven aqu�, Derek
y mu�strame cuanto apreciaste la semana que te has tomado. �Has
besado a un hombre, Derek -besado sexualmente, �me explico?"
"S�, se�or"
"Bien. Quiero que me beses.
Y cuanto m�s lo hagas, m�s te encontrar�s excitado
sexualmente. �Es lo que siempre has estado so�ando, �no
es as�? �Siempre has querido besarme?"
"S�, se�or....siempre"
"Bien, entonces ven, no seas
t�mido"
"No, se�or"
Derek dio la vuelta al escritorio,
puso a Luxford contra la pared y comenz� a besarlo, lentamente al
principio, su lengua penetrando la boca de Luxford como un ariete y cuanto
m�s lo besaba, m�s se excitaba, los besos se volv�an
m�s y m�s apasionados, intensos y poderosos. Era como si
el sexo le hubiese sido negado a Derek durante a�os y ahora, de
repente, estaba entrando a raudales frente a Luxford.
"El sabor a tabaco en la boca
del Sr. Luxford me enloquece", pens�. "Qu� afortunado
soy de saber que �ste sorprendente hombre gusta de m�. Har�a
cualquier cosa por �l. �Lo amo!"
Luxford estaba disfrutando completamente
la pasi�n que �ste hombre sent�a hacia �l.
Las manos de Derek estaban sobre su cuerpo y sent�a una explosi�n
de placer en cada beso y en cada abrazo. Detuvo la acci�n moment�neamente,
simplemente pidi�ndole a Derek que hiciera una pausa, lo llev�
a la cama y lo hizo caer nuevamente sobre �l. En minutos, Derek
le hab�a quitado la ropa a Luxford y le estaba dando una terrible
chupada de verga. Parec�a totalmente dedicado a satisfacer al objeto
de su afecto y nada le importaba de �l mismo. Finalmente, Luxford
acab�, pero tuvo otra erecci�n de inmediato. Entonces tom�
el firme culo de Derek, que se lo ofrec�a provocativamente, y lo
penetr�. Derek grit� un dolor glorioso ya que su amante lo
estaba usando totalmente.
Derek era el tercer empleado que
hab�a sufrido "el retiro". Luxford realmente no sab�a
que pod�a esperar de este muchacho. Pero no quer�a esperar
demasiado para averiguarlo. Su empresa estaba creciendo ciertamente y este
muchacho todav�a era el m�s excitante. Hab�a notado
todav�a una cierta resistencia dentro de �l, no referida
al sexo, pero s� hacia algunas estrategias de negocios. Un buen
argumento era siempre un preludio a un sexo mejor, pens�.
Estando todav�a encima de
Derek, le pidi� que se vistiera. Le dijo que estaba muy complacido
con su desempe�o y que le gustar�a que fuese a su casa a
cenar. Derek estaba feliz con el cumplido.
"Debes despertarte ahora, Derek"
Derek habl�: "Realmente
deseo poder tener nuevamente una oportunidad como �sta, se�or,
y anhelo poder mantener su confianza", dijo, siguiendo la conversaci�n
que hab�a comenzado un momento antes de que Luxford lo durmiera.
"Escuch� que despediste
a alguien hoy"
"S�, se�or, a
una incompetente. No pod�a permitirle que siga estafando a esta
compa��a. Ya he pedido un secretario -hombre- para que la
reemplace. Es la �nica manera de tener un buen d�a laboral.
Hay un hombre joven, que conoc� en el retiro, que pienso podr�a
ser excelente para ese cargo".
"Excelente, mi muchacho. Realmente
debes venir a cenar, esta noche. Te espero a las siete"
"Muchas gracias, se�or".
Cuando Derek dej� la oficina se mir� en el espejo y pens�
que feo y anticuado era su corte de pelo. Quiz�s algo m�s
corto en la parte de atr�s y en los lados lucir�a mejor.
Derek se prepar� durante
la tarde afeitando su cuerpo, algo que �l siempre hab�a querido
hacer y compr� un matizador para aclarar el pelo, haci�ndolo
m�s rubio. Luc�a muy bien, pens�, mir�ndose
fijamente al espejo.
Cuando Derek lleg� a la casa
de Luxford, le sorprendi� ver que uno de sus socios, Philip, le
abr�a la puerta. Luc�a como un mayordomo, pero sin uniforme.
Philip no pareci� reconocerlo pero se comport� muy profesionalmente,
como un mucamo, con modales m�s bien distantes.
C�mo le gustar�a vivir
alguna vez en un lugar como �ste y estar cerca todo el tiempo de
semejante hombre como el Sr. Luxford. Ser�a fant�stico.
"Derek, mi muchacho",
dijo Luxford cuando Derek entr� al hall "Qu� bien que
te ves. Duerme. �Lo har�s?. Tengo un peque�o trabajo
que necesito que est� hecho antes que nos sentemos a cenar. Seguramente
recordar�s perfectamente al horrible George Templeton, ese que t�
equivocadamente defendiste algunas semanas atr�s. �l se ha
alejado del pueblo unos d�as. Quiero que vayas a su casa y veas
si puedes encontrar los planos de su nuevo dise�o. Le ense�aremos
qui�n es el jefe. �Har�as eso por m�, no?"
"Seguro, Sr. Luxford. Me har�
feliz hacerlo"
"Philip te acompa�ar�,
pero me gustar�a que t� seas el �nico que entra en
la casa. �Me har�as ese peque�o favor?"
"Seguramente, se�or"
"Por supuesto, si fueras atrapado,
dir�s que todo esto fue tu idea y que yo no tengo nada que ver"
"Por supuesto, se�or.
Es una idea totalmente m�a"
Cuando Derek regres� esa
noche, tuvieron una maravillosa cena y luego se retiraron al dormitorio,
donde Luxford exhibi� las maravillosas cintas er�ticas orientales
que Derek hab�a estudiado en su semana de retiro. Derek se entreg�
a una noche entera de exquisita y dolorosa pasi�n.
El siguiente d�a de trabajo
Derek pareci� olvidar todo lo ocurrido la noche anterior. Toda su
concentraci�n estaba puesta en ser el mejor empleado. Admiraba la
�tica laboral y la astucia de su jefe y anhelaba el d�a en
que fuera ascendido en la compa��a, pero por ahora estaba
satisfecho de hacer lo mejor posible todo lo que le fuera ordenado.
Su nuevo secretario, Kevin, hab�a
agradado al Sr. Luxford, quien los hab�a invitado a almorzar. Cuando
regresaron a la oficina, Derek cerr� la puerta y se asegur�
que Kevin supiera qui�n era el jefe. Acab� tres veces. Luego,
lo envi� a la oficina de Luxford, donde los recientes talentos de
Kevin fueron puestos a prueba, nuevamente.
Derek se hab�a convertido
en el empleado perfecto de Luxford.
FIN