JOSE, SU HERMANA Y SU SOBRINA (2)
Fue en una noche de s�bado. Lucia ya hab�a cumplido los diez
a�os y aunque su cuerpo aun era de ni�a, su mente era demasiado despierta para
su edad, tenia la inteligencia y la curiosidad que ahora parece tan natural en
casi todos los ni�os, se llevaba muy bien con su mama y con su t�o, y siempre
les hacia infinidad de preguntas que ellos trataban de contestar siempre con la
verdad y procurando que no obtuviera mas informaci�n de la que seg�n ellos se
requer�a para una ni�a de diez a�os. Pero a veces sent�an que la inteligencia de
ella los rebasaba y no sab�an que contestar a determinadas preguntas.
En la cuesti�n de sus relaciones sexuales, Lilia y Jos�
siempre hab�an tenido la prudencia y el cuidado para que la ni�a no se diera
cuenta de nada, y moderaban sus caricias y su lenguaje cuando Lucy se encontraba
presente, y seg�n ellos, para ella solo eran dos hermanos que se quer�an mucho y
se trataban con mucha familiaridad, pero era casi imposible el ocultar por
completo el amor y la dependencia sexual que sent�an el uno por el otro.
Y sucedi�. Eran m�s de la una de la ma�ana y los dos amantes
se encontraban en la sala de la casa viendo la televisi�n c�modamente sentados
en el amplio y c�modo sof�, y los dos se encontraban totalmente desnudos. La
ni�a ya estaba dormida desde varias horas antes y con el calor que hacia, ellos
se hab�a despojado de la ropa para estar mas c�modos, confiando en que Lucy
estaba dormida y no saldr�a de su recamara. Pero resulto que si salio. La vieron
aparecer por el pasillo que conduce a las recamaras y ya no pudieron hacer nada,
la presencia de la ni�a los agarro tan de sorpresa que no alcanzaron a tapar su
desnudez y se quedaron mudos por no saber que decir, y la que empez� el dialogo
fue Lucy:
�Que hacen ustedes dos aqu� encuerados? �pregunto la ni�a
como entre seria y divertida.
Pues� es que� hace mucho calor y quisimos refrescarnos un
poco �respondi� Lilia turbada por la presencia de la ni�a.
Eso esta muy bien, entonces yo tambi�n me quitare la
bata, pues tambi�n tengo bastante calor �dijo Lucy procediendo a quitarse su
batita de ni�a y quedando totalmente desnuda pues no tra�a nada debajo de la
bata y mostrando su cuerpo infantil blanco y liso, sin las curvas que
diferencian a las mujeres de las ni�as, pero irradiando una sensualidad
inocente que no es normal en una peque�a de su edad.
Pero� es� que� -balbuceo Lilia sin acertar a decir nada
convincente para evitar que la ni�a se desnudara y se quedara con ellos.
Jos� no hab�a abierto lo boca para nada, solamente las ve�a
divertido por lo ins�lito de la situaci�n, a la vez que admiraba el cuerpecito
de Lucy, pensando en que en muy pocos a�os se convertir�a en un apetecible
cuerpo de mujer y que seria muy afortunado el hombre que lograra tenerla por
primera vez.
Lucy se acerco a su t�o Jos� y se sent� a su derecha,
mientras Lilia hacia lo propio a la izquierda, entonces Lucy se le quedo viendo
con ojos muy abiertos a la erecta verga de Jos�, que no hacia nada por cubrirse
o por disimular su tremenda erecci�n a la que estaba contribuyendo la desnuda
presencia de la ni�a.
Ay mama �dijo la peque�a- algo le paso al til�n de mi
t�o, pues mira como lo tiene de hinchado.
Y sin esperar respuesta, la ni�a agarro con su manita la
enorme verga de su t�o.
�Que te paso t�o que lo tienes tan hinchado, te duele
mucho?
Si me duele �respondi� Jos� disimulando una sonrisa al
notar que su hermana no sabia que hacer ante la situaci�n.
Pobrecito de mi t�o �dijo la ni�a �seguro que te diste un
fuerte golpe en tu til�n y por eso se te puso as�, �quieres que te lo sobe
t�o?
Si mi amor �respondi� Jos�- sobamelo porque me esta
doliendo.
Lucy se prendi� con sus dos manitas a la vergota de su t�o y
la comenz� a sobar. Lilia no sabia que hacer ni que decir y solo se le quedo
viendo a Jos�, extra�ada por la actuaci�n de este, pero Jos� la tranquilizo con
la mirada, como dici�ndole, qu�date tranquila, mas vale que actuemos con
naturalidad para no espantar o confundir a la ni�a, y Lilia le entendi�
perfectamente la mirada, pues se conoc�an tan bien que muchas veces no
necesitaban hablar para entenderse, y Lilia se tranquilizo un poco y dejo que su
hija siguiera sobando la verga de su hermano por un rato, hasta que le dijo:
Ya no se la sobes tanto hija porque a lo mejor le duele
m�s.
