UN SUE�O
En realidad aquel chico era un sue�o... pero, en estos
momentos, para m�, hecho realidad.
Tendr�a unos 20 a�os, alto, de piel dorada porque hac�a surf
todo el verano. A mi me ten�a enamorado perdido y era el objeto de mis sue�os
er�ticos. Para un teenager t�mido como yo no solo era �l un h�roe sino que la
meta era convertirlo en el hombre de mi vida. Deseaba hasta el fondo de mi ser
que me convirtiera en algo suyo, plena y totalmente.
Y no tard� mucho tiempo hasta que esto se hizo realidad.
No recuerdo la raz�n pero esa noche tuvimos que compartir
habitaci�n y advirti� mis miradas y que detr�s de ellas lat�a una fuerte
atracci�n y un ardiente deseo hacia �l.
Recuerdo que se me acerc� por detr�s y puso su cuerpo pegado
al m�o. Yo estaba vuelto hacia la pared, delante de la mesilla de noche. Al
sentir el calor de su cuerpo y su actitud, me qued� inmovil. El acarici� con sus
grandes manos mis brazos desde el hombro a las manos y bajando la cabeza,
desliz� su boca con suavidad y ternura sin igual por mi cuello, desde el l�bulo
de mi oreja hasta el hombro.
Enrojec� hasta la ra�z del pelo. Sent�a mucha verg�enza. Me
pregunt� al o�do: -�te gusto...?
Apenas atin� a mover la cabeza en un muy leve gesto de
asentimiento.
-�Tienes verg�enza?, -inquiri� advirti�ndolo, y a
continuaci�n musit�: -�apaga la luz!
Por supuesto que obedec� de inmediato pero para hacerlo tuve
que inclinarme sobre la mesilla quedando mi culo pegado a su cuerpo, entonces �l
dobl� las piernas poniendo su paquete medio a medio de mi culo y cogi�ndome de
las caderas me lo refreg� por medio de las nalgas con un vaiv�n libidinoso
dejando escapar de su boca un "ahhhhhhhhhh", que simulaba un enorme placer de su
parte.
De la verg�enza no me atrev�a a moverme y me qued� all�
inclinado en una posici�n que me produc�a una fuerte sensaci�n de rid�culo.
El, que llevaba las riendas de la acci�n, desliz� sus manos
de mis caderas a mis costados y cogi�ndome del pecho, a la altura de las
tetillas me incorpor�, pellizc�ndome los pezones hasta producirme escozor junto
con el placer de sentir que me lacariciaba con tanta calentura.
Profundizando su caricia, con una mano en mi barriga me
apret� contra s�, mientras con la otra cog�a mi cara y me la volv�a hacia el
costado para estamparme un baboso y lang�eteado beso en la boca.
Yo segu�a inm�vil, mientras su lengua intentaba penetrar mi
boca hasta que sent� un golpe de su cuerpo en mi cuerpo y sus palabras
pronunciadas casi con la lengua:
-�responde...!
Por supuesto que respond� a su beso con mi boca inexperta. Me
cogi� por un hombro y con la facilidad de su mano grande y su fuerza me dio la
vuelta hasta ponerme frente suyo, pas� un brazo por mi cintura y con la otra
mano en mi nuca me apeg� a �l mientras sus labios rozaban fuertemente los m�os y
su lengua se me introduc�a hasta la garganta.
M�s alto, cuando yo abr�a los ojos ve�a su rostro inclinado
hacia m�, sent�a sus piernas doblarse para que su sexo quedara a la altura del
m�o, casi en un desmayo lo o�a susurrarme: -abr�zame. Y elevando mis brazos me
colgu� de su cuello.
Volv� a sentir sus manos sobre mis hombros y su fuerza que me
iba empujando hacia abajo, agach�ndome delante de su cuerpo de escultura griega.
Sent� que mi boca recorr�a su cuello, su pecho lleno de suaves vellos negros,
tan negros como los que le sobresal�an de las axilas y llenaban sus antebrazos.
Sent� el roce de su ombligo y luego su breve calzoncillo blanco y en una
posici�n m�s rid�cula a�n me entrev� agachado, con el culo levantado y mi cabeza
entre sus manos restreg�ndome por sobre su sexo, tanto en c�rculos como a lo
largo del cilindro duro y alrededor de sus huevos.
Musitaba entrecortadamente: -�te gusta?, �te gusta?...
Como pod�a, lograba responderle que s�, que me gustaba,
temeroso de su agresividad er�tica y temeroso tambi�n de que fuera a burlarse de
m� interrumpiendo abruptamente aquello que me volv�a loco de deseo.
-�Qu�tame el calzoncillo!, me orden�, sin soltar mi cabeza.
