Relato: morir cojiendo. Hac�a m�s de tres meses que no sab�a nada de mi mentor. Me dijo que iba a realizar un viaje a un pa�s asi�tico, que quer�a conocer los secretos del sexo de aquellas colectividades tan milenarias.
Nunca me envi� un mensaje, un email, una llamada al celular, nada. Pens� que le hab�a pasado algo con su coraz�n , o que me hab�a olvidado, que solo hab�a sido para �l un juguete sexual.
Hasta que ayer son� mi celular con su rington,mi coraz�n se aceler� y mis tetas se revolvieron dentro del sujetador blanco.
Me dijo que hab�a vuelto y que quer�a verme para practicar conmigo algunas cosas que hab�a aprendido en aquellos lugares.
y me lo dijo como sabe �l, calent�ndome. Te voy a matar de amor, te espero, y me cort�.
Qued� toda la noche excitada. Ahora estoy en la puerta de su casa - estudio.
El abrazo de oso fue enorme, ten�a la barba m�s larga, m�s canosa y el pelo largo tambi�n , su calvicie frontal brillaba. En el abraz� me apret� las nalgas, y se di� cuenta que las ten�a duras, que el step hizo efecto. Luego con esa calidez que tiene me mir� a los ojos y sus manos se apoyaron en mis tetas, que estaban bien grandes y duras. al sentir aquel tacto se enloquecieron y los pezones crecieron como picos, sent� que mis jugos ca�an sobre mis bragas negras.
Despu�s de saludarnos y contarnos nuestros cuentos de estos tres meses, me pregunt� como andaba.
Yo sab�a a que se refer�a y entonces le cont� que hab�a tenido encuentros con tres hombres , que me los hab�a sacudido varias veces, que los hab�a cojido hasta hacerlos acabar muchas veces y que me hab�an complacido muy bien, pero nunca como �l
Me cont� que hab�a estado con varias ni�as orientales, que le hab�an ense�ado algunas cosas que no conoc�a para gozar mejor y hacer gozar mejor a las mujeres, y que por eso me quer�a con �l.
Despu�s dijo ; est�n corriendo muchas palabras, mejor vamos al refugio, y empezamos.
Me manoseo bien las tetas, le encanta ponerlas bien duras, y m�s grandes y eso que las tengo enormes, fui con los zapatos de tacos altos , se que lo calientan mucho. me bes� con pasi�n, me quit� la peque�a blusa blanca, y luego hizo saltar el sujetador para que mis grandes tetas quedaran libres a su disposici�n, las acarici�, las bes�, las chup�, y luego las sobo, cuando ya estaban bien duras, me quit� la pollera, y me coloc� las manos entre las piernas, en la raja, me quit� las bragas y empez� a acariciarme el chocho que ya estaba todo mojado, yo ten�a en mi manos la verga que hab�a sacado de su pantal�n y de su sleep, estaba bien gorda y larga, la cabeza bien brillosa, pronta para taladrarme. Pero me equivoque, me recost� en el gran sof� , que es amplio como una cama de dos plazas, y me empez� a acariciar mi vientre, y suavemente llegaba hasta mi entrepierna, que yo fui abriendo, luego tom� una pluma de ave, y comenz� a acariciarme con ella, hasta que lleg� a mi concha y la hizo girar sobre ella, que sensaci�n de placer, que cosquilleo, me enloqueci�, me agarr� las tetas, y le apret� la verga.
El continuo con sus caricias y me abr�a cada vez m�s la piernas, levant� mi cola con sus manos, el monte de venus, qued� bien alto, y ah� lo acarici� con la pluma, suave, suave, yo sent� que me sal�a un chorro de jugos, luego me introdujo un dedo, me levant� m�s las piernas contra mis tetas y me enloquecido con su lengua. ah que placer, me voy viejo de mierda, me corro,le dec�a al oido, el me pasaba la pluma por los labios de mi concha, la abr�a con sus dedos grandes, y con su lengua humeda y ancha me acariciaba el clitoris, de pronto se deten�a y me chupaba bien fuerte, arrancando mis gemidos de placer, luego otra vez la pluma y los dedos entrando en mi agujero, tres creo que ya tengo adentro, largo m�s jugos, y mis piernas empiezan a temblar, largo la verga, me tom� las tetas me acarici� el culo, cierro los ojos, sigue el temblor , se viene, se viene, y de pronto la lengua toca mi punto g, ah, peg� un gran grito de placer y luego muchos gemidos, y siento que un r�o de leche bien espesa me sale de mi concha, y siento la lengua del viejo lamiendola, m�s leche, sale de mi, las tetas parecen reventar, y otro orgasmo invade mi cuerpo, otro grito de placer, y siento que la pluma acaricia mi clitoris, y sin poderlo creer siento otro orgasmo, otro grito, otro polvo que sale de mi, y otra vez, me lame, con su lengua enorme, y la pluma me acaricia los pezones, y me corro otra vez, y empiezo a sentir que me desmayo de placer, y le pido por favor que pare, que me coja, que quiero su verga, cojeme, cojeme, me vas a matar de placer.....
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Relato: morir cojiendo.
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