�Te duele m�s t�o? �pregunto la ni�a inocentemente.
No mi amor, no me duele m�s, t� sigue sobando.
Se ha de haber golpeado muy duro mi t�o �verdad mama?
Y Lilia se quedo callada por unos momentos. Su pol�tica de
educaci�n para con su hija, hab�a sido la de siempre decirle la verdad a todas
sus preguntas, esto en la medida de lo posible y sin entrar mucho en detalles
cuando la pregunta es embarazosa, porque claro esta que no siempre se le puede
decir la verdad detalla da a un ni�o, de manera que Lilia decidi� seguir con su
pol�tica de hablarle a su hija con la verdad aunque suavizando un poco la
respuesta, y contesto:
Pues� no hija� la realidad es que� a tu t�o no se le
hincho su til�n por haberse golpeado.
�Ah no, y entonces porque se le hincho tanto su
tilincito?
Pues� mira� cuando un hombre tan macho como tu t�o� tiene
a dos mujeres desnudas a su lado� su cuerpo reacciona y se le hincha su
til�n, �entiendes?
Pues no muy bien mami �respondi� Lucy sin dejar de sobar
la verga que tenia entre sus manitas- �y que es lo que debemos de hacer para
bajarle la hinchaz�n?
Pues� la forma de bajarle lo hinchado al til�n de tu t�o�
es guard�ndolo.
�Guard�ndolo? -pregunto la ni�a aun con mas ingenuidad,
haciendo esto que la escena se presentara mas morbosa y er�tica, y esto lo
estaba disfrutando enormemente Jos�, quien solo sonre�a tranquilamente y
dejaba que todo se desarrollara entre ellas- �y donde debemos de guardarlo
may?
Mira mi amorcito� ya estas comenzando a tener edad para
saber algunas cosas� las mujeres tenemos tres hoyitos en nuestro cuerpo, en
donde podemos guardar el til�n de los hombres cuando lo tienen hinchado..
�De veras? Entonces yo tambi�n debo de tener esos tres
hoyitos, pues yo tambi�n soy mujer, �verdad mami?
Claro que si mi amor, tu tambi�n tienes esos hoyitos.
�Y cuales son mami, en donde los tengo?
Te voy a decir cuales son mi amorcito� uno es la rajadita
que tienes entre las piernas �dijo laura cost�ndole mucho trabajo hablarle
de esas cosas a su ni�a, pero ya hab�a empezado y ahora ya no tenia otro
remedio que continuar.
�Esta mami? -pregunto Lucy abriendo sus piernitas y
toc�ndose la panochita.
Si mi vida, ese es uno de los hoyitos� otro es el hoyito
que tienes atr�s por donde haces popo, y el �ltimo hoyito es la boca.
�Tambi�n la boca mami?
Si mi amor tambi�n la boca.
Y cuando se le hincha el til�n a mi t�o �tu que haces?
Pues como tu t�o es muy bueno conmigo y yo lo quiero
mucho, pues le ayudo a que se le baje lo hinchado de su til�n meti�ndomelo
en uno de mis hoyitos para que no le duela.
Entonces yo tambi�n puedo ayudar a curar a mi t�o
meti�ndome su til�n en uno de mis hoyitos �dijo Lucy ilumin�ndosele su
carita por la alegr�a
No mi amor �dijo Lilia r�pidamente- las ni�as de tu edad
aun no tienen sus hoyitos listos para meterse un til�n en ellos y pueden
causarse alg�n da�o al hacerlo.
Lucy se quedo pensando unos momentos, como calibrando que
tanto hab�a de cierto en todo lo que le hab�a dicho su madre, entend�a lo de los
hoyitos, pero no entend�a como pod�a hacerse da�o, o sea como su mama si pod�a
hacerlo y ella no, de repente se le ilumino la carita y pregunto:
�Tambi�n en la boca me har�a da�o meterme el til�n de mi
t�o?
Pues� -Lilia se sinti� turbada y no supo que deb�a
contestar, miro a su hermano como pidi�ndole ayuda pero este se encogi� de
hombros, y Lilia prosigui�- no� en la boca no te har�a da�o meterte el til�n
de tu t�o, pero la verdad es�
Entonces yo quiero ayudar a curar a mi t�o �dijo la ni�a
interrumpiendo a su madre e inclin�ndose para meterse en su boquita la
cabeza de la verga de Jos�.