Para obedecerle mejor, me arrodill� frente a �l y empec� a
baj�rselo, levant� un pie sac�ndoselo y con el otro lo lanz� lejos y abri� sus
piernas que tanto admiraba yo, cuando lo ve�a en ba�ador y que contemplaba
disimuladamente desde lejos. Ahora ten�a esas dos columnas all� frente a m� y a
mi disposici�n. Igualmente cubiertos de vellos negros, no obstante esos muslos
eran suaves y desped�an un olor a cuerpo limpio de macho joven. Con sus manos
gui� mi cabeza para que mi boca los besara, para que mi lengua se deslizara
lamiendo sus ingles, lamiendo sus dos enormes huevos que se despositaban
equidistantes a izquierda y derecha hasta que loco de placer cogi� su largo
falo, me lo puso entre los labios y me orden�: -�Aprieta el capullo!...
Y entonces empez� a moverse cadenciosamente y en la boca
sent� como su glande iba quedando desnudo a medida que penetraba mi boca y el
regusto delicioso que ese pedazo de carne tan deseada dejaba en mi lengua y su
suavidad y su tersura y la dureza del tronco que me iba llegando m�s all� de la
garganta.
Lo sac� un poco y dejando dentro de mi boca solo el glande,
me orden� ahora que succionara sus jugos que sal�an llen�ndome la boca .
Entonces me pidi� que lubricara con ellos y mi saliva toda su verga hinchada,
que mi lengua sent�a con sus venas protuberantes.
Entreve�a como entre sue�os su intenci�n... pero, al parecer
quer�a m�s juego previo y se tir� de espaldas en la cama, levant� las piernas
abri�ndolas cuanto pudo y volvi�, con mi cabeza bien cogida entre sus manos, a
pasar mi boca por sus muslos, sus ingles, sus huevos y baj�ndomela m�s me ped�a
que le la lamiera la entre pierna, desde el mismo ojete a la base de los huevos.
Sent�a all� una alfombra de pelos m�s largos y m�s gruesos y el olor que su
sudor empezaba a despedir y aquello me enardeci� de tal manera que sin recibir
su orden mam�, lam�, succion� toda la zona hasta dejarlo empapado.
Volvi� a meterme la verga y a hacer que se la lubricara y
levant�ndose de un brinco, como un animal en celo, me cogi�, me levant� del
suelo y me tir� a la cama boca abajo, cogi� mi pierna derecha, la flexion� y me
la abri� dejando mi culo sin defensa y a su disposici�n. Como no le pareci�
suficiente, cogi� la almohada y la puso bajo mi cintura y se tendi� encima de mi
cuerpo.
La calidez del suyo, su aliento en mi cuello, su pecho fuerte
en mi espalda y su sexo sobre mis nalgas me provocaron un estremecimiento que �l
not� y volvi� a repetir su estribillo, pero esta vez con un tonillo casi
burlesco: -�Te gustaaaaaaa..ehhhhh...!
Sent� que cog�a su polla, que la masturbaba con no m�s de
tres golpes r�pidos y que la estrujaba sobre mi ojete y con su capullo lo mojaba
lubric�ndolo suficientemente. Sent� el suave empuj�n con que me lo empez� a
introducir y luego la penetraci�n que fue alcanzando poco a poco, lentamente, en
un mete y saca cadencioso, que casi no me provoc� dolor, hasta sentir como todo
su cuerpo descansaba sobre el m�o y todo su largo y grueso falo me empalaba
hasta muy muy adentro.
Se mov�a cadenciosamente, pero era solo el principio, porque
pronto empez� movimientos m�s y m�s fren�ticos, m�s y m�s casi hasta sacar la
polla de mi ojete volv�a a met�rmela hasta los huevos, haci�ndome sentir sus
vellos en mi culo y sus huevos �speros de pelos en los m�os casi lampi�os...
Me repet�a una y otra vez al o�do: -�Te gustaaa...!
Y yo, ya totalmente desinhibido, dec�a simplemente: �S�,
s�...!
Con la sensaci�n de un enorme placer, alojando por primera
vez toda una do�a verga en m� que me hab�a desvirgado con tanta suavidad y con
el roce del capullo en mi recto y su suave masaje en mi pr�stata, empec� a
elevarme al 7� cielo... y a mi primera follada se a�ad�a mi primer orgasmo
rectal... y estaba a punto de correrme y empezaba a gemir con esa sensaci�n de
toda su polla en mi culo, cuando �despert�...!
Me dol�a el hombro y ten�a la espalda casi acalambrada,
estaba tendido en la cama, de barriga y con el dedo medio metido en el culo.
�PLOP!
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