Lilia no pudo reaccionar a tiempo y cuando vio, su hija ya
tenia la verga en la boca, entonces volvi� a mirar a Jos� para pedirle ayuda, y
Jos� decidi� intervenir.
Espera mi amor, espera un poco �le dijo Jos� a la ni�a
tom�ndola de la cabecita y separ�ndola de su verga.
Pero es que yo quiero ayudar a curarte tu til�n t�o, no
quiero que sufras por tenerlo hinchado.
Si mi vida, pero es que tu no sabes bien como hacerlo,
creo que lo mejor ser� que tu mama te ense�e para que puedas hacerlo bien,
�no lo crees tu as� hermanita?
Si mami �dijo la ni�a- ens��ame como hacerlo y as� entre
las dos curaremos a mi t�o y le bajaremos la hinchaz�n de su til�n para que
ya no le duela.
Lilia se le quedo viendo a Jos� con cierto tono de reproche
en sus ojos, pero el enorme amor que sent�a por el y por su hija se impuso en su
coraz�n y en su mente y decidi� colaborar con ellos.
Esta bien hija, te voy a ense�ar como hacerlo, f�jate
bien como lo hago yo.
Y Lilia agarro la verga de su hermano y se inclino hacia
ella, la comenz� a lamer toda desde los huevos hasta la punta haci�ndolo varias
veces, luego se meti� la cabeza en la boca y poco a poco empujo la verga hacia
adentro hasta topar con su garganta, y luego sigui� el sube y baja del pito
dentro de la boca sac�ndolo de vez en cuando para lamerlo y volvi�ndolo a meter
hasta donde se pod�a.
Lucy miraba atenta sin perder detalle de lo que hacia su
mama, sus peque�os y hermosos ojos se abrieron m�s de lo normal y se saboreo los
labios con la lengua. Era claro que tambi�n en la peque�a ya se comenzaba a
despertar el instinto sexual, y que sin saber a ciencia cierta de lo que se
trataba, si sabia que el til�n de su t�o ejerc�a en ella una atracci�n que nunca
hab�a sentido por nada, una atracci�n placentera, una promesa de algo hermoso y
desconocido que ella deseaba experimentar. Lilia se saco la verga de la boca y
le dijo a su hija.
A ver mi amor, ahora hazlo tu, pero ten cuidado porque el
til�n de tu t�o esta muy grande y no te vayas a lastimar tu boquita.
La ni�a volvi� a agarrar la verga con su manita y se la
acerco a la boca, el olor era extra�o pero atractivo, le pas� la lengua por la
cabeza y luego la comenz� a lamer desde los huevos, tal y como hab�a vista a su
madre hacerlo. Se entretuvo por unos minutos lamiendo la verga como si fuera un
caramelo, y luego se la meti� en la boca abri�ndola mucho y aun as� solo le cupo
un poco mas de la cabeza, y comenz� a subir y bajar su carita a la vez que la
chupaba como si quisiera extraerle algo. Y as� estuvo durante quince minutos.
Jos� se sent�a en la gloria con la peque�a chupandole el
pito, jalo hacia el a Lilia y le meti� un dedo en el culo mientras la besaba
apasionadamente en la boca, beso que su hermana correspondi� por completo, pues
los dos se hab�an calentado mucho mas de lo normal con la presencia de la ni�a,
hasta que llego el momento en que Jos� le susurro al o�do a su hermana que ya
estaba a punto de venirse, y como ella no quer�a que Jos� se viniera en la boca
de su hija, tuvo que actuar de inmediato y tomando la cabecita de la ni�a, la
separo suavemente de la verga, dici�ndole:
Ya mi amor, porque tu t�o esta a punto de descargar su
til�n.
�Descargar su til�n �pregunto inocentemente la ni�a- y
que es eso mama, como se descarga el til�n de mi t�o?
Pues mira mi vida -contesto Lilia dulce y amorosamente
como si le estuviera explicando a su hija la soluci�n a alg�n problema
escolar- cuando tu t�o ya ha tenido suficiente fricci�n en su til�n, avienta
un poco de la leche que conserva en sus bolitas y de esa forma es que se le
baja la hinchaz�n.
�De verdad avienta leche? �Y cuales son sus bolitas?
Sus bolitas son estas �contesto Lilia agarr�ndole los
huevos a su hermano para mostr�rselos a su hija- y si avienta su leche por
el hoyito que tiene en la punta, y como no debemos desperdiciarla, entonces
lo que voy ha hacer ahorita es guardar el til�n de tu t�o en mi rajita para
que ah� me ponga su lecha.
�Y por que no mejor dejas que la eche en mi rajita
�pregunto la ni�a?
No coraz�n, porque tu aun no estas preparada para eso.
Esta bien -contesto la ni�a resign�ndose.
Lilia se sent� de frente a su hermano y se meti� la verga que
ya estaba deseando con fervor, y le entro todo en su hambrienta panocha, se
abrazo a su hermano y comenz� a moverse sobre el pito mientras la ni�a de
agachaba para ver por donde le entraba a su mama el til�n de su t�o.
Ay mama, te entro todito completo �comento Lucy asombrada
de que tama�o pedazote de carne le hubiera entrado tan f�cilmente en la
rajita de su mama- parece como si te lo estuvieras comiendo.
As� es mi amor �contesto Lilia con la voz entrecortada
por la inminente llegada del orgasmo- me lo estoy comiendo con mi rajita y
sabe riqu�simo.
En ese momento, Jos� la apret� mas fuerte y le meti� el pito
hasta el fondo vini�ndose copiosamente en la panocha de su hermana, quien de
forma simultanea experimento el orgasmo y se abandono por completo al placer que
esa verga le proporcionaba apret�ndosela con la panocha para exprimirle hasta la
ultima gota de sus mocos, y despu�s se quedo un par de minutos recostada sobre
Jos� reponi�ndose por el cansancio producido por el placer experimentado. Luego
se levanto lentamente y se inclino a limpiar la verga de su hermano como lo
hacia siempre, y casi se olvido de que su hija se encontraba presente, hasta que
esta le pregunto.
�Ya te echo la leche en tu rajita mami?, �y ahora que es
lo que estas haciendo?
Si mi vida, ya tu t�o me echo la leche de su til�n en mi
rajita �contesto Lilia a su hija sin dejar de lamer la verga de Jos�- y
ahora se lo estoy limpiando pues ya sabes que la higiene siempre es
importante, y siempre que tu t�o termine de echar su leche en cualquiera de
mis hoyitos, debemos de limpiarle su til�n, �entendiste?
Si mama, pero d�jame que te ayude a limpiar el til�n de
mi t�o.
Lilia se levanto y dejo que su hija terminara con la labor de
limpieza, y la ni�a, sin la experiencia que da la practica, pero con el
entusiasmo que da el deseo y la curiosidad, le lami� con gusto toda la verga a
su t�o entreteni�ndose por varios minutos hasta que su madre la detuvo.
Creo que ya esta bien limpio el til�n de tu t�o hija,
ahora ya vete a acostar porque ya es muy tarde �dijo Lilia a su ni�a.
No es tan tarde �respondi� la ni�a- d�jame quedarme un
rato mas con ustedes.
No, obedece y vete a acostar.
Y a Lucy no le quedo otra opci�n que obedecer, se despidi� de
su t�o y de su mama y se fue a su recamara, y de inmediato ellos tambi�n se
fuero a la recamara de Lilia.
Estoy pensando que no debimos dejar que Lucy te mamara la
verga �le dijo Lilia a su hermano cuando ya estaban solos y acostados
desnudos y mientras ella le sobaba suavemente el pito.
Pues yo creo que a como se presento la situaci�n, eso fue
lo mejor que pudimos hacer, piensalo, nos vio encuerados, me vio la verga
parada, y si la rega�as y la mandas a acostar sin explicarle nada, pues
quien sabe si eso pudiera resultar contraproducente de alguna forma, crear
situaciones falsas en su mente, o simplemente buscar por otro lado alguna
explicaci�n para lo que vio, yo creo que hicimos lo correcto.
Pues si, quiz�s tengas raz�n �contesto Lilia- pero es que
es tan peque�a, tan solo tiene diez a�os.
Actualmente los ni�os despiertan muy j�venes al instinto
sexual, y yo pienso que es mejor que lo que tenga que aprender lo aprenda en
casa y no en la calle, deja que el tiempo pase y ya veremos.
Y terminaron durmi�ndose muy juntos y abrazados.
Pero lo que no sab�an era que la peque�a hab�a salido de su
cuarto esa noche a prop�sito y con el �nico fin de sorprenderlos encuerados, que
ella ya los hab�a visto en varias ocasiones mientras cogian o mientras Lilia le
mamaba la verga a su hermano, y que todo eso hab�a despertado una urgente
curiosidad y deseo en la ni�a de hacer con su t�o lo mismo que hab�a visto que
hacia su mama, aunque claro que ella no pensaba que fuera malo, puesto que su
mama lo hacia, y esa noche se hab�a decidido a sorprenderlos y lo hab�a logrado.
C O N T I N U A R A
AGRADEZCO DE ANTEMANO TODOS LOS COMENTARIOS QUE ME HAGAN
LLEGAR.
Y EN ESPECIAL ME GUSTARIA Y AGRADECERIA QUE ME ESCRIBIERAN
MUJERES MADURAS (35 A�OS EN ADELANTE).